Etiqueta: Pastas

  • Pastas y raviolis, para servirse en 8 provincias

    Priscilla Alvarado  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    La variedad de sabores y un marcado gusto italiano son las fortalezas de Di Simona Pastas. Francesca Petrilli es la propietaria de la firma, que surgió en Guayas y que ahora distribuye a otras ocho provincias del Ecuador.

    Su gusto por la comida italiana la motivó a crear su propia marca de raviolis. Ese es el nombre de un tipo de pasta italiana rellena con diversos ingredientes, generalmente de forma cuadrada y que se acompaña con aderezos o salsas.

    Francesca investigó el mercado ecuatoriano y detectó que no existía una empresa que ofreciera similar producto en el país. Con esta premisa, diseñó un menú inspirado en las tradicionales pastas italianas, pero con adaptaciones de sabor que le aporten su propia identidad al producto.

    El menú incluye, por ejemplo, raviolis de jamón curado y pera; así como espinaca, queso ricota, pollo y tocino. “La idea es que la gente al consumir el producto sienta que tiene un poquito de Italia en su mesa. Además, conservar la calidad que tienen las pastas de ese país, sobre todo, el sabor de casa”, cuenta Petrilli, de 28 años.

    Tras graduarse de la universidad, empezó a cristalizar la idea de tener una marca, en el 2016.
    “Nunca lo vi como un negocio en el que se proyectara un crecimiento exponencial, simplemente quería hacer algo que me gustaba”, recuerda.

    Aunque ella estudió Finanzas en Italia, su pasión por la cocina y los sabores la llevaron a tomar un curso especializado para elaborar pastas. Durante su estancia en Europa, la emprendedora visitó un centenar de restaurantes e hizo prácticas en varios de ellos.

    Petrilli se capacitó en la preparación de las masas, los rellenos, las maquinarias, insumos, entre otros detalles del negocio.

    A su retorno a Ecuador, en junio de ese mismo año, Francesca, con su marca Di Simona, empezó e inscribirse en todas las ferias de degustación de comida que se realizaban en Guayaquil y Samborondón. Allí, asegura, logró educar a los consumidores sobre el producto que estaba ofreciendo.

    Para ese entonces, también, la marca ya tenía un logo y un concepto. Los colores rosado y blanco primaban en los empaques.

    Inicialmente, la joven inició sus preparaciones en la cocina de su domicilio, pero poco a poco, con la acogida que tuvo el producto, tuvo que migrar en el 2018 a una fábrica ubicada en Samborondón.

    En la parte de producción y empacado, los colaboradores se encargan de ser cuidadosos para preservar la forma y calidad del producto. Fotos: cortesía de Di Simone Pastas
    En la parte de producción y empacado, los colaboradores se encargan de ser cuidadosos para preservar la forma y calidad del producto. Fotos: cortesía de Di Simone Pastas

    En el lugar invirtió alrededor de USD 50 000. Con el dinero de la primera inversión importó maquinarias para la preparación de las pastas y materia prima. Además, contrató a un equipo para el desarrollo de los productos ya que, poco a poco, los pedidos se fueron incrementando.

    En la fábrica se producen, semanalmente, unas 50 fundas de 300 gramos de cada sabor de raviolis, 30 cajas de fideos largos y 30 envases de salsas; el monto varía acorde a la demanda. Di Simona está colocado en las perchas de más de 50 puntos en ocho provincias del país.

    Guayaquil, Quito, Manta, Loja y Cuenca son algunas de las plazas donde se puede encontrar el catálogo de la empresa. Además, distribuye a restaurantes, hoteles y servicios de catering.

    Para Mariuxi Ludeña, encargada de compras en Ecuagourmet -establecimiento que adquiere sus productos desde hace tres años-, los raviolis y las pastas tienen gran calidad, frescura y buen sabor. “Es interesante hacer negocios con personas jóvenes y con grandes visiones.

    Francesca tiene muy bien pensada su marca y a dónde apunta con sus productos. Tiene el plus de que cuida cada detalle, desde el empaque hasta el sabor”, señala Ludeña.

    Fabiana Jalil consume los raviolis desde sus inicios, en el 2016. “Siempre están innovando, con sabores y variedades para todos los gustos. Existe la consigna de que es algo rápido que estará en tu plato con un sabor fabuloso y, sobre todo, que al pasar los años la receta se mantiene y se mejora”.

    La meta a corto plazo es expandirse y ganar nuevos mercados dentro del país, principalmente.
    El primer paso es producir para las grandes corporaciones y maquilar su producto. Para ese fin, la propietaria de esta firma está experimentando con nuevos sabores para cubrir todas las necesidades de los consumidores. Además, no descarta, en el mediano plazo, iniciar con la exportación.

    ‘Un sabor de casa bien elaborado’
    Las pastas y raviolis tienen un sabor muy especial y en ellos se refleja una marca personal. Cada detalle de la presentación está muy bien pensado y, al probar un bocado, te transporta al hogar, en donde existe mucho cuidado y detalle. Los productos son originales y creo que no hay alguno parecido colocado en las perchas. Todo esto es parte de una experiencia gastronómica que está ideada por Francesca. Ella buscaba un sabor italiano, de casa; alcanzar a las familias. Por algo, ahora estamos colocados en ocho provincias y con la perspectiva de seguir creciendo. Como jefa de producción, mi función es vigilar que el equipo de colaboradores respete la misma calidad de presentación y el sabor en las pastas. El crecimiento dentro de la empresa creo que ha sido compartido. La marca ha ido madurando con los años.

    La innovación también caracteriza a Di Simona.. Francesca, constantemente, está involucrada en la producción, probando nuevas preparaciones y nuevos ingredientes, pero sin perder la calidad original.

    Francesca Petrilli es la creadora de Di Simona Pastas. La fábrica está en Guayas. Su producto se distribuye, actualmente, en más de 50 puntos.
    Francesca Petrilli es la creadora de Di Simona Pastas. La fábrica está en Guayas. Su producto se distribuye, actualmente, en más de 50 puntos.
  • Una pyme ‘Al dente’ gana mercado en el país

    Redacción Quito

    Arnaldo Grani es italiano y conoce bien el sabor de la pasta fresca al huevo, un producto difícil de encontrar en el Ecuador por su limitada oferta. Esto impulsó a este empresario a fundar Grani & Torri, un negocio que fabrica raviolis, tortellinis, fetuccinis, casarecce… con rellenos de ricotta, espinaca, zapallo, hongos, alcachofa, carne y hasta cuatro tipos de quesos.

    Este emprendimiento comenzó a inicios del 2012. Grani viajaba con frecuencia a Italia y, en mayo de ese año, tuvo la idea de producir su propia pasta con toque italiano, pero fabricada en Ecuador.

    Lo primero que hizo fue buscar accionistas y se asoció con Andrés Hedian, Antonella Torri y José Yépez. De inmediato, viajó a Módena y Bologna, al norte de Italia, para conocer los procesos productivos en factorías de pasta y contactar a las proveedoras de maquinaria.

    «Tenía previsto hacer una inversión inicial de unos USD 250 000, pero con los trámites para los permisos de funcionamiento, la importación de maquinaria y adecuación de la planta invertimos cerca de USD 400 000», recuerda.

    Ese monto incluyó los gastos de adecuación del sistema eléctrico de la planta, un laboratorio y la maquinaria. «El 70% de la maquinaria es importada de Italia. El otro 30% -frigoríficos y cuartos fríos- los compramos en Ecuador», dice.

    La maquinaria llegó en mayo de este año y ese mismo mes la firma comenzó con la producción. Todas las pastas Grani contienen un 23% de huevo, que es el estándar máximo al que llegan los productores de pasta italiana, explica este emprendedor. Además, dice, no contiene colorantes, ni conservantes.

    La oferta de este tipo de productos en el mercado ecuatoriano es limitada, explica Grani, pues su consumo es inmediato. La pasta artesanal que hoy se fabrica en el país no puede conservarse más de dos días, a menos que se congele, «y eso mata la pasta, le resta sabor y daña su textura».

    A diferencia de estas pastas, el producto que se fabrica en este negocio, puede permanecer refrigerada hasta 40 días, sin tener que consumirla en pocos días o tener que congelarla.

    Para comercializar el producto, explica Andrés Hedian, jefe de Ventas de Grani, buscaron mercado en hoteles, restaurantes, cafeterías y empresas de catering. También, comenta, ofertaron sus productos a través de distribuidores autorizados en Quito y Cuenca.

    Otro punto de comercialización y acercamiento al consumidor es a través de eventos en restaurantes y delicatesen, en los que se degusta la pasta con las salsas de su elección.

    Hedian cuenta que uno de los principales problemas con los que se encontraron fue la de obtener los permisos sanitarios, y no por cumplir con los requisitos exigidos, sino por el tiempo que demoran los trámites. «Nuestro producto e instalaciones fueron sometidas y aprobadas en todas las pruebas bacteriológicas reglamentarias y las supervisiones del Ministerio de Salud, por lo que el Registro Sanitario está en proceso de aprobación y eso nos permite comercializar el producto en hoteles, restaurantes, empresas de catering… pero no en las tiendas de consumo masivo».

    Aun así, la firma ya cuenta con una cartera de clientes continua que prefiere sus productos por la calidad y el sabor.

    El restaurante Chez Jérôme, por ejemplo, utiliza los productos de Grani, porque prefiere la pasta fresca en sus platos. Así lo asegura Leandro Escudero, del Departamento de Ventas: «Sus productos son buenos, sobre todo los raviolis que los pedimos con frecuencia».

    Asimismo, Cristian Webster, distribuye los productos Grani en Cuenca y el sur del país. Él asegura que los fettuccinis y raviolis tienen un gran demanda, entre los consumidores de esa zona.

    «El sabor del canelloni relleno de zapallo es original y muy bueno. Acá hay restaurantes de comida italiana que prefieren la línea Grani, porque se trata de pasta fresca. Su calidad y sabor es mejor».