Etiqueta: plato

  • Su plato tiene una herencia gastronómica de 100 años

    Redacción Quito

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    En Ibarra (Imbabura) casi todos conocen al Alpargate. Este restaurante de comida tradicional y sitio de eventos cuenta con una tradición de más de 100 años y durante todo ese tiempo ha logrado ser conocido gracias a su propuesta gastronómica denominada plato típico.

    El platillo reúne ingredientes andinos, como: carne colorada, queso amasado, mote, empanada de maqueño, chorizo artesanal, aguacate, encurtido y papas con mapahuira (manteca de cerdo).

    Wilson López, parte de la cuarta generación que está al frente del negocio, cuenta que este plato se ha ido consolidando con el tiempo. Además, como entrada se sirve con un pequeño plato de tostado, chochos y habas que puede ser acompañado de un ají molido en piedra. Y de postre el comensal recibe helado de paila, típico de Ibarra.

    Toda esta propuesta, cuenta López, se ha ido consolidando con el paso de las décadas. En principio, incluso, cuenta que el plato llevaba cuero y canguil.

    “Hemos depurado el plato con el paso de los años. Lo hemos mejorado para ofrecer un producto de buena calidad”, dice López.

    El local que maneja López es el tercero y lo abrió hace 15 años. En un terreno fruto de una herencia montó su restaurante y en principio recuerda que invirtió unos USD 500 para adquirir una cocina, sillas, mesas y demás insumos. Así nació El Alpargate de los Tejares.

    Con el paso de los años el negocio se fue consolidando y también se convirtió en un centro de eventos. El sitio ofrece la posibilidad de celebrar recepción de bodas, bautizos, eventos corporativos, etc. Cuenta con una capacidad para recibir a unas 250 personas y cuenta con áreas verdes para realizar encuentros al aire libre.

    Este negocio creció de la mano de toda una familia. La esposa de López, Margarita Aguirre, se encarga de la cocina. Sus hijos, Édison y Margarita López también ayudan en el restaurante los fines de semana. Su nuera, Belén Rivadeneira, también colabora ahora en el impulso de la marca.

    Los fines de semana, a El Alpargate de los Tejares llegan entre 150 a 200 comensales y gracias a ello sus ingresos netos ascienden, en promedio, a USD 2 200.

    La familia López Aguirre busca aprovechar la marca y expandir sus servicios. Entre los proyectos está convertir al sitio en una hostería para ofrecer también el servicio de hospedaje.

    Además, la marca tradicional también se promociona en redes sociales como Facebook e Instagram para atraer a nuevos comensales.

    Camilo Ponce, comunicador imbabureño, asegura que es cliente de El Alpargate desde que era niño. Ponce todavía acude al local debido a que el plato se ha convertido en una tradición y costumbre en muchas familias ibarreñas.

    Ponce comenta que incluso muchos exmandatarios y autoridades han pasado por el restaurante para degustar de la gastronomía ibarreña. Por ejemplo, el expresidente Jaime Roldós fue uno de sus clientes.

    Wilson López, propietario de El Alpargate de los Tejares, es parte de la cuarta generación que está al frente de este negocio. Foto: Sebastián Angulo / LÍDERES
    Wilson López, propietario de El Alpargate de los Tejares, es parte de la cuarta generación que está al frente de este negocio. Foto: Sebastián Angulo / LÍDERES
  • La gallina de Pinllo es el plato estrella del local

    Redacción Quito

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    Gallinas cocinadas en horno de leña acompañadas con papa criolla en salsa de maní y caldo. Ese es el plato estrella de El Padrino.

    Este establecimiento, ubicado en el norte de Quito, rescata recetas tradicionales de Ambato. Pero los platos tienen la “sazón tradicional” de la familia de César y Giovanny Mancheno, presidente y gerente del local, en su orden.

    Estos hermanos también manejan la empresa Los Fierros Compañía Limitada y Bluzzi SA con su socia Irma Romero, vicepresidenta de la sociedad.

    Las firmas manejan otras marcas afines al sector de comidas como El Pincho Loco, Crazy Burguer, entre otros. César Mancheno, de 42 años, detalla que cuando era niño, sus padres en su natal Ambato manejaban negocios de comida y hospedaje: “tenía unacadena de pollos asados en Guaranda y otras ciudades de la Sierra centro”.

    La tradición por seguir en el negocio de las comidas no era muy atractiva para estos hermanos. Por eso ambos, al culminar el bachillerato, estudiaron Auditoría e Ingeniería en Sistemas, respectivamente, en Tungurahua.

    Al finalizar los estudios universitarios, en el 2009 César Mancheno, presidente de El Padrino, se radicó en Quito. Durante meses buscaba locales de comida en la cual haya recetas tradicionales de Ambato, pero encontró muy pocos. Esto le motivó a recordar el sabor de la gallina de Pinllo y a pensar en ponerse un restaurante que ofrezca gastronomía local.

    En noviembre del 2010, Giova-nny Mancheno, gerente del establecimiento, detalla que inauguraron el local con el nombre de la Gallina Criolla de Pinllo. El valor agregado del local es la gastronomía ambateña y ecuatoriana al estilo gourmet. Además, todo es cocinado en horno de leña.

    Durante tres años el local se mantuvo con este nombre, pero en el 2013 cambiaron de nombre a El Padrino.

    Entre los principales platos preparados que ofrece el restaurante, además de la gallina de Pinllo, están la fritada, el locro, los llapingachos, el mote con chicharrón, el seco de chivo ambateño, etc.

    Javier Durán, subchef de El Padrino, explica que la gallina se prepara con aliños en base a cebolla perla y blanca; se le agrega cerveza y naranjilla para fermentar. Y también se le añaden otras especies para darle el toque especial.

    Desde que El Padrino abrió sus puertas, la mayoría de clientes prefiere consumir el plato estrella. Por ejemplo, Esperanza Velasco, oriunda del valle de Los Chillos conoce del establecimiento hace dos años. Indica que el sabor de la gallina de Pinllo es único: “es muy especial”. Por lo que acude dos veces al año el establecimiento.

    Paulina Peñaherrera, de 50 años, también frecuenta este negocio para saborear el plato estrella. Esta mujer afirma que las porciones son contundentes -pese a ser gourmet- por lo que siempre viene con su familia.

    Para el próximo año, El Padrino quiere consolidar las negociaciones para abrir franquicias en España y EE.UU. Sus dueños piensan invertir USD 200 000 para abrir dos locales más: uno en el norte de Quito y otro en el valle de Los Chillos.

    César y Giovanny Mancheno son los propietarios de El Padrino. El lugar ofrece gastronomía ambateña. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    César y Giovanny Mancheno son los propietarios de El Padrino. El lugar ofrece gastronomía ambateña. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • El rock y las picadas son el plato fuerte de Glück

    Redacción Cuenca

    Ozzy Nachos, Papas Palooza, Eagles Wings y Quesadilla Lennon son algunos platos que ofertan en el ‘pub’ (una suerte de bar y restaurante) llamado Glück, en el sur de Cuenca.

    La iniciativa la tuvo en marzo pasado Carlos Joaquín Aguilar, estudiante de cuarto ciclo de Estudios Internacionales en la Universidad del Azuay (UDA).

    Este cuencano, de 20 años, estuvo de intercambio entre el 2009 y el 2010 en Kelowna (Canadá), donde los ‘pub’ que ofertan picadas y cocteles son comunes.

    Con la idea de instalar un negocio similar regresó al país. No obstante, tardó casi dos años en estructurar el plan de negocios para vender la idea a dos inversionistas. Carlos Valdivieso y Sebastián Abad se sumaron a esta iniciativa. Entre los tres desembolsaron cerca de USD 10 000.

    Con ese dinero compraron los muebles de madera, vajilla, implementos de cocina y también adecuaron el local que tiene 40 m², en su parte interior. Tiene otro espacio exterior de una extensión similar.

    Aguilar señala que, junto a sus socios, invita contactos a través de Facebook y Twitter. También se da tiempo para lavar platos y administrar. Cada mes factura un promedio de USD 12 000.

    Para la directora de la Escuela de Estudios Internacionales de la UDA, Tammy Fajardo, Aguilar es un líder con capacidad de organizar y guiar a su grupo de compañeros. Por esa razón, desde este año, es Vicepresidente del Comité de Estudios Internacionales.

    Creó un modelo, indica Fajardo, de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en Ecuador para mostrar que la integración política y comercial es una herramienta para el desarrollo. “Tiene claro los conceptos de comercio exterior”. Para Fajardo, no es casualidad que Glück sea un negocio posicionado en el mercado, por la tenacidad de este joven.

    Renata Villa es clienta frecuente. Según esta azuaya, este lugar es bueno por la calidad de la comida y los precios. Las picadas y los sánduches promedian los USD 4 y los cocteles USD 3. Además, “la música y el servicio es excelente”.

    Glück está decorado a gusto de Aguilar. Posee una barra, piso y muebles de madera. En las paredes tiene afiches diseñados por él y sus socios, con el logo del negocio que también está bordado en las camisetas de los tres colaboradores que tiene el local. Aguilar utiliza ese mismo uniforme, recoge los platos, atiende a los clientes y organiza las mesas.

    Para este emprendedor, Glück le ha dado las directrices para entender al mercado cuencano, por lo que ha adaptado platos y cocteles para los consumidores que visitan el negocio.