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  • Las empresas activan planes ante la violencia contra la mujer

    Carolina Enriquez

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Llegaba cansada, a veces sin dormir y con los nervios destrozados. A veces no recordaba las tareas que tenía que hacer, otras las realizaba a menor velocidad; también, por la profunda pena, indicaba que estaba enferma y se ausentaba por varios días.

    Esa era la rutina que llevaba María (nombre protegido) en su trabajo durante la época que fue víctima de violencia por parte de su pareja. Según la Encuesta de relaciones familiares y violencia de género del 2019, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 65 de cada 100 mujeres en Ecuador han experimentado por lo menos un hecho de violencia en toda su vida.

    El documento explica que entre las víctimas de violencia dentro del ámbito familiar y de pareja están mujeres que trabajan.

    El estudio

    Los costos empresariales de la violencia de género contra la mujeres de Ecuador, elaborado por la Universidad San Martín de Porres de Perú, explica que en las empresas también coexisten los agresores y los colaboradores testigos.

    Este último informe detalla que 31 de cada 100 trabajadores, de 35 empresas que participaron en el análisis, estuvieron involucrados directamente en situaciones de violencia contra la mujer.

    Ausentismo, tardanza, baja producción, etc., tal y como se describe en el caso de María, son los principales impactos para una firma. Esto se traduce, a su vez, en días y dinero perdido; 10,5 días hábiles al año por trabajadora agredida, 12,5 por agresor y USD 1 800 millones en pérdidas económicas en empresas ecuatorianas.

    Violencia implica agresiones físicas, psicológicas y económicas que han sido “normalizadas”.

    Los impactos económicos para las empresas también se generan por los problemas que viven las los agresores: faltan al trabajo, se distraen mucho, tienen mal rendimiento, tienen celos, etc.

    La Cámara de Industrias y Producción conoció estos resultados y considera que es fundamental que el sector privado tome acciones ante esta situación. Las empresas que participaron en el estudio ya han desarrollado políticas una vez que conocieron cuál era la situación de agredidos y agresores en sus firmas.

    “Tenemos una línea base que es alarmante, por lo que decidimos intervenir inmediatamente”, dijo Nidian Rodríguez, jefa de responsabilidad social de Pharmabrand.

    La empresa, que tiene 1 000 empleados, cuenta con talleres de sensibilización desde este año. A través de esta experiencia la firma ha logrado que ciertas personas se acerquen para consultar dónde pedir ayuda; en estos procesos participa el área de trabajo social.

    Asimismo, desarrollará trabajos preventivos e impulsará la iniciativa de la ‘píldora’ Desaprendol. Se trata de un símbolo para que la gente se dé cuenta que se deben desaprender conductas violentas que están normalizadas.

    En Holcim, con 960 empleados, se busca atacar, principalmente, la violencia normalizada.

    “Hemos empezado con entender qué significa violencia contra la mujer. También contamos talleres de grupos pequeños para que las mujeres puedan abrirse, contar sus experiencias y darse cuenta que no están solas”, indica María Dolores Franco, directora de recursos humanos de la empresa.

    Esta firma del sector constructor también tiene un programa de tolerancia cero en casos de violencia contra las mujeres en el ámbito laboral. Como parte de su estrategia de diversidad e inclusión cuenta, además, con programa de empoderamiento y desarrollo de liderazgo femenino.

    Estas acciones se toman en todos los niveles de la firma, desde el comité directivo hasta la parte operativa. “Si mujeres en mandos medios, en gerencias, direcciones, han dicho basta todas pueden hacerlo”, dice Franco.

    En Endesa Botrosa, maderera con 2 000 colaboradores, también se trabaja en cambios de política institucional desde la directiva. A través de grupos multiplican el mensaje de la no violencia.

    En las empresas se requiere que la alta gerencia se comprometa con la implementación de una política de cero tolerancia a la violencia de género. Foto: Freepik.es
    En las empresas se requiere que la alta gerencia se comprometa con la implementación de una política de cero tolerancia a la violencia de género. Foto: Freepik.es

    problema está presente en todo sector

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Las trabajadoras que sufren violencia presentan una serie de secuelas y situaciones que inciden en sus tareas. Estas personas tienden a faltar más, sufren dolencias o se sienten indispuestas. Además, deben atender gastos para atender su salud mental, resolver temas legales o financieros.

    Así lo advierte el estudio Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en Ecuador. El documento añade que el personal que vive situaciones de violencia contra las mujeres (sean las agredidas o los agresores) tiende a sufrir más distracciones, cero productividad, siniestralidad, preocupaciones y agotamiento. Todo lo anterior se conoce como presentismo.

    Otro dato indica que la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja está presente en todos los sectores productivos, siendo ligeramente mayor en las industrias manufactureras (33,6%), seguido de servicios (31,9%) y comercio (28,1%). Esto demuestra que, sin importar a qué se dedique la empresa, la violencia contra la mujer está presente en todas ellas. De las 35 empresas participantes en el estudio, ninguna ha estado libre de este problema.

    El lugar de la agresión también fue analizado. Según el reporte, el 12,9% de las mujeres ha sido agredida por su pareja o expareja mientras trabajaba. En el caso de los hombres, el 9,7% expresó haber agredido en el ambiente laboral a su pareja o expareja.

    En las pérdidas económicas y de días de trabajo en las empresas también cuentan los testigos. Estos son todos aquellos colegas que escuchan las historias de los agredidos o agresores, quienes conocen los casos o brindan algún apoyo. Al estar inmersos en estos problemas también pueden llegar a descuidarse en su trabajo. El estudio de la Universidad San Martín de Porres revela que el 16% del personal atestigua las situaciones de violencia dentro de las firmas analizadas.

    Daniela es una empleada privada de 36 años. Hace seis conoció del caso de una colega que recibía maltrato psicológico por parte de su expareja. “Generó en mí: tristeza, frustración e indignación, ya que en el medio en que nos desen­volvemos debemos enfrentar estrés, mucha presión y, en sí, muchas emociones, porque tratamos todo el día con muchas personas. Yo considero que siempre hay que ayudarnos unas otras”.

    Según el estudio, entre los principales impactos de la violencia que enfrentan los testigos, las agredidas y los agresores se cuentan ansiedad, estrés postraumático, dolores físicos, problemas gastrointestinales, falta de sueño, irritabilidad, entre otros.

