Etiqueta: RENTABILIDAD

  • Celina Pagani-Tousignant: ‘Crear valor es una forma de pensar’

    Pedro Maldonado

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    Celina Pagani-Tousignant es una autoridad en temas de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial. Asegura que las empresas sí pueden encontrar oportunidades de negocio haciéndole bien a la sociedad, al mismo tiempo.

    Cada vez más empresas trabajan y desarrollan programas de responsabilidad social para ser sostenibles. ¿Qué implica ser sostenible en el tiempo?

    En Ecuador y en muchos otros países existen grupos de empresas líderes que hace años que se han preocupado de este tema. Al principio tal vez se preocupaban más bien de manejar los impactos negativos (de sus actividades) en la sociedad o en el ambiente y le llamaban responsabilidad social empresarial o RSE; después se dieron cuenta de que el tema era parte del negocio y por eso se habló de sostenibilidad.

    Esto no significa solo manejar impactos, sino también ver oportunidades de negocios y por eso hay que preocuparse de la sostenibilidad de la empresa en el tiempo. Entonces el concepto de sostenibilidad se usa más. Los cambios que suceden alrededor nuestro son tan disruptivos, las tecnologías y los avances de la inteligencia artificial están cambiando las fábricas, por lo que habrá un porcentaje de las nuevas generaciones que no va a encontrar empleo. ¿Qué vamos a hacer con eso?

    ¿Esto incidirá en el manejo empresarial?

    Claro, por un lado se reducirán costos porque usaremos robots en los procesos de producción. Pero por otro, en determinadas comunidades crecerá el desempleo, la violencia y la inseguridad. Eso puede afectar a la operación de la empresa. Las tecnologías están cambiando, la población está creciendo, la migración de país a país aumenta, hay centros urbanos cada vez más grandes, el consumo de recursos naturales crece y la economía circular, el reciclaje, surge con mucha fuerza.

    Las empresas, hasta ahora, han estado haciendo más de lo mismo y lo que se necesita o lo que se busca no es subir el techo o las metas, sino transformarse. Lo que se busca es que la gente cambie la forma de pensar y allí está la innovación de procesos, productos, servicios y modelos de negocios. Todo esto tiene que ir atado a la responsabilidad social empresarial, si no, no tiene sentido.

    ¿Hay una fórmula para innovar y ser sostenible a la vez?

    La gente busca herramientas prácticas. Michael Porter y su concepto de valor compartido es un punto de partida en el tema. A partir de sus propuestas desarrollé una metodología de nueve pasos que incluyen: entender las prioridades del negocio; saber las necesidades sociales de las que la empresa se va a adueñar para hacer algo al respecto; qué estrategia de valor compartido se va a usar; determinar aliados; entre otros.

    No olvidemos que muchas innovaciones no son rentables enseguida y hay que protegerlas. Allí viene la obligación de escalar esas ideas.

    La rentabilidad es algo intrínseco para una empresa y puede pasar que los empresarios no ven rentabilidad en temas de RSE…

    Exacto. Antes hablábamos de desarrollar un programa que generaba un ‘business case’ o la justificación de una inversión, pero ahora es muy diferente porque se trata de generar valor para la empresa y para la sociedad.

    El empresario entiende el concepto de crear valor. Si la empresa quiere crecer debe determinar cuáles son los mercados desatendidos y así se encuentra una oportunidad de negocio haciéndole bien a la sociedad. De esta manera ocurrirá que en esa comunidad la gente se va a educar, va a tener mejores servicios de salud, mejor calidad de vida. Esa es la parte social.

    Negocio y servicio a la comunidad…

    Así es, es un tema compartido. Ahora las empresas se fijan como meta que un porcentaje de su crecimiento tiene que venir de proyectos de valor compartido.

    ¿Esto es más fácil para las grandes empresas o para las pequeñas?

    Esto del valor compartido se ha dado más en compañías grandes. Es una forma de pensar y puede ser aplicable a una empresa más pequeña. Lo que pasa es que no hemos hecho la metodología para aplicar en pymes.

    Un empresario de una pyme es igual al de una empresa grande: los dos quieren competitividad para su negocio. Tal vez el programa para una pyme es más pequeño y la disponibilidad de recursos puede ser menor.

    En los últimos años se consolidó el concepto de Empresas B, emprendimientos sociales. ¿Cómo califica usted a este modelo?

    Me encantan, empezaron como pequeñas y crecieron. Ejemplos son Natura o Patagonia que ahora son empresas grandes, certificadas como empresas B. La compañía tiene que cambiar: el deber de la junta directiva es preocuparse del retorno de la inversión, entonces una empresa B le da poder a la junta directiva para asegurar el retorno económico, pero también el retorno social, ambiental. Esto es fantástico porque da más flexibilidad y libertad de acción.

    ¿Los consumidores qué papel juegan?

    Es un grupo al que siempre hay que consultar. Hace dos años se supo, tras un sondeo, que el 50% de los consumidores quiere pruebas de que una empresa sea en realidad sostenible y socialmente responsable. Además, el consumidor se fija en si una empresa es líder o es mala. Entonces hay que saber posicionarse.

    Ahora, por ejemplo, por los temas políticos de Estados Unidos, el consumidor quiere saber, por ejemplo, cuál es el tema que va a defender una compañía. Un ejemplo ocurre con empresas que anuncian la contratación de refugiados, por ejemplo.

    Esto se da luego de los problemas con refugiados que llegaban a Estados Unidos desde distintos países. Pasa lo mismo con temas como control de armas, diversidad y otros. Lo importante es que cada vez más CEO se pronuncian sobre estos temas.

    ¿Esto va a ocurrir en otros países?

    Se va a replicar. Recordemos que la situación política en Estados Unidos, en los últimos años, es turbulenta. Además no olvidemos que los mileniales y los centeniales quieren trabajar en empresas con propósitos y es la fuerza laboral más grande en estos momentos. Entonces atraer y retener a ese segmento cabe dentro de un programa de sostenibilidad.

    Hoja de vida

    Cargo. Es presidente y fundadora de Normisur International, empresa consultora internacional que se especializa en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad, desarrollo de la fuerza laboral y entrenamiento ejecutivo. Su clientela incluye empresas en los EE.UU., Canadá, Latinoamérica y Asia.

    Formación. Nacida en Uruguay, tiene un MA en Psicología Clínica y es autora del libro ‘Rompiendo las reglas – asesorando minorías étnicas’ así como también de numerosos artículos. Celina tiene una certificación en Life Coaching de John F. Kennedy University y una certificación en Integral Coaching de New Ventures West, una escuela de coaching en San Francisco, California. Ofrece cursos y consultorías por la región.

    Celina Pagani- Tousignant es presidente y fundadora de Normisur International, empresa consultora internacional que se especializa en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad, desarrollo de la fuerza laboral y entrenamiento ejecutivo. Foto: Patr
    Celina Pagani- Tousignant es presidente y fundadora de Normisur International, empresa consultora internacional que se especializa en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad, desarrollo de la fuerza laboral y entrenamiento ejecutivo. Foto: Patricio Terán / LÌDERES
  • La gestión socialmente responsable sí puede aumentar la rentabilidad

    Redacción Quito

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    No hay plan de Responsabilidad Social que pueda sostenerse en el tiempo si no aporta un beneficio a la organización. Esto se vio reflejado cuando en una encuesta realizada en el 2016 por la consultora Deloitte solo un 16% de las empresas participantes destinó un porcentaje de su presupuesto anual a proyectos de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa.

    En la década pasada se multiplicaron los rankings y reconocimientos a las buenas prácticas en este ámbito, lo cual derivó en maravillosos reportes -también conocidos como memorias- en ediciones a todo lujo. Las asesorías facturaban decenas de miles de dólares en trabajo de acompañamiento, levantamiento de indicadores, edición y difusión de estos documentos.

    Pero tal como explicaba ya en el 2014 Hugo Vergara, director de BSD Consulting, el reporte no es sino el resultado, la comunicación de un trabajo impulsado y aprobado desde la alta dirección. Y solo tiene su razón de ser si se convierte en una herramienta para que los grupos de interés puedan verificar el cumplimiento de los compromisos asumidos por cada organización.

    Global Reporting Initiative (GRI), entidad con sede en Holanda que coordina y actualiza el reporte de indicadores de gestión en términos de sostenibilidad, también evolucionó en este sentido. Si hace cinco años los responsables de los procesos de responsabilidad social se preocupaban por obtener una certificación con nivel B+ o en el mejor de los casos A+, desde mayo del 2018 proponen la aplicación de sus nuevos estándares, principalmente enfocados en el enfoque de gestión y en los resultados obtenidos del mismo.

    Las orientaciones en otras normas internacionales que sirven como guías para el fomento de la responsabilidad social apuntan a lo mismo: la norma ISO 26000, la SA8000 y la AA1000. Todas mantienen la orientación a una operación preocupada por el entorno, sin que esto merme su rentabilidad.

    Si bien en Ecuador no existe una legislación nacional específica sobre el tema, tal como ocurre en países como España, la necesidad de impulsar, mantener y comunicar procesos de responsabilidad social ya empieza a manifestarse en ámbitos como el acuerdo comercial con la Unión Europea. Los países del bloque comunitario tienen claras preferencias a hacer negocios e importar productos de empresas socialmente responsables.

    Evangelina Gómez, directora ejecutiva de Ceres, afirma que en el país todavía no existe una selectividad para preferir lo que se produce, por ejemplo, respetando la biodiversidad por sobre lo que es más barato.

    Pero lo que sí es cierto es que, a escala global, la generación de los milenials empieza a inclinarse hacia lo que se denomina “el consumo con causa”. En Estados Unidos y Europa, y en forma un poco más lenta en Latinoamérica, los sellos de comida orgánica, sin transgénicos, producida bajo normas de comercio justo, aumentan sus adeptos y muestran que, con una buena gestión, la sostenibilidad sí es rentable.

    En la década pasada se multiplicaron los rankings y reconocimientos a las buenas prácticas en este ámbito.
    En la década pasada se multiplicaron los rankings y reconocimientos a las buenas prácticas en este ámbito.
  • El inversionista ángel apoya y busca rentabilidad al mismo tiempo

    Redacción Líderes

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    El papel de los inversionistas ángeles es vital para los emprendedores. Esa fue una de las conclusiones del taller que se cumplió en Quito, este 31 de mayo del 2017.

    En la jornada participaron Harold Calderón, de Capitalia Colombia, y Michael Gil, inversionista también conectado con Capitalia Colombia. Ellos contaron sus experiencias de trabajo con emprendedores que buscan financiamiento para sus iniciativas.

    Calderón asegura que cuando un emprendimiento busca financiarse con capitales ángeles existen mejores y mayores probabilidades de sostenerse en el tiempo.

    Eso sí, aclara Calderón, esta clase de inversionistas también busca rentabilidad. “El ángel involucra sus recursos y no lo hace por caridad sino por rentabilidad. Colabora con la empresa y espera que su inversión se multiplique en un tiempo determinado”.

    Este analista del tema añade que un inversionista busca que un emprendedor cumpla las siguientes condiciones: que su producto ofrezca rentabilidad; que cuente con un equipo; que tenga mercado; y una ventaja competitiva.

    Por su parte, Michael Gil habló de su experiencia como inversionista. Para él las redes de ángeles inversionistas ofrecen beneficios como: acceso a oportunidades de inversión evaluadas y preparadas; permiten un relacionamiento con personas con experiencia en negocios. Además permiten diversificar inversiones y promueve la colaboración entre emprendedores.

    El taller fue organizado por la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación, CAF Banco de Desarrollo de América Latina y Capitalia Colombia.

    Harold Calderón, de Capitalia Colombia (der.), fue uno de los expositores en el taller. Cortesía AEI
    Harold Calderón, de Capitalia Colombia (der.), fue uno de los expositores en el taller. Cortesía AEI
  • Mayor número de mujeres ejecutivas hacen a las empresas más productivas

    Redacción Revistalideres.com

    Quito

    Según un estudio del Banco Credit Suisse, las empresas con mayor presencia de mujeres en puestos de jerarquía obtuvieron mayores réditos que aquellas que manejan estructuras directivas en las que predominan hombres.

    Para comparar el rendimiento de las empresas lideradas por mujeres, Credit Suisse utilizó indicadores de rendimiento financiero o Rendimiento sobre el capital (ROE, por sus siglas en inglés).

    Con estos índices se concluyó que las empresas con una integrante femenina por lo menos, tuvieron un retorno del capital del 2,9% en los últimos 10 años, frente a las que solo tenían hombres en puestos de gerencia.

    En el 2013, las compañías en las que el 15% de mujeres ocuparon altos cargos presentaron un ROE del 14%. Mientras que, sí tuvieron menos del 10% de mujeres en puestos de gerencia, presentaron un ROE de 9,7%, según una publicación de la revista de negocios Forbes.

    Los países con el promedio más alto de mujeres en cargos administrativos son: Noruega con 3,7%, Francia con el 29,6% y Dinamarca 25%. En el Ecuador, la participación de mujeres en puestos estratégicos en el 2014 se redujo del 14% al 10%, según un estudio de la consultora Deloitte.

