Etiqueta: responsabilidad corporativa

  • Firmas seguras para invertir

    Priscilla Alvarado

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    (I)

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    La decisión de invertir en un negocio evoluciona junto a la aplicación de tendencias basadas en la sostenibilidad. La eficiencia en lo ambiental, social y gobernabilidad corporativa vuelve atractiva a una empresa y da un ‘plus’ porque el ambiente la muestra como segura.

    En el Global Sustainable Investment Review 2018 (GSIA, por sus siglas en inglés) se detalla que la inversión sostenible ha crecido en los dos últimos años.

    Países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda concentran el 50% de activos; le siguen Estados Unido con 26% y Japón con 18%. Lo que deja a América Latina y el Caribe en un plano secundario de inversiones.

    Sin embargo, Roberto Salas, fundador de Sustainable Management Initiative, detalla que a escala regional y local se va por buen camino. Cada vez son más las empresas que incluyen dentro de su gestión la trilogía de la sostenibilidad. Soluciones ambientales, sociales y de gobiernos corporativos ya no son una moda, sino que obedecen a una exigencia mundial, señala Salas.

    Los inversores buscan ‘targets’ con mayor impacto y menor riesgo. Esto quiere decir, que cuenten con estructuras de capital sanas, estrategias con ventajas competitivas, sistemas de gestión de riesgos estructurados, transparencia en la información y gestión responsable de los ‘stakeholders’.

    Salas indica que actualmente existen nuevos instrumentos financieros como: Fondos de inversión Social Responsable, bonos verdes y bonos de carbono, que captan dinero a largo plazo pero el impacto y el aporte en sostenibilidad es mayor.

    Jorge Rodríguez, profesor de la Escuela de Negocios de la Espol (Espae), explica que para este tipo de inversores se vuelve más atractiva la sostenibilidad, porque aseguran un retorno de su capital a largo plazo.

    Esto quiere decir que aunque el proceso demora un poco y la sustentabilidad exige sacrificios de corto plazo, los resultados se medirán a futuro.

    El docente universitario añade que en la actualidad es raro ver a una empresa que cