Mantener la motivación de un equipo de trabajo siempre es un desafío. Y lo es más en las actuales circunstancias en las que la incertidumbre por el futuro laboral es grande.
El temor al covid-19, el teletrabajo, la reducción de las horas laborales, la disminución de los sueldos, la economía del país, entre otros temas, inquietan a los colaboradores de las empresas en estos días. Eso puede generar cuadros de estrés y desgano en el equipo. La consecuencia es una menor productividad.
Para Daniel Dávalos, CEO de la consultora de recursos humanos Selecta, existe un proceso que toda persona debe aplicar para vencer los miedos. El primer paso es superar el miedo. “El miedo genera ansiedad y detiene. Es imposible tener un buen desempeño si tienes miedo”.
Para Dávalos los líderes de las empresas no pueden presionar por un buen resultado sin primero ayudar a superar el miedo del equipo. ¿Cómo se supera el miedo? Lo primero es aclarar la dimensión real del problema y aceptarla. El consejo de este experto es convocar una reunión con datos reales de la situación del mundo, el país, la empresa y el área, hablar con honestidad sobre lo que está pasando a pesar de que no sean noticias populares.
“Las personas, aunque se sienten tristes, valoran la honestidad y eso les da tranquilidad de saber dónde están parados. Pasada la claridad de dónde estamos puedes pasar a levantar el ánimo con una estrategia de adaptación”.
Este segundo paso implica saber que los planes de la empresa cambiaron y seguirán cambiando los siguientes meses. “Ahora se debe hablar de escenarios y acciones o estrategias desarrolladas en conjunto.
Lo más importante, dice Dávalos, es trabajar basado en las fortalezas de cada uno de los miembros del equipo: “Todos tenemos algo en lo que nos destacamos y en eso fluimos sin necesidad de supervisión, mejora nuestra autoestima, nos automotiva y genera el mejor resultado”, agrega el experto.
PriscilaKon domina el tema de los recursos humanos y es la gerente de Consultoría Contractus. Ella explica que las personas han pasado por momentos de incertidumbre, en donde la prioridad fue y sigue siendo cuidar la salud y la vida. “Ahora las dudas siguen por el futuro del empleo y el rumbo de la economía del país”.
Para Kon, una de las claves en este momento es que el trabajador se sienta respaldado por la empresa y sus superiores. “Los líderes deben definir temas como tiempos de trabajo, para que no se dé una sobrecarga en los horarios. Hemos visto que hay gente desbordada, con más trabajo que el de antes de la pandemia y el teletrabajo les está afectando”.
Kon insiste en el rol de los líderes de las empresas. Ellos deben dar mensajes claros, de tranquilidad y empatía. Eso ayuda mucho al equipo de trabajo. “Se genera confianza al trabajador, que puede sentirse desbordado y colapsará. Más cuando la cabeza está llena de dudas y temores.
En la actual coyuntura cada colaborador también tiene un rol. Lo importante, dice Kon, es la personalidad para afrontar problemas, lo que permite a las personas ser resilientes. En este punto es importante que el trabajador tenga prioridades, como la salud. “Una persona sana puede tener claridad para decidir”.
Luego viene el proceso de ser creativo y confiar en las habilidades que se tienen para tener un nuevo empleo. En este camino, añade la especialista, siempre hay que tener espacio para la familia, porque permite distraerse y reducir la sensación de agobio.
Un equipo motivado rinde un 44% más y aumenta un 27% el compromiso de los empleados, según un estudio de la firma francesa Sodexo. Esto significa que la motivación se traduce en un mayor rendimiento y asegura que todos están alineados con los objetivos y el crecimiento de la compañía.
La consultora añade que la empresa tiene que recompensar la creatividad. Animar al equipo a que propongan nuevas ideas a través de sesiones de ‘brainstorming’ a partir de videollamadas o herramientas colaborativas fomenta que todos se sientan escuchados y partícipes en la actividad de la empresa. Es importante que las buenas ideas se lleven a cabo ya que, de esta manera, se reconoce el trabajo y esfuerzo y hace sentir a la plantilla que se tienen en cuenta sus aportaciones.
Además señala que en estas épocas de teletrabajo es esencial que los líderes hagan seguimiento de los empleados para analizar de forma conjunta los posibles aspectos de mejora. Estos consejos permitirán que el ánimo por lo menos se mantenga para bien de la empresa y sus colaboradores.
