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  • El arroz y palma son sectores que tienen potencial

    Redacción Guayaquil  (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Los principales productos de exportación hacia el mercado chileno son banano, enlatados de pescado, plástico y manufacturas, camarón y frutas. Entre estos cinco se concentra el 62% de las exportaciones no petroleras, según los datos de la Federación de Exportadores (Fedexpor).

    Con el acuerdo de complementación, el sector exportador aspira a trabajar en nichos específicos con valor agregado, que permitan acceder a más mercados y no solo a mantener las relaciones.

    Por ejemplo, el sector arrocero, que gozará de preferencias arancelarias, trabaja en los productos que enviará a ese país. “El consumidor chileno no es un gran consumidor de la gramínea, pero su preferencia apunta a bienes de valor agregado”, señaló Juan Pablo Zúñiga, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom).

    Según él, Chile demanda insumos saborizados, vitaminizados y envejecidos y Ecuador los produce, así que existen oportunidades. Zúñiga dijo en que se debe trabajar en mejorar la competitividad y reducir los costos de producción.

    Para el sector palmero, en cambio, existen oportunidades para el desarrollo de productos industrializados. El acuerdo permite el acceso al mercado chileno de productos de palma ecuatoriana como el aceite crudo, semielaborados, aceites comestibles, margarinas, grasas, productos de limpieza, entre otros.

    De acuerdo con datos de Propalma, durante el año pasado el mercado total de exportación para aceite crudo y semielaborados de palma llegó a USD 20 millones; el de grasas y aceites vegetales, a USD 23 millones; el de margarinas a USD 180 millones.

    Otro de los segmentos que también creció fue el de jabones que incorporan como materia
    prima a la palma. Óscar Calahorrano, presidente ejecutivo de Propalma, explicó que la apertura para los productos hechos con base en palma es amplia y las preferencias arancelarias permitirán que se impulsen exportaciones de productos que, al momento, pagaban tributos como las margarinas.

    El acuerdo comercial tiene una visión de acoplarse a la adhesión de Ecuador a la Alianza del Pacífico. En esta oportunidad se pone énfasis en las mipymes, en los encadenamientos productivos y en el fortalecimiento del intercambio comercial a través de las ventas digitales.

    Para Juan Sebastián Salcedo, director ejecutivo de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana (Citec), el acuerdo obligará a Ecuador a adecuar y modernizar varias de sus normativas respecto a protección de datos.

    Además, impulsará a la maduración del segmento de desarrollo tecnológico y la interoperabilidad para la prestación de servicios. Las ‘fintech’, las páginas de ‘e-commerce’ y de servicios ‘business solutions’ podrían encontrar un mercado potencial con este acuerdo de integración.

    Salcedo resaltó que Ecuador tiene talento humano para desarrollar tecnología y, de esta manera, el acuerdo representa una oportunidad interesante para poder expandir sus mercados.

    En la piladora Noelia del cantón Santa Lucía, en la provincia del Guayas, se produce variedades de arroces saborizados para exportación. Foto: Archivo / LÍDERES
    En la piladora Noelia del cantón Santa Lucía, en la provincia del Guayas, se produce variedades de arroces saborizados para exportación. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Esmeraldas concentra la palma de coco

    Bolívar Velasco

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    La producción de cocotero o palmas de coco en el Ecuador tiene una mayor incidencia en tres provincias de la Costa y una de la Sierra, específicamente en Loja.

    En estas cuatro jurisdicciones se reparte la especie nucífera y sus variedades enano, gigante y el híbrido. Según el Censo Nacional Agropecuario, las palmeras de esta fruta están en Esmeraldas, Manabí, Guayas y Loja.

    La provincia que mayor producción tiene es Esmeraldas, con un número de hectáreas que alcanzan el 77,26% del total nacional, seguida de Manabí, con el 18,72%.
    En la ‘Provincia Verde’ el coco se concentra en el norte, en los cantones fronterizos: Eloy Alfaro y San Lorenzo del Pailón.

