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  • Percepciones de la realidad

    Fernando Del Vecchio, Ph.D

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    En una ocasión, escuché que Milton Friedman -economista norteamericano, Premio Nobel de 1976- era un profesor muy estricto con sus estudiantes. Por eso, cada vez que alguien afirmaba algo, él preguntaba: “¿y cómo lo sabe?”Friedman hacía esto para identificar desde qué posición el estudiante estaba hablando: desde lo que sabía, desde lo que deseaba que fuese, o desde lo que debería ser.

    Esto mismo podemos hacer nosotros, para identificar el origen de la discusión que podemos estar teniendo con otra persona. Porque si ambas personas están en desacuerdo con relación a lo que es, hay diferencias de diagnóstico. Si están en desacuerdo sobre lo que debería ser o sobre lo que quieren que sea, la diferencia es distinta porque el origen puede ser la ideología o el deseo de cada uno.

    Ahora, si uno habla desde lo que es y el otro habla desde lo que debería ser o desde lo que le gustaría que fuese, es probable que no lleguemos nunca a un acuerdo. No necesariamente hay que llegar a un acuerdo. Pero en ese caso, la discusión es inútil y no nos lleva a ningún lugar.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • El Nobel de Economía Joseph Stiglitz aboga por abandonar el PIB

    Agencia AFP

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    Para el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, la pandemia del coronavirus puso de manifiesto que la economía mundial funciona sin red de seguridad y abogó, en una entrevista con la AFP , por sustituir el PIB por un mejor indicador de la salud económica de un país.

    El discurso político de hoy está imbuido de la idea de una recuperación “verde” . ¿Cuál debería ser la base de este cambio hacia una economía más sostenible?
    Deberían pensar en qué tipo de economía queremos después de esta pandemia. Y no deberíamos volver a donde estábamos. Sabíamos entonces, y sabemos aún más hoy en día, que había muchas desigualdades.

    Lo que tenemos que hacer es llevar la economía en una dirección que refleje todas estas preocupaciones. El PIB no es una buena medida. El PIB no tiene en cuenta las desigualdades.

    El indicador más importante es el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero. No sólo el CO2, sino también el metano. Cada uno de ellos tiene diferentes dimensiones, como su vida útil y su poder.

    En los últimos años, hemos aprendido más sobre las múltiples manifestaciones del cambio climático, por ejemplo, cómo afectará a los fenómenos meteorológicos extremos. Lo que hemos aprendido es la complejidad del propio cambio climático.

    El PIB sigue siendo el indicador clave para evaluar el éxito de cualquier política. ¿El cambio a un nuevo modelo de crecimiento está influenciado por las herramientas que usamos para medirlo?

    Creo que los indicadores son importantes en dos aspectos. En nuestro nuevo informe (para la OCDE) , subrayamos que si hubiéramos tenido mejores medidas, habríamos tenido una mejor idea del daño que la crisis de 2008 estaba causando.

    En términos más generales, deberíamos trabajar en una mejor medición de la salud de la economía, para ver hasta qué punto nuestras políticas de estímulo están mejorando realmente nuestras sociedades.

    Nuestro enfoque en el PIB no nos ha hecho darnos cuenta de que la sociedad que hemos creado no es resiliente. No nos ha permitido calcular la fuerza de nuestra economía.

    Para explicarlo de otra manera, hay una gran diferencia entre si un vehículo tiene una rueda de repuesto o no. Pero en la forma en que medimos el PIB, un vehículo sin rueda de repuesto es más eficiente que un vehículo con rueda de repuesto porque cuesta menos.

    Hemos creado una economía sin rueda de repuesto, sin camas de hospital adicionales, no nos hemos preparado para la pandemia, no hemos hecho muchas cosas que nos hubieran permitido responder mejor a la pandemia.

    No es que pudiéramos haberlo evitado, pero podríamos haber tenido una economía mucho más resiliente, una economía mucho más receptiva, y no creo que nuestras estadísticas nos digan eso.

    ¿Cree usted en una recuperación “verde”?
    Tengo esperanzas, especialmente en Europa. Pero tenemos que seguir trabajando. El mundo se ha comprometido a ser neutro en carbono para 2050. Creo que es posible.

    Imagen de archivo del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz durante una visita a Ecuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO
    Imagen de archivo del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz durante una visita a Ecuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO
  • La pandemia puede agravar la desigualdad, dice el Nobel de Economía Angus Deaton

    Agencia AFP

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    La pandemia de coronavirus reveló las enormes desigualdades que hay en el mundo, que pueden agravarse aún más, advierte el británico Angus Deaton, premio Nobel de Economía y profesor en la universidad estadounidense de Princeton.

    Lo más urgente es reformar el sistema de salud en Estados Unidos y limitar el monopolio de las grandes empresas de tecnología en el mundo poscovid, explica en una entrevista a la AFP .

    ¿Qué reveló la pandemia de coronavirus sobre las desigualdades?
    Se ha comparado a las pandemias con rayos X que todavía hacen más visibles las desigualdades preexistentes.

    La gente más cualificada tiene empleos que puede seguir ejerciendo casi de la misma manera. Nosotros podemos hablar con la gente por Zoom y que nos paguen igual. En cambio, en el caso de los trabajadores menos cualificados, los llamados trabajadores esenciales (repartidores, conductores, cajeros, personal médico…) , arriesgan su vida a causa de la covid-19, los otros corren el riesgo de perder su empleo.

    La tasa de mortalidad también aumentó para las personas sin ningún título de estudios superiores -sobre todo los trabajadores esenciales expuestos, porque no están confinados-, mientras que baja para los graduados en [educación] superior. Y esto va a empeorar.

    Asimismo, hay un aspecto racial en estas desigualdades. […] También en eso el covid-19 empeoró: las tasas de mortalidad son mucho más altas para los afroestadounidenses que para los blancos. Y, cuando observamos el conjunto -aunque nadie hubiera podido predecir las revueltas [ocurridas en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, un afroestadounidense asfixiado por un policía blanco]-, no se puede decir que esto no tenga nada que ver con la covid-19.

    ¿Cuáles son los cambios necesarios en el mundo poscovid?
    Somos unos cuantos que esperamos que el sistema médico estadounidense en su forma actual sea una víctima [de la pandemia], la gente se dará cuenta de que esto no puede durar, porque quien pierde su empleo pierde también su seguro médico, justo cuanto más falta le hace. Hay mucha gente que se ha curado de la covid-19 y que de repente se encuentra con unas facturas médicas enormes que no puede pagar. Incluso la gente que tiene seguro, pues cada vez más aseguradoras tienen exenciones o reducen las coberturas.

    Hay muchos sistemas diferentes [para aportar una cobertura universal manteniendo los costes bajo control]. Estados Unidos podría elegir «el sistema canadiense, el sistema francés, el suizo, el alemán, el holandés. Cualquier cosa es mejor que pretender que el mercado puede proveer un sistema de salud, porque no es así. Y eso conlleva una […] gran transferencia de dinero de la gente ordinaria hacia otros más ricos. Y esto fue un vector de destrucciones y de desigualdades importante. […] Uno de los escollos en Estados Unidos para un mejor Estado del Bienestar fue la cuestión racial, quizá el movimiento actual de manifestaciones [Black Lives Matter] cambie eso.

    Pero lo más probable es que nada cambie y, en ese caso, la pandemia habrá agravado las desigualdades.

    ¿Qué otras medidas se pueden tomar para intentar reducir las desigualdades?
    Me preocupa mucho que el paro dure demasiado tiempo y que esto refuerce la parte del capital en el PIB [respecto a la del trabajo]. Tengo miedo de que las grandes empresas tecnológicas prosperen mientras que otras empresas más pequeñas quiebran y de que una consolidación industrial todavía más amplia en Estados Unidos y en Europa agrave las desigualdades. Cuando tenemos empresas cada vez más monopolísticas, se va marcando el camino para que el PIB sea redistribuido hacia los capitalistas. A menos que el sistema se hunda y que tengamos una reforma importante, los indicadores se orientan hacia un agravamiento de las desigualdades. Así, debemos hacer urgentemente leyes anticárteles contra las ‘big tech’ [las grandes empresas tecnológicas] y también contra los métodos policiales en los barrios desfavorecidos.

