Etiqueta: operadora

  • La innovación marcó el crecimiento de la operadora en el país

    Carolina Enriquez

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    El Consorcio Ecuatoriano de Telecomunicaciones (Conecel), cuya marca actual en Ecuador es Claro, comenzó sus operaciones en el país en 1994. Abrió sus puertas el año en el que se inauguró el servicio de telefonía móvil en el territorio nacional.

    En 1997 la compañía despuntó como operadora en el país; amplió su portafolio de servicios y aplicó estrategias que incluyeron inversiones para expandir su cobertura y la reducción de precios de los equipos celulares.

    Sin embargo, para esa época este servicio seguía siendo costoso para la mayoría de la población. Los cambios solo vinieron dos años más tarde, cuando se lanzó la primera tarjeta prepago, que fue un hito para la masificación de la telefonía móvil.

    Esta costaba 100 000 sucres (USD 4 con la transformación a dólares) y permitía a las personas hacer llamadas de hasta ocho minutos. Luego comenzaron a acoplar sus precios a dólares, debido al cambio del modelo económico del país. En el 2000, Porta Celular, marca comercial de Conecel, se vendió a la mexicana América Móvil.

    La empresa explica que una de las acciones más importantes para esa época fue ofrecer el servicio de envío y recepción mensajes escritos vía celular. Asimismo, en los años que vinieron presentó nuevos avances para los clientes como la tecnología GSM con chip inteligente y la posibilidad de uso de Internet.

    Así trabajó hasta el 2008 cuando la empresa renegoció con el Gobierno el contrato de concesión como operadora de telefonía móvil en el país. Después de una ardua negociación, en la cual la firma estuvo a punto de salir, se acordó que se quedaría por 15 años tras el pago de alrededor de USD 400 millones, según el diario mexicano El Universal.

    Tras ello, la compañía continuó realizando otras innovaciones que incluyeron la red 3G, la banda ancha móvil de tercera generación, que permitió prestar diversos servicios multimedia móviles, entre otras.

    Conforme el paso del tiempo la empresa diversificó sus servicios. Ahora oferta telefonía fija y móvil, televisión por suscripción (cable y satelital), tienda de música en línea y servicio de video bajo demanda vía streaming por Internet. Asimismo, ofrece 4G LTE, para datos móviles más veloces, venta de equipos, etc.

    En sus inicios la firma tuvo 100 empleados y dos oficinas. Ahora genera más de 3 000 empleos directos y 300 000 indirectos.

    En cuanto a su participación en el mercado, según la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones, Conecel tenía hasta julio el 58,13%.
    La firma busca seguir creciendo. En la región aspira que la población acceda a la tecnología, tanto de productos como servicios, con precios asequibles.

    Claro cuenta con más de 80 centros de atención al cliente en Ecuador Allí se ofertan diferentes servicios y productos.
    Claro cuenta con más de 80 centros de atención al cliente en Ecuador Allí se ofertan diferentes servicios y productos.
  • Una operadora de turismo de 11 comunidades

    Cristina Marquez

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    Las 17 rutas turísticas que ofrece la operadora Puruhá Razurku incluyen aventura, cultura e intercambio de saberes. Esta empresa está integrada por representantes de 11 comunidades indígenas situadas en los páramos de cinco cantones de Chimborazo.

    La operadora surgió como una estrategia para que los comuneros pudieran vender sus productos turísticos directamente a los visitantes y sin intermediarios. Antes dependían de operadoras de Quito y Riobamba.

    Su oferta incluye recorridos en bicicleta y a pie por las montañas, compartir la rutina diaria de la gente y dormir al estilo nativo, en chozas de adobe y paja, y otras experiencias para acercar a los turistas a las comunidades de una forma más vivencial. El intercambio cultural es otro objetivo del proyecto que se inició en el 2011.

    Puruhá Razurku es un término kichwa que significa ‘montañas nevadas puruhaes’. Los comuneros eligieron ese nombre porque los principales atractivos turísticos que se ofrecen en las comunidades indígenas son los páramos, los nevados y volcanes, y los parques nacionales.

    En estos sitios se puede practicar ‘trecking’ en varios niveles de dificultad, escalada, camping, ciclismo, senderismo en compañía de guías nativos; además, las comunidades ofrecen espectáculos culturales para los visitantes.

    “Queremos mejorar las condiciones de vida de las comunidades y generar ingresos y fuentes de trabajo. Por eso todos los habitantes de las comunidades están involucradas con el proyecto”, cuenta Olmedo Cayambe, gerente del emprendimiento.

    Pero contar con una empresa propia fue toda una lucha. Cuando las comunidades se organizaron para ofertar productos turísticos, hace casi 15 años, los ingresos eran bajos. No tenían publicidad y la mirada de los turistas nacionales siempre estaba puesta en los balnearios y la playa.

    “Muchos estaban decepcionados porque pensaban que nadie iba a llegar. Pero teníamos fe en el proyecto y convencimos a los mayores de continuar y cuidar los páramos”, recuerda Cayambe.

    Antes de iniciar el proyecto, fue necesario recuperar los páramos que estaban afectados por el exceso de pastoreo ovino y por el avance de la frontera agrícola. Convencer a la gente de reemplazar los borregos, que eran la principal fuente de ingresos, fue el desafío más importante.

    Una estrategia consistió en reemplazar los borregos por camélidos nativos de la región andina que no dañan al medioambiente, como alpacas y llamas. Organizaciones no gubernamentales y el Gobierno Provincial de Chimborazo respaldaron el proyecto.

    El segundo paso fue la capacitación. Al menos 30 personas se formaron como guías nativos, mientras que mujeres y adultos mayores aprendieron nuevas técnicas para elaborar artesanías de alta calidad con fibras de alpaca.

