Etiqueta: productos naturales

  • Xavier Larreátegui exporta frutos de los Andes con alto valor agregado

    Redacción Líderes

    Evelyn Tapia (I)

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    En el cantón Pujilí, en Cotopaxi, unos siete obreros maniobran las máquinas que, gracias a procesos biotecnológicos, transforman mortiño, guayusa, piña, uvilla o maca, en polvos que serán parte de suplementos alimenticios para el mercado ecuatoriano y para exportar a México, Bolivia y Paraguay.

    Xavier Larreátegui cuenta que desde que estudiaba marketing en la universidad soñaba con crear un negocio en el que productos típicos del Ecuador se vendan fuera del país, pero no como materias primas, sino como productos con alto valor agregado.

    Tras casi ocho años de búsqueda de socios, financiamiento y de desarrollo de fórmulas, a finales del 2016 creó Andes Kinkuna.

    Su padre, Lauro Larreátegui ,y Orestes López, un Doctor en Ciencias de la Ingeniería de los Procesos Biotecnológicos, son socios de este negocio que comenzó fabricando 1 000 productos mensuales y hoy llega a los 20 000.

    Andes Kinkuna facturó USD 1 millón en el 2018 y tiene tres ejes de negocio. El principal es su marca de suplementos alimenticios, Fakulti, que ocupa el 70% de su producción.

    López explica que los productos se fabrican con procesos biotecnológicos, que consisten en incrementar la biodisponibilidad y absorción de las sustancias de origen natural que tienen las materias primas. Desarrollar las fórmulas les tomó varios años. Actualmente cuentan con un convenio con la Universidad Técnica de Ambato para que los estudiantes hagan practicas preprofesionales y tesis, lo cual les permite acceder a trabajar en Andes Kinkuna.

    El 70% de la producción de la empresa se destina a los productos de su marca de suplementos alimenticios Fakulti. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    El 70% de la producción de la empresa se destina a los productos de su marca de suplementos alimenticios Fakulti. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    Uno de los procesos más importantes se desarrolla dentro de un cilindro con capacidad de procesar 100 kilogramos por hora.

    En este cilindro, que se conoce como ‘spray dryer’, se seca la materia prima y se la pulveriza, luego se mezcla con otros insumos en polvo.

    Otra área esencial es la destinada a la hidrólisis del colágeno, que es el producto estrella de la empresa.

    La hidrólisis es un proceso que tradicionalmente se hace con cambios bruscos de temperatura, en el que se introducen moléculas de agua.

    “Nosotros innovamos el proceso y tomamos un extracto de piña, que tiene una enzima que permite que el colágeno sea más hidrolizado, esto permite que el cuerpo lo absorbe mejor”, explica Larreátegui.

    La marca ofrece otros 10 tipos de productos, entre ellos, un suplemento que ayuda a prevenir la infecciones urinarias, a base de mortiño en polvo. Otro de sus suplementos permite estimular el metabolismo y reduce la retención de líquidos. Contiene extracto de piña y chitosán.

    Los productos se venden en farmacias de Corporación GPF, y en locales de Corporación Favorita.

    Marcela Cuñas, gerente financiera, destaca que la marca está reivindicando los productos tradicionales de la alimentación ecuatoriana en el país y dando a conocer su potencial en el mundo. “Estamos generando, además del valor agregado, una conciencia de que como país podemos desarrollar productos de primer nivel para el mercado internacional”.

    Proceso de envasado de los productos de Andes Kinkuna. A partir de este 2019, la empresa planea exportar sus productos a Estados Unidos y Europa. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Proceso de envasado de los productos de Andes Kinkuna. A partir de este 2019, la empresa planea exportar sus productos a Estados Unidos y Europa. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    El segundo pilar de la empresa es la del servicio de maquila para otras marcas que se exportan a México, Paraguay y Bolivia desde el 2017.

    El tercer pilar comenzará este año, y es la exportación hacia Europa de ingredientes funcionales, como uvilla y mortiño microencapsulado, extracto de guayusa en polvo y el colágeno hidrolizado, que se usarán como materia prima para otros productos.

    Romel Tello es representante de la Asociación de productores de uvilla Asopruv, que desde Salcedo provee de unos 250 kilos mensuales de la fruta a este negocio. Él señala que la fruta es libre de químicos y destaca que los productores practican la técnica de rotación de cultivo para que la fruta sea de mejor calidad. “Desde que comenzamos a trabajar con ellos podemos tener mayor producción y más rentabilidad, el 75% de la producción es para Andes Kinkuna”, añade.

    Este año, la empresa comenzará a vender en EE.UU. dos de sus productos: el colágeno y un té antioxidante de guayusa y mortiño. Lo hará en Amazon y una tienda virtual propia:
    En octubre está previsto exportar ingredientes funcionales a Alemania, gracias a un programa de la Unión Europea y Corpei, que busca impulsar exportaciones de pymes.

    La empresa fue parte de esta iniciativa con el que lograron obtener la certificación HACCP y así contactaron con el programa alemán estatal Import Promotion Desk (IPD), que los seleccionó para comercializar sus productos en ese país.

    Xavier Larreátegui es el fundador de Andes Kinkuna, empresa ecuatoriana que elabora suplementos alimenticios. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Xavier Larreátegui es el fundador de Andes Kinkuna, empresa ecuatoriana que elabora suplementos alimenticios. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Las cualidades del penco se trasladan a productos

    Carolina Enríquez 
    Contenido Intercultural

    Como un ‘milagro’ para la salud y el paladar surgió La Mishkerita. Se trata de un emprendimiento que utiliza la miel de penco, para la elaboración de productos alimenticios.

    En el 2006, la antropóloga Jenny Donoso, propietaria del negocio, tenía en Pujilí un restaurante de gastronomía ancestral. En esa época, ella enfermó de los huesos de las rodillas y de las manos.

    Dice que los tratamientos médicos a los que se sometió le aliviaban el dolor, pero no la curaban. Entonces, una anciana de la comunidad en la que vivía le recomendó consumir miel de penco. “Salí a buscar y nadie lo hacía. Vi que vendían el agua miel o el producto con cebada pelada. Le pregunté a la señora cómo hacer. Lo hice; tomé la miel y mejoré”.

    Donoso se decidió primero a vender la miel como un postre en su restaurante. Luego, lo hizo por tarrinas, ante la demanda del público. Fue cuando, dice, cerró su negocio y se concentró en la comercialización del producto.

    Al inicio solo vendía a la gente que conocía, pero ahora comercializa en Supermaxi y espera ingresar al Grupo KFC, supermercados de El Rosado y Coral.

    Inicialmente su único producto era la miel, pero ahora tiene 12 artículos. Entre ellos, la colada de miel de ágave, los jugos refrescantes con miel de ágave y frutas, manjar de coco con miel de ágave, rompope, gelatina, trufas, etc.

    Jorge Yacelga, propietario de un negocio de diversos artículos en Tulcán, compra desde hace dos años la miel de penco. “Es muy buena. El sabor es muy dulce y tiene propiedades medicinales. La he consumido para probar y tiene muchos beneficios”, comenta.

    Lo propio señala Carlos Gutiérrez, propietario del negocio El Mundo del Bonsái, ubicado en Ascázubi (Pichincha). “La miel de penco se usó históricamente por nuestros antepasados. Ahora se está retomando y hallando las virtudes. Está totalmente vigente, pero se halla subutilizado”, dice.

    La propuesta de Donoso es cambiar la idea que tienen en el mercado con relación a la miel de penco, mejor conocida como ‘chawarmishki’. Ella dice que la gente cree que es una bebida alcohólica.

    Las investigaciones que hizo le llevaron a conocer que el agua miel tierna es dulce. “Claro está que también puede fermentarse y producir licor tipo tequila”.

    La inversión inicial en este negocio fue de USD 5 000, que se utilizó para la compra de ollas grandes, cocina industrial y otros insumos del proceso productivo.

    Ahora, Donoso ha aumentado el capital para las inversiones. El último aporte que hizo fue de USD 25 000, destinados para materias primas y costos de producción.

    La miel de penco la extrae de plantas de Pujilí, Cayambe, Ilaló, etc. Trabaja con mujeres campesinas de esas poblaciones. “La Mishkerita es un proyecto inclusivo, donde las mujeres rurales están presentes. Ahora, trabajamos con 15 personas, mientras que al inicio era una”, dice Donoso.

    La planta de la firma se encuentra en Tambillo (cantón Mejía). Desde allí distribuye el producto a escala nacional. Tiene, sin contar con las cadenas de retail, 20 puntos de comercialización en ciudades del país como Tulcán, Lago Agrio, Ibarra, entre otras.

    Para la dueña de La Mishkerita su negocio es innovador, por eso sacó una línea de productos para lonchera denominada Chapitos. Se trata de un alimento que incluye la miel de penco, tocte y máchica. También cuenta ahora con agua miel y varias frutas.

    Al inicio facturaba USD 800 al mes, ahora entre 10 000 y 15 000. Donoso acude siempre a ferias para ofrecer sus productos. “A mí me interesa mi país. Lo que quiero es que los niños y los jóvenes vuelvan a creer en lo nuestro (…) poco a poco hemos crecido”.

    Penco
    Jenny Donoso y su esposo Carlos Criollo ofrecen miel, rompope, jugos de frutas y otros alimentos hechos a base del agua miel del penco. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
  • 3 000 productos llenan el stock de su centro naturista

    Bolívar Velasco

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    Estrategia. Jalea Real es un emprendimiento que comercializa productos naturales. Su centro de operaciones está en Santo Domingo y de allí se distribuyen hacia todo el país.

    Cuando el negocio funcionaba en un local de 4×4 m2 y con dos vitrinas, un crédito de USD 75 000 tocó la puerta del entonces centro naturista Jalea Real.

    Corría el año 2007 y Mario Escobar “no podía creer” que la banca le abría la puerta para despegar con su emprendimiento familiar, que durante 18 años subsistió en dos locales arrendados.

    Aceptó el préstamo con cierto nerviosismo, porque consideró que ‘sería imposible’ pagar ese monto, pues las ganancias apenas le alcanzaban para sostenerse.

    Pero se arriesgó y adquirió un terreno de 287 m2 en la calle Cocaniguas y Río Pilatón, en el centro de la ciudad de Santo Domingo, donde en la actualidad funciona la matriz del negocio.

    En un principio, construyó una infraestructura de un piso; se dotó de modernos estantes y adquirió más insumos naturales. Esto tomó forma con el crédito que el banco le aprobó en sus inicios.

    Con los años, levantó una moderna edificación de cuatro pisos y abrió cuatro puntos de venta en la provincia, en donde comercializa más de 3 000 productos naturales con registro sanitario.

    También logró contactos nacionales con 2 000 centros naturistas del país y centenares de personas que comercializan sus artículos. Este crecimiento se refleja en su facturación que en el mes es de USD 20 000.

    Jalea Real desde el 2008 se convirtió en compañía limitada. Para su propietario, Mario Escobar, este es un sueño realizado que se debe a su padre, Adolfo Escobar, quien siempre deseó que su negocio “se roce” con las grandes cadenas de comercios del país. Hace 30 años, Adolfo empezó a construir su sueño al instalar el primer centro naturista de Santo Domingo, en las calles Guayaquil y Manta. Incursionó en esta línea por una experiencia propia con estos medicamentos.

    Él padecía de cirrosis y su confianza hacia estos remedios curó su dolencia. Entonces, dice, quiso que otras personas encontraran una alternativa a sus problemas invirtiendo poco y apostándole a lo natural. Con sus cuatro hijos administró el negocio y a todos les inculcó que “con constancia, perseverancia y responsabilidad se llega al camino del éxito”.

    Mario Escobar comprendió el mensaje de su padre y cuando él se retiró de la actividad, porque ya no tenía energías para seguir, puso a caminar a la empresa con nuevas ideas y una mejor imagen.

    En aquella época invirtió unos 200 000 sucres en mercadería. En los dos primeros locales que rentó, Escobar y su esposa atendían casi las 24 horas del día. No había vacaciones, viajaban casi a diario para comprar los productos a laboratorios en Guayaquil.

    Pero la contraparte vino con la respuesta masiva de la clientela que luego selló una fidelidad inseparable. Eso se consiguió gracias a las redes de distribución que se tendieron en el país y en la provincia. La estrategia: entrega de créditos accesibles a los pequeños comercios y tiendas. En Pichincha funcionó a la perfección y hoy son más de 500 centros naturistas que trabajan bajo esa modalidad.

    Jalea Real se especializa en la distribución de vitaminas, minerales, medicina fitofarmacéutica, cosméticos naturales, alimentos y productos nutricionales. Los proveen los laboratorios certificados.

    Uno de esos es el laboratorio Fitoterapia de Quito. Su gerente, Alfonso Delgado, refiere que Jalea Real es uno de los más grandes captadores de sus productos.

    Hace 20 años tuvieron el primer contacto y desde entonces no se desvinculan. Los productos de Jalea Real, que están basados en la medicina preventiva, van desde los 2 centavos hasta los USD 30.

    Boris Alexander los comercializa desde hace ocho años en Esmeraldas. Señala que en su centro naturista “las personas compran los artículos por su eficacia”.

    Los productos naturales de la firma Jalea Real se distribuyen en más de 2 000 centros naturistas del país. Su promotor, Mario Escobar, consolidó la marca con una estrategia de mercado. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
    Los productos naturales de la firma Jalea Real se distribuyen en más de 2 000 centros naturistas del país. Su promotor, Mario Escobar, consolidó la marca con una estrategia de mercado. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES