Guido Sotomayor creció entre el arte y los libros. Este ambiente fue el propicio para desarrollar su gusto por la cultura y sus manifestaciones.
Orfebre de profesión, estudió en la Escuela Bernardo de Legarda, con una beca del Banco Central. Ahí se especializó en la recuperación de las técnicas de la antigua Escuela Quiteña. Tras esta instrucción decidió hacer una investigación propia sobre los materiales alternativos con los que podía trabajar y sobre la iconografía de las culturas ancestrales de la Amazonía.
Fue entonces cuando empezó a trabajar utilizando como inspiración los petroglifos hallados en la Amazonía ecuatoriana en su taller denominado Curi (oro) Huaira (viento). La inversión inicial para el taller fue en sucres, pero calculado en dólares, se acerca a USD 500. De eso han pasado ya 27 años.
Una ventaja que tuvo en esa época es que la beca del Central le otorgó un fondo para invertir. Sotomayor optó por diseños de petroglifos, porque además de rescatar el valor estético de estos signos, considera que “permiten reflejar algo que está de una manera subjetiva en la cultura”. La iconografía que utiliza es producto de investigaciones de la Fundación Sinchisacha, con la que trabaja desde los inicios del taller.
Después de utilizar diversos materiales para sus obras, entre ellos la tagua, la chonta, la madera, el cuero y la concha Spondylus, Sotomayor se enfocó principalmente en la piedra de río, que es un material que no se usa comúnmente, unido con la plata en incrustaciones y piedras semipreciosas como amatistas, turquesas y esmeraldas. “No hay limitación en cuanto al uso del material”, asegura el orfebre, que trabaja con dos artesanos que le ayudan con las obras según la necesidad.
Para producir cada mes invierte entre USD 1 000 y 1 200. Los precios de sus obras van desde USD 30 hasta 500, dependiendo de la pieza.
Las ventas mensuales alcanzan alrededor de los USD 3 000, pero varía según las temporadas. Por ejemplo, en noviembre y diciembre hay más comercialización por la cercanía de la Navidad.
Los meses de junio y julio son otra época de buenas ventas, pues hay comercialización de joyería en los Estados Unidos, a donde sus productos llegan a manos de turistas que visitan Ecuador, además de dos clientes que se contactaron con Sotomayor a través de ProEcuador. La comercialización en el país se realiza en el Museo Mindalae, la Galería Gourmet Ecuador y en Ethniccollection.
En las temporadas más altas se pueden elaborar hasta 200 unidades por mes. Las piezas, que pueden ser collares, colgantes, aretes, anillos, pisapapeles y adornos, son elaboradas a mano. Además, hay un trabajo previo de recolección de las piedras en las cascadas y ríos de la Amazonía, la preparación del material, pulido, escoger el diseño, etc.
Su trabajo obtuvo una distinción por la Unesco en el 2014, cuando recibió el Reconocimiento a la Excelencia Artesanal.
Guido Sotomayor utiliza la piedra de río, plata y piedras semipreciosas para sus obras con símbolos con diseños y materiales amazónicos. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
Desde hace 14 años Artepiso ofrece al público nacional piedra reconstituida para la decoración de fachadas, baños, piscinas, entre otras áreas.
Este sueño nació de la mano de Guillermo Santana. Se dedicó a investigar y como resultado obtuvo un elemento de decoración que consiste en una mezcla de diferentes materiales pétreos (cascajo, piedra chispa, etc.), colocados en moldes y secados al sol.
Alegría Barredo, subgerente de la empresa, explicó que se trata de un proceso artesanal. A los materiales pétreos se les añade colores y se obtienen piedras reconstituidas con diferentes matices. Estas obtienen características diferentes a las naturales como menor peso, pero mantienen porosidad.
Al inicio, la producción de la empresa era irregular y básicamente se lo hacía bajo pedido. Al tercer año, cuando la comercialización comenzó a tener estabilidad, esta creció a 4 800 metros cuadrados mensuales. Ahora se fabrican unos 20 000 metros cuadrados en ese mismo lapso. En ese tercer año la capacidad instalada era de 20 000 metros cuadrados, mientras que ahora es de 50. Así lo explicó Barredo.
El producto se puede instalar en paredes, pisos, etc. La firma también fabrica esquineros, bordes para piscinas, entre otros. Hay oferta en diferentes espesores, formas y colores. La empresa ofrece al público 10 variedades de pisos y 18 a 20 de revestimientos, 15% de las ventas corresponde al primer grupo y 85% al segundo. Cada ítem tiene hasta cuatro colores, pero, pueden hacer productos bajo pedido.
Daniel Pino, gerente comercial, dijo que, por ejemplo, hace un tiempo hicieron un producto en negro, que no existía en el stock regular. Están próximos a sacar una nueva línea de producto. La empresa cuenta en Quito con un punto de venta directo en el norte. Sin embargo, el producto se comercializa vía 120 distribuidores en 22 de las 24 provincias.
Entre estos se encuentran cadenas como Boyacá, Grifine, Pintulac, Kiwy, etc. Esta última, en la que el producto se vende localmente desde el 2007, cuenta con un negocio similar en Paraguay, llamado Ferrex, en el que se encuentra la oferta de Artepiso.
Katty Caicedo, administradora sénior de Comercial Kiwy en la parte de compras, indicó que con la apertura de dicha tienda en el mercado paraguayo se logró el ingreso de los productos de Artepiso a ese país sudamericano.
Ella destaca que la piedra reconstituida de la firma tiene un precio asequible. “Posee un buen diseño, ayuda a mejorar la fachada de la casa, mejora la calidad de vida del consumidor y le da un estatus mucho mejor a su vivienda”.
Durante toda la existencia de Artepiso el producto se ha exportado a 15 países. El primero fue EE.UU., aunque también se ha enviado a diferentes naciones de Latinoamérica como Venezuela, Uruguay, Chile, entre otros.
Este último era el principal mercado de la empresa hasta el 2014. No obstante, con la devaluación del peso frente al dólar por la apreciación de este último las ventas cayeron en la mitad.
Por ello es que ahora uno de los objetivos de la empresa es recuperar ese mercado que llegó a representar el 50% de las ventas Actualmente, el 75% de la comercialización corresponde al mercado local y el 25% restante a las exportaciones a diferentes países.
Pino señaló que otro de los objetivos de la firma es entrar en el mercado de la costa oeste de los EE.UU. Este año, la empresa consiguió ingresar al mercado de la UE, específicamente a Alemania. “Son bastante exigentes. Sobre la partida no se aplica ningún arancel”, manifestó. En el país también se destaca el uso de productos como los de Artepiso para la decoración en construcciónes. “Este tipo de acabados se usa para darle una decoración específica a diferentes edificaciones, dependiendo del gusto del propietario y del arquitecto”, indicó Hermel Flores, ex presidente de la Cámara de la Industrias de la Construcción (Camicon).
Desde la empresa se explicó que sus productos, además, son amigables con el medio ambiente. Esto debido a que en la producción se desarrollan procesos naturales como el secado al aire libre, por ejemplo. Además, mucha de las materias primas son productos que quedan como residuos de otras actividades como el cascajo.
Los productos que exporta y vende localmente Artepiso se fabrican en una planta propia, ubicada en la zona de Oyambarillo, cerca del aeropuerto de Tababela. Han trabajado en tres sitios, según explicaron los directivos.
La instalación de este centro permitió el desarrollo de obras para la comunidad como caminos y la colocación de la red de banda ancha de Internet tanto para la empresa como para la zona. La mayoría de empleados de la planta pertenecen a la zona, dijo Pino. Sin embargo, la compañía también genera puestos de trabajo indirectos vinculados a temas como el de venta, distribución (85% de las ventas se hacen a través de este canal), transporte, entre otros. “Hay dos transportistas que laboran con nosotros. No tienen contrato directo, pero nos brindan el servicio”.
Logística
Danilo Quintana
Actualmente estoy a cargo del área de compra, logística y exportaciones. Trabajo en la compañía desde septiembre del 2012. Destacó el crecimiento que ha tenido la empresa, principalmente en el tema de venta de productos a mercados internacionales. En este proceso también he tenido un desarrollo personal en cuanto a temas de comercio exterior, vinculado a contacto con áreas como las navieras. Asimismo, es importante el trabajo con los empleados de la compañía.
Datos
Destinos de exportación permanente tiene la empresa. Estos son EE.UU., Alemania y Panamá.
99% del mercado de exportación de la empresa corresponde a revestimientos. 2 3,50 dólares es el costo promedio del metro cuadrado del producto. Aunque la firma tiene oferta desde USD 17 el metro cuadrado hasta 48,60.
10 empresas tiene el programa de excelencia a la exportación de Federación de Exportadores. Entre ellas está Artepiso.
2007 Fue el año de la primera exportación que hizo la empresa. Sus directivos explicaron que fue a EE.UU.
En su punto de venta en el norte de Quito, la empresa muestra al público los diferentes productos que oferta. En el sitio los clientes reciben asesoría para la compra. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES
