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  • Una vitrina digital para los productos artesanales

    Patricia González (I)  patriciag@elcomercio.com

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    Ingresar en el comercio electrónico sigue siendo un reto para artesanos y pequeños negocios. Los costos del desarrollo de una tienda en línea o la falta de conocimientos son parte de las barreras. Sin embargo, la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de estar en la red.

    La plataforma Wiksi, fundada por Cristina Elizalde en el 2019, se ha convertido en una vitrina para artesanos ecuatorianos. Se trata de un ‘market place’ en el que confluyen diferentes marcas para comercializar sus productos.

    Elizalde es arquitecta, con un máster en Diseño interior. Tiene 30 años y desde hace cuatro vive en San Francisco, Estados Unidos, ciudad en la que entró en contacto con empresas de tecnología.

    Esa vinculación con la industria tecnológica junto a un interés por ayudar a los emprendedores de su país, Ecuador, la impulsaron a emprender en el comercio electrónico, que describe como “un Amazon para pequeños empresarios”.

    Luego de ocho meses de desarrollo y una inversión inicial de USD 4 000, en mayo del 2018, el portal wiksi.com abrió al público. Arrancó con 10 emprendedores y actualmente son cerca de 450.

    Los productos se encuentran clasificados en 11 categorías: joyas y accesorios, hogar, ropa y zapatos, bebés, niños y niñas, juegos y juguetes, arte, mascotas, alimentos, salud y belleza, fiestas. Además, se pueden encontrar opciones por género, para regalos de Navidad o de ‘amigo secreto’.

    Al dar clic en cualquiera de los productos, se detalla el nombre de la marca, una descripción del artículo, precio, disponibilidad y tiempo de envío. Los artículos se entregan a domicilio, en todo el Ecuador, a través de Laar Courier.

    La plataforma cuenta con carrito de compra y ofrece diferentes modalidades de pago: tarjeta de crédito o débito y transferencia.

    Fer Barragán Diseño de Joyas es una de las marcas que se encuentran en el ‘market place’. Vende bisutería y accesorios elaborados en plata: aretes, pulseras, collares, anillos, tobilleras, prendedores, entre otros. “Me motivó la apertura que dan a emprendedores que elaboramos nuestros productos a mano”, comenta Fernanda Barragán, creadora de la marca de joyas.

    Cristina Elizalde, fundadora de la plataforma de comercio electrónico Wiksi, cuya operación dirige desde la ciudad de San Francisco, EE.UU.
    Cristina Elizalde, fundadora de la plataforma de comercio electrónico Wiksi, cuya operación dirige desde la ciudad de San Francisco, EE.UU.

    I’m Green es una marca que elabora fundas en algodón para llevar el pan o los vegetales, con el fin de evitar el uso de las bolsas plásticas en supermercados. Además, confecciona servilletas de tela y toallas de cocina. La marca entró en el comercio electrónico de la mano de Wiksi, desde que el canal digital abrió sus puertas. “La página es muy amigable. Nos ha ayudado a darnos a conocer”, dice la artesana Elizabeth Mera.

    Por cada venta que se logra a través del portal, Wiksi obtiene el 3% de la ganancia. Al momento hay alrededor de 3 000 productos y se están vendiendo un promedio de 100 al mes. “La pandemia nos ayudó mucho, porque ahora hay más confianza en el comercio electrónico. Una cuenta en Instagram no es suficiente. Los emprendedores quieren tener su botón de pago”, comenta Elizalde.

    María José Guevara, quien reside en Quito, es una cliente frecuente de Wiksi. Ha comprado unos aretes tejidos a mano, mascarillas de tela, una almohada para bebé y varios regalos de Navidad, como portavasos y bombillos personalizados con nombres. “Es muy cómodo comprar en línea, especialmente por la pandemia. La página es muy fácil de usar y los productos son de muy buenos acabados”, comenta.

    Otra compradora, María José Cañizares, adquirió hace tres meses un bolso tejido, estilo cartera, que envió como regalo a su hermana, en Alemania. “Son productos diferentes”, destaca la usuaria, quien tiene previsto hacer otras compras en el portal por Navidad.

    El equipo de Wiksi está conformado por siete personas. En mayo pasado, Cristina se asoció con Gracia Cajas, quien se encuentra en Quito y se encarga de la logística de envíos. La firma ofrece capacitaciones mensuales a sus emprendedores, sobre ventas en línea, fotografía de productos, empaques, entre otros temas.

    La compañía, que está facturando entre USD 1 000 y 1 500 al mes, se expandió desde noviembre pasado a EE.UU., país al que exportó hace unos meses cerca de 300 productos elaborados por los artesanos de Wiksi, que se venden en la página warmikuna.com para el mercado estadounidense.

    ‘La empresa ha crecido gracias a la pandemia’ 
    Cristina Bejarano / Encargada del área contable.
    Soy Ingeniera en Contabilidad y Auditoría, de la Politécnica Salesiana. Ingresé a trabajar en Wiksi a mediados del 2019, tres meses después de que se fundó. Cristina me comentó sobre la empresa y me pareció muy interesante el proyecto, el año pasado aún era poco común un comercio electrónico como este. Me encargo de la contabilidad. Todo es por facturación electrónica. Los vendedores suben su facturas al sistema contable de Wiksi y yo las descargo, hago las retenciones y las declaraciones mensuales en el Servicio de Rentas Internas, y anualmente el impuesto sobre la renta anual. Todos los 15 de cada mes, presento los balances de cierre del mes anterior. Desde el comienzo he estado teletrabajando. No tengo horario fijo, pero estoy en comunicación a diario por WhatsApp. Siempre estoy disponible. Me ha ido súper bien. Cristina y Gracia son excelentes personas. La empresa ha crecido gracias a la pandemia. Sí me ha gustado como experiencia laboral, es algo diferente porque no voy a una oficina. Todo se hace ahora por Internet.

    Fernanda Barragán elabora joyas y accesorios en plata, que se venden en Wiksi. La tienda también ofrece adornos hechos a mano para el hogar. Fotos: J. Estrella / LÍDERES  y  Cortesía Wiksi
    Fernanda Barragán elabora joyas y accesorios en plata, que se venden en Wiksi. La tienda también ofrece adornos hechos a mano para el hogar. Fotos: J. Estrella / LÍDERES y Cortesía Wiksi
  • Amplia oferta de productos para armar una fiesta

    Redacción Quito  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Natalia Callejas decidió darse una segunda oportunidad como emprendedora, tras un primer intento con una empresa, que cofundó junto a una socia, especializada en productos para fiestas temáticas.

    Luego de año y medio con ese emprendimiento, en noviembre del 2017 arrancó nuevamente por su cuenta con el respaldo de dos socios capitalistas. La nueva compañía, denominada Lilarie-Tu fiesta a un clic, se concentra en el mismo mercado, pero con un enfoque más digital, ofreciendo una amplia gama de productos para fiestas en su tienda en línea.

    La página de comercio electrónico se lanzó en junio del 2018, tras una inversión de USD 25 000, para adquisición de inventario y desarrollo de la tienda virtual. Se ofrecen más de 1 000 productos, provenientes en un 90% de los EE.UU. El restante son de China o nacionales.
    En el comercio en línea se pueden encontrar productos por categorías (accesorios, menaje, flotadores, decoración, entre otros), y fiestas temáticas (cumpleaños, despedida de soltera, graduación, mexicana, infantiles y más); además, artículos personalizados, producidos localmente.

    Los productos para fiestas temáticas también los ofrecen por paquete –para cierto número de personas – , armados con las sugerencias de la tienda; de esa forma el cliente obtiene un descuento del 15% en su compra.

    Adicionalmente, desde mediados de año, la tienda virtual incluye un catálogo de servicios con diferentes proveedores en categorías como: pastelería, animación, locación, fotografía, video, floristería, regalos, entre otros.

    La página cuenta con botón de pago y acepta distintas modalidades de cancelación. Las transacciones por el portal representan el 34% de las ventas de Lilarie.

    Los productos de la marca se comercializan por algunas aplicaciones de ‘delivery’ y comercio electrónico, como Glovo, Rappi, Tipti y Tenderati. Callejas comenta que el ingreso a Glovo, en febrero pasado, fue un gran impulso para la marca durante los primeros meses de la pandemia.

    La empresa de courier Entregando está a cargo de los repartos a domicilio en Quito y los valles, de aquellos productos que se venden directamente en la página. “Les despachamos entre cinco y 10 pedidos diarios”, indica Jaime Arévalo, gerente de la firma.

    Leyre Suárez, clienta que ha comprado en la tienda para distintas ocasiones (despedida de solteras, revelación del género del bebé, cumpleaños y más), destaca que le encantan los productos de Lilarie por su calidad.

    Ana María Jurado se ha abastecido en el portal para los cumpleaños de sus tres hijos y el de ella; todos en diferentes temáticas. “La página es muy amigable”.

    Además de los clientes particulares, el emprendimiento vende a almacenes de fiestas, minimarkets y empresas, para regalos corporativos. Prevé cerrar el año con una facturación de USD 55 000.

    La tienda, que tiene unas 150 ventas mensuales, fue finalista del eCommerce Awards Ecuador 2020, en la categoría Mejor pyme. Entre sus planes está abrir una tienda, además de bodegas en Cuenca y Guayaquil, para ingresar a las ‘apps’ en esas ciudades.

    El negocio
    Inventario. Tiene unos 1 000 productos para celebraciones. Se encuentran por categorías de artículos, fiestas temáticas o paquetes. Además, ofrece productos personalizados.

    Servicios.  La empresa también cuenta con un catálogo de proveedores en diferentes servicios: pastelería, animación, alquiler de locación, fotos, videos, floristería, entre otros.

    Delivery.  La marca está en Glovo, Rappi, Tipti y Tenderati para envíos en Quito. Además, realiza entregas nacionales.

    Natalia Callejas, copropietaria de Lilarie, junto a algunos productos para fiestas que ofrece la tienda virtual. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Natalia Callejas, copropietaria de Lilarie, junto a algunos productos para fiestas que ofrece la tienda virtual. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • El sabor de las comidas se realza con sus productos

    Redacción Quito, (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Conseguir que un nuevo proyecto se concrete en medio de la pandemia fue el reto que superó María del Carmen Grijalva. Lo hizo a través de Grial Food & Kitchen, iniciativa que da valor agregado a su empresa original.

    En el 2003 su madre, María del Carmen Álvarez, inició Grijalvarez, bajo la marca Grial. Este es un negocio dedicado a la producción de alimentos, que incluyen encurtidos, mermeladas, conservas…

    Tras el deceso de la propietaria, el negocio pasó a manos de sus hijas. Grijalva es ahora la gerenta general y relata que desde siempre su familia estuvo involucrada en el mundo de la gastronomía. “La marca nació en la casa. Mi mamá fue una persona que inició con el tema de la cocina profesional hace más de 30 años”, comenta.

    La empresa nació con la idea de crear una línea de conservas que permitiera facilitar la preparación y mejorar los sabores de las comidas. Grijalva explica que son productos sanos y de calidad.

    Una inversión de USD 200 permitió iniciar esta firma. El primer producto que se lanzó al mercado fue la guarnición de tomates secos en aceite de oliva; actualmente, la empresa cuenta con 17 artículos.

    Su portal web muestra mermeladas de pulpa de mora, naranja, mora y frutilla, y naranja y piña. En el segmento de alimentos de sal se encuentran pickles, conservas de berenjena en aceite vegetal, alcachofas con champiñones, salsa de pesto, pimientos morrones y más.

    Los productos, combinados con otros alimentos, permiten realzar el sabor de cualquier plato. Por ejemplo, si a una ensalada se le aumentan los tomates con aceite de oliva se hace visualmente más atractiva y cambia completamente la sensación en el paladar.

    Para la empresa, además, la innovación debe ser permanente, con el fin de responder a las necesidades de los consumidores. Al comprender que en esta época hay menos tiempo para cocinar, desarrolló y lanzó una línea de productos refrigerados entre los que están tortilla española, tamales, dulce de babaco con jengibre, dulce de tomate con jengibre.

    En la planta de la Mitad del Mundo, las trabajadoras se encargan del procesamiento de tomates en aceite de oliva, el producto estrella del negocio. Fotos: Diego Pallero y Vicente Costales
    En la planta de la Mitad del Mundo, las trabajadoras se encargan del procesamiento de tomates en aceite de oliva, el producto estrella del negocio. Fotos: Diego Pallero y Vicente Costales

    Actualmente, los productos se los elabora en una planta de producción, ubicada en el sector de la Mitad del Mundo. La mayoría de procesos son artesanales; el 60% de la producción se concentra en el tomate con aceite de oliva.

    A finales del próximo año busca exportar a países de la región.

    En la actualidad, Grial llega con su oferta a 25 puntos de venta entre los que se encuentran markets, delicatessen y grandes cadenas de supermercados. Una de ellas es Corporación Favorita.

    En este sitio se comercializa la guarnición de tomate y los pimientos en conserva. “Nos entregan cerca de 50 cajas mensuales de cada ítem.

    Son productos de buena calidad y con una presentación bastante vistosa”, indica la compañía.
    Grial se propuso no solo llegar al público a través de terceros, sino que lanzó sus propias tiendas especializadas a las que denominó Grial Food & Kitchen. En julio de este año abrió un local en Cumbayá y desde este mes en Quito.

    Grial Food & Kitchen de Cumbayá abrió en julio. En esta y la  tienda especializada de Quito, el 70% de los productos que se ofertan son nuevos.
    Grial Food & Kitchen de Cumbayá abrió en julio. En esta y la tienda especializada de Quito, el 70% de los productos que se ofertan son nuevos.

    Uno de los elementos que motivó a dar este paso fue que en las difíciles circunstancias que atravesaba la economía, era importante mantenerse como empresa y apoyar a emprendedores pequeños.

    Además de mostrar su propia oferta, las tiendas especializadas funcionan como vitrina de estos negocios; actualmente, cuentan con artículos de unas 20 marcas. Entre los productos que se encuentran están limonadas en sachés, hamburguesas de camarón, yogures griegos, granolas, ajo negro, raviolis, pastas y salsas artesanales, mieles, alfajores, arropes, bolones, tigrillos y más.

    Munana es la marca bajo la cual se venden estos últimos. Están en Grial Food & Kitchen desde el inicio de la pandemia; se trata de productos empacados al vacío.

    Alejandra Serrano, propietaria de este negocio, explica que provee a la empresa, aproximadamente, unos 100 paquetes de cuatro unidades cada mes. Destaca que Grial escoge los mejores productos del mercado, que principalmente son gourmet.

    Los clientes también reconocen la oferta que se ofrece en las tiendas. Una de ellas es Ana María Romero, quien sostiene que la mayoría de productos (90%) son nacionales y se encuentra una buena oferta orgánica y natural.

    ‘Me gusta saber más sobre la preparación’
    Cecilia Flores / Encarga del personal de la planta
    Trabajo en la empresa hace 12 años. Me dedico a la producción del tomate seco en aceite de oliva. Me encargo de supervisar que los trabajadores cumplan con las actividades que tienen asignadas. Por ejemplo, hay personas que se dedican al procesamiento de los pickles, de los pimientos, de las mermeladas, etc. Me dedico a revisar que se coloquen los ingredientes necesarios y que el trabajo sea de calidad. Aquí he aprendido a realizar un trabajo en equipo y a llevarme bien con mis compañeras. Es muy interesante aprender cómo es el proceso de preparación de los diferentes alimentos que se producen en la planta. Considero que también es entretenida la producción. Nosotros realizamos los procesos de manera artesanal, en su mayoría. Sí tenemos una maquinaria, que son los hornos, que usamos para secar. También contamos con algunas máquinas que son para picar más rápido, pero otras cosas hacemos a mano. Algunos procesos toman bastante tiempo porque son laboriosos. El ambiente en este lugar de trabajo es muy bueno.

    María del Carmen Grijalva, gerenta de Grial. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    María del Carmen Grijalva, gerenta de Grial. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Con productos ecológicos atienden el mercado local

    Patricia González (I)  patriciag@elcomercio.com

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    Tomás Rodas y Juan Marcelo Vidal son amigos desde la niñez, tienen 23 años y son estudiantes de la Universidad del Azuay, en Cuenca. Cursan su último año de carrera: Rodas en Estudios Internacionales y Comercio Exterior, y Vidal en Derecho.

    El gusto por los negocios y el comercio los impulsó a emprender, comenta Marcelo. Y, también, el interés por resolver problemas actuales con opciones que resulten innovadoras, añade Tomás.

    Fue así como luego de investigar y hacer distintas pruebas, identificaron el problema de los plásticos de un solo uso y la necesidad del mercado de tener opciones de envases ecológicos para alimentos.

    En octubre del 2018 desarrollaron su primer producto mínimo viable: un plato de hoja de palma Areca, de 10 pulgadas de diámetro, con el que nació Ecompake.

    El emprendimiento requirió de una inversión de USD 10 000. Durante los primeros meses, la firma cuencana fabricó sus platos, con una prensa semiautomática.

    Los primeros puntos de venta fueron tiendas de productos orgánicos y ecológicos. Desde un comienzo dieron impulso a la venta directa, a través de redes sociales.

    En el primer trimestre del 2019 comenzaron a ingresar a los supermercados. El volumen de producción que les demandaban sus nuevos clientes los obligó a tercerizar la producción en el exterior, desde julio del pasado año. Actualmente, sus productos son fabricados por tres proveedores de Asia, lo que les ha permitido abarcar el mercado nacional e incrementar su portafolio.

    Comercializan 19 ítems de productos. En hoja de palma tienen platos cuadrados en diferentes tamaños, bandejas y ‘bowls’. En fibra de bambú, platos redondos y envases con tapa para ‘delivery’. La línea de bambú la lanzaron recientemente al mercado.

    Tanto los productos de palma como los de bambú son 100% naturales y compostables en casa, colocándolos al fondo de una maceta con tierra, aseguran los fundadores de la marca. Los de palma son, además, reutilizables.

    Tomás Rodas y Juan Marcelo Vidal, cofundadores de la marca de productos ecológicos Ecompake, con sede en la ciudad de Cuenca.
    Tomás Rodas y Juan Marcelo Vidal, cofundadores de la marca de productos ecológicos Ecompake, con sede en la ciudad de Cuenca.

    La firma también vende cubiertos de madera reciclada. Por último, en la línea de higiene personal, ofrece hisopos de hoja de bambú y algodón orgánico.

    Al año importan cerca de 1 millón de unidades de cubiertos de madera, 600 000 de productos de palma y unas 20 000 cajas de 200 unidades de hisopos. En platos y envases de bambú, proyectan 1,2 millones de unidades.

    Sus platos y bandejas se venden en ‘six pack’. Los precios varían de acuerdo a los modelos, tamaños y materia prima. Los de bambú son más económicos, puesto que el proceso de elaboración es menos artesanal y trabajoso que los fabricados con base de palma.

    Los productos se venden empacados en cajas de cartulina de bagazo de caña de azúcar, biodegradable, que les provee la Imprenta Grafisum. “Nos ha ido muy bien. Trabajamos con ellos desde sus inicios”, comenta John Durán, gerente general de la imprenta.

    Actualmente, están en más de 115 puntos de venta, entre cadenas de supermercado y farmacias, supermercados locales, restaurantes, cafeterías, tiendas de productos orgánicos, entre otros.

    Café Bucay, en Guayas, sirve los productos de su cafetería en platos de palma y cubiertos de madera de Ecompake. “Nos encantan sus productos. Son muy lindos y amigables con el ambiente”, comenta José Luis Guerrero, propietario del establecimiento. Al mes le compran unas 3 000 unidades.

    Oahu Açai Bar vende sus helados saludables con frutas con las cucharas de madera de la empresa cuencana. “Nos ha ido muy bien, cumple nuestras expectativas”, dice Carolina Dvorquez, propietaria del negocio, con locales en Guayaquil y Salinas.

    Lucía Vernaza es distribuidora de los productos de la empresa ecológica en Esmeraldas, donde se encuentran en la tienda en línea Afrobambú, junto a otros productos alternativos al plástico. “Han tenido una buena acogida”, comenta Vernaza, quien próximamente surtirá de los productos de Ecompake a una bolonería.

    La pequeña empresa, que facturó el pasado año USD 80 000, participa junto a otras pymes en un proceso de selección de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) para ingresar a Panamá, de la mano de Grupo Rey.

    ‘He aprendido a cuidar más el ambiente’
    Catalina Quezada / Administradora
    Tengo 53 años y soy Ingeniera en marketing. Trabajé para el área de importaciones y compras nacionales de tres empresas de la familia Rodas, durante 16 años. Luego, continué como asesora independiente, en las mismas áreas. Había un vínculo de amistad con Tomás, porque laboré para las empresas de su padre. Al principio comencé a ayudar a Ecompake externamente y luego como contratada. Me encargo de la administración, les ayudo con contactos de posibles clientes y les colaboro con la parte logística de las importaciones, con la nacionalización y el transporte a las bodegas. En las mañanas trabajo en la oficina y en las tardes, de ser necesario, hago teletrabajo. Ha sido una experiencia muy enriquecedora, me gusta ver que cada día se va haciendo realidad el proyecto en el que empezaron a trabajar como un deber universitario. Me han enseñado a cuidar el ambiente con pequeñas acciones en la oficina, como no botar plásticos, reciclar y reutilizar. Buscamos ser ejemplo. Lo más retador ha sido reeducarme con ellos en el tema ecológico.

    Rubén Chimborazo y Ramiro Jara, trabajadores de Ecompake, embalan los productos en la bodega de la empresa para su distribución a los clientes. Fotos: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Rubén Chimborazo y Ramiro Jara, trabajadores de Ecompake, embalan los productos en la bodega de la empresa para su distribución a los clientes. Fotos: Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • Cosmética proambiente, con insumos naturales

    Redacción Quito, (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Lograr que en el país la cosmética natural se desarrollara de manera profesional fue el objetivo que impulsó a Adriana Orellana a fundar la firma Ali Botanics.

    La idea nació en el 2015, cuando ella estudiaba su maestría de Marketing Digital en Escocia. En ese momento, el Reino Unido vivía un ‘boom’ de los cosméticos producidos con insumos naturales, lo que despertó su interés y le impulsó a formarse en el tema.

    “Comencé a hacer unos cursos y vi la importancia de evitar químicos y conservantes en los productos. Además, el planeta necesita de nuestra parte para mantenerse”, dice. Retornó a Ecuador y empezó a fabricar para su uso.

    Pero como siempre le atrajo el tema del cuidado personal, decidió abrir un negocio en esa área. Quería que su oferta tuviera valor agregado y altísima calidad, que fuera un proceso industrial y que hubiera la suficiente inversión en marketing para impulsar la marca.

    En julio del 2019, con una inversión inicial de USD 30 000, Ali Botanics comenzó a operar. La firma cuenta desde abril del 2020 con Diego Vaca, quien se incorporó como socio.

    Los principales productos de Ali Botanics son bálsamos corporales y faciales, sales, aceite para el cuerpo, antifaces de seda, almohadas terapéuticas con semillas de lino, entre otros.

    Los insumos, envases, etiquetas y más para el proceso industrial son naturales o a base de elementos que pueden reciclarse; el eje principal es que sean amigables con el ambiente. Así, la empresa utiliza frascos de vidrio, cajas de caña reciclada, productos naturales 100% orgánicos y otros.

    Ali Botanics se inició con tres proveedores y ahora tiene seis. Uno de ellos es José Murray, quien les entrega empaques desde que arrancó la firma. “Hacemos todo lo que son cajas, fundas de papel, adhesivos y papel seda. Destaco que es un negocio nacional y que prioriza el cuidado ambiental”, indica el gerente comercial de la compañía Marca de Etiquetas.

    Los insumos que provee esta empresa se elaboran con cartulina ecológica, a base de residuos de caña de azúcar. Aproximadamente entrega 1 000 cajas al mes.
    Ali Botanics también cuenta con materia prima de propia elaboración, como su lavanda orgánica. En media hectárea, ubicada en el sector de Calacalí, la familia de Adriana siembra esta planta que se utiliza para la fabricación de productos de la firma.

    Estos, precisamente, llegan a escala nacional. La oferta de la marca se vende a través de tres canales: comercio electrónico, ‘showroom’ y puntos de venta (tiendas de productos orgánicos). Cuenta con 15 de estos.

    Corina Guarderas es una de las clientas de Ali Botanics. Ella descubrió la marca a través de Instragram, a inicios de este año. Ha comprado los bálsamos y el aceite y está dispuesta a adquirir los nuevos productos de la empresa.

    Destaca la calidad de los artículos y el servicio al cliente. “Admiro también su mensaje de amor propio, su capacidad de innovación y la pasión con la cual ha cultivado la marca”, dice. También considera clave lo ambiental.

    Precisamente, Adriana explica que sus productos no contienen conservantes. La fabricación se realiza en un “estudio de producción” ubicado en Calacalí, mientras que el ‘showroom’ se encuentra en La Floresta (Quito).

    Este negocio tiene planes para comercializar sus productos en el extranjero, particularmente en países de América Latina. Sus naciones objetivo son Colombia, Perú , Bolivia y Panamá; los socios esperan comenzar a realizar sus exportaciones a mediano plazo.

    Para el año que viene, la firma espera abrir un nuevo local. Además, tiene previsto lanzar ocho nuevos productos hasta febrero.

    Adriana señala que la empresa se caracteriza por siempre estar al tanto de la forma para llegar al consumidor. Busca el contacto directo con sus clientes y humanizar la marca; Instagram ha sido una forma para lograrlo.

    De hecho, el comercio electrónico es su principal canal de venta. Incluso, tras la pandemia, este se potenció con fuerza.

    A través de estos canales, la empresa también comercializa productos de diseño propio, pero que se fabrican en Asia. Se trata de cepillos de bambú, que sirven para la rutina de limpieza del rostro.

    ‘He aprendido a valorar lo hecho en Ecuador’ / Valeria Vaca, asistente comercial

    Empecé a trabajar en la empresa en mayo y lo que destaco de la misma es el buen trato interno y el hecho de que en la producción se busca ser lo más amigable con el medio ambiente posible. Los productos de la firma son 100% naturales. Los envases en los que se empacan los productos son de vidrio. Se trata de ser lo más natural. Soy ingeniera en biotecnología; siempre me ha gustado el tema del cuidado del ambiente. En la planta hay dos trabajadores y en el ‘show room’ y oficina dos más. Entre todos aprendemos mucho. Nos ayudamos y colaboramos y he aprendido sobre la cosmética natural. La verdad es que siempre me ha gustado cuidarme, siempre he tratado de buscar productos que sean libres de químicos, parabenos y más que absorbe nuestra piel y causan problemas a largo plazo. He aprendido a cuidarme de la manera más natural posible. He tomado conciencia de tratar de apoyar al mercado local. En Ecuador tenemos grandes empresas, que cuentan con productos de alta calidad y he aprendido a valorar lo nuestro.

    Una de las trabajadoras de la empresa se encarga de colocar los productos en las cajas ecológica. Los insumos de esta compañía son naturales. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Una de las trabajadoras de la empresa se encarga de colocar los productos en las cajas ecológica. Los insumos de esta compañía son naturales. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Eduardo Egas: ‘Ecuador tiene potencial exportador hacia el futuro’

    Giovanni Astudillo (I)

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    En la actualidad, considerando las circunstancias por la pandemia y crisis mundial, ¿cuáles son los productos ecuatorianos que tienen más potencial para ser exportados o aumentar sus ventas al exterior?

    A partir de la pandemia hemos realizado un seguimiento a los cambios en las conductas de los consumidores en los mercados externos, así como a otros cambios en la logística y en las redes de comercialización. Las señales que hemos recibido parecen indicar que se abren interesantes oportunidades en los mercados de alimentos; en la cosmética y en la salud. También, se vislumbra un mayor requerimiento de servicios ambientales y de bioseguridad.

    Los datos muestran un creciente desarrollo de los mercados dirigidos a consumidores conscientes en pro de una salud preventiva y funcional. Se apuesta por congelados y conservas, de alto valor nutricional, ya que ha surgido la tendencia de cocineros en casa. Los consumidores comienzan a buscar alimentos que contengan ingredientes que contribuyan a reforzar su sistema inmunológico; y, en estas preferencias, Ecuador tiene la ventaja de producir y ofrecer muchos productos ricos en estos ingredientes, como omega 3, potasio, tiamina, proteínas vegetales; encontrados en el banano, atún y otros pescados, cacao, camarón, quinua, pitahaya, infusiones, aceites vegetales, frutos secos, snacks.

    En el lado de servicios, el país tiene oportunidades en servicios ambientales, dada la amplia experiencia que se tiene en el manejo de los recursos de Galápagos y la Amazonía

    ¿Qué productos y servicios tienen potencial hacia el futuro?
    La canasta de bienes alimenticios, que conforma la mayor parte de nuestra oferta exportable, tiene alto potencial hacia el futuro, en la medida que se ajusten a los nuevos requerimientos de los consumidores, por ejemplo, en el caso de Europa que requieren certificaciones obligatorias, o las acciones del Pacto Verde, el cual significa un nuevo reto para exportar hacia este mercado. Sin duda, la población mundial seguirá creciendo y alimentándose, pero con más conciencia ambiental y social. Asimismo, los servicios ambientales cada día se harán más esenciales y demandados en mercados internacionales y sería una nueva y excelente oportunidad que podríamos explorar.

    ¿Cuáles son los mercados que se interesan por estos productos y por qué?
    La Unión Europea seguirá siendo un mercado de alta preferencia por bienes de calidad, pero con la particularidad de que en los próximos años será mucho más exigente en bioseguridad e inmunidad, reforzando su normativa técnica y fitosanitaria. Hoy Ecuador cumple plenamente con esas exigencias y estamos seguros de que nos adaptaremos a las nuevas exigencias. Nuestro principal mercado debe seguir siendo la Unión Europea; además de que es uno de los pocos destinos con el cual mantenemos un acuerdo comercial. No obstante, aún tenemos mucho que explorar en los mercados de los 27 países, donde hoy solo llegamos con relativa fuerza a 5 ó 6 de ellos.

    Por otro lado, tenemos a EE.UU., que ha sido un mercado natural, por cercanía y la gran población de migrantes; sin embargo, para aprovechar al máximo esta potencialidad debemos concretar un acuerdo comercial tan pronto como sea posible; caso contrario sería difícil competir con productos similares de otros países que entran a los EE.UU. con aranceles cero.

    China y Asia son grandes oportunidades para Ecuador, por lo que hay que vencer las barreras culturales y comerciales que aún nos impiden tener presencia con mucha más fuerza y diversificación (más allá del camarón). No debemos olvidar a Rusia y países aledaños, que tiene alto potencial.

    ¿Qué estrategias se deben implementar para incrementar este tipo de exportaciones (de productos nuevos y de productos tradicionales)?
    El sector agroalimentario ecuatoriano cuenta con una posición privilegiada, debido a la gran diversidad de su producción. A pesar de esto, las empresas deberán reinventarse para ofrecer productos de calidad que conserven el valor nutricional, que sean seguros y con precios competitivos.

    Los empaques deberán contener mucha más información para asegurar al consumidor el contenido de los ingredientes que está buscando, su inmunidad y bioseguridad incorporada. Además, de la trazabilidad de los productos, el consumidor desea saber de dónde viene el alimento que está en su mesa y si este ha cumplido con los estándares de calidad, de responsabilidad social y ambiental.

    La pandemia ha traído cambios en los canales de comercialización y promoción que hay que considerar, dando una mayor atención a la promoción y ventas electrónicas. Las empresas tendrán que adaptarse a las nuevas exigencias técnicas y sanitarias que nos irán imponiendo los mercados para asegurar a su población.

    Eduardo Egas, presidente Ejecutivo de Corpei. Foto: cortesía Corpei
    Eduardo Egas, presidente Ejecutivo de Corpei. Foto: cortesía Corpei
  • Los productos naturales, su mayor diferenciación

    Patricia González. (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    En el noroccidente de Pichincha, a dos horas y media de la capital, se localiza Puerto Quito. En ese cantón ecoturístico y agropecuario, Marcelo Cruz y Elsa Zárate adquirieron una finca hace 10 años con la idea de entregarla a sus hijas: Mónica y Evelyn, para que trabajaran la tierra.

    Con estudios de pregrado y posgrado en ingeniería en alimentos y gestión ambiental, las dos hermanas fusionaron sus conocimientos e intereses, con el fin de desarrollar productos alimenticios saludables, con atención en el cuidado del medioambiente.

    La mayor de las hermanas, Evelyn, es intolerante a alimentos como la lactosa y el gluten. Además, evita el consumo de productos con conservantes, saborizantes o ciertos aditivos. Elaborar productos naturales era otro de los objetivos que perseguían.

    Cuando compraron la finca de 20 hectáreas, que tuvo un costo de USD 80 000, allí se cultivaba cacao y algunas frutas exóticas, como el salak (conocida como “fruta serpiente” por su cáscara), y el jackfruit, la fruta más grande del mundo; ambas, de origen asiático.

    “Hicimos análisis de suelos para ver qué tenía. Empezamos a sembrar cacao, macadamia y 40 frutos: maracuyá, ciruelo chino, naranja china, piñas y otras. Por cuatro años estuvimos únicamente trabajando la tierra”, explica Mónica Cruz, directora de Operaciones. En el momento, en el terreno se siembran cerca de 80 variedades de frutos, el 60% introducidos por la familia Cruz.

    Buscando generar valor agregado a las materias primas que se estaban cosechando en la finca, en el 2014 formaron la empresa Agrocity y construyeron una planta en la hacienda que, actualmente, está certificada en Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).

    El primer producto que desarrollaron fue la miel de caña. Lo vendían a granel en ferias, hosterías y restaurantes. En el 2017 crearon la marca Yaussa, con la que han logrado entrar a distintos puntos de venta y bajo la que comercializan cerca de 14 productos. “No utilizamos conservantes ni saborizantes”, recalca la cofundadora.

    En la línea de conservas tienen mieles, mermeladas con frutos exóticos y panela granulada. También, elaboran un mix de vegetales con mango, de sabor agridulce.

    Además, comercializan chocolate. Las barras, con pureza de 60% y 70% de cacao, son maquiladas por un proveedor. Los nibs de cacao con panela son fabricados en la planta de Agrocity.

    Flor Empaque es su proveedor de fundas de papel kraft biodegradable, para el empaquetado de los nibs. Al mes vende alrededor de 500 fundas, dependiendo de la demanda del producto. Aunque, con la pandemia los pedidos del insumo disminuyeron, comenta Esmeralda Morillo, asistente de ventas de la firma proveedora.

    Los nibs de cacao con panela son uno de los productos representativos de la marca. Son elaborados con productos de la finca familiar, en Pichincha. Fotos: cortesía Agrocity
    Los nibs de cacao con panela son uno de los productos representativos de la marca. Son elaborados con productos de la finca familiar, en Pichincha. Fotos: cortesía Agrocity

    En bebidas, producen infusiones de frutas con hierbas, como frutilla con albahaca o pepino con limón y menta. Además, tienen una cerveza con chocolate, que les maquila desde hace un año Kimo’s Sánchez, fabricante de cervezas artesanales.

    Con esta firma han generado una alianza comercial. El cacao que produce Agrocity es materia prima en la elaboración de una de sus versiones de cerveza: la Cacao Mivs Staout, que se vende en zonas turísticas de Quito, en Mindo (Pihincha) y en Baños (Tungurahua), indica Kimo Sánchez, propietario de la empresa. “Esta cerveza va dirigida al turista extranjero. Es nuestro producto estrella”, comenta.

    Agrocity tiene una producción promedio anual de 32 900 unidades de productos. Sus mermeladas y mix de vegetales se encuentran en la cadena El Español, a escala nacional. En las farmacias de la cadena Fybeca, en Quito, están sus infusiones.

    Además, se pueden hallar sus diferentes líneas en 18 cafeterías o tiendas orgánicas en las ciudades de Quito, Guayaquil, Santo Domingo, Cuenca y Huaquillas.

    Javier Cruz, propietario de una empresa automotriz, ha adquirido los productos de Yaussa para consumo personal y para entregar a sus clientes, especialmente en Navidad. “Son 100% naturales”, destaca el cliente. Con la pandemia, el emprendimiento ha dado mayor fuerza a las ventas en línea, con entrega a domicilio.

    Desde hace dos años, la finca comenzó a incursionar en el agroturismo con visitas guiadas por las áreas de cultivo y la zona cacaotera. Por la emergencia, los recorridos se paralizaron, pero fueron retomados hace un mes, con protocolos de bioseguridad. El costo es de USD 8 por adulto y USD 5 por niños.

    La finca está en proceso de certificarse como orgánica con Agrocalidad. En el mediano plazo prevén exportar, pero primero renovarán la imagen de sus empaques. Han enviado muestras de productos a Nueva York y Japón.

    ‘Trabajar en el campo es mi gran pasión’

    Gabriel Ganchozo / administrador de la finca

    Tengo 35 años y provengo de la Costa, pero radico desde hace varios años en Pichincha. La mayor parte de mi vida me he dedicado al campo; es mi pasión, es lo más maravilloso. Anteriormente, me dedicaba también al cultivo de cacao en una propiedad familiar, en Quinindé, Esmeraldas. Luego nos radicamos en Los Bancos (Pichincha) y conocimos a los propietarios de la finca de Yaussa. Hace más de nueve años trabajo en el lugar. Me encargo de la administración en el área de los cultivos. Yo superviso el trabajo en el campo, que haya un buen manejo de los cultivos y los frutales. Trabajamos de lunes a viernes, de 07:30 a 16:00. Los sábados hago monitoreo. A las personas que nos dedicamos al cultivo nos apasiona ver cómo crece una planta, que es un ser vivo y es lo que nos permite respirar aire puro. Somos 100% orgánicos. Si utilizamos fertilizantes, pero sin químicos.

    Mónica y Evelyn Cruz, cofundadoras de Agrocity, empresa que elabora productos alimenticios sin conservantes, bajo la marca Yaussa. Foto: cortesía
    Mónica y Evelyn Cruz, cofundadoras de Agrocity, empresa que elabora productos alimenticios sin conservantes, bajo la marca Yaussa. Foto: cortesía
  • Una tradición culinaria se prepara con sus productos

    Carolina Enríquez, (I)
    redaccion@revistalideres,.ec

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    Los tradicionales sánduches de pernil del centro de Quito tienen el sello de Perniles del Campo.

    Esta empresa quiteña nació hace 30 años y desde entonces se ha convertido en uno de los principales proveedores de restaurantes históricos en la urbe. Hace dos años, cuatro socios (Oswaldo Ramos, ManuelMantilla, Danilo Cuji y Ernesto Quintana) la compraron a sus dueños originales y la transformaron, modernizándola.

    Ramos es el gerente General y detalla que vieron un alto potencial en este negocio. Aunque sus expropietarios tenían problemas económicos, la firma sí vendía; operaba como persona natural.

    “Nosotros la compramos y la constituimos como empresa”, dice el Gerente. Los nuevos propietarios mantuvieron la marca, pero refrescaron su imagen; reforzaron todo lo relacionado con registros sanitarios; actualizaron la estrategia de marketing a través de redes sociales, entre otras acciones.

    La inversión inicial fue de USD 40 000 para la constitución de la compañía limitada, los permisos, el mejoramiento de la marca, etc. También se decidió cambiar de planta de producción: inicialmente estaba en el sector de la América y ahora en La Mariscal.

    Los cambios en la infraestructura requirieron una inversión adicional de USD 50 000. El objetivo, dice Ramos, es ofrecer alimentos de calidad con los mayores estándares de fabricación.

    Socios y equipo de trabajadores de Perniles del Campo muestran algunos de los productos que forman parte de su oferta.
    Socios y equipo de trabajadores de Perniles del Campo muestran algunos de los productos que forman parte de su oferta.

    El principal producto de esta empresa es el pernil de cerdo artesanal; también de pollo y pavo. La última innovación son las costillas con corte americano. La firma tiene tres proveedores de carnes.

    Antes de que los socios compraran el negocio, este vendía al mes unos 200 kg. Actualmente, alcanza la tonelada en dicho período.

    La oferta de Perniles del Campo se vende en dos cadenas de autoservicio de Quito; la firma está por comenzar a comercializar en dos más de Guayaquil y Cuenca. Además, cuenta con distribuidores independientes que llevan sus productos a otras provincias; también vende en tiendas.

    El poder colocar sus alimentos en estos negocios fue lo que le permitió a la empresa mantenerse en la pandemia; la venta a estos sitios, de hecho, se triplicó. A pesar de la difícil situación de los últimos meses, ha podido mantener a sus clientes del Centro Histórico.

    Uno de ellos es la Heladería San Agustín, que tiene 160 años de existencia. Andrés Chaguaro, gerente del lugar, recibe productos de Perniles del Campo desde hace dos años. “Destaco el servicio al cliente. Me gusta el sistema a través del cual ellos nos llaman continuamente para saber si tenemos requerimientos y nada falte”.

    Este negocio compra perniles laminados para sus sánduches tradicionales; se les entrega la carne de acuerdo con sus requerimientos: bandejas de 400 gramos, para porcionar. También adquiere piernas de pernil para eventos durante las fiestas de diciembre.

    Un elemento que destaca es que Perniles del Campo prepara sus productos de manera artesanal. Precisamente, Ramos explica que sus productos no contienen gluten ni transgénicos; están orientados a la línea saludable.

    De hecho, para 2021 se prevé una nueva inversión en maquinaria para la preparación de embutidos totalmente artesanales.

    Con sus productos, la empresa también llega directamente a sus clientes a través de su punto de venta, ubicado en La Mariscal. Incluso, se ofrece a las personas sánduches de pernil. Otro servicio es el horneado de pavos, piernas y lechones; el comprador puede traer el producto o solicitarlo directamente a la empresa.

    En el caso de la venta al granel, la compañía ofrece al cliente la posibilidad de entregarle bolas de pernil cortadas, empacadas al vacío, al peso o con cualquier otro requerimiento que se tenga.

    Esto lo destaca María Augusta Espinoza, propietaria de Heladería Caribe, quien compra el producto en bola. Ella ha trabajado con Perniles del Campo desde hace 15 años, cuando estaban sus anteriores dueños. Le gusta la modernización que ha tenido la firma y la calidad de sus productos, ideal para sus sánduches.

    Ramos y sus socios no solo quieren atender el mercado nacional sino internacionalizarse. La firma ha tenido contactos para la exportación a Colombia y Perú; también hay interés por los EE.UU.

    La empresa cuenta con una receta especial para la preparación de los perniles. Se usa una técnica tradicional. Los productos no tienen transgénicos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    La empresa cuenta con una receta especial para la preparación de los perniles. Se usa una técnica tradicional. Los productos no tienen transgénicos. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • En tres años, más de 200 productos nuevos se incorporaron a la oferta del país a la UE

    Carolina Enríquez, (I)

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    Más de 200 nuevos productos de exportación ingresaron al mercado de la Unión Europea (UE), tras la entrada en vigencia, el 1 de enero del 2017, del acuerdo comercial entre el país y el bloque.

    La información la dio a conocer el Ministerio de la Producción.

    Entre los productos nuevos están jugos y concentrado de papaya, derivados de frutas y vegetales, grasas y aceites de pescado, suplementos alimenticios, tipos madera, maíz dulce, aguardiente, entre otros.

    La UE es el principal socio comercial de Ecuador, con el 23% de las ventas; seguido de EE.UU., con el 20%; China, con el 18% y Alianza del Pacífico, con el 12%.

    Otro de los logros del acuerdo, según el Ministerio, ha sido la posibilidad de acceder a cooperación y asistencia técnica.

    Para el viceministro de Comercio Exterior, Daniel Legarda, el trabajo de la Embajadora europea en Ecuador, Marianne Van Steen, fue clave para que alcanzar el primer acuerdo de tercera generación.

    La semana pasada, la diplomática recibió un reconocimiento por parte del Gobierno por el apoyo para la concreción del convenio comercial.

    Colombia y Perú examinarán incorporación de Ecuador al acuerdo con la Unión Europea. Foto: Archivo: Líderes
    Colombia y Perú examinarán incorporación de Ecuador al acuerdo con la Unión Europea. Foto: Archivo: Líderes
  • Productos saludables, con insumos 100% naturales

    Priscilla Alvarado. (I)
    Redacción Guayaquil

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    Energía en un ‘snack’ 100% natural es lo que ofrece Kandú a sus clientes. Así lo indican Alejandro y Santiago Muñoz, fundador y cofundador de la marca que produce barras de proteína bajo el mismo nombre.

    La idea surgió como un modo de innovación en un mercado que no había sido explotado en el país. El objetivo fue crear un producto que tenga dos puntos diferenciadores: buen sabor e ingredientes autóctonos. Entre los que figuran miel, cacao orgánico, frutos rojos y maní. Además, ofrecer un bocadillo con calidad de exportación para el mercado local.

    Alejandro es ingeniero mecánico y cuenta que, en primera instancia, se pensó en la importación de barras. Sin embargo, esta idea se frenó al observar que el trámite para traer productos alimenticios del exterior es engorroso.

    Con esta premisa, a inicios del 2018, en un pequeño cuarto de una fábrica en Guayas, empezaron a hacer pruebas de laboratorio junto a un ingeniero en alimentos hasta conseguir la textura y el gusto ideal. Los primeros meses fueron de prueba y error.

    En ese entonces, explican los emprendedores, en las perchas de los supermercados del país existían muchas variedades de barras de proteína, pero todas tenían ingredientes poco conocidos.

    “Quisimos que quienes consuman nuestro producto puedan leer la información nutricional y entenderla. Además, buscamos romper el paradigma que las barras solo las consumen los deportistas”, dice Alejandro, de 28 años.

    El negocio se levantó con una inversión inicial de USD 50 000, para la compra de cuatro máquinas de elaborado y empaquetado. Parte del capital también se destinó al desarrollo de la marca y a la imagen que mantienen hasta hoy.

    Los colores negro, naranja, morado y rojo priman en los empaques. Las imágenes de los ingredientes principales se imprimen en la parte frontal de las barras.
    Detrás del nombre de la marca también hay un significado fuerte. ‘Kandú’ proviene ‘Can do’, en inglés, que significa tú puedes.

    Santiago es ingeniero en administración de empresas. El joven de 25 años menciona que tener ese nombre es un buen impulso para que, quien consuma el producto, se sienta motivado.

    Santiago y Alejandro Muñoz, de 25 y 28 años, crearon la marca Kandú en el 2018. Las barras de proteína llegan a más de 50 puntos en el país.
    Santiago y Alejandro Muñoz, de 25 y 28 años, crearon la marca Kandú en el 2018. Las barras de proteína llegan a más de 50 puntos en el país.

    El lanzamiento de su primer producto fue en septiembre del 2018. La barra de proteína hecha con maní fue colocada en pequeñas tiendas de Guayaquil y Samborondón. En mayo del 2019 se amplió el catálogo del negocio con la barra con chocolate y, meses después, en febrero del 2020, se incluyó la barra de frutos rojos.

    En la fase de producción receptan la materia prima de 10 proveedores. La miel es de una hacienda en Cerecita, en la provincia del Guayas; el maní, de unos productores de Manabí, y el chocho lo adquieren en Quito.

    Lucía Rosales, de la Hacienda El Castillo, les provee de chocolate desde hace un año y medio. Para Rosales, la experiencia de trabajar con Kandú es muy buena. “Existe una comunicación directa y fluida con el propietario (Alejandro) y, al ser jóvenes, él y su hermano son muy abiertos a recibir recomendaciones sobre calidad y variedad de productos”.

    Actualmente producen 7 000 barras al mes, que se distribuyen en 50 puntos a escala nacional. Desde cadenas de supermercado hasta gasolineras tienen en sus perchas los productos Kandú.

    José Velasco consume los bocadillos desde que se creó la firma en el 2018 y afirma que el ‘snack’ tiene la porción ideal para cualquier ocasión. “Me gusta lo que transmite la marca, esa motivación de que puedes hacer lo que quieras”.

    Además, dice Velasco, al ser una empresa joven constantemente están desarrollando productos sin desviarse de su principal objetivo: ofrecer algo saludable.

    Para impulsar sus ventas, los jóvenes se apalancan en redes sociales. A través de Instagram ganan clientes en diferentes partes del país. Según Alejandro y Santiago, las barras son un mercado a explotar en Ecuador. “Debemos aprender a caminar antes de empezar a correr”, aseguran.

    Por lo que, a decisión de ambos, su idea inicial es posicionarse localmente ya que consideran al ecuatoriano como el principal “catador” de estas golosinas. Más adelante, si proyectan internacionalizar sus barras de proteína.

    En el área operativa se cuida que cada empaque tenga el gramaje correcto. Los empleados usan trajes especiales para mantener el ambiente limpio. Fotos: Cortesía de Kandú
    En el área operativa se cuida que cada empaque tenga el gramaje correcto. Los empleados usan trajes especiales para mantener el ambiente limpio. Fotos: Cortesía de Kandú