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  • El cambio climático pone en riesgo el desarrollo del planeta

    Redacción Quito

    Los datos que alertan sobre el cambio climático son preocupantes. Entre otros tenemos que entre 1880 y 2012, la temperatura media mundial aumentó 0,85 grados centígrados. Esto quiere decir que por cada grado que aumenta la temperatura, la producción de cereales se reduce un 5%, aproximadamente.

    Los océanos se han calentado, la cantidad de nieve y de hielo ha disminuido, y ha subido el nivel del mar. Entre 1901 y 2010, el nivel medio del mar aumentó 19 cm, pues los océanos se expandieron debido al calentamiento global y al deshielo.

    Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) han aumentado casi un 50% desde 1990. Y entre el 2000 y el 2010 se produjo un incremento de las emisiones mayor que en las tres décadas anteriores.

    La ONU asegura que el cambio climático es consecuencia de la actividad humana y está amenazando la actual forma de vida y el futuro del planeta. “Haciendo frente al cambio climático podremos construir un mundo sostenible para todos. Pero tenemos que actuar ahora”, dice el organismo.

    Hay más información a tomar en cuenta. Los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar están afectando a las personas y sus bienes en los países desarrollados y en los países en desarrollo. “Desde un pequeño agricultor a un empresario, el cambio climático afecta a todos, y especialmente a las poblaciones en situación de vulnerabilidad”.

    Si no se controla, el cambio climático anulará muchos de los avances logrados en los últimos años en materia de desarrollo. También puede agravar amenazas actuales, como la escasez de alimentos y de agua, lo que puede provocar conflictos. “No hacer nada nos costará mucho más que adoptar ahora medidas que generarán más puestos de trabajo, una mayor prosperidad y una vida mejor, al tiempo que reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero y reforzarán la resiliencia al clima”, añaden la ONU y Pacto Global Ecuador.

    En Ecuador, en el 2017 el INEC decidió buscar información sobre las prácticas ambientales en los hogares a escala nacional. Ese año, el 47,47% de los hogares ecuatorianos clasificó los residuos. El principal desecho clasificado fue el plástico (32,98%), seguido de los orgánicos (27,01%), papel y cartón (21,37%) y vidrio (12,69%).

    También se supo que ocho de cada 10 hogares utilizaron pilas, pero solo el 9,43% emplearon pilas recargables. Según el INEC, el año pasado los hogares que generaron desechos peligrosos y especiales los depositaron con el resto de la basura. Allí se incluyeron desechos farmacéuticos, aceite y/o grasas de cocina y desechos eléctricos o electrónicos.

    En este contexto, el sector privado tiene un rol. A escala global y local, las empresas están aportando soluciones climáticas mediante la innovación y las inversiones a largo plazo en eficiencia energética y en desarrollo con bajas emisiones de carbono.

    Muchas se han sumado a la Agenda de Acción por el Clima, una iniciativa nacida en el marco de la Cumbre sobre el Clima celebrada en Nueva York el 2014, para que gobiernos, empresas y la sociedad civil colaboren.

    Las empresas pueden ser parte de la solución si se comprometen a eliminar las emisiones de carbono de sus operaciones y cadenas de suministro. Pueden hacerlo reduciendo la huella de carbono de sus productos, estableciendo metas para la reducción de las emisiones de carbono, invirtiendo en el desarrollo de productos y servicios innovadores, etc.

    La ONU advierte que los océanos del mundo seguirán calentándose y continuará el deshielo.  Foto: Archivo / LÍDERES
    La ONU advierte que los océanos del mundo seguirán calentándose y continuará el deshielo. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Otro eje petrolero se diseña en el planeta

    Luis Augusto Yepes. Portafolio de Colombia (GDA)

    Los hidrocarburos no convencionales están cambiando la cosmovisión energética del mundo actual, lo que traerá consecuencias del orden estratégico, geopolítico y económico. El ‘gas natural no convencional’, como se le conoce, proviene de la explotación de depósitos de carbón y, más recientemente, de la producción de las llamadas ‘shales basins’.

    Gracias a avances tecnológicos muy especiales, como la perforación horizontal y el fracturamiento hidráulico, se ha logrado penetrar en estas rocas a fin de que las riquezas de hidrocarburos atrapadas en su interior durante millones de años puedan ser utilizadas en beneficio de todos.

    También, con el petróleo no convencional, guardado en las arenas bituminosas en Canadá, y en formaciones especiales conocidas como ‘tight oil’, se están extrayendo estos hidrocarburos.

    Por ser EE.UU. el mayor consumidor de energía del planeta, lo que ocurra en ese país tiene implicaciones mundiales.

    En este sentido, el impacto de los hidrocarburos no convencionales es tal que la participación en la producción total de gas pasó del 2% en el 2000, al 37% en el 2012, y se prevé el 60% para el 2035.

    El resultado de lo anterior indica que no solamente la oferta estará en balance con la demanda, sino que será posible iniciar el tránsito de importador a exportador de gas natural en pocos años.

    A nivel mundial, la distribución de los nuevos recursos de Gas No Convencional indican que cerca del 30% se encuentra en Norteamérica, incluyendo a Canadá y México; 6,8%, en Francia, Noruega y Polonia; 15%, en Sudáfrica, Argelia y Libia; 15%, en Brasil y Argentina, y 20%, en la Cuenca del Asia-Pacífico.

