La formación actualizada de los estudiantes acorde con las competencias que demanda el mercado genera mayor empleabilidad. Es decir, tienen más posibilidades de encontrar una plaza de trabajo.
David Ortega Ibáñez, director de Formación, Evaluación y Desarrollo del Profesorado de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en España, explica que, actualmente, la tasa de ocupación de los estudiantes de UNIR se ubica en torno al 94%. Más del 70% ha encontrado empleo o ha mejorado sus opciones laborales.
En cuanto a los estudiantes hispanoamericanos de la UNIR, según sus cifras, el 68% ha mejorado sus condiciones laborales. El 61% de estos alumnos ha logrado una mejora salarial y el 40% tuvo ascensos en sus trabajos.
“Es significativo también que dos de cada tres alumnos que estaban en desempleo, una vez que han finalizado sus estudios en UNIR, han conseguido trabajo”, dice Ortega Ibáñez. Esta universidad ha asumido la labor de que no solo hay que formar a los alumnos sino facilitarles acceso a un empleo acorde con la formación que reciben. El área de Salidas Profesionales y Empleabilidad de UNIR mantiene un compromiso activo orientado a que los estudiantes consigan trabajo.
Esta universidad establece el contacto de los alumnos con empresas de diferentes sectores con las que tienen convenios, y ofrecen empleos y prácticas.
La UNIR ejecuta un Plan Director de Empleabilidad del período 2016-2020 que para este fin de año ha actualizado sus herramientas y procesos, ya que, debido al impacto de la pandemia, se han establecido las teleprácticas.
Así, los estudiantes pueden realizar prácticas desde cualquier parte del mundo en diversas empresas. “Tenemos acuerdos con más de 8 800 empresas que dan cobertura a alumnos en más de 90 países. En la última convocatoria, han completado sus prácticas en plena pandemia más de 2 000 estudiantes, en 600 empresas”, afirma Ortega Ibáñez.
El Plan Director de Empleablidad busca mejorar las competencias de estudiantes y egresados. Está compuesto por ejes dirigidos a impulsar a los estudiantes en sus carreras profesionales y ofrecer un equipo académico orientado a la empleabilidad.
En este contexto, la UNIR ha establecido además viveros de empleo. De acuerdo con Ortega Ibáñez, se trata de convocatorias periódicas, dirigidas para alumnos y egresados, con las cuales se pretende que el estudiante pueda elevar los niveles de empleabilidad. Se les contacta, además, con un ‘head hunter’ o empresas que ofertan procesos de trabajo.
El informe ‘Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe’, publicado por la Cepal y la OIT en noviembre de este año, revela que el grupo más impactado por el desempleo en la región es el de menor nivel educativo.
Por el contrario, en países como Brasil, Chile, Perú y Costa Rica, las personas con un nivel de instrucción universitario han ganado terreno en el mercado laboral.
Las cifras Ocupación. El 54% de los estudiantes de la UNIR ha aumentado su condición salarial y el 48% de ellos ha mejorado su puesto de trabajo, en las empresas en las que laboran.
Títulos. La UNIR ofrece más de 200 titulaciones. Se trata de títulos universitarios y títulos propios que dan respuesta a las necesidades sociales en todos los campos.
Contactos. La UNIR busca fomentar redes de contactos profesionales, para establecer colaboraciones y proyectos reales de empleo en torno a cada una de las titulaciones.
La Universidad Internacional de la Rioja configura sus programas de estudio, según las demandas del mercado. Foto: Cortesía UNIR
Daniel Karolys, Washington Ortega y Juan Pablo Jaramillo trabajaron por más de 15 años en empresas de consumo masivo, principalmente para las áreas comercial y de mercadeo.
Esa experiencia les dio el empuje para emprender juntos en la misma industria. En el 2016 comenzaron a planificar y evaluar por cuál categoría comenzar. El segmento de alimentos era el que mejor dominaban, en cuanto a su penetración y rotación.
Luego de meses de investigación y desarrollo de fórmulas, en agosto del 2017 arrancaron con la marca de cereales Crispy Mix. Una de las oportunidades que vieron fue la posibilidad de ser más ágiles en el desarrollo y rotación de productos que las grandes multinacionales que dominan ese mercado, explica Karolys, cofundador y gerente de Bossbran.
Desde un comienzo decidieron tercerizar la producción a empresas aliadas. La firma Nutrivital les provee de este servicio, desde el año pasado, para dos de sus marcas, Crispy Mix y Cereapic. Con la primera tienen dos productos en percha, un cereal sabor a chocolate -en el que se destaca la avena como ingrediente principal- y una barra de cereales, en dos presentaciones, para un público infantil y juvenil. Con Cereapic ofrecen también barras en sabores de chocolate, frutilla y quinua.
Gabriel Lemarie, gerente comercial de Nutrivital, considera que la agilidad en tiempos que le ofrecen en el desarrollo de productos, junto con su experiencia y portafolio de clientes como maquiladores, influyó para que los eligieran como proveedores de este servicio. Al mes, esta firma produce 15 000 unidades de cereales y 60 000 de barras de cereales.
Bossbran también ha desarrollado productos de cuidado personal. En esta categoría tienen las marcas Power Gel, para el cabello, y Lubripiel, una crema corporal y de manos, en dos presentaciones, extrahumectante floral y extrahidratante de avena y sábila.
La crema es maquilada por la firma Unichem, que al mes les entrega cerca de 600 cajas, con 12 unidades cada una. Roberto Mancheno, gerente general de la empresa química, explica que el desarrollo del producto se hace en conjunto con el cliente. Detalla que la crema contiene vitaminas y extractos naturales. En el momento se encuentran en el diseño de un nuevo producto de cuidado personal para Bossbran, añade.
El proyecto más reciente de la empresa fue el lanzamiento, este año, de las marcas de aceites vegetales Gustisimo y Nutrisol. El primero es de girasol y es importado desde Bolivia. El segundo, de palma y soya, es gestionado por la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Aceitera (Ancupa), con lo cual se están beneficiando cerca de 7 000 familias de palmicultores, detalla Karolys.
Los productos de Bossbran se encuentran en algunas de las principales cadenas de autoservicio del país (Supermaxi, Akí, Santa María y Tía), en supermercados locales y tiendas. En conjunto, son cerca de 13 500 puntos de venta.
Daniel Karolys y Washington Ortega, dos de los socios fundadores de la empresa Bossbran.
Distriahorro se encarga de la distribución de los aceites en la zona norte del país (Imbabura, Carchi y Esmeraldas), específicamente en autoservicios locales, tiendas minoristas y restaurantes, detalla Patricio Díaz, jefe de Ventas. “Le ha ido bastante bien en los autoservicios, tiene buena acogida. Hacemos una rotación semanal”, comenta el distribuidor. Bossbran está facturando un promedio de USD 456 000 al año. Sin embargo, para el 2020 prevé alcanzar los USD 2 millones, debido a la alta rotación que han tenido los aceites en percha.
“El crecimiento de la empresa es vertiginoso, circunstancias exógenas como la pandemia y el ajuste económico en el país nos favorecieron, puesto que nuestros aceites se dirigen a una clase popular, que logró comprar un producto de buena calidad a un precio más asequible que otros del mercado”, señala Washington Ortega, director de la compañía.
La prioridad actual de la empresa es continuar creciendo con el desarrollo de nuevos productos en categorías de consumo masivo. “Es un mercado de innovación constante y búsqueda de oportunidades”, subraya Karolys.
En una tercera fase, Bossbran prevé comenzar a exportar hacia países vecinos, especialmente Perú y Bolivia, añade Ortega.
‘Satisface ver los productos en perchas’ Kathy Goyes, Jefa de Categoría Tengo 26 años. Estudié Marketing en la ESPE – Universidad de las Fuerzas Armadas. Trabajé anteriormente en la Aseguradora del Sur, Ales y Cervecería Nacional. En Bossbrand laboro desde sus inicios, en 2017. Soy Jefe de Categoría, me encargo de estar en contacto con compradores de autoservicio y desarrollar las marcas en autoservicios y el canal tradicional. Lo más retador ha sido haber ingresado al mercado con marcas nuevas, sin una empresa grande detrás. Llegamos a ocupar el segundo lugar en barras de cereales, eso es una gran satisfacción. Me ha gustado desarrollar nuevas marcas, es interesante; siempre hacemos una investigación de mercado previa. Es muy satisfactorio ver luego esos productos en percha y que la gente los consuma. Todo el proceso de desarrollo toma entre 6 a 9 meses; al ser medianos podemos demorar menos que grandes empresas en el desarrollo. El consumo masivo es súper dinámico, eso es lo interesante. Ahorita estamos trabajando en nuevos proyectos para enfocarnos en otras categorías.
La Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Aceitera (Ancupa) es el proveedor principal para la elaboración del aceite Nutrisol, de Bossbran. Fotos: Patricio Terán / LÍDERES
La red social Facebook anunció este jueves, 11 de enero del 2018, que en el muro de sus usuarios dará prioridad a los contenidos publicados por familiares o amigos frente a las publicaciones que lleven la firma de empresas o medios de comunicación.
El fundador y consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, desveló estos cambios en el funcionamiento de su plataforma que están orientados a mejorar y a hacer más valiosas las experiencias de sus usuarios en esta red.
«Recientemente hemos recibido comentarios de nuestra comunidad acerca de que el contenido público –publicaciones de negocios, marcas y medios- está desplazando los momentos personales que nos llevan a conectar más con los otros», dijo en una publicación en su perfil oficial de Facebook.
Zuckerberg admitió que los vídeos y otros contenidos corporativos en Facebook han crecido mucho en los últimos dos años, por lo que hay más publicaciones de este tipo que personales de amigos y familiares.
El máximo responsable del gigante tecnológico sostuvo que hay evidencias académicas que apuntan que este desequilibrio no es algo positivo.
«Las investigaciones muestran que cuando usamos las redes sociales para conectar con gente que nos importa, puede ser bueno para nuestro bienestar. Nos podemos sentir más conectados y menos solos y eso tiene una correlación con los índices de felicidad y salud a largo plazo», aseguró.
«Por otro lado, leer artículos o ver vídeos de manera pasiva, incluso si son de entretenimiento o informativos, quizá no sea tan bueno», añadió.
Zuckerberg dijo que Facebook ha hecho cambios en esta dirección desde el año pasado y adelantó que los usuarios de la red empezarán a ver próximamente más publicaciones en su muro de amigos, familiares y conocidos.
Según los últimos datos oficiales conocidos, correspondientes a septiembre de 2017, los usuarios activos diarios de media en Facebook se situaron en 1 370 millones de personas. De la misma forma, sus usuarios activos mensuales, a fecha del pasado 30 de septiembre, alcanzaron 2 070 millones de personas.
Mark Zuckerberg dijo que Facebook ha hecho cambios y adelantó que los usuarios de la red empezarán a ver próximamente más publicaciones en su muro de amigos, familiares y conocidos. Foto: Archivo AFP
La sonrisa confiable y el brillo en los ojos de Alejandra Castro revela su propósito en la vida: dejar una huella en las personas y en los sitios que conoce.
Ella es la nueva gerenta de Recursos Humanos de Xerox Ecuador y Perú, una empresa líder en la industria de la tecnología e impresión digital, con 283 trabajadores en los dos países. Castro busca que ellos dejen huella.
El reto lo asumió en marzo pasado y lo hizo con el objetivo de expandir los proyectos y las herramientas de gestión del talento humano en el país vecino.
Estos modelos de trabajo se implementaron hace tres años en Xerox Ecuador y se desarrollaron con éxito, por lo que ahora espera que la misma dinámica se maneje con el talento humano peruano.
Castro es psicóloga organizacional y tiene cerca de 10 años de experiencia en el manejo y la administración del área de Recursos Humanos en compañías multinacionales, comerciales, petroleras y otras. En estos espacios, la joven ejecutiva, quien es una apasionada por el fútbol, destacó por la apertura que mostraba a sus compañeros de trabajo.
Desde hace tres años, Elizabeth Rosero es parte de su grupo de trabajo. Ella rescata, por ejemplo, el orden y la apertura que tiene para hacer sus labores o para proponer un proyecto nuevo. “Es un espacio amplio para tomar decisiones y no tenemos una persona que esté sobre nosotros”.
Precisamente esa es una de las características esenciales de Castro, quien no se considera como una jefa sino una persona que puede ayudar y guiar a los demás. “Quiero ser ese espacio humano dentro del entorno de trabajo. No me considero jefa sino parte del equipo, por lo que tenemos que trabajar de forma unificada”.
Castro es una convencida de que el recurso humano es la prioridad en una empresa. Si yo tengo personas que trabajan de forma motivada, esto se traducirá en beneficios para la empresa, explica. “Lo importante es que se generen incentivos lejanos a la remuneración y que se sientan a gusto por los logros de la empresa”.
Uno de estos incentivos es abrir las puertas de su oficina para escuchar a las personas que están a su cargo. Las terapias, como las llama con cariño, son parte de las estrategias que tiene para llegar a su equipo. Este espacio que genera con los trabajadores es importante porque puede conocerlos y guiarlos no solo en el ámbito profesional sino personal. “Siempre tendrán en mí una mano amiga o un oído para guiarles y así creamos un vínculo que está fuera de la parte profesional”.
Esto es lo que recuerda Gabriela Muirragui, quien fue su compañera de trabajo en una empresa pública petrolera. Según ella, Castro es una persona con una habilidad innata para llegar a las personas y que tiene una gran creatividad.
Muirragui recuerda cada experiencia que vivió con esta experta en Recursos Humanos y asegura que es una persona que llegará lejos por su espontaneidad y su calidad de trabajo.
Otro de los pilares que rescata Castro, quien es una apasionada de los viajes, el cine y del buen descanso, es la comunicación, ya que se involucra en todo lo que su equipo necesita. Actualmente, Castro maneja a cuatro personas en Ecuador y tres más en Perú, a quienes considera un grupo “chévere” para trabajar y cumplir con los lineamientos de la empresa, que tiene unos ingresos globales anuales de USD 11 000 millones.
La sinergia con la que trabaja Castro junto con su equipo es impresionante, ya que incluso coinciden en varios puntos de vista. Rosero, por ejemplo, destaca la apertura que les brinda esta psicóloga y la confianza que les da para realizar su trabajo de forma libre, pero con responsabilidad.
“Es una mujer que sabe hacer las cosas bien”, explica la trabajadora, quien además sostiene que Castro es una mujer quien cumple sus metas, ya que la perseverancia es parte de su personalidad.
En esto coincide Cristina Montalvo, quien conoce a Castro desde el 2011, cuando trabajaron en el departamento de Recursos Humanos de una empresa petrolera. Ella destaca que uno de sus ‘plus’ es la proactividad, ya que se enfoca en los resultados que se esperan del departamento en las empresas a las que ha servido. Además, reconoce que Castro es una mujer carismática, por lo que es fácil acercarse a ella.
La preocupación de Castro no solo se muestra en su trabajo sino en su hogar, ya que junto a su esposo han logrado formar la dupla perfecta. Ambos se comprenden y buscan adaptar sus horarios y labores. Ahora, la gerenta de Recursos Humanos debe repartir su tiempo entre Ecuador y Perú y espera hacerlo junto con su compañero de vida.
El fútbol apasiona a Alejandra Castro. Su equipo preferido es el Real Madrid. Foto: Julio estrella / LÍDERES
La responsabilidad social empresarial tiene largo camino por recorrer en el Ecuador. Así lo advierten un informe presentado por la consultora Deloitte y expertos.
El reporte La Responsabilidad Social como modelo de negocio es de los pocos que se presentan sobre esta temática en el país. El documento señala que en el 2016, el 53% de las empresas encuestadas contaban con una estrategia de responsabilidad social. Un año antes, la cifra estaba en el 61%.
Camila Hernández, sénior de Sostenibilidad de Deloitte Ecuador, señala que las cifras no representan un estancamiento, sino una estabilidad en la gestión de responsabilidad social de empresas de los sectores financiero, manufacturero y de servicios. La ejecutiva detalla que en la elaboración del estudio en el 2016 se encuestó en línea a 127 empresas, de las cuales respondieron 97.
El estudio también indica que el 61% de las firmas entrevistadas no tiene un porcentaje anual destinado a proyectos de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.
Hernández es optimista y asegura que cada vez hay más empresas que piensan en sostenibilidad, sin importar su tamaño o segmento. “En ese grupo están compañías que dan más de lo que le exige la ley”. Para la representante de Deloitte, el crecimiento de la sostenibilidad va a ser natural en función de las necesidades de cada grupo de interés, de cada empresa y sus impactos en la sociedad.
Según Hernández, uno de los retos más grandes es demostrar que la responsabilidad social no es un gasto, sino una inversión que apoya el modelo de negocios de una empresa. “Cuando se aplican estrategias de responsabilidad social se mitigan riesgos, se genera crecimiento y se gana la confianza de inversionistas, clientes, proveedores y otros grupos vinculados con una compañía”.
Nestlé es una de las empresas que trabajan en el tema. A través de su programa de creación de valor compartido, la firma apoya a agricultores y comunidades. Con el plan cacao, por ejemplo, la firma capacitó a 3 300 agricultores con asistencia técnica y tecnología. El objetivo es mejorar la calidad del cacao, elevar la rentabilidad de las fincas y mejorar las condiciones ambientales de las zonas donde se produce cacao.
En 2016, Nestlé compró a los productores capacitados 15 200 toneladas de cacao; de esa cifra 10 667 toneladas contaban con la certificación en normativa social y ambientalmente responsables.
Otro programa de la empresa es Servicio al Productor de Leche, con el que se promueve sistemas silvopastoriles, piscinas de oxidación, calentadores solares y tanques recolectores de agua lluvia, para una ganadería sostenible. En 2016, se implementaron 21 piscinas de oxidación y 37 calentadores solares.
Para Evangelina Gómez, representante del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), el tema aún es menor en el país. Esto ocurre, según ella, por desconocimiento del tema. “En el país las empresas con estrategias de responsabilidad social son, principalmente, multinacionales y grandes firmas ecuatorianas. Las primeras operan con estrategias corporativas sobre el tema y las segundas son empresas ecuatorianas que van evolucionando”.
La vocera de Ceres considera que en la mayor parte del tejido empresarial, en el que las mipymes tienen un peso relevante, existe todavía desconocimiento sobre el tema. “Las mipymes, en su mayoría, desconocen los procesos de responsabilidad social. Y esta clase de empresas son las más vulnerables en temas ambientales, de estándares laborales, derechos humanos… Se debe apuntar hacia ellas”.
Por eso Gómez cree que el próximo gobierno tiene una gran oportunidad para promover la responsabilidad social. Ella sugiere mirar lo que pasa en otros países como Chile, por ejemplo, en donde existe un plan nacional con responsabilidades compartidas entre empresas y gobierno.
El buen relacionamiento resulta crucial
En el sector de Tababela, al oriente de Quito, 16 pequeños productores son en la actualidad proveedores de Quiport, la firma que administra el aeropuerto Mariscal Sucre. Ellos son parte de Nuestra Huerta, un programa de responsabilidad social de la firma aeroportuaria.
Estos microempresarios cuentan con cerca de 450 clientes que compran productos como frutilla, pan de quinua, entre otros. El proyecto Nuestra Huerta resultó de un análisis hecho por Quiport en las comunidades circundantes a la terminal aérea. Tras una consultoría realizada en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo se acordó apoyar a los pequeños productores de la zona para desarrollar planes de responsabilidad social. Así arrancó el programa en noviembre del 2015.
El proceso es sencillo. Los compradores reciben cada semana un correo electrónico con la oferta de los pequeños productores. Se hacen los pedidos y, para cerrar la operación, se entregan los productos acordados.
Luis Galárraga, gerente de Comunicación de Quiport, asegura que los pequeños productores obtienen la posibilidad de comercializar sus productos en un mercado cautivo como es el aeropuerto. “Esto genera un incremento de sus ingresos familiares, mientras reciben capacitación en áreas como manejo de productos comestibles y emprendimiento”.
Además, dice el vocero de la empresa, quienes son parte del programa mejoran su autoestima, se sienten capaces de alcanzar estándares adecuados de calidad en sus productos y han perdido el temor a iniciar un emprendimiento.
Otro caso de programas de responsabilidad social es Empodérate, que lo maneja Arca Continental en el Ecuador. La firma del sector de alimentos y bebidas capacita a pequeñas empresarias que manejan tiendas de barrio. Según Guillermo Aponte, director general de la compañía, el 60% de las ventas pasa por tiendas de barrio, que son manejadas por mujeres principalmente.
Con el programa Empodérate, se identifica a mujeres líderes de comunidades y se las capacita para mejorar sus negocios y su relación con los clientes. El programa se implementó entre octubre de 2016 y enero de 2017 y trabajó con 1 000 tenderos, 500 de Quito y 500 de Guayaquil.
Según Arca Continental, el trabajo con tenderas es una manera de satisfacer las necesidades de este grupo social y económico para que superen las barreras a las que ellas han estado expuestas, como: poco acceso a información tecnológica, a herramientas de capacitación y superación, así como un limitado acceso a servicios financieros.
Evangelina Gómez, representante del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), destaca estas y otras iniciativas de sostenibilidad. Esta experta piensa que en el Ecuador hay más conciencia en temas ambientales, en derechos de trabajadores y de bienestar en general.
“Las empresas no son el cuco. Son conformadas para generar riqueza y eso no está mal. Lo malo está en los métodos que algunas usan para lograr ese objetivo y eso hay que revertirlo con programas de responsabilidad social”.
Para Gómez, las debilidades que tiene el tema son dos: desconocimiento de sus beneficios y pensar que es costosa. Según la vocera de Ceres, una estrategia adecuada de sostenibilidad es beneficiosa por donde se la mire. “Si una compañía desarrolla un buen relacionamiento con sus proveedores, por ejemplo, tendrá mejores productos, entregas a tiempo, clientes satisfechos y eso es un beneficio para la empresa”.
El contexto La responsabilidad social inició como una práctica del segmento industrial, según el reporte de Deloitte. Pero con el tiempo esta práctica se abrió a casi todas las líneas de negocio. Tener una estrategia de sostenibilidad no está reglamentado en el país, sin embargo el término “voluntario” va migrando hacia un deber ser de las empresas.
Dentro de las pautas internacionales que facilitan modelos de responsabilidad social, la de mayor aceptación es la ISO26000.
La Iniciativa de reporte global o Global Reporting Initiative (GRI) creó el primer estándar mundial de lineamientos para la elaboración de memorias de sostenibilidad de las empresas.
Las pymes también se involucran con los temas de sostenibilidad
Las pequeñas y medianas empresas también participan en las prácticas de responsabilidad social. En la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) ya se cuentan empresas de los sectores de alimentos, textiles y químico que desarrollan programas de sostenibilidad.
Así lo asegura Cristian Cisneros, director ejecutivo de este gremio productivo. Como ejemplo cita el Centro de Producción Más Limpia que opera desde hace siete años. “El cuidado ambiental es uno de los temas que más preocupa a los socios y por eso trabajamos en programas vinculados”.
Cisneros reconoce que no todas las pymes tienen políticas de sostenibilidad, pero las que tienen más experiencia se van convirtiendo en ejemplos para las demás. “Lo primero que promovemos es el cumplimiento de temas legales como tributación o seguridad social, para luego generar empresas sostenibles”.
Camila Hernández, sénior de Sostenibilidad de Deloitte Ecuador, señala que a escala global existen tendencias que promueven el desarrollo local y allí las pymes tienen una participación importante.
La ejecutiva afirma que la sostenibilidad no discrimina por el tamaño empresa. “Por eso micros y pequeñas empresas tratan de dejar de ser un emprendimiento para ser una empresa y en ese camino es importante la sostenibilidad empresarial.
Otra de las preocupaciones de este sector es el presupuesto para responsabilidad social. Al respecto, Hernández asegura que siempre será un tema de análisis. Para las pymes los impactos que tienen en la comunidad son de menor escala, por lo que las iniciativas sostenibles pueden ser más precisas y no implican mayor costo.
La firma Nestlé ejecuta en el país el programa Plan cacao, como parte de su estrategia de valor compartido. Con este programa asesora a agricultores que siembran y cosechan cacao. Foto: cortesía Nestlé
Entrevista al embajador de Italia en el país, Gianni Piccato, sobre los fondos ítalo ecuatorianos utilizados en proyectos de infraestructura, capacitación, emprendimiento…
El programa de canje de deuda por desarrollo del Fondo Ítalo Ecuatoriano (FIE) surgió en el país en el 2003 y sus proyectos arrancaron en el 2006. El objetivo del Fondo es financiar proyectos de desarrollo alineados con los Objetivos del Milenio de la ONU y el Plan Nacional del Buen Vivir del Gobierno ecuatoriano. El Embajador de Italia en Ecuador detalla los logros alcanzados por el FIE.
¿Cuál ha sido el recorrido del FIE en estos años? Hemos tenido cuatro convocatorias, cuatro experiencias con distintas prioridades. La última convocatoria se enfocó en la parte de infraestructura. El Gobierno ecuatoriano nos pidió trabajar en infraestructura en la frontera norte y con entidades como los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). En las convocatorias anteriores hubo enfoques de capacitación, desarrollo de estructuras, entre otros temas.
En este tiempo, ¿cuántos recursos se han invertido? El convenio fue de 28 millones de dólares y con intereses el monto total bordea los 34 millones. El desarrollo de los programas estimuló el sentido de pertenencia de los organismos participantes y de la gente. Hubo, por ejemplo, gobiernos autónomos que aportaron hasta con un 50% de los proyectos que financiamos.
¿Qué condiciones se solicitan a los potenciales beneficiarios de los recursos? Cada proyecto tiene un convenio firmado por los beneficiarios y allí se detallan actividades que tienen que ser cumplidas, procesos para que exista transparencia y posibilidad de monitorear el impacto del proyecto. Hay condiciones de desembolsos, de recortes, de garantías… muy estrictas.
¿Dentro de los convenios que han realizado existen proyectos de emprendimiento e innovación? Hay proyectos con enfoque de desarrollo y mejoras en las cadenas de producción. Todos trabajan teniendo como meta la lucha contra la pobreza. Una de las claves de estos proyectos es actuar en comunidades desfavorecidas, en cantones y parroquias con prioridad; esto sucedió especialmente en el arranque del programa del FIE. Ahora, con una reorientación, se dará prioridad a la colaboración de desarrollo económico. El FIE es un instrumento operacional que favoreció proyectos enmarcados en las líneas prioritarias del Gobierno ecuatoriano y ahora estarían dentro del cambio de la matriz productiva. Hubo cerca 50 proyectos que se concentraron en temas agrícolas, en microemprendimientos, en fondos de microcrédito, en turismo comunitario…
Salinas de Guaranda es un caso especial de emprendimiento comunitario. ¿Se puede replicar? En Salinas confluyeron condiciones muy particulares que permitieron un desarrollo coherente y sustentable. Es un ejemplo exitoso de conceptualización de la economía popular y solidaria y se puede replicar. En la actualidad hay cerca de 80 italianos repartidos en distintos puntos haciendo una tarea similar a la que desarrolla el padre Antonio Polo en Salinas de Guaranda.
¿Qué pasó con el aporte del Gobierno de Italia a la iniciativa Yasuní ITT? Italia aportó con 35 millones de euros en forma de canje de deuda. El proyecto no funcionó y ahora el dinero se va a reorientar para actividades prioritarias para el Gobierno ecuatoriano. Es un proceso largo, porque es el Gobierno quien define las prioridades junto con determinados ministerios. ¿Quién debe dar el primer paso para utilizar ese dinero: Ecuador o Italia? Nosotros acatamos las propuestas ecuatorianas. El Gobierno debe proponer y luego definimos los temas y la manera de cómo utilizar ese dinero.
Su labor Formación. Estudió Jurisprudencia en la Univeridad de Turín, donde se graduó en 1981.
En la diplomacia. Ha ocupado cargos diplomáticos para el Gobierno italiano en Venezuela y Portugal.
En Ecuador. Es Embajador de Italia desde diciembre del 2011. Entre sus funciones está el manejo del Fondo Ítalo Ecuatoriano.
Embajador de Italia en el país, Gianni Piccato. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES.
Los jefes se preocupan porque ven que sus empleados pasan parte del tiempo conectados, desde su ‘smartphone’ o computadora, a las redes sociales.
¿Deben estar encima de sus colaboradores sugiriendo que hagan el trabajo? Para Javier Sanabria, consultor de Recursos Humanos, no es necesario, ya que existen indicadores para medir si una persona cumple con su trabajo.
Estos indicadores conocidos como Clave de Desempeño evalúan el desenvolvimiento de un colaborador en un proceso y cómo logra el objetivo.
Hay una metodología para obtener dicha información, añade Sanabria. Por ejemplo, el tiempo en el que se culminan las tareas asignadas, la satisfacción del cliente, la rentabilidad de un proyecto (retorno de la inversión), calidad de la gestión del empleado y otros factores.
Para la directora de Talento Humano de Softronic, Carla , estos indicadores son instrumentos de medición para los objetivos. Sin embargo, no todo consiste en cuantificar sino en cualificar.
Es decir, un empleado puede incumplir las metas, digamos en ventas, pero atiende y se preocupa por el cliente. En este caso, se debe acompañar al colaborador para identificar en qué está fallando y mejorar ese aspecto, dice .
La utilización de indicadores detecta el uso ineficiente de los recursos, la demora en la entrega de productos, las tareas innecesarias y repetitivas o trámites excesivos, explica el gerente de la firma Electronic Development, Ricardo Pantoja. Además, indica que esta herramienta permite que el jefe se enfoque en tareas más productivas que vigilar a sus empleados.
Para instaurar estas mediciones se debe tener en cuenta el negocio al que se dedica la empresa. “No es lo mismo una firma que presta servicios a una que produce bienes”, indica Javier Sanabria.
Una vez que se defina la línea de negocio, el equipo encargado de obtener los indicadores debe evaluar los cargos y tareas de cada empleado. El jefe, dice Sanabria, es fundamental durante este proceso, porque comunicará a sus colaboradores en qué fallan y cómo deben mejorar. Lo recomendable es revisar los indicadores trimestralmente y realizar ajustes.
Para Daniel Ramírez, asesor en Talento Humano, en la construcción de los indicadores se deben tener en cuenta las siguientes variables: eficacia, eficiencia, calidad, procesos y productos.
Asimismo, asignar las responsabilidades de cada colaborador, recolectar los datos y construir las fórmulas.
Si los jefes han escalado posiciones, no es por su habilidad de vigilar, sino porque su experiencia impulsará a la compañía. Los indicadores son herramientas importantes para identificar problemas individuales que afectan el desenvolvimiento del equipo, indica Ramírez.
Este instrumento por sí solo no es efectivo sin el acompañamiento del líder. Solo quien maneja un equipo conoce las virtudes y debilidades del grupo que está a su cargo. Sin embargo, cuando son áreas de más de 30 personas, se debe personalizar menos y acudir más a los indicadores. Así, el jefe tendrá tiempo de dedicarse a tareas más productivas.
Milton Silva. Catedrático de la Escuela Politécnica Nacional
Los urinarios ecológicos presentan un diseño novedoso. A pesar de ello, el filtro que poseen para el bloqueo de olores es una solución a corto plazo.
Cuando se instala este tipo de urinarios, también es importante tomar en cuenta el sistema de tuberías, para que no exista una afectación a mediano plazo.
En principio, los ecourinarios pueden ahorrar agua y evitar malos olores. Pero, se debe tener en cuenta que al no haber agua que facilite la circulación de los desechos, se pueden acumular con más facilidad bacterias y se pueden corroer las tuberías que utilizan estos nuevos artículos.
En estos casos, el problema no es solo el ahorro de agua. Además, se podría afectar al resto de tuberías, porque todo el sistema de desagüe está interconectado.
También debido a la descomposición de la materia orgánica se producen gases. Esto no dañaría a los urinarios, sino a los otros ambientes de la edificación.
Ahora también existen nuevas tendencias para reducir el desperdicio de agua. Por ejemplo, existen inodoros que implementan el uso de ventiladores para ayudar a la circulación de los desechos.
En el ámbito de la construcción sanitaria y servicios higiénicos es indispensable el uso de agua. Este recurso siempre va a ser importante para un funcionamiento higiénico y óptimo. No se puede prescindir totalmente de este recurso, pero sí se pueden reducir los volúmenes de uso.
La descarga de agua en los urinarios no es mucha. Lo que se debe hacer es tratar de controlar las cantidades por medio de pulsores u otros artefactos. También es vital controlar la presión del agua con accesorios adicionales.
Finalmente, la principal alternativa es tratar de concienciar a los usuarios para que hagan buen uso de este recurso.
Desde el 2002, Rosario C. recibe USD 300 al mes por las remesas que envía su esposo Leonardo C., quien vive en Estados Unidos.
Esta cuencana relata que su cónyuge trabajaba como guardia de seguridad en una fábrica en la capital azuaya. Ella laboraba como empleada doméstica en un hogar, tres días a la semana. Aunque ambos tenían trabajo, los ingresos eran escasos, por lo que su pareja viajó a EE.UU.
Los gastos de su hogar, que incluye la educación de sus dos hijos, de 11 y 14 años, suman USD 150 al mes. El resto lo destina al ahorro. Ella confiesa que durante los primeros seis años recibía casi el doble del monto actual. Con ese dinero pagó la deuda que adquirió su esposo para emigrar. También construyó una casa y compró tres televisores y una refrigeradora. No obstante, con la crisis que se registró en ese país en el 2008, su esposo la motivó a ahorrar e invertir en un negocio para cuando él regrese.
El presidente ejecutivo de la Red Financiera Rural (RFR), Javier Vaca, señala que existe una relación directa entre el uso de las remesas y el tiempo que lleva el emigrante en el exterior. Primero, paga las deudas en su país de origen; después, compra vivienda y bienes; y en un tercer momento, piensa en retornar o instalarse definitivamente en el extranjero. Allí piensa en invertir.
Con eso concuerda el analista económico, Juan Pablo Guerra, quien añade que los emigrantes que superan los 10 años de estadía en el exterior alcanzan estabilidad laboral. Por lo general, ellos compran bienes inmuebles para obtener ingresos por su alquiler. En cambio, quienes llevan menos de 10 años, su prioridad es la comodidad de su familia. En ese caso, el dinero se destina a vivienda, salud, educación y gastos suntuarios.
Para el director de Proyecto de la Fundación Acra (Cooperación Rural en África y América Latina), Alejo Santermer, el perfil del receptor de remesas se concentra en la mujer, entre 18 y 80 años. “Reciben el dinero de sus esposos o hijos”.
Acra y la cooperativa Jardín Azuayo (JA) trabajan con 91 000 ecuatorianos residentes en Italia, para incentivarlos al ahorro. Por esa razón, JA tiene alianzas con remesadoras para que el emigrante deposite y el dinero llegue a la cuenta del receptor en esa cooperativa.
Algo similar aplica la cooperativa Juventud Ecuatoriana Progresista, según su gerente, Floresmilo Alvear, quien nota una tendencia al ahorro desde el 2010. Un ejemplo son Rosario y Leonardo quienes guardan sus excedentes para invertir en un negocio en el futuro. Su objetivo es abrir un restaurante y que él regrese.
Salmón enlatado, brownie sin gluten y minitortillas elaboradas con chochos fueron parte de la propuesta que presentaron los estudiantes de sexto ciclo de la carrera de Ingeniería de Alimentos de la Universidad del Azuay (UDA). Ellos expusieron sus iniciativas en la tercera Feria de Innovación Tecnológica, el 28 de junio en Cuenca.
Unos de los participantes fue Xavier Benítez, quien trabajó durante un mes en su oferta, que consiste en un brownie sin harina de trigo, para las personas intolerantes al gluten (que se obtiene del trigo). Para reemplazar la textura de ese ingrediente mezcló maicena y harina de yuca, que no contienen gluten.
Mientras Benítez explicaba cómo obtuvo este producto, la cuencana Carolina Suárez, visitante a la feria, se deleitaba probando este pastel.
Otra idea fue el cereal de camote producido por Cristina Bustamante, quien buscó una alternativa a las hojuelas de maíz. «El valor agregado del camote es que es dulce y no hay que agregar miel».
A su lado estaba Catalina Ordóñez. Ella presentó minitortillas de chocho horneadas para dar una opción saludable a los niños y adultos, que son amantes de los ‘snacks’.
Para el catedrático de Investigación de mercados y Gestión empresarial de la UDA, Marcelo Calle, este año la exposición estudiantil tuvo un enfoque hacia los productos funcionales, porque el consumidor es más consciente de lo que come y demanda productos sanos.
Los estudiantes, dice el catedrático, identificaron esa tendencia en el mercado y buscaron producir alimentos naturales, probióticos, sin gluten, con más proteínas y calcio, para atender las necesidades del mercado cuencano. Calle enfatizó en que esta no es una feria gastronómica, sino de innovación para aportar a la industria alimenticia del Ecuador.
Otra de las creaciones que llamó la atención de los asistentes fue una pizza de harina integral con carne de soya. Su creador, Jonnathan Cadme, identificó una oportunidad en el mercado, porque cada vez hay más consumidores con restricciones para comer carne por su salud o porque son vegetarianos. «Esta pizza es para esas personas que no comen carne y quieren sentir el mismo sabor».
Con agilidad, Cadme cortó trozos de cuatro centímetros para que los visitantes probaran. Daniel Cuesta probó y se quedó asombrado con el sabor. «Esta feria es una muestra del talento que existe en las universidades».
El rescate de los sabores andinos también tuvo su espacio en esta feria de innovación tecnológica de la UDA.
Nube Rivera desarrolló una torta de choclo con quinua, soya y avena. La idea es ofrecer una opción rica en fibra y nutrientes que pueda enviarse en la lonchera de los niños. Además de estos productos hubo ‘snacks’ de fréjol, caviar de frutas, masa lista para donas…
LA CIFRA: 50 proyectos se presentaron en esta feria de innovación alimenticia