    Paula Yánez, coordinadora de la carrera de psicología de la Universidad de las Américas, explica que se debe pensar también en la violencia de género en el ámbito laboral porque impacta en la salud física y mental de las personas.

    El trabajo interno de las empresas es fundamental

    Una vez que existe un diagnóstico sobre este problema social y económico, el siguiente paso es tomar acciones para frenar y controlar los ataques.

    Viviana Maldonado, coordinadora del programa PreviMujer, de la GIZ, se anima a pronosticar que con el estudio las empresas del país tomarán conciencia, “porque saben que están impactadas”.

    Esta experta tiene algunos planteamientos para los sectores productivos. Lo primero es trabajar en prevención. “Si se hace un trabajo sostenido, visibilizando el tema, la tarea será más sencilla”.

    Maldonado hace notar que existe un gran porcentaje de empresas y actividades que aún no sufren por la violencia. Por eso cree que es necesario contar con políticas de cero tolerancia y trabajar muy de cerca con los empleados.

    La Cámara de Industrias y Producción también tiene un plan para desarrollarlo con sus agremiados. Pablo Zambrano, presidente de la Cámara, detalla que existen tres acciones concretas: generar conciencia del problema, organizar al sector privado para que se aborde la problemática y desarrollar acciones como talleres de sensibilidad o campañas de prevención.

    Para esto, el gremio replicará los buenos ejemplos de otros países, así como de multinacionales que operan en el país y tienen una política muy clara respecto de la violencia de género.

    Zambrano reconoce que existen desafíos en el camino. Uno es la vergüenza, en especial la del agresor. Por eso existen empresas que participan en el estudio, pero de manera anónima, con el objetivo de que las víctimas no sean victimizadas nuevamente.

    “Necesitamos elevar la conciencia y elevar el perfil del problema para combatirlo desde distintos ámbitos”. Uno de los puntos de partida, según Zambrano, son los reglamentos internos que deben abordar claramente el tema.

    El estudio también tiene recomendaciones. “Para una prevención efectiva, se requiere que la alta gerencia se comprometa con la implementación de una política empresarial de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja, en primer lugar porque vulnera los derechos humanos universales y, en segundo, porque destruye la productividad de la organización”.

    Para los casos de personal que sufre o ejerce violencia extrema, se requerirá articular una red de servicios especializados para tratar psicológica, física y legalmente cada situación. Hay que crear un canal efectivo y brindar las facilidades del caso para atender al personal afectado.

    Los grupos de trabajo en los que se dialoga sobre la erradicación de la violencia contra la mujer forman parte de las políticas implementadas por diferentes firmas contra este problema. Foto: Freepik.es
    Los grupos de trabajo en los que se dialoga sobre la erradicación de la violencia contra la mujer forman parte de las políticas implementadas por diferentes firmas contra este problema. Foto: Freepik.es
  • Los planes de contingencia son vitales

    María Vanessa Silva

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    En el desarrollo de actividades las organizaciones se enfrentan a constantes desafíos imprevistos internos y externos. Estructurar adecuados planes de contingencia y de gestión de crisis ayudan a mitigar riesgos en situaciones de emergencia.

    La coyuntura que experimentó la semana pasada Ecuador debido a la paralización de actividades, por parte de grupos sociales opuestos a las medidas económicas, obligó a las empresas ha aplicar estrategias de diversa índole que permitan continuar con las operaciones dentro de lo posible.

    La gran mayoría de organizaciones están poco o nada preparadas para acontecimientos externos que se suponen nunca pasarán y no son tomados en cuenta; es decir, no se tiene la información adecuada para tomar decisiones, afrontado los factores externos de actuación y comunicación del entorno, y además la incertidumbre de su propia fuerza laboral, explica Juan Pablo Piedra, director de la Maestría en Seguridad y Salud Ocupacional de la Udla.

    Una solución viable a esto, dice el experto, es generar un plan de gestión de crisis, pero para abordarlo se necesita entender el entorno empresarial, los factores que pueden potenciar o desencadenar una posible crisis, cuáles son los riesgos asociados a estos escenarios, cómo se pueden identificar, evaluar, comunicar, controlar. En resumen, anticiparlos es la clave para generar medidas de contingencia adecuadas y estratégicas para mantener una efectiva continuidad de negocio.

    Los planes de contingencia pueden ser globales para toda la empresa, por áreas o por procesos de mayor exposición o riesgo. Deben ser constantemente actualizados, anota Pilar Moncayo, vocera de la Asociación de Gestión Humana del Ecuador (Adghe).

    Los expertos señalan que es conveniente efectuar planes de contingencia dependiendo el riesgo. Cada empresa debe tener mecanismos propios de defensa y actuación ante acontecimientos internos y externos, deben ser suficientes y efectivos.

    Evaluación, planificación, simulación y ejecución son los elementos básicos que debe contener un plan de contingencia. Se añade la capacitación constante del talento humano, de modo que su reacción ante eventos inesperados sea la adecuada para no poner en peligro la operación del negocio.

    Los trabajadores deber tener claro cuáles son sus responsabilidades para afrontar una crisis. Los simulacros son valiosas herramientas de evaluación.

    Frente a los acontecimientos suscitados desde que empezó la paralización de actividades en el país, que complicó el traslado de bienes y personas, importantes firmas afiliadas a la Adghe se han valido de modalidades como el teletrabajo para que el personal labore desde sus hogares y al mismo tiempo precautelar su integridad.

    Así procedieron Tanasa y Proesa, afiliadas a Philip Morris International (PMI) en Ecuador. Informaron que manejan comunicación continua con el personal, de acuerdo al monitoreo constante del equipo de seguridad.

    Otras empresas aplicaron jornadas reducidas. Corporación Maresa, por ejemplo, activó planes para trabajo flexible y con horarios que minimicen el impacto en los clientes.

    Un artículo publicado por la Universidad de Cornell en Estados Unidos, recomienda que las empresas debieran trabajar en una identificación adecuada de amenazas que pueden ocasionar crisis entendiendo que no todas se pueden evitar, refiere Piedra.

    La priorización de los escenarios y la capacidad de afrontarlos son cruciales para empezar a planificar medidas de intervención y actuación, algunos ejemplos pueden ser: fallas operativas de maquinaria, problemas legales, pérdida de propiedad intelectual, imagen corporativa afectada o un brote de enfermedad en el lugar de trabajo, protestas y paros, etc.

    Un plan de reacción efectiva ante eventos inesperados reduce las afectaciones al negocio. Foto: Ingimage
    Un plan de reacción efectiva ante eventos inesperados reduce las afectaciones al negocio. Foto: Ingimage
  • Medicamentos para los más vulnerables

    Patricia González

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    Para la población de bajos recursos, el acceso a medicamentos es más limitado por el costo de los productos. Esta situación afecta en mayor medida a quienes padecen de enfermedades crónicas.

    Grupo Difare, en alianza con el Banco de Alimentos Diakonía, promueve desde hace dos años un Banco de Medicinas, cuyo objetivo es permitir una mayor accesibilidad a medicinas a personas en situación de vulnerabilidad.

    Sylvia Banda, gerenta de Asuntos Corporativos de Grupo Difare, explica que gracias a la vinculación con Diakonía lograron llegar a ese grupo de personas.

    El Banco de Alimentos, integrado a la Arquidiócesis de Guayaquil, trabaja con una red de más de 45 fundaciones para la entrega de alimentos y, desde el 2015, también de medicamentos. Los productos son destinados, principalmente, a adultos mayores, mujeres embarazadas y niños.

    En dos años, el Banco de Medicinas ha beneficiado a 7 090 personas, con 518 899 unidades de medicamentos, entregados a la fecha, valorados en USD 153 000. Banda señala que en el segundo año la cantidad de medicamentos se incrementó un 41%.

    Una de las beneficiadas fue Jackeline del Pezo, quien recibió las medicinas a través del proyecto Estrella de Belén, de la iglesia Discípulos de Jesucristo, en Guayaquil, que ayuda con alimentos y productos farmacéuticos a personas de bajos recursos.

    Pezo tiene una hija de cinco años, para quien ha recibido vitaminas, medicamentos para la tos y contrainfecciones. “Para nosotros es una ayuda muy grande”.

    El Banco cuenta con un portafolio de 110 productos, en 18 categorías, para el tratamiento de enfermedades cardíacas, respiratorias, diabéticas, gastroentéricas, dermatológicas, entre otras.

    El portofolio no solo lo integran productos del Grupo Difare. Desde febrero, Farmaya se unió al Banco con dos tipos de medicamentos, un antigripal y un multivitamínico.

    Banda aclara que los productos tienen plena vigencia. “Es una cantidad destinada a temas de responsabilidad social”.

    Los medicamentos son otorgados bajo dos condiciones. La primera es que la fundación beneficiada cuente con un dispensario médico y la segunda que las medicinas se entreguen bajo pedidos. De esta manera, Difare garantiza que no haya retorno de los productos.

    Para Verónica Sión, vicepresidenta del Directorio de Diakonía, el beneficio de la alianza con el banco de medicinas es el poder aportar a recuperar la salud y generar mayor bienestar en personas vulnerables.

    Ella recuerda que uno de los compromisos suscritos por el país en las Naciones Unidas es el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030. Uno de los ODS busca lograr una cobertura universal de salud y facilitar medicamentos y vacunas seguras y asequibles para todos.

    Banda y Sión resaltan que este tipo de alianzas entre un banco de alimentos y uno de medicina es una iniciativa pionera, incluso en América Latina. Hoy, el banco beneficia a los cantones de Guayaquil y Durán y a la provincia de Santa Elena. Pero la intención es lograr un alcance nacional.

    El Banco de Medicamentos también trabaja en campañas de prevención, en alianza con Laboratorios Bayer. Cortesía: Grupo Difare
    El Banco de Medicamentos también trabaja en campañas de prevención, en alianza con Laboratorios Bayer. Cortesía: Grupo Difare
  • Los japoneses innovan para la prevención

    Betty Jumbo

    Los japoneses no dejan de sorprender. Ahora lo hicieron en una feria de negocios sobre terremotos. Un refugio contra tsunamis; sopas, arroz y galletas para sobrevivir un terremoto; una cama reforzada para no morir aplastados por escombros; y decenas de inventos se exhibieron en Yokohama, a una hora y media de Tokio.

    En la segunda ciudad más grande de Japón se realizó la primera semana de este mes la edición 21 de la Feria Tecnológica del Terremoto, para mostrar productos que sirven para prevenir y resistir a tsunamis, inundaciones, terremotos y otros desastres naturales.
    Allí estuvieron 221 empresas, incluidos los institutos de investigación estatales, centros tecnológicos de gestión de desastres, universidades y municipios.

    Si se creía que ya todo se había inventado, los japoneses demuestran que todavía hay mucho por crear. La empresa Mizuno Marine construyó el ‘Life Boat Shelter’, que es una embarcación o refugio, para resistir a los tsunamis.

    Tiene capacidad para acoger a 25 personas; es decir, ellas pueden salvar sus vidas si se refugian en esta nave en caso de que haya un tsunami, como el que ocurrió el 11 de marzo del 2011. Tras el gran terremoto del este de Japón -de 9.0 grados-, como le llaman a ese desastre, ocurrió un tsunami que dejó 20 000 víctimas mortales y
    7 500 personas desaparecidas.

    Ese suceso incentivó a Mizuno Marine a construir este bote, que en su interior está adecuado con una especie de banca para sentarse y en cada puesto hay cinturones para asegurar a los refugiados. Cuenta con luz, cargador solar, un baño, entre otros implementos.

    Está construido de tal manera que en el caso de que el bote se virara puede volver a su posición horizontal durante el desastre.

    La empresa Wood Luck diseñó una cama de madera reforzada y un cuarto sismorresistente. Ambos muebles -si se los quiere llamar así- pueden ser colocados en cualquier parte de la vivienda, que sea de fácil acceso para sus ocupantes en el momento que se presente un terremoto.

    Una familia de tres o cuatro miembros puede ocupar esa cama, que resiste a la caída de escombros y se evita morir aplastados, por las paredes o techos. El cuarto o refugio tiene mayor capacidad que un albergue.

    Y si se quiere evitar que los electrodomésticos, aparatos tecnológicos u objetos valiosos de la vivienda, empresa o fábrica caigan al suelo y se destruyan, la empresa Ortec de la Prefectura de Kumamoto, en el sur de Japón, encontró una solución bastante simple.
    Se inventó una especie de pegatina (como goma), con la cual se adhiere los artefactos a la superficie, que impide que se desplomen y se dañen durante un sismo. Pueden asegurarse copiadoras, máquinas grandes, computadoras, televisores, botellas y un sinnúmero de objetos.

