El secretario general de la Federación Latinoamericana de Banca (Felaban), Giorgio Trettenero, dijo la semana pasada que América Latina necesita con urgencia “políticas de largo plazo” que trasciendan los mandatos de cada Gobierno para asegurarse un crecimiento sostenido y atender las demandas sociales.
Da igual que sean de derecha o de izquierda los Gobiernos, hay que llegar a acuerdos con una visión de largo plazo, dijo Trettenero antes de la clausura de la 53 Asamblea de Felaban que ha reunido en Hollywood (Florida) a 1 800 banqueros de todo el continente americano y de otras áreas.
Trettenero indicó que el hecho de que los países latinoamericanos sean ahora los que menos crezcan del mundo tiene fundamentalmente que ver con que siguen “dependiendo de los commodities (materias primas)”, aunque también cuentan los “déficit en inversión y tecnología” y la situación internacional de incertidumbre por la guerra comercial EE.UU.-China y el “brexit”.
Según el Fondo Monetario Internacional, América Latina crecerá solo un 0,2% este año, aún menos que en 2018, cuando creció 1%.
La organización multilateral señala que los bajos precios de las materias primas, los capitales volátiles y la desaceleración de la economía mundial impactan negativamente los mercados de la región, que siente además los estragos de la crisis de Venezuela.
Trettenero dice que América Latina está otra vez como en la conquista solo que ahora “la plata y el oro” no se cambian por espejitos y cuentas de colores sino por celulares o servicios.
A su juicio, después de años de abandono y de firma de convenios comerciales bilaterales con países de otras áreas, hay que volver la vista al comercio intrarregional en busca de sinergias y de valor agregado.
En Sudamérica ese comercio entre los países de la región significa el 17% del total, mientras en la Unión Europea es el 50%, el mismo porcentaje que en Centroamérica, que en este terreno es una “excepción” en América Latina.
De acuerdo con Cepal, este año las exportaciones de la región van a caer un 2%, un dato que contrasta con el crecimiento del 8,3% registrado en 2018 y que se vincula en parte con la tensión comercial y económica entre China y Estados Unidos.
Las consecuencias sociales del parón del crecimiento económico deben ser motivo de preocupación para los gobiernos, advierte Trettenero, quien, lejos de apuntar a teorías conspirativas, indica que las protestas populares tienen que ver con la “subida de las expectativas”.
Su receta es “educación, educación y educación” y políticas a largo plazo para tener un crecimiento económico sostenido.
Otros temas En la reunión anual de Felaban también se abordaron temas como la transformación Digital y el cambio exigido en la selección del talento humano, en temas como la Inteligencia Artificial y Robótica.
Otro tema fue ¿Qué está por venir en material de regulación y supervisión en los tiempos de la pos-crisis financiera?
El cambio climático también se analizó en el panel ¡Ser o no ser verde, esa es la cuestión! ‘El cambio climático una gran disrupción para el sector bancario’.
El secretario general de la Federación Latinoamericana de Banca (Felaban), Giorgio Trettenero. Foto: EFE
Adrián Ordóñez, gerente general de Coface cree que la economía del país se mantendrá con una calificación de riesgo alto mientras las políticas económicas no deriven en resultados palpables. Añade que al buscar financiamiento debe primar el pragmatismo.
Coface realiza una evaluación de los países y elabora un indicador de riesgo país. ¿Cuál es la evaluación que hacen sobre Ecuador y en dónde nos ubica el índice?
Todos los países que evaluamos están en una escala, de A1 a E. Es una metodología de riesgo país orientada a calificar la probabilidad de ‘default’ o no pago generalizada en una economía. En nuestra escala, Ecuador está en la C, que significa alto riesgo de probabilidad de ‘default’. Vemos que países como Colombia y Perú están en A4, que es un riesgo razonable. En la región el mejor puntuado es Chile, con una nota A3, que es satisfactoria. ¿Esta calificación ha variado recientemente como ha ocurrido este año con el riesgo país de JP Morgan que se ha incrementado en casi 200 puntos?
Ecuador está en C desde el 2014. Desde que bajó el precio del petróleo. Nuestro indicador es mucho más estable en términos de comportamiento volátil que el JP Morgan, además tenemos un análisis de ciclos más amplios. Lo hacemos trimestral y JP Morgan lo hace a diario. ¿Qué elementos pesan para que Ecuador tenga esta calificación?
