Etiqueta: MIT

  • El MIT Sloan trabaja con la firma ecuatoriana bioFeeder

    Redacción Líderes

    La empresa ecuatoriana bioFeeder fue seleccionada para desarrollar un proyecto en colaboración con la escuela de negocios MIT Sloan, con sede en EE.UU. La compañía nacional, que desarrolló un sistema de alimentación automática de camarones usando inteligencia artificial, fue seleccionada por su modelo de negocios, su potencial de crecimiento y los logros alcanzados.

    Esta colaboración implica que un equipo de estudiantes de MBA de MIT Sloan trabajará en la sede de bioFeeder durante enero para ofrecerle conocimientos y análisis de alto impacto. MIT Sloan es una de las escuelas de negocios más prestigiosas a escala mundial.

    El trabajo de la empresa ecuatoriana se realiza de la mano con Global Entrepreneurship Laboratory G-Lab, que en el 2020 está cumpliendo 20 años de trabajo.

    Desde el año 2000, aproximadamente 2 500 estudiantes del programa G-Lab de MIT Sloan han trabajado con empresas anfitrionas en 643 proyectos de 482 startups en mercados emergentes o de frontera de 54 países diferentes. A la fecha, unos cinco proyectos de G-Lab han sido recibidos en start ups y empresas de Ecuador.

    Un comunicado explica que al analizar el alcance del proyecto, las empresas anfitrionas eligen entre un amplio abanico de desafíos empresariales, como el crecimiento, el ingreso en nuevos mercados, la fijación de precios, las estrategias de marketing, los estándares de referencia, la captación de fondos y la estrategia financiera.

    Durante el proceso, los estudiantes de MBA obtienen experiencia de la vida real para crear, desarrollar y dirigir empresas jóvenes con infraestructuras económicas diversas, teniendo en cuenta el rol de la política, la cultura y otras variables no económicas.

    Carlos Miranda ensambla la caja alimentadora y fija tolvas Foto: Archivo / Mario Faustos / LÍDERES
    Carlos Miranda ensambla la caja alimentadora y fija tolvas
    Foto: Archivo / Mario Faustos / LÍDERES
  • MIT anuncia universidad de inteligencia artificial por USD 1 000 millones

    Agencia EFE

    El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) anunció que creará una universidad de inteligencia artificial (IA) , con una inversión inicial de USD 1 000 millones, centrada en el uso “responsable y ético” de la tecnología.

    El prestigioso centro informó que sumará 50 nuevos miembros a su staff para crear un espacio interdisciplinario de informática, IA, ciencia de datos y otros campos relacionados.

    Gran parte de los fondos provendrán de una donación de Stephen Schwarzman, presidente y cofundador del gigante financiero Blackstone, por lo que la universidad será denominada con su nombre.

    “A medida que la informática reconfigura nuestro mundo, el MIT tiene la intención de asegurar que sea por el bien de todos”, dijo el presidente del MIT, Rafael Reif.

    El proyecto representa la mayor inversión individual en computación e IA de una institución académica estadounidense, según un comunicado del MIT.

    La iniciativa surge en medio de crecientes preocupaciones sobre los impactos de la IA en las instituciones globales, y el temor de que China esté superando a Estados Unidos en este campo.

    “No existe oportunidad o desafío más importante para nuestra nación que aprovechar de manera responsable el poder de la IA para que podamos seguir siendo competitivos a nivel mundial y lograr avances que mejoren a toda nuestra sociedad”, dijo Schwarzman.

    “Nos enfrentamos a preguntas fundamentales sobre cómo garantizar que los avances tecnológicos beneficien a todos, especialmente a los más vulnerables a los cambios radicales que la IA traerá a la naturaleza de la fuerza de trabajo”, agregó.

    Se prevé que la nueva universidad abra en septiembre de 2019, con un nuevo edificio a completarse para 2022.

    El campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts.Foto: Archivo / AFP
    El campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts.Foto: Archivo / AFP
  • Un conversatorio sobre prácticas de emprendimiento e innovación, en Quito

    Redacción Líderes

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    Un conversatorio para conocer conceptos y herramientas de emprendimiento e innovación se cumplirá este miércoles 31 de enero del 2018, en Quito. El encuentro llamado ‘MIT y sus mejores prácticas de emprendimiento e innovación’ se desarrollará en el edificio de Kruger Labs, en el norte de Quito.

    La conferencia es de entrada gratuita, se dictará en inglés y está dirigido a emprendedores y empresarios que quieran actualizar sus conocimientos. El objetivo es compartir herramientas y conceptos de innovación y emprendimiento para evolucionar un modelo de negocio. En el conversatorio participarán estudiantes del MBA del Massachusetts Institute of Technology (MIT) que cursan el ‘Action learning program’.

    Entre los participantes se encuentran Natalia Alarcón, de la Universidad Estatal Politécnica de California; Amaka Nneji, de Darmouth College; Tosin Bosede, de la Universidad de Pennsilvanya; y Jonatah Lovett, de la Universidad de Agricultura y Mecánica de Florida.

    El encuentro será de 17:00 a 19:00. Tambipén se transmitirá por Facebook de Kruger Corporation.

    La conferencia es de entrada gratuita, se dictará en inglés y está dirigido a emprendedores y empresarios que quieran actualizar sus conocimientos. Foto:
    La conferencia es de entrada gratuita, se dictará en inglés y está dirigido a emprendedores y empresarios que quieran actualizar sus conocimientos. Foto: Archivo EL COMERCIO
  • ‘Por un mundo mejor’ es la campaña que impulsa el MIT

    Redacción Quito

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    Massachusetts Institute of Technology (MIT) celebró en México D.F. una nueva conferencia de su campaña Por un mundo mejor.

    Según un comunicado, el objetivo de es seguir trabajando en proyectos de educación, investigación e innovación; impulsando la investigación científica, salud del planeta, salud humana, innovación y emprendimiento, enseñanza, aprendizaje y vivienda; y profesores y estudiantes.

    A la conferencia asistió Nelson Baldeón, representante de MIT en el país. El ejecutivo está convencido que la educación, investigación, innovación son motores para el desarrollo de soluciones que cambien al mundo para mejorar la vida de las personas y el planeta.

    Durante la conferencia, el presidente de MIT, Rafael Reif, compartió su visión de un futuro explicando que “el cambio climático se rinde a la acción climática, la energía limpia sea universal como el amanecer, donde cada miembro de una familia puede contar con agua potable y alimentos nutritivos… donde las buenas ideas no permanezcan un laboratorio sino que florezcan en el mercado…”.

    La campaña Por un mundo mejor busca recaudar USD 5 billones para apoyar los esfuerzos de investigación, innovación, educación, para abrir nuevos conocimientos sobres temas de gran importancia a nivel global.

    El MIT, según el comunicado, tiene una fuerte cultura empresarial. Los ingresos agregados de las empresas fundadas por ex alumnos de MIT lo situarían como la undécima economía más grande del mundo.

    El presidente de MIT, Rafael Reif, compartió en México su visión del futuro.Foto: cortesía
    El presidente de MIT, Rafael Reif, compartió en México su visión del futuro.Foto: cortesía
  • La innovación ecuatoriana fue premiada

    Redacción Quito

    Tres ecuatorianos menores de 35 años fueron premiados la semana pasada por el MIT Technology Review. La iniciativa -en su segunda edición en Ecuador- se cumplió en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y destacó los emprendimientos en el área de biotecnología y software.

    El director del Programa de Innovadores menores de 35, Rafael Salazar, indicó que desde 1999 se expandió la iniciativa desde EE.UU. hacia otros países hasta llegar a América Latina. Hoy, la idea se trata de una comunidad global que suma más de 200 jóvenes de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Centroamérica.

    Adrián Armijos, de 23 años y estudiante de Ingeniería en Sistemas en la Universidad San Francisco de Quito, desarrolló la aplicación Wawa. El emprendimiento es un software que permite la interacción al momento de leer libros con temática educacional. Este desarrollo tecnológico está enfocado en los niños.

    El proyecto inició en el 2014 y ofrece realidad aumentada en textos, para así fortalecer la lectura en los más pequeños de la casa.

    Hasta la fecha, la pequeña empresa, que tiene la participación de Marco López como socio, obtuvo financiamiento por parte de la empresa privada y otros gestores de emprendimiento. En lo que va del año se han vendido 2 500 libros indica Armijos.

    La innovación en la aplicación es lo que llevó a que se los postulara para esta convocatoria del MIT.Para el próximo año el emprendedor aumentará el contenido y planea colocar el producto en países de Europa.

    Otra iniciativa que fue reconocida por este programa fue Dátil, el sistema que permite gestionar el área de ventas en pequeños negocios. Eduardo Radd, de 34 años y gestor de la empresa creada en el 2012, menciona que el desarrollo del sistema nació de la oportunidad: “vimos un mercado potencial y por eso nos enfocamos a desarrollarlo”. Ahora la plataforma de Dátil lo utilizan unos 500 clientes, y están también buscando mercados en Perú y Colombia.

    Radd señala que en el país la innovación es un desafío que permite desarrollar mejores oportunidades al servicio de la sociedad.

    CarboCycle, una iniciativa en el área de biotecnología, también fue premiada. La idea ayuda a procesar residuos orgánicos para convertirlos en sustitutos de aceite vegetal: “con esto evitamos la deforestación y las emisiones generadas por la materia orgánica en descomposición”, explica Melanie Valencia, ambateña de 26 años y representante de CarboCycle.

    El proyecto se realizó cuando la ecuatoriana estudió una maestría en la Universidad de Columbia (EE.UU.), a finales del 2012. Junto con sus compañeros Andrew Roe y Shaswat Vajpeyi desarrollaron la iniciativa. A la fecha, la investigación todavía continúa y Valencia espera que esta se pueda aplicar en Ecuador en el corto plazo.

    Durante la premiación, en la Escuela Politécnica Nacional, en Quito, también se realizó un debate sobre el impacto de las tecnologías en la innovación.

    Tres proyectos innovadores fueron premiados la semana pasada por el MIT Technology Review. Cortesía: MIT Technology Review
    Tres proyectos innovadores fueron premiados la semana pasada por el MIT Technology Review. Cortesía: MIT Technology Review
  • Tres proyectos ecuatorianos serán premiados por MIT Tecchnology Review

    Redacción Líderes

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    Tres proyectos ecuatorianos ganaron un concurso internacional de innovación y serán premiados el próximo 16 de noviembre en el Teatro Politécnico de la escuela Politécnica Nacional, a las 16:00. Se trata del Premio Innovadores menores de 35 años en Ecuador 

    El MIT Tecchnology Review (en español) con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ConQuito, organizaron un concurso en el que se inscribieron 200 proyectos innovadores, los mismos que fueron evaluados por un panel de jueces internacionales del MIT.

    Los parámetros para la selección se realizaron bajo criterios como desarrollo tecnológico, innovación e investigación científica. Tres proyectos fueron escogidos y tienen relación con las áreas de biotecnología y software.

    La revista MIT Technology Review, en alianza con el BID y ConQuito reconocen a los tres ecuatorianos con un galardón destinado a emprendedores e investigadores tecnológicos con proyectos disruptivos que impactan en la sociedad.

    Este programa se desarrolla a escala mundial, en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, con el objetivo de impulsar proyectos transformadores «que pretendan construir una mejor sociedad y para generar una comunidad global de innovadores», señaló en un boletín ConQuito.

    Los ganadores, dos hombres y una mujer, recibirán un galardón destinado a emprendedores e investigadores tecnológicos con proyectos disruptivos que impactan en la sociedad.

    “Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es un honor ser socio regional de Innovadores Menores de 35. Este tipo de iniciativas, dirigidas a jóvenes innovadores y emprendedores, interesados en la ciencia, la tecnología, y las ingenierías nos permiten encontrar soluciones que mejoran vidas. Felicito a estos innovadores ecuatorianos por su visión y proyectos”, expresó Morgan Doyle, representante del BID en Ecuador.

