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  • Jhoanna Rosales, ejemplo en gestión de residuos de tecnología en el país

    Carolina Enriquez

    (I)
    redaccion@revistalíderes.ec

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    Para Jhoanna Rosales nunca hubo misterios. Los temas ambientales le apasionaron desde que tuvo uso de razón. Este interés, más su amplia formación, le han permitido gerenciar su propia empresa de gestión de residuos electrónicos.

    Aunque nació en Ibarra, sus estudios los realizó en Quito. Cuando era pequeña ya sentía inclinación por temas de la naturaleza, no en vano quería ser veterinaria.

    Sin embargo, al crecer su visión se amplió. Cuando terminó la secundaria, en el colegio Isaac Newton, ya sabía que tenía que estudiar Ingeniería Ambiental. “Me gustaba el tema de la ecología. Pero, mi carrera tiene un campo de acción mayor, más general”.

    Ingresó a la Universidad Internacional SEK. Desde que empezó se interesó mucho en el tema de los residuos sólidos y sentía la necesidad de encontrar soluciones para su correcta gestión en el país.

    Esto lo recuerda Diana Ulloa, excompañera de universidad y gerente de la Empresa Pública de Agua Potable y Alcantarillado de Santa Cruz (Galápagos). “Jhoanna me mostró una revista de National Geographic con un reportaje que se llamaba ‘La tragedia mundial de los residuos electrónicos’. Fue en ese momento que me dijo que quería hacer algo al respecto”.

    Y tuvo la oportunidad de empezar cuando en el 2007 entró como pasante a la entonces Fundación Natura, en el área de manejo de residuos sólidos. Al recorrer el relleno sanitario y la estación de transferencia de Quito se dio cuenta de que los residuos electrónicos llegaban en las mismas fundas de basura que el resto de desechos y lo único que se hacía era enterrarlos.

    Jhoanna Rosales acompañada de su familia. Foto: archivo particular
    Jhoanna Rosales acompañada de su familia. Foto: archivo particular

    Fue en ese momento que nació la idea de Vertmonde, su empresa de gestión de este tipo de productos.

    Su estancia en Fundación Natura se alargó por un año porque la contrataron. Mientras trabaja y estudiaba se puso a investigar sobre el manejo de los residuos electrónicos en las escombreras y por recicladores informales.

    En enero del 2010, cuando dejó su puesto de trabajo, su compañía ya estaba constituida. Fue un año ‘hiperactivo’, similar al de su personalidad. Estudió a distancia una especialización en Ingeniería y administración de desechos sólidos en el Instituto IHE Delft de Holanda; viajó a EE.UU. para conocer sobre la gestión de residuos electrónicos; realizó sola su gestión para que dichos desechos entren en el listado nacional y sean considerados como peligrosos y el desarrollo de una política de gestión para los mismos, puso a operar su planta, etc.

    Su compañía es de carácter familiar y entre los proyectos que ha desarrollado están campañas de reciclaje dentro de la ciudad. Una de las primeras estuvo vinculada al tema de residuos electrónicos; en aquella ocasión se recogieron, en dos meses, 60 toneladas.

    A la par que ha impulsado su empresa, ha realizado consultorías independientes sobre ambiente.

    Alejandra Conrado, excompañera de trabajo y amiga, destaca el espíritu emprendedor que tiene Jhoanna. Asegura que es una persona muy activa y que siempre tiene nuevos retos. “No se complica y tiene la visión para darle otro enfoque a la parte ambiental”.

    Hace dos años, la ingeniera viajó al continente asiático para estudiar. Primero hizo una especialización en emprendimientos femeninos digitales en la Universidad de Indonesia y luego una maestría en Japón sobre administración de negocios y estrategia corporativa internacional en la Universidad Hitotsubahi.

    Jhoanna Rosales y sus compañeros celebrando en el aniversario de su empresa. Foto: archivo particular
    Jhoanna Rosales y sus compañeros celebrando en el aniversario de su empresa. Foto: archivo particular

    “Siempre me han gustado los países muy organizados. La maestría me encantó, tenía un pénsum igual al de Harvard pero infinitamente más barato. Asia es un mercado muy interesante en este momento y hacía sentido buscar algo por allá. Fue todo en inglés”.

    En Japón el tema ambiental está muy tecnificado y, prácticamente, ya está todo organizado con relación a esa área. Le llamó la atención, muy aparte de eso, la visión de asociatividad que existe en la cultura de ese país; el trabajo en equipo es fundamental para lograr el beneficio de todo un grupo.

    Como parte de su maestría, Jhoanna hizo sus prácticas profesionales y se involucró en el mundo del emprendimiento. Las pasantías las realizó en empresas incubadoras, aceleradoras, fondos de inversión, etc. Trabajó en MCT INC en Tokio y Makers Bootcamp en Kioto.

    Jhoanna cuenta que Japón es uno de los países con la tasa de emprendimiento más baja en el mundo. “Fue interesante ver el tipo de negocios que existen. A mi parecer son cosas extrañas porque no tienen muchos aspectos que resolver. Los negocios están relacionados con artefactos conectados a Internet. Por ejemplo, la caja de arena del gato te avisa cuándo cambiarle o si está enfermo. No son aplicables a nuestra realidad”.

    DATOS

    Actividades. Entre 2011 y 2013 locutó en el programa La carreta ecológica, en radio HCJB. Le gusta mucho el mundo de la comunicación.

    Empresa. En Vertmonde trabaja junto a su mamá.

    Pasatiempos. Va al gimnasio casi todos los días. Los fines de semana acude a la montaña. Practica yoga, pinta, etc. Son maneras para desconectarse de sus tareas diarias.

    Procesos ambientalmente responsables

    Redacción Quito (I)

    Hace 10 años nació Vertmonde, que significa mundo verde. Jhoanna Rosales junto a su madre y su hermana estructuraron esta compañía que se dedica a la gestión de residuos ambientales.

    “El objetivo era desarrollar un proceso técnico y ambientalmente responsable para el manejo de estos residuos, cumpliendo los más altos estándares de desempeño, siendo un referente de la industria en el país y la región”, indican las empresarias.

    Se consideran residuos electrónicos todo aparato que funciona con electricidad y ha terminado su vida útil: teléfonos, computadoras, tablets, etc.

    Jhoanna, la gerente, explica que como empresa se busca recuperar los materiales para que se utilicen en un nuevo proceso. “Cuando los residuos llegan a la planta se destruyen totalmente. Lo que hacemos es separar distintos tipos de plásticos, metales, baterías, vidrios, cables, etc. Lo complicado fue encontrarle a esas partes un proceso técnico. En el país existen sitios en los que, por ejemplo, se puede procesar el metal; pero en el caso del plástico y residuos electrónicos no hay tecnología (…) tenemos procesadores finales, en el exterior, quienes terminan el proceso que acá ya no podemos hacer. Eso pasa con el plástico”.

    Cuando la empresa empezó manejaba alrededor de 20 clientes, pero ahora cuentan con unos 500. Ellos les entregan los residuos electrónicos para su gestión: 40% son entidades públicas y el resto son empresas privadas, medianas y grandes, dedicadas a las actividades de comercio e industria.

    Tiene certificación ISO14001 de gestión ambiental, OSHAS 18001 de gestión de riesgos y R2, de reciclaje responsable de residuos electrónicos.

    Jhoanna Rosales, ingeniera ambiental y emprendedora, fundó una planta de gestión de residuos electrónicos e impulsó una norma para su tratamiento. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Jhoanna Rosales, ingeniera ambiental y emprendedora, fundó una planta de gestión de residuos electrónicos e impulsó una norma para su tratamiento. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Expertos en gestionar desechos

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    Una alternativa para proteger el medioambiente es Hazwat. Se trata de una gestora de desechos que transporta, trata y dispone residuos especiales y peligrosos.

    Su gerente, Jaime Muñoz, recuerda que la idea nació en el 2001. “Éramos un grupo de profesionales que hacíamos auditorías (industriales). Llegábamos hasta cierto punto. Les decíamos aquí están sus residuos, tienen que etiquetarlos y manejarlos; sin embargo, no había el paso siguiente. Una empresa, un día, nos pidió que lo manejáramos todo, es decir también el tratamiento. Así comenzamos”.

    Cinco socios conforman la empresa. En el 2003 se obtuvo la licencia ambiental y se iniciaron operaciones; se invirtieron cerca de USD 200 000 en la compra del terreno, incineradores y otras maquinarias, desarrollo de la planta de tratamiento, entre otros.

    Esta última se encuentra en la parroquia de Otón (Cayambe), en el norte de Pichincha. Se trata de un terreno bastante seco, ubicado al lado occidental de la carretera Panamericana.

    Hazwat recibe los desechos de empresas de todo sector y los traslada para su tratamiento. Entre los productos que procesan se encuentran químicos, aceites, llantas, químicos de procesos, medicamentos y productos alimenticios caducados, residuos infecciosos y hospitalarios y otros residuos industriales.

    La cementera Unacem es uno las clientes de Hazwat. “Con ellos trabajamos hace cinco años. Hemos mantenido esta relación de trabajo porque hemos visto la gestión adecuada de los residuos que nosotros entregamos. La mayoría son de tipo peligroso, como materiales contaminados absorbentes, que incluyen guaipes, paños, madera, cartones y más. También productos químicos, tubos fluorescentes, tóneres de impresoras, pilas, baterías y aceites usados”, explica Silvana Báez, coordinadora de Ambiente de la firma.