    En estas dos localidades hay 4 011 hectáreas que se constituyen en el mayor pilar de la producción y ventas anuales que se registran en toda la provincia.

    El Ministerio de Agricultura, Acuacultura, Ganadería y Pesca (Magap) refiere que este sector se mueve con base en las asociaciones y los productores independientes. De acuerdo con Jacob Saavedra, dirigente del Centro Agrícola de Esmeraldas, la palma de coco es parte de las tradiciones y la cultura de la provincia.

    Es por eso que su cultivo ha movido por años a productores y microempresarios que incursionaron en proyectos de agroindustria. Uno de esos empezó en el 2010, en la localidad de La Tolita Pampa de Oro (Eloy Alfaro).

    Con una inversión de USD 265 000, entregados por la Fundación Ítalo-Ecuatoriana y el Municipio de la localidad, se puso en marcha esta iniciativa que adquirió el nombre de Agroindustria Cocotera Tolita Pampa de Oro.

    La microempresa comercializó en sus dos primeros años cinco toneladas de coco puro y desecado a mercados de Quito, Guayaquil y Santo Domingo.

    El proyecto, actualmente, está en proceso de reactivarse, pues pasó por una suspensión que implicó una reestructuración de la administración, según el socio Washington Méndez.

    Ecuador tiene grandes posibilidades para explotar aún más este cultivo, que es de carácter permanente en la Costa.

    El analista Alfredo Saltos asegura, en su columna en El Diario (Manabí), que es necesario trabajar en un plan de reconversión de los árboles de larga data, que se han vuelto poco productivos.

    Por ejemplo, una especie de más años genera hasta 40 unidades, mientras que una más joven puede llegar a los 100 cocos.

    De esa forma, se ayudaría a estrechar la brecha que existe entre la oferta y la demanda.
    Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los requerimientos aumentaron en el 2014 en un 10%, mientras que la provisión bordeó el 2%.

    Como consecuencia de eso se atribuye a las plagas y enfermedades que atacan a la palma. Un análisis de ProEcuador indica que las ventajas competitivas, además, pueden ir por la producción en pequeña escala, en la calidad, sabor y en un aprovechamiento de sus derivados.

    Las ventas de agua de coco envasadas en botellas son una muestra de comercio con valor agregado.

    Esta estrategia de negocio ha tomado fuerza en los últimos años en Manabí. En los cantones Portoviejo, Rocafuerte, Jama y Pedernales se aprovechan los frutos que dan las plantaciones para venderlos de manera informal en las principales carreteras.

    El director de Turismo de la Prefectura manabita, Leonardo Hidalgo, sostiene que son 3 000 familias las que viven directa e indirectamente de esta actividad.

    En los costados de las vías se observan pequeñas chozas adecuadas con bancas y congeladores que mantienen con buena temperatura el agua de este producto.

    Así se inició, en Rocafuerte, hace cinco años el emprendimiento de Luber Zambrano.
    Antes se limitaba a cosechar la producción de su finca y luego salía en busca de compradores en la ciudad, incluso a Portoviejo.

    Pero debido a la alta competencia que hay en la zona incursionó en las ventas de coco natural helado y luego dio un paso hacia el envasado en botellas de plástico.

    Sus ventas llegan a los USD 100 en el día, mientras que anteriormente le costaba hacerse ese dinero, pues debía esperar hasta tres días para que se cumplieran sus expectativas.
    La experiencia de Tailandia, México y Corea del Sur son un ejemplo de aprovechamiento del coco a gran escala.

    Estos países tienen una participación importante en las exportaciones de agua de coco hacia Estados Unidos.

    Para ProEcuador, otra forma de aprovechar el coco es dándole mayor utilidad a la corteza.
    Así sugiere su uso para extraer el aceite de coco, cremas, cosméticos, bisutería, bolsos y madera para hacer muebles. En Esmeraldas se hacen artesanías en coco.

    La venta de agua de coco en botellas de plástico es la nueva apuesta de los manabitas. Foto: LÍDERES
    La venta de agua de coco en botellas de plástico es la nueva apuesta de los manabitas. Foto: LÍDERES
  • La palma de coco integra a la familia montuvia manabita

    Redacción Santo Domingo

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    Alrededor de la producción del fruto de la palma de coco gira otra de las tradiciones de los montuvios.

    Los miembros de este grupo étnico desarrollaron en el campo la destreza de cultivar y cosechar este producto como una forma de alentar el uso del tradicional machete en las labores agrícolas.

    Jorge Carvajal, oriundo del cantón Rocafuerte, en Manabí, cuenta que tradicionalmente ese objeto corto punzante ha facilitado la cosecha de diversos productos en las fincas y haciendas.

    Es por eso que se hizo muy útil, por ejemplo, para descender desde las palmas de coco los diferentes racimos del producto.

    En Manabí la demanda del coco es alta debido a los abundantes terrenos con esos sembríos.

    En esa provincia hay 1 489 hectáreas de plantaciones de coco y es la segunda jurisdicción a escala nacional con la mayor cantidad de plantas por debajo de Esmeraldas, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería Acuacultura y Pesca. El clima tropical y subtropical de esa zona facilita la expansión. Ahí crecen las variedades enano, gigante y el híbrido.
    Todas se aprovechan para el consumo y el comercio.

    Lúber Zambrano sabe que para cosechar el coco debe vestir la indumentaria típica del montuvio.

    Él utiliza la camisa de mangas largas de tela y un pantalón sencillo acompañado de un sombrero de paja toquilla.

    De esa forma acude cada semana a su finca en el sitio la ‘recta’ hacia Rocafuerte donde tiene media hectárea de esa plantación.

    Luce ese atuendo tradicional del montuvio para mantener la costumbre de sus antepasados.

    También, lo usa para protegerse de las picaduras de insectos y de los cambios del clima en la Costa.

    En el cantón Rocafuerte existen unas 200 hectáreas con sembríos de palma de coco.
    Los montuvios de la zona aprovechan la cosecha que llega cada dos meses para vender el fruto a los comerciantes manabitas.

    En la vía a Rocafuerte hay unos 80 emprendimientos de venta de agua de coco helada o al clima.

    Los locales están bajo pequeñas chozas construidas con pilares de caña guadúa y paja toquilla, que son elementos característicos del entorno de este grupo étnico de la provincia manabita.

    En las pequeñas covachas hay un congelador, una mesa y sillas para que los clientes que viajan a Portoviejo tomen un descanso mientras degustan del agua de coco. Quienes prefieren beberla en el trayecto piden la presentación en botella de medio litro.

    Jorge Carvajal asegura que esta idea nació como una forma de darle comodidad al cliente.
    “Para sostener un coco se necesitan las dos manos. Para una botella empleas una e incluso es más fácil digerirla”.

    La presentación en botella cuesta USD 1, mientras que el coco original 0,75.
    José Vélez, otro comerciante, dice que sus ventas dependen en gran medida del clima.
    En un día soleado vende hasta 100 botellas, pero en tiempo de lluvias salen 30 unidades.
    Los vendedores aprovechan las paradas de buses y semáforos para llamar la atención y así ofrecer su producto.

    Jorge Carvajal envasa  el agua de coco en botellas de plástico con capacidad para medio litro. Su negocio lo tiene en Rocafuerte, Manabí. Foto: Katherine Delgado para LÍDERES
    Jorge Carvajal envasa el agua de coco en botellas de plástico con capacidad para medio litro. Su negocio lo tiene en Rocafuerte, Manabí. Foto: Katherine Delgado para LÍDERES
  • 30 países productores de palma evalúan la situación del sector

    Bolívar Velasco.
    Enviado a Cartagena, Colombia

    Los productores de palma africana de 30 países proyectan sus metas de sostenibilidad y desarrollo al año 2050, y lo hacen en función de las perspectivas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    Según las proyecciones de este ente, para ese año la demanda de alimentos a escala mundial tiene previsto crecer en un 70%, lo que haría necesario garantizar el sostenimiento de alimentos para una población estimada en 9 billlones.