Es difícil responder, porque entran varios factores. Está el déficit fiscal y el tema deuda, la proyección de crecimiento, el precio del petróleo. No puedo decir cual elemento influye más.
El país sigue con esta calificación, aunque la situación económica ha cambiado en relación al 2014. ¿Cuáles son las perspectivas a futuro? ¿Cuánto más permaneceremos con esta calificación c?
La perspectiva es que la calificación C puede mantenerse en seis meses más. Hay que ver los efectos de nuevas acciones de política económica, los efectos de la Ley de Fomento Productivo y las acciones que está tomando el Gobierno. Definitivamente el precio del petróleo también es importante. Hay proyecciones de que el precio del petróleo WTI se mantendrá en un promedio de entre USD 70 y 60 hasta finales del 2019. Viendo esa estabilidad en los precios y sabiendo que el déficit fiscal primario se va a corregir en tres años, como lo plantea la Ley de Fomento, y que la deuda comenzará a bajar después de eso, me anticipo a pensar que la calificación se mantendrá en C -en el corto plazo.
El indicador de JP Morgan ha estado creciendo este año. ¿Cómo interpretar ese escenario para el Ecuador y cuáles son los retos que resultan de esta situación?
El riesgo país de JP Morgan tradicionalmente está atado al precio del petróleo. Mientras subía el petróleo bajaba el riesgo país, pero esta relación se ha roto y esta correlación es atípica desde enero. Ahora incide mucho el tema de la deuda y del déficit fiscal. Con el cambio de Gobierno de alguna manera se conocen ya las cifras de deuda, que ascienden a 46,1% del PIB. Por otra parte, la Ley de Fomento pretende corregir el déficit fiscal primario hasta el 2021.
Déficit y deuda son entonces los principales retos de la economía…
Desde el punto de fisco, sí. El Gobierno está reconociendo que tiene una deuda muy elevada y que tiene un déficit primario que no se podrá corregir en un año, sino en tres. Pero como país tenemos adicional a eso dos retos más grandes.
¿Cuáles?
La competitividad. Una de las mejores cosas que nos pasó fue la dolarización, pero esta tiene una cara negativa y es que al ser una moneda dura que se ha apreciado, hemos perdido competitividad por tipo de cambio. El otro problema es el estructural, que está más atado a productividad. Por ejemplo, acá la jordana laboral es de 40 horas y en Colombia es de 48 horas. Aquí hay 20% menos de productividad que incide en la competitividad.
El alza del riesgo país hace que una emisión de bonos en el mercado para buscar financiamiento resulte muy cara. ¿Qué opciones tiene el país para aliviar la caja fiscal?
No es fácil, el nuevo Ministro está haciendo un gran esfuerzo en la línea correcta. Hay que hacer una renegociación de la deuda buscando extender plazos y reducir tasas. No sé si los multilaterales son la única alternativa, pero son una alternativa viable porque inciden en opinar en el análisis económico que termina influyendo en las perspectivas positivas que tienen los inversionistas sobre los distintos países y economías. Es acertado dialogar con multilaterales para reemplazar deuda, eso aliviará la caja fiscal y la presión que tiene hoy el riesgo país.
Hay consultoras que aseguran que la pregunta no es si Ecuador irá al FMI, sino cuándo. ¿Será posible que el país no tenga la necesidad de ir al FMI para evitar cartas de intención y el costo político que estas impliquen?
Uno tiene que sacar la ideología de la negociación de la deuda y acercarse a quienes ofrezcan las mejores condiciones. Cada multilateral tiene un enfoque, por ejemplo la CAF se enfoca en algunos de desarrollo social, y el FMI bien puede ser un mecanismo para ayudar a la caja fiscal. No hay respuesta única. Compañías internacionales pueden venir a invertir en Ecuador y ser una alternativa de financiamiento. Lo importante es el pragmatismo por sobre la ideología.
En el último informe de revisión del Artículo IV que realizó el FMI en Ecuador, una de las recomendaciones fue la revisión de subsidios. ¿Está de acuerdo?
Los subsidios son distorsiones. Se deben eliminar únicamente a las gasolinas súper y extra. No topar al diésel. Quienes tenemos un vehículo podemos hacer un esfuerzo para que el Gobierno no nos regale dinero mediante el subsidio. Al diésel no se lo debe topar porque afecta al transporte publico y al transporte de carga, por lo que podría afectarse el aparato productivo. Al subsidio del gas también se puede hacer una revisión, focalizándolo para los que más necesiten. Hay personas que calientan piscinas con gas y lo más preocupante es el problema de contrabando de gas en la frontera sur. Se puede canalizar estos recursos para los más necesitados.
¿Cómo evalúa el indicador de Coface al sector privado? ¿Qué dice su índice sobre cómo se ha estado desempeñando?
La empresa privada está recuperándose. Esa caída que se vio en años anteriores terminó. Como nuestro indicador mira el ‘default’ principalmente, lo vemos en las cuentas por pagar vencidas o no vencidas por los clientes. Eso no se ha deteriorado y ya es un indicio de lo que se viene. Dentro de ese paraguas hay distintas industrias con distintos comportamientos, pero vemos por ejemplo que la agroindustria tiene buenas cifras y la construcción que ya terminó de caer. Este sector tuvo una caída fuerte y ahora está estabilizándose.
«Uno tiene que sacar la ideología de la negociación de la deuda y acercarse a quienes ofrezcan las mejores condiciones” Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Valeria Llerena, directora Ejecutiva de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), habla sobre el desempeño del microcrédito en el país. También analiza el actual momento de la economía ecuatoriana y el panorama que se espera para este año. ¿Cómo se encuentra este momento el sector de microempresas en el país?
Es un sector bastante amplio. En la actualidad hay 4,2 millones de microempresarios en el país. Eso significa la mitad de la población económicamente activa. Pero también hay personas que se quedan de lado y que también requieren apoyo de las instituciones financieras. Este año queremos integrar a más personas, que generen empleo, que incursionen de manera formal en el sector financiero y crear impacto social.
Los recursos económicos son claves en este proceso de inclusión. ¿Qué ha pasado con el microcrédito en el país en el último año?
Ha crecido. Los datos de los 47 integrantes de la Red señalan que el 2017 fue un año bueno. La cartera de microcrédito creció de USD 2 300 millones a USD 2 800 millones, entre diciembre del 2016 y el mismo mes del año pasado.
¿Qué lectura se puede dar a ese crecimiento?
Es por la recuperación de la economía y la estabilidad luego de las elecciones presidenciales. Hubo inyección de recursos, pasamos los rezagos de la crisis económica que arrancó en el 2014; hubo más captaciones y el sistema bancario mejoró. La cartera en general se vio mejor de un año al otro. Esto se vio reflejado en la microempresa, pero eso no implica que todo lo que es microcrédito esté mejorando. Vemos que el microcrédito está yendo para los mismos sectores, no se involucra a sectores más pobres.
¿Quiénes son los que reciben esos créditos?
Hay muy poco crédito para los estratos más bajos de la población. Esto ocurre por diferentes factores: temas regulatorios, costos de las entidades financieras, temas de eficiencia, falta de metodologías. Pero todo esto hace que cada vez sea más difícil colocar en lugares más pequeños porque el crédito es más riesgoso, es de difícil acceso, porque no se puede llegar a ciertas poblaciones. Hay un crédito pequeñito que no se llega a dar. Por ejemplo, antes los bancos que atendían el sector colocaban préstamos de 80 o 150 dólares para emprendimientos muy pequeños; hoy los créditos más pequeños son de 700 u 800 dólares. Tenemos un sector de la población que está desatendido.
¿Entonces son los mismos beneficiados o se está ampliando el número de microempresarios que tienen acceso a créditos?
Tratamos de que existan más beneficiarios. Es difícil hacer una medición con claridad de la inclusión financiera. No hay datos reales y claros al respecto; por ejemplo, la CAF señala, en un estudio del 2014, que solo dos de cada 10 ecuatorianos tenían acceso a crédito. Y solo el 41% de la población contaba con cuentas en el banco. No hay estudios más actualizados, ni siquiera los organismos formales tienen datos exactos. Cuando crecen las cuentas bancarias no se sabe si es porque tenemos nuevos actores o si es una misma persona que tiene dos o más cuentas.
Entonces resulta complicado determinar quién está y quién no está incluido…
Hoy por hoy es complicado determinar eso. Existen datos de género, de áreas rurales o urbanas, por regiones, por montos de crédito. Pero hablar de inclusión financiera es mucho más que eso, es incluir a las personas que no están entre los 4,2 millones de microempresarios y hacerles que salgan de una situación de desempleo pese a que están en capacidad de producir. El tema es mucho más amplio.
Con este panorama, ¿qué plantea la Red?