    Por el lado del petróleo crudo, el Departamento de Energía de EE.UU. estima en 24 000 millones de barriles las reservas técnicamente recuperables de los denominados ‘shale oil resources’. Nada mal si se tiene en cuenta que, en el 2000, las reservas totales de petróleo en ese país eran de 30 000 millones de barriles.

    Una primera consecuencia de los hidrocarburos no convencionales es ‘un nuevo orden’ en la distribución de petróleo y gas no convencional en el mundo. Los grandes consumidores van a tener acceso a nuevos recursos y dependerán menos de países como Rusia y Medio Oriente.

    En segundo lugar, el discurso de la seguridad energética en EE.UU. deberá revaluarse. Desde el Embargo Petrolero de 1973, EE.UU. se ha considerado en estado de vulnerabilidad al depender principalmente de crudo importado del Medio Oriente, para atender más de la mitad de sus requerimientos internos.

    Con los nuevos recursos energéticos derivados de los hidrocarburos no convencionales más las importaciones de Canadá, parece haberse encontrado la clave de la ‘seguridad energética’, largamente buscada durante 40 años.

    En tercer lugar, el portafolio de grandes productores de petróleo se está ampliando con la producción de Canadá, donde las denominadas ‘tar sands’ podrán suministrar más de 3 millones de barriles por día en la próxima década, lo que convertirá a ese país en el quinto productor de petróleo del mundo. Además, los descubrimientos de petróleo convencional en Brasil pueden llevar a ese país a producir más del doble que Venezuela.

    Analistas reconocidos coinciden en señalar que, por cuenta de los hidrocarburos no convencionales, el eje petrolero del mundo se está moviendo desde la región occidental de Siberia y los Urales, donde se produce más del 80% del petróleo ruso, y los países petroleros del golfo Pérsico, al continente americano.

    Así las cosas, menos crudo se transportará desde el golfo Pérsico hacia EE.UU.; más barriles fluirán del Medio Oriente al Asia-Pacífico, incluyendo a China y Japón; mayores importaciones tomarán la ruta Canadá-EE.UU., lo que consolidará el Eje Alberta-Texas, y puede que menos barriles fluyan en sentido Venezuela-EE.UU.

  • El rol de China en el planeta

    Roberto Reyes. El Universal de México (GDA)

    Las grandes transformaciones en la estructura económica y productiva global inciden en la consolidación de perfiles geoestratégicos de países que, hoy en día, sobresalen por su participación internacional. Precisamente, en el Diccionario de la Real Academia Española, el término ‘estratégico’ se refiere a “de importancia decisiva para el desarrollo de algo”, y hacia lo cual, la geografía se le correlaciona con los factores decisivos que un territorio tiene para otros.

    En cuestiones económicas, el papel desarrollado por China denota una gran presencia comercial, así como el despliegue de actividades de carácter productivo y financiero en prácticamente todo el planeta.

    Entre el 2008 y el 2010, China se convirtió en la segunda economía del mundo, después de EE.UU., y en la primera potencia exportadora. Es el principal socio comercial de EE.UU., y proveedor de manufacturas para Japón, Corea del Sur y Alemania.

    La base de este perfil geoestratégico tiene que ver con el papel que ha jugado el Estado, tanto en el despliegue de sus relaciones internacionales como en la dirección de las actividades productivas internas.

    En los próximos años, el sello que China ha impreso en la economía global y de la región seguirá siendo un detonador de actividades comerciales, financieras y eventualmente productivas para nuestros países.

  • 6 000 litros de agua, en un menú

    DPA

    Hamburguesa, patatas fritas y refresco: solo para elaborar un único menú de comida rápida se necesitan 6 000 litros de agua, informó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

    Dentro de esa cantidad de agua se incluye la correspondiente al cultivo de patatas y cereales, pastos y fabricación de bebidas. Al mismo tiempo, 780 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable salubre.

    En referencia al Día Internacional del Agua, que se celebró el 22 de marzo, el WWF alertó de la escasez de este recurso vital: mientras se reduce el número de reservas de agua dulce en el mundo, aumenta la necesidad de agua.

    De acuerdo a los datos de WWF, cerca de 2 600 millones de personas viven sin acceso a instalaciones sanitarias básicas.

    En países en desarrollo o emergentes, entre el 80 y el 90% de las aguas residuales se vierten en los ríos y mares sin filtrarla previamente. «La explotación y contaminación del agua potable y la destrucción de zonas húmedas es una lenta catástrofe medioambiental global», afirmó Philipp Wagnitz de WWF Deutschland. Asimismo, el experto destacó que también empresas y consumidores alemanes se encuentran unidos a los problemas de las regiones con escasez de agua debido al comercio internacional. «Sobre todo, el ámbito agrícola, sobre el que recae el 70% de las necesidades de agua del mundo, está obligado a buscar soluciones para estos problemas», dijo.

    Un 70% de la Tierra está cubierto por agua, pero solo un 3% es agua dulce potable, de la cual solo se puede acceder a un 1%. Más de la mitad del sistema fluvial, pantanos y lagos han desaparecido en los últimos 100 años.