Cifra: 44% más rinde un equipo que está motivado en la actual coyuntura
Los expertos recomiendan que los líderes de las empresas no presionen por un buen resultado sin primero ayudar a superar el miedo del equipo, en tiempos de la ‘nueva normalidad’. Foto: Freepik.es
La pandemia por covid-19 terminó siendo un acelerador de la transformación digital de los negocios”. Esa es la conclusión a la que llegó René de Sola, socio de la compañía internacional de asesoría corporativa Tobar ZVS.
Las nuevas normas de distanciamiento social y extremas medidas de bioseguridad impulsan a que los negocios físicos ya existentes den un giro hacia lo electrónico o que surjan nuevas iniciativas empresariales nativas digitales.
“El primer paso para comenzar negocios de este tipo es pensar cuál es el objetivo, qué es lo que debo hacer. Como cualquier negocio corriente. Una alternativa es ver qué cosas están complicadas , que la gente no sabe cómo solucionar o qué podría hacerse de mejor manera. Se debe empezar analizando las necesidades”, dice.
Como ejemplos está el servicio que tras un mensaje de WhatsApp acude a las casas a arreglar electrodomésticos o prender autos sin batería por la falta de uso o la alternativa para que se puedan realizar ciertos trámites en las notarías del país de forma digital. Sola explica que esos son procesos transaccionales, por lo que también se los considera comercio electrónico.
Esta actividad tomó fuerza en el país desde el 2008, aproximadamente. Desde ese momento comenzaron a surgir negocios en este segmento que incluían empresas ya existentes que se digitalizaron, market place (mercados digitales), tiendas en línea, ventas a través de aplicaciones, etc.
Hasta antes de la emergencia, según la Cámara Ecuatoriana del Comercio Electrónico (CECE), los negocios con más dinamismo que trabajaban bajo este esquema eran los de aerolíneas y moda. Una vez que surgió la pandemia tomaron fuerza los de venta de alimentos, retail, aseo personal y de hogar; han ido apareciendo otros como servicios de salud y articulos farmacéuticos.
La CECE calcula que más de 500 empresas hacen, en la actualidad, comercio electrónico en el país. En este grupo están aquellos negocios que nacieron en el mundo físico o los llamados jugadores puros (nativos 100% digitales).
No se considera en este grupo a todas las demás empresas que se dedican a esta actividad vía Instagram, WhatsApp o Facebook y que cobran solo en efectivo. “También hacen comercio electrónico”, explica Leonardo Ottati, director de la agremiación.
El directivo explica que todo emprendimiento digital formal debe cumplir con las normativas de Ley como cualquier otro, es decir las tributarias y laborales.
Tanto él como Giovanni Bastidas, director de las maestrías en mercadotecnia de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA), explican que, una vez que el emprendedor tiene la idea de negocio y su operación en el marco de la vida actual, debe seguir otros cinco pasos para sacar adelante su negocio: contar con una plataforma, definir la parte vinculada a la cancelación de bienes o servicios (sistema de pago seguro y establecimiento de los mecanismos para cobrar el dinero), determinar la forma cómo se va a distribuir, ver cómo se va a hacer publicidad e idear el mecanismo de servicio al cliente.
Sebastián Chiriboga, especialista en Emprendimiento e Innovación de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), explica que a parte de esos pasos operativos básicos es importante que el emprendedor que busca arrancar con un negocio electrónico o que quiere transformarse debe hacer análisis que incluya una evaluación de la situación del emprendimiento actual o del que se prevé desarrollar; priorizar el cambio digital; analizar los clientes vía Internet que puede tener y entender y optimizar la experiencia del usuario.
Mientras que Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, aconseja que las empresas que apuntan a una transformación digital deben tener un consejero con experiencia comprobada en ello; usar datos para entender al cliente; utilizar nuevas tecnologías; tener un proceso de gestión de innovación, etc.
Identificar qué bien o servicio está demandando la ciudadanía y pueda ofrecerse vía Internet es el primer paso que debe realizar todo emprendedor que buscar generar un negocio digital. Esa es la explicación que brinda Giovanni Bastidas, director de las maestrías en mercadotecnia de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA), en relación con la creación de un emprendimiento electrónico.