Nosotros agrupamos bancos, cooperativas, ONG y queremos impulsar una política nacional de inclusión financiera. Esto implica agrupar esfuerzos públicos y privados, crear fondos de financiamiento adecuados, bajar los costos de los recursos que muchas veces llegan desde el exterior.
¿Esos recursos del exterior llegan de manera regular?
Se mantiene el fondeo, en especial para las ONG y los bancos de microcrédito. Estos fondos vienen de Luxemburgo, Holanda, Alemania, Estados Unidos. La regulación, en ciertos casos, afecta a esos recursos. Por ejemplo, si vienen de paraísos fiscales tienen que pagar más impuestos, al menos hasta que el Consejo de Política Tributaria establezca excepciones. Esos impuestos a los fondos generan un costo excesivo para las entidades de microcrédito. ¿Cómo se mira en la Red a la evolución de la economía?
Tratamos de hacer un trabajo muy técnico en políticas de microfinanzas. Creemos que el punto de partida para la recuperación económica del país es la generación de empleo y esto se dará con el crecimiento de las microfinanzas. Por eso estamos preocupados por impulsar a este segmento.
¿Qué efectos tiene la reducción de tasas de interés de hace pocas semanas?
En cooperativas de ahorro no hay una afectación por la manera en la que se fondean, en especial las del segmento 1. A los bancos especializados sí les afecta directamente porque su metodología es costosa e implica tener fondeo del exterior. Los bancos especializados están preocupados, mal haría yo en decir que la reducción de las tasas no tiene sustento, pero creo que se debe crear un segmento más pequeño para ese sector de la población que, como digo, no está atendido. Creo también que las instituciones financieras debemos ser más eficientes con tecnologías y otros aspectos que pueden reducir costos.
¿Tal como hace la banca?
Hay que buscar de lado y lado. Con la tasa de interés en la Red no buscamos más utilidad. Un 27% de microempresarios no usan los canales formales para financiarse. Por eso se necesita trabajar desde todos los ámbitos para elaborar una política de tasas que permitan mejorar al sector de microfinanzas. Hemos hablado con autoridades y están muy abiertas a trabajar.
¿Qué panorama tienen en la Red para este año?
Es un año complejo, aún hay incertidumbre por ciertos cambios políticos. Vamos a crecer, pero menos que el año pasado. Queremos un marco regulatorio que permita colocar un mejor crédito.
Hoja de Vida
Estudios. Economista graduada en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, con maestría en Administración de Empresas (MBA) en el IDE.
Trayectoria. Se ha desempeñado en el sector financiero nacional dentro de las áreas de finanzas y riesgos. En la Superintendencia de Bancos, ejerció los cargos de Directora de Instituciones Financieras e Intendente Nacional del Sector Financiero Privado.
Tareas. Ha participado como delegada técnica del organismo de control en la propuesta y discusión de normativa que regula la actividad financiera, en sus distintos segmentos y en la generación de metodologías y herramientas de supervisión a las entidades financieras.
Valeria Llerena es la directora Ejecutiva de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD). Foto: Patricio Terán / LÍDERES
Personalidades de las financias y la economía mundial alertaron hoy desde elForo Económico Mundial (FEM) de Davos, en Suiza, del peligro que supondrían las políticas proteccionistas que dejó entrever DonaldTrump, que asume el viernes 20 de enero del 2016 la presidencia de Estados Unidos.
La previsión de crecimiento de este año en Estados Unidos fue revisada al alza por la reforma fiscal prevista y el paquete de estímulo económico, dijo la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. «Lo que no está del todo claro es cómo este estímulo fiscal se va a combinar con medidas comerciales que tendrán en su mayoría un impacto negativo», dijo Lagarde en un debate sobre la economía global celebrado en Davos poco antes de la investidura de Trump.
Trump no ha prometido sólo gastar dinero para mejorar infraestructuras clave en Estados Unidos, como aeropuertos, carreteras o puentes, sino que también ha anunciado que suspenderá tratados de libre comercio y negociará para obtener condiciones más favorables, especialmente en China.
«No me puedo imaginar que se vaya a hacer un gran daño al libre comercio», dijo el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, destacando que a Washington realmente no le interesa aumentar el proteccionismo y permitir que China domine el comercio global.
Otros líderes políticos se manifestaron también sobre la investidura de Trump, siendo la actitud más común la contención y la prudencia.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, manifestó su intención de colaborar con Trump, destacando la necesidad de combatir juntos el cambio climático, los problemas migratorios, el terrorismo o las consecuencias sociales de la globalización», dijo en declaraciones al semanario alemán «Spiegel».
Sin embargo, la UE necesitará algo de paciencia, reconoció. El Gobierno de Mariano Rajoy en España se mostró prudente. «Nuestra voluntad es que las relaciones con Estados Unidos sean lo magníficas que son en estos momentos», dijo hoy su portavoz, Íñigo Méndez de Vigo. No obstante, ante las recientes críticas de Trump a la OTANy a la Unión Europea (UE), destacó la importancia de ambos organismos.
También el ex presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz llamó a buscar una cooperación activa. «Las elecciones en Estados Unidos ya han pasado y es momento de trabajar» para crear más seguridad, estabilidad y bienestar sobre la base de valores comunes, dijo el socialdemócrata alemán en declaraciones al diario «Nordwest-Zeitung».
Haruhiko Kuroda, el canciller británico Philip Hammond, el presidente y director ejecutivo de BlackRock, Laurence Fink, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, durante una sesión en el Congreso en el día de cierre del Foro Económico Mundial, el 20 de enero de 2017. Foto: AFP
Con la participación de dos delegados de La Comisión Económica para América Latina (Cepal) se llevó a cabo este 15 de diciembre del 2015, el seminario “Política Comercial y Evaluación de Efectos Sociales” en el auditorio de la Escuela de Negocios de la Universidad Politécnica del Litoral (Espae), en Guayaquil.
En el evento se abordaron políticas comerciales del mundo y además se analizó el panorama nacional del Ecuador, en un año en que América Latina se ha visto impactada por la caída de los precios del petróleo y de los commodities.
Andrea Pellandra, oficial de asuntos económicos de Cepal, expuso algunos casos como evidencia empírica sobre los efectos sociales y distributivos de políticas comerciales. Pellandra considera que en el contexto económico mundial, es válido que cada país esté estudiando medidas para proteger la producción nacional y los empleos; sin embargo, indica que para evaluar los verdaderos efectos de cada medida, es importante identificar la metodología adecuada de medición de causa y efecto.
“Los precios de los commodities han afectado a toda la región al mismo tiempo, cada país tiene al interior que tomar la decisión oportuna y tomar medidas para proteger a sus trabajadores, siempre que respeten los acuerdos a nivel global”, sostiene.
Pellandra resalta que a pesar de que existen voces que defienden los acuerdos comerciales como la principal herramienta para alcanzar un libre comercio que lleve progreso a los países, esto debe ser analizado desde un punto de vista más teórico. “El verdadero libre comercio beneficiaría a todos, pero no existe. Chile, por ejemplo, puede tener muchos acuerdos comerciales, pero no son más que tratados bilaterales que exigen ciertos requisitos. Ni siquiera Estados Unidos tiene un real libre comercio, porque ahí también hay un lobby muy poderoso, que tiene capacidad de influencia política. Siempre hay ganadores y perdedores”, explica.
José Durán, oficial de asuntos económicos de Cepal, en cambio, expuso sobre la evolución de la política comercial y cambios en la estructura exportadora que ha tenido Ecuador desde los noventa. Durante su intervención, Durán hizo referencia a la implementación de salvaguardias que Ecuador tomó como medida en 2009 y 2015. «Parte de esta política de las salvaguardias no viene solo para enfrentar el problema de balanza de pagos sino también promover la industria local y favorecer a los productores nacionales», señaló.
Durán también destaco que es importante que Ecuador se haya planteado el reto de cambio de la matriz productiva. «Con muy buena recepción de académicos y organismos internacionales, enfrenta un proceso de cambio de matriz productiva y está buscando la transformación, para promover sectores ganadores. Se habla de desarrollo de refinerías, astilleros», resaltó.
Aún así, este representante de Cepal dijo que es imperante que las cifras de inversión extranjera mejoren en un país dolarizado como Ecuador, debido a que la previsión para el 2016 es que las exportaciones continuarán perdiendo valor. El comercio mundial se contraría en 5% en lo que corresponde a exportaciones, afectando más a América Latina.
“El valor de las exportaciones de Ecuador caería en un 29% y no es el único”, manifestó. Según datos de Cepal, toda la región enfrenta una caída de exportaciones en un 14%. “El comercio interregional se caerá también y esto anticipa que la región está comerciando menos con sí misma. Es una crisis de comercio que no se había vivido hace 80 años”, dijo.
