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  • Un plan para producir más trigo en el país

    Cristina Marquez

    Motivar a los agricultores de seis provincias a optar por la siembra de trigo con la entrega de insumos, capacitación y asesoría técnica, es una de las estrategias propuestas por la Asociación de Molineros del Ecuador (Asermol), para incrementar la producción de este cereal en Ecuador.

    La Asociación está integrada por las 12 industrias nacionales que elaboran productos alimenticios a base de trigo. El proyecto es parte del programa de responsabilidad social de esa organización, con el fin de apoyar al fortalecimiento de ese sector productivo.

    Las 4 024,33 toneladas que en promedio se producen en Ecuador significan el 0,44% del total de la demanda anual nacional. El sector molinero aspira adquirir toda la cosecha de este año.
    Otro objetivo del proyecto es apoyar en el mejoramiento de la calidad de la semilla y las técnicas de manejo de los cultivos. Con ello esperan también mejorar la calidad de la materia prima que adquirirán en años posteriores.

    “Es un plan a largo plazo. La primera fase del proyecto es un acercamiento con los agricultores para motivarlos a recuperar este cereal y reactivar la producción. Todo es parte de nuestro compromiso con el desarrollo económico del país”, dice Fátima Villacís, directora ejecutiva de Asermol.

    Esta organización invirtió un total de USD 120 000 en un proyecto piloto que empezó a ejecutarse el año pasado, por medio de un convenio con la firma Trigocer. Esta empresa, calificada como semillerista de la variedad de trigo vivar, se dedica a repartir semilla certificada y a apoyar a los agricultores en el transcurso del cultivo, cuidado y cosecha.

    El proyecto es parte de un convenio que Asermol firmó con el Ministerio de Agricultura. El sector molinero se comprometió en adquirir el 100% de la cosecha del país al precio indicado por esa cartera de Estado, de USD 22 por cada quintal.

    Como contraparte, los molineros pidieron al Magap construir centros de acopio y dar acompañamiento para mejorar la calidad de la semilla y la producción.

    “Una limitante en el proyecto es la falta de semilla certificada. Hay muy poca en el país, mientras que en el extranjero nos ofrecen trigo de excelente calidad y de la textura adecuada para pan, galletas, y otros productos que requieren una variedad específica de trigo para cumplir con los parámetros de calidad”, afirma Villacís.

    Moderna Alimentos, una empresa dedicada a la fabricación de harina de trigo y productos derivados como aquellos de panadería, pastelería, pastas, fideos, mezclas instantáneas y una línea gourmet, es parte del plan de Asermol, pero también emprendió un proyecto propio.
    De hecho, su plan para impulsar la producción de trigo en el país fue la primera iniciativa desde el sector privado, que buscó fortalecer a ese sector productivo. Ellos iniciaron el proyecto en el 2010, como parte de su programa de responsabilidad social.

    Ese año compraron 38,3 toneladas trigo nacional por de USD 16 652. Cinco años después, en el 2015, compraron 3 000 toneladas por un monto de cerca de USD 1,4 millones. Para Mariela Gómez, responsable del proyecto, la cifra es el indicador del éxito que ha tenido el plan de impulso a la producción nacional de trigo, que se implementó en seis provincias.

    “Cuando empezamos el proyecto nos encontramos con una realidad muy triste. Los agricultores habían abandonado los campos, el poco trigo que se producía se utilizaba en mayor parte para el consumo familiar y la gente se había olvidado de cómo sembrar el trigo”, dice Gómez.

    La empresa empezó su plan con una investigación sobre las variedades de trigo más aptas para los campos ecuatorianos. Firmaron convenios con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y con el Magap.

    Otros procesos que llevaron a cabo fueron la entrega de kits agrícolas como anticipo del pago por la producción, capacitación y acompañamiento técnico para los agricultores.

    Moderna Alimentos participa en el plan de la Asociación de Molineros. Sin embargo, cuenta con un plan propio para fortalecer al sector productor de trigo, que inició en el 2010. Foto: Raúl Díaz para Líderes
    Moderna Alimentos participa en el plan de la Asociación de Molineros. Sin embargo, cuenta con un plan propio para fortalecer al sector productor de trigo, que inició en el 2010. Foto: Raúl Díaz para Líderes
  • 48 000 toneladas de harina consume el país

    Modesto Moreta  (I)  redaccion@revistalideres.ec

    La industria molinera, el año pasado, importó unas 624 000 toneladas de trigo para abastecer a las firmas productoras de fideos, pastas, galletas y de panificación en el país. La producción local logró 3 000 toneladas, que representan el 2% de la demanda nacional.

    Según un estudio elaborado por la Asociación Ecuatoriana de Molineros (Asemol), anualmente la demanda de trigo se incrementa entre el 2 y el 3%. Según el informe, de cada tonelada de trigo que se muele el 78% es harina, es decir, se obtienen 468 000 toneladas. El resto fueron subproductos como afrechillo y cáscara de trigo, que fue comercializado a las fábricas productoras de balanceados.

    Diego Córdoba, presidente de Asemol, explica que el gremio trabaja en la ejecución de un proyecto para incrementar el número de hectáreas de trigo en el país con una inversión de USD 200 000. La idea es llegar a producir 5 000 hectáreas en el largo plazo. “Lo que buscamos es contar con una semilla de calidad para distribuirla a los agricultores y fomentar la producción interna”.

    El dirigente asegura que el 98% del grano que se muele actualmente es importado de Canadá y EE.UU., los principales mercados de abastecimiento. Cita por ejemplo, que las 13 empresas que integran la Asociación anualmente importan 400 000 toneladas de Canadá, 200 000 de EE.UU. y el resto de otros países. Eso generó 24 000 puestos de empleo directos e indirectos a escala nacional.

    El costo por tonelada del grano extranjero es de USD 300 y para el trigo nacional, USD 480. “La idea es pagar buenos precios para incentivar al agricultor a que trabaje en la producción del grano”, señala Córdoba.

    Las provincias que más consumen la harina son Pichincha, Guayas, Azuay y Tungurahua. “Para el próximo año, las importaciones serán casi similares, porque normalmente el crecimiento de la industria molinera es similar al de la población. Creemos que el próximo año será un año complicado”, menciona Córdoba.

    En la actualidad la provincia de Bolívar es una de las mayores productoras de trigo, le siguen Cotopaxi, Imbabura y Carchi.

    Una de las empresas insignias de Ambato es Molinos Miraflores que funciona hace 330 años. Al momento procesa 800 quintales al día que son distribuidos y comercializados en los mercados de Ambato, Latacunga, Francisco de Orellana, Riobamba, Tena, Quito, Guayaquil y otras ciudades.

    Raúl Lara, su gerente, menciona que Molinos Miraflores pasó por todos los tipos de sociedad reconocidos en un principio por el Código Civil y luego por la Ley de Compañías. En 1983, esta firma se constituyó como Sociedad Anónima. Según el ejecutivo, el proceso de crecimiento tuvo un despegue en el 2010.

    “Hemos crecido en un 60% con relación a las cifras registradas en el 2007. Esto se debe a la calidad del producto. Hemos ingresado a los mercados que anteriormente eran ocupados por otras marcas”, señala Lara.

    En el 2008, se invirtió USD 1 millón en la adquisición de equipos de última generación para la molienda. En la actualidad produce 60 toneladas por día. El valor agregado de Molinos Miraflores fue asumir la distribución de grasas, azúcar y demás insumos básicos para la panificación. “La idea es servirles con todos los insumos para que no se paralice el trabajo”.

    Eso les permitió aumentar sus ventas de harina en el país y subir a 49 el número de empleados directos y más de 1 200 indirectos. Además de la importación de las 2 300 toneladas de trigo cada dos meses del Canadá, se adquieren 100 toneladas del grano nacional.
    Otra de las empresas del sector es Molinos San Luis de Carchi.

    Esta procesa 8 000 de las 624 000 toneladas importadas. Produce entre 10 000 y 12 000 sacos de harina mensuales. Allí trabajan más de 500 personas en forma directa e indirecta. Los principales mercados a los que llega con su producción son Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Chimborazo, y Tungurahua.

    Raúl Lara, gerente de Molinos Miraflores de Ambato, abastece con su harina a Ambato, Latacunga, Puyo, Francisco de Orellana, Riobamba, Tena, Quito, Guayaquil y otras ciudades. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Raúl Lara, gerente de Molinos Miraflores de Ambato, abastece con su harina a Ambato, Latacunga, Puyo, Francisco de Orellana, Riobamba, Tena, Quito, Guayaquil y otras ciudades. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.