    Mujeres gerentes
    Según un estudio del banco Credit Suisse las empresas con más número de mujeres en puestos de alta gerencia, son más rentables. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
  • Este negocio teje su rentabilidad a mano

    Redacción Quito

    Papagayos del Oriente ecuatoriano, orcas e iguanas de las islas Galápagos, girasoles y vegetación endémica se plasman en camisetas, bolsos, jarros, estuches para laptops y más, con el sello y estilo de la marca quiteña Zigze.

    Juan Carlos Pérez, diseñador gráfico, comenta que desde hace 20 años su sueño era emprender un negocio relacionado con la serigrafía. Pero, por diversas circunstancias, debió dedicarse a otras áreas relacionadas con su profesión.

    Sin embargo, esta iniciativa la concretó el año pasado con su esposa, María Paz Carrasco. Este matrimonio comenta que en el mercado local existe una amplia oferta de productos que buscan promocionar al Ecuador. Pero Zigze quiso darle un valor agregado a sus creaciones, elaborándolas a mano con materia prima nacional y aplicando procesos ecológicos.

    No obstante, los orígenes de este negocio se remontan al 2004. En principio empezó con el diseño y fabricación de agendas que contenían imágenes e información del país, para comercializarlas en escuelas y colegios de Quito.

    Pero a inicios del año pasado los esposos decidieron enfocar su negocio en la producción de textiles, jarros, y otros accesorios que lleven sus propios diseños.

    Por esta razón invirtieron cerca de USD 50 000, para la compra de materia prima y maquinaria. Su concepto se basa en manufacturar todo a mano. Instalaron el taller en su casa, ubicada en el valle de Los Chillos (suroriente de Quito).

    Ahora cuentan con tres personas que se encargan de la manufacturación de las camisetas; este proceso dura aproximadamente unos dos días.

    Carrasco se encargó de la decoración del local, que está ubicado en el centro-norte de Quito. Todos los mostradores y muebles del almacén son elaborados con materiales reciclados, como partes de viejas bicicletas, muebles usados y restaurados, e inclusive, metales reutilizados.

    Al mes, tienen una facturación entre USD 10 000 y 18 000. Los precios de los productos van desde los USD 2, en el caso de los marcalibros con imán; hasta los USD 55, en el de las carteras estampadas.

    Aunque pensaron enfocarse en un público extranjero, ellos señalan que el 90% de sus clientes pertenece a ecuatorianos de diversas edades. Jóvenes que buscan bolsos, camisetas o algún accesorio.

    Paulina Burneo, realiza trabajos en cerámica. Ella comenzó a comprar los productos de Zigze el año pasado. Adquirió camisetas para obsequios en Navidad; destaca la calidad y los diseños. Burneo comenta que invirtió unos USD 120.

    Mientras que Ariela Galarce dice que ha comprado prendas para enviarlas al a sus amigos al exterior. Hasta el momento ha invertido unos USD 400. “Me gustan, porque son exclusivos, hechos a mano”.

  • El sonido de calidad genera rentabilidad

    Sebastián Angulo / Redacción Quito

    A Andrés Valencia le preocupa que el sonido esté impecable para cada concierto que lo contratan. Este ex integrante de la orquesta Los Dukes es el gerente de la empresa Prosonido, una firma dedicada a brindar servicios de amplificación para eventos musicales.

    Prosonido tiene 25 años en el mercado. Valencia recuerda que cuando inició la mayoría de eventos se realizaba con amplificación de empresas colombianas. En esa época, la compañía empezó con parlantes de fabricación ecuatoriana y ofrecían el servicio de disco móvil.

    Actualmente cuenta con más de 50 empleados, cinco camiones para la transportación de sus más de 150 parlantes. Se calcula que la inversión total de sus equipos está entre USD 4 millones y 5 millones.

    Entre los conciertos que ha sido contratado están Shakira, Daddy Yankee, Miley Cyrus, Guns and Roses y el último de Ricardo Arjona, que se realizó la semana pasada. Por ejemplo, por este evento la empresa cobra entre USD 30 000 y 35 000.

    Al mes tiene un promedio de cinco conciertos, entre grandes y medianos. Pero los meses de mayor demanda son entre septiembre y diciembre.

    Bayardo Muñoz, gerente de Maxiaudio, explica que inició con su negocio de sonido hace 16 años. Él cuenta que con su empresa viaja a escala nacional y al Departamento de Nariño, en Colombia.

