Etiqueta: psicologia

  • Cuando los compañeros son tóxicos

    Arturo Castillo

    para Líderes (I)

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    El determinismo científico puede ser tan nocivo como el determinismo religioso. Puede reducir al ser humano a fórmulas y conceptos, volverlo un objeto. La ciencia incursiona en un territorio desconocido cuando intenta explicar la conducta humana. No le queda más remedio que generalizar, estereotipar, disecar y rotular. Aun así, sus teorías son provisionales.

    El comportamiento humano se explica desde los eventos externos, la educación, las circunstancias familiares, los condicionamientos sociales, o desde los instintos, el mundo emocional de los individuos, su vida psíquica.

    En el ambiente laboral, concluyen algunos estudios, las personas se contagian fácilmente de los estados de ánimo y conductas tóxicas de sus compañeros.

    El estrés, por ejemplo, ‘vuela’ en el aire. Quienes lo respiran reaccionan de manera tensa, actúan a la defensiva.

    El mal genio es un virus que se propaga rápidamente; sus víctimas se vuelven irascibles, de pocas pulgas. El pesimismo puede transmitirse como una peste; los infectados empiezan a ponerle peros a todo.

    La gente hostil emana ondas mentales que penetran en la psiquis de quienes les rodean; de modo que el lugar se torna en un campo de batalla.

    Los jefes autoritarios son capaces de atemorizar a sus subalternos, al punto de paralizarlos con su presencia.

    El padre de la teoría de la inteligencia emocional, Daniel Goleman, ha introducido sus postulados en el ambiente de trabajo. La paradoja mayor es que los individuos intelectualmente inteligentes pueden ser un auténtico desastre cuando se trata del manejo de las emociones.

    Dan demostraciones de una extraordinaria capacidad de abstracción, pero se comportan como niños caprichosos y manipuladores.

    Los hallazgos en el campo de la neurología refuerzan la experiencia inmediata de que las emociones modulan la convivencia entre los sujetos. Y lejos de lo que se piensa, la racionalidad no es precisamente lo que prevalece en los entornos laborales.

    De otra parte, el aspecto radical de estos planteamientos, la psicología de las masas, que Sigmund Freud abordó en su obra ‘Psicología de las masas y análisis del yo’, deja un escaso margen para la capacidad de los individuos para sobreponerse a influencias externas perturbadoras.

    La serenidad frente a la ofensa; la tolerancia ante la crítica y la calumnia. La firmeza como respuestas a la provocación; la discreción cuando el chisme y la difamación quieren ganar terreno. La ausencia de rencor o venganza luego de haber sido blanco de la envidia y la intriga.

    La paciencia, que no debe confundirse con el estoicismo; la prudencia, que no es lo mismo que la omisión cómplice, ayudan a sobrellevar situaciones que pueden desquiciar y provocar amargura. Sin un trasfondo de madurez y dominio del propio carácter, difícilmente se logra sobrevivir en ambientes tóxicos.

    La idea de que el individuo es víctima de su entorno, que las circunstancias le vapulean y someten; que está condenado a sufrir pasivamente, parte desde el convencimiento de que el ser humano puede convertirse en lo que cualquier poder dominante quiera hacer de él.

    La ‘toxemia’ llega a apropiarse de algunas áreas laborales, y a veces de la organización entera. Las patologías empresariales, si no son detectadas y tratadas oportunamente, debilitan la productividad y corroen el entusiasmo. Pero además se convierten en eslabones del malestar colectivo, pues los individuos llevan el contagio a sus propias familias.

    Es fácil entender ese círculo vicioso. La única inmunización posible es el manejo equilibrado de las propias emociones, por encima de la psicología grupal.

    Las patologías empresariales, si no son detectadas y tratadas oportunamente, debilitan la productividad y corroen el entusiasmo.
    Las patologías empresariales, si no son detectadas y tratadas oportunamente, debilitan la productividad y corroen el entusiasmo. Foto: Captura
  • La psicología y el suspenso, en su mesita de noche

    Alexander García

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    En su mesa de noche suele tener tres tipos de libros: los que él llama volúmenes de ‘evasión’, y junto a la literatura títulos de economía y psicología, sus principales intereses. Josemaría Vázquez, máster en Dirección de Empresas y doctor en Jurisprudencia, llevó incluso su pasión por la literatura a las aulas de clases: hace unos 15 años fue profesor de la materia en el Colegio Intisana, de Quito. “La lectura te ayuda a escribir, a retener, proporciona no solo un conocimiento y un bagaje, sino también una forma de expresarte y de entender el mundo”.

    El español-ecuatoriano, profesor y director adjunto del IDE Business School Guayaquil, llegó al Ecuador hace 30 años y ha vivido más tiempo en Ecuador que en su país natal, pero los autores españoles siguen siendo en gran medida sus escritores de cabecera.
    Dice que libros como ‘La sombra del viento’ y ‘El laberinto de los espíritus’ de Carlos Ruiz Zafón, por ejemplo, son a un mismo tiempo literatura castellana lograda y novelas con las que se puede pasar un buen rato.

    Su primera profesión, la de abogado, marca su gusto por novelas de suspenso judicial como las escritas por el escritor estadounidense John Grisham, del que ha leído buena parte de su obra. El derecho también marcó su interés por la psicología, una rama que le ha sido de utilidad en el estudio de las empresas familiares, una de sus especialidades como consultor.

    “En el mundo de las empresas familiares hay que conocer la parte jurídica por estructuraciones de patrimonio, la parte económica (administración, estructura y estrategia), y una tercera clave es entender de psicología, entender a las personas y poder resolver enormes conflictos familiares”, sostiene Vázquez.

    En la rama de la psicología destaca a un autor como el psiquiatra español Antonio Vallejo-Nájera, autor de ‘Locos egregios’, sobre grandes personajes de la historia relacionados con la locura. “Al final de su vida escribió un libro titulado ‘La puerta de la esperanza’, en el que cuenta su vida, con unas interesantísimas descripciones desde el punto de vista ético y personal”, explica. En esa misma línea se ubica ‘El Conde-Duque de Olivares: La Pasión de Mandar’, de Gregorio Marañón, un “apasionante” estudio sobre el poder.

    Entre los libros que marcaron su vida está también ‘Los renglones torcidos de Dios’, una novela publicada en 1979 por Torcuato Luca de Tena, y prologada por Vallejo-Nájera, que relata la historia de una detective que se interna en un hospital psiquiátrico siguiendo las pistas referentes a un caso de homicidio.

    También, intenta leer libros de economía para especialistas y títulos divulgativos, mucho más accesibles. El director menciona, por ejemplo, una biografía Steve Jobs o títulos como ‘El economista camuflado’, de Tim Harford, sobre la economía de las pequeñas cosas; y otro best seller internacional, ‘Freakonomics’, de Steven D. Levitt, un estudio sobre la capacidad de la economía para explicar cómo se relacionan fenómenos distintos.

    Josemaría Vázquez, es abogado y máster en dirección de empresas. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
    Josemaría Vázquez, es abogado y máster en dirección de empresas. Foto: Enrique Pesantes / Líderes
  • Ella emprende en el arte luego de estudiar psicología

    Redacción Guayaquil

    Desde que era niña, María Auxiliadora Sáenz se ha involucrado en actividades artísticas. Cuando tenía 4 años recibió como obsequio un juego para hacer accesorios y desde ahí, no ha parado de hacerlos.

    Hoy, esta joven guayaquileña de 22 años diseña, elabora y comercializa bisutería y joyas. Por ello, vende en promedio USD 1 000 mensuales.

    Su emprendimiento se remonta a la época del colegio. En sus tres primeros años de secundaria elaboraba bisutería junto a una amiga y las creaciones las vendía a sus compañeras de aula. Los tres años siguientes dejó de hacerlo.

    Sin embargo, tras graduarse (2008), se vinculó nuevamente al negocio. Ingresó a laborar como operaria de una diseñadora guayaquileña. “Gracias a esta experiencia me di cuenta de que podía hacerlo independientemente”, cuenta. Además, descubrió que, a diferencia de lo que creía, era rentable.

    A mediados del 2008 invirtió unos USD 700 y empezó a elaborar piezas bajo la marca Maru Sáenz Colmont. En diciembre de ese año lanzó su primera colección.

    Al año siguiente, Sáenz ingresó a estudiar Psicología en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. En ese entonces, ingresó también como estudiante de Diseño de joyas en el Instituto Eurodiseño. “Mi sueño es fusionar ambas carreras en el futuro, aplicando arteterapia en niños y niñas”.

    Sus diseños se caracterizan por incorporar materiales no tradicionales como telas, encajes e incluso plumas. Estos los mezcla con materiales como piedras, turquesas, perlas, cuero y vidrio.

    La originalidad de sus piezas es lo que más llama la atención de sus compradoras. Así lo indica Viviana Edgecombe, estudiante universitaria y clienta de Sáenz. Ella afirma que sus piezas preferidas son los aretes. Destaca la originalidad y los detalles de las creaciones. “Cuando uso sus diseños sé que nadie más va a tener algo exactamente igual”.

    La emprendedora lanza una colección cada tres meses. Cada una tiene un fondo de un tema de relevancia para ella. Tal es el caso de la última denominada Wonderwoman. En ella la bisutería se mezcla con lazos, cuellos de camisa y hombreras. “El mensaje es la igualdad de género y el poder de la mujer”.

    Gioconda de Larriva es otra clienta de Sáenz. Cuenta que la contacta cada vez que tiene un evento social importante. Menciona que el acabado de las joyas es impecable. “Capta mis ideas y gustos y los plasma en creaciones hermosas”.