    La gestora ha estado en permanente innovación. Gracias a los buenos resultados de sus servicios, el número de sus clientes se ha incrementado; a cinco años de las operaciones, la empresa abrió una segunda planta de tratamiento, en Lago Agrio, Sucumbíos.

    El área  en que se encuentra el  incinerador de la planta de Otón. Las temperaturas son altas, para tratar ciertos desechos en el lugar..
    El área en que se encuentra el incinerador de la planta de Otón. Las temperaturas son altas, para tratar ciertos desechos en el lugar. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

    La idea era atender al sector petrolero. Muñoz explica que a las empresas del sector les brindan el servicio de tratamiento de aguas, residuos peligrosos y de perforación.

    Desde que se inició, Hazwat trabaja con compañías grandes. Actualmente, cuenta con 700 clientes; la mayoría son multinacionales que pertenecen a diferentes sectores productivos.

    Leterago del Ecuador, una industria farmacéutica, destaca el servicio que les ofrece Hazwat. “Trabajamos con ellos desde hace siete años. Transportan, almacenan e incineran desechos de esta empresa. Entre los productos que nos gestionan están medicamentos, cosméticos, equipos electrónicos, ‘coolers’, entre otros. Nos ha ido muy bien trabajando con la gestora”, explica Miriam Murminacho, asistente de Control de Calidad.

    Los procesos toman entre 15 y 20 días. La gestión que se da a cada residuo depende del producto: se incluyen incineración, trituración, reutilización de materiales, etc.

    En el caso de tratamiento de suelos contaminados, que es otro de los servicios que brinda la empresa, la tarea se extiende hasta ocho meses. La gestora también ofrece limpieza de fosas sépticas, de áreas especiales y de sitios confinados. Asimismo, desmontaje de compañías abandonadas.

    Para el desarrollo de los procesos la empresa cuenta con maquinaria importada, pero también otra diseñada por su personal. Muñoz junto a su jefe de Proyectos, Rodolfo Avilés, han aportado para estos desarrollos.

    Entre los planes que tiene la empresa a futuro está la expansión hacia otras provincias. Actualmente, la gestora recibe desechos de industrias de diferentes partes del país, pero la idea es estar más cerca de sus clientes. “Al estar cerca de Quito estamos lejos de ciertas firmas en otras áreas del territorio. Cada vez nos demandan más servicios”.

    En su afán de cuidar el medioambiente, Hazwat también ha desarrollado proyectos en ese sentido.

    Por ejemplo, cuenta con uno de revegetación en los espacios libres de la planta de Otón. A cada cliente se le invita a que sea dueño de un árbol nativo: lo siembra y Hazwat lo cuida. Además, en las áreas de los alrededores de las fincas se ha incrementado la flora y fauna; en la Sierra se encuentran conejos y en la Amazonía, monos.

    Una imagen de los residuos que se van a gestionar en la planta  de tratamiento de Otón. En el proceso existe máximo control de los desechos.
    Una imagen de los residuos que se van a gestionar en la planta de tratamiento de Otón. En el proceso existe máximo control de los desechos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Este año, los viajeros están con más apetito

    PRNewswire y La Nación (GDA) Buenos Aires, Argentina

    Parece que los viajeros globales son conducidos por sus estómagos, cuando se trata de elegir las comodidades ideales para su hotel. Hoteles.com, revela que el desayuno de cortesía fue el número uno de los viajeros a la hora de buscar las instalaciones del hotel este año.

    El ganador del año pasado, WiFi gratuito, cayó al tercer puesto en lo que refiere a los servicios favoritos de hotel.

    Cuando se recurrió a los clientes para clasificar 33 servicios diferentes, se encontró que el desayuno fue la primera opción entre los viajeros, seguido de un restaurante accesible.

    Las 10 mejores características elegidas para el hotel ideal, también incluyen estacionamiento, áreas libres de humo y café y té disponibles en el lobby del hotel, a la llegada de los visitantes.

    En el otro extremo del ranking están las comodidades que votaron como menos importante, incluyendo los servicios para los niños, servicios para mascotas y salones de belleza. Centros de conferencias y salas de reuniones también se colocaron en el lugar de las comodidades menos importantes, a pesar de que más de un tercio de los encuestados estaban en viaje de negocios (35%).

    Cuando se les preguntó por la amenidad más importante para el interior de la habitación del hotel, el WiFi gratuito ocupó el primer lugar, seguido del baño con ducha, mientras que el cuidado de niños en la habitación fue votado como el menos importante.

    Alison Couper de la marca Hoteles.com dijo: «Los viajeros parecen obsesionados con saber dónde y cuándo tendrán su próxima comida y esto resalta en las conclusiones del estudio. Con la creciente importancia de la tecnología, es sorprendente ver que el WiFi gratuito ha caído del primer lugar en la lista general de servicios del hotel, aunque todavía es el más importante para las personas cuando están dentro de su habitación, lo que demuestra que mantenerse en contacto mientras se está de viaje sigue siendo una prioridad».

    • Hoteles pagarán por enterrar la basura

    A partir de junio, los shopping, súper e hipermercados, hoteles de 4 y 5 estrellas, bancos, industrias, cadenas de comidas rápidas y edificios que generen más de una tonelada diaria de basura en Buenos Aires tendrán que separar sus residuos y a pagar en los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse). Así lo establece un decreto reglamentario y una resolución emitida por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño.

    La ley hace hincapié en la separación de residuos de los denominados «grandes generadores» o «generadores» espaciales, que deberán contar con recipientes para arrojar basura reciclable y no reciclable, al tiempo que tendrán que acordar con las cooperativas de cartoneros que trabajan en cada zona para que recojan el material separado.

    Para el tratamiento de los residuos húmedos deberán contratar a una de las 15 empresas que están habilitadas y que serán las encargadas de recoger los desechos y llevarlos a la Ceamse.

    En la ciudad de Buenos Aires se generan unas 5 000 toneladas diarias de basura, en promedio. Sin embargo, con la puesta en marcha del plan de separación de residuos ese número disminuye drásticamente. Por caso, actualmente se están derivando a la Ceamse unas 3 410 toneladas de basura por día.

  • Av corp traslada y transforma desechos

    Carolina Enríquez (I) Redacción Quito / LÍDERES

    Traslado de productos peligrosos, revalorización de residuos industriales y generación de energía con base en residuos es el trabajo de AV CORP.

    Esta firma, que nació en Quito en 1996, tiene como objetivo cuidar el ambiente. Según Eduardo Vera, uno de sus directivos, el traslado de productos peligrosos se hace de forma técnica y certificada, ya que cuentan con el aval de las instituciones reguladoras, entre las que está el Ministerio del Ambiente.

    El crecimiento de la empresa en dos décadas se refleja en los volúmenes transportados: al inicio trasladaba unos 2 000 galones y ahora suman 300 000, de productos peligrosos. Entre esos materiales constan elementos para estimulación de pozos petroleros, productos sólidos, líquidos y lodos de diferentes industrias, etc. Por ejemplo, se encarga de los residuos que vierte GM OBB del Ecuador.

    Adolfo Gangotena, representante de ambiente y sostenibilidad de GM, destaca el «cumplimiento y la velocidad» del servicio de AV CORP. Esta firma trabaja con la ensambladora de automotores desde el 2009.

    La empresa también trabaja con el Municipio de Quito para el traslado de desechos biológicos y partes humanas, que se generan en hospitales públicos y privados, laboratorios, clínicas, etc., dentro del Distrito Metropolitano. Estos desechos son trasladados al botadero de El Inga (en el oriente de Quito), donde se realiza un proceso de tratamiento técnico. AV CORP cuenta con una flota de transportes para trasladar elementos como los residuos industriales no peligrosos (carbón, metales, madera, etc). Cuando AV CORP inició el traslado de estos productos movía unas 100 toneladas al año, pero ahora suman unas 50 000.

    La empresa, que no comparte la idea de destrucción de estos productos como un mecanismo de limpieza, desarrolla tecnología para reutilizarlos. «No compartimos con la tecnología de incineración de productos porque transformamos una masa contaminante sólida a una gaseosa. Es una salida, pero no lo ambientalmente correcto. Todos los residuos industriales siempre se los puede reutilizar», indica Vera.

    La revalorización permite que los residuos se conviertan en materia prima en otro proceso industrial. Por ejemplo, un producto PET puede transformarse y convertirse en base para la fabricación de otro. Además, el carbón una vez usado se quema. Sin embargo, la empresa ha desarrollado procesos para que este producto se reutilice como combustible.

    En esta dinámica ambiental se desarrolla -desde 2002- otro programa orientado a generar energía alternativa. El caso estrella de AV CORP es el uso de excretas y orines de los cerdos, para generar combustible para empresas, como la cementeras. «Estas van cambiando su matriz de consumo energético a la de biocombustibles. Esto nos ha tomado largos años».

    Estos procesos han sido aplicados en otros países, como Colombia, y la firma aspira a crecer en la región con el desarrollo de energía alternativa.

    Vicente Toledo, encargado de mantenimiento de planta y camiones, trabaja nueve años en la compañía y destaca su aprendizaje en el desarrollo y fabricación de maquinaria que necesiten para los procesos de AV CORP.

    50 000 toneladas de desechos traslada esta empresa al año, en promedio.