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  • Una oportunidad histórica para concretar reformas fiscales

    Luis Alberto Moreno, presidente del BID

    Si bien las protestas que han sacudido a varios países latinoamericanos y caribeños estallaron ostensiblemente contra decisiones de gobiernos como las alzas de precios del transporte público, su motivo fundamental es la frustración popular por la persistencia de la desigualdad.

    Aunque en todas las sociedades hay disparidades entre ricos y pobres, éstas son mucho más pronunciadas en nuestra región, que cuenta con ocho de los 20 países más desiguales del mundo.

    En las naciones industrializadas, los impuestos y el gasto social han demostrado ser herramientas eficaces para reducir la inequidad. En los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), por ejemplo, estas políticas reducen la disparidad de ingreso disponible en un promedio de casi 40%.

    En contraste; en América Latina los impuestos y el gasto social reducen la desigualdad en apenas 5%, en promedio.

    En parte, esto se debe a que los gobiernos latinoamericanos recaudan proporcionalmente menos por impuestos y gastan menos en servicios sociales que los países de la OCDE. Pero también es porque las políticas fiscales son menos progresivas en nuestra región y porque la calidad de nuestro gasto público aún es muy mala.

    Del lado de los ingresos, América Latina y el Caribe recaudan 23,3% del PIB mediante impuestos, comparado con 34,4% en países de la OCDE (Argentina y Brasil son notables excepciones porque recaudan algo más que el promedio de la OCDE). Dado que casi la mitad de los trabajadores en América Latina están en la economía informal, la recaudación por impuestos a los ingresos es baja. Pero incluso en el decil de ingresos más altos, la gente paga apenas 4,8% de sus ingresos en impuestos sobre la renta, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. En la Unión Europea, dicha cifra es casi cuatro veces mayor, y el contribuyente del decil más alto paga un promedio de 21,3% de sus ingresos.

    Durante décadas, los gobiernos latinoamericanos han optado por gravar el consumo, por ejemplo, con el impuesto al valor agregado, como su principal fuente de ingresos. Estos impuestos, aunque son fáciles de recaudar, tienden a ser regresivos, dado que los hogares más pobres dedican una mayor proporción de sus ingresos al consumo. En nuestra región, los impuestos como el IVA representan en promedio el 48,5% de la recaudación total, comparado con 32,4% en la OCDE.

    Esta distorsión se magnifica por el hecho de que, en nuestra región, el gasto social además tiende a favorecer a los ricos. En promedio, el 75% del gasto social se concentra en pensiones que benefician a familias de ingresos medianos y altos además de en subsidios y productos
    que los hogares de bajos ingresos consumen menos, como la educación universitaria y la gasolina.

    Hasta los programas sociales específicamente diseñados para favorecer a los más pobres, como las transferencias monetarias condicionadas a la escolarización de los niños, padecen de “fugas” que permiten que algunas familias de mayores ingresos reciban beneficios indebidamente. En promedio, 40% de tales recursos terminan en los bolsillos de personas que no están en la pobreza.

    Los servicios sociales no basados en transferencias monetarias, como la educación y la salud, han mejorado muchísimo el bienestar humano en la región. Pero los resultados y la calidad de esos servicios siguen siendo tremendamente desiguales.

    En evaluaciones internacionales como las pruebas PISA, los resultados educativos de América Latina figuran entre los peores en las tablas internacionales. Sólo quienes pueden costear colegios privados se desempeñan mejor. Y la tasa de mortalidad infantil entre los pobres duplica la de los ricos.

    No podemos postergar más el tipo de reformas que hagan más progresivas nuestras políticas fiscales, ya sea evitando “fugas” en programas existentes o eliminando ventajas impositivas que principalmente benefician a grandes firmas o a familias pudientes.

    Muchos de nuestros gobiernos hoy cuentan con sistemas de información fiscal y social que harían mucho más factibles tales reformas que en el pasado. Aunque siempre habrá intereses creados que se opondrán a tales cambios, la crisis actual nos da una oportunidad para generar el tipo de consenso necesario para encarar reformas audaces.

    Hace pocos años, México aprovechó un momento similar para poner en marcha una reforma impositiva progresiva como parte de un amplio acuerdo multipartidario. Los ingresos fiscales aumentaron en un notable 3,4% del PIB sin que fuese necesario aumentar significativamente el IVA. En cambio, recortaron los subsidios que beneficiaban a los ricos u aumentaron los impuestos a los ingresos y a los dividendos de acciones. Como resultado, el 70% de lo recaudado por esta reforma vino del 20% más rico de la población.

    No hay razón para pensar que un esfuerzo igualmente ambicioso no funcionaría en otros países de la región, incluso cuando las circunstancias particulares varíen de país en país. De México a Chile, la gente clama por el cambio. El BID ha apoyado muchas reformas fiscales y de egresos que ayudaron a aumentar la calidad del gasto público. Estamos listos para ayudar a los gobiernos a emprender ese camino.

    Manifestantes y Carabineros se enfrentan el viernes 14 de febrero del 2020 en las inmediaciones a la Plaza Italia, en Santiago (Chile). América Latina cuenta con ocho de los 20 países más desiguales del mundo. Foto: EFE
    Manifestantes y Carabineros se enfrentan el viernes 14 de febrero del 2020 en las inmediaciones a la Plaza Italia, en Santiago (Chile). América Latina cuenta con ocho de los 20 países más desiguales del mundo. Foto: EFE
  • Volkswagen reconoce en medio de protestas que cooperó con dictadura de Brasil

    Agencia EFE

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    Volkswagen reconoció que colaboró con la dictadura militar brasileña (1964-1985), según un informe independiente que la empresa alemana encargó y presentó este 14 de diciembre en su planta de Sao Bernardo do Campo, donde se concentraron algunos extrabajadores que clamaron por justicia y una reparación efectiva de los daños.

    «Lamentamos lo que pasó en ese momento», afirmó el presidente de Volkswagen para Suramérica y Brasil, Pablo Di Si, quien agregó que «no hay evidencia clara de cooperación institucionalizada» con la dictadura.

    El informe, de 114 páginas y elaborado por el historiador alemán Christopher Kopper, de la Universidad de Bielefeld, expone que Volkswagen fue «irrestrictamente leal» al gobierno militar con el que «compartió sus objetivos económicos y de política interna».

    «La correspondencia con la ejecutiva en Wolfsburgo (matriz) evidenció hasta 1979 un apoyo irrestricto al gobierno militar que no se limitaba a declaraciones de lealtad personales», apuntó el reporte.

    La «colaboración» constatada entre la dictadura y la compañía iba más allá, con «listas negras» de empleados «políticamente indeseados», despidos de trabajadores por su actividad sindical y una estrecha relación entre el Departamento de Seguridad Industrial y «la policía política del gobierno (DEOPS) que sólo terminó en 1979″.

    De acuerdo con las conclusiones del historiador, «el golpe militar de 1964 y la institución de una dictadura militar cada vez más represiva fue evaluado positivamente por la empresa».

    Volkswagen era entonces la mayor empresa extranjera que operaba en el gigante suramericano. Su planta en Sao Bernardo está situada en el cinturón industrial paulista, donde históricamente ha habido un fuerte movimiento sindical.

    La investigación podría haber sido aún más profunda, pues en los «años 90 fueron destruidos muchos documentos de la época», aseguró Kopper a los medios de comunicación.
    «Volkswagen es una empresa global y tiene una responsabilidad global», aseveró el profesor alemán.

    El grupo automovilístico avanzó el pasado 1 de diciembre que negociaba, a través de su filial brasileña, indemnizar a las víctimas de la dictadura, aunque todavía no ha sido divulgado de qué forma y qué cuantía, según señaló entonces.