    Muñoz decidió dejar la ingeniería en alimentos para dedicarse al negocio de la amplificación para conciertos. Este ambateño comenta que su principal motivación fue ofrecer un servicio de calidad con los equipos más avanzados, debido a que cuando inició, “en el país existía deficiencia en este campo”, asegura.

    Recuerda que tenía ocho parlantes y una consola de 24 canales. Ahora dispone de 90 sistemas “line-array” (parlantes aéreos), importados desde Francia, y 10 empleados. Al mes, tiene entre ocho y nueve contratos, entre conciertos, elecciones de reinas de belleza y más.

    Los precios de cada contrato dependen de su magnitud. Unos pueden incluir escenario o luces. Los costos pueden ir entre los USD 5 000 y USD 20 000.

    Según datos del Censo Económico del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), en el país existen 243 establecimientos dedicados a actividades de operación, mantenimiento o facilitación del acceso a servicios de transmisión de voz, datos, texto, sonido y video.

    Ludwing Álvarez, gerente de Multiaudio, lleva 18 años en este medio. Era DJ y por esta razón se vinculó en este mundo. Ofrece servicios para eventos medianos, como kermesses en colegios, conciertos en empresas públicas y privadas. Al mes tiene alrededor de unos 10 contratos.

    Juan Carlos Portugal, ingeniero en sonido, sostiene que el elemento más importante para que un concierto sea de calidad es la amplificación. Además, señala que en el país estas empresas han experimentado un crecimiento importante en la última década, debido a que se realizan conciertos de gran magnitud, que exigen la compra de equipos modernos.

  • La rentabilidad se mide en la acústica

    Redacción Quito

    En el piso del sótano de la casa de Sergio Sacoto, que se convertirá en su nuevo estudio de grabación, se pueden observar madera, lana mineral (fibra que se obtiene de roca volcánica) y esponjas. Estos materiales servirán para el acondicionamiento acústico de su centro de grabaciones, que está ubicado en Lumbisí, una comuna ubicada al este de Quito.

    El productor y músico profesional comenta que cuando inició su carrera, no le prestaba atención a la parte acústica de los estudios de grabación. Sin embargo, asegura que con sus 23 años de experiencia en este ámbito, se dio cuenta que este es un aspecto fundamental para realizar producciones musicales con buena calidad.

    Por esta razón se contactó con la empresa quiteña Arqcustic, que desde hace 10 años se dedica a la ingeniería acústica, control de vibraciones y diseño arquitectónico. Su gerente, Guillermo Bolaños, estudió Ingeniería en Sonido y Acústica en la Universidad de las Américas (UDLA). Señala que hace una década surgió este tipo de negocios, que ofrece estos servicios. “Con los primeros graduados en esta carrera, en el 2008, se comenzó a mover el mercado de estas empresas, sobre todo en Quito”.

    Arqcustic se encargó de las mejoras en el Teatro Sucre (2001) y del Teatro México (2007). En estos sitios (Quito), las inversiones para obtener una mejor calidad en el sonido ascendieron entre los USD 20 000 a 25 000, por cada uno.

    El proceso para obtener un mejor sonido en un auditorio, teatro, sala de conciertos o en un centro de convenciones, comprende dos etapas. El ingeniero visita el lugar y realiza evaluaciones con instrumentos especializados, como sonómetros. Posteriormente, con los resultados obtenidos se define qué necesita el sitio. Como, entre otras cosas, la colocación de paneles, ‘trampas’ de madera o difusores.

    Estas empresas también se dedican al control de ruido en fábricas y empresas. Arqcustic, por ejemplo trabajó en el 2010 en la reducción de ruido de uno de los campos petroleros operados por Petroamazonas (bloque 15), en el Oriente ecuatoriano. La compañía invirtió cerca de USD 4 000 por este trabajo.

    Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el país existen unos 19 establecimientos dedicados a la gestión de salas de conciertos, teatros y otras instalaciones similares.

    Decibel Ingeniería Acústica y Diseño de Sonido es otra empresa dedicada a estas actividades. Luis Bravo, su gerente, señala que estas empresas “han tenido un ‘boom’ en los últimos 10 años”, debido a que ahora, en las construcciones, el tema acústico es importante, al igual que los aspectos eléctrico y sanitario.

    Pedro Egas, de la firma Proacústica, sostiene que en el país recién se está tomando conciencia de la importancia del sonido en las edificaciones. Además, asevera que todavía hace falta una normativa para mejorar su implementación, como sí sucede en los países europeos. Esta firma en el 2011 facturó unos USD 47 000. Mientras que en lo que va de este año su facturación bordea los USD 25 000.

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