    Cuando cada comunidad logró consolidar un producto turístico atractivo, finalmente estuvieron listos para asociarse y fundar una operadora propia. La empresa oferta 17 recorridos diferentes que cuestan entre USD 60 y 120.

    En promedio reciben entre cuatro y cinco grupos al mes, pero cuando inicia la temporada alta la agenda se llena y hay recorridos casi a diario. Los recursos se reinvierten en mejoras de infraestructura para cada comunidad.

    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
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  • Una operadora de turismo de 11 comunidades

    Cristina Marquez

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    La operadora surgió como una estrategia para que los comuneros pudieran vender sus productos turísticos directamente a los visitantes y sin intermediarios. Antes dependían de operadoras de Quito y Riobamba.

    Su oferta incluye recorridos en bicicleta y a pie por las montañas, compartir la rutina diaria de la gente y dormir al estilo nativo, en chozas de adobe y paja, y otras experiencias para acercar a los turistas a las comunidades de una forma más vivencial. El intercambio cultural es otro objetivo del proyecto que se inició en el 2011.

    Puruhá Razurku es un término kichwa que significa ‘montañas nevadas puruhaes’. Los comuneros eligieron ese nombre porque los principales atractivos turísticos que se ofrecen en las comunidades indígenas son los páramos, los nevados y volcanes, y los parques nacionales.

    En estos sitios se puede practicar ‘trecking’ en varios niveles de dificultad, escalada, camping, ciclismo, senderismo en compañía de guías nativos; además, las comunidades ofrecen espectáculos culturales para los visitantes.

    “Queremos mejorar las condiciones de vida de las comunidades y generar ingresos y fuentes de trabajo. Por eso todos los habitantes de las comunidades están involucradas con el proyecto”, cuenta Olmedo Cayambe, gerente del emprendimiento.

    Pero contar con una empresa propia fue toda una lucha. Cuando las comunidades se organizaron para ofertar productos turísticos, hace casi 15 años, los ingresos eran bajos. No tenían publicidad y la mirada de los turistas nacionales siempre estaba puesta en los balnearios y la playa.

    “Muchos estaban decepcionados porque pensaban que nadie iba a llegar. Pero teníamos fe en el proyecto y convencimos a los mayores de continuar y cuidar los páramos”, recuerda Cayambe.

    Antes de iniciar el proyecto, fue necesario recuperar los páramos que estaban afectados por el exceso de pastoreo ovino y por el avance de la frontera agrícola. Convencer a la gente de reemplazar los borregos, que eran la principal fuente de ingresos, fue el desafío más importante.

    Una estrategia consistió en reemplazar los borregos por camélidos nativos de la región andina que no dañan al medioambiente, como alpacas y llamas. Organizaciones no gubernamentales y el Gobierno Provincial de Chimborazo respaldaron el proyecto.

    El segundo paso fue la capacitación. Al menos 30 personas se formaron como guías nativos, mientras que mujeres y adultos mayores aprendieron nuevas técnicas para elaborar artesanías de alta calidad con fibras de alpaca.

    Cuando cada comunidad logró consolidar un producto turístico atractivo, finalmente estuvieron listos para asociarse y fundar una operadora propia. La empresa oferta 17 recorridos diferentes que cuestan entre USD 60 y 120.

    En promedio reciben entre cuatro y cinco grupos al mes, pero cuando inicia la temporada alta la agenda se llena y hay recorridos casi a diario. Los recursos se reinvierten en mejoras de infraestructura para cada comunidad.

    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
  • Trámite: cómo calificar como operadora de Finanzas Populares

    Fuente: Programa de Finanzas Populares.

    1¿Qué es una operadora de finanzas populares? Se trata de cajas y cooperativas de ahorro y crédito, organizaciones no gubernamentales (ONG), bancos, empresas de economía social y solidaria… Se las conoce como Organizaciones del Sector Financiero Popular y Solidario (Osfps) y están reguladas por el Programa Nacional de Finanzas Populares.

    2¿Para qué deben calificarse las Osfps? El Programa Nacional de Finanzas Populares (Pnfpees) canaliza recursos estatales para potenciar actividades y capacidades de emprendedores. Estos recursos son entregados a las Osfps calificadas que a su vez destinan los rubros a quienes lo requieran. A finales del 2011, se adjudicaron USD 120 millones más al presupuesto del Pnfpees.

    3¿Qué documentos se requieren para la calificación? Los documentos a presentarse son: un oficio dirigido a Geovanny Cardona, secretario técnico del Pnfpees, que exprese el interés por trabajar en coordinación con el programa; una certificación suscrita por el Gerente o Director de cada entidad de la información provista; y el acta de la Asamblea de Socios o del directorio en el caso de ONG o el consejo de administración, realizada dentro de los 45 días anteriores a la presentación de la solicitud en la que se deje constancia del acuerdo a acceder al financiamiento.

    4¿Qué otros requisitos son necesarios para la calificación? Además de lo solicitado se añade la hoja de datos del solicitante donde constan los datos de la institución, el número de socios y la cobertura de agencias a escala nacional de la Osfps solicitante. La documentación se entrega en las oficinas del Pnfpees: Juan León Mera N22-57 y Veintimilla, en el centro norte de Quito.

    5¿Qué documentos se solicitan para las cooperativas de ahorro y crédito? Para este caso se deben adjuntar -entre otros- las copias del Registro Único de Contribuyentes, el nombramiento del representante legal, copias de las principales políticas de crédito, manual o reglamento de crédito… Para el caso de las cajas de ahorro y crédito y los bancos de microcréditos existen más requisitos en el sitio web www.finanzaspopulares.gob.ec. El trámite es gratuito y demora hasta quince días desde la entrega de los documentos. Hoy existen en el país 207 entidades calificadas para operar fondos.