Etiqueta: pescado

  • Expertos en camarón y tilapia

    Redacción Guayaquil

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    Cuando el guayaquileño Santiago Salem Kronfle quiso emprender en 1978 no puso su mirada sobre grandes edificios, sino en la construcción de una camaronera de 64 hectáreas ubicada en el Golfo de Guayaquil a la que llamó Subpesca. En ese entonces solo contaba con 18 empleados; hoy suman más de 8 500 trabajadores en todas las áreas.

    Salem tenía 26 años cuando empezó en el negocio, pero desde los 17 ya participaba del diseño de obras junto a su padre y poco a poco se fue especializando en el área de desarrollo de piscinas camaroneras a lo largo del país.

    La adquisición de Santa Priscila se dio en 1986, pero esa procesadora ya existía desde 1976 bajo la administración de otros propietarios.

    Se trató de la primera planta ubicada en el km 5,5 de la vía a Daule, donde se inició la historia de una industria cuyo crecimiento no se ha detenido.

    Además, el segmento de pescado -inicialmente en sociedad– fue el segundo negocio en el que participó la naciente compañía y con el que este ingeniero civil de profesión arrancó el desarrollo de la empresa pesquera que pasó a ser patrimonio familiar.

    Priscilla Salem Barakat, por ejemplo, es la directora de calidad y de ventas nacionales. Ella coordina un proceso de renovación de marca y estrategia para conquistar mucho más el mercado interno.

    Esta industria llegó al puesto 15 de las empresas más grandes por sus ventas, en el 2017. En ese año los ingresos fueron de USD 480,2 millones, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros. En relación al 2016, eso significó un incremento del 12,6%.

    El incremento de las ventas no se ha detenido y en 2018 la facturación trepó hasta los USD 534 millones.

    El camarón, sin embargo, no ha sido el único acierto de la Industrial Pesquera Santa Priscila que lidera en exportaciones camaroneras y se catapulta como la única exportadora de tilapia desde hace dos años y medio. “Anteriormente eran 23 (exportadores), pero la gente se fue saliendo del negocio porque se necesita de mucha inversión para mantenerse”, explica Diego Puente, jefe comercial.

    La empresa logró en 2018 el 15,19% de participación del mercado de camarón, al haber generado 169 466 libras en volumen para enviar.

    Santiago Salem junto a Marcelo Mata, ministro de Ambiente,  durante la entrega de la certificación de Punto Verde.
    Santiago Salem junto a Marcelo Mata, ministro de Ambiente, durante la entrega de la certificación de Punto Verde. Foto: Mario Faustos / Líderes

    Iván Ontaneda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), considera que ese crecimiento está ligado a las inversiones en productividad y tecnología. “Siempre buscan nuevos mercados y nuevas oportunidades”. La resiliencia, dice, es el valor clave de la firma.

    El gerente de producción de la planta de Juan Tanca Marengo en Guayaquil, Antonio Puente, recuerda que hace ocho años cuando inició su trabajo, “un día fuerte significaban
    150 000 libras de camarón, ahora un día fuerte son un millón de libras entre todas las plantas”.

    La adquisición de plantas procesadoras y empacadoras, según Puente, ha influido en ese aumento sostenido, no solo en productividad sino en capacidad de exportación. El camarón de esta firma llega a más de 30 destinos, siendo los principales China, Vietnam, Francia, España y Estados Unidos.

    Santa Priscila logró de esta manera cultivarse durante el boom camaronero que tuvo el país durante la década de 1980 y sobreponerse a la enfermedad de la Mancha Blanca que afectó a la industria en 1999.

    Para Salem, presidente y fundador de la compañía, el buen desempeño alcanzado se debe a los tres pilares en los que se enfocan: aspecto social, ambiental y sostenibilidad económica.

    “La única manera de mantener la competitividad es la tecnología y el capital humano”, dijo Salem durante la entrega de la certificación de Punto Verde el 28 de enero pasado, otorgada por el Ministerio del Ambiente (MAE) y avalada por la certificadora internacional Ceres.

    El reconocimiento convierte a la granja acuícola de Chanduy en la primera en el país en tener esta categoría, por haber reducido en un 13,86 % el consumo de diésel. Un proyecto de renovación que se inició hace un año y medio, con el proceso de electrificación, según Mónica Peralta, directora ambiental de Santa Priscila.

    “Con esto se logra bajar las intensidades de emisiones de carbono y al lograr la eficiencia energética, se produce más o lo mismo a un menor costo”, comenta Marcelo Mata, ministro del Ambiente. El compromiso de la empresa es seguir electrificándose.

    Las bodegas de refrigeración, donde permanecen los camarones antes de su envío, se mantienen a menos 28 grados centígrados.
    Las bodegas de refrigeración, donde permanecen los camarones antes de su envío, se mantienen a menos 28 grados centígrados. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
  • Las exportaciones de harina de pescado caen

    Redacción Guayaquil

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    Entre enero y agosto del 2017, el valor FOB de las exportaciones de harina de pescado cayó 7% en Ecuador con respecto al mismo período de 2016, al pasar de USD 96 millones a 90 millones, según la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

    Si bien el año pasado el sector registró un crecimiento de 32% y alcanzó una cifra récord de exportación: USD 158 millones FOB, la tendencia ha ido a la baja y se estima que la caída seguirá.

    Iván Ontaneda, presidente del Directorio de Fedexpor, asegura que varios sectores mostraron un incremento en su producción debido a una buena temporada de pesca. Pero que no existe sostenibilidad en el tiempo. “El crecimiento es esporádico por factores exógenos, no por competitividad”.

    Este es uno de los factores, aunado a los altos costos de producción, que afectan la industria de la harina de pescado. Ontaneda explica que en una economía dolarizada como la ecuatoriana producir es más costoso. Esto se suma a una falta de tecnificación y la necesidad de generar más créditos.

    El vocero de Fedexpor agrega que los incentivos en los países vecinos contribuyen a que desarrollen una potente política exportadora desde hace al menos 15 años: “Nosotros en la harina de pescado nos mantenemos y luchamos por no caer, pero somos inestables en productividad”.

    De acuerdo con la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), la harina de pescado es el segundo producto pesquero de mayor importancia en el país. Representó 12% de las exportaciones del sector en 2016 y 1,4% de las no petroleras en el mismo año.

    El sector generó USD 273 millones en 2016 en ventas totales, incluyendo exportaciones y comercialización en el mercado local.

    Además, cerca de 40% de su producción abastece la industria interna de balanceados, como la camaronera.

    El año pasado, las compras globales de harina de pescado ascendieron a 2,87 millones de toneladas. De estas, el principal mercado ha sido China, que alcanzó 38% de participación y calcula 59% en este año. Japón se ubicó en el segundo lugar con 12% .

    Del total, Ecuador generó 4% de las exportaciones mundiales (113 740 toneladas), según la CNP.

    Esto representó un crecimiento para el país y lo ubicó en el puesto nueve entre los exportadores de harina de pescado. Sin embargo, el país no se acerca a exportadores como Perú, que tuvo el 25% del mercado con 643 836 toneladas en 2016; y otros como Chile (8%) y Dinamarca (7%), Vietnam y Estados Unidos.

    Bajo esa coyuntura, la caída que ha venido mostrando en el país durante 2017 preocupa al sector.

    Empresa Pesquera Polar es el principal exportador de harina de pescado, con USD 27,8 millones, de acuerdo con Fedexpor. Su director, Carlos Ernesto Cacao, asegura que la caída en la producción ha sido alrededor de 40% con relación al año anterior.

    Este empresario afirma que en ello influyeron las condiciones oceanográficas y climáticas de esta temporada. Cacao considera que el descenso ha sido más evidente durante el segundo semestre y calcula que la producción bajará a la mitad de la que hubo en el período anterior.

    La falta de tecnificación del sector también afecta. Por ejemplo, algunas empresas aún utilizan el viejo método del secado con fuego directo, mientras que en otros países se apunta al secado con aire caliente.

    En el país, las primeras empresas exportadoras de harina de pescado surgieron en la década de los años ochenta. Es un producto elaborado principalmente con peces pequeños, oleaginosos (que almacenan aceite) y huesudos, como la anchoveta. Son sometidos a etapas de cocción, prensado, secado, enfriado, molienda y envasado.

