Etiqueta: pasteles

  • Los pasteles sin gluten que se venden por Internet

    Carolina Enriquez

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    De un problema pueden surgir grandes ideas. Esto lo puso en marcha María Grazia Borja, la propietaria de Lolita Pastry Gluten Free.

    Su emprendimiento produce pan, pasteles, pastas, cup cakes, entre otros productos de panadería y pastelería libres del gluten del trigo, avena, cebada y centeno.

    La iniciativa nació luego que a la madre de esta empresaria le detectaron enfermedad celíaca, es decir, intolerancia al gluten. Gracias a su formación en gastronomía ella comenzó una investigación, que se extendió a lo largo de dos años, para la producción de masas que pudieran reemplazar los alimentos que se hacen con trigo y cereales similares.

    Grazia hizo diferentes pruebas hasta dar con la receta indicada. Invirtió USD 10 000 en la compra de equipo e implementación de procesos y desde hace un año comenzó con la comercialización de su oferta panadera y pastelera.

    Lolita Pastry Gluten Free tiene una tienda virtual. Los pedidos se hacen a través de la página web (www.lolitaglutenfree.com) o redes sociales. Los clientes pueden recoger el producto en el taller del negocio o solicitar que se lo entreguen en cualquier punto de Quito.

    El único detalle a tomar en cuenta es que los pedidos deben hacerse con 24 horas de anticipación.

    Para los consumidores, el producto se ha convertido en una bendición. Este es el caso de Gabriela Otatti, quien es cliente desde que empezó el negocio.

    Ella también sufre intolerancia al gluten y le era complicado acceder a productos como pan y galletas que no le produjeran un impacto en su salud. Sin embargo, cuando conoció la oferta de Lolita Pastry Gluten Free quedó encantada porque volvió a disfrutar de tostadas en el desayuno.

    “Son productos con muy buen sabor, De la oferta de este negocio me gustan mucho las galletas tipo chocochips, los ‘muffins’ de zanahoria y el pan”, manifiesta.

    Este último producto tiene una característica particular. Se lo puede congelar y cuando se lo quiera utilizar se lo saca de la nevera, se lo calienta con un poco de mantequilla o queso y queda listo para poder ingerirlo.

    Los productos son para el consumo de cualquier persona, incluso de aquellos que no tienen enfermedad celíaca pero que quieren alimentos sin gluten.

    Grazia explica que su producción requiere de precisión y cuidado milimétrico. Por ello en el negocio se cuida que todos los proveedores ofrezcan también insumos, como el chocolate, libres de trazas de gluten.

    La Asociación Ecuatoriana de Enfermedades Digestivas indica que la enfermedad celíaca se produce cuando al momento de ingerir productos con gluten el sistema inmune agrede a la sustancia y se afecta el intestino. De ahí el cuidado que pone Grazia en toda la preparación.
    Tomando en cuenta las limitaciones alimentarias que enfrentan las personas celíacas ha desarrollado nuevos productos que incluyen mermeladas, galletas, pre pizzas e, incluso, productos estacionales como las guaguas de pan, la rosca de reyes, etc.

    La emprendedora tiene nuevos planes. Quisiera abrir una tienda física para comercializar sus productos en Quito y en Guayaquil. La idea es que la gente pueda comprar sus productos cuando quiera y vivir la experiencia de la compra. Hoy tiene clientes en diferentes ciudades del país y la oferta sigue creciendo. Otro objetivo del negocio es poder industrializar.
    Ahora la empresa brinda un plus para sus clientes que implica la decoración de las mesas de dulces cuando, por ejemplo, se hacen pedidos para una fiesta infantil.