    Es tan resistente que no se despegan. Ortec vendió su producto a la empresa Sony, la cual asegura sus máquinas de producción. Durante el terremoto del 2011, la multinacional no tuvo daños en sus equipos, según el representante de Ortec. Aunque depende del tamaño, una pegatina puede costar USD 20.

    Y para estar bien preparados, los japoneses echan mano de las simulaciones y la realidad virtual. El Instituto Tecnológico de la Universidad de Tokio creó un programa para que la gente ‘sienta’ virtualmente cómo llega una inundación, por lluvias o los mismos tsunamis. Con ese ejercicio se conoce cómo es el comportamiento de la gente cuando se enfrenta a un desastre. Es una tecnología que se usa para que la gente se prepare y esté lista para algo real, como tsunamis o incendios, explicó uno de los investigadores de la universidad.

    Igualmente, se presentaron drones para búsqueda y rescate de personas durante tragedias.

    La alimentación de sobrevivencia a los desastres es un nicho de negocio muy bien aprovechado. Cinco empresas invitadas ofrecieron su producción de arroz con curry y sopa con un tiempo de caducidad para tres años; estofado libre de 27 alergénicos y sardinas con soya que caducan en cinco años. Otras ofertas fueron postres, como el ‘cheese cake’ y galletas. El sabor de la sopa y el arroz es bastante agradable.

    Este bote contra tsunamis se convirtió en la sensación en la feria tecnológica de Yokohama. Fotos: Betty Jumbo / LÍDERES
    Este bote contra tsunamis se convirtió en la sensación en la feria tecnológica de Yokohama. Fotos: Betty Jumbo / LÍDERES
  • Sueroterapia para mejorar la salud y el estilo de vida

    Redacción Líderes

    (I)

    La sueroterapia está orientada hacia el concepto de la medicina preventiva. Así lo asegura Arturo O’Byrne, médico cirujano especializado en Medicina Integrativa.

    Este experto colombiano está asesorando a Kirei Center para el montaje de este programa, que se va a abrir en Ecuador desde el 3 de octubre en dos centros: uno en Quito (Shyris y Holanda) y otro en Cumbayá (calles Pampite y Antonio Rodríguez).

    O’Byrne explica que la medicina preventiva tiene que ver con cambios en el estilo de vida: alimentación, ejercicio, ambiente, salud mental, etc. “Uno de los puntos importantes es la deficiencia nutricional, que todos los seres humanos sufrimos a consecuencia de la mala alimentación”, asegura el médico.

    Esta falta de nutrientes puede ser combatida, de acuerdo con cada paciente, a través de la aplicación de sueros. Los médicos primero hacen un diagnóstico, para conocer los requerimientos del individuo, y después diseñan el suero con las vitaminas, minerales y medicamentos de biorregulación necesarios.

    El beneficio de la sueroterapia es que se tiene garantía de que los nutrientes administrados entran directamente al flujo sanguíneo y actúan en el cuerpo.

    Uno de los grupos objetivos de este tratamiento es el de personas con estilos de vida agitados, que no se dan tiempo para hacer deporte o alimentarse bien. De hecho, la sueroterapia se popularizó gracias a celebridades, políticos y personas en altos cargos que optaban por estos tratamientos para continuar con sus apretadas y exigentes agendas.

    Si bien a través de esta terapia se pueden prevenir y tratar problemas como la obesidad y el insomnio o acompañar en la curación de personas con cáncer y otras enfermedades, los tratamientos más pedidos por los empresarios son los que combaten el estrés, el de detoxificación y el desinflamatorio del sistema digestivo.

    Cada suero es diseñado según las necesidades del paciente, pero O’Byrne explica cómo trabaja cada una de estas fórmulas.

    Los sueros antiestrés se enfocan en el soporte de las glándulas suprarrenales, para evitar el exceso de la producción de cortisol. Esta hormona incrementa el nivel de azúcar en el cerebro para preparar al cuerpo para situaciones de lucha o huida. Estas glándulas y el cerebro son las estructuras que más sufren cuando hay estrés.

    Vivir de reunión en reunión, asistiendo a cenas o a reuniones donde hay exceso de comida, es una dinámica común para los empresarios. Ellos pueden optar por el programa de detoxificación, el cual trabaja en la recuperación del hígado.

    Las terapias para combatir el colon irritable o la gastritis son de gran utilidad para los ejecutivos, según el médico colombiano, pues son enfermedades comunes entre este grupo de personas.

    La oferta en el Ecuador

    Este servicio no es nuevo en el país. Kalos Estética también ofrece la sueroterapia.

    Verónica Bravo, la directora de este centro médico ubicado en la Alemania y Shyris, dice que uno de los beneficios de optar por la sueroterapia es que la administración dura aproximadamente unos 45 minutos y durante ese tiempo el paciente puede trabajar en su tablet o laptop, leer, hacer llamadas o descansar.

    La administración no genera dolor ni incomodidad. Existen sueros para mejorar la salud y belleza de la piel o el cabello, proteger el sistema inmunológico, revitalizar la energía, etc.

    Verónica Bravo, médica estético de Kalos Estética Médica, administra un suero. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Verónica Bravo, médica estético de Kalos Estética Médica, administra
    un suero. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La prevención, buena práctica empresarial

    Redacción Líderes

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    La organización de brigadas o grupos de colaboradores en las empresas que puedan responder de manera eficiente e inmediata ante desastres naturales, es una de las principales claves para proteger a los trabajadores durante siniestros. Durante y después del terremoto de 7.8 grados en escala de Richter, ocurrido el pasado 16 de abril en las costas ecuatorianas, las empresas activaron sus planes de contingencia y emergencia.

    Pero esta estrategia también debe activarse ante cualquier eventualidad, con fines preventivos. En el país existen empresas que a través de sus departamentos de riesgos o salud ocupacional cada año capacitan a los colaboradores sobre zonas seguras, primeros auxilios y otros temas afines.

    Toda esta capacitación integral se realiza por fases: en el antes, durante y después de un siniestro. Esto permite evaluar los tiempos de respuesta de los planes de contingencia y voluntarios.

    La empresa de envíos y logística DHL, por ejemplo, cuenta con una Unidad de Seguridad Médica conformada por especialistas en seguridad, salud ocupacional y médicos. A través de capacitaciones, todos los años esta unidad activa el Equipo de Brigadistas de Emergencia que está conformado por 12 colaboradores voluntarios de la compañía en las cuatro oficinas ubicadas en Quito, Guayaquil, Manta y Cuenca.

    Según voceros de esta firma del sector logístico, primero se elabora un plan de emergencias. Después se organizan capacitaciones, se enseñan los procedimientos de evacuación, zonas de riesgo; se realiza simulacros para detectar errores y mejorarlos.

    DHL también explica que todos los meses se envía información mensual a sus colaboradores para dar a conocer ‘tips’ o consejos sobre el tema de riesgos en el trabajo o desastres naturales; además utiliza señalética sobre zonas seguras, de evacuación, entre otras acciones. Además, su plan de emergencia se actualiza cada año, lo que permitió identificar tipos de emergencias que pudieran ocurrir, como: incendios, sismos, terremotos, caída de ceniza, erupciones o amenaza de bomba.

    Esta compañía, luego del terremoto que afectó a Esmeraldas y Manabí, activó su comité de crisis, integrado por la unidad de seguridad y gerentes con miras a proteger a sus colaboradores e infraestructura. En las oficinas de Guayaquil se presentaron daños menores indica DHL.

    Esta compañía, luego de este siniestro mantiene un monitoreo constante de la información oficial con respecto al terremoto. Asimismo, la firma cuenta con un equipo de respuesta ante desastres (DRT por sus siglas en inglés) que también apoya en el rescate de víctimas.

    Por su parte, Cervecería Nacional (CN), el año pasado, como parte de un proceso de homologar planes y protocolos internos, creó un manual de salud y seguridad que también lo comparten con clientes y proveedores. Este documento, ante el tema por desastres naturales, maneja cuatro instancias .

    La primera es el comité que permite la implementación del manual en todas las áreas de la empresa; la segunda instancia responde a que todas las áreas evalúen los posibles riesgos. Producto de esto, se elaboran los planes de mitigación y control de riesgos.

    La tercera acción se focaliza en el departamento de Seguridad Industrial, dependencia que monitorea y supervisa que todas las normas técnicas se cumplan. Y finalmente viene el Comité de Crisis; este activa el plan de emergencia de ser el caso.

    De manera preventiva, y acorde con todo este protocolo, Cervecería Nacional identificó 17 posibles riesgos que pondrían en peligro a sus colaboradores y al área de producción, entre los que se incluyen desastres naturales.

    Por ejemplo, durante el terremoto de hace tres semanas, luego de activarse el plan de emergencia, se establecieron líneas de comunicación en el comité respectivo. La idea era ejecutar el plan de ayuda directa para colaboradores y entidades de socorro a escala nacional, especialmente en Manabí, la provincia más afectada.

    Posteriormente se brindó asistencia a trabajadores y ayuda social a los damnificados.
    Los sellos de calidad son parte de la gestión de riesgos. La operadora de telefonía Claro, debido a las diversas actividades realizadas en el ámbito de seguridad y salud, cuenta con la Certificación OHSAS 18001 que certifica la gestión.

    Cada año, la parte gerencial y los trabajadores de Claro asisten a capacitaciones sobre los planes de emergencia y de contingencia; y luego de esto se evalúa el nivel de conocimiento. Asimismo, como medida ante un posible desastre natural o catástrofe, también realizan simulacros y se envía boletines de seguridad con consejos para los colaboradores y familias.
    En esta etapa, también se organizan brigadas de emergencias y evacuación, guiados por líderes de piso, indicó vía correo electrónico esta firma.

    Durante un desastre, como el terremoto reciente, Claro activó frentes para atender la emergencia, como: revisión de las instalaciones de trabajo, refuerzo con los líderes de piso, comunicación entre todos los colaboradores; también puso a disposición de sus trabajadores un equipo de especialistas, compuesto por psicólogos clínicos, médicos, trabajadoras sociales y especialistas de talento humano, para atender sus necesidades básicas y de apoyo psicológico y médico, extendiendo la ayuda a sus hijos.

  • La asesoría financiera, su nicho

    Mónica Orozco (I)

    redaccion@revistalideres.ec

    El logotipo de la empresa Actuaria Consultores representa una barca por una razón: el trabajo de esta firma consiste en asesorar a las empresas, como lo haría a la tripulación de un navío para que llegue a buen puerto.

    De hecho, los romanos llamaban actuarias a las embarcaciones ligeras, de remo y vela.
    Esta empresa navega en un nicho de negocio muy especializado: el campo actuarial. Se trata de estudios y cálculos que permiten a las firmas determinar las pensiones de jubilación patronal de sus empleados, de desahucio e indemnizaciones laborales, etc.

    En el mundo existen 45 000 actuarios reconocidos. En el país, no hay más de 10, uno de ellos es Rodrigo Ibarra, presidente Ejecutivo de Actuaria Consultores.

    En 1986 Roque Sevilla y Fernando Navarro (solamente el segundo continúa como socio de la empresa), vieron que la asesoría en planes de pensiones y salud para empresas podía ser un nicho interesante de negocio y fundaron la empresa. Dos años después se unió Ibarra, quien acababa de realizar un doctorado en Francia.

    Él empezó con menos del 1% de participación y hoy es el socio mayoritario, con el 60%.

    La firma empezó en una pequeña oficina arrendada al norte de Quito y tenía al inicio cinco colaboradores, según uno de ellos, Xavier Moncayo, quien ahora es socio y director Comercial de la empresa. Las pensiones en aquella época eran irrisorias y las empresas no veían a este tipo de estudios como necesarios.

    Pero a partir de la dolarización y luego, en el 2009, con la exigencia de estos datos en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), empezó una demanda intensa de este tipo de trabajos. Eso se refleja en los ingresos de la firma que pasaron de USD 453 000 en el 2001 a USD 2,9 millones en lo que va de este año.

    Entre 1995 y el 2011, Actuaria fue la corresponsal en Ecuador de Mercer, una de las grandes firmas actuariales en el mundo, que se fundó en Canadá, en 1945.

    Ibarra cree que en países como Ecuador la gente no tiene conciencia sobre la importancia del ahorro o de prevención del riesgo. Actuaria trabaja sobre estos conceptos, con el fin de que la gente tenga una mejor jubilación, un campo muy desarrollado en otros países, en especial los europeos.

    La firma no solo ha guiado en estos temas a la empresa privada sino también a los grandes actores de la Seguridad Social en el país como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol), fondos previsionales, entre otros.

