Etiqueta: postres

  • Los insectos, la cereza del pastel de sus postres

    Redacción Cuenca  (I)

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    Brincos BJ es un emprendimiento dedicado a la elaboración de productos basados en la entomofagía, que funciona en Cotopaxi. Jonathan Lema y Betsabé Pacheco ofrecen postres y gelatinas cuyo ingrediente singular son los insectos deshidratados como grillos, catzos, entre otros.

    Emplean esos insectos porque poseen muchas proteínas beneficiosas para el ser humano, asegura Lema. El emprendimiento surgió hace un año y fue un trabajo de él para presentarlo en su carrera de Turismo, en la sede de Latacunga de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE). Lema, en la actualidad, ya se graduó como Ingeniero en Turismo.

    Su novia Betsabé Pacheco le apoya por sus conocimientos en biología. Ella está por culminar esa carrera en la ciudad de Latacunga. Ambos decidieron emprender en la elaboración de postres basados en estos insectos porque ‘es una idea singular’.

    “El objetivo es combatir los problemas de nutrición que existen en Latacunga y una de las mejores maneras de hacerlo es a través de este tipo de postres, porque estos insectos tienen un alto nivel proteínico”, dice Lema.

    Él asegura que los grillos, por ejemplo, aportan con más proteínas que cualquier otro tipo de carne y solo son superados por el salmón y el atún. Este ingeniero en turismo se encarga de la preparación de los postres, mientras que Pacheco indica qué insectos se pueden consumir.
    La profesora de emprendimiento de Lema les puso en contacto con el Centro de Innovación y Emprendimiento Prendho de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). Ellos participaron en una convocatoria y fueron escogidos para ser capacitados y desarrollar su proyecto.

    En Prendho aprendieron a conocer la mentalidad de los clientes y desarrollar su eslogan, formas de comercialización, costeo, evaluación de los productos…

    Antes de la pandemia ya realizaron las primeras ventas cuando participaban en ferias en Latacunga, Riobamba, Loja, entre otras ciudades del país. En total vendieron 900 postres de chocolate, pasteles y gelatinas con diferentes insectos. Desde el confinamiento no pueden participar en estos espacios de ventas, por lo que ahora laboran bajo pedido.

    Los pastelitos con varias capas de crema y el insecto cuestan desde USD 1,50. Lema explica que en los postres de chocolate se coloca el grillo entero y deshidratado y es bañado con mermelada.

    Según él, es un producto rentable porque la ganancia supera el 100% frente al costo. La inversión es poca ya que tienen un criadero de insectos y la máquina deshidratadora la presta un amigo, que tiene un emprendimiento de frutas deshidratadas.

    “Nuestro emprendimiento ofrece al consumidor una experiencia diferente y logramos la aceptación, aunque hay quienes tienen temor. A ellos se les explica el valor nutricional que tienen los insectos y se animan a probarlos”, señala Lema. Sus productos tienen más aceptación en Latacunga. 

    900 postres y gelatinas comercializaron en las ferias realizadas en ciudades de la Sierra.

    Jonathan Lema y Betsabé Pacheco iniciaron el emprendimiento el 2019. Se capacitaron en el Centro Prendho. Foto: cortesía Brincos BJ
    Jonathan Lema y Betsabé Pacheco iniciaron el emprendimiento el 2019. Se capacitaron en el Centro Prendho. Foto: cortesía Brincos BJ
  • La innovación constante les llevó a tener 100 locales

    Priscilla Alvarado

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El aroma a café envuelve desde que se ingresa a uno de sus locales. Sweet & Coffee prioriza la calidad basada en los detalles que tiene cada uno de sus postres. ​

    La cafetería, que se fundó en 1997, se ha convertido en un ícono reconocido en el país. ​

    La idea de crear una cafetería se dio cuando Richard Peet y Soledad Hanna aún eran novios. Ella, amante de los dulces, y él, con una gran pasión por el café, decidieron cristalizar sus aficiones en un proyecto que se derivaría en lo que es actualmente la firma. ​

    Al casarse, abrieron el primer local en el centro comercial Mall del Sol de Guayaquil, con un equipo de 15 personas. Cinco años después ya tenían tres sucursales. ​

    Desde ese momento, se han encargado de ubicarse en la cultura guayaquileña con su cartilla variada de postres típicos hechos de forma artesanal acompañados de un café 100% ecuatoriano, indica Kic-Ling León, gerenta de Marketing de la firma. ​

    La calidad es lo más importante. Por esta razón, en Sweet & Coffee, los fundadores supervisan el negocio de cerca. Richard se encarga de la gerencia y Soledad de la producción.

    En los 23 años que la empresa ha estado en el mercado de forma ininterrumpida se han incorporado nuevas ideas que generan fidelización de clientes y de marca.​

    Como parte de sus prácticas empresariales, la compañía fundó en el 2007 la denominada ‘Universidad del Café’, siendo la primera empresa en Ecuador en crear un centro de entrenamiento y formación para los aspirantes a ser contratados como personal. En el 2018, la ‘Universidad del Café’ firmó un convenio de cooperación para que los títulos obtenidos estén avalados por el Instituto Tecnológico Espíritu Santo (ITES). ​

    En el 2011, la compañía ingresó al Marketing Hall of Fame Ecuador, por su trayectoria en el campo del marketing. ​

    Para 2019 se lanzaron a la colocación de productos de vitrina fuera de los locales. León señaló que en febrero del 2019 se realizó la colaboración con Helados Topsy, para crear un helado de café con chispas de chocolate. En junio, en cambio, se logró colocar en percha el frappelatte en botella. ​

    Kic-ling León Wong es la gerenta de Marketing de la empresa.
    Kic-ling León Wong es la gerenta de Marketing de la empresa.

    “Es la misma fórmula contenida en un envase, sin colorantes ni preservantes”, detalló León. ​

    Actualmente, la bebida, se vende en cadenas y autoservicios como Supermaxi, Mi Comisariato, Fybeca, Nelson’s, Del portal, Gasolineras Primax, entre otros. Así como el helado forma parte de la cartilla premium de Topsy.​

    Sin embargo, la fidelización digital es uno de los objetivos que tiene la empresa desde hace más de dos años. La gerente de Marketing explicó que con el lanzamiento de la ‘app’ de Sweet & Coffee se constató una fidelización digital que va en ascenso. ​

    “Este es un factor importante, porque garantiza una buena experiencia y preferencia por la marca”, destacó. ​

    A la fecha, unas 180 000 personas tienen descargada la aplicación, que ofrece beneficios al momento de comprar en los locales. ​

    La dinámica es simple. En la ‘app’ se acumulan estrellas, las cuales se convierten en saldo que puede ser canjeado, más adelante, por productos gratis. ​

    Para la docente Rocío Castello, esta aplicación le ha facilitado la compra de sus productos. La clienta de 45 años tiene acumuladas 32 estrellas en la plataforma. ​

    Así mismo, Omar Zapata contó que hace dos semanas alcanzó las 80 estrellas y pudo recibir un frappuccino gratis. ​

    La innovación continúa. Para 2020, según adelanta León Wong se trabajará en nuevos procesos dentro de la aplicación para facilitar las compras dentro de los locales ubicados en las tres provincias del país. ​

    Con 64 locales en Guayaquil, 32 en Quito y 2 en Ambato alcanzó en 2019 las 100 sucursales en el país. En diciembre pasado abrió su más reciente local en Plaza Navona, en Guayaquil.

    En su discurso inaugural, el gerente Richard Peet resaltó que esto “reitera el compromiso de seguir expandiéndonos en otra ciudades”. ​

    Se adelantó que entre los planes de la compañía está la apertura de 50 locales más, con una inversión de USD 7 millones en los próximos cinco años. ​

    Actualmente, 1 200 personas integran el personal de Sweet &Coffee y 120 productos forman parte de la cartilla.

    La empresa

    Responsabilidad social. Tiene cuatro programas: Deja tu marca, Sembrando un Compromiso, Nosotros amamos lo Nuestro y Nuestro pacto con el Planeta. ​

    Productos estrella. La torta mojada de chocolate y el capuccino de 8oz. De estos, al mes venden 4 y 8 millones de unidades, en su orden. ​

    Campañas. San Valentín, Día del Niño, Halloween y Navidad. ​

    Ventas. USD 39,5 millones, el 2018.

    Hoy en día la empresa cuenta con 1 200 colaboradores. Tiene presencia en Guayaquil, Quito y Ambato. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Hoy en día la empresa cuenta con 1 200 colaboradores. Tiene presencia en Guayaquil, Quito y Ambato. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Jugos y postres con ingredientes de la zona andina

    Redacción Quito

    Jugos y golosinas hechos a base productos tradicionales ecuatorianos es la oferta que trae la Asociación Gastronómica el Ancestro (Asogan).

    La agrupación la conformó Marisol Ambuludí y su familia. Se trata de 30 personas, la mayoría son familiares y provenientes de Loja.

    El emprendimiento se remonta al 2012, cuando el grupo impulsó un servicio de catering. Este se encuentra activo hasta el momento y, principalmente, da servicio a entidades del sector público.

    Sin embargo, los pequeños empresarios decidieron innovar y su principal motivación fue impulsar los productos andinos. Desde hace dos años, cuenta Ambuludí, comenzaron la producción de los jugos, postres y gelatinas.

    Para ello tuvieron el apoyo y acompañamiento de la Agencia de Promoción Económica del Distrito Metropolitano (ConQuito. La entidad destaca el esfuerzo de Asogan para la creación y venta de nuevos productos por parte de organizaciones de la economía popular y solidaria (EPS).

    El artículo estrella del negocio son los jugos marca Asiri. La oferta incluye bebidas de proteína de amaranto con almidón de achira, sabor a fresa, maracuyá y chocolate. También hay postres que son de harina de plátano o garbanzo con almidón de achira, jalea y relleno de nueces. “Además, ofrecemos gelatinas de frutas y verduras con sabores como mora, maracuyá con zanahoria, hierbaluisa con limón y naranjilla con espinaca. Todo está endulzado con panela de origen orgánico”.

    Los postres y gelatinas los fabrican hace tres meses y los entregan a una persona de una organización que, a su vez, distribuye el producto en un colegio. También, comenzaron a vender en la tienda orgánica Camari, en Quito

    Allí se reparten unas 50 fundas semanales de gomitas y otras 20 de postres. Mientras que los jugos los comercializan por litros a los Centros Infantiles del Buen Vivir del Ministerio de Inclusión Económica y Social. A estos centros envían 35 litros dos veces por semana para 270 niños. Es el principal cliente de la empresa.

    Los jugos, sin embargo, también se venden en botellas en presentaciones de 200 mililitros. Estos productos se colocan en ferias.

    Para consumidores de productos naturales como Esteban Méndez consumir estos productos le brinda energía y le permite conocer más de la comida tradicional.

    De hecho, esa fue la principal motivación de Ambuludí y su familia para este emprendimiento. “Estamos enmarcados en la alimentación saludable. Nos enorgullece que podamos ayudar a los niños en una alimentación saludable”, dice.

    Además, la emprendedora explicó que es importante resaltar la tradición culinaria del Ecuador. Ella quiere recuperar el uso de harinas y almidones de plantas que se han usado ancestralmente.

    El emprendimiento tiene previsto desarrollar nuevas ideas alimenticias enmarcadas en la línea actual. Uno de sus principales objetivos es la producción con base de hierbas aromáticas.
    Este negocio cree en que las organizaciones deben ayudarse mutuamente. Por ello es que Asogan compra los insumos para la fabricación de sus productos a otras asociaciones como Pacha Mama y La Esperanza..

    Marisol Ambuludí y su familia montaron este emprendimiento. El negocio arrancó en el 2012. Foto: LÍDERES
    Marisol Ambuludí y su familia montaron este emprendimiento. El negocio arrancó en el 2012. Foto: LÍDERES
  • Los postres son su inspiración para crear helados

    Redacción Quito

    La afición que Catalina Parra tuvo por los helados y por la repostería desde niña la motivó a arrancar con su propia heladería. Menta-Paletería Artesanal es un emprendimiento que evolucionó de ser un pasatiempo para convertirse en un negocio familiar.

    Esta iniciativa surgió hace un año y medio. Eventos familiares, fiestas infantiles y encuentros entre amigos fueron sus primeros ‘mercados’ para probar su producto. “Tenía al menos un evento al mes y así fue como nos dimos a conocer al público”, dice Parra.

    Los sabores de los helados gustaron a esos primeros clientes por lo que la mujer y su esposo apostaron por montar su propio local de helados artesanales.

    La elaboración de su primer helado fue una aventura basada en “prueba y error”. Fue de menta y consistió en un aprendizaje de seguir recetas e ir probando. Después de una semana, en la tercera prueba, Catalina consiguió la paleta esperada.

    El helado de menta les gustó a Parra y su esposo que decidieron usar la palabra ‘Menta’ en su emprendimiento, en honor a su primera paleta.

    Esta emprendedora explica que la estrategia del negocio fue convertir postres en helados mediante frutas e ingredientes naturales.

    El primer paso para dar a conocer su iniciativa empezó en la Feria de Verano de la Floresta del año pasado. En este espacio, su participación fue sorprendente. En tan solo dos días de feria se vendieron 400 helados.

    La aceptación que recibió su producto en esta feria impulsó a Parra a ubicar a la Floresta como un sitio estratégico para comenzar con su proyecto.

    La inversión inicial para empezar con esta iniciativa fue de USD 25 000. El capital se invirtió primero para buscar una vitrina. El siguiente paso fue el arriendo del local, la compra de congeladoras, máquinas, muebles y materia prima para la producción de las paletas. “Así seguimos hacia adelante”.

    La inversión se va recuperando paulatinamente con la venta de las paletas, que ya no solo en cumplen en eventos sociales; Menta-Paletería Artesanal acaba de abrir su primer local, ubicado en el sector de la Floresta. En los primeros 10 días se vendieron alrededor de 450 helados. Los precios varían entre USD 2 y 2,50.

    Otro de los secretos está en los ingredientes. Los productos para la elaboración de los helados son 100% naturales. “Usamos frutas y combinaciones naturales, evitando cualquier tipo de químicos, colorantes o sabores artificiales” .

    Su principal proveedor es Wikimujeres, una red de colaboración entre emprendedoras que se mueven en Facebook. Parra comenta que mediante esta red solidaria consigue productos naturales para la elaboración de sus helados; también, puede colaborar con otras microempresarias.

    Titi Moreno, emprendedora en Wikimujeres, provee a Parra aproximadamente de tres litros de leche de coco a la semana. María del Carmen Zavala también es proveedora de la iniciativa. Ella provee de cuatro kilogramos de frutillas por semana.

    Menta-Paletería Artesanal ofrece hoy en día más de 30 variedades de helados, desde pie de limón, menta chocolate hasta caramelo salado y helados bajos en azúcar.

    Catalina Parra, propietaria de Menta-Paletería. Su estrategia es elaborar helados con base en recetas de postres. Foto: Vicente Costales/ LÍDERES
    Catalina Parra, propietaria de Menta-Paletería. Su estrategia es elaborar helados con base en recetas de postres. Foto: Vicente Costales/ LÍDERES
  • En dos provincias ubican sus postres

    María Victoria Espinosa (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El cheesecake es el producto estrella de la cafetería Sweet Land. En las tres sucursales, ubicadas en Quevedo y Santo Domingo de los Tsáchilas, se venden ocho variedades del postre elaborado con queso crema. Hay sabores cítricos como el de maracuyá o dulces como el de chocolate y manta.

    Para el propietario de Sweet Land, Fernando Romero, la acogida de los postres se relaciona con la calidad con la que los preparan. “Prefiero utilizar productos de calidad para mantener el sabor, que es lo que nos identifica”, dice el emprendedor.

    El café con el que se preparan 10 bebidas calientes y frías lo compran en Zaruma (El Oro), las barras de chocolate las adquieren en Quevedo. “Es un producto de exportación, que ha obtenido reconocimientos a nivel internacional”.

    El ejecutivo Ronald Rivadeneira visita al menos tres veces por semana la cafetería en Santo Domingo. “El aroma y la contextura del café es muy buena. Vengo con mis clientes y amigos y nos tomamos hasta dos tazas”.

    Romero asegura que el café es seleccionado en la cosecha y secado bajo sombra. Es orgánico y la especie arábiga. Sweet Land, que significa tierra dulce, nació en Quevedo (Los Ríos) hace cinco años. Empezó con una inversión de USD 60 000. Con ese monto se adquirieron utensilios de cocina y se amobló un local en el centro de la ciudad fluminense.

    Casi a los dos años se trasladaron a nuevas instalaciones y decoraron la cafetería y pastelería con un estilo más sofisticado. Se adecuaron lámparas y se tapizaron las paredes con dibujos en forma de café.

    El diseño fue hecho por Nathalia Maldonado, copropietaria y chef de Sweet Land. Ella es la encargada del control de calidad de los postres.Romero asegura que hasta hace cinco años, él y su esposa Nathalia vivían en Cayambe (Pichincha). “Queríamos colocarnos un negocio. Así que analizamos las opciones y Quevedo nos pareció un buen lugar porque está en el centro del país”.

    De a poco, la cafetería fue adaptándose a un nuevo concepto. Brindar un espacio cómodo y elegante para que los ejecutivos pudieran cerrar negocios en este lugar. Según Romero, en la ciudad fluminense no había un lugar para este segmento y que prestara los servicios de aire acondicionado, wifi gratuito y sillas cómodas, en las que además de degustar una bebida y un postre se pueda conversar.

    Esa idea también se trasladó hace un año a Santo Domingo de los Tsáchilas. Se ubicó en la avenida Chone. Al principio, obsequiaban las más de 30 variedades de postres y bebidas para que los clientes se arriesgaran a probar los nuevos sabores, que no se ofertan en las otras pastelerías, como la torta Sweet Land, que es un bizcocho húmedo de vainilla y tiene trozos de durazno en el relleno.

    Carmen Rojas fue una de los primeros clientes. Su postre favorito es la torta de mocachino (café con leche vaporizada y chocolate), con pequeños trozos de chocolate. Es una torta húmeda y decorada con bizcotelas.

    La porción cuesta USD 2,50. “Cada miembro de mi familia tiene una favorita. A mi esposo le gusta la especialidad de la casa llamada Sweet Land. A mi hijo menor, la de oreo y el mayor el cheesecake”, señaló.

    En Sweet Land se realizan tortas para matrimonio, bautizos, quinceañeras o temáticas, según los diseños que el cliente escoja como dibujos animados, flores, carteras o hasta maquillaje. Incluso se pueden colocar fotografías en los pasteles.  Estos pueden ser de crema o de fondant y los rellenos están elaborados con manjar, almendras, chocolate, mermeladas, trozos de frutas, entre otros.

    Desde noviembre del 2015 se inauguró una nueva sucursal en Santo Domingo de los Tsáchilas. Este local tiene una terraza para que los clientes estén más cómodos, en días calurosos. En las nuevas instalaciones se invirtieron USD 45 000.

    El diseño y la construcción del local tardó tres meses. “Está ubicado en una zona comercial y que es muy concurrida. A veces se cierra a las 22:30. Cuando en Quevedo se cierra a las 21:00”.

    La cartera de clientes en cada local es de alrededor de 200. En las tres sucursales trabajan 24 personas. Pero Romero recuerda que cuando iniciaron eran apenas cuatro. “Empezamos como un negocio familiar, pero siempre con el objetivo de expandirnos por el país”.
    El próximo reto es crear un taller para elaborar los postres en Quevedo y trasladarlos a Santo Domingo a través de una cadena de refrigeración.

    Las instalaciones tienen un 50% de avance. “En un principio decidimos elaborar los postres en Santo Domingo, pero la calidad bajó. Así que para mantener el sabor característico vamos a invertir”. Se tiene prevista una inversión de USD 60 000. El próximo año abrirán una nueva sucursal en Quevedo.

    Fernando Romero es el propietario de Sweet Land. En este negocio se especializan en los postres como el cheesecake de fresa, coco, chocolate, etc. Foto: Juan Carlos Pérez/ PARA LÍDERES
    Fernando Romero es el propietario de Sweet Land. En este negocio se especializan en los postres como el cheesecake de fresa, coco, chocolate, etc. Foto: Juan Carlos Pérez/ PARA LÍDERES
  • El objetivo de este negocio es impulsar la cultura del café

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El aroma a café lojano, al ingresar a Coffee&Co. es una característica que transmite esta cadena de cuatro cafeterías, que nació en el 2014 en Quito. Además, el estilo ‘vintage’ en su diseño interior, compuesto de cuadros relacionados con el café, apelan a la comodidad y da un valor agregado a la marca, explica Carolina Aguilar, gerenta de este emprendimiento.

    La iniciativa tiene por objetivo impulsar una nueva forma de conocer la cultura del café.
    La variedad en el tipo de grano, además de preparar postres (maqueño, mandarina, etc.) y una amplia oferta en desayunos -por la cantidad de platos hasta con ocho opciones que se ofrecen en su menú- son su carta de presentación que las diferencia de otros negocios similares, expresa esta quiteña de 27 años.

    La relación con este tipo de negocios nació cuando ella tenía 12 años. A esa edad, comenta la emprendedora, aprendió a elaborar el pastel de maqueño, con una receta “secreta” de la mano de su abuela Leddy Milky.

    Posteriormente, en los eventos familiares y de amigos, siempre realizaba los postres, como hobbie y “comprobó que las recetas le salían perfectas”; incluso, tomó un curso de repostería y pastelería en el Culinary Art’s School. A la par, Aguilar también estudiaba Diseño de Interiores en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

    Con el conocimiento adquirido en gastronomía, impulsó su primer negocio de restaurante. Pero en el 2014, prefirió direccionarse a desarrollar su proyecto de Coffee&Co. En ese año, Carolina Aguilar, cuenta que planteó una línea de negocio de la mano del Grupo Empresarial Villacís, aunque todo el proyecto lo lidera ella.

    El primer paso para dar forma a Coffee&Co. fue la búsqueda de lugares estratégicos en la ciudad de Quito. Luego, la emprendedora se dedicó a diseñar los menús de desayunos, como el tigrillo, el ‘light’ o el británico, acompañados de un café vertido en tazas de 16 onzas o ‘jumbo’.

    La primera cafetería de esta marca se inauguró a inicios del 2014 y está ubicada en el centro financiero, en el norte de la capital.

    La inversión para este emprendimiento se aproximó a los USD 500 000. Con esto se financió la adquisición de las máquinas italianas para preparar el café, el mobiliario y los ingredientes.

    Al ver la aceptación de los productos, en septiembre de ese mismo año, Aguilar apostó al posicionamiento de su marca y decidió inaugurar una segunda cafetería en Cumbayá. La diferencia entre esta y la primera, es que aquí implementaron un planta de producción que sirve como centro de acopio para todos los ingredientes. Además, desde allí se despachan los pasteles y otros insumos de sus proveedores, para transportarlos a los otros locales.

    Olga Ramírez, coordinadora general Ecuador de Carsnack, es una de las firmas proveedoras de Coffee&Co. Esta empresa, que ofrece vasos, empaques, máquinas y salsas que se expenden -por ejemplo en centros de entretenimiento como cines- tiene relación con este negocio desde el 2014.

    Para esta cadena de cafeterías, Carsnack distribuye los vasos descartables y los jarabes de café. Ramírez señala que este emprendimiento ha tenido buena aceptación en el mercado, y por ello hay un crecimiento de la marca.

    Pablo Velasco, encargado del área de ventas de Termalimex, dice que también acompañó al crecimiento de Coffee&Co. Esta empresa asesoró a Carolina Aguilar para que adquiera tres máquinas italianas de café, a un precio promedio de USD 7 500 cada una.

    Con el manejo del negocio que incluye un manual de marca, Aguilar explica que este año también podrán expandirse hacia otros sectores de la capital.

    Hasta fines del 2016, Coffee&Co. tiene previsto inaugurar otras tres cafeterías en sectores, que por ahora se están determinando en un estudio que se lleva a cabo con el Grupo empresarial Villacís. Asimismo, analiza otras estrategias de posicionamiento, como el envío de desayuno a domicilio en los sectores donde esté la marca, y también trabaja para manejar bajo la marca de Coffee&Co., la venta de café ecuatoriano, “preservando el toque y sabor ‘vintage’”.

    Y por último, a través de redes sociales se tiene la consigna de fortalecer su comunidad digital.

    Carolina Aguilar es la gerenta de la cadena de cafeterías Coffee&Co. Ella se encarga de liderar la marca y de la expansión del negocio en la capital. Foto: Vicente Costales/ LÍDERES.
    Carolina Aguilar es la gerenta de la cadena de cafeterías Coffee&Co. Ella se encarga de liderar la marca y de la expansión del negocio en la capital. Foto: Vicente Costales/ LÍDERES.
  • El postre saludable no pierde encanto

    Redacción Quito 

    ¿Tortas y galletas preparadas sin lácteos ni huevos? Sí, es posible y tienen mercado. Hace tres años, Carla Toledo y Felipe Bixby iniciaron su negocio, que en esa época no tenía nombre pero que buscaba especializarse en la producción de repostería más saludable.

    Para este matrimonio, su propuesta buscaba cubrir las necesidades de un nicho de mercado poco explorado en el país. Personas intolerantes a la lactosa, que buscan estar en forma, o que simplemente prefieren experimentar otros sabores a través de nuevos ingredientes, buscan los productos de este emprendimiento.

    Para iniciar, los dos gastrónomos graduados en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) invirtieron unos USD 2 000 que destinaron a la compra de insumos para sus preparaciones.

    En principio, Toledo, que se especializa en preparación de postres, buscaba elaborar galletas temáticas al gusto del cliente, como empresas o para cumpleaños.

    Pero también quería ofrecer repostería nutritiva, por lo que emplea insumos como harina de quinua, higos, avena, salvado de trigo, entre otros ingredientes.      

    Pero no fue hasta octubre del año pasado que esta microempresa decidió crear una marca para sus productos. Así nació Záchari, palabra griega que significa dulce.

    Ahora, este negocio cuenta con una variedad de siete galletas: quinua, maíz, trigo, soya y zanahoria, avena, avena con higo, sémola y salvado de trigo.
    Su producción llega a 20 o 30 paquetes de galletas y de 5 a 10 tortas semanales. Gracias a ello, su facturación asciende a entre USD 400 y 500 mensuales.

    Uno de sus principales eventos para promocionarse han sido las ferias gastronómicas que se realizan en Quito. Asimismo, la difusión a través de redes sociales, como Facebook, es su plataforma para mostrar sus creaciones.

    Uno de los proyectos de Záchari es contar con una nueva base de operaciones. Para marzo, la planta de producción, que actualmente es la cocina del hogar Bixby Toledo, en La Floresta (centro-norte de Quito) tiene planificado trasladarse a una planta más amplia, que estará en el sector del Batán (norte de la ciudad).

    En la tienda Warmi comercializan sus productos. Vanesa Herrera, propietaria de este local que se especializa en productos orgánicos, sostiene que comercializan las tortas de Záchari desde hace más de un año, mientras que los paquetes de galletas, desde diciembre del año pasado.

    Herrera comenta que la torta de chocolate y la torta de higo son las más demandadas por sus clientes. Sin embargo, sostiene que las galletas, al ser un producto nuevo en sus perchas, todavía necesitan más tiempo para que las conozcan.

    Janeth Jara, propietaria de Fit Estrategias, comenta que es cliente de Záchari desde hace dos años. Ella cuenta que “no le gustan los postres”; sin embargo, los productos saludables “le encantan”.

    Gracias a ello, en la pasada Navidad regaló a sus clientes una caja de galletas; sus preferidas son las galletas de avena y la torta de chocolate que compra una vez al mes.    

    Asimismo, Jennifer Nájera, analista de Ventas de Belcorp, comenta que esta empresa de venta de cosméticos contrató a la microempresa también para Navidad.

    Ella cuenta que adquirió unas 1 300 galletas para regalar a su fuerza de ventas. “Adquirimos galletas en temáticas para la fecha navideña (…) el servicio y el sabor son excelentes”, dice Nájera.  

  • El sushi dulce y los mini postres son parte de sus 200 golosinas

    Redacción Guayaquil

    Alfajores, sushi dulce, postres enteros y miniatura son parte de las casi 200 variedades de dulce que oferta de D’Picar. Se trata del emprendimiento que inició Paola Menéndez hace 13 años, en Guayaquil.

    Esta amante de la cocina inició con la preparación de los dulces en el 2000, cuando estaba embarazada de su hija Camila. Dejó su trabajo en una empresa para cuidar de su salud. «Pero no quería dejar de generar ingresos», cuenta.

    Así, se decidió a hacer de su pasión una fuente de ingresos y empezó a elaborar dulces bajo pedido para familiares y conocidos. Su hija nació y sus productos ganaban cada vez más acogida. Luego de dos años, la demanda fue tal que decidió montar un negocio y le dio un nombre; también creó un logo.

    Hoy, D’Picar produce hasta 15 000 dulces por semana en épocas fuertes, como la navideña. En esas semanas, puede llegar a vender hasta USD 6 000. En la temporada baja, vende aproximadamente USD 1 000 semanales.

    La elaboración la realiza desde su domicilio, ubicado en la ciudadela Matices (Daule, Guayas). Para alcanzar este nivel de producción, tuvo que ampliar su cocina hace dos años. En esto, invirtió cerca de USD 6 000, que destinó a la adecuación de un espacio dedicado a la elaboración de masas.

    El producto estrella de esta micro­empresa es el sushi dulce. Consiste en rollos del tamaño similar a los del sushi tradicional, pero elaborado a base de manjar, chocolate, nuez, almendras… Este bocadito se vende por USD 300 el paquete de 250 unidades. D’Picar provee de salsas de chocolate y manjar para acompañarlos, además de los palillos.

    Otros dulces con gran acogida son las versiones miniatura de tres leches, quesillo, tartaletas y cheesecakes. Los precios de los productos varían de acuerdo con el tamaño y los ingredientes. Así, un paquete de 100 dulces oscila entre USD 18 y USD 28. Los dulces enteros van desde los USD 25 hasta los USD 50.

    El mayor volumen de ventas de D’Picar se concentra en eventos sociales, principalmente los matrimonios. Por ejemplo, Nicolás Murtinho compró a Menéndez todos los bocaditos para su boda, en mayo del 2011. «El sabor es excelente y ahora es común probarlos en muchos eventos de la ciudad», indica.

    Otra clienta es Margarita Aguayo. Ella compró los dulces de D’Picar por primera vez en el 2008, para la primera comunión de su hijo. «Lo hice porque recibí excelentes referencias. Desde entonces los pido para cada evento». Agrega que la presentación es impecable. «Se preocupa por todos los detalles».

  • Una iniciativa que se nutre de creatividad y reciclaje

    Redacción Cuenca

    En los mercados de Cuenca, las canastas de madera donde se transporta la fruta quedan abandonadas. Juana Álvaro las recoge, las restaura y las comercializa como porta maceteros. Lo mismo ocurre con los retazos de tela de los almacenes, Álvaro los recoge y los utiliza para elaborar delantales de cocina y servilletas bordadas.

    Además de esos productos, esta azuaya también elabora panes de yema que comercializa en maceteros, ‘popcakes’ decorados, manzanas acarameladas y achocolatadas, ‘cupcakes’ de chocolate con champán, frutos secos con whisky y otros sabores. Esta iniciativa se llama Postres y Decoración con lo que Álvaro vende unos USD 400 al mes.

    Esta microempresaria nació con habilidad para elaborar artículos decorativos. Su madre, Aracely Ramírez, la alentó a que emprendiera, incluso le dio sus recetas de postres, con lo que hoy Álvaro deleita a sus clientes.

    Desde hace más de 10 años comercializa sus creaciones por temporadas o por encargo, pero a inicios del 2012 decidió enfocarse en el negocio.

    Invirtió cerca de USD 500 en materiales y elaboró delantales con diferentes diseños, cajas decorativas y postres. Abrió una cuenta en Facebook y comenzó a ofertar sus productos. Sus ventas mensuales bordeaban los USD 200.

    En diciembre pasado, Diana Sojos, propietaria del espacio artesanal La Esquina de las Artes, conoció el trabajo de Álvaro y la invitó a participar en ferias ocasionales. Luego la invitó para que cada sábado exponga sus artículos de decoración y postres en un espacio de esta casa que acoge a 11 iniciativas fijas.

    Con el acceso a esta vitrina ha duplicado sus ventas y ha llegado a más consumidores, incluso ha diversificado su oferta. Según la temporada, dicta talleres de decoración y repostería para niños y adultos. También elabora postres y entrega a domicilio.

    Lucía Calderón compra los ‘cupcakes’ y panes de yema que elabora esta cuencana. Ella destaca el sabor y la creatividad ya que los comercializa en macetas o tazas de té decorativas.

    Los sábados en la mañana el espacio donde Álvaro expone sus productos es un derroche de creatividad. Hay estantes antiguos decorados con tazas, flores, esculturas de ‘cupcakes’ y un maniquí donde exhibe los delantales que borda a mano. Cada semana cambia la decoración para que los clientes sientan su pasión por lo que hace.

    Más sobre la iniciativa
    La oferta.   Entre servilletas y delantales elaborados a mano hay más de 30 modelos con telas diferentes.

    Los talleres.  Para los niños hay para decorar una maceta y sembrar una planta. También de costura, repostería…

    LA CIFRA:
    USD 3 cuestan sus productos en promedio

  • En las recetas de sus dulces el gluten no está incluido

    Redacción Guayaquil

    A la hora de comer, Ana Batallas, de 32 años, debe tener cuidado con lo que consume. A esta ambateña radicada en Guayaquil hace unos tres años le detectaron una enfermedad celíaca antes de mudarse al Puerto Principal. Esta deficiencia en su intestino le impide consumir alimentos con gluten, que se encuentra comúnmente en el trigo, en la cebada, en el centeno y en la avena.

    Desde ese momento la vida de esta abogada cambió; los cuidados a la hora de comer aumentaron, pero también fue el inicio de su actividad como emprendedora. Leyendo recetas en Internet para preparar alimentos libres de gluten y con la ayuda y enseñanza de su suegra, Patricia Larrea, empezó a preparar postres. Y así nació Caramell Gluten Free.

    Batallas confiesa que al inicio se involucró en esto porque durante su embarazo tenía muchos antojos, luego empezó a verlo como una idea de negocio, que se cristalizó hace seis meses.

    Para elaborar un nuevo producto, Batallas se toma entre dos semanas y tres meses, pues debe experimentar con diferentes tipos de masas hasta lograr un sabor igual a los postres con gluten.

    Su oferta incluye brownies, varios tipos de galletas, pie de limón, pancakes, cheesecakes, selva negra, tentación de chocolate, hotcakes entre otros.

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    Batallas comenta que aún intenta preparar una pizza sin gluten y experimenta con otros tipos de harinas para lograrlo.

    Una de sus clientas es Pepa Buendía. Ella compra sus productos desde que empezó el emprendimiento. En promedio, adquiere estos productos cada dos semanas, para su hija. Uno de los productos que más le agradan son las tortas y los ‘negritos’. «Son saludables y exquisitos», comenta Buendía sobre los postres.

    Para el emprendimiento, Batallas invirtió alrededor de USD 4 000 para la compra de utensilios, batidoras, hornos, molinos, que son esenciales para la elaboración saludable de sus productos.

    Caramell Gluten Free tiene unos 400 clientes en promedio, en su mayoría estos tienen enfermedades celíacas y algunos de ellos son niños alérgicos al gluten.

    Su participación en ferias artesanales y de microempresarios la ha llevado a posicionar sus productos. En diciembre pasado estuvo en la Feria Artsenal, en el centro comercial Village Plaza.

    Cada mes vende unos cinco postres o tortas, que son requeridos para cumpleaños de personas con intolerancia al gluten. El pie de limón lo oferta en USD 30, además de cajas de galletas.

    La materia prima
    Proceso. Caramell Gluten Free elabora su propia harina de arroz, de garbanzo y de otros productos.Los granos. Adquiere la materia prima a proveedores del Guayas y a través de envíos de sus familiares desde su ciudad natal: Ambato.400 clientes al mes tiene en promedio.