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  • Ellas transforman el yute en piezas de moda

    Cristina Márquez
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    El colorido y texturas diversas de los tejidos de las nacionalidades indígenas del Ecuador inspiran la creación de piezas de moda étnica. Carteras tipo sobre, de mano, billeteras y bolsos de la marca Yuwarmi buscan poner a la moda la cultura ancestral.

    Karen Oleas y Pamela Montalvo, ambas de 27 años, diseñan y confeccionan las carteras sin ningún patrón o molde, por lo que le garantizan al cliente que su adquisición es única. Además, esos accesorios se manufacturan con tejidos de alta calidad que no perderán su forma ni color .
    “Nos encanta la combinación de colores de las culturas indígenas del Ecuador. En un inicio pensábamos que eran demasiados colores juntos, pero luego descubrimos que cada uno tiene un significado”, cuenta Oleas.

    La combinación de los tonos vivos de los tejidos y el tono sobrio del yute aportan diseño y originalidad. Además, se estilizan con hilos, borlas y mullos de diferentes materiales para que las prendas luzcan de alta calidad y puedan combinarse con ropa de moda.

    De hecho, la combinación inusual de texturas también inspiró el nombre de la marca. El yute, que es la materia prima principal, y los complejos tejidos que las artesanas indígenas hacen a mano les motivaron a bautizar su emprendimiento Yuwarmi.

    El público objetivo de la marca son los jóvenes y adultos amantes de la moda étnica y el estilo andino, por lo que los acabados tienen un toque divertido y juvenil. Las carteras cuestan entre USD 5 y 25 según el tamaño y el tiempo que tomó su diseño y manufactura.

    “En ocasiones nos demoramos toda una tarde en una sola cartera. Es que la calidad y los detalles para nosotros son lo más importante”, dice Oleas.

    Las carteras se comercializan por las redes sociales. Por esta vía logran atender hasta 50 pedidos mensuales, que es toda la capacidad de producción al momento.

    Los pedidos llegan en su mayoría de Quito, pero también tienen clientes en Guayaquil, Puyo, Loja, y Riobamba, que es la ciudad de origen de las emprendedoras. “Nuestras redes sociales son nuestra vitrina más importante, así logramos llegar a todo el país”, comentan las jóvenes.
    Cuando el negocio se inició en noviembre del 2016, las chicas recorrieron las instituciones financieras, empresas, entidades públicas y universidades para promover sus creaciones. Luego los clientes empezaron a llegar por su cuenta.

    “Nuestra familia y amigas no podían creer que las carteras las hacíamos nosotros. Es que los resultados nos encantaron desde el primer momento”, recuerdan las emprendedoras.

    En esa época Karen y Pamela acababan de graduarse en las carreras de ingeniería comercial, e ingeniería en petróleos, respectivamente, y no tenían trabajo. Ellas se conocieron a los 14 años mientras cursaban la secundaria, y las unió su amor por las manualidades y su creatividad.

    Su afinidad también las convirtió en excelentes socias, pues sienten que se complementan. “Tenemos ideas similares y nuestros conocimientos profesionales también nos ayudaron a crear nuestro concepto de ventas”.

    En el 2018 presentarán una nueva línea de accesorios para hombres y mujeres. Se sumarán al menú estuches para computadoras, teléfonos y tablets. La meta a mediano plazo es exportar sus productos al extranjero debido a la gran demanda que tienen entre los turistas.

    Pamela Montalvo y Karen Oleas diseñan y elaboran las piezas. La meta a mediano plazo es exportar. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Pamela Montalvo y Karen Oleas diseñan y elaboran las piezas. La meta a mediano plazo es exportar. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
  • En este local surgen piezas de cerámica con identidad

    Redacción Quito

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    La habilidad para moldear la arcilla está presente en Ivonne Fabara, propietaria de Artie, desde niña. Ella usaba plastilina y masilla para crear sus propias vajillas de juguete, sus cubiertos y sus muñecos.

    Tener como vecinos, en su infancia y juventud, a los artesanos de La Victoria, en Cotopaxi, influyó también en esta afición. Fabara observaba con atención el proceso para tratar el barro, miraba cómo se hacían las tejas, las vasijas.

    Años después, esta destreza le motivó a incursionar en el mundo de la cerámica. Junto a su amigo, el escultor Michael Ayala, aprendió las técnicas básicas del trabajo con la arcilla y el barro.

    Lo que al principio fue un pasatiempo, en el 2003 se convirtió en su fuente de trabajo. En esta actividad artesanal incluyó la identidad de las comunidades indígenas de la sierra ecuatoriana.
    Con sus manos Fabara da forma -en barro y arcilla- a otavalos, zuletas, saraguros, salasacas, puruhaes, cañaris, entre otros.

    Estas figuras, que son parte de la línea indígena de Artie, tienen fines decorativos y utilitarios. Fabara diseña y pinta cuadros, saleros, pimenteros, adornos magnéticos, vasos tequileros, tazas, ángeles, nacimientos.

    Para producir estas piezas Fabara, quien también es licenciada en Ciencias de la Educación, empieza desde cero. Ella crea sus diseños inspirada en su niñez y en las experiencias que vivió con su padre Salvador Fábara.

    Debido al trabajo que tuvo su papá como escritor, periodista y director de Cultura del Municipio de Latacunga la familia conoció varios rincones del país.

    Salvador Fabara, quien falleció meses atrás, era un amante de las tradiciones del Ecuador; eso le permitió a Ivonne Fabara conocer sobre las culturas y tradiciones del país. “Nosotros no nos perdíamos una fiesta tradicional”.

    Recordando estos sitios y festividades tradicionales, en su taller ubicado en El Recreo, en el sur de Quito, la mujer esculpe las figuras, hace los moldes en yeso, hornea las cerámicas y las pinta. Para que los resultados sean mejores emplea pigmentos textiles. En los detalles finales de las figuras participa su familia.

    Las cerámicas terminadas se comercializan en tiendas artesanales como Galería Ecuador Gourmet, Ethnic Collection, en almacenes de artesanías del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, en el Tianguez. Además recibe pedidos en su taller ubicado en las calles Archer Harman S11-212 y Francisco Muñoz, en Quito.

    En el espacio que ocupa Fabara en Galería Ecuador Gourmet se aprecian artículos para el hogar y adornos. Algunos modelos incluyen detalles en madera.

    Para Paula Castillo, administradora de Galería Ecuador Gourmet, la identidad y la calidad de las cerámicas que elabora la artesana hace que estas sean demandadas por turistas. En esta tienda, en promedio, se hacen pedidos de USD 300 o 350 mensuales a Artie.

    Las cerámicas del emprendimiento son hechas totalmente a mano y cuestan entre USD 5 y 200. Esta actividad le genera, actualmente unos ingresos por USD 500 al mes. Más adelante, Fabara espera tener su propia tienda y exportar sus cerámicas al exterior.

    Estos saleros inspirados en la comunidad indígenas de Otavalo son parte de las cerámicas que elabora Ivonne Fabara. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Estos saleros inspirados en la comunidad indígenas de Otavalo son parte de las cerámicas que elabora Ivonne Fabara. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Este local exhibe piezas con identidad precolombina

    Patricia González

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    Al fondo de la galería Diablo Huma, del Hotel Patio Andaluz, ubicado en el Centro Histórico de Quito, lucen sobre una pared las diferentes piezas del taller Arte Precolombino Uku Pacha.

    Hay máscaras de personajes de las fiestas Raymi, del danzante del sol y otras reproducciones de piezas arqueológicas, de culturas con antigüedades de hasta 2 500 años.

    También hay espejos con diferentes simbologías: calendarios de sol y luna, los cuatro elementos de la naturaleza (agua, fuego, aire y tierra) y la cruz de los pueblos que se asentaron al norte (Carchi Pasto) y sur (incas) del país.

    En todas las piezas que se exhiben destaca el uso del color y la utilización de metales y piedras preciosas.

    Arte Precolombino Uku Pacha fue fundado en 2011 por Frans Yovani Galván, quien hoy lo administra, en sociedad con Bolívar Romero y Julia Jaramillo.

    El acercamiento de Frans con las culturas ancestrales del Ecuador se dio en los 10 años que trabajó como coordinador de proyectos en el Museo Etnohistórico de Artesanías del Ecuador Mindalae.

    Las ganas de emprender un negocio propio y el formar parte de un grupo de buscadores del conocimiento ancestral andino lo impulsaron a concretar el proyecto del taller, ubicado en Conocoto.

    La producción de las piezas parte de un diseño en arcilla roja, sobre el cual se trabaja el modelo. Luego las piezas se llevan al horno en reproducciones en serie. Posteriormente, pasan por la etapa del secado, que puede durar semanas, y finalmente, los acabados a mano y las pruebas de color.

    “Todo parte de una investigación y se les da un valor agregado a las piezas sin alterar su significado intrínseco”, comenta Bolívar, quien investigó por muchos años sobre la arquitectura ancestral y tradicional como arquitecto.

    El taller cuenta con 12 modelos de espejos, 22 de máscaras y alrededor de 30 objetos en cerámica, entre ellos piezas rituales como el tótem andino.

    Al mes producen cerca de 200 piezas, que son exhibidas para su venta en 15 galerías en Quito.

    En la galería Diablo Huma se exhiben los trabajos del taller desde 2014. Gabriela Caicedo, propietaria, dice que cuentan con una ubicación privilegiada porque son bastante apreciadas por los clientes. “A los turistas le gusta aprender de nuestra historia. Les fascina el simbolismo”.

    En esta apreciación coincide Paulina Cruz, propietaria de la Galería Terracota, ubicada en el sector La Ronda, del Centro. “Sus piezas tienen buena acogida porque a los extranjeros les llama la atención la cultura precolombina”, dice Cruz, quien agrega que además son productos de muy buena calidad.

    Romero reafirma que quienes más consumen sus piezas son los extranjeros. “El ecuatoriano no conoce o no valora la historia que hay detrás de cada uno de estos trabajos”, lamenta.
    Uku Pacha facturó en 2016 cerca de USD 1 600 al mes. Sus socios señalan que fue un año bajo. Este año no han crecido en facturación y con el fin de recuperarse, los emprendedores prevén desarrollar objetos de adorno: platos de porcelana, jarros y otros. También, les gustaría llevar sus piezas a otras zonas turísticas del país, como Cuenca y Baños de Agua Santa.

    Frans Yovani Galván es el fundador del taller Arte Precolombino Uku Pacha. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Frans Yovani Galván es el fundador del taller Arte Precolombino Uku Pacha. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La producción de piezas de bicicletas se impulsa en el país

    Redacción EL COMERCIO

    En el país, anualmente se arman alrededor de 350 000 bicicletas al año, según datos del Ministerio de Coordinador de la Producción.

    Por ello, el Gobierno busca sustituir las importaciones de partes y piezas de bicicletas con producción local, replicando lo que ocurre con el ensamblaje de autos, motos y televisores.

    La semana pasada, los ministerios de Industrias y de Coordinación de la Producción presentaron un proyecto para incorporar la mayor cantidad de componentes nacionales en la fabricación de bicicletas. Normalmente, las empresas que venden bicicletas en el país compran al exterior la mayor parte de las piezas.

    Los empresarios que operan en este sector creen que existen oportunidades para crecer y generar nuevas líneas de negocio. Pablo Lozada, representante de BKR Bicycles, considera que las principales incorporaciones nacionales son los tubos. En seis meses, espera que el 40% de componentes que usa para fabricar bicicletas sean de origen local y en 12 meses el 80%. Anualmente, esta empresa arma unas 5 000 bicicletas.

    «Este momento tenemos tres proveedores nacionales, pero esperamos llegar a 20 ó 30», indica Lozada.

    Las firmas locales importan piezas desde China, Taiwán, Brasil, Singapur, entre otros. Según el Gobierno, hay potencial para generar estos componentes, pues el país dispone de industrias de aluminio, productores de matrices, expertos en soldaduras, fabricantes de cuadros, llantas, asientos, cañerías hidráulicas para sistemas de frenos, etc. La propuesta del Gobierno consiste en entregar préstamos de la Corporación Financiera Nacional (CFN) para potenciar la fabricación de estas piezas. Una de las empresas que podría elaborar componentes de esta naturaleza es Tecno Scape, que provee de sistemas de escape a las cuatro ensambladoras de vehículos del país. Esta firma quiere expandirse al mercado de motos y bicicletas con la fabricación de tubos. Aunque sus ejecutivos dicen que están listos para empezar a fabricar, aún deben armar prototipos y analizar costos.

    Otra firma, Eco Bike, espera contar con más proveedores. Esta firma importa bicicletas preensambladas que se arman en el país. Al año, fabrica unas 5 000.

    Para el 2014 se estima que los componentes nacionales en bicicletas armadas en el país llegue a 90%. Actualmente, alcanza el 20%

    Piezas importadas

    Importación. Durante el primer semestre, el país importó USD 6,1 millones en bicicletas, según el Banco Central del Ecuador.

    Costos en el mercado. Una bicicleta puede costar desde USD 100 hasta USD 7 000, en promedio.350 mil bicicletas se fabrican en el país.