Etiqueta: procesados

  • Una notificación reemplaza al Registro Sanitario de alimentos procesados

    Pedro Maldonado

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    El trámite para solicitar y recibir un registro sanitario para alimentos industrializados cambió. Tras la aprobación de la Ley de Alianzas Público Privadas, se establece que los registros sanitarios para estos productos sean reemplazados por notificaciones sanitarias que entrega Arcsa. Este cambio está vigente desde el 18 de diciembre pasado, fecha en la que la Ley se publicó en el Registro Oficial.

    Desde ese día, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ha emitido entre 200 y 300 notificaciones a la semana. El director ejecutivo de Arcsa, Giovanni Gando, explicó que la notificación es por producto y tiene una validez de cinco años, por lo que es necesario renovarla. De esta manera, los alimentos procesados en lugar de mostrar el código del Registro Sanitario ahora enseñarán el código de la notificación o de buena práctica de manufactura (BPM).

    Entre los principales efectos de esta modificación a la normativa están la documentación y el tiempo. Obtener un Registro Sanitario tomaba meses o años, pero ahora el tiempo para obtener la notificación será de días.

    La obtención de la notificación sanitaria se realizará con base en el perfil de riesgo del alimento procesado. Para alimentos de riesgo alto, como leche pasteurizada, quesos, gaseosas, cárnicos, entre otros, se realizará la revisión documental y técnica de la información suministrada por el solicitante; en el caso de observaciones en la revisión, el usuario dispondrá de 15 días laborables para corregir las observaciones.

    Para alimentos de medio y bajo riesgo (leche en polvo, bebidas hidratantes, frutas deshidratadas, entre otros), únicamente se realizará una recepción de los requisitos establecidos por la Arcsa, quedando el tiempo para la obtención en máximo cinco días (correspondiente al palzo para el pago de la tasa correspondiente).

    Los valores de las notificaciones varían según el tamaño del negocio. Una empresa artesanal debe pagar USD 104,53; una pequeña industria deba cancelar 340,43 y una industria paga USD 714,72, según información publicada en la página web de Arcsa.
    Además, ahora Arcsa cumplirá controles en las plantas de producción de alimentos, así como en supermercados, tiendas y otros puntos de venta.

    El director ejecutivo de Arcsa, Giovanni Gando, y el representate de los fabricantes de alimentos y bebidas, Cristian Wahli. Foto: Cortesía
    El director ejecutivo de Arcsa, Giovanni Gando, y el representate de los fabricantes de alimentos y bebidas, Cristian Wahli. Foto: Cortesía
  • El ‘Semáforo’ genera retos a los especialistas de marketing

    Redacción Quito

    En noviembre del 2013, el Ministerio de Salud expidió un reglamento para que la industria de alimentos y bebidas colocara ‘semáforos’ a sus productos procesados, para informar sobre el contenido de grasas, sal y azúcar en sus artículos. El plazo para establecer esta normativa venció el 29 de agosto.

    Ante la reforma, los especialistas de marketing realizaron el rediseño de sus empaques, para acatar esa disposición sin perder la esencia de sus marcas.

    Antonio Camacho, gerente de Aseguramiento de Calidad de la Pasteurizadora Quito, indica que entre los principales retos en el rediseño estuvieron los cambios que debían hacerse sobre la marcha. Para sus etiquetas, el tiempo de transporte toma hasta 45 días, por lo que cualquier cambio imprevisto resultaba complicado. «Fue beneficioso para nosotros colocar las advertencias utilizando adhesivos para no perder USD 200 000 en empaques anteriores».

    Su producto estrella, Vita Leche, en todas sus presentaciones, fue el que más cambios tuvo, ya que las nuevas normativas manejan 12 prohibiciones en el etiquetado entre las que se contemplan personas, animales, famosos, productos no relacionados, etc., que constaban en sus empaques.

    Diana Landucci, directora de Marketing de las marcas CBC, indica que los productos de la marca Pepsi, 7 Up, Lipton, Gatorade, Güitig, Tesalia (de sabores), 220V, Tropical, Manzana y Jugos Deli, ya cuentan con el nuevo sistema. Su principal reto fue adaptar las normativas a la estructura de la etiqueta. «Lo positivo fue que pudimos adaptar nuestro etiquetado con éxito a nuestros productos y las pérdidas de material fueron bajas».

    Xavier Sisa, director jurídico de la Cámara de Industrias y Producción, señala que otro de los principales retos que preocupa a las empresas es que existen productos que por alto contenido de sal, grasas o azúcar, van a estar en rojo; lo que podría estigmatizarlos. «Por eso es indispensable apoyar al producto mediante campañas publicitarias complementarias», aporta Daniela Cárdenas, especialista de Marketing.

    Una de las reformas que realizó la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) fue la colocación del semáforo en la parte de atrás del producto y no adelante, como se tenía previsto. «Tomaba casi un cuarto del panel frontal, lo que implicaba un cambio total al diseño y promoción de producto», señala Cárdenas.

    Según Christian Whali, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas, las firmas invirtieron hasta USD 2 millones en el cambio de etiquetas. El precio de una etiqueta puede tener un costo de 2 centavos.