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  • Opción de liquidez para pymes

    Carolina Enríquez, (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Una opción para las empresas que buscan liquidez es Mandacob. Se trata de una compañía que nació de la mano de Hernán Garcés.

    Este servicio lo ofrece a través del factoring, una alternativa de financiamiento a la que el gerente y fundador se dedica hace más de 30 años. La empresa como tal nació en 1999.

    Se entiende al factoring como el proceso a través del cual una empresa endosa sus facturas (cuentas por cobrar en un plazo definido) a la firma dedicada a este servicio y esta, a su vez, entrega liquidez en un porcentaje algo menor al valor total de la factura.

    Esta compañía, por ejemplo, entrega entre el 80% y el 85% del valor de la factura. A clientes antiguos y con buen historial les brinda beneficios por su fidelidad y puede llegar a entregar hasta el 90%.

    Mandacob, dice Hernán Garcés tiene una estructura que se conforma de accionistas pertenecientes a su familia. Una vez que la compañía comenzó a operar, se incorporaron su hermano Fernando y su padre Enrique.

    Hoy también forma parte de la empresa Felipe Garcés, gerente comercial, quien explica que el dinero para el pago a las firmas que entregan sus facturas viene de los accionistas y de inversión de capital de esta ‘fintech.’

    Los clientes son personas naturales y jurídicas que emitan facturas. 

    Su portafolio se ha diversificado, pero hay más demanda del sector textil, importador, industria cartonera, industria textilera, transporte y otros.

    El 80% de clientes son pequeñas y medianas empresas que, generalmente, son las que mayores necesidades de liquidez suelen tener en el mercado ecuatoriano.

    Hasta el 2013, Mandacob operó ofreciendo sus servicios a medianas y grandes compañías. En ese año nació una segunda compañía denominada Limancob, dedicada al mercado de las micro y pequeñas empresas.

    Ambas firmas estaban registradas como sociedad anónima civil. Esto sucedió hasta el 2018, cuando se fusionaron y conformaron una sola sociedad anónima cuya razón social es Mandaycob y su nombres comercial Mandacob Factoring.

    Entre los clientes de esta firma, hace seis años, está Mauricio Morquecho, empresario del sector textil. “Si no hubiera accedido al factoring ya hubiera cerrado. El acceso a la banca para los pequeños productores es muy complejo. Trabajo con ellos cada dos semanas. En pandemia fueron clave”.

    Precisamente, en esta época, dicen los directivos, hubo amplio dinamismo ya que por la situación económica la gente necesitaba liquidez. Para evitar dificultades en la cobranza se han realizado filtros de manera estricta.

    A esta compañía, poco a poco se han unido más integrantes de la familia: Priscila y Gabriela Garcés. Felipe, quien estudió una maestría en empresas familiares, comenta que este momento ya participa en la firma la segunda generación; para el correcto funcionamiento de la organización, la compañía cuenta con un plan de buen gobierno corporativo, que incluye temas de sucesión, liderazgo, profesionalización y más.

    Diego Salvador, gerente general de Aseconfinj, firma de servicios tributarios y contables, y proveedor de Mandacob, destaca, precisamente, que esta haya aplicado dichos procesos.
    “La empresa es familiar pero sus lineamientos hacen que trabaje como si no lo fuere, sin beneficiar a nadie. Están abiertos a recibir recomendaciones financieras”, dice. Da servicios a la ‘fintech’ desde agosto del 2018.

    La empresa brinda una asesoría a los clientes. Incluso, en su página web hay explicaciones sobre cómo son los procesos.
    La empresa brinda una asesoría a los clientes. Incluso, en su página web hay explicaciones sobre cómo son los procesos.

    Salvador asegura que Mandacob está en permanente innovación. Sobre ello, Felipe Garcés dice que las nuevas generaciones traen tecnologías, apuntan a la redes sociales y son más comerciales; parte de ello es la aplicación de procesos electrónicos.

    Un mecanismo es la posibilidad de que el cliente a través de una plataforma pueda negociar las facturas emitidas a sus clientes. La implementación duró algo más de un año.

    También a través de una plataforma los clientes pueden llenar su estado de situación personal. La información queda guardada en la nube y permite cualquier actualización.

    Asimismo, se da la posibilidad al cliente del uso de la factura electrónica y, en el futuro, la firma electrónica. Esperan que esté listo en enero.

    Otro de los servicios que brinda la compañía es el ‘confirming’: en vez de negociar las facturas emitidas para obtener liquidez, las empresas contratantes le piden a la ‘fintech’ que pague a sus proveedores. 


    10 000 dólares
    aproximadamente, fue la inversión inicial de la empresa.

    15 por ciento incrementó la demanda de factoring durante la pandemia para esta compañía.

    1 000 dólares es el valor mínimo de negociación. El empresario puede entregar facturas por menos de ese valor, pero el monto total para negociar debe ser mayor.

    70 negociaciones de factoring al mes realiza la empresa. Puede llegar a concretar 110 en ese lapso.

    El gerente
    Hernán Garcés
    Me siento muy satisfecho de haber brindado mi esfuerzo, día, tarde y noche, durante tantos años al sector industrial de nuestro país, al sector importador y a los distribuidores de Ecuador. Es algo gratificante. Directamente damos trabajo a 10 personas, pero de manera indirecta a más de 1 000. Es muchísimo el empleo indirecto que Mandacob genera en el territorio ecuatoriano a través de nuestros procesos.

    En la empresa se realiza un análisis de las compañías que buscan  servicios de factoring. Los filtros son importantes para evitar pérdidas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    En la empresa se realiza un análisis de las compañías que buscan servicios de factoring. Los filtros son importantes para evitar pérdidas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Compartir empleados, ¿una opción?

    Redacción Quito   (O)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Una de las mayores inquietudes que se han planteado las empresas a lo largo de este año es ¿qué medidas laborales se pueden adoptar para tratar de salvar el empleo? Las legislaciones de los países han hecho ajustes en materia de contratación y han aplicado reformas para flexibilizar jornadas de trabajo. Ecuador no es la excepción; con la vigencia de la Ley Humanitaria se han dado pasos para ajustar horarios y remuneraciones, con el fin de tratar de preservar el empleo.

    Los pronósticos de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estiman que en América Latina y el Caribe la pandemia puede causar la pérdida de 17 millones de puestos de trabajo formal y la informalidad podría llegar al 62% en la región.

    De todas maneras, las empresas no se han quedado cruzadas de brazos y buscan mecanismos para atenuar la crisis económica derivada de la pandemia y reducir sus costos de producción. Una de las opciones que algunas firmas multinacionales han puesto en marcha es compartir empleados.

    Esta experiencia se registró en Argentina. De acuerdo con una publicación de la Revista Forbes, en su edición argentina, la transferencia temporal de empleados fue una de las alternativas que encontraron los departamentos de Recursos Humanos de Unilever y General Motors (GM) en ese país.

    En mayo pasado, trabajadores de la firma automotriz pasaron a cumplir funciones en Unilever. Entre un 10% y un 15% de los empleados de la empresa angloholandesa -que tiene unos 3 500 colaboradores- tuvieron que quedarse en su hogar por distintos factores de riesgo, y para mantener la producción ‘a full’ se decidió contratar temporalmente a 150 personas. “Como en las fábricas se necesita personal capacitado, surgió la posibilidad de darles esa oportunidad a los operarios de GM que no estaban trabajando”, señaló la CEO de Unilever, Laura Barnator, a Forbes Argentina.

    Esta publicación relata que los abogados de ambas compañías acordaron un marco legal, y el Ministerio argentino de Trabajo dio luz verde. Ambas empresas firmaron un acuerdo de entendimiento, que habilita la figura del “pluriempleo”, posibilitando que los empleados interesados puedan participar en el programa. Los trabajadores contratados por Unilever tendrán un acuerdo a plazo, según la normativa vigente, y condiciones de contratación, y Unilever asumirá todas las responsabilidades y obligaciones legales y convencionales que correspondan exclusivamente por la vigencia de dicho contrato.

    En el contexto de este modelo de economía colaborativa entre empresas, expertos señalan algunas ventajas. Entre ellas, compartir las infraestructuras de las empresas, optimización de costos a partir de compartir servicios, lograr sinergia en las operaciones y, obviamente, reducir costos.

    Melina Cao, directora de Recursos Humanos de Unilever, señaló que las empresas, en la actualidad, están atravesando un contexto sin precedentes que demanda agilidad en la toma de decisiones, “para poder dar respuestas en tiempo real a la necesidad de los consumidores, lo que implica pensar formas de trabajo más colaborativas, innovadoras y disruptivas”.

    De acuerdo con Forbes Argentina, uno de los ejemplos de cooperación más recientes fue el que realizaron Mercado Libre y la firma gastronómica en ese país Le Pain Quotidien: el gigante del e-commerce sumó de manera temporal a parte de los colaboradores de la firma gastronómica para que integren los equipos de Atención al cliente y envíos.

    A través de este acuerdo, Mercado Libre suma a su nómina a más de 100 camareros, cajeros y cocineros, mientras las tiendas de comida continúen cerradas. De este modo, la capacidad ociosa (conociendo cómo esto impacta en la salud mental de los trabajadores) que tenía Le Pain Quotidien pudo ponerla a favor de mejorar el servicio de cada uno de los clientes de la plataforma de comercio en línea, y también de los emprendedores y pymes que recurrieron a este sitio para seguir trabajando.

    Si bien la posibilidad de lograr estos acuerdos se enmarcan dentro del ámbito legal que facilita compartir empleados, las habilidades que los trabajadores pueden desarrollar en nuevos escenarios laborales también influye.

    ¿Cuáles son las características de este nuevo capital humano? En un artículo publicado por Clarín, el decano de la Facultad de Ciencias Organizacionales y de la Empresa en UFLO (Argentina), Agustín Arieu, señala las siguientes: capacidad de desaprender y aprender rápidamente; flexibilidad para alternar entre diferentes redes colaborativas; adopción eficaz de tecnología que potencie su rendimiento; habilidades sociales y liderazgo suficiente para asociar productivamente perfiles cada vez más diversos; y curiosidad y creatividad para identificar nuevas oportunidades e innovar en consecuencia. 

    17 millones de empleos formales se podrían perder este año en la región, según el BID

    Organizaciones en la región ponen en marcha esta alternativa, para evitar la pérdida de empleos. Las nuevas habilidades de los trabajadores también influyen. Imagen: www.freepik.es
    Organizaciones en la región ponen en marcha esta alternativa, para evitar la pérdida de empleos. Las nuevas habilidades de los trabajadores también influyen. Imagen: www.freepik.es
  • El crédito no debe ser la primera opción

    Redacción Cuenca  (I)
    redacción@revistalideres.ec

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    Actualmente, solicitar un crédito debe ser algo que se analice muy bien, pese a que esos recursos se destinen al inicio o ampliación de un negocio.

    Con ese consejo coindicen la directora del Centro de Desarrollo de Emprendedores de la Universidad de Cuenca, Silvana Zalamea; el gerente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, Juan Carlos Urgilés; y el director del Centro Prendho de la Universidad Técnica Particular de Loja, Marcos Vega.

    Este último indica que es mejor empezar con una iniciativa pequeña porque si se fracasa no se pierde todo y se puede levantar más fácilmente. Además, no se necesitará de grandes cantidades de dinero, ni endeudarse.

    Para Vega, en las actuales circunstancias, el endeudamiento no es la mejor alternativa. “Hay quienes recomiendan trabajar con dinero ajeno porque con el propio se debe considerar el costo de oportunidad”.

    Él señala que un préstamo es válido en un negocio en marcha, pero cuando se está empezando, el endeudamiento no es bueno porque la institución financiera no esperará en los pagos. Agrega que es mejor buscar programas de capitales semilla o recursos de planes públicos, que ofrezcan condiciones blandas.

    Según Vega, hay que considerar que las ventas se inician lentamente o son estacionales, por lo que se debe analizar bien si se contará con recursos para cancelar a tiempo el préstamo durante el tiempo de plazo. Además, aconseja no apostar en un negocio toda la liquidación que se pueda recibir al salir de un trabajo.

    Vega dice que primero hay que hacer experimentos en un mercado real, pero en una escala pequeña para aprender. En la siguiente ocasión se tiene más experiencia.

    “Ahora, ni siquiera las empresas grandes se arriesgan a invertir una gran cantidad de su capital para un negocio nuevo, sin estar muy seguras. Hay que tener paciencia para tener un sustento. Solo cuando la cosa funciona hay que expandirse”, señala Vega.

    Zalamea plantea una alternativa. Pone como ejemplo que, en abril pasado, su centro trabajó con 100 personas que se quedaron sin trabajo y aprendieron a desarrollar herramientas colaborativas. Ahora, ellos tienen una caja de ahorro para autofinanciarse.

    Para ella, es fundamental encontrar esa colaboración porque las condiciones actuales del mercado nacional son diferentes a las que hubo antes del inicio de la
    pandemia por covid-19.

    Según Urgilés, hay que considerar que vivimos otra realidad porque toda la economía está deprimida y “no hay la capacidad de consumir o demandar, lo que se hacía
    anteriormente”.

    El Gerente de Jardín Azuayo, que es la segunda cooperativa más grande del país por activos, dice que el emprendedor que ya estaba endeudado debe acercarse a la institución financiera para refinanciar su crédito, reducir las cuotas y ampliar el plazo. “La disminución del pago mensual debe estar en la misma proporción de la reducción de los ingresos”.

    Urgilés señala que las personas pueden pensar que aumentará el rubro de intereses, al final, por tener un mayor plazo; pero, explica que la situación puede mejorar en el futuro y ahí puede hacerse una precancelación o anticipo. Él aconseja que las personas que requieran un préstamo deben solicitar montos menores, en función de la nueva capacidad de pago. 

    3,6 millones de personas emprendieron el 2019 en el país, según el Monitor de Emprendimiento Global.

    Más consejos
    La planificación. El gerente de Jardín Azuayo, Juan Carlos Urgilés, dice que el emprendedor debe buscar créditos que le den un tiempo de gracia hasta que las ventas despunten y así no caer en mora.

    La alternativa. Para Urgilés, en la actualidad, es mejor aliarse entre amigos o familiares para hacer aportes pequeños e iniciar un emprendimiento, en lugar de buscar recursos financieros, que después signifiquen un problema.

    El solicitante debe considerar que toda la economía está deprimida y que puede iniciar un negocio con inversiones pequeñas y luego expandirse en el mercado. Imagen: Freepick.es
    El solicitante debe considerar que toda la economía está deprimida y que puede iniciar un negocio con inversiones pequeñas y luego expandirse en el mercado. Imagen: Freepick.es
  • Las bufandas son una opción de negocio

    María Victoria Espinosa

    (F)
    Contenido Intercultural

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    Las bufandas y cintillos son un nuevo emprendimiento de las mujeres tsáchilas de la comuna Chigüilpe, en Santo Domingo.

    Las aborígenes habían dejado de confeccionar estas prendas debido a que las nuevas generaciones ya no las utilizaban.

    Pero hace cinco años, la actividad turística aumentó en la comuna y los visitantes se interesaron por la vestimenta típica de los tsáchilas. Desde entonces, se retomó la confección de tunán y manpe tsanpa, que son faldas utilizadas por los hombres y mujeres nativos. Se diferencias porque la de los hombres es blanca o azul oscuro o negro y la de las mujeres tiene varios colores.

    Regina Calazacón es una de las pocas mujeres de Chigüilpe, que podía tejer las faldas en los telares (tsita ya en el idioma tsa’fiki).

    Ella recuerda que hace 25 años, el tsáchila ya no utilizaba esas prendas hasta que se formó el Museo Etnográfico Tsáchila y se requería que los guías vistieran la ropa nativa.

    Como solo Calazacón recordaba como tejer, se decidió comprar las prendas en Otavalo (Imbabura). Pero las faldas no eran elaboradas con algodón sino con lana.

    Regina se propuso retomar esa tradición y se encargó de enseñarle a las nuevas generaciones a construir y a utilizar el telar de pambil y caña guadua.

    Aunque, el proceso ya no es el de antes. Eso debido a que la escasez de algodón en las comunas hizo que se empiece a utilizar lana. Además, la confección ya no es un trabajo únicamente de las mujeres. Los hombres de la nacionalidad también aprendieron.

    En el caso de Regina, ella le enseñó a su hijo Emilio Calazacón. Al principio, los hombres pusieron resistencia porque ese oficio eran netamente femenino. Pero cuando ingresaron a la escuela cultural, que es parte del centro cultural Mushily, entendieron que se trataba de rescatar una tradición que estaba desapareciendo.

    En el centro cultural Mushily se adecuó un rincón para exhibir las bufandas y cintillos elaborados por tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

    A la par de las clases, los hombres también empezaron a sembrar plantas de algodón para que en unos años ya no se utilice lana sino que se retome el proceso ancestral de tejido.

    Este iniciaba con una oración para pedirle a la naturaleza que les permitiera cosechar el algodón y las plantas para tinturar.

    Luego debían hilar el algodón hasta formar grandes tiras, a las que les cambiaban el color con tinturas de plantas.

    Para Emilio Calazacón, tejer la ropa nativa es un aporte para evitar que sus raíces se extingan. “Nunca había estado tan orgulloso de ser tsáchila”.

    Eso motivó a que los tejedores empezaran a elaborar nuevas prendas, que usaban los antepasados hace más de 100 años.

    Una de ellas son las bufandas, que son de uso exclusivo de los hombres nativos.

    En el centro cultural Mushily se venden a un precio de entre USD 8 y USD 10, dependiendo del largo, de los colores y de los bordados que se hagan en la prenda.

    La elaboración dura alrededor de dos semanas, si el tejedor trabaja durante dos horas diarias.
    Regina afirma que desde noviembre, los turistas se han interesado más por las bufandas. Por eso, el centro cultural Mushily debió contratar a tres familias más para que provean de esta prenda, cintillos para el cabello y cinturones para las mujeres.

    En enero de este año tuvieron un pedido de 40 bufandas para una hacienda de Santo Domingo. “Los clientes las utilizan como regalos para sus proveedores o trabajadores”.

    Mensualmente, en el centro cultural se venden unas 40 bufandas y en la comuna unas 80 más. Además, también elaboran cintillos para colocarse en el cabello. Regina afirma que esa es una prenda que no es típica, pero si es parecida a las cintas de colores que usaban antes las mujeres.

    Este producto se vende a los estudiantes de colegio y universidad que visitan el centro cultural. La elaboración tarda una semana en el telar y se deben añadir otros materiales como el elástico.

    Al mes se fabrican unos 30 cintillos de colores.

    El negocio

    El centro cultural Mushily está conformado por unas 30 personas entre guías nativos, artesanos, cocineros, músicos, bailarines y otros.

    El proyecto cultural inició como una escuela cultural para rescatar las costumbres de la nacionalidad. Pero de a poco empezaron a interesarse por el turismo comunitario.

    Mushily empezó apostarle a la redes sociales para atraer al turismo nacional. A la par tienen convenios con agencias de viajes del país.

    En el mes reciben alrededor de 1 000 turistas de la Sierra, Costa y extranjeros de los EE.UU. y Europa.

    En el centro cultural Mushily se adecuó un rincón para exhibir las bufandas y cintillos elaborados por tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    En el centro cultural Mushily se adecuó un rincón para exhibir las bufandas y cintillos elaborados por tsáchilas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Universidades en alianza serán una opción en Europa

    Madrid,  EFE (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Iniciar un grado o un máster en Madrid, seguirlo en París y terminarlo en Berlín empezará a convertirse en realidad para los alumnos de las 11 universidades españolas integradas en las alianzas entre campus del proyecto “Universidades Europeas” de la Comisión Europea (CE).

    Se trata de un proyecto pionero -en el que participan 11 centros españoles-, que podría multiplicar por 10 la movilidad en el ámbito universitario: “Se busca llegar al 50% de los alumnos en movilidad”, explica Elena Floristán, vicerrectora de Coordinación Estratégica de la Universidad Católica de Valencia que, en la actualidad, cuenta con un 4% de estudiantes en el programa Erasmus.

    “Universidad tiene que ver con universo” y el objetivo de todo centro universitario y de estas alianzas es “tender a lo internacional y a compartir el conocimiento”, destaca el vicerrector de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Universidad Complutense de Madrid, Dámaso López.

    Estas alianzas suponen “europeizar de forma transversal la actividad universitaria” y “modernizar y flexibilizar la educación superior”, señala la vicerrectora de Internacionalización de la Universidad de Granada, Dorothy Kelly.

    Pero, ¿cuándo empezó a idearse esta red de campus? ¿Qué permitirá a alumnos, profesores, investigadores y personal de administración? ¿Qué universidades españolas participan? ¿Con qué financiación?

    A estas y otras preguntas han respondido representantes de varias de las universidades españolas seleccionadas para estas alianzas.

    Origen de las alianzas

    La idea de una “universidad transnacional” es una propuesta lanzada por el presidente francés, Enmanuel Macron, en la Universidad de la Sorbona en 2017. En octubre de 2018 la CE lanzó el proyecto piloto que comienza este año y funcionará plenamente en 2025 para integrar y mejorar el nivel de la enseñanza superior en la UE.

    Está previsto que entre septiembre y noviembre de 2019 las alianzas de las universidades europeas empiecen a cooperar y que a principios de 2021 haya un despliegue completo.

    El objetivo final de los campus europeos, coinciden algunos de los coordinadores de las alianzas, es aspirar a una integración completa en cuanto a reconocimiento inmediato de créditos, procedimientos administrativos y metodología docente, que implicará de forma transversal a todos los actores de la universidad europea.

