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  • Un apoyo a las iniciativas de los refugiados

    José Luis Rosales

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    El arreglo de chapas y elevadores es la fuente de empleo de Kerly P., y su familia. El negocio cumplió tres años desde que abrió las puertas en la capital de Imbabura.

    La mujer, oriunda de Colombia, que tiene estatus de refugiada, recuerda que para instalar el emprendimiento recibió el apoyo de varias instituciones. Una fundación privada le entregó un capital, no reembolsable, para adquirir herramientas y equipos.

    Entre tanto, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Ibarra (Pucesi) le capacitaron en temas como el plan de negocios y contables. Este es uno de los 40 emprendimientos a los que el Observatorio Ciudadano de Movilidad Humana y Relaciones Empresariales ha dado asesoría técnica.

    La iniciativa, que fue creada en el 2014, es impulsada por la Pucesi, el Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP), el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras entidades.

    El ente nació como un acuerdo de la Mesa de Movilidad Humana de Imbabura. El objetivo es obtener información, brindar capacitación y asesoramiento técnico a las personas en calidad de refugio, solicitantes de asilo y otro estatus, explica Roberto Tadeo, catedrático de la Pucesi.

    En Imbabura hay 4 153 refugiados y 14 555 solicitantes de asilo, según datos de la Dirección de Refugio. La mayoría está en Ibarra. Aquí se hizo un estudio, sobre sus necesidades laborales y emprendimientos a las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Previamente, este observatorio realizó otros dos análisis a través de encuestas, entrevistas, grupos focales y bibliografía.

    El primer estudio está relacionado con la situación laboral de los trabajadores autónomos refugiados y solicitantes de asilo en mercados y zonas comerciales de la capital imbabureña.

    Entre los resultados que arrojó esa investigación está que el mayor número de emprendedores tienen edades que fluctúan entre los 26 y 35 años.

    Mientras que, las actividades económicas por cuenta propia que más sobresalen son los servicios prestados, comercio y preparación y venta de comida.

    El otro estudio denominado ¿Y tú que piensas?, se enfocó a las percepciones locales sobre la población refugiada en Ibarra.

    De estas investigaciones se encargaron 40 estudiantes de las carreras de Administración de Empresa, Contabilidad y Comercio Exterior de la Pucesi.

    El último análisis ¿Y qué pasa con los emprendimientos colombianos en Ibarra?, se enfoca a los pequeños negocios y las dificultades que deben enfrentar para instalarse en el país. El 97% de la población refugiada en el Ecuador proviene del vecino del norte.

    La idea de desarrollar una base de datos es también que los refugiados puedan integrarse en el Ecuador, desde el punto de vista socio-económico, para mejorar su calidad de vida, explica Diego Yépez, funcionario de Acnur.

    Para ello, se consultó a 376 personas colombianas que se encuentran laborando en la ‘Ciudad Blanca’. Estas iniciativas están dirigidas por jefes de hogar, que tienen entre 16 y 40 años, y que en mayor número arribaron a Ibarra a partir del 2010.

    El catedrático Roberto Tadeo explica que uno de los limitantes que tienen para conseguir trabajo es el bajo nivel educativo. El 55% de los encuestados aseguró tener nivel académico secundario.

    Comenta que a más de este factor se detectaron casos como falta de documentación necesaria y de experiencia laboral, para que puedan acceder a empleos. Por eso, el 38% de personas aseguró que tiene ingresos que varían entre USD 41 y 60, a la semana.

    Ellos han incursionado en iniciativas de gastronomía, artesanías, servicios, ventas ambulantes, entre otros, señala Fernando Salazar, coordinador del Observatorio Ciudadano de Movilidad Humana y Relaciones Empresariales. Un alto porcentaje de firmas tiene entre 1 y 3 años de funcionamiento.

    “Hay acciones que han ayudado para que las autoridades locales conozcan más sobre los refugiados, incluso se han promulgado ordenanzas municipales para apoyar los pequeños emprendimientos”, asegura Yépez.

    El equipo de investigación de la sede de la PUCE está integrado por estudiantes y docentes universitarios. Francisco Espinoza/Para Líderes
    El equipo de investigación de la sede de la PUCE está integrado por estudiantes y docentes universitarios. Francisco Espinoza/Para Líderes
  • Casi el 25% de empresas ha empleado refugiados

    Agencias AFP y EFE

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    Unas 400 000 empresas alemanas, casi el 25% de todas las de la primera economía europea, han empleado a lo largo de los últimos tres años a refugiados, informó la semana pasada el Ministerio de Economía.

    Este es el principal resultado del estudio “Implicación de las empresas para la integración de refugiados” del Centro Competente para el Aprovisionamiento de Personal Cualificado (KOFA), que incluye las prácticas laborales, los períodos de formación en empresa del sistema de educación dual y el empleo normal.

    La ministra de Economía, Brigitte Zypries, destacó que la integración laboral de los peticionarios de asilo en Alemania “funciona” y se mostró confianza de que estos primeros resultados “motiven a otras empresas a tomar parte en mayor medida”.

    “Diversidad y éxito empresarial van de la mano”, apuntó la Ministra socialdemócrata. Según el estudio, un 17% de las empresas tuvieron peticionarios de asilo como becarios, un 10,2% contrataron refugiados como trabajadores regulares y un 7,2% tuvieron a demandantes de asilo dentro de programas de formación profesional.

    El sector manufacturero fue el que registró un mayor porcentaje de empresas con refugiados entre sus trabajadores, con un 33%, según el informe. La encuesta también apunta que dos de cada tres empresas que ya han empleado a algún refugiado piensan contratar a más próximamente, mientras que solo el 25% las firmas sin experiencia en este ámbito prevén incluir peticionarios de asilo en su plantilla.

    Según las empresas, los principales problemas para emplear refugiados son su falta de conocimientos de alemán (85,9%), su falta de capacitación técnica (65,3%), las dificultades en el reconocimiento de títulos (63,6%) y las trabas burocráticas (62,5%). Alemania recibió entre 2015 y 2016 alrededor de 1,2 millones de peticionarios de asilo durante la mayor oleada de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, la mayoría proveniente de Siria, Iraq y Afganistán.

    El número de empleados desplazados en la Unión Europea (UE) era de 2,05 millones en 2015, según un informe reciente de la Comisión Europea, casi un 60% más que en 2010.

    Se trata de europeos enviados a otro Estado miembro por su empleador de forma temporal (cuatro meses de media). Representan menos del 1% del número total de empleos de Europa. Según cifras de 2014, el sector de la construcción integra alrededor del 44% de los trabajadores desplazados.

    Alemania es, de lejos, el Estado miembro que más trabajadores desplazados acoge (418 908 en 2015), seguido de Francia (177 674) y Bélgica (156 556).

    Foto: Referencial
    Foto: Referencial
  • Ellos piensan en huertos que beneficien a los refugiados

    Sofía Ramirez

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    Huertos urbanos y familiares para la reinserción social y económica de los refugiados. Esa es la propuesta de tres estudiantes y un graduado de la Universidad Central del Ecuador (UCE). El equipo representará a la institución en el concurso Hult Prize en San Francisco (Estados Unidos), en marzo.

    La idea de este viaje es presentar el proyecto y demostrar su viabilidad económica. La meta es pasar a las finales del certamen, en las que el ganador obtendrá USD 1 millón.
    Maritza Molina, encargada de la parte comunicacional de Hult Prize en la Universidad Central, recuerda que las convocatorias para el certamen iniciaron en septiembre del 2016.

    Los estudiantes que se inscribieron formaron equipos de cuatro personas y, en torno a la temática de los refugiados, presentaron emprendimientos sociales. 12 equipos fueron seleccionados en la UCE y el proyecto Kuman resultó el ganador.

    Kuman representará a la UCE en el concurso regional en EE.UU. El objetivo de este proyecto de corte social es desarrollar huertos urbanos y familiares, en los que participen refugiados.

    Santiago Loaiza, ingeniero agrónomo de la Universidad Central e integrante del equipo ganador explica que el plan tendrá cuatro ejes: la implementación de los cultivos de ciclo corto con componentes agroecológicos.

    El segundo eje es la creación de escuelas de capacitación agrícola -para los refugiados-, con la consigna de que los beneficiarios repliquen el modelo productivo en los huertos.

    El tercer punto es fortalecer las cadenas de comercialización para ofertar los productos de los huertos. Para esto se crearán grupos o asociaciones entre los refugiados, para crear microemprendimientos. Y el cuarto punto es la elaboración y venta de los huertos urbanos, con la marca G Box.

    Las cajas donde se cultivarán los alimentos serán fabricadas con materiales de reciclaje, detalla Carla Macas, estudiante de 24 años de la carrera de arquitectura. En los huertos, además de sembrar y cosechar semillas agroecológicas, también se podrá elaborar el compost.

    Este último es un abono orgánico que proviene de la descomposición de materiales orgánicos. El material ayuda a mantener la fertilidad en los suelos.

    Los responsables de la idea añaden que en los huertos urbanos también se podrán elaborar fertilizantes orgánicos, dice Macas.

    El costo de todo el proyecto es de USD 60 000 a 80 000. Para eso el equipo de Kuman también está en la búsqueda de socios estratégicos para obtener fondos.

    La implementación del primer eje del emprendimiento está previsto para inicios de abril próximo, indica Jéssica Velasco, estudiante de arquitectura e integrante de Kuman.
    Francisco Pulliquitín, otro de los estudiantes que representará a la Universidad Central en Estados Unidos, destaca la oportunidad de la convocatoria mundial Hult Prize para demostrar su capacidad en innovación. El estudiante comenta que parte de los recursos que se obtendrán para el proyecto serán procesados a través de la autogestión.
    Los docentes también colaboraron. Entre otras tareas participaron en el diseño del plan de negocios, explica Pulliquitín.

    Francisco Abad, director de Hult Prize en Ecuador, indicó -en noviembre pasado- que el enfoque de la temática de este año -los refugiados- tiene el propósito de mejorar el ejercicio de los derechos de estas personas que viven en esta condición.

    César del Valle es el director de crecimiento y operación de Hult Prize Foundation, comentó al Semanario LÍDERES, a inicios de febrero que la misión es inspirar y crear una generación de emprendedores sociales. “Ahora estamos trabajando para traer esta iniciativa al Ecuador, con un premio de USD 250 000 y la idea de montar una incubadora. Buscamos inspirar a todo el mundo, a gente que no tiene nada que ver con emprendimiento, pero que puede aportar en lo social”.

    Del Valle recomendó encontrar aliados, no intentar hacer todo por su cuenta sino con colaboraciones y alianzas para aumentar su visibilidad. “No deben pensar en impactar solo en su comunidad, sino pensar en soluciones globales. A veces piensan en algo pequeño, rentable, suficiente para ganarse la vida y nada más. Hay que mirar modelos innovadores a escala internacional”.

    Santiago Loaiza, Carla Macas, Francisco Pulliquitín y Jéssica Velasco, estudiantes de la UCE, viajarán en marzo a Estados Unidos al Hult Prize. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES
    Santiago Loaiza, Carla Macas, Francisco Pulliquitín y Jéssica Velasco, estudiantes de la UCE, viajarán en marzo a Estados Unidos al Hult Prize. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES
  • Michelle Arévalo, emprendedora social al 100%

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    Apenas con 14 años de edad, Michelle Arévalo decidió entrevistar a trabajadoras sexuales para su clase de redacción. La tarea para los adolescentes consistía en interactuar con alguien con quienes no habían hablado.

    Mientras sus compañeros de clase buscaban conversar con la secretaria o el encargado de limpieza del Colegio Americano de Quito, esta quiteña trataba de comprender el problema de la prostitución. «¿Por qué hay mujeres que deben trabajar en eso y yo no?», recuerda que se cuestionaba.

    Desde ese entonces, la justicia y los derechos humanos son parte fundamental de su carrera profesional y de su vida. A tal punto de llegar a ser fundadora para Ecuador de Asylum Access, que trabaja brindando asesoría legal a refugiados. O en International Accountability Project (IAP), en Cambodia (India), en la investigación de estudios para otorgar préstamos para que empresas acaten normas de desempeño social y ambiental, de la Corporación Financiera Internacional en el sur de Camboya y el Himalaya (India).

    También es directora regional para Latinoamérica de Huridocs, una ONG que ayuda a los organizaciones de derechos humanos a usar tecnologías de la información y métodos de documentación para maximizar su impacto.

    Gracias a estos y otros cargos, Arévalo forma parte de ‘Global Shapers’ (un grupo de jóvenes comprometidos en pos de mejorar el mundo), del Foro Económico Mundial, desde agosto del 2012, y es miembro del Consejo de la Agenda Global sobre Justicia de la misma entidad, desde junio de este año.

    Debido a esas designaciones, esta quiteña fue parte de la Cumbre de Consejos Globales de Agenda, que se celebró en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), el pasado noviembre. Asimismo, ese mes también se reunió con el papa Francisco junto a 39 jóvenes de diversos países.

    La reunión con el Sumo Pontífice se denominaba Hacia una nueva mentalidad global: superando la exclusión económica y social, y buscaba la manera en que los sectores público, privado y la sociedad civil puedan encontrar economías más inclusivas, basadas en valores como respeto y dignidad de las personas.

    Para llegar a esas instancias, la preparación académica jugó un papel importante. Luego de culminar la secundaria, en el 2000, Arévalo consiguió una beca para estudiar Ciencias Políticas y Derechos Humanos en la universidad St. Thomas, en Fredericton (Canadá).

    En el colegio, el nivel académico de Arévalo era «promedio»; sin embargo, su vinculación en diferentes voluntariados y actividades extracurriculares la convirtieron en becaria.

    Luego de concluir su carrera, en el 2004, aplicó para estudiar una maestría en Leyes Internacionales y Derechos Humanos, en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Cuando culminó ese programa educativo, la ecuatoriana y su esposo, Matthew Carpenter (de nacionalidad canadiense), recibieron una oferta de trabajo de la tecnológica Google, para trabajar en las oficinas de Irlanda.

    Sin embargo, el matrimonio decidió volver a Ecuador. Su objetivo era replicar en el país lo que habían aprendido. Sin un plan, la pareja regresó y Arévalo trabajó en la oficina de Derechos Humanos de la Cancillería; su labor consistía en evaluar a extranjeros para que sean aceptados como refugiados en el país.

    A finales del 2006 le solicitaron que se encargara de abrir la clínica legal Asylum Access en Ecuador. Karina Sarmiento, actual directora de Asylum Access Ecuador, cuenta que conoce a Arévalo desde el 2008. «Michelle es una emprendedora y motivadora; ella se traza sus objetivos y los cumple, es muy versátil».

    Su amiga cuenta que la gestión y el mérito de Arévalo es haber instalado las oficinas de Asylum Access en Ecuador desde cero, y «lo hizo muy bien».

    Su gestión hizo que la Universidad de California, en Berkeley, le otorgara una beca para que estudiara una maestría en Políticas Públicas, en el 2008.

    Cuando culminó sus estudios, en el 2010, fue promovida a directora de Operaciones de Asylum Access en San Francisco (EE.UU.).

    El año pasado, luego de vivir dos años en Suiza, retornó a Ecuador para trabajar en un proyecto de emprendedores sociales. Junto a Javier Dávalos González, Daniela Peralvo, Juliana Maza y Shawn Smith fundaron el año pasado Impacto Quito, una iniciativa que pretende ser un espacio para el encuentro de emprendedores, que quieren desarrollar propuestas innovadoras.

    Peralvo asegura que es «una mujer con mucha decisión y con características de liderazgo». Martín Acosta, fundador y director de Inalprocess, empresa que fabrica la línea de ‘snacks’ Kiwa, con productos naturales originarios de Ecuador, comenta que conoce a Arévalo desde hace un año y que ha trabajado en proyectos con Impacto Quito..

    «El tener a Michelle en Ecuador es un lujo, porque ella pudo haberse quedado en el exterior; muchos emprendedores se verán beneficiados», dice Acosta.

    HECHOS IMPORTANTES

    2013 EN TECHO ECUADOR. Arévalo y el equipo de Techo Ecuador junto a Alexander Domínguez,arquero de Liga de Quito. En esta actividad integró a jugadores de la Selección para una campaña para erradicar la pobreza.

    2013 EL FORO ECONÓMICO. La ecuatoriana impartió una charla en la Cumbre sobre la Agenda Global, en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), en el

    SU GESTIÓN EN BREVE

    2004. En la Universidad de Oxford trabajó brindando asesoría para estudiantes internacionales.

    2006. Trabajó en fundación Esquel, brindando asesoría técnica en derechos humanos.

    2010. Fue evaluadora y consultora independiente para el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de California, en Berkeley.

    La frase. «Emprender es un camino de vida que no tiene por qué quedarse  en tener dinero para darte de comer. Debe solucionar un problema».