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  • ‘El Pacto Global beneficia a empresas de todos los tamaños’

    Redacción Quito

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    El Pacto Global es una iniciativa de la ONU, que surgió en 1999. Es una oportunidad para que el sector empresarial se vincule de forma coordinada con la ONU en sus propósitos de desarrollo. A este proceso se sumaron los objetivos del milenio y ahora la agenda 2030 y sus 17 objetivos de desarrollo sostenible. En Ecuador Corporación Ekos preside el capítulo del Pacto Global. LÍDERES habló con su gerente, Mauricio Morillo.

    ¿Cómo se dio su vinculación al Pacto Global?
    En todos los países el Pacto Global permite constituir una organización. En Ecuador, el Pacto Global ya tiene estatutos, su normativa y sus formatos de gobierno. Cada dos años los miembros se reúnen en asamblea y eligen una empresa que preside el grupo en el país. La empresa elegida dirige el Pacto por dos años, en este caso es Ekos a la que represento legalmente. Es una dinámica interesante porque cualquier organización puede aspirar a tomar la presidencia del Pacto Global, capítulo Ecuador.

    ¿Qué empresas estuvieron antes?
    El primer liderazgo lo tuvo Pronaca, después Telefónica. Hemos crecido de 44 a casi 120 organizaciones activas en Ecuador. A escala global son más de 15 000. Es una comunidad de desarrollo sostenible.

    ¿Qué posibilidades tienen las empresas al ser parte del pacto global?
    Son enormes. El primer punto a destacar es que las empresas aceptemos que ya cambiaron las reglas de los negocios. Hoy para ganarse la lealtad del consumidor y seguir vendiendo su producto o su servicio, una empresa va a tener que estar enmarcada en el concepto de desarrollo sostenible. No por presentar un buen producto hoy en día se puede maltratar a los colaboradores o utilizar materiales nocivos, violar normas… Con el Pacto Global de la ONU se crean buenos vínculos con los clientes y ellos se enteran y están seguros de que su proveedor cumple el desarrollo sostenible. Al ser una red de redes hay un networking con el mundo entero. Se pueden contactar a empresas similares a la de uno que haya avanzado en su modelo de negocios, con los conceptos de sostenibilidad.

    ¿Qué debe hacer una empresa para estar dentro de esta red de redes?
    En el Pacto Global toda empresa, pequeña o grande, tiene el mismo voto. Tienen los mismos derechos y eso hace al pacto muy atractivo y diverso. El requisito mínimo es tener 10 colaboradores y contar con una representación legal para entregar documentación que se revisa en la ONU, en Nueva York. Ahora hay que cumplir responsabilidades porque cada año la vara será más alta. Ya le dimos sustento al pacto Global en Ecuador y ahora trabajamos para obtener resultados y cumplir las metas trazadas.

    ¿En Ecuador se cumple esa diversidad de la que usted habla?
    Sí, tenemos empresas de distintos sectores, emprendimientos pequeños, así como grandes compañías.

    ¿Qué logros se han obtenido hasta el momento?
    En Ecuador el Pacto Global surgió en el 2011. Los logros han sido establecer la organización, darle estatutos, razón jurídica. Se han contactado decenas de empresas. Este año estamos dando un paso enorme con el reconocimiento a las buenas prácticas de desarrollo sostenible. El martes 21 de noviembre se darán estos reconocimientos a 60 prácticas de unas 50 organizaciones. Eso permitirá hacer público que en Ecuador se cumplen buenas prácticas de desarrollo sostenible.

    Mauricio Morillo, como gerente de Corporación  Ekos, preside el Pacto Global de la ONU, en Ecuador. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Mauricio Morillo, como gerente de Corporación Ekos, preside el Pacto Global de la ONU, en Ecuador. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Latinoamérica necesita un nuevo pacto para preservar avances de década pasada

    Agencia EFE

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    Latinoamérica mantendrá los logros de la pasada década de expansión económica si profundiza las medidas de redistribución de la riqueza con nuevos pactos que permitan mejores ingresos fiscales, transferencias económicas a los más necesitados y refuercen la formación de capital humano, afirmaron hoy expertos.

    Convocados por el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cerca de un centenar de legisladores de la región debatieron en Panamá en el foro «Balance y Perspectivas de la actual situación económica y social de América Latina y el Caribe».

    La presidenta del Parlatino y de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, sostuvo que la región tenía que «recuperar» el impulso de los diversos procesos de integración que quedaron «en pausa» en «la década del boom» iniciada el 2000 y «profundizar los cambios del sistema económico con pragmatismo y una ética de lo público o seguimos igual y volveremos a ser economías primarias».

    «Debe acelerarse la creación de la nueva arquitectura de la economía para consolidar los cambios estructurales y evitar los enfrentamientos entre países fomentados muchas veces por las trasnacionales», advirtió.

    Sobretodo, respecto a la propiedad de los recursos naturales ante «la codicia» del poder económico que mira que el 40 % del agua dulce del mundo está en Latinoamérica.

    El economista ruso Yury Moseykin, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Pueblos (Rusia), advirtió que «necesitamos sistematizar los procesos para sacar partido de los espacios disponibles» en una realidad en la que la relación Norte-Norte fue trastocada «con la irrupción de China», cuya propia ralentización afecta a Latinoamérica en la actualidad.

    «El mundo multipolar del que se habla, no se refleja aún en la realidad, Latinoamérica no es influyente en la nueva configuración política y económica», expresó.

    Este mundo en transición, donde los BRICS (países con economías emergentes) eran una señal de la multipolaridad, ve ahora su pérdida de dinamismo y que «el orden mundial pasa por los acuerdos entre China y Estados Unidos».

    «China desacelerándose crea más incertidumbre en Latinoamérica, que se ve como regenerándose como una región periférica con una integración no sólida ni versátil, por lo que existe la amenaza del retroceso» que puede devolver a la pobreza a 30 millones de latinoamericanos, de acuerdo con el PNUD.

    El «nuevo modelo» requiere que la consolidación del progreso se haga desde el sector público y privado porque «la globalización ha demostrado que no es garantía de estabilidad, se necesita un auténtico sistema de gobernanza mundial y una presencia más dinámica de Latinoamérica en los diversos organismos de la comunidad internacional», explicó.
    Para Moseykin se trata «de romper el círculo vicioso, con más educación hay más libertad económica».

    Por su lado el economista jefe del PNUD para Latinoamérica y el Caribe, el boliviano George Gray, clamó por la búsqueda de «nuevos consensos» con una agenda común que contemple tanto el consumo como el suministro de servicios a la población en una «era posextractivista» tras el «boom» de la década pasada.

    «Dos tercios del crecimiento de la década pasada fue por el consumo» que llevó a la clase media a un grueso de la población y provocó una transformación social y laboral que resulta precaria «ante la caída de la inversión y de los precios de las exportaciones».

    Entre 2000 y 2012 el 54 % que salió de la pobreza fue por su ingreso laboral, el 21 % por las transferencias sociales, el 9 % por las pensiones y el resto básicamente por las remesas, apuntó Gray.

    «Dos de cada tres empleos se crearon en el sector servicios, que es muy sensible a la desaceleración, que ya lleva cinco años, más dos años de contracción económica en Latinoamérica», sostuvo.

    Una «coalición keynesiana no es suficiente», acotó, ante el nuevo escenario en el que se puede perder el 30 % de los 94 millones de latinoamericanos que salieron de la pobreza, por lo que necesita «un nuevo consenso que contemple los empleos, la protección social, la paridad de genero, la calificación laboral, porque más de lo mismo ha probado que no rinde lo mismo».

    Diputados del Parlamento Latinoamericano participan en la presentación del Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2016, en la sede del Parlatino en Ciudad de Panamá (Panamá). Foto: EFE
    Diputados del Parlamento Latinoamericano participan en la presentación del Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2016, en la sede del Parlatino en Ciudad de Panamá (Panamá). Foto: EFE
  • El cultivo de café empuja un plan de asociatividad

    Redacción Quito

    Los cafetaleros del noroccidente de Quito y Pichincha saben que su café tiene potencial. Por eso ellos trabajan bajo el modelo de asociatividad en el proyecto denominado Café de Quito.

    Son por lo menos 70 productores que tienen cafetales, pero que necesitan asistencia técnica. 20 no están formalizados y otros 10 están dispuestos a implementar en sus fincas modelos de aprendizaje y desarrollo tecnológico, según un comunicado.

    El proyecto Café de Quito busca que los pequeños productores inviertan en dos aspectos claves: tecnificación y nutrición de las plantaciones. Cumplir estos requisitos les permitirá mejorar los rendimientos en sus terrenos.

    En el proceso, los productores cuentan con el acompañamiento de la agencia municipal ConQuito y del Ministerio de Agricultura. Entre las metas de este trabajo se establece que los pequeños productores puedan acceder a mercados de exportación diferenciados.

    Otro actor es Café Vélez, firma que colaborará en la industrialización y la comercialización de los cafés especiales de altura. Las parroquias de Pacto, Gualea, Nanegal y Nanegalito cuentan con climas adecuados para la producción de estos tipos de café; la franja ideal oscila entre los 1 400 y los 1 600 metros sobre el nivel del mar para la obtención de variedades como pacamara, typica, bourbon y gueisha.

    Según un comunicado, el mercado para los cafés diferenciados crece anualmente a un ritmo del 17% y no se prevé en el mediano plazo que la demanda sea satisfecha. «Los compradores buscan nuevos orígenes», añade el boletín.

    Como parte del programa, el fin de semana se realizó una suerte de salón del café del noroccidente de Pichincha para promover la oferta y el consumo de estas variedades de café a escala nacional.

    Datos

    • En Quito. Existen cafés de calidad que llegan a catar hasta 93 puntos sobre 100 en mercados internacionales.
    • Ventaja. La buena calificación otorga precios diferenciados en el mercado.
    • Una zona. En el noroccidente de Pichincha se produce esta clase de café.
    • 100 productores son parte del programa