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  • El ingreso de la carga por courier se recupera

    Redacción Cuenca (I) 
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    La paralización de actividades económicas debido a covid-19 afectó al ingreso de carga en la modalidad courier, entre marzo y mayo pasado. Pero desde junio hasta la fecha existe una recuperación respecto del año anterior.

    De acuerdo con la Terminal de Cargas del Aeropuerto de Guayaquil, en los nueve primeros meses del 2020 ingresaron 1 744 toneladas, que fue una cifra inferior a las 1 924 toneladas del mismo período del año pasado. El gerente del sitio, Jorge Rosillo, explicó que en enero y febrero hubo una reducción del 20% en relación con el mismo lapso del 2019.

    En cambio, en marzo y abril prácticamente se paralizó debido al confinamiento y a la suspensión de vuelos de pasajeros. “Si bien había vuelos de carga, se priorizaron los insumos relacionados con la pandemia”. En esos dos meses la caída fue del 83%; y en mayo, una disminución del 50%.

    Rosillo dice que desde junio se estabilizó la situación y llegó la misma cantidad que en el mismo mes del 2019, y desde julio hasta le fecha se registran crecimientos constantes del 40%, en promedio, frente al año pasado.

    Para Rosillo, si la tendencia se mantiene en el último trimestre, el crecimiento anual será muy interesante. “Este comportamiento se debe a que las personas están evitando las compras físicas en supermercados para evitar contagiarse, por lo que optan por el comercio electrónico”.

    En el caso del Aeropuerto de Quito, la carga courier que llegó entre enero y el 4 de este mes fue de 1 364 toneladas, que representó un aumento del 37,6% frente al mismo período del 2019. El vocero de la Corporación Quiport, Luis Galárraga, dice que, si la comparación se realiza desde el inicio de la pandemia hasta el 4 octubre, el incremento sube al 43%.

    Hay tres tipos de cargas courier que ingresan al país. La primera es la corporativa y se centra en repuestos y muestras de productos, explica Rosillo. La segunda son los regalos que envían los emigrantes a sus familiares y, finalmente, las compras en línea.

    El 75% de la carga courier que llega a Guayaquil proviene de Miami, donde los courier tienen sus casilleros y bodegas para que arriben las compras en línea. Le sigue Panamá con el 18%, porque están los sitios de conexión de DHL y UPS. El resto arriba de Nueva York, Los Ángeles y otras urbes estadounidenses y Europa.

    El Servicio Nacional de Aduana del Ecuador tiene registradas 49 firmas autorizadas para ofertar el servicio de paquetería, que funcionan en Pichincha, Guayas, Azuay y Tungurahua. Edith Villavicencio es presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Mensajería Expresa y Courier, que agrupa 11 compañías.

    Según ella, la categoría de courier llamada 4×4 (hasta USD 400 o cuatro kilogramos) es la más conocida y tiene una subdivisión. La primera es para los migrantes que no pagan la tasa de USD 42 y la segunda es para la ciudadanía, en general, que sí debe cancelar.

    Villavicencio explica que el precio promedio de los paquetes que arriban es de USD 200 y al pagar USD 42, el Gobierno está aplicando un arancel del 21%. “Es una tasa desproporcional, que ha fomentado la informalidad”.

    Ella se refiere a las personas que traen encargos en cajas y que se promocionan en redes sociales y tienen tarifas diferenciadas por producto. Es decir, varían los valores por traer computadores, celulares, tabletas, ropa, calzado…

    Villavicencio agrega que hay otro problema, que es el cobro del IVA para plataformas digitales y que, también, se está cobrando para las compras en línea en páginas del exterior. “Todo eso fomenta la informalidad… Las empresas formales observamos un descenso desde hace varios años por la aplicación de la tasa. Pagamos una contribución postal del 1% sobre las ventas, no sobre las utilidades y eso complica la competencia frente a la informalidad”.

    Laarcourier es una de las autorizadas en el Ecuador para ofrecer el servicio de mensajería. El Gobierno tiene registradas a 49 empresas.
    Laarcourier es una de las autorizadas en el Ecuador para ofrecer el servicio de mensajería. El Gobierno tiene registradas a 49 empresas.

    En el caso de las categorías para medicinas y textiles y calzado, dice Villavicencio, crecieron un 60% y 131%, respectivamente, hasta junio pasado, por la importación de mascarillas y equipos de protección, reactivos y pruebas para detectar el coronavirus.

    Para Yadira Mora, directora general de Siatigroup, este año fue atípico por la pandemia, lo que ocasionó una fuerte caída de la demanda de los servicios de courier durante la etapa más crítica (marzo-mayo) y un repunte desde junio pasado.

    Mora señala que los artículos que en el momento tienen más demanda se relacionan con tecnología, vestuario y cuidado personal como perfumes y maquillaje. “Las compras de laptops, tabletas y celulares tienen un crecimiento muy importante. La inclinación por las compras en línea, también, ha impulsado las

    Siatigroup tiene su bodega en Miami para la gestión y el control de las mercaderías de los clientes que compran en el extranjero. Fotos: Cortesía Siatigroup y Laarcourier
    Siatigroup tiene su bodega en Miami para la gestión y el control de las mercaderías de los clientes que compran en el extranjero. Fotos: Cortesía Siatigroup y Laarcourier
  • La danza folclórica se recupera en este emprendimiento

    Redacción Quito

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    Las alpargatas, los anacos, los sombreros, los ponchos y más atuendos autóctonos son parte de las presentaciones de baile folclórico de la academia Ñucanchi Allpa.

    El nombre de la escuela de baile hace referencia a Ñucanchi (nuestra) y Allpa (tierra). Esta organización cultural tiene alrededor de 11 años en el mercado.

    Javier Pineda, abogado de profesión y oriundo de Imbabura, es el actual director de esta escuela de arte. Mediante la danza y la vestimenta, Pineda busca recordar y difundir la cultura ecuatoriana ante propios y extraños.

    Pineda lleva más de 18 años vinculado al arte de la danza y la música folclórica. Sus padres decidieron emigrar a Quito desde la parroquia de Ilumán, en Imbabura.

    El objetivo de Ñucanchi Allpa es mantener y difundir la ancestralidad por medio de la danza tradicional con ritmos andinos. “Nosotros queremos que los niños, jóvenes y adultos puedan mantener nuestra cultura y la sigan difundiendo”, dice Pineda.

    La academia de danza folclórica cuenta con alrededor de 80 bailarines divididos en tres agrupaciones: el infantil, el juvenil y el principal. “Un joven que quiera disfrutar de la danza tiene que amar lo que hace y tener un amor por sus culturas y por la danza”.

    Evelyn Alejandra, de 31 años, comenta que es un orgullo ponerse un traje de una nacionalidad de su país. “Tenemos que manejar el tiempo del trabajo y los ensayos”, afirma Alejandra.
    Los trajes que usan representan a varios pueblos y nacionalidades del país: Saraguro, Salasacas, Cañar, Otavalo, Cayambis, entre otras.

    Los atuendos son hechos con tejidos, bordados y diseños ancestrales realizados a mano por miembros de las mismas comunidades. La academia cuenta con vestimentas que representan a todas las etnias del Ecuador y a 25 nacionalidades más.

    Ñucanchi Allpa tiene convenios con haciendas conventos, instituciones públicas y privadas para mostrar sus espec­táculo. Además, ha ganado varios premios nacionales e internacionales, entre estos el Marieta de Veintimilla del Municipio de Quito, Mérito Cultural Vicente Rocafuerte, etc.

    Javier Pineda presenta a las mujeres del elenco principal, conformado por 40 danzantes. Fotos: Patricio Terán / LÍDERES
    Javier Pineda presenta a las mujeres del elenco principal, conformado por 40 danzantes. Fotos: Patricio Terán / LÍDERES