    María Grazia Borja es la propietaria de  Lolita Pastry Gluten Free. Su centro de operaciones está en el norte de Quito, cerca al parque metropolitano Guangüiltagua. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    María Grazia Borja es la propietaria de Lolita Pastry Gluten Free. Su centro de operaciones está en el norte de Quito, cerca al parque metropolitano Guangüiltagua. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • Panes, pasteles y bebidas para gustos universitarios

    Redacción Guayaquil

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    Captar la atención de sus potenciales clientes: los estudiantes universitarios, esa fue la iniciativa que motivó a que Panadería California abra un nuevo local en Guayaquil. El reciente negocio, abierto el 15 de julio pasado, está ubicado en los exteriores del Malecón del Salado, a una cuadra del ingreso de la Universidad de Guayaquil.

    Según Mario Haro, gerente de Marketing de Panadería California, el lugar se escogió después de un estudio de mercado que determinó al sitio como estratégico por la afluencia de jóvenes en el sector. Los resultados mostraron que en el día circulan por la zona alrededor de 30 000 jóvenes y solo de la Facultad de Filosofía (la más cercana) circulan alrededor de 8 000 estudiantes. De esa cantidad al menos un 30% consume frecuentemente productos de pastelería.

    Estos datos permitieron que la empresa tenga la estrategia de crear un portafolio de productos de consumo “prácticos” como porciones de torta, pasteles, donas y bebidas frías y calientes.

    “Estos productos están dirigidos para los estudiantes que generalmente compran al paso su desayuno”, explica Haro. Además, el local ofrece promociones para los cumpleañeros , quienes tienen el 50% de descuento en todas sus compras, únicamente en ese día.

    Harry Pinto, quien atiende el local desde su inauguración, considera la apertura como un éxito. Los productos que más vende son: budines, donas y tortas.

    Según Haro, la facturación diaria está superando los USD 1 000 y tiene expectativa que aumente con las nuevas promociones que están ofreciendo.

    Panadería California tiene 76 años en el mercado y con este nuevo local completa su establecimiento de venta número 60. Actualmente tiene negocios en las provincias de Guayas, Los Ríos y Santa Elena. Solamente en la ciudad de Guayaquil mantiene más de 40 locales ubicados en otros sectores como: el Centro Comercial City Mall, Parque California, Mall del Sur, entre otros.

    “La empresa comenzó con una panadería tradicional de barrio en el centro de la ciudad y desde entonces ha ido creciendo e innovando”, comenta Haro.

    Como parte de sus nuevas estrategias, la firma tiene previsto para este año ingresar con una nueva propuesta: nuevos productos , con diferentes presentaciones y diferentes precios.

    Según el gerente de marketing, lo que buscan es que los productos puedan ser accesibles para todos los consumidores y que tengan estilos de elaboración diferentes y sabores variados.
    El lanzamiento de esta innovación está previsto que se realice a finales de este año.

    La estrategia fue tomada luego de un análisis realizado por un consultor alemán, quien les brindó asesoría para mejorar sus procesos internos y también para innovar en su portafolio de productos que ofrecen al público.

    El nuevo local de Panadería California está abierto desde las 07:30 hasta las 20:30.

    Mario Haro, gerente de marketing de Panadería California, en el nuevo local ubicado en los exteriores del malecón del Salado, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Mario Haro, gerente de marketing de Panadería California, en el nuevo local ubicado en los exteriores del malecón del Salado, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Dos ingenieros que hoy apuestan por los pasteles

    Patricia González

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    El 11 de abril del 2015, Romina Moya y Ángel Chacón dieron el sí a su vida conyugal. Ese día, sin saberlo, también nació Orinoco, Sabor y Sazón, un emprendimiento de catering y pasteles, fundado por esta pareja de venezolanos que emigraron al Ecuador el 2014.

    Los dos son ingenieros electrónicos de profesión, carrera que ejercen en el país. Pero desde el 2015, la casa de la pareja se convirtió en su segundo lugar de trabajo.

    Al año de haber emigrado, deciden casarse. “Teníamos todo, pero nos faltaba el pastel. Era muy costoso”, cuenta Romina, nacionalizada ecuatoriana e hija de padre ecuatoriano, que emigró a Venezuela hace 30 años.

    Solo el presupuesto de un pastel para 50 personas era de USD 400. Gracias a que Romina es repostera aficionada desde niña, la pareja decidió hacerse cargo del pastel y de los bocadillos de la boda.