    Según Alfonso Abdo, director ejecutivo de ConQuito “en la convocatoria ‘Innovadores Menores de 35’ edición 2016 se puso en evidencia el potencial, el talento técnico y científico existente en el país, el compromiso ahora es brindar las herramientas y oportunidades para que estos proyectos promuevan oportunidades comerciales que beneficien a una comunidad global».

    Antes de la ceremonia de entrega de premios, en el Teatro Politécnico se realizará una charla magistral dictada por Edwina Portocarrero, diseñadora de Media Lab MIT sobre el Impacto de la Tecnología en la Innovación, y posteriormente se desarrollará un foro con expertos sobre el tema.

    El MIT Technology Review realizó la primera premiación a tres proyectos en el 2015. Foto. Cortesía de Conquito
    El MIT Technology Review realizó la primera premiación a tres proyectos en el 2015. Foto. Cortesía de Conquito
  • Él trazó su camino hasta la cuna de la innovación

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

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    La robótica y la inteligencia artificial eran dos materias lejanas, casi inalcanzables, para un adolescente ecuatoriano en los años ochenta. Pero Eduardo Torres-Jara pensaba distinto y a las 12 años ya quería trabajar con robots.

    Este cuencano recuerda con claridad un artículo sobre ciencia y robots publicado en la revista Selecciones. Allí leyó por primera sobre el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Esa lectura marcó a este ecuatoriano, que siendo un adolescente tenía claro que trabajaría en robótica.

    Torres-Jara avanzó paso a paso. Sus estudios de secundaria los cursó en Cuenca en el Colegio Técnico Salesiano, especializado en áreas como electricidad o mecánica. A su formación se sumaron las calculadoras y computadoras -las primeras que veía y manipulaba- con las que trabajaba su papá, quien era profesor.

    Las primeras piezas fueron encajando. “Tenía claro que había una combinación de cosas que me gustaría hacer. Mi generación era de las primeras computadoras y la programación me llamaba mucho la atención”, cuenta durante una entrevista vía Skype entre Quito y San Francisco, EE.UU.

    Una vez concluida la secundaria, este ecuatoriano subió un nuevo escalón. Se radicó en Quito para estudiar ingeniería electrónica en la antigua Escuela Politécnica del Ejército, hoy Universidad de las Fuerzas Armadas-Espe. En las aulas de esta institución se le abrieron las puertas de la inteligencia artificial con profesores brasileños que llegaban, gracias a un convenio educativo.

    En esa misma época -mediados de los noventa- la Internet era un bien limitado en el país, pero Torres-Jara ya le sacaba provecho. En su tiempo libre navegaba buscando libros o tesis sobre inteligencia artificial.

    Así supo de Rodney Brooks, el catedrático nacido en Australia y considerado una autoridad en robótica. Tras graduarse de la universidad colaboró en empresas, siempre vinculado a las telecomunicaciones, tecnología y software. Pero en su mente seguía la idea de llegar al MIT, en EE.UU.

    Al aplicar para ese centro de estudios recuerda que recibió una primera carta en la que decían algo como “acaba de aplicar al programa de educación más intenso en el mundo, lo más probable es que no sea admitido, por favor aplique en otra institución”. Pero su fe pudo más y recibió una segunda carta en la que le decían no solo que fue admitido, sino que recibió una beca. Había completado parte de su sueño adolescente.

    ¿Cómo describe al MIT? “Es especial. Uno accede a todos los recursos académicos, financieros, científicos… se conoce gente muy genuina que quiere arreglar el mundo, haciendo cosas fuera de lo común. Es como tratar de tomar agua de un hidrante, con mucha presión, uno se puede ahogar con tanta información. Hay que moderarla para aprovecharla”.

    Durante su maestría recibió financiamiento de Yamaha para construir un robot. Además, desarrolló un robot que reconocía tomacorrientes de manera visual. “Allí se compite con los mejores de todo el mundo y uno debe estar muy dedicado al estudio”, cuenta Torres-Jara, quien practica aikido, yoga, voleibol y bicicleta para desconectarse de sus tareas, pero también para abrir su mente.

    Entre 1999 y 2002 completó su maestría en inteligencia artificial y para el 2007 culminó su PhD en la misma área. En esa etapa trabajó con Rodney Brooks, el profesor al que admiró desde la adolescencia.

    Además, sus estudios le sirvieron para enrolarse aún más con el mundo académico y para crear una teoría a la que llamó ‘sensitive robotics’, así como una start up que está dando sus primeros pasos en el mundo de la robótica.

    Sus conocidos reconocen en él a una persona especial y distinta. Santiago Peralta, fundador de Chocolates Pacari, describe a Torres-Jara como un hombre analítico, reflexivo y muy observador. “Se pone serio cuando tiene que serlo, pero también es bastante sociable, pensador, informado, de buena tertulia, con muy buen sentido del humor”.

    Peralta añade que tiene mucha imaginación y que la sabe explotar en su trabajo. “Es una persona que ha tomado sus riesgos, pero que tiene mucha fe en sí mismo y se entrega por completo a sus tareas de investigación”.

    Otro de sus amigos es Esteban Coello, abogado de profesión. Él lo califica como una gran persona, con buenos valores. “Un tipo sano y muy interesado en estar con el cerebro atento en temas como el arte, la política y la actualidad en general. Eduardo ha innovado de una manera revolucionaria en su campo y es un orgullo para quienes lo conocemos”.

    Hoy Torres-Jara continúa dedicado a la ciencia, en Stanford. Allí, cuenta este investigador y soñador, la comunidad científica trabaja en conjunto y el apoyo es permanente entre estudiantes, académicos y profesionales.

    Fotos: archivo particular Eduardo Torres-Jara con su familia en su graduación en el MIT. Fue además uno los 100 latinos mas influyente de Massachusetts.
    Fotos: archivo particular
    Eduardo Torres-Jara con su familia en su graduación en el MIT. Fue además uno los 100 latinos mas influyente de Massachusetts.
  • Venezolano dirige el prestigioso MIT sin ‘ser el más inteligente de la escuela’

    Agencia EFE

    Para el ingeniero venezolano Rafael Reif, la disciplina es mucho más importante que la inteligencia y ayuda a llegar lejos en la vida, como en su caso a la presidencia del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), considerada por muchos la mejor universidad del mundo.

    «Nunca fui el mejor de la clase o el más inteligente», recordó Reif en una entrevista sobre sus tiempos de estudiante en la Universidad de Carabobo (Venezuela), donde obtuvo la licenciatura de ingeniero eléctrico en 1973. Sin embargo, junto a sus compañeros de estudio se destacaba por el deseo de «crear, construir e innovar» en una universidad pública donde escaseaban los recursos. «Recuerdo que una vez fuimos al laboratorio para ensayar una idea y nos dijeron que en Venezuela se estudiaba ingeniería solamente para hacer el mantenimiento de equipos. Las invenciones hay que dejarlas a los americanos», explicó el ingeniero, de 66 años.

    «Nunca imaginé que podíamos tener el potencial de hacer cualquier cosa, más allá de mantenimiento», dijo Reif, quien un año después de graduado se trasladó a Estados Unidos para doctorarse en ingeniería en la Universidad Stanford.

    La intención era regresar a Venezuela para enseñar, investigar y vivir en un ambiente académico, pero la vida le tenía reservadas varias sorpresas. «Extrañaba mucho a mi familia y quería regresar, pero cuando prácticamente había empacado mis cosas me ofrecieron un trabajo como profesor visitante en el Departamento de Ingeniería Eléctrica», contó.

    Pensó que sería solamente por uno o dos años, pero cuando preparó nuevamente su regreso a Venezuela apareció el MIT con una oferta y se incorporó a su equipo docente en enero de 1980 como profesor asistente. El joven ingeniero nacido en Maracaibo, hijo de padres judíos, que hablada yidish y español en casa, aplazó indefinidamente el retorno a su país e inició una carrera que lo llevaría a patentar 15 invenciones, escribir cinco libros y a ser rector del MIT.

    Desde el 2012 preside esta universidad fundada en 1861 y con 130 000 graduados, entre ellos 85 premios Nobel en todas las áreas. Para Reif, la oportunidad que le dio el mundo académico fue «casi un milagro», o casi «un billete de lotería», porque normalmente las universidades estadounidenses consideradas de elite no reconocen a los graduados de instituciones desconocidas.

    En su caso, pese a «no ser el más inteligente del colegio», su progreso lo atribuye a la disciplina y aplicación «que son más importantes que la inteligencia y te pueden hacer llegar lejos», expresó.

    Antes de llegar a la presidencia, Reif realizó un trabajo pionero en el MIT con plataformas de cursos en línea que ofrecen a estudiantes de todo el mundo el acceso a todos los cursos que se dictan en la universidad. Esto permite, por ejemplo, que un estudiante de maestría curse un semestre a distancia sin pagar un dólar, y dependiendo del resultado y de un examen sea admitido en el campus de Cambridge para completar el curso y recibir el diploma, aunque la segunda parte tiene un precio.

    En opinión de Reif, el modelo de universidad donde los estudiantes van a clase y viven en el campus es el mejor, pero también es el más costoso y tiene problemas de espacio para recibir a todos los talentos que quieren ingresar. La tecnología permite tomar un curso del MIT en línea con los mejores profesores, muchas veces con otros 50.000 estudiantes de todo el mundo. «Es muy empoderador, especialmente para las personas que se encuentran en el medio de la nada y ya no necesitan ganarse la lotería para ingresar, solamente esforzarse», dijo.

    La matrícula anual del MIT cuesta aproximadamente 45.000 dólares, pero según Reif solamente el 11 % del alumnado la paga en su totalidad. «Admitimos a los estudiantes por sus méritos, por su talento, disciplina y motivación, y luego vemos si pueden pagar o necesitan ayuda con recursos», afirmó. Como presidente, Reif quiere que el MIT vaya más allá de la educación e investigación y se enfoque en la innovación, «para pasar las ideas del campus a la vida práctica y lograr un impacto mayor en la sociedad». 

    Para el ingeniero venezolano Rafael Reif la disciplina es mucho más importante que la inteligencia. Foto: EFE
    Para el ingeniero venezolano Rafael Reif la disciplina es mucho más importante que la inteligencia. Foto: EFE
  • Toyota, Stanford y el MIT buscan la inteligencia artificial

    Agencia AFP

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    El fabricante automotor japonés Toyota anunció el viernes (4 de septiembre de 2015) una sociedad con dos prestigiosas universidades estadounidenses, Stanford y el MIT, para acelerar la investigación sobre inteligencia artificial y su aplicación en coches y robots.

    Toyota prevé invertir cerca de USD 50 millones en cinco años, que serán repartidos a partes iguales entre la Universidad de Stanford en California y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Cada institución establecerá centros de investigación conjuntos.

    Toyota reclutó como director del proyecto a un especialista en robótica de la agencia estadounidense para investigación avanzada en defensa (DARPA), Gill Pratt. «Nos concentraremos inicialmente en la aceleración de tecnologías de vehículos inteligentes, con el objetivo inmediato de ayudar a eliminar accidentes y el objetivo último de mejorar la calidad de vida», dijo Kiyotaka Ise, responsable de Toyota, en una conferencia de prensa en California. «Pero el impacto irá más allá de los vehículos», aseguró.

    Pratt también mencionó la aplicación de la inteligencia artificial en otros aspectos de la vida, como por ejemplo en servicios robotizados a domicilio que ayudarían a los ancianos a mantener su autonomía. 

    Toyota prevé invertir cerca de USD 50 millones en cinco años para acelerara la investigación sobre inteligencia artificial. Foto: AFP
    Toyota prevé invertir cerca de USD 50 millones en cinco años para acelerara la investigación sobre inteligencia artificial. Foto: AFP
  • Un venezolano se plantea nuevos objetivos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts

    Dami S. Bonmatí. Cambridge y EFE

    El ingeniero Rafael Reif, de origen venezolano, tomó el 21 de septiembre las riendas del prestigio Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés), con el empeño de romper las barreras por renta y nacionalidad en el acceso a la educación superior en Estados Unidos.

    Reif ha pasado de nacer en una familia humilde en Venezuela a liderar un centro de la élite educativa mundial, y ahora quiere que esa posibilidad de progreso vital forme parte del ADN de las universidades. “En EE.UU. y, sobre todo, en universidades como el MIT, no importa de dónde uno viene o si tiene dinero, lo que aquí importa es que uno trabaje duro, que uno aprenda. Si uno hace eso, debe poder llegar a sitios”, auguró a EFE el nuevo Presidente de la institución.

    Admitió que queda trabajo por hacer y, en su discurso inaugural ante estudiantes, científicos y líderes académicos, detalló -como buen ingeniero en microelectrónica– su fórmula para los próximos años.

    El flamante Presidente del MIT, un centro privado, se propone cambiar el tradicional modelo de campus, muy arraigado en estas pequeñas ciudades del saber en Estados Unidos., y combinar la formación en persona con la educación a distancia, mucho más barata.

    La fórmula Reif tendría un doble efecto económico, según desgranó: mejoraría el acceso al conocimiento de personas de rentas inferiores y rompería “el modelo financiero insostenible”, de las universidades estadounidenses. En este sentido, el nuevo responsable del MIT recriminó que el modelo financiero de las universidades de EE.UU., haya generado deudas acumuladas “inaceptables”.

    Esa dureza concuerda con la gestión financiera de Reif en los últimos años desde el Rectorado del MIT, que fue clave para que la comunidad universitaria lo eligiera en mayo como nuevo presidente.

    Reif se atribuye haber eliminado hasta USD 50 millones de déficit estructural del ente y fue el responsable de idear los recortes en gasto para capear los efectos de la crisis financiera mundial.

    Durante la posesión subrayó que apostar por las tecnologías a distancia reduciría también “el problema creciente del costo”, de la educación y los problemas de “muchas familias que encuentran su precio insoportablemente alto”.

    Lo mencionó en un momento en que el endeudamiento del estudiante estadounidense ha llegado a niveles récord y lo destacó en un centro universitario donde estudiar le cuesta a un alumno unos USD 55 000 al año, en promedio.

    “Las nuevas tecnologías educativas están haciendo posible a muchos individuos aprender habilidades y contenidos de alto nivel a un precio mínimo”, defendió Reif, que ya había iniciado en los últimos años cursos a distancia.

    Pese a sus propuestas innovadoras, el ingeniero accede a la Presidencia de una institución ligada a las tradiciones, como demostró su acto de presentación ante la comunidad universitaria, animado por el himno oficial del MIT interpretado por alumnos y coloreado por el desfile de miembros académicos de varias universidades vestidos para la ocasión.

    De 62 años, Rafael Reif, que nació, creció y se formó en Venezuela, no obvió sus orígenes, pero aclaró que el debate sobre la integración de etnias y nacionalidades debería dejar de existir.

    “En el MIT seguimos trabajando en ello, pero creo que tenemos el poder de culminarlo. Mi sueño es que, cuando se elija el decimoctavo Presidente de la institución, nuestra diversidad no deberá de ser comentada en los discursos del Presidente de la universidad”, sostuvo.

    Entre centenares de birretes y togas, se escondió un gorro de lana y con la bandera venezolana estampada: era Claudia Pérez Arpino, de 26 años, estudiante de doctorado en Robótica y llegada de Latinoamérica al MIT hace un mes.

    “Realmente es maravilloso ver cómo un venezolano se convierte en el Presidente del MIT; es un orgullo para mí y para todos mis colegas en mi país”, exclamó.

    Para Claudia, su sueño ‘siempre’ ha sido doctorarse en el MIT, situado en Cambridge, en el área urbana de Boston (Massachusetts), donde rivaliza con la también privada y reputada Harvard.

    Tanto el veterano científico emigrado de Venezuela encumbrado hoy como esta joven acabada de llegar se formaron en el mismo país, fueron profesores en la misma universidad y concluyeron sus estudios en EE.UU. Ante tales coincidencias, Claudia bromeó: “Caramba, ojalá tengamos caminos similares”.