El empresario debe definir, además, si está en la capacidad de cumplir con la oferta. Leonardo Ottati, director de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE), explica que la firma, además, debe contar con los lineamientos de bioseguridad que la situación mundial exige. Estos deben aplicarse desde que se recibe la materia prima o los bienes terminados, en la producción, empaque, transporte y entrega.
Bastidas agrega que hay que dar forma al negocio dándole un nombre. Un negocio digital formal debe contar con un Registro Único del Contribuyente (RUC) y, en caso de contratar personal, debe estar afiliado a la seguridad social y tener acceso a derechos laborales de Ley.
Ottati recomienda que la facturación sea electrónica. El Servicio de Rentas Internas establece que entre los requisitos para ello está tener firma electrónica, contar con un software que genere comprobantes electrónicos, clave de acceso a SRI en línea y convenio de débito registrado.
Dependiendo de los recursos con los que cuente una empresa que busca transformarse digitalmente o que nacerá nativa digital se debe definir cómo se ofrecerán los bienes o servicios.
Una alternativa para las Mipymes es mostrar sus productos en cuentas de Instagram, Facebook o Whatsapp Business. Este último es una opción versátil ya que la mayoría de personas tiene un teléfono.
Se trata de una aplicación de descarga gratuita que está disponible para Android e iOS. Permite crear un perfil del negocio: nombre (con la posibilidad de establecer si es una empresa verificada); descripción de las actividades que realiza; dirección de correo electrónico; sitio web; geolocalización; horarios y opción para crear un catálogo con fotos de los productos o servicios.
Otra alternativa son los ‘market place’ o plataformas en las cuales los emprendedores puedan presentar su oferta. Una de ellas es Cuando Volvamos, de la Cámara de Comercio de Quito. La idea es que los emprendedores, socios del gremio, muestren sus productos o servicios y ofrezcan un descuento atractivo. El comprador adquirirá su producto a través del botón de pagos y la Cámara adjudicará el valor al propietarios del emprendimiento.
Esta alternativa surgió en el marco de la emergencia por el covid-19, para evitar el cierre masivo de negocios. Las empresas con más capital que quieran ser digitales tienen la opción de contar con su propia página web para la venta.
Los negocios digitales que quieran mostrarse en las redes sociales deben registrarse con un perfil empresarial y no personal.
Daniela Larrea, encargada de emprendimiento de ConQuito, explica que el registro no tiene costo. Lo que sí cuesta es la publicidad en estas plataformas.
“Cuando se hace una publicación y uno quiere llegar a más cantidad de las personas que dieron un me gusta se invierte en promoción. Se amplían las visualizaciones. Por ejemplo, en Facebook se puede pagar desde USD 5 por publicidad. El valor cambia de acuerdo con la cantidad de gente a la que se quiera llegar, el tiempo que se quiera pautar y el alcance por diferentes segmentos”.
Cuando un negocio esta registrado como emprendimiento, Facebook automáticamente le ofrece la posibilidad de publicitar. Dando clic en esa opción se genera la ventana para establecer las especificaciones y realizar el pago.
Un mecanismo similar se hace en otras ‘apps’ vinculadas a esta aplicación. Otras alternativas para mostrar bienes y servicios es la función Facebook Shop, que funciona como una tienda electrónica.
Sebastián Chiriboga, especialista en Emprendimiento e Innovación de la CCQ, indica que “es vital comprender la relevancia de la publicidad en redes sociales y el uso de herramientas para la comunicación en esa vía. Esto decantará en una estrategia de marketing digital efectiva del negocio para llegar al cliente y fidelizarlo”.
Los negocios digitales nuevos pueden empezar cobrando vía transferencias bancarias. Así lo explica Giovanni Bastidas, director de las maestrías en mercadotecnia de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA) .
Actualmente, la mayoría de emprendimientos reciben tanto pagos digitales como en efectivo. Sin embargo, en el marco de la pandemia la entrega de billetes o monedas no es una opción del todo higiénica.
Pero, un menor uso del efectivo es un problema ya que la mitad de la población del país no está bancarizada. No puede acceder a dispositivos como tarjetas de débito o crédito y esa es la principal falencia para impulsar los pagos bajo la metodología digital.
Los negocios digitales también pueden optar por otros mecanismos para cobrar, como los botones de pago. El requisito principal es que cuenten con certificado PCI, que permite que las transacciones viajen de forma segura. Lo usan los bancos para las operaciones con tarjetas de crédito.
Según el informe de Fuentes secundarias ecommerce en Ecuador, de Focus Research & Strategy, de este año, 9,7% de la población compra /paga en línea.
Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, explica que los negocios deben aprovechar las nuevas tecnologías para lo financiero y otros procesos como blockchain, bigdata, drones, robótica, Internet de alta velocidad, impresión 3d, Internet de las cosas, realidad aumentada, etc.
Desde el punto de vista de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE) las empresas digitales que venden bienes deben utilizar los servicios de terceros para la entrega. Entre estos se encuentran las múltiples plataformas que existen en este momento en el mercado. Esto, a decir del director de este gremio, Leonardo Ottati, permite a los negocios tener un peso menos encima.
Considera que al empezar se debe trabajar de esta manera porque no se tiene la experiencia necesaria en producción y distribución para funcionar solos.
Agrega que hay que estar preparados en cuanto a capacidad de distribución. “Hay que nacer entendiendo las salidas controladas, es decir saber cuántas entregas diarias se puede hacer. Si el primer día no cumplo y tengo 500 quejas, el segundo ya no vendo y el tercero quiebro”, comenta.
Las empresas más pequeñas pueden utilizar su propia mensajería siempre que hagan un análisis del cumplimiento de distribución. Un negocio digital pequeño puede funcionar con de tres a cinco personas. Todo depende del producto y de la cantidad de pedidos.
Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, indica que ahora los negocios pequeños tienen la oportunidad de hacerse grandes si usan la transformación digital y tienen una buena hipótesis de mercado que permita desarrollar un emprendimien de carácter innovador.
Todo emprendimieto digital debe entender que tendrá que enfrentar reclamos , devoluciones y quejas.
Las empresas más grandes pueden responder a las personas a través de los llamado “bots”, aunque solo hasta cierto punto. Luego es necesario que personal humano dé respuestas. Cuando es un negocio muy pequeño es fundamental que, al menos, se contesten dudas a través de plataformas como Whatsapp Business o regular. Otro elemento importante es proteger al cliente que hace transacciones en línea y entrega información. Germán Pancho, director de la maestría en gerencia de sistemas y seguridad de la información de la UDLA, explica que la protección de datos personales de clientes se encuentra en un contexto de carácter legal y por tanto debe establecerse la debida diligencia en su manejo.
Entre las medidas que se deben tomar están la clasificación de la los niveles de sensibilidad de la información; el designar a un responsable por la custodia y manejo de la información y la formalización de acuerdos de confidencialidad entre los responsables del manejo y uso de la data.
Se debe evitar el robo de información o el mal uso de parte de terceros. Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, explica que se deben utilizar datos para entender al cliente y analizar la competencia y plantear diferentes hipótesis de nuevas ideas de negocios y sobre todo ver cómo resolver un problema de mercado.
Desde el 2008 tomaron fuerza los negocios digitales en Ecuador. La pandemia se convirtió en un acelerador para que aparezcan o se transformen más emprendimientos de este. Foto: Archivo / LÍDERES
Cerca de 15 500 personas en el país trabajan desde sus casas u otros espacios, fuera de su empresa. Ellas cumplen sus tareas bajo el modelo del teletrabajo.
La práctica consiste en la prestación de servicios en la que no es necesaria la presencia física del colaborador en la oficina; las actividades las puede realizar desde su casa u otros espacios como las salas de ‘coworking’ o trabajo cooperativo según Jaime Guerrero, gerente de la firma G60 Consultores y gestor del proyecto en el Ministerio del Trabajo.
En el Ecuador, las personas que se beneficiaron de esta modalidad -hasta el año pasado- se encuentran principalmente en áreas como la enseñanza, la administración pública y actividades profesionales, según un reporte del Ministerio del Trabajo.
En cuanto a las edades de los trabajadores, estos se encuentran entre los 18 y 59 años, pero la mayoría está en edades comprendidas entre 30 y 39 años. Además, los hombres son mayoría y la modalidad se concentra en las zonas urbanas el país.
En cuanto al número de empresas que aplican esta modalidad no existen cifras consolidadas, aunque Guerrero explica que el número crece con el tiempo.
Las autoridades del Ecuador ya dieron los primeros pasos para formalizar y legalizar el teletrabajo. En agosto del año pasado, el Ministerio del Trabajo emitió un acuerdo ministerial para regular esta condición, por ahora solo en el sector privado.
El reglamento indica que los empleados de una empresa pueden aplicar al teletrabajo en dos modalidades: el permanente, que es cuando el trabajador realiza siempre sus actividades fuera de la oficina; y el parcial, en el que el colaborador realiza su jornada habitual fuera de la oficina hasta un máximo de 24 horas por semana. El resto de tiempo tiene que acudir a su empresa.
Con la normativa se espera que 76 000 trabajadores cumplan sus funciones de manera remota o a distancia hasta el próximo año; y se espera llegar al 2% de la Población Económicamente Activa en los próximos cuatro años, es decir unas 156 000 personas. En cuanto a las condiciones que aplican para el colaborador, la normativa señala que los trabajadores gozarán de los mismos derechos y obligaciones que los compañeros que asisten todos los días a la oficina.
Las empresas están obligadas a tomar medidas para evitar el aislamiento del trabajador. Además, deben proveer de todos los recursos tecnológicos que se requieran, de ser el caso.
Francisco García, gerente general de Soluciones de Talento Humano, sostiene que la incidencia del teletrabajo es aún incipiente en el país debido al desconocimiento. Comenta que las pocas empresas que aplican el sistema, en su mayoría son multinacionales, que a través de políticas internas permiten una mejor gestión del talento humano.
Para el experto, la modalidad tiene diversos beneficios. Uno es la movilidad: para los colaboradores que viven lejos de su sitio de trabajo el teletrabajo les permite ahorrar entre una o dos horas diarias que usan para el traslado.
También se reduce el consumo de energía en la oficina, impresiones, papel, entre otros. Según un estudio de Microsoft, los gastos de oficina pueden bajar un 40%.
Otro punto a favor del teletrabajo es la retención del talento humano que encuentra en este mecanismo una motivación.
Guerrero detalla que hay un solo aspecto negativo que podría presentar el teletrabajo: el aislamiento del colaborador. Por eso el experto reitera que es importante que las empresas tomen en cuenta políticas y programas que permitan la comunicación diaria y directa con los empleados que aplican esta modalidad.
Por ejemplo, el envío de comunicación institucional y la convocatoria a actividades deportivas, jornadas de integración y reuniones por lo menos una vez al mes.
La normativa del teletrabajo en el sector público aún no está vigente. Esto porque hay una serie de ajustes que se deben realizar y que están a cargo del Ministerio del Trabajo, en donde se implementó un programa piloto.
La disciplina es vital para ser productivo
Las 04:30 de la mañana es la hora en la que Wendy Trejo, de 44 años, se despierta todos los días. Primero alista a sus hijos para dejarlos en la escuela en el sur de Quito y luego prepara el desayuno para su esposo.
Luego, a las 08:00, organiza su material de trabajo para empezar su jornada laboral, desde casa.
A partir de abril del 2015, Trejo quien es ejecutiva senior de Operaciones en Seguros Equinoccial, usa esta modalidad de trabajo.
Desde su oficina instalada en la sala de su casa, ubicada en el sur de Quito, todos los días realiza el pago a proveedores, ingreso de cheques al sistema de la empresa y cobros por indemnizaciones.
La quiteña detalla que su productividad se mide de acuerdo a las metas plantadas cada mes por la firma. Por ejemplo, la compañía le entrega de manera diaria, un número de facturas que debe ingresar al sistema. “La disciplina es la clave para cumplir los objetivos” cuenta Trejo. Por eso, su rutina de trabajo en casa, no ha cambiado en los últimos cuatro años en comparación cuando asistía a las oficinas de la aseguradora.
Para que la compañía valide su solicitud, le realizaron pruebas psicológicas. Incluso la visitadora social y el encargado de salud ocupacional en la aseguradora acudieron al inmueble de Trejo en diciembre del 2014, para dar el visto bueno a su pedido.
Al aceptar su solicitud, Seguros Equinoccial instaló en su casa un escritorio, el sistema para que cumpla sus tareas y los equipos informáticos para que Trejo cumpla su trabajo. En otras empresas también se aplica esta modalidad entre los colaboradores.
María Isabel Peñaherrera, gerente de Educación de Microsoft Ecuador, se mueve bajo el sistema de teletrabajo desde hace un año. Todos los días tiene videoconferencias, reuniones y agendas que se gestionan a través de aplicaciones en la nube. Detalla que cada mes la compañía evalúa su gestión, de acuerdo a un esquema de competencias y esquemas.
La idea es que desde su casa, su trabajo sea más productivo y rentable. Por eso Peñaherrera cumple con los parámetros planteados. Pero también, una vez por semana acude a la oficina para trabajar desde allí. De esa manera se mantiene en contacto con sus compañeros.
Para María Cecilia Holguín, el teletrabajo también ha sido clave para generar su propio emprendimiento. La especialista en marketing, en noviembre pasado creó una bolsa de empleo para madres llamada Lila Working Moms.
Ella afirma que antes de ser madre primeriza trabajaba en el área de marketing de una empresa estatal. Pese a que la compañía le dio la licencia de maternidad -de acuerdo a la ley- sintió que necesitaba compartir más tiempo con su hija recién nacida.
Por eso renunció. Y al cabo de unos tres meses empezó a desarrollar su proyecto. La bolsa de empleos Lila Working Moms ayuda a encontrar trabajo flexible o por proyectos a las madres.
A la fecha, al portal se inscribieron 1 570 madres y 26 pymes y emprendimientos inscritos. Impaqto es un espacio de coworking que cuenta con 14 oficinas en el norte de Quito. Su gerenta, Michelle Arévalo Carpenter, explica que esos espacios son usados por empresas pequeñas y también hay espacio para 90 emprendedores y teletrabajadores.
Hasta el momento unas 12 personas utilizan este espacio. Ella comenta que desde este año, se evidencia que el coworking es un complemento del teletrabajo.
Las empresas tienen que facilitar las tareas
Las empresas también deben propiciar espacios para el teletrabajo.
La normativa vigente indica que en los contratos con los trabajadores deben establecer las labores a realizarse, así como la remuneración y otros beneficios. También debe indicar las modalidades para la entrega de informes de trabajo y proveer las tecnologías que necesiten los empleados.
El director de Recursos Humanos de Seguros Equinoccial, Héctor Castillo, explica que 20 colaboradores, de 354 que están en nómina, aplican al teletrabajo completo y parcial. El ejecutivo explica que hace seis años se implementó la modalidad, como una necesidad de apoyo a los colaboradores que tenían limitaciones médicas o de cuidados especiales de familiares.
Los resultados que ha obtenido la firma es el incremento de producción entre un 20% y un 30%, dice Castillo. Es decir si un empleado emitía ocho pólizas de seguros al día, ahora coloca entre 10 y 11 pólizas.
Mientras que Francisco Villagómez, gerente de Servicios de Business IT, explica que en el caso de su firma el primer paso para determinar si alguien puede aplicar el teletrabajo es el levantamiento de un perfil social. Con esta evaluación se determina si el empleado podrá trabajar solo y cumplir las tareas encomendadas.
Robert Minga, gerente de Soluciones en la Nube de Microsoft Ecuador, indica que la compañía paga en algunos casos el servicio de Internet y también provee de las diferentes sistemas que se utilizan para videoconferencias.
Minga detalla que los beneficios son múltiples como ganar dos horas para mejorar la productividad y el fortalecimiento de las relaciones familiares. Pero la cercanía con los compañeros de trabajo se puede debilitar un poco, dice. Por eso Minga aconseja que por lo menos una vez a la semana, el teletrabajador acuda a la oficina.
Wendy Trejo, colaboradora de Seguros Equinoccial, aplica al Teletrabajo desde el 2015. La aseguradora instaló en su hogar todos los sistemas para que ella cumpla su trabajo. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES
Cuando se asigna a un ejecutivo exitoso en su especialidad una responsabilidad integral, ya sea de una división o como gerente general se presentan dificultades que pueden llevar al fracaso la gestión.
Michael Watkins, profesor del IMD (International Institute for Management Development, en Suiza), realizó un estudio entrevistando a gerentes que tuvieron dificultades al pasar de una responsabilidad funcional a una general. El candidato debe realizar siete cambios radicales para consolidarse en la cima.
El primero es pasar de ser un ‘especialista’, que domina su sector, a ser un ‘generalista’, que entiende cómo funcionan las áreas de la organización. El segundo, hacer la transición de ‘analista’ a ‘integrador’; su trabajo le demandará convertirse en un integrador del conocimiento colectivo, que constituye la ventaja competitiva de la organización.
El tercero es dejar el rol de ‘táctico’, que toma decisiones en el día a día, y pasar a ser un ‘estratega’. El cuarto cambio es pasar de ser un eficiente ‘constructor’ en un área específica, a ser un ‘arquitecto’ que diseña cómo debe funcionar la organización.
Lo que se inició como un proyecto de tesis de grado en el 2006, se convirtió tres años después en un negocio que genera ingresos y soluciona los problemas que los zapatos tradicionales generan a las personas con diabetes, empeine alto, espolón…
Diego Arias es el dueño y fundador de Diafoot, una empresa que fabrica calzado ortopédico adaptado para personas con diabetes y afecciones de los pies. Lo que distingue a este negocio es que cuenta con un escáner con el que se toma la huella del pie a sus clientes. Así se elaboran las plantillas para los zapatos.
Durante su infancia, Arias vio de cerca cómo su abuelo, enfermo de diabetes, tenía problemas para caminar con el calzado tradicional. Las costuras internas de los zapatos le raspaban la piel, las delgadas plantillas y lo duro del calzado le causaban hinchazón en los pies cuando caminaba durante mucho tiempo.
“Uno no se imagina lo incómodo y doloroso que puede ser para un diabético caminar con estos zapatos o lo difícil que es encontrar un calzado adecuado. Las complicaciones tardías de un pie diabético pueden ser fatales si no se toman precauciones, puede incluso causar la amputación del miembro”, cuenta Arias.
Por eso, en el 2009, con una inversión inicial de USD 8 000, decidió desarrollar su propia línea de calzado adaptado para personas con diabetes. La mitad de ese dinero lo invirtió en la producción de zapatos y la otra mitad en la adecuación de un local en el norte de Quito.
“Los zapatos para pie diabético cuentan con una horma extraancha, para que no apriete a quien los utilice, no tiene costuras en el interior y tienen una suela biomecánica que distribuye el peso”. explica Arias. Su producto tuvo buena acogida el primer año, por lo que en el 2010 amplió su línea de producción y comenzó a elaborar zapatos para personas con juanetes, con punta extra ancha; zapatos con empeine alto, con medida reajustable de acuerdo al nivel del empeine; para pie plano, espolón calcáneo, artritis, entre otras afecciones. También ofrece plantillas ortopédicas personalizadas según el tipo de pie del cliente.
Cada par de zapatos puede costar hasta USD 99, dependiendo del producto, y las platillas -que pueden ser solicitadas por separado- cuestan USD 45. Adicionalmente, cuentan con la línea Calzado siete días, diseñado para personas que caminan mucho a diario o pasan mucho tiempo de pie.
La venta de estos productos le genera a Diafoot ingresos entre los USD 70 000 y 75 000 al año. Desde hace un año también oferta calcetines para el tratamiento y prevención de várices y diabetes, que se producen en Ambato. En los talleres se fabrican entre 500 y 600 pares al año, de esa cifra se vende un promedio del 80%.
Gustavo Egas, de 66 años, sufre de diabetes y desde hace tres años utiliza los productos de Diafoot. Él cuenta que tiene cuatro pares de zapatos fabricados por la empresa de Arias, y que su esposa, Matilde Álvares, también tiene un par.
“Los zapatos son sumamente cómodos, desde hace tres años no tengo problemas de hinchazón. Las plantillas son de algodón y no producen sudor, eso evita escoriaciones en el pie”, dice.
Otro indicador del crecimiento de este negocio es el número de empleados. Cuando comenzó la empresa, en el 2009, Arias trabajaba solo y enviaba a maquila; ahora, en el 2013 brinda empleo a siete personas en el área comercial; en los talleres en Ambato trabajan 15 personas.
Alison Robalino, clienta de este negocio, cuenta que pasa largas horas de pie por su trabajo. Ella trabaja en atención al cliente en un hospital de Quito y asegura que comenzó a utilizar el calzado de Diafoot por que al final del día, de tanto caminar, los pies le dolían.
“Comencé a buscar una alternativa cuando el dolor se volvió insoportable, sobre todo en las mañanas, que me despertaba y ya tenía los pies amortiguados. Con estos zapatos ya no tengo esos problemas”, dice.