    «Estamos trabajando con diferentes organizaciones civiles y de Derechos Humanos y eso será un proceso de tres, cuatro o cinco años», apuntó Di Si, quien comentó que también están en contacto con la Fiscalía, pero que no hay «ningún proceso de indemnización individual» en curso.

    Volkswagen anunció durante el acto un acuerdo de colaboración con el  Centro Cultural Afro-Brasileño Francisco Solano Trindade, de Sao Bernardo do Campo, que apoya a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.

    Por otro lado, a finales de febrero de 2015, una comisión de la verdad sobre los crímenes contra los derechos humanos durante el periodo dictatorial comenzó a investigar a Volkswagen y a otras empresas por sus nexos con los represores.

    A pocos metros de ahí, un grupo de extrabajadores se concentraron a las puertas de la planta de Volkswagen para reclamar Justicia y una reparación efectiva a las víctimas.

    Tarcisio Tadeu García, de 63 años, trabajó en la década de los 70 en la montadora germana, pero cuando salió, su nombre fue incluido en la lista negra, algo que, según dice, «destruyó» su carrera profesional.

    «Los abusos fueron de todos los tipos. (Volkswagen) tiene que reparar esos errores. Tiene que pagar por eso. Es simple. No adelanta nada hacer una fiesta allí dentro», expresó a Efe instantes antes de la presentación del informe.

    Tadeu García subrayó que «Volkswagen tiene que sentarse» con ellos y «aceptar el error que cometieron ante la opinión pública», además de «pedir disculpas al pueblo brasileño».

    Preguntado sobre si pedían perdón por lo ocurrido, Di Si se limitó a decir únicamente que lamentaban los episodios ocurridos y que trabajan para que no vuelvan a ocurrir.

    Joao Belmiro, de 71 años, huyó de su puesto de trabajo en una de las incursiones de la policía política en la planta y vivió en la clandestinidad hasta la promulgación de la Ley de Amnistía Política en 1979.

    «Queremos que Volskwagen venga a conversar con nosotros sobre la cuestión de reparación (…) No me pagaron ni las horas trabajadas. Es una deuda moral que tienen con nosotros, además de la cuestión financiera», comentó a Efe.

    Para Di Si la responsabilidad de Volkswagen hoy «era presentar los hechos» y dijo que no tienen «nada que esconder».

    «Como habló Wagner (Santana, presidente del sindicato de los metalúrgicos) lo que pasó aquí pasó en todas las empresas, no fue un problema solo de la Volkswagen en Brasil, era un proceso sistematizado del régimen militar que pasó

    El extrabajador de Volkswagen Raimundo Nonato de Andrade protesta contra un acto en el que se presentó un informe sobre la actuación de Volkswagen en la dictadura. Foto: EFE
    El extrabajador de Volkswagen Raimundo Nonato de Andrade protesta contra un acto en el que se presentó un informe sobre la actuación de Volkswagen en la dictadura. Foto: EFE
  • Trabajadores llevan protestas por salario mínimo a la central de McDonald’s

    Agencia EFE

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    Varios miles de empleados de McDonald’s bloquearon el miércoles (20 de mayo) en Chicago los accesos a las oficinas centrales de la corporación, en el suburbio de Oak Brook, en el primero de dos días de protestas para reclamar a los accionistas un salario mínimo de USD 15 por hora.

    Según el Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU) hubo unos 2 500 manifestantes, aunque Deivid Rojas, de la campaña Fight for $15, afirmó en un comunicado que fueron unos 5 000, que duplicaron la protesta del año pasado.

    La manifestación fue encabezada por la estatua de una mujer de color dorado, con un puño derecho en alto y en la otra mano un cartel que decía «Fight/Lucha/$15». También fue desplegada una pancarta donde reclamaban mejor salario y derechos gremiales, en lugar de los cupones de comida que recibirían muchos de ellos del gobierno por sus dificultades económicas.

    Hubo cánticos de «El pueblo unido no será vencido», y «Trabajamos, sudamos y queremos $15 en nuestros cheques», pero tanto la concentración previa como el acto de protesta se realizaron pacíficamente. Agentes policiales de Oak Brook, suburbio ubicado a unas 20 millas de Chicago, acompañaron la movilización de cerca, en bicicleta.