    La buena respuesta que obtuvieron entre los invitados dio pie a los dos primeros pedidos. Así nació Orinoco, Sabor y Sazón. En principio como ‘hobby’, pero acompañado también de las ganas de emprender un negocio propio. En el caso de Romina había un antecedente: ella tiene una cafetería propia en Venezuela.

    La vida de esta pareja se divide entre la electrónica y su emprendimiento. En su negocio, las noches y madrugadas se convierten en las mejores horas –o las únicas posibles– para trabajar, cuando hay un pedido por entregar.

    La inversión inicial no superó los USD 150, porque contaban con algunos implementos. Pero a finales del 2015 invirtieron otros USD 400 en más instrumentos, entre ellos una batidora de 2 litros.

    Orinoco, Sabor y Sazón se especializa en servicio de catering y pastelería creativa. Uno de sus fuertes son los pasteles tallados con figuras en fondant. “La que el cliente pida”, aclaran. Eso puede ser desde un superhéroe hasta un auto. Todo es comestible.
    El de la precisión en el arte de elaborar cada figura es Ángel, a quien desde pequeño le gustó el dibujo. El proceso para el acabado de cada imagen puede demorar de 2 a 5 días, explica Chacón.

    El negocio cuenta con unos 6 clientes fijos y al mes tienen alrededor de 12 pedidos. La facturación mensual bordea los USD 500.

    Bakkus Teatrum Art Café es uno de sus clientes más asiduos. Orinoco, Sabor y Sazón surte con empanadas y tortas la cafetería del lugar. También les brinda servicio de catering para eventos de otras empresas, que contratan los espacios del teatro.
    “El servicio es muy bueno. Son puntuales y se encargan de la colocación de sus productos”, comenta Paola Soria, gerenta administrativa de Bakkus.

    José Hidalgo les ha solicitado pasteles y bocaditos para cumpleaños. En una ocasión, en el cumpleaños de su hermana, la sorprendió con una canasta de desayuno, otro producto novedoso de este emprendimiento. Para Hidalgo, los precios son asequibles .
    Un pastel para 30 personas, cubierto con fondant, de diseño plano, cuesta USD 50; por el mismo precio tienen actualmente una promoción de 50 bocaditos.

    El plan a futuro es invertir en un local, pero la decisión se encuentra en pausa, por la incertidumbre del país en el plano económico. Pero sí tienen certeza de que les gustaría dedicarse por completo al emprendimiento. “Orinoco, Sabor y Sazón es nuestro primer hijo”, dice Ángel.

    Romina Moya y Ángel Chacón son los fundadores de este emprendimiento. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Romina Moya y Ángel Chacón son los fundadores de este emprendimiento. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Dos locales más para degustar pan y pasteles

    Redacción quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Dos sucursales más de la Panadería La Unión se abrieron en Quito. Los deliciosos panes, pasteles, desayunos y platos fuertes podrán degustarse en el Centro Comercial El Recreo, en el sur de la ciudad, y en el local de la Amazonas y Gaspar de Villarroel, en el norte.

    Joselito Cobo, quien levantó este negocio, está satisfecho con la apertura de estos dos locales, que se suman a los seis que se ubican en determinados puntos de la urbe. Para él, el éxito de la panadería es que mantiene la calidad y el sabor de cada uno de los productos que se comercializan.

    La Unión nació hace casi tres décadas en el sur, en el sector de Chaguarquingo. Son 28 años de tradición y de servicio de calidad a los clientes, comentó Cobo.

    En los dos nuevos negocios, los desayunos son los más cotizados. Yadira Durán acostumbra a ir a comer junto con su familia una vez por semana. Lo hace porque es una fiel clientes de la panadería. “Me gusta porque hay una variedad de productos de panadería e incluso se puede degustar platillos a la carta”. Esta clienta, además, acostumbra a comprar los postres para eventos especiales en su casa o en su trabajo.