    Las medidas que toman las autoridades pueden fortalecer el sistema o ponerlo en riesgo a futuro; esto es algo que solo se puede determinar con estudios actuariales.

    “El actuario guía a los gobernantes sobre cómo ir piloteando esta nave de la Seguridad Social. Si en algún momento se desvía, el actuario tiene que hacer, con sus recomendaciones, que el barco vaya a puerto seguro”.

    Actuaria ha auditado varios estudios para el IESS. Entre ellos, está, por ejemplo, el último estudio actuarial auditado, que data del 2013 y que reveló un déficit actuarial (a futuro), en el fondo de pensiones de esta entidad.

    Otro segmento donde ha crecido la empresa es en el de seguros, que tiene una exigencia de parte de la autoridad de control de tener actualizadas sus notas técnicas y el cálculo de reservas y primas. “Cada evento tiene una probabilidad de ocurrir -como el choque de un auto-.

    Esa probabilidad asociada con el monto de la pérdida se toma en cuenta para definir el valor de la prima, que tiene que pagar el asegurado y ese cálculo lo hacemos nosotros”, dice Ibarra.
    Actualmente, la firma asesora a unas 5 000 empresas, una cartera que incluye a firmas en el extranjero. En su plan del 2016 incluye abrir oficinas en otros países.

    Produbanco es su cliente desde hace siete años. “Tiene un equipo de técnicos muy bien preparados. Tiene una excelente orientación de servicio y garantiza la calidad de los estudios”, dice Eduardo Lafebre, vicepresidente de Recursos Humanos de la entidad bancaria.

    En un escenario económicamente difícil también pueden haber ganadores y Actuaria es uno de ellos. El 2015 ha sido un escenario complejo para la industria, pero Actuaria crecerá casi 12% frente al 2014, debido a que las empresas aumentaron la demanda de cálculos de desahucio e indemnizaciones este año.

    La empresa cuenta con 50 empleados actualmente; la mayoría son jóvenes profesionales. Actuaria recluta talentos en las universidades. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO.
    La empresa cuenta con 50 empleados actualmente; la mayoría son jóvenes profesionales. Actuaria recluta talentos en las universidades. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO.
  • La prevención en las empresas es esencial

    Washington Paspuel (I)

    La rueda de negocios que la Cámara de Comercio de Guayaquil organizó el pasado 17 de septiembre en sus instalaciones del norte de la urbe, dirigido a proveedores y compradores de productos nacionales, empezó con un breve pero importante anuncio.

    La bienvenida a los asistentes comenzó con una descripción de los lugares y las características de las rutas de evacuación -ante el riesgo de un siniestro-, y con recomendaciones de cómo actuar ante un evento de estas características.

    Para los organizadores de la cita, estas recomendaciones no están demás, frente a la posibilidad de desastres naturales como el fuerte sismo registrado en Chile la noche del 16 de septiembre.

    El Ministerio de Trabajo maneja un modelo de plan mínimo de prevención de riesgos laborales, que está destinado a servir de guía para que cada empresa elabore sus planes, según las particularidades de su actividad. Ese modelo pretende ser adaptable a la mayoría de los sectores laborales, con recomendaciones y normativas de seguridad laboral vigentes.

    Al respecto, el artículo 17 del documento sobre la respuesta a emergencias, precisa que la empresa deberá conocer el modo de actuar y cómo comunicarlo a sus colaboradores. Para ello, en cada empresa o instalación se deberá identificar un área segura o punto de encuentro, cuando se trate de una emergencia que implique evacuación del personal.

    Además, se deberán establecer salidas de emergencia de fácil acceso y que no estén bloqueadas, para que no se dificulte la evacuación del personal. Estas salidas deben estar muy bien identificadas con señalética adecuada.

    La normativa vigente detalla también que las empresas deben identificar y señalizar las vías de evacuación hacia áreas seguras o puntos de encuentro. Hace hincapié en que las instalaciones estén dotadas de sistemas de alarmas que puedan ser activadas en casos de emergencia y que alerten a todo el personal.

    Cada empresa adapta esos planes de prevención de riesgos, según las particularidades de su actividad e incluso según su ubicación geográfica –situadas en la Sierra, o en la Costa- hay disposiciones que deben cumplir todas, como la ubicación de extintores.

    Las normativas exigen su colocación en las zonas de alto riesgo de incendio, en el caso de un taller, por ejemplo, y conocer la ubicación de estos equipos, además de los cajetines de emergencia.

    Las empresas que por su tamaño y tipo de actividad poseen instalaciones tanto administrativas como comerciales en todo el país, estos planes de prevención resultan prioritarios.

    Así lo señala Violeta Rodríguez, gerenta administrativa de la tienda por departamentos De Prati. “Nosotros desde hace muchos años manejamos una filosofía de prevención a todo nivel, sin descuidar recursos para precautelar la seguridad de los colaboradores de la empresa y prevenir cualquier eventualidad”.

    Esta firma que opera con negocios en varias ciudades del país tiene un comité de crisis que diseña las acciones de prevención. “Con el fenómeno de El Niño a las puertas, nos estamos preparando en diferentes aspectos, con énfasis en la prevención de nuestros edificios y locales, y dictando periódicamente charlas de evacuación y de cómo deben conducirse en cada edificio”, dice Rodríguez.

    Para José Muñiz, director comercial de Almacenes TIA, que también cuenta con una red de locales en todo el país, aunque los fenómenos naturales no se pueden predecir con certeza, sí se puede preparar a los colaboradores. “Ahora está la alerta por el volcán Cotopaxi y tenemos planes de seguridad para los empleados y planes de contingencia para el abastecimiento, con simulacros y ejercicios”.

    En la firma Pronaca sus empleados también conocen cómo manejarse ante eventos adversos. Esta firma ha realizado una serie de ejercicios y talleres de capacitación y, al igual que otras, sus colaboradores han participado en simulacros de entidades de prevención como el ECU 911.

    Las instalaciones deben estar preparadas con planes de respuesta, ante eventuales siniestros, como sismos o eventos naturales como fenómenos climáticos. Foto: Flickr.
    Las instalaciones deben estar preparadas con planes de respuesta, ante eventuales siniestros, como sismos o eventos naturales como fenómenos climáticos. Foto: Flickr.
  • Réplicas precolombinas, con sello oficial

    Patricio Ramos
    (F-Contenido Intercultural)

    Las figuras de arcilla con motivos precolombinos que son elaboradas por artesanos en la parroquia La Pila de Montecristi, ya pueden ser exportadas legalmente. Desde el pasado 27 de julio, 30 artesanos del lugar recibieron del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) Manabí, los sellos de no autenticidad.

    El proyecto piloto a nivel nacional, que se inició en La Pila, permite a los alfareros marcar sus artesanías con el sello que en el caso de Manabí tiene la leyenda, INPC-LA PILA. Ese sello que fue elaborado en monel (acero inoxidable) fue entregado por el INPC.

    Neptalí Santana, presidente de la parroquia La Pila, dice que el sello permite a los artesanos aumentar la producción de las réplicas de arcilla, con motivos precolombinos que había decaído.

    En La Pila, el 80% de sus 6 000 habitantes vive de la elaboración de artesanías. Hasta hace 10 años, la fortaleza de la población era la producción de réplicas precolombinas. La fabricación decayó -dice Santana- debido a los problemas que los turistas extranjeros especialmente tenían en los aeropuertos, a la hora de pasar los filtros de aduanas: no se les permitía llevar la artesanía, pues se aducía que podían ser piezas originales.

    Los artesanos, desde julio -cuando entró en vigencia el sello de no autenticidad-, han empezado a recibir llamadas de comerciantes, quienes realizan pedidos de entre 100 y 800 piezas a un solo artesano. A los lados de las callejuelas de tierra en La Pila se encuentran los talleres. Uno de esos es el de Genaro López Quijije.

    El pasado 10 de septiembre, él trabajaba en la elaboración de 400 réplicas de las culturas Valdivia, Machalilla y Manteña. El barro que le entregan es extraído de las zonas montañosas de Jipijapa, en el sureste de Manabí.

    Genaro López comenta, mientras moldea las figuras, que una vez otorgado el sello tiene más pedidos. “Habíamos perdido la esperanza de seguir con la elaboración de las réplicas, pues los extranjeros se quejaban que no podían sacarlas del país”.

    Este artesano, una vez que termina la figura, con el barro aún húmedo, aplica el sello y en 30 segundos la figura está lista.

    La inscripción INPC-LA PILA queda visible; es como la partida de nacimiento que afirma que la pieza no es auténtica, no es parte de las piezas patrimoniales. Para López, este sello no solo ayuda a evitar la fuga de objetos patrimoniales, también pone en evidencia la procedencia de la artesanía.

    Las agencias de turismo de Manabí han empezado a comprar las réplicas precolombinas. José Sánchez es gerente de la agencia Family Travel. “Hace un mes llevamos a estudiantes y maestros de un colegio de Portoviejo a La Pila. Ahí les obsequiamos una figura de la cultura Manteña, no solo era un ‘souvenir’, es un objeto lleno de historia pues los alfareros que las elaboran son descendientes de los antiguos habitantes manabitas”.

    El alcalde de Montecristi, Ricardo Quijije, añade que el sello de no autenticidad ayuda a los artesanos de La Pila, para mantener su trabajo y mostrar sus creaciones parecidas a las de los milenarios alfareros precolombinos. El Municipio dotará de 11 hornos para procesar las piezas de barro.

    En la parroquia La Pila, ubicada en Montecristi , se elaboran réplicas de figuras precolombinas y se colocan los sellos de no autenticidad. Foto: Patricio Ramos/ LÍDERES.
    En la parroquia La Pila, ubicada en Montecristi , se elaboran réplicas de figuras precolombinas y se colocan los sellos de no autenticidad. Foto: Patricio Ramos/ LÍDERES.
  • Los riesgos que acarrea El Niño activan las alertas

    Redacción Quito y Guayaquil

    Hasta ahora, el peor escenario posible para un embate del fenómeno de El Niño sería uno similar a lo ocurrido en 1997-1998. En ese entonces, la cantidad de precipitaciones en la Costa ecuatoriana provocó pérdidas que ascendieron a unos USD 2 882 millones; es decir, el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) registrado en esos años.

    De ocurrir algo igual, hoy eso significaría aproximadamente USD 14 061 millones en pérdidas, lo cual da una muestra de la dimensión de lo que significó la arremetida del peor fenómeno de El Niño del siglo pasado para el país.

    Adicionalmente, según un estudio realizado por la CAF Banco de Desarrollo de América Latina, la producción perdida equivalió a alrededor del 9,5% del mismo PIB. Es decir, a términos presentes, eso significaría aproximadamente USD 8 835 millones.

    Todo este volumen de pérdidas representaría para el país un valor incluso mayor a la deuda externa pública actual, que asciende a USD 12 930 millones.

    Y eso no fue todo, el impacto en la balanza comercial fue tal que el país pasó de un saldo positivo de USD 1 329 millones, en el año anterior a la llegada de aquel Niño, a un registro negativo de USD 745 millones en el año posterior.

    «En el sector real, los efectos del desastre en términos de empleo se sintieron con fuerza durante los meses de su ocurrencia. Por efecto de las inundaciones y la interrupción de las comunicaciones normales, muchas actividades debieron suspenderse, y otras, como ciertas plantas procesadores y empacadoras, cerraron por falta de materia prima que procesar o por los daños parciales a su infraestructura«, señala el informe.

    Aunque hoy el desarrollo de la infraestructura y las acciones de prevención son muy distintas a lo que sucedía hace 17 años, no deja de ser una preocupación por la incertidumbre del real efecto que podría tener el anunciado Niño.

    La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que un Niño podría presentarse en el segundo semestre, sin que determine la intensidad que podría traer. El fenómeno, según los expertos, tiene que ver con temperaturas más cálidas de la superficie del océano y repercute en el clima del mundo al elevar las temperaturas. Específicamente, influye en las temperaturas y en las precipitaciones, contribuyendo a las sequías o a lluvias fuertes e inundaciones.

    Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció hace pocos días que los cultivos de las naciones de Sudamérica y el Caribe, África meridional y los países del Cuerno de África y el sudeste asiático, «son los que más podrían quedar afectados por el fenómeno meteorológico de El Niño».

    En el informe, de seis páginas y escrito en inglés, se indica que parte del sur del América Latina recibirá lluvias más intensas, las cuales afectarán a zonas de cultivos de cereales en Argentina, sur de Brasil y Uruguay. «Las fuertes lluvias de finales de año podrían retrasar la siembra de los cultivos de cereales, que serán cosechados a partir de marzo».