    Una imagen de archivo del premio Nobel de Economía Angus Deaton. Foto: AFP
    Una imagen de archivo del premio Nobel de Economía Angus Deaton. Foto: AFP
  • Un seguidor de los Nobel de Economía

    Alexander García

    Al abrir un libro de su biblioteca, el empresario Eduardo Jurado Béjar evoca toda una experiencia y es capaz de traer al presente una época. En la última página de cada volumen suele dejar constancia de la fecha y el lugar donde leyó el libro, y al pasar las páginas aparecen viejos pasajes de avión, facturas de boletos de cine o recortes de periódicos de la época, a menudo relacionados con los temas que trata el libro.

    El presidente y fundador de Semgroup llena de resaltador las páginas de libros académicos, títulos de economía, ‘management’ (administración de empresas) e innovación que lee en inglés, la mayoría en sus primeras ediciones. Esos intereses llenan la mayor parte de los seis estantes del primer piso de su biblioteca, en el que además tiene espacio para literatura -novelas que masajean el alma, dice-, libros de filosofía, psicología , política o diplomacia.

    Jurado Béjar comenzó a leer tarde -reconoce-, en el año 2002 para ser precisos. Recuerda que tras un posgrado con el profesor mexicano Salvador Triviño, del Tecnológico Monterrey, el catedrático le preguntó cuántos libros leía al año. En ese tiempo acaso si terminaba un libro al año. “Me habló de la importancia de la lectura, de cómo el conocimiento y la cultura solo llegan a través de los libros, porque la lectura conecta todo tu sistema de abstracción cerebral”, recuerda Jurado, que luego estudió una maestría y un doctorado en administración.

    “Ahora no termino un libro para comenzar otro, voy leyendo varios al mismo tiempo”, dice.
    La economía y la teoría de la administración ocupan un lugar preponderante en sus lecturas. Y entre ellas destaca el seguimiento que hace a los libros de premios Nobel de Economía, de Daniel Kahneman a Joseph Stiglitz. Autores clásicos de la Escuela Austríaca como Friedrich Hayek, Ludwig von Mises o Joseph Alois Schumpeter, quien “revolucionó las ciencias económicas”, hasta autores más contemporáneos como Jeffrey Sachs.

    Schumpeter introdujo el concepto de las tecnologías de la innovación en la economía y planteó una nueva forma de cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) de un país. Un tema de interés para Jurado pues con Semgroup apostó por un laboratorio para crear productos y servicios innovadores. Las ramas tradicionales de la compañía son sistemas, energía y medioambiente.

    También, destaca a Kahneman, el primer no economista en recibir el Premio Nobel de Economía, un psicólogo que integró la teoría psicológica -el miedo o la avaricia- sobre el comportamiento económico. Jurado fue profesor universitario, impartió entre otras clases psicología de la publicidad y comportamiento del consumidor, de allí su interés en la psicología y la filosofía.

    El novelista noruego Jostein Gaarder le ofreció otra forma de acercarse a la filosofía, con libros de ficción filosófica como ‘El mundo de Sofía’. “Ese asombro que sientes cuando terminas una novela como Vita brevis (de Gaarder), a eso me refiero cuando hablo de un masaje para el alma”.

    Eduardo Jurado, presidente de Semgroup, en la biblioteca de su casa. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
    Eduardo Jurado, presidente de Semgroup, en la biblioteca de su casa.
    Foto: Joffre Flores / LÍDERES
  • Los premios Nobel 2015 reciben sus galardones

    Agencia DPA

    Los ganadores de los premios Nobel de este año fueron homenajeados hoy (10 de diciembre) en sendas ceremonias en Estocolmo y Oslo. El primero en ser distinguido fue El Cuarteto de Diálogo Nacional de Túnez, que recibió el Nobel de la Paz en la capital de Noruega, Oslo, al mediodía, y fue alabado por su «intervención resuelta» para frenar la espiral de violencia.

    La organización integrada por el sindicato Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), la patronal de empresarios UTICA, la Liga Tunecina de Derechos Humanos (LTD) y la cámara de abogados vio reconocido con el premio su compromiso por la democracia en el país norafricano.

    El Cuarteto fue creado en el verano (boreal) de 2013 cuando el proceso de democratización de Túnez se encontraba en riesgo de colapsar tras el asesinato de varios políticos del país que desató disturbios sociales.

    La organización logró encauzarlos en un proceso político pacífico. «En el verano de 2013, Túnez estaba al borde de una guerra civil», dijo la presidenta del jurado, Kaci Kullmann Five, durante la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo. «La resuelta intervención del cuarteto contribuyó a frenar la espiral de violencia y a llevar la situación por una senda pacífica», agregó.

    Su pluralidad dio a la organización civil la posibilidad de convertirse en fuerza impulsora de la democratización, dijo Kullmann Five.

    «Espero que lo que se consiguió en Túnez inspire a otros países de Oriente Medio que quieren seguir evolucionando», afirmó el ministro de Exteriores noruego, Børge Brende. «Quizás esto movilice a una parte de las fuerzas silenciosas que hoy no quieren comprometerse debido a lo agudo de los conflictos», apuntó por su parte la primera ministra noruega, Erna Solberg.

    «Seguiremos trabajando por nuestro país y apostando por el diálogo y el consenso como forma de superar las dificultades», dijeron los galardonados al final de su discurso. En 2014 el Premio Nobel de la Paz fue para la joven activista paquistaní Malala Yousafzai y para el defensor de los derechos de la infancia indio Kailash Satyarthi. Más tarde, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia entregó en Estocolmo los Nobel de Literatura, Medicina, Física, Química y Economía.

    Cada galardón está dotado con ocho millones de coronas suecas (USD 941 373). Este año el Nobel de Literatura fue para la escritora bielorrusa Svetlana Alexievich «por su obra polifónica, un monumento al sufrimiento y al valor en nuestro tiempo».

    La escritora y periodista de 67 años retrató en sus libros las amargas consecuencias del dominio soviético. Esta es la decimocuarta vez que una mujer recibe el Nobel de Literatura. Alexievich creó un estilo literario propio mediante el cual documentó el destino de las personas en la ex república soviética en base a entrevistas.

    De esta forma, reúne «el día a día de sentimientos, pensamientos, palabras», había declarado en el tradicional discurso del Nobel el lunes. La escritora subrayó que, al contar las historias de personas comunes, estaba contando la gran historia. «Amo cada voz humana. Ese es mi mayor amor y pasión».

    El año pasado, recibió el premio Nobel de Literatura el francés Patrick Modiano. También una mujer fue la ganadora este año del premio Nobel de Medicina: la investigadora china de los parásitos Youyou Tu recibió la distinción junto al japonés Satoshi Omura y el irlandés residente en Estados Unidos William Campbell. Los tres descubrieron principios activos que protegieron a millones de personas de morir por enfermedades del trópico como la malaria.

    El Nobel de Física fue para el japonés Takaaki Kajita y al canadiense Arthur B. McDonald por el descubrimiento de las oscilaciones del neutrino, mientras que el de Química fue entregado por el rey Carlos Gustavo al sueco Thomas Lindahl, el estadounidense Paul Modrich y el turco-estadounidense Aziz Sancar «por sus estudios sobre el mecanismo de reparación del ADN».

    Además, el escocés Angus Deaton recibió el Nobel de Economía por su análisis de las interrelaciones entre el consumo, la pobreza y el bienestar social. El de Economía es el único de los premios que no fue mencionado en el testamento del inventor de la dinamita y creador de los premios, Alfred Nobel. 

    Los Premios Nobel 2015, (i-d), el japonés Takaaki Kajita, el canadiense Arthur McDonald, el sueco Tomas Lindahl, el estadounidense Paul Modrich, el turco Azis Sancar, el irlandés William Campbel, el japonés Satoshi Omura, la china Tu Youyou, la escritora
    Los Premios Nobel 2015, (i-d), el japonés Takaaki Kajita, el canadiense Arthur McDonald, el sueco Tomas Lindahl, el estadounidense Paul Modrich, el turco Azis Sancar, el irlandés William Campbel, el japonés Satoshi Omura, la china Tu Youyou, la escritora y periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich y el profesor estadounidense Angus Deaton, durante la ceremonia de entrega de los Premios Nobel 2015 en Estocolmo, Suecia, hoy 10 de diciembre. Foto: EFE
  • Medalla del premio Nobel que inventó el PIB vendida por USD 391 000

    Agencia AFP

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    La medalla del premio Nobel de Simon Kuznets, el economista que inventó el PIB (Producto Interno Bruto) para medir el crecimiento económico de los países, fue vendida en una subasta en Los Ángeles por casi USD 391 000 dólares.

    La medalla de oro entregada a Kuznetz, quien murió en 1985, es la primera de un premio Nobel de Economía (y la sexta de un premio Nobel) que encuentra su destino en el martillo de un subastador.

    Fue adjudicada por USD 390 848 a un comprador anónimo de la casa de subastas Nate D. Sanders en Los Ángeles, California, la noche de este 26 de febrero. Kuznets recibió el premio en 1971 por sus investigaciones sobre crecimiento económico.

    A diferencia de sus pares de la época, utilizó la demografía y las estadísticas para entender los efectos del crecimiento de la población sobre la productividad nacional. En oro de 23 quilates, la medalla muestra el retrato del químico que inventó el premio, Alfred Nobel.

    Kuznets utilizó la demografía y las estadísticas para entender los efectos del crecimiento de la población sobre la productividad nacional. Foto: Archivo/AFP
    Kuznets utilizó la demografía y las estadísticas para entender los efectos del crecimiento de la población sobre la productividad nacional. Foto: Archivo/AFP
  • Thomas Sargent: ‘El desafío económico mundial es cómo evitar caer en riesgo moral’

    Xavier Basantes / Redacción Quito

    El próximo 29 de noviembre se desarrollará en Quito el VI Foro Económico del Ecuador, organizado por la firma Seminarium, y uno de los invitados es el Premio Nobel de Economía del 2011, Thomas J. Sargent. El laureado economista accedió a atender una entrevista con LÍDERES, y vía correo electrónico respondió un cuestionario de 10 preguntas. Lo hizo la semana anterior desde Nueva York, antes de que esa ciudad se viera afectada por el paso del huracán Sandy.

    Sargent obtuvo el Premio Nobel el año pasado, junto al economista Christopher A. Sims, por sus investigaciones empíricas relacionadas con la causa y el efecto del gasto público en la macroeconomía.

    ¿Qué es lo que más le preocupa en este momento de la situación económica mundial, tras los programas de rescate que se han aplicado en la Unión Europea (UE), la desaceleración del crecimiento en China y la tibia recuperación de Estados Unidos?

    La necesidad de una solución rápida, sensible y exhaustiva, para una época de reducción de gasto público y alza de impuestos, que se avecina para el Congreso y el Presidente de los Estados Unidos.

    Tras la crisis ‘subprime’ que vivió EE.UU. en el 2008 y la reciente experiencia financiera de algunos países europeos, como España, ¿es conveniente que los gobiernos se preocupen en salvar a los bancos, aunque eso cause la aplicación de medidas de ajuste y austeridad para la población?

    Esta pregunta resalta la tensión que actualmente está siendo discutida acaloradamente en los ministerios de Finanzas y en los Bancos Centrales de todo el mundo. La pregunta es cómo equilibrar el riesgo de crear ‘riesgo moral’, contra el riesgo a fracasar en impedir corridas bancarias en la instituciones financieras.

    Durante los últimos cuatro años, las agencias de calificación han sido duramente cuestionadas por su papel en el desempeño de los sistemas financieros de EE.UU. y Europa. ¿Qué se debe hacer con las agencias y cuál ha sido su rol en la situación económica mundial que aún no logra recuperarse?

    Sospecho que las agencias de calificación ‘siguen’, en lugar de ‘liderar’ el proceso de revelación de información. Especialmente, tras la crisis ‘subprime’ que vivió Estados Unidos.

    ¿El rol de los organismos multilaterales, sobre todo el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido el adecuado en esta época, o llegó la hora de hacer cambios profundos en el desempeño del FMI y del Banco Mundial?

    El FMI sigue haciendo muchas cosas buenas en cuanto a la fomentación de comunicación entre los creadores de políticas y la creación de una mejor investigación macroeconómica aplicada. Habrá cambios de gobierno (en esos organismos multilaterales), a medida que los porcentajes de la producción mundial aportados por las economías de Asia y América Latina sigan creciendo.

    ¿Cuáles pueden ser las tres principales salidas para mejorar la situación económica internacional?

    Primero, resolver los conflictos institucionales relacionados con la construcción de un euro coherente; segundo, resolver el ‘fiscal cliff’ (riesgo de un precipicio fiscal en el 2013) en EE.UU.; y, tercero, reformar instituciones económicas en China, para proporcionar un mayor rol a las señales del mercado y más competencia libre en el sector bancario.

    ¿El dólar estadounidense tiene una larga vida como una moneda fuerte en el desempeño económico mundial?

    Su futuro se ha extendido, por las dudas acerca de lo que el euro es o puede llegar a ser.

    A pesar de algunos rezagos en el comercio exterior internacional, América Latina, por ahora, ha resultado ‘ilesa’ de la crisis. ¿Esta situación continuará en el 2013 o el próximo año esta región comenzará a asimilar el efecto de la crisis mundial?

    Varias importantes economías y sociedades de América Latina han adoptado políticas macroeconómicas de regulación financiera y de seguridad social, que son más prudentes que las existentes en Europa y en EE.UU. Esta es la razón principal por la que han sido protegidas de algunas de las consecuencias adversas más graves de la crisis financiera.

    ¿La situación que vive América Latina es el resultado de la aplicación de políticas públicas o simplemente se reduce a una buena época de precios de los commodities?

    Algunos de los países de América Latina han adoptado sólidas estructuras monetarias, fiscales y de redes de seguridad social. Otros no lo han hecho. Los que han establecido marcos sólidos ‘han hecho su propia buena suerte’.

    En medio de este escenario mundial y regional, ¿cuál es su opinión acerca del desempeño de la economía ecuatoriana, en la que desde hace cinco años tiene un mayor rol el sector público, por la vía de la inversión en obras de infraestructura?

    Como un ciudadano de los Estados Unidos, el cual ahora tiene más que suficientes líos con sus problemas macroeconómicos, fiscales y de seguridad social, creo que no es apropiado para mí criticar las políticas de otros países. Una de mis principales aspiraciones al llegar a Ecuador es aprender acerca de sus políticas y perspectivas.

    El Presidente de Ecuador permanentemente ha dicho que hay que terminar con la “dictadura” del capital financiero en el mundo. ¿Hay una dictadura del capital financiero?

    Yo no diría que es una “dictadura”, aunque hay serios problemas con las interrelaciones entre la regulación bancaria, los sistemas de seguro de depósitos del gobierno y el banco central, como prestamista de última instancia.

    ACERCA THOMAS J. SARGENT

    Los rasgos del premio Nobel

    • Su perfil. Economista estadounidense especializado en los campos de la macroeconomía, la economía monetaria y la econometría.
    • La formación. Obtuvo su PhD en Harvard, 1968.
    • Su aporte. Es profesor Berkeley de Economía y Negocios en la U. de Nueva York; miembro de la Econometric Society desde 1976

    Si desea obtener más información sobre los premios Nobel haga clik aquí

  • En Sudáfrica se arma batalla por el control de la marca ‘Mandela’

    El Mercurio de Chile Grupo de Diarios América (GDA)

    Convertido en una de las figuras más importantes del siglo XX, está claro que tras su muerte, la leyenda de Nelson Mandela seguirá inspirando a miles de personas en todo el mundo. Por eso el debate ahora pasa por saber quién y cómo administrará el incalculable legado y la imagen del ex Presidente. Y la discusión se vislumbra compleja.

    Hasta hace poco se sabía que el Nobel de la Paz registró, por primera vez en el 2003, su marca personal en Europa para garantizar que sus herederos pudieran conservarla más de 80 años después de su muerte.

    Ahora, con Mandela fallecido, se ha hecho evidente una pugna que involucra a su familia, al partido Congreso Nacional Africano (ANC) y a la Fundación Nelson Mandela, que buscan la forma de quedarse con el control de su legado.

    Los problemas comenzaron en abril pasado, cuando las hijas de ‘Madiba’ iniciaron una batalla legal contra el abogado y amigo de su padre, George Bizos, para anular el poder que este había recibido para administrar dos vehículos de inversión que controlan la marca del ex Presidente. Según una declaración jurada presentada por Bizos, las dos hijas, Makaziwe Mandela y Zenani Dlamini, estaban tratando de conseguir el control del principal fideicomiso de Mandela desde el 2005, y se convirtieron en administradoras sin su conocimiento.

    Por décadas, la imagen del ex Presidente se ha asociado a diversas organizaciones humanitarias y ha aparecido en miles de objetos. Así, por ejemplo, una parte de los ingresos de la línea de ropa de la fundación, llamada 46664 -por el número de prisionero de Mandela en la isla Robben-, se destina a pagar la educación de los miembros de la familia.

    Además, está la Fundación Nelson Mandela para Niños, que tiene derecho a utilizar su nombre para recaudar fondos. Entre 1995 y 2012 recaudó USD 116 millones en ingresos y otorgó 44,6 millones en becas. La figura del ex Presidente también ha servido para que sus nietas Zamaswazi y Zaziwe lanzaran una marca de ropa llamada ‘Long Walk to Freedom Apparel’ («Largo camino hacia la libertad») y para que fueran protagonistas del reality estadounidense «Being Mandela» (Siendo Mandela).

    Por otro lado, se calcula que existen al menos 40 compañías registradas oficialmente con el Gobierno sudafricano que utilizan el nombre Mandela, pero que no tienen ninguna relación con él. La lista incluye a la Academia de Enfermería Gandhi-Mandela, los Servicios de Transporte de Camiones Mandela, la Compañía de Marketing Mama Mandela o Artículos de Tocador Gracias Mandela.

  • El economista que arroja luz sobre la competencia

    MARTA GARDE (I) París, AFP

    La investigación es un universo que no conocía. Y la economía no fue para mí una elección natural», llegó a decir el francés Jean Tirole, galardonado la semana pasada con el Premio Nobel de Economía 2014 por sus análisis del poder de los mercados y su regulación.

    Nacido el 9 de agosto de 1953 en Troyes, Francia, de padre médico y madre profesora, Tirole vio en la economía una disciplina atractiva, que le fascinó como vínculo entre las matemáticas y las ciencias sociales.

    «Poder enfrentarse a problemas teóricos exigentes, y por lo tanto intelectualmente apasionantes, y contribuir al mismo tiempo a la toma de decisiones es muy atractivo», afirmaba quien en 1981 se doctoró en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

    Ese centro, en el que firmó la tesis ‘Ensayos en teoría económica’, cuenta con un total de 80 premios Nobel entre sus alumnos y profesores.

    Tirole es el tercer francés que logra el reconocimiento, tras Gérard Debreu (1983) y Maurice Allais (1988), y aunque su libro ‘The Theory of Industrial Organization’ es obra de referencia sobre la organización industrial y la competencia, se destaca por su extrema discreción y su escasa exposición mediática.

    Autor de más de 160 publicaciones científicas en grandes revistas internacionales, de una decena de libros y de más de medio centenar de discursos, el francés considera que ha tenido la suerte de «estar en el momento y en el lugar adecuados».

    Su carrera empezó en un momento en que «dos interesantes teorías matemáticas pasaron a primer plano: la Teoría de Juegos y la Teoría de la Información», de las que se ha convertido en uno de los mayores expertos en su aplicación. Ambas ramas le permitieron, según añadió, utilizar un enfoque teórico y aplicado a la hora de analizar áreas específicas como la competencia, las finanzas o las crisis financieras.

    La Academia sueca consideró que sus estudios han arrojado luz sobre cómo se regulan los sectores económicos dominados por pocas empresas y sobre la capacidad de los gobiernos para fomentar la competencia. De él se destacó también que demostrara teóricamente que la búsqueda de principios generales para todos los sectores, con reglas simples como la limitación de los precios de los monopolios, podía funcionar bajo determinadas circunstancias, pero también ser más dañina que beneficiosa en otras.

    Pese a la aplicación práctica de sus teorías y a su defensa de la necesidad de adaptar las políticas a cada sector de la economía, el investigador suele evitar decantarse públicamente a favor de uno u otro candidato político. «Una proximidad con el mundo político puede hacer perder de vista que utilizamos un corpus científico para expresarnos».