    “La idea fundamental es que un estudiante que va marcando su itinerario y sus intereses tenga un acompañamiento de todos los servicios académicos” para que, de este modo, “pueda estudiar en las tres, cuatro o cinco universidades del consorcio una parte de su carrera”, explica el delegado del rector para las universidades europeas en la Universidad de Cádiz, José Antonio Muñoz-Cueto.

    “El punto final es la emisión de un título firmado por la denominada ‘Universidad Europea’ y el resto de participantes en el consorcio”, añade.

    Además, los consorcios buscarán potenciar y consolidar las relaciones con las empresas de diferentes áreas socioeconómicas para favorecer la capacitación de un alumno que “debe estar en contacto con el sector productivo”, explica Muñoz-Cueto.

    La idea es que haya práctica y teoría a la par.

    Detalles

    España.  Forma parte de la alianza con 11 universidades en 11 de las 17 alianzas: la Universidad Complutense de Madrid (1Europe); Universidad de Granada (Arqus); Universidad de Barcelona (Charmeu); Universidad Autónoma de Madrid (Civis); la Fundación Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (Conexus). También la Universidad Autónoma de Barcelona (ECIUn); Universidad Pompeu Fabra (Eutopia); Universidad de Valencia (Forthem); Universidad de Cádiz (SEA-EU); entre otras.

    Está previsto que entre septiembre y noviembre de 2019 las alianzas de las universidades europeas empiecen a cooperar y que a primeros de 2021 haya un despliegue completo. Foto: EFE
    Está previsto que entre septiembre y noviembre de 2019 las alianzas de las universidades europeas empiecen a cooperar y que a primeros de 2021 haya un despliegue completo. Foto: EFE
  • Marco Naranjo: Diferenciar subsidios es una opción

    Evelyn Tapia

    redaccion@revistalideres.ec

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    Marco Naranjo, catedrático, considera que las normas macrofiscales que propone el Gobierno son un buen norte para alcanzar estabilidad. Sin embargo, enfatiza que en relación al recorte de gasto urge focalizar las subvenciones que el Estado destina a los combustibles

    El Ministro de Finanzas reconoce que el déficit y el agresivo endeudamiento son graves problemas para el Fisco, por ello plantea reglas macrofiscales en la Ley de Fomento Productivo que se debate esta semana en el Pleno. ¿Son apropiadas estas medidas fiscales o pudieron ser pulidas?

    Las normas son adecuadas. El país no puede sostenerse en el tiempo con un déficit de casi ocho puntos del PIB. El planteamiento de ir bajando el déficit hasta llegar al equilibrio fiscal es positivo, pero implica una cantidad importante de medidas de finanzas públicas. Volver al techo razonable de deuda, del 40% del PIB, es necesario, y eso se puede lograr reduciendo la deuda o con un mayor crecimiento del PIB.

    Una de las críticas a la Ley es que no plantea metas periódicas de reducción del gasto ni especifica cuáles se reducirán. ¿Dónde cree que quedan espacios para mermar los gastos del Estado?

    Debiéramos reducir principalmente el gasto corriente y eso tiene que ver principalmente con los salarios, pero en esa área hay márgenes estrechos, porque no se puede reducir personal en el área de salud, de educación o de seguridad. Por eso es que entra un elemento fundamental, la revisión de los subsidios para reducir los egresos del Estado.

    Ahora que la discusión ha vuelto a plantearse. ¿Qué propone la academia en torno a este tema?

    Este año, más o menos son USD 3 400 millones que el Estado va a gastar en subsidios y el problema es que los más costosos, el subsidio al gas y a las gasolinas, no están focalizados. Hay estudios que determinan que el quintil más adinerado de la población es el que más se beneficia de estas dos subvenciones y no deberían recibirlas. Una familia rica gasta USD 300 al mes en combustibles y de eso, USD 200 le subsidia el Estado. Eso es totalmente ineficiente. Los subsidios son buenos cuando van a un destinatario claro que lo necesita.

    ¿Cómo se podría llevar a cabo una focalización?

    Supongamos que un ciudadano pertenece al quintil más rico y es fácil saberlo porque el SRI sabe el nivel de ingreso de todos los ecuatorianos y obvio de los que más contribuyen. Si se conoce eso, y que tiene uno o varios autos, al momento de poner gasolina se le puede cobrar, por ejemplo USD 6 por galón, independientemente de la gasolina que pongan. Se puede hacer con una fórmula matemática, con una herramienta tecnológica que puede desarrollar la misma academia.

    ¿Qué problemas se presentarían si se decide directamente quitar la subvención a la gasolina súper?

    No sé cuántos taxistas ponen súper o cuántas personas de clase media tienen un carro al que cuidan y solo le ponen súper. Por eso proponemos diferenciar el subsidio, cruzarlo. Por ejemplo, a los que más ingresos tienen, cobrarles USD 12, a otros USD 8, a otros USD 6, y así de acuerdo con sus ingresos. Se puede generar una diferenciación de precios completa. Con esa diferencia de precios puedo cubrir el subsidio al diésel sin tener que usar el dinero del fisco. Eso es lo que se conoce como cruce de subsidios. A uno le quito y al otro le doy.

    ¿Eliminar progresivamente en el tiempo el subsidio a los combustibles no sería también una alternativa?

    Eso ya se dio en la década de los noventa. El precio de la gasolina variaba cada mes y la gente hacía fila el 31 de cada mes para poner gasolina antes de que suba. El gradualismo en las medidas genera mayor impopularidad al Gobierno. ¿Por qué no generamos un planteamiento en el que le cobramos al ciudadano conforme a su ingreso?

    ¿Cuál sería el alivio fiscal que se generaría de implementar esta medida?

    Si se elimina el subsidio en diésel y gasolina nos evitamos USD 2 000 millones en gastos, eso es el 2% del PIB.

    ¿Por qué recién ahora vuelve el tema a la mesa de debate si el problema del déficit fiscal y la necesidad de cortar gastos está presente desde hace tiempo?

    Trabajé para Naciones Unidas como asesor de la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea y ahí propusimos crear una unidad de control de ejecución del presupuesto, pero no se hizo, porque el planteamiento era no tocar cosas sensibles que pudieran perjudicar la popularidad del anterior Gobierno. No se podía hablar de gasolina o gas. Lo que importaba era la popularidad e ir pateando hacia adelante el problema.

    En el debate el tema más delicado es el del subsidio al gas. ¿Es intocable?

    Sí, el gas es un tema sensible. La gente teme que los almuerzos suban de precio, pero en los restaurantes por ley no se puede usar gas subsidiado, así que no deberían subir los almuerzos. Los académicos podríamos investigar cuánto afectaría a los distintos quintiles de la población una elevación del precio del gas y comprometernos a generar una alternativa para que el gas doméstico para los más pobres sea entregado directamente. Los camiones que van distintas zonas ya pueden ir con precios marcados. Este es un proceso que tomará más tiempo que la gasolina.

    Tomando en cuenta las complicaciones del país para cubrir sus necesidades de financiamiento este año. ¿Urge tomar la decisión en torno a las gasolinas antes de que se termine el 2018?

    Hay que hacer un estudio y ahí lanzar la propuesta, pero sí, se puede tomar este año la decisión. En la academia solo necesitamos la propuesta del Ministro de Finanzas.

    Por el lado de los ingresos en el Presupuesto, ¿qué opciones se deben tomar en cuenta?

    La única forma es con crecimiento económico. Es imposible querer más ingresos y tributos si la economía no crece. El crecimiento no se dará sin inversiones. En eso puede contribuir la Ley de Fomento Productivo.

    Hoja de vida

    Estudios. Es economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Tiene un PhD en Economía por la Universidad de Alcalá de Madrid, además cuenta con una maestría por la Universidad de Torcuato Di Tella, de Argentina.

    Trayectoria. Fue funcionario de carrera del Banco Central del Ecuador desde 1985 hasta el 2008, en donde ocupó cargos como asesor del Directorio y director general de estudios. También trabajó como consultor para Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otras instituciones.

    Docencia.  Es profesor principal de Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y en Escuela Politécnica Nacional.

    Entrevista a Marco Naranjo. Él es catedrático en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y en Escuela Politécnica Nacional.  Foto: Patricio Terán/LÍDERES
    Entrevista a Marco Naranjo. Él es catedrático en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y en Escuela Politécnica Nacional. Foto: Patricio Terán/LÍDERES
  • Una opción gastronómica libre de azúcar y gluten

    Patricia González

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    ‘Lomágico de la cocina es que todo es una alquimia”, dice Daniela Moreano, la maestra pastelera de D2015 Maracuyá Sugar Free, una pastelería para la que ha desarrollado unas 25 variedades de dulces, libres de azúcar y gluten.

    El local, localizado al norte de Quito, es el emprendimiento de Daniela y su pareja David Romero. Ella, publicista, y él, comunicador social, ejercieron anteriormente en el campo televisivo, donde se conocieron. Además tenían en común la pasión por la gastronomía, que incluso llevó a Daniela a especializarse en pastelería.

    Las ganas de independizarse con un negocio propio, el gusto por la cocina y ofrecer una alternativa en pastelería para los diabéticos –una condición presente en la familia materna de David– fueron los motivos que les impulsaron a llevar adelante el negocio.

    Maracuyá Sugar Free abrió sus puertas en junio del 2016, pero llevó al menos un año previo de investigación con endocrinólogos y nutricionistas, quienes les asesoraron en encontrar sustitutos para el azúcar y la harina de trigo.

    Meses antes de inaugurar el establecimiento, estos emprendedores ofrecían sus pasteles en una tienda virtual, modalidad que aún mantienen.

    Un valor para Daniela es la empatía con el cliente, es por ello que desde que comenzaron con el emprendimiento dejó de consumir trigo, una decisión que benefició también su salud, porque padece problemas de intestino.

    “La comida sana no tiene porque ser fea”, comenta David y este es uno de los mitos que busca derrumbar la pastelería, con su variedad de dulces, que no pierden el buen sabor, a pesar de no contener ni un gramo de azúcar.

    La oferta del local es ‘multitarget’, es por eso que una parte de sus productos sí contiene lácteos, pero ninguno azúcar y gluten.

    Como edulcorante utilizan la sucralosa. Para sustituir la harina de trigo recurren a la fibra de yuca, y en vez de leche de vaca utilizan leche de coco; materias primas que son preparadas en el local.

    El proveedor de la sucralosa es la empresa Frosher, que les abastece de entre ocho a 10 frascos por mes del endulzante líquido, desde hace más de un año. Diana López, jefa de producción de la firma, explica que la sucralosa no es reconocida por el cuerpo como azúcar, por lo que es recomendada para personas diabéticas, al no generarles incremento de glucosa en la sangre. La pastelería trabaja con cerca de 15 proveedores.

    Entre las variedades de dulce de la cafetería están las tortas de manzana y nuez, tres leche de maracuyá, mojada de chocolate, maqueño con chocolate, cheesecake de maracuyá y mousse sin lácteos. Los precios por porción van desde USD 2,75 hasta 4,25.

    También cuentan con una línea de sal en la que ofrecen panes libres de gluten (de yuca, vegano de maíz, entre otros sabores), lasagna de verde, y tamal de papa.

    En bebidas ofrecen limonadas de coco y frutilla, té, café lojano de altura, chocolate…
    Esteban Mateus tiene una hija de 26 años, quien desde hace dos es celíaca (el consumo de gluten le genera problemas en el intestino). Tras una búsqueda en la ciudad de locales que ofrecieran productos para celíacos dieron con Maracuyá Sugar Free, a través de la recomendación de un cliente en la red social Facebook.

    “Fuimos la primera vez y hasta a mí que no soy celíaco me encantó. Pedí un tiramisú”, comenta Esteban, quien ahora visita el local junto a su hija una vez por semana.
    Su postre favorito es el mousse de maracuyá y en salado le gusta la lasagna de verde. Mientras que a su hija le encanta la torta mojada de chocolate.

    Sandy Balarezo conoció el local cuando funcionaban solo como tienda virtual. Obsequió un volcán de chocolate a una persona diabética. A partir de entonces Sandy asiste con frecuencia porque es celíaca. “Lo que preparan es delicioso y completamente saludable. Me encanta la torta mojada de chocolate y la de nuez”. Para esta cliente otro valor del local es que el servicio es “personalizado”.

    David resalta que el capital más importante del emprendimiento es su credibilidad. La empresa está facturando alrededor de USD 7000 al mes y el plan es franquiciar; las opciones que están en conversación estarían ubicadas en Guayaquil y Manabí.

    La pastelería, ubicada en el norte de Quito, atiende de martes a sábado de 12:00 a 20:00 y los domingos hasta las 19:00, desde hace dos años. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES
    La pastelería, ubicada en el norte de Quito, atiende de martes a sábado de 12:00 a 20:00 y los domingos hasta las 19:00, desde hace dos años. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES
  • Esta ‘app’ es una nueva opción de movilización

    Redacción Quito (I)  redaccion@revistalideres.ec

    Convertirse en una solución rápida en movilidad, a través de la tecnología, es la consigna de Cabify. Este desarrollo creado en España en el 2011, opera desde la semana pasada en Ecuador como parte de su expansión en Latinoamérica.

    Ricardo Weder, CEO de Cabify en Latinoamérica, explica que la aplicación móvil además de simplificar el servicio de transporte privado, también ayuda a generar nuevas plazas de trabajo, para quienes tienen automóviles en óptimas condiciones.

    Cabify inició operaciones en España y Portugal. Y para su expansión en Brasil, Panamá, Ecuador y otros países de Latinoamérica, se logró una inyección de capital de USD 120 millones, con el apoyo de la empresa japonesa de comercio electrónico Rakuten Inc.

    Desde la semana pasada Cabify cuenta en Quito y Guayaquil con cerca de 100 vehículos.
    El valor agregado es el sistema de precios diferenciado: la tarifa no se cobra por distancia, sino por kilómetro recorrido indica Daniel Arévalo, gerente de la empresa en Quito. Es decir, que la tarifa va desde USD 0,60 a USD 2 los primeros ocho kilómetros; a partir de ahí se cobra USD 0,50 por cada nuevo kilómetro.

    También se puede reservar una unidad un día antes, y el servicio está disponible las 24 horas. Para seguridad del usuario, todos los automóviles de Cabify tienen un equipo que monitorea las carreras. Y en el segmento corporativo, Arévalo menciona que se creó una plataforma con descuentos entre 20% a 60%.

    Para ser parte conductor, los postulantes deben pasar las pruebas psicológicas, de conducción, ser mayor a 18 años, tener una licencia de conducir tipo B y no tener antecedentes penales.

    Luis Guerra, de 44 años, es conductor de Cabify. En su primera semana transportó a 40 clientes. Él se desempeñaba como gestor legal independiente, pero con esta ‘app’ tendrá otro ingreso económico. Los medios de pago para Cabify son Paypal o tarjeta de crédito.

    La empresa está constituida legalmente en el país como una firma privada de intermediación de servicios tecnológicos. “Al no ser una empresa de transporte no requiere de la validación por parte del Municipio. Las tarifas que manejamos fueron establecidas en base a un estudio” dice Arévalo.

    Daniel Arévalo, gerente de Cabify en Quito, aparece junto a un grupo de conductores de este servicio. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Daniel Arévalo, gerente de Cabify en Quito, aparece junto a un grupo de conductores de este servicio. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • El fumador tiene una opción electrónica sin los daños

    Leonardo Gómez / Redacción Quito

    No producen ceniza, humo ni alquitrán. No dejan mal aliento ni manchas y no generan monóxido de carbono. Los cigarrillos electrónicos constituyen una opción para los fumadores ecuatorianos; estos productos se encuentran en Ecuador desde hace dos años.

    Wilson Paredes tiene 57 años y fumaba un promedio de dos cajetillas diarias, hasta que por un problema de salud el médico le prohibió fumar. “No podía ni concentrarme por la ansiedad que me dejaba la falta de nicotina”, asegura.

    Paredes probó con parches y caramelos de nicotina que calmaron un poco la ansiedad, pero nada sustituía la sensación de aspirar y exhalar el humo del tabaco.

    La alternativa fue utilizar cigarrillos electrónicos, también llamados vapeadores. Estos también contienen nicotina, pero están libres de sustancias consideradas nocivas como el metanol, el butano, el arsénico… y otros agentes nocivos presentes en el cigarrillo tradicional.

    Paredes cuenta que su médico le autorizó a utilizar cigarrillos electrónicos por la facilidad que ofrecen para regular el nivel de nicotina que se consume. Es posible encontrar cigarrillos con un nivel de nicotina del 0% al 2,4%.

    En el mercado nacional existen diferentes marcas de cigarrillos electrónicos, entre ellas Green Smoke, Cafu y V2Cigs. Cada una tiene características propias en cuanto a precios y en su presentación.

    Estos artefactos están compuestos por una batería que simula el cuerpo del cigarrillo común y un cartucho que contiene glicerina, nicotina y saborizante, en lugar del tradicional filtro de carbón. La recarga se realiza a través de un puerto USB y demora un promedio de dos a tres horas. No producen calor y cuando se aspira se enciende una luz roja en la punta.

    Ana María Arévalo es gerenta de Marketing de Green Smoke, empresa presente en el país desde diciembre del 2011. Ella explica que cada cartucho dura el equivalente a 30 cigarrillos y cuenta con la ventaja adicional de que no afecta a las personas que rodean al fumador, pues “no produce humo, sino vapor”.

    Green Smoke factura entre USD 15 000 y 20 000 cada mes y vende un promedio de 100 cigarrillos y 200 cartuchos, mensualmente.

    Dependiendo del producto, el costo varía. Un cigarrillo electrónico desechable cuesta USD 13; el kit de cigarrillos recargables que se ofertan con el cargador y otros accesorios cuesta entre USD 49 y 95. Los cartuchos se venden en paquetes de tres y cinco unidades, a un costo de USD 12 y 20, respectivamente.

    Para Fernando Castañeda, gerente general de Cafu, una marca ecuatoriana de cigarrillos electrónicos, fumar es un hábito que contradice la tendencia actual de cuidar el medioambiente y la salud. No obstante, asegura, entre los fumadores también existen ecologistas y médicos.

    “Hay médicos que no salen de su consultorio para fumar entre consultas, por falta de tiempo y por el mal olor que deja el tabaco impregnado en la ropa”, cuenta. “Es más fácil para ellos, usar un vapeador y guardarlo en su bolsillo, pues no queman ni dejan olor”.

    En el local de Castañeda no solo se ofertan cigarrillos, sino también habanos a un costo de USD 15 y pipas electrónicas por USD 165 el kit completo. Lo que más llama la atención de sus clientes son los diferentes sabores como chocolate, mentol, canela, whisky… También se personaliza el color de los cigarrillos.

    Esto es algo que cautiva a fumadoras sociales como Patricia Bravo, que compró en Cafu varios cartuchos con sabor a manzana, uva y naranja sin nicotina. “Es como fumar una pipa árabe”.

    En Cafu se encuentra cigarrillos electrónicos desde USD 6, por cada cigarrillo desechable, hasta el kit de vapeadores recargables en USD 26. Este negocio factura en promedio USD 2 500 mensuales.

    Como todo cigarrillo, la venta de vapeadores está prohibida a menores de edad, incluso aquellos que no tienen nicotina. Otro detalle: la mayoría de los usuarios de este producto eran fumadores activos que buscaban una alternativa para dejar de fumar.

    Así lo asegura Mario Balseca, vocero de la empresa V2Cigs. “Nuestros clientes son fumadores de al menos 10 cigarrillos diarios y algunos fumadores sociales. Todos quieren cambiar el hábito de fumar”.

    Otros datos

    • Una prohibición. El consumo de cigarrillos electrónicos está prohibida en lugares cerrados al igual que los cigarrillos comunes.
    • El target. Los consumidores se estos productos son fumadores activos de toda edad y de distinto nivel socioeconómico.
    • En el mundo. Un 20% de la población mundial son fumadores activos según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
    • El mercado. Los vapeadores están presentes en el mercado ecuatoriano desde hace dos años.
    • Las restricciones. Para este producto aplican impuestos similares a los de los aparatos electrónicos, más no los vigentes para cigarrillos comunes.
  • Una opción para los países de la región

    Los organismos multilaterales son una fuente permanente de financiamiento para ejecutar obras de infraestructura, en Ecuador y en la región. Los recursos de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la CAF… son una suerte de comodín, a la hora de sumar fondos.

    InfografíaEn el 2011, por ejemplo, el Banco de Desarrollo de América Latina, también conocido como CAF, destinó USD 135 millones en créditos para proyectos de construcción, rehabilitación y ampliación de la red vial ecuatoriana.

    Hermann Krützfeldt, director representante de la CAF en Ecuador, explica que al evaluar una solicitud de crédito se analizan temas técnicos, ambientales, sociales, entre otros, del proyecto que busca financiamiento. En esto coincide Édgar Jácome, de la Empresa Metro de Quito. El funcionario indica que en temas sociales y ambientales, los organismos multilaterales son muy rigurosos.

    Krützfeldt también aclara que todos los préstamos que la CAF otorga a gobiernos seccionales deben tener el aval del Gobierno central. “Por eso, toda solicitud enviada a la CAF primero se debe canalizar a través del Ministerio de Finanzas o de Economía de cada país”

    Para Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, los organismos multilaterales entregan créditos y se aseguran la devolución del crédito; para eso exigen garantías del Estado. Además, afirma Carrera, el Estado no deja de pagar a estos organismos, porque son créditos de largo plazo y con condiciones favorables.

    En la región, los casos más recientes que ilustran lo señalado están en Colombia y en Panamá. El 31 de octubre, el Banco Mundial (BM) dio el visto bueno a la Alcaldía de Bogotá para contratar los estudios de ingeniería de detalle del tren metropolitano. El BM colaborará con USD 16,3 millones. En el Metro de Panamá, la CAF participa con USD 500 millones.