    Una de las situaciones que destaca Cobo es que tiene la posibilidad de ofrecer trabajo a otras personas. En los locales nuevos trabajan cerca de 40 personas, quienes realizan las tareas de panadería, atención a los clientes y otras actividades.

    Otra de las fortalezas es que los productos son frescos y pueden consumirse desde las 06:00, cuando abren los locales de La Unión. La jornada es extendida y los locales se cierran a las 22:00.

    El único local que no atiende en esos horarios es el de El Recreo, que se rige a los horarios de apertura y de cierre que tiene el centro comercial.

    Los retos para Joselito Cobo y para La Unión son amplios porque tienen el objetivo de convertir a la empresa en una organización sólida y solvente, con tecnología y recursos modernos que le permitan optimizar los procesos de producción y comercialización de sus productos.
    Los nuevos proyectos se amasarán el próximo año.

    Joselito Cobo en el local de El Recreo, en el sur. Hay cafetería y panadería. Foto: Armando Prado/Líderes
    Joselito Cobo en el local de El Recreo, en el sur. Hay cafetería y panadería. Foto: Armando Prado/Líderes
  • Bombones, pasteles y licor, todo con cacao ecuatoriano

    Redacción Quito

    Idalý Farfán llegó a Loja hace cerca de 10 años para trabajar como periodista, una de las dos carreras que siguió durante su preparación universitaria en Colombia. Sin embargo, no pudo abandonar su segunda pasión, la gastronomía, y en poco tiempo la retomó emprendiendo negocios relacionados con la repostería en Guayaquil.

    Pero no fue sino hasta hace cinco años que decidió formar una empresa dedicada exclusivamente al chocolate.

    Además de ser ‘pâtissier’ y ‘chocolatier’, es decir, chef especializado en pastelería y chocolatería, su tesis de grado de gastronomía se orientó a elaborar el prototipo de una boutique de chocolates como negocio. Esta iniciativa la pondría a disposición de sus clientes, principalmente de bombones con sabores de temporada, que solo estuvieran a la venta una vez al año y que los clientes los esperaran con ansias por su calidad.

    El nombre escogido para esta boutique fue Xocolatl, que es la palabra original en náhuatl (lengua azteca e indígena mexicana) y que designa al dulce por excelencia, calificado como el ‘manjar de dioses’ en América y Europa.

    ¿Por qué escogió Ecuador? Idalý Farfán explica que es el país en la región con la mayor variedad de clases de cacao fino de aroma y en una pequeña superficie.

    Esto y la calidad del cacao fueron los factores esenciales para que Xocolatl se desarrollara en el país.

    La firma utiliza en las preparaciones cacao fino de aroma al 70%. Eso significa, que este chocolate tiene un componente más saludable para el consumo, además de darle un sabor especial.

    Otro factor que le imprime calidad a los bombones es el ‘ganache’ o el relleno, elaborado con base de frutas y hierbas. «Además de ser de alta calidad se mezclan en combinaciones vanguardistas», dice la emprendedora. Estos bombones pueden tener un relleno de rosas con sal, hierbaluisa con mango, pasas con romero o reducciones de vinagre balsámico.

    Y aunque estas mezclas de salados y dulces puedan sonar extrañas, Farfán explica que con el chocolate se llevan muy bien y le dan un sabor inigualable.

    Xocolatl tuvo ventas el año pasado por USD 30 000 y trabaja directamente bajo pedidos de empresas o en su local de la Mañosca y 10 de Agosto (norte). Un bombón cuesta entre 50 y 70 centavos y una caja oscila entre USD 10 y 35.

    Vichy Ich se considera una consumidora de estos bombones. Ella destaca que lo más atractivo de este producto es el contraste que se logra entre el amargo del chocolate y el dulzor del relleno. De su experiencia, también resalta la calidad de los ingredientes utilizados para la preparación de los dulces.

    Oferta del negocio

    La variedad. Xocolatl también produce licor artesanal de chocolate, entre otros productos de pastelería con base en chocolate.

    Capacitación. El emprendimiento también dicta talleres de chocolatería, principalmente en Quito.