    Los pronósticos indican que existe un 70% de probabilidades de la ocurrencia de El Niño y que ya se encuentra en desarrollo. Según el informe de la FAO, entre septiembre del 2014 a febrero del 2015 se tiene una probabilidad de más del 80%.

    Por eso, las autoridades se preparan para una posible llegada. El Gobierno ha anunciado que ayudará en las obras que deban hacer los Gobiernos Autónomos Municipales (GAD) para enfrentar el fenómeno de El Niño. Sin embargo, estos proyectos tendrán que ser analizados por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). Una vez aprobados por la entidad, el Ejecutivo invertirá en obras que son competencias de los municipios, como el dragado de ríos y la construcción de muro de contención.

    Además, están preparando los lugares que servirán de albergues para los damnificados del fenómeno, en caso de ser necesario. También se han elegido lugares que funcionarán como bodegas, donde se almacenarán los alimentos.

    La preocupación vuelve a los bananeros y camaroneros.

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    La posibilidad de que suceda otro fenómeno, con similares proporciones al ocurrido entre 1997 y 1998, genera preocupación en agricultores y camaroneros. William Ramón, presidente de la Asociación de Productores Bananeros de Naranjal, vivió de cerca esa realidad. «Fue desastroso. Si se repite va a traer muchos problemas al sector bananero, concretamente en Naranjal».

    Ramón considera que hay aspectos que mejorar en materia de prevención. «No estamos preparados, los ríos se han ensanchado mucho más. Lo que el productor hace para protegerse es levantar muros, pero debería hacerse un dragado, eso es lo que se necesita».

    El dirigente señala que existen planes de precaución para Naranjal, sin embargo, no están en funcionamiento.

    Pero Cecilio Jalil, presidente ejecutivo de la Asociación de Industria Bananera del Ecuador (Asisbane), asegura que el panorama de hoy es distinto, ya que los productores formales bananeros están preparados con infraestructura para soportar cualquier fenómeno natural, siempre y cuando no sea tan devastador.

    No obstante, indicó que hay sitios que tienen mayor predisposición a experimentar daños, como las zonas bajas de Los Ríos y las zonas de El Triunfo y Milagro (Guayas). Él calcula que unas 95 000 hectáreas, las conformadas en las zonas bajas, se verían afectadas.

    En cuanto a pérdidas sufridas en el pasado fenómeno de El Niño, ambos dirigentes declararon que las pérdidas fueron incuantificables.

    Al igual que los bananeros, los acuicultores también esperan que El Niño no sea tan severo. John Galarza, representante de la exportadora de camarón Marecuador, ubicada en Jambelí, recuerda que en el pasado los problemas fueron las lluvias y las inundaciones.

    En esa época, la mayor parte de las camaroneras -ubicada cerca de la playa-, presentó pérdidas. «El problema se dio porque la marea subió más de lo normal. El agua cubrió todas las piscinas que estaban cerca de mar abierto y las tapó. Esto afectó a los muros, que se rompieron, y permitieron que el camarón se escapara», recuerda Galarza.

    Este empresario considera que lo que pueden hacer ahora es elevar los muros y reforzarlos. Eso sí, espera que el nivel del mar no suba más de la cuenta para que la fuerza de este no los rompa. «Hasta que las autoridades no se pronuncien todo es incierto, ya que no se sabe todavía si este invierno será duro o no».

    Con él concuerda Wilson Gómez, presidente de la Asociación de Pequeños Productores Camaroneros (Asocam) de Hualtaco, en Huaquillas. Allá, los camaroneros están a la espera de las autoridades competentes para ejecutar medidas preventivas en caso de desastres. «Tenemos entendido que en Manabí, el viceministro de Acuacultura, Guillermo Morán, ha visitado a los miembros del gremio para brindar asesoramiento. Acá no hay nada, los compañeros están haciendo todo por iniciativa propia». Específicamente se refuerzan muros como única medida de precaución.

    En las zonas cercanas al mar, asimismo, se están empezando a realizar campañas de concienciación para los posibles efectos. La prevención en este caso se hace necesaria por parte de las autoridades, se comenta en las comunas.

    Las posibilidades Sector acuicultor. Fabián Escobar, asesor de laboratorios en Salinas, recuerda que en 1997 y 1998 se retrasaron las cosechas y muchos laboratorios cerraron.

    En la actualidad. Añade que ahora los camaroneros tienen buenos muros y la marea alta no les va a afectar como antes. «Nosotros no tenemos mayor problema en ese sentido (infraestructura)».

    Otras previsiones. En el país se han detectado, como vulnerables, los cultivos de arroz, cacao, banano, café y pastizales, que se ubican en la región Costa. Mientras que en la región Sierra, las preocupaciones de ciernen principalmente por los cultivos de cereales y tubérculos.

    Un paneo de El Niño realizado por la CAF

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    19 meses. Los Niños de 1982-83 y 1997-98 fueron los más fuertes del siglo pasado, siendo este último el de mayor envergadura. Su duración aproximada fue desde febrero de 1997 hasta agosto de 1998; es decir, un total de 19 meses.

    Las pérdidas. Los daños totales originados por el fenómeno El Niño 1997-98 en el Ecuador ascienden a USD 2 882 millones. Ello incluye daños directos por 846 millones (29% del total) y daños o pérdidas indirectas por USD 2 036 millones adicionales (el 71%).

    Inundaciones. El daño ocurrido en ese fenómeno fue típico por inundaciones, en el cual se produjeron elevadas pérdidas de producción (49%), y se generaron mayores costos para la prestación de servicios de transporte, agua y otros rubros (29%).

    En el agro. Los sectores productivos fueron los que más resultaron afectados (53% del daño total), debido a que las inundaciones impactaron en la producción agrícola principalmente. Los daños en el transporte, especialmente en los caminos y puentes, fueron los segundos que más sufrieron (28%), e incluyeron destrucción y pérdida en la infraestructura y un mayor costo en el transporte.

    El comercio. Estos impactos tuvieron un efecto negativo sobre la balanza de pagos del país por un monto estimado de USD 659 millones. Ello resultó de la combinación de mayores importaciones, por valor de USD 420 millones, y de menores exportaciones, por un monto de USD 300 millones. El comercio no se normalizó hasta después del 2000, con la dolarización.