    Estos datos se expusieron en el marco de la XVIII Conferencia Internacional sobre Palma Aceitera que se inauguró este miércoles 23 de septiembre del 2015, en Cartagena, Colombia, con la presencia de 1 200 delegados de Tailandia, Indonesia, Malasia, Colombia, Ecuador, Brasil, Guatemala y Honduras.

    Las perspectivas de la FAO fueron reforzadas por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el ministro de Agricultura colombiano, Aurelio Iragorri. El Mandatario de ese país, a través de un video pregrabado, recordó que Colombia es el primer productor de palma aceitera en América Latina y el cuarto en el mundo.

    El área plantada en Colombia con palma africana es de 450 131 hectáreas, con una producción de aceite de 1,1 millones de toneladas al año. Santos sugirió que este indicador debe ser aprovechado para asegurar los alimentos necesarios que el orbe necesita para los siguientes años. Mientras que Iragorri reseñó que la FAO estima que siete países están considerados para garantizar la provisión de alimentos, entre ellos Colombia.

    Aseguró que en su país los palmicultores han sido claves en el proceso de sustitución de cultivos ilícitos (plantaciones de coca). Por eso, anunció que en octubre próximo la palma será parte del plan de sustitución de cultivos ilícitos, un proyecto que busca retirar de los ‘narcocultivos’ a 64 500 familias.

    El objetivo es sembrar un millón de cultivos en reemplazo de los ilícitos, entre estos, palma aceitera, variedades de leguminosas, maderables y cereales.

    El ministro Aurelio Iragorri refirió a LÍDERES que la idea de este modelo, en lo social, será similar a los que se han aplicado en Ecuador. “A Ecuador en temas agropecuarios le tenemos envidia. Lograron la seguridad alimentaria en el tema del maíz, y aunque se demoraron ocho años, lo lograron con programas que nosotros les estamos imitando, como la entrega de los kits a la gente”.

    Jens Mesa Dishington, presidente Ejecutivo de la Federación de Cultivadores de Palma en Colombia, comentó que la FAO es una fuente importante para auscultar y mostrar que en la agricultura hay muchas posibilidades para alimentar al mundo, y que con base en ello, en la producción del aceite de palma se dan escenarios importantes para sostener ese propósito. Hizo comparaciones. Por ejemplo, para alimentar a la población mundial se calcula que se necesitan de 38 a 40 millones de hectáreas de palma.

    Mientras que para igual propósito se requieren 400 millones de hectáreas de soya. De ahí que el directivo argumentó la idea de que el sector tiene mucha oportunidad de crecimiento a largo plazo.

    Según cálculos de los conferencistas del encuentro de palmeros, en el mundo actualmente se producen entre 55 y 57 millones de toneladas métricas de aceite de palma.

    Pero para el secretario General de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO), Darrel Webber, esta cifra es menor frente a las aspiraciones que se tienen para que estas obtengan una certificación a escala mundial. Señala que actualmente solo 11,4 millones de toneladas (20%) de la producción tienen el estándar de calidad RSPO, lo cual involucra a 2 166 miembros en el mundo.

    Uno de los beneficios de esta norma son las oportunidades de desarrollo económicas que tienen las empresas en el mercado internacional. En ese marco, Webber se refirió al caso de Ecuador cuyo 30% de la producción de aceite palma se envía a la Unión Europea.

    La XVIII Conferencia Internacional sobre Palma Aceitera se extenderá hasta el viernes 25 de septiembre del 2015, en el Centro de convenciones Julio César Turbay Ayala, de Cartagena. Las próximas ponencias abordarán los escenarios económicos del sector palmicultor frente al precio del barril del petróleo, las nuevas energías a partir del aprovechamiento de la biomasa.

    Palma
    El ministro de Agricultura de Colombia, Aurelio Iragorri, expuso las condiciones positivas que tiene el sector palmicultor para sostener la alimentación mundial. Foto: EFE
  • El 50% del aceite de palma ecuatoriano se exporta

    Redacción Quito

    Ecuador es el segundo productor de aceite de palma a escala regional. Así lo estableció la consultora Oil World tras un estudio efectuado entre septiembre del 2010 y octubre del 2011. El país tiene el 15,1% de la producción regional; Colombia es el líder con el 31,6% de la producción y Honduras está en tercer lugar con el 11,2%. El porcentaje restante (57,9%) se divide entre otros países.

    Otro dato lo tiene la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Ancupa): el gremio indica que la producción ha crecido de un 5 a un 10% anual en los últimos 10 años.

    Bajo este panorama se cumplió en Quito la III Conferencia Latinoamericana RSPO para la producción sostenible de aceite de palma. La jornada se cumplió la semana pasada con el respaldo de Ancupa, el Ministerio de Industrias y Productividad y la consultora Sambito.

    Representantes de Colombia, Brasil, Honduras, EE.UU., Francia y Malasia se dieron cita para debatir las futuras proyecciones del sector en Ecuador y América Latina y promover modelos de agricultura sostenible y bajo impacto ambiental.

    Francisco Dávila, presidente de Ancupa, indica que la actividad palmera ecuatoriana produjo el año anterior cerca de 450 000 toneladas de aceite; de esa cifra el 50% se exportó a países de la región como México, Perú, Venezuela, entre otros.

    Además, el dirigente señala que las exportaciones de palma generaron unos USD 500 millones en el 2011.

    “Esta actividad está constituida por 7 000 palmicultores. De esa cifra el 87% son pequeños agricultores que preparan sus cultivos con agricultura familiar motivando al desarrollo social y laboral”.

    Eduardo Chaguay, palmicultor desde el 2007, cree que es necesario vincularse a la línea ecológica que se da en el mercado mundial. Este agricultor llegó a Quito desde Quinindé (Esmeraldas) para escuchar y aprender nuevas estrategias para incentivar el cuidado ambiental. Cuenta que en promedio produce 18 toneladas de palma al año y espera incrementar este porcentaje en los próximos meses.

    Jens Messa-Disshington, presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite de Colombia, aseguró que este tipo de eventos impulsan las relaciones comerciales entre países. A escala mundial Asia es el continente líder en producción de palma con el 89,2% del mercado; le sigue América con el 5,3%; África con el 4,3% y Oceanía con el 1,2%.

    La conferencia contó con el respaldo de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible, certificadora del núcleo palmero. Este organismo nació en el 2004 para impulsar a gran escala una innovación en el sistema productivo de palma aceitera.

    La palma africana

    La planta. Es originaria de Malasia. Las plantaciones de palma comienzan a producir frutos a los 4 y 5 años de ser implantadas.
    En el país. Hay 250 000 hectáreas sembradas principalmente en Quinindé, Santo Domingo, Quevedo y San Lorenzo.

  • Un sueño de palmicultores que se convirtió en industria

    REDACCIÓN SANTO DOMINGO

    La palma aceitera es la materia prima de la empresa Epacem. Con esta materia se elabora productos oleaginosos como el aceite, la margarina, la manteca y productos de limpieza como el jabón. Eso no es todo: con los desperdicios se genera energía limpia para abastecer al 60% de la planta, que está ubicada en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Además, hace un año creó una planta de compostaje (abono orgánico) para que los 500 medianos y grandes proveedores fortalezcan sus cultivos con nutrientes como el potasio y el sodio.

    Wandenber Velasteguí es un pequeño palmicultor del sector de Las Golondrinas (La Concordia). Cada mes abastece a Epacem con 25 toneladas, desde hace tres años. «Los técnicos me ayudaron a mejorar mis cultivos y mis ingresos».

    Cada tonelada de palma se compra en USD 140. Para determinar el rendimiento de la fruta se hacen estudios de extracción en uno de los laboratorios en la planta, en Santo Domingo. «De esta forma el agricultor conoce la realidad del cultivo y puede mejorarlo con abonos orgánicos como el de la planta de compostaje que nosotros realizamos», explica Alfonso Castro, jefe de la planta de extracción de Epacem.

    Al centro de acopio de Santo Domingo ingresan 100 toneladas de fruta a diario, en camiones y camionetas. Los racimos de la palma se colocan en un recipiente y un técnico controla la calidad. Luego se trasladan a la planta industrial para el desgranaje, esterilización, extracción y refinamiento de aceite.

    Julio Borneo, jefe administrativo y logístico de la planta industrial de Epacem, cuenta que la tecnología con la que procesan alrededor de 90 toneladas diarias de aceite no se compara con la de hace 40 años, cuando se creó la industria. «La empresa inició como un sueño de los cinco palmicultores que formaron una la sociedad anónima. Pero en 10 años se fueron sumando más accionistas».

    Por ello en 1985, la directiva de la empresa empezó a procesar la materia prima y se creó la planta de refinamiento en Santo Domingo para la producción y venta de productos terminados. Castro asegura que la ubicación de la planta es estratégica porque ayuda a que la recepción sean más rápida. Esto debido que los proveedores son agricultores del Guayas, Los Ríos, Pichincha, Esmeraldas y Santo Domingo.

    Sin embargo, en verano la recepción de palma baja a 60 toneladas diarias, por el clima. Para prevenir el desabastecimiento se almacenan en tanques alrededor de 300 toneladas del Oriente. Además, en el 2012 Epacem adquirió la empresa Palmar del Río, en el Coca (Orellana). En un área de 11 000 hectáreas se cultivan 4 000 toneladas adicionales para suplir necesidades de verano.

    En esta empresa tienen un área de investigación de 250 hectáreas. Allí se cultivan semillas certificadas; también se experimentó con una palma híbrida, que es más resistente a las plagas. Esta es distribuida a los palmicultores que proveen a la empresa.

    Hasta hace cuatro años la exportación era el eje del negocios. El aceite, la manteca y la margarina industrial han llegado a 12 países entre los que sobresalen Venezuela, Holanda y México. Ahora también se vende en el mercado ecuatoriano. Castro asegura que para llegar al mercado local se modifican algunas líneas de producción. Por ejemplo, la manteca que se elabora para la Sierra es suave y la de la Costa es más compacta.

    La empresa tiene cerca de 700 clientes entre distribuidores, mayoristas, tiendas, panaderías, restaurantes, hoteles, agricultores y ganaderos. Carmen Vera, por ejemplo, tiene una panadería en Santo Domingo. Con la manteca y la margarina elabora panes, tortas y galletas. «Los productos son económicos y el sabor no es concentrado».

    EL INSIGNIA

    ‘Con orgullo la labor social’

    En este mes cumplo 22 años en la empresa. Pertenecer a esta industria me ha permitido crecer profesionalmente. Inicié como operador de báscula en la planta industrial de Santo Domingo. En este cargo aprendí sobre la recepción y el pesaje de la palma. Luego me ascendieron a auxiliar de bodega. En este cargo estuve unos 10 años y ahora soy jefe de la bodega de repuestos.

    Trabajar en esta empresa me ha permitido encontrar buenos compañeros, pero sobre todo amigos. Una de las cosas más interesantes de la empresa es la labor social que tiene. Por ejemplo, en el programa educativo le brindan becas de estudio y material didáctico a las personas más necesitadas.

    «Compartir más de ocho horas con los compañeros  permite que los veamos como parte de la familia».