  • Alejandro Palacios: de la Psicología Industrial saltó a los negocios globales

    Pedro Maldonado O. / Redacción Quito

    Su cargo es tan extenso como los 14 años de carrera que lleva en DHL Express y en DHL Global Forwarding, una unidad de negocios de Deutsche Post DHL. Alejandro Palacios, quiteño de 39 años, es en la actualidad vicepresidente Sénior de Estrategia, Gestión del Desempeño y First Choice para la región de las Américas de DHL Global Forwarding.

    Este es el octavo cargo que este psicólogo industrial y administrador de empresas tiene en la firma, a la que califica como una especie de ‘agente de viajes de carga pesada global’. Anteriormente se desempeñó en las áreas de Recursos Humanos, desarrollo de estrategias, en consultoría, entre otras.

    Palacios se enroló a DHL en Ecuador en 1998, mientras estudiaba Psicología Industrial en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). En este centro de estudios ya mostró sus capacidades.

    Andrea Parreño, quien lo conoce desde la época universitaria, cuenta que Palacios promovía ideas y participaba con frecuencia en las actividades de las asociaciones de escuela. Según Parreño, se distinguió desde las aulas de la PUCE por ser inteligente, analítico y por la convicción que tenía. “La palabra que resume su condición es: liderazgo”.

    Su llegada a DHL Ecuador fue por un motivo: quería ingresar a una firma transnacional para cumplir un requisito y cursar una maestría en EE.UU. Al ser parte de la firma de envíos y logística, Palacios capitalizó su buen manejo del inglés. El dominio de ese idioma le permitió asistir a reuniones y capacitaciones frecuentes en EE.UU.

    Esos viajes le ayudaron a darse a conocer; así empezó su crecimiento en el interior de la organización, que tiene hoy en día operaciones en más de 220 países y cuenta con unos 300 000 empleados.

    Esas idas y venidas entre Ecuador y EE.UU., resultaron en una propuesta que cautivó a Palacios: hace 12 años la compañía le ofreció trabajar en Miami, EE.UU., y él aceptó. Además, pudo cumplir otro sueño: estudió un MBA en Nova Southeastern University (Florida).

    El escenario de establecerse en otro país no le resultó un problema. Este aficionado al tenis y admirador de jugadores como el suizo Roger Federer o el estadounidense Pete Sampras se había acostumbrado a vivir fuera del Ecuador por las tareas diplomáticas de su padre. Por eso vivió temporadas en Perú, Israel y Francia.

    Hoy, por sus actividades, trabaja directamente con alrededor de 100 personas que se desempeñan en áreas como implementación de negocios, calidad, estrategia, comunicaciones internas…

    El español Alberto Oltra, compañero de DHL Global Forwarding, con funciones en Chile, lo conoce hace seis años. Lo cataloga como un profesional que tiene una capacidad extraordinaria de relacionarse a todos los niveles de la empresa. “Gracias a su visión global en los temas corporativos, siempre es un colega que apoya y ayuda cuando uno lo necesita. Sus consejos son vitales para tomar decisiones”.

    Christian Córdova, gerente Comercial de DHL Global Forwarding en Ecuador, conoce a Palacios desde la niñez, cuando estudiaban en la Escuela La Condamine. Sin embargo lo empezó a tratar profesionalmente recién hace dos años y medio.

    Córdova lo describe como una persona “sumamente profesional a la que se puede acudir para obtener consejos para el desarrollo del negocio”. Además, indica que a pesar de tener un cargo relevante dentro de la estructura de la compañía, siempre está abierto al diálogo con cualquier persona, sin importar su posición.

    Esas características ya las tenía en la universidad, según Carlos Quiroz, catedrático de la PUCE y antiguo profesor de Palacios. Él lo recuerda como un estudiante que destacaba en la clase y como una persona solidaria. “Era muy pulcro en su manera de vestir y de hablar con los demás. Además, a la hora de pedir una explicación y de dar a conocer su punto de vista se manejaba con inteligencia”.

    Hoy, la agenda de Palacios se divide en reuniones de oficina, juntas, desarrollo de estrategias y constantes viajes por países de América, Europa y Asia. “El 50% de mi trabajo consiste en viajar por el mundo”. Pero también encuentra tiempo, por lo general el fin de semana, para estar con su esposa e hijos en Miami, así como para cocinar, trotar o jugar tenis.

    El hoy y el futuro

    Su jornada. Se levanta alas 05:30, revisa su correo electrónico y a las 06:15 se dirige a su oficina ubicada en Miami, Florida.
    Sus planes. Una de sus metas es radicarse en otro país. También apunta a dar clases para compartir su experiencia en el mundo empresarial.

    ACERCA DE ALEJANDRO PALACIOS

    Psicólogo con un mba y otros títulos

    Una maestría. Tiene un MBA de la Nova Southeastern University.
    Doctorado. Está cursando un doctorado en Administración de Empresas en la misma universidad.
    Otros títulos. En Gestión de Negocios y Psicología Organizacional.