    El año pasado, durante una protesta similar, hubo 138 detenidos por invasión de propiedad privada, entre ellos 101 trabajadores. «No queremos cupones de comida, queremos 15 dólares y derechos sindicales», dijo Adriana Álvarez, que trabaja en un restaurante de Chicago y necesita subsidios estatales para mantener a su hijo de tres años.

    Por su parte, Kwanza Brook, que vino desde Charlotte en Carolina del Norte, dijo que está cansada de ganar USD 7,25 por hora y de «depender» de cupones de comida para alimentar a su familia.

    Heidi Barker, portavoz de McDonald’s, reiteró el miércoles que la corporación no puede influir en el salario que pagan sus franquiciados, aunque dijo que es posible que estos sigan el ejemplo del nuevo director ejecutivo Steve Easterbrook.

    Este anunció el mes pasado un aumento de 1 dólar por hora a partir del 1 de julio en el salario mínimo que pagan los restaurantes operados por la empresa, y se informó que para fines de 2016, el salario por hora promedio sería de USD 10.

    Sin embargo, ese incremento solamente se aplicaría a unos 90 000 empleados de los 1 500 restaurantes que opera McDonald’s en los Estados Unidos. No están incluidos otros 660 000 trabajadores empleados por los franquiciados que operan unos 12 500 restaurantes en todo el país.

    El aumento de USD 1 fue rechazado por los empleados, y por algunos operadores de restaurantes, que lo consideran un costo adicional en momentos en que las ventas se han reducido por presión de la competencia.

    Las protestas son respaldadas por el SEIU, que ha realizado una campaña de tres años para mejorar las condiciones salariales de los empleados de restaurantes de comida rápida. Su presidenta, Mary Key Henry, sostuvo que McDonald’s comparte la responsabilidad salarial con sus franquiciados, y «debería volcar parte de sus beneficios a los bolsillos de los trabajadores».

    «McDonald’s debe respetar a sus empleados, tanto como a sus accionistas, que en los últimos 10 años recibieron 30 000 millones de dólares», afirmó. La campaña por el aumento del salario mínimo ha logrado victorias en varias ciudades como Chicago, que a partir del 1 de julio aumentará el salario mínimo a USD 10 por hora, hasta llegar a 13 dólares en 2019.

    Esta semana, Los Ángeles votó un aumento del mínimo de USD 9 a USD 15 por hora en 2020. Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, 29 estados y Washington DC pagan actualmente salarios mínimos que superan el mínimo federal de 7,25 dólares por hora.

    Aunque McDonald’s es el blanco principal de la campaña, Fight for $15 se convirtió en un movimiento que ha incluido a otros trabajadores, desde empleados de aeropuertos a profesores universitarios de medio tiempo. La protesta se repitió este jueves en la mañana. Según los organizadores entregarán más de un millón de firmas de personas que respaldan el pedido de aumento salarial. 

    Los empleados de McDonald's protestan desde hace varios años por los bajos sueldos. Foto archivo: AFP
    Los empleados de McDonald’s protestan desde hace varios años por los bajos sueldos. Foto archivo: AFP
  • Inauguran la Expo de Milán con protestas de los antiglobalización

    Agencia DPA

    La Exposición Internacional de Milán 2015 arrancó su andadura oficialmente hoy, 1 de mayo de 2015. «Muchos no creían en ello, pero ahora es una realidad», dijo el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que inauguraba con esas palabras esta gran muestra internacional dedicada a la alimentación y la energía.

    El papa Francisco envió un mensaje grabado en vídeo para la inauguración en el que pisó no olvidar a las personas que pasan hambre en el mundo. Antes de la inaguración de la Expo, que durará seis meses en los que se espera que acudan unos 20 millones de personas, decenas de adversarios protestaron ante el recinto.

    Tras abrir sus puertas en la mañana de hoy, se formaron las primeras colas de visitantes. «Filamente llegó el gran día», dijo el director de la Expo, Giuseppe Sala, en referencia a los largos preparativos. El alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, dijo entre aplausos: «Lo logramos».

    Antes del inicio de la muestra hubo muchas críticas por los sobrecostes. A ello se suma el escándalo por corrupción que estalló el año pasado. Minutos antes de la apertura todavía se seguían rematando los últimos trabajos en muchos pabellones. «Esperemos que la gente se sienta atraida por la belleza y no se pierda en las muchas cosas que todavía quedan por terminar», dijo Sala.

    En la ceremonia inaugural se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto en Nepal, país que también está presente con un pabellón. En total participan 145 naciones en la Expo que se celebra bajo el lema «Alimentar el planeta, energía para la vida» y planteando así cómo se alimentará en el futuro a toda la población del planeta de forma sostenible.

    El papa Francisco señaló en su mensaje que la Expo es «una oportunidad para globalizar la solidaridad». El tema de la alimentación es importante y existencial, dijo el pontífice argentino, que pidió «que la Expo se convierta en una oportunidad para cambiar de mentalidad», para dejar de creer «que nuestras acciones diarias no tienen influencia alguna en la vida de aquellos que pasan hambre».

    También el Vaticano está presente con un pabellón propio. Renzi instó a los visitantes a acudir a Milán. «Hoy comienza el mañana en un país que tiene sede de futuro», dijo. Además, instó a sus compatriotas a abrazar el mundo para cambiarlo. «Dejemos de lamentarnos como esos que quieren, que siempre dicen ‘no lo vais a conseguir’. Aquí está vuestra respuesta», dijo.

    Tras años de crisis, Italia confía que la Expo aporte nuevos impulsos a su economía, así como reforzar la imagen del país. Horas después de la inauguración se produjeron enfrentamientos entre contrarios a la exposición y la policía. En una manifestación por el centro de Milán los participantes lanzaron objetos y petardos. La policía empleó cañones de agua. Además, algunos manifestantes ensuciaron las fachadas de edificios y vitrinas. Las autoridades habían desplegado unos 2 600 efectivos de seguridad para evitar incidentes.

    Muchos de los que se oponen a la Expo critican los elevados costes de esta exposición así como la participación de grandes empresas de alimentación como patrocinadores. En la víspera, un grupo desconocido de hackers consiguió paralizar la página web de venta de entradas durante algunas horas.

    La Expo de Milán reúne a expositores de la industria alimenticia y energética. Foto: AFP
    La Expo de Milán reúne a expositores de la industria alimenticia y energética. Foto: AFP
  • Pluspetrol reitera que seguirá operando en lote que generó protestas en Perú

    EFE

    Lima

    La argentina Pluspetrol reiteró este 15 de febrero del 2015 que seguirá operando en el lote 108 de la selva peruana y dijo que no ha recibido ninguna comunicación del Gobierno que cambie las condiciones de su contrato, después de protestas de pobladores de la zona que la semana pasada dejaron un muerto y más de 30 heridos.

    «Ante los acontecimientos acaecidos en Pichanaki, Pluspetrol ratifica que continuará con sus operaciones en el Lote 108 y reafirma su compromiso de largo plazo de continuar invirtiendo en el Perú«, informó la empresa en un comunicado.

    La población de la ciudad de Pichanaki, en la región de Junín, suspendió el jueves la protesta que realizaba desde el lunes pasado, después de que se anunciara la retirada del lugar de Pluspetrol tras una reunión con una comisión encabezada por los ministros de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, y de Justicia, Daniel Figallo.

    Cuando se alcanzó el acuerdo, el presidente de Perú, Ollanta Humala, afirmó que «la empresa simplemente tiene que acatar lo que han señalado los ministros«, aunque acotó que la petrolera no ha producido ninguna contaminación en la zona, ya que solo realizaba trabajos de exploración.

    La empresa aseguró ese día desde Buenos Aires que había accedido a retirarse de Pichanaki a petición del Gobierno peruano, pero también señaló que mantendría sus operaciones en el lote 108, que abarca territorio de Junín y Cerro de Pasco.

    Agregó, además, que hasta el momento no ha recibido «ninguna comunicación» de las autoridades con «observación alguna sobre los estándares de las operaciones realizadas en el Lote 108, ni (que) se le solicite modificación de su situación jurídica y contractual.

    «Aseguró que durante la actividades de exploración en el Lote 108 «ha cumplido con todos los requisitos legales, ambientales y sociales necesarios para sus operaciones, como se demuestra con la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA)».

    «La empresa reafirma su voluntad de seguir trabajando en un ambiente de diálogo y cooperación con la población y las autoridades», indicó. El jueves, el presidente del Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki, Carlos Chavarría, aclaró que las protestas han sido suspendidas hasta el próximo jueves, a la espera de que se instale otra mesa de trabajo para resolver las demás reclamaciones de la localidad.

    El dirigente remarcó que su localidad pide la cancelación del contrato de exploración con Pluspetrol porque esa es una zona agrícola y quiere evitar que se repita la contaminación sufrida por cuatro cuencas de la región de Loreto, donde la empresa mantiene otro conflicto con comunidades indígenas.

    La población de la ciudad de Pichanaki, en la región de Junín, suspendió el jueves la protesta que realizaba desde el lunes pasado. Foto: Paolo Aguilar/ EFE.
    La población de la ciudad de Pichanaki, en la región de Junín, suspendió el jueves la protesta que realizaba desde el lunes pasado. Foto: Paolo Aguilar/ EFE.
  • La nueva minería del país se inició con protestas

    Redacción EL COMERCIO

    El debate minero había estado dormido en los últimos cuatro años. Pero, el 5 de marzo, tras la firma del primer contrato para la exploración y explotación minera a gran escala entre el Gobierno y la empresa china Ecuacorriente, nuevamente se activó la incomodidad de los grupos ambientalistas opositores.

    En la tarde del 8 de marzo, unas 10 mujeres de grupos ambientalistas estuvieron en la calle Tarqui y 10 de Agosto, en Quito, para conmemorar el Día de la Mujer y rechazar la minería.

    Alrededor de las 14:00 tendieron una gigantografía desde la terraza del edificio Tarqui, que tiene 10 pisos de altura. La leyenda rezaba: “No al patriarcado violento extractivista. Sí a la soberanía de nuestros cuerpos y de la Pacha Mama”.

    Zaraí Maldonado, coordinadora juvenil por la Equidad de Género, indicó que el acto era una manifestación de resistencia y de rechazo contra la actitud del Gobierno, de convocar a marchas para respaldarlo en el Día de la Mujer, desvalorizando así la lucha de este género.

    Añadió que rechazaban la minería a gran escala cuya primera etapa comenzó en el país con la firma del contrato con la empresa china Ecuacorriente para explotar el proyecto Mirador. Ello debido a los daños ambientales que podría causar.

    Sin embargo, desde el Régimen, la hoja de ruta en el sector minero está definida y, si se ejecuta según lo previsto, podrá marcar un nuevo ‘boom’ económico en el país, parecido al que se registró en la década de los setenta con el petróleo.

    Los proyectos avanzan y Ecuacorriente ya tiene la licencia ambiental para la fase de explotación en Mirador. La empresa prevé extraer desde finales del 2014, unas 180 millones de libras anuales de cobre.

    “Estamos consolidando la minería a gran escala en Ecuador”, decía Andrés Donoso, del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables. Lo comentó en la feria minera más grande del mundo, en Toronto (Canadá), dos horas antes de que en Quito se firmara el contrato con la china Ecuacorriente.

    El mensaje fue directo a los financistas extranjeros, de quienes se espera más de USD 5 000 millones en inversiones hasta el 2016, en los cinco proyectos más grandes que se tienen hasta el momento.