Expertos de ocho países participarán en la cuarta edición del encuentro internacional de diseño en Ecuador (Cromía), que se inaugurará mañana en la ciudad costera de Guayaquil (suroeste), informó hoy el Ministerio de Cultura.
Según el subsecretario de Emprendimientos, Artes e Innovación del Ministerio de Cultura y Patrimonio, Gabriel Cisneros, se invirtieron unos USD 200 000 para el evento, que reúne a expositores de Argentina, México, Uruguay, Colombia, Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela. «Este encuentro es fruto de la alianza público-privada. Nos interesa aportar a la transferencia de conocimiento, traer pensadores del más alto nivel, fortalecer el aporte al Producto Interno Bruto del diseño, que ahora alcanza el 5 % del PIB«, sostuvo.
Cisneros destacó que el encuentro servirá para exponer las construcciones culturales alrededor del diseño, por lo que se ha previsto una serie de eventos, entre esos: desfiles de modas, talleres y seminarios.
Billy Soto, director del área de diseño de la Universidad Católica de Guayaquil, resaltó que «Cromía» permite visibilizar el trabajo de los diseñadores en el país y «la vigencia de un compromiso de las universidades para vincular los contenidos para formar diseñadores útiles para la sociedad».
Se invirtieron unos USD 200 000 para el evento, que reúne a expositores de Argentina, México, Uruguay, Colombia, Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela. Foto: Facebook del Encuentro Cromía
Ocho son los productos que más aprehendió la Aduana en el país durante el mes pasado. Hace dos semanas la entidad hizo una evaluación de las cifras de recaudaciones, comportamiento de importaciones y contrabando. Allí el director de la entidad, Mauro Andino, explicó que solo durante junio se aprehendió contrabando por cerca de USD 800 000.
LÍDERES pidió a la Aduana el monto de las aprehensiones en el primer semestre, sin embargo hasta el cierre de la edición no hubo respuesta. La única información que se tiene corresponde a boletines aduaneros entre enero y abril, que muestran decomisos por USD 9 millones.
Calzado, textiles, cigarrillos, electrónicos y accesorios, cosméticos, cerdos, frutas y comestibles están en el ‘top’ de los artículos que más se decomisaron. Las ciudades donde se han hecho las capturas son Esmeraldas, Tulcán, Huaquillas, Quito, Loja y El Empalme.
Se trata de productos que ingresaron ilegalmente al país. Raúl Luna, catedrático de la Universidad de las Américas, explica que dependiendo de diferentes condiciones, según lo establece el Código de la Producción, esta acción puede considerarse como defraudación o contrabando.
El analista dice que la aplicación de restricciones para la entrada de productos a los países influye para que se contrabandee. Así, por ejemplo, durante el tiempo que se fijaron salvaguardias y no había acuerdo comercial con la Unión Europea el licor fue otro de los artículos que ingresaba ilegalmente.
Esas medidas, sumadas a la apreciación del dólar frente a las monedas de los países vecinos, llevó a que cientos de ecuatorianos crucen las fronteras para traer productos desde las ciudades del sur de Colombia y el norte de Perú.
En ese tiempo hubo casos en los que se evadieron los controles de Aduana; así ingresaron productos sin la declaración de impuestos aduaneros. De ahí que la entidad reforzó la vigilancia.
La entidad también hace inspecciones a los autos en carreteras y en zonas urbanas que no son fronterizas.
Quito es uno de los distritos aduaneros en los que se ha detectado mercadería ilegal. El año pasado, según boletines de Aduana, los vigilantes realizaron 786 aprehensiones distribuidas entre los destacamentos de Yahuarcocha, Mañosca y Amazonas, con un valor de cerca de USD 8 millones.
El informe de rendición de cuentas 2016 de la Aduana revela que se cumplieron las metas dispuestas con relación a aprehensiones. En 2015 estas alcanzaron algo más de USD 36,5 millones, mientras que en 2016 fueron 37 millones.
Aduana ha desarrollado diferentes procedimientos para reforzar el control de ingreso de mercadería ilegal. En el 2015, por ejemplo, puso en marcha un plan, con incentivos económicos, para que militares, policías y vigilantes aduaneros trabajen en el combate al contrabando a través de operativos en el territorio.
En mayo pasado, Aduana indicó que tuvo reuniones con gremios y asociaciones empresariales de todo el país para analizar más mecanismos de lucha contra el contrabando. Una de las mayores preocupaciones fue la del ingreso ilegal de mercaderías por la frontera sur, que es por donde más se filtran estos productos.
Otra de las acciones que lleva a cabo la Aduana es el control de mercadería que ya se encuentran comercializándose en el país. Para ello se pide toda la documentación, como facturas, en los diferentes negocios.
Los empresarios piden más operativos Redacción Guayaquil
Los textiles son los productos que más ingresan de manera ilegal al país, según datos de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE).
Javier Díaz, presidente del gremio, indica que dentro del segmento lo que más se contrabandea es ropa, textiles de hogar, telas e hilos. “No solo es producto que ingresa por pasos fronterizos o por las costas, sino hablo del contrabando técnico que entra por Aduana”. El empresario señala que se trata de las mercaderías que se subfacturan. Por ejemplo -dice- hay gente que puede declarar el kilo de ropa por USD 5,60 cuando otros importadores lo hacen por USD 50.
Otro de los problemas que enfrentan es el ingreso de productos falsificados. “Se trata de comercio ilegal, que incluye muchas prácticas: la subfacturación, la falsificación de origen, de clasificación arancelaria, de marcas, etc. Además, habla de entrada de productos por las salas de arribo internacional que no pagan ningún impuesto.
Los afectados creen que esta situación se debe combatir a través de una política de Estado. La ejecución de esto se debe realizar a través de un Comité Interinstitucional con el apoyo de Fuerzas Armadas, que permitan luchar contra las mafias organizadas.
La AITE asegura que es difícil cuantificar el impacto monetario por el contrabando, sin embargo, Díaz explica que el año pasado la Aduana habría aprehendido más de USD 15 millones en textiles que habrían ingresado de manera ilegal.
El empresario cree que esto solo representa el 20% de lo que entra fuera de la ley.
El sector arrocero también es uno de los más afectados por el delito de contrabando. Washington Núñez, vicepresidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), explica que las pérdidas del sector están en alrededor de los USD 134, 9 millones al año. Este cálculo lo hace considerando que el 20% de la producción anual no logra venderse y se queda en almacenamiento porque el consumidor opta por comprar el producto que ingresa de contrabando. Según Núñez, al año se cosechan 380 000 hectáreas, de las cuáles se obtienen 50 sacas de arroz; el precio oficial de cada saca está en USD 35,50.
El arroz de contrabando ingresa por la frontera sur, evadiendo los operativos que realiza el Servicio Nacional de Aduana (Senae). El arroz peruano, explica el representante de la Corpcom, compite con el ecuatoriano porque tiene mejor “presentación” es un grano largo y cristalino y por su tamaño tiene más rendimiento. “Hemos pedido que se refuercen los controles en la frontera, que sean más eficientes los operativos y para ello nos hemos reunidos con las autoridades pertinentes”.
Los arroceros mantienen en inventario varios quintales del producto a causa de la sobreoferta, lo que genera a su vez que el precio de cada saca disminuya. Actualmente, lo están vendiendo entre USD 34 y USD 35.
Otro de los sectores que se ha visto perjudicado por el ingreso de productos de contrabando es el de licores. Carlos Ávila tiene su licorería ubicada en la zona rosa de Guayaquil y abrió su negocio hace 10 años. Inicialmente era importador de los mejores whiskys, asegura, pero con la competencia de licores de contrabando y “otras medidas restrictivas que impuso el Gobierno al sector importador tuvimos que dejar de vender licores importados porque teníamos pérdidas”.
Por citar un ejemplo, una botella de whisky de marca Something Special la vendía en USD 54, pero en la frontera sur el cliente podía conseguirla en USD 12.
“El contrabando puede destruir cualquier negocio. El cliente a la hora de comprar pone en primer lugar el precio”, según Ávila.
Penas de hasta cinco años de prisión
Las normativas son claras respecto de las sanciones por contrabando o defraudación aduanera. Así, lo explica Karen Medina, quien se desempeña en la empresa de servicios aduaneros Alaire.
Según explica, la persona que evada los controles aduaneros y cometa actos de contrabando puede ser sancionada con prisión de tres a cinco años. Además, puede recibir una multa de hasta tres veces el valor de la mercadería que es objeto del delito.
Esta y otras sanciones constan en el Código Orgánico Integral Penal (COIP). Según esta normativa, se considera contrabando cuando la evasión se realiza sobre mercaderías que estén valoradas en 10 salarios básicos unificados o más. Algunas de estas evasiones pueden ser: por ingresar o extraer clandestinamente productos del territorio aduanero; por movilizar mercadería sin la documentación que acredite su origen lícito (dentro de las 72 horas de su descubrimiento).
También por ocultar mercancías extranjeras en vehículos de transporte, de carga o aeronaves sin que sean sometidas al control aduanero; por retirar sellos, candados u otras seguridades colocadas en los medios de transporte, entre otras que constan en el COIP.
La defraudación aduanera también es sancionada en el país. La persona que cometa esta infracción puede recibir una pena de tres a cinco años de prisión y tener una multa de hasta diez veces el valor de los tributos que pretendió evadir.
Se considera defraudación cuando una persona trata de perjudicar a la administración aduanera en la recaudación de tributos y cuando el valor de la mercancía es superior a 150 salarios básicos unificados.
Algunos casos de defraudación que cita el COIP son: la importación de mercancías con documentos falsos adulterados; cuando no se declare la cantidad correcta de mercancías; cuando se oculte dentro de la mercancía declarada otras sin declarar; entre otras causas.
Según Medina, las empresas deben tomar en cuenta todos los requisitos que se exigen para importar. Las facturas y registros de importación son un respaldo de que la mercadería tiene origen lícito.
Personal de la Aduana del Ecuador enseña alimentos decomisados en uno de los operativos organizados. Foto: cortesía Aduana
Ñeque, persistencia, pasión, no tener miedo, aprender del fracaso, visualizarse en el futuro, entre otras, fueron algunas de las palabras y los consejos que se repitieron durante casi dos horas en una motivante reunión de emprendedores.
Ocho jóvenes ecuatorianos -seis de Quito, uno de Guayaquil y una de Cuenca– fueron los protagonistas de un encuentro lleno de buenas ideas y energía. Ellos participaron en el programa de intercambio ‘Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas’ (Ylai, por sus siglas en ingles), del 4 de octubre al 12 de noviembre de 2016, en distintas ciudades de EE.UU.
El grupo volvió a reunirse el pasado 29 de noviembre, ahora en la Embajada de EE.UU., en el norte de Quito. Allí participaron en una transmisión en vivo vía Facebook con otros emprendedores del continente americano. La idea fue compartir experiencias, anécdotas, hablar del éxito y del fracaso, pero también del impulso que lleva cada emprendedor.
Con buen ánimo, los ‘eight Ylai’ recordaron los aprendizajes que les dejó su estadía en EE.UU. Durante el ‘Facebook live’ mostraron que el emprendedor tiene las ideas claras, que sabe que puede equivocarse, pero aún así lo intentan, una y otra y otra vez.
A la hora de las preguntas -enviadas y respondidas en vivo- los jóvenes ecuatorianos dieron algunos consejos. “Encontrar lo que a uno le gusta hacer. Vencer el miedo.
Empezar en pequeño. Aprender del fracaso. Probar y equivocarse hasta encontrar lo que uno quiere. No pensar mucho y lanzarse”, fueron parte de las sugerencias lanzadas al aire ante la mirada atenta del embajador estadounidense, Todd Chapman, y funcionarios, que también escuchaban con atención.
La palabra fracaso sirvió para que los jóvenes contarán experiencias que les marcaron. David Borja es el fundador de la plataforma Multidoctores.com, que busca generar un impacto social en la salud. Antes de este emprendimiento Borja fue uno de los responsables de Deliyami, una ‘startup’ local vinculada con el envío de comida a domicilio.
Borja recordó el desafío que enfrentó. “Mi negocio se estaba quedando sin fondos, había dinero por cobrar, pero que no cubría las deudas. Además, entraba al país una multinacional de pedidos a domicilio. Pensamos que todo estaba acabado”.
Luego, detalló Borja, recibió un correo de la multinacional que decía algo así: “nos va a costar trabajo superarlos por su conocimiento del mercado, por eso tenemos una propuesta”. Al final, Deliyami fue adquirida por la firma extranjera y el dinero sirvió como fondos para el nuevo proyecto de consultas médicas en Internet.
Otro relato sobre cómo superar obstáculos fue el de AndreaAlmeida, ingeniera de alimentos y dueña de su propia empresa, Ethniessence. “Hace dos años el semáforo para alimentos nos afectó, al igual que el tema del registro sanitario. La operación se paralizó ocho meses y pensé en cerrar la empresa. Pero empecé a recibir llamadas de pedidos o para ofrecerme ayuda. Vi que valía la pena darnos otra oportunidad”.
La empresa se reactivó. Almeida y su equipo elaboró un plan de negocios más fuerte. “Nos entrenamos y estamos más fuertes que antes. Muchas cosas buenas están pasando y aprendimos que un resbalón no es el fracaso total”.
Para Marco Mendieta, cofundador de Megamobilier, el desafío se lo presentó una ejecutiva bancaria. “Ella me negó un crédito porque, según decía, mi empresa iba a quebrar y mi modelo de negocios no funcionaba”.
La situación era difícil, reconoció Mendieta, con ventas reducidas y pagos pendientes a proveedores. “Pero seguí adelante, las ventas mejoraron y callé la boca de mucha gente”, dice este emprendedor que maneja una empresa que fabrica muebles.
El género también pesa a la hora de abrirse campo como emprendedora. Así lo asegura Elisa Muñoz, fundadora de D’Cuero una pequeña ‘startup’. “A las mujeres jóvenes nos ven distinto, todavía nos encontramos con personas que nos dicen que consigamos un empleo con horario y sueldo fijo. Mi trabajo consistió en romper esas barreras culturales”.
La manera de enfrentar los problemas y el razonamiento de los jóvenes emprendedores arrancaron aplausos de los asistentes de la reunión. El embajador Chapman enfatizó en que el emprendimiento no es un asunto de un gobierno o de leyes, sino de mentalidad.
“¿Qué queremos como economía, como sociedad? Queremos emprendedores. Es importante que existan estas estructuras para el futuro porque las buenas ideas pueden surgir de cualquier parte”.
Jóvenes emprendedores que son parte del programa ‘Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas’ se reunieron con el embajador de EE.UU. Todd Chapman. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
Fuentes San Felipe Sociedad Anónima busca llegar a más provincias en el país. Para eso, promociona un hecho importante: la firma latacungueña, con 83 años en el mercado, fue premiada el mes pasado con una medalla de oro a la calidad de su producto.
El concurso fue desarrollado por el Instituto Internacional de Selecciones Mundiales con sede en Bruselas. Esta entidad escogió a San Felipe, entre varias marcas en el mundo, como la mejor por su pureza. La premiación se realizó en Lisboa (Portugal).
Este emprendimiento se inició en 1928 con 20 colaboradores, de la mano de su fundador Eloy Sánchez. En la actualidad, la marca tiene 44 empleados. Los habitantes de las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Tungurahua y de parte de la Amazonía son los principales consumidores del líquido con gas natural que llega en forma subterránea de los deshielos del volcán Cotopaxi. El año pasado facturó USD 1,5 millones en ventas.
Aunque no hay registros contables de cuánto dinero invirtió en la construcción de la primera infraestructura de la fábrica y en la importación de la maquinaria desde Alemania, esta continúa en crecimiento de la mano de su hijo Nelson. Él asumió la gerencia en 1991. Ese año también la empresa se cambió a Sociedad Anónima.
Una de las características de la compañía es actualizar sus procesos de producción, de la mano de la tecnología. En 1985, la firma invirtió 1 millón de sucres en la adquisición e importación de nuevos equipos y en la compra de 120 000 botellas de vidrio y jabas.
Una de las inversiones más fuertes fue en 1994, con 225 millones de sucres (USD 103 000 al cambio de la época), en la adquisición de una moderna maquinaria, jabas y más botellas en vidrio. Además, se instaló un pequeño laboratorio para los análisis del líquido.
En el 2000, con la dolarización de la economía, las ventas bajaron en un 40%. Los ahorros en dólares no les afectó durante el cambio de sistema. “Para recuperarnos, iniciamos una campaña de venta de puerta a puerta. Desde entonces, distribuimos botellones a domicilio, en donde nuestro producto tiene presencia”, dice Bertha Figueroa, colaboradora de la firma.
En Quito, uno de los distribuidores es Gonzalo Chicaiza. Cuenta que este año las ventas han crecido. En la actualidad, dice que entregan 1 000 botellones a domicilio. “La calidad del agua que vendemos hizo que la demanda suba. Más familias compran los garrafones. Eso es positivo”.
Chicaiza también trata de sacarle provecho promocionando el premio internacional a la calidad. Espera subir las ventas en un 30%.
En el 2013, Fuentes San Felipe comenzó el proceso para la obtención de la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura. El documento fue extendido por el Ministerio de Salud, el año pasado. La inversión fue USD 100 000.
Además de la capacitación del personal se efectuaron adecuaciones a la infraestructura: se cambió de pisos, se construyó una pecera donde se realiza el proceso de embotellado y el laboratorio fue equipado con nuevos instrumentos que certifican la pureza del producto que sale al mercado.
Insignia
‘Trabajamos para mantener la calidad’
Nelson Salguero. Jefe de Producción San Felipe. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.
Trabajo 24 años en la empresa; estoy encargado de la planificación y organización de los procesos de producción. Laboramos manteniendo la salubridad de nuestro producto. Para ello cumplimos estándares de calidad que garanticen la salud de nuestros consumidores.
Controlo que el personal llegue al 95% de la eficiencia. Con la constante capacitación esperamos llegar a un 99%. Eso está ayudando en el crecimiento de la empresa, a través del ahorro de energía y de recursos. Lo importante es que no estamos estáticos en el conocimiento, por eso constantemente me capacito en temas como organización y gerencia de producción.
Eso ha ayudado a mantenernos como líderes. Me inicié como supervisor de producción, posteriormente con dedicación y responsabilidad fui asumiendo otras delegaciones. Los valores importantes de la empresa son la estabilidad laboral, la honestidad y el buen trato.
Nelson Sánchez, gerente general de la empresa Fuentes San Felipe Sociedad Anónima, está al frente de la fábrica desde 1991 y busca incrementar las ventas de esta marca. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.