    Por su alto nivel nutritivo, la harina de pescado se utiliza para la alimentación de peces y crustáceos, además de la ganadería.

    El director de Pesquera Polar asegura que por la baja en la productividad y una mayor demanda interna de harina de pescado (dado el crecimiento del sector camaronero), Ecuador se convirtió en importador del producto. Cacao añade que el país ha importado de Perú cerca de 9 000 toneladas de harina de pescado.

    Empresa Pesquera Polar es de las principales exportadoras del país en su área de acuerdo con cifras de la Federación Ecuatoriana de Exportadores. Su planta está en Salango, Manabí. Foto: cortesía Empresa Pesquera Polar
    Empresa Pesquera Polar es de las principales exportadoras del país en su área de acuerdo con cifras de la Federación Ecuatoriana de Exportadores. Su planta está en Salango, Manabí. Foto: cortesía Empresa Pesquera Polar
  • FAO pide fomentar consumo de pescado para enfrentar el hambre en Centroamérica

    Agencia EFE

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    El pescado, por su alto valor nutritivo, puede ayudar a enfrentar el «grave» problema del hambre que aqueja a cerca de 14 millones de personas en parte de América Central, dijo este martes (19 de mayo) en Panamá la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    «Los productos del mar son productos de muy alta calidad nutricional y se constituyen como una alternativa en países donde enfrentamos graves problemas alimenticios», apuntó el coordinador subregional de FAO, Ignacio Rivera, en un taller sobre pesca artesanal y acuicultura que se celebró la mañana de este martes, en la capital panameña.

    El problema es que en América Central, a pesar de ser una región rodeada de océanos, el consumo de pescado es bastante deficitario y se aleja de la media mundial, que ha crecido en la última década motivado principalmente por el incremento de la oferta pesquera, el aumento de la población y del poder adquisitivo de la misma, y la expansión de los canales de distribución del pescado.

    Según la FAO, en el año 2000 se consumía al año una media de 17 kilogramos de pescado por persona. En el año 2012, la cifra asciende hasta los 19,2 kilos. En la región, apuntó Rivera, «solamente Panamá, con 23 kilos de consumo per cápita, supera el consumo per cápita mundial». Le sigue Costa Rica con 12,3 kilos de pescado al año. «El resto de países de América Central  presentan indicadores de consumo muy inferiores, que se sitúan en el rango de entre los 1,7 kilos y los 7 kilos por persona al año», añadió el representante del organismo internacional.

    Los países que enfrentan mayores retos en materia de seguridad alimenticia son, según el organismo internacional, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Expertos de 11 países de la región se reúnen hasta el miércoles 20 de mayo en la capital panameña para buscar fórmulas que aumenten la ingesta de pescado y mejoren la confianza del consumidor en la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala.

    El taller, que forma parte del programa ‘Mesoamérica sin hambre’ y lleva por título ‘Consumo de pescado en Mesoamérica: Las perspectivas para aumentar su contribución a la nutrición de la población’, fue organizado por la FAO y el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).

    «Sabemos que la pesca representa una contribución económica importante para los países de Mesoamérica, el actual reto es cómo lograr que la pesca artesanal y la acuicultura contribuyan a mejorar la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables de la población», indicó el director de OIRSA, Laureano Figueroa. 

    «Es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, nutrientes indispensables en cualquier momento de la vida humana», añadió el representante de la FAO.

    La pesca artesanal se enfrenta a riesgos importantes como la marginalidad social, la sobreexplotación, la contaminación de los océanos, el mal uso de desechos en espacios urbanos y el cambio climático, apuntó Rivera.

    También hay que tener presente al pez tigre, según la FAO, una especie depredadora que representa un peligro para la biodiversidad marina y que se alimenta de peces, langostas y crustáceos juveniles, entre otras cosas. Según datos del organismo internacional, 540 millones de personas viven de la pesca artesanal en el mundo, lo que representa cerca del 8% de la población mundial. 

    El pescado es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, según al FAO
    El pescado es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, según al FAO