Durán se enfocó también en la trascendencia del comercio regional de Ecuador con los otros países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Señaló que de acuerdo con el último informe, 1 de cada 3 empresas ecuatorianas exportan productos a la CAN y dos de cada cinco son manufacturas. “Lo que exporta a la propia región Ecuador es más alto que lo que envía a China, Rusia o Europa, en cuanto a variedad de productos. La canasta de exportaciones de Ecuador es más rica y diversificada para sus vecinos”, destacó.
De ahí que señaló como una oportunidad importante que se fortalezca la integración productiva en la región; es decir, una cadena de valor bilateral. Citó como ejemplo las sardinas que exporta Ecuador, cuya salsa es elaborada con tomate peruano, o los productos empacados en Ecuador en los que se utilizan plásticos elaborados en Colombia.
Investigadores de la Oficina de Asuntos Económicos de la Cepal analizaron las políticas comerciales del Ecuador. Foto: Enrique Pesantes/Líderes
Los términos transversal y política usualmente aparecen ligados dentro de las declaraciones institucionales que se refieren a temáticas ambientales. Así lo afirma Carlos Reboll, consultor de la firma española en asesoría para recursos hídricos Aguas de Barcelona. “El escenario ecológico está arraigado en la siquis de quienes se proponen hacer empresa y no puede -ni debería de ninguna manera- desligarse de él”, añade.
Con lo anterior coincide Carlos Andretta, director de Asuntos Corporativos de Cervecería Nacional. La firma trabaja, desde hace dos años, en el cumplimiento de su política ambiental del uso eficiente del agua en sus operaciones. “Entre el 2010 y el 2011, reducimos un 8% el consumo de agua por litro (de cervezas) producido, convirtiéndonos en ejemplo para otras filiales de SABMiller en el mundo”.
La inclusión de políticas ambientales va más allá de ser un “membrete” para la imagen institucional. Se refleja en “la forma de hacer las cosas correctas”, para las operaciones de una firma. Así lo considera Mario Burbano de Lara, gerente general de Mutualista Pichincha, en un compilado de Sostenibilidad Empresarial del Comité Ecuatoriano de Desarrollo Económico y Territorial (Cedet).
Para la consultora jurídica en temas ambientales Inés Manzano, las políticas de este tipo se convierten en una cultura empresarial más allá del marketing. Para ella, la falta de conocimiento de la gestión ambiental hace que las empresas sean poco competitivas e incumplan las leyes. “Si conocieran que ser ‘verdes’… les reduce costos, seguramente no dudarían en cumplir con la normativa legal y tomar medidas más allá de lo que se exige”.
El impacto de los procesos bien ejecutados, según opina Gustavo Iñurritegui, pueden generar una exposición favorable para la empresa. Pero estas no tienen un origen comercial, son principios de la operación y del compromiso que deben mantener con el ambiente que garantiza un espacio para operar y generar empleo.
Para el Ministerio de Ambiente, el desarrollo de políticas de reconocimiento público a la eficiencia en el manejo de recursos tiene por objetivo el posicionamiento internacional del producto local. En lo que va del año han entregado ocho reconocimientos Punto Verde, cuatro de ellos a la atunera Seafman, en Manta.
El Ministerio de Finanzas definió en USD 31 768 millones, el Presupuesto para este año, de manera preliminar. Esa cifra representa un incremento del 21%, en comparación con lo previsto el año pasado (USD 26 109 millones). Esta cantidad implica que el Gobierno deberá acceder a suficientes fuentes de financiamiento, que le permitan mantener el ritmo del gasto público al que ha estado acostumbrado.
Al igual que en los últimos 6 años, las tres principales fuentes de recursos provendrán de la gestión que realice el Servicio de Rentas Internas, de las divisas que genere la comercialización externa del petróleo y del agresivo endeudamiento con China. Por ahora no se mira con claridad, si los tímidos anuncios del Régimen apunten a una efectiva salida al mercado internacional de capitales, a través de la emisión de bonos.
En cuanto a los egresos, la mayor parte de la torta se lleva los salarios de los burócratas, los subsidios y la obra estatal. Consecuentemente, el sector público una vez más se mantiene como el principal actor económico. La participación del sector privado, o la inversión extranjera directa pasan a un segundo plano.
Ahora, si bien no hay turbulencias económicas en el corto plazo, las condiciones se mantienen estables, pero con una tendencia a que los precios del petróleo no sigan al alza. Desde esa perspectiva, es oportuno revisar la agenda oficial para el segundo semestre, en donde la prioridad sea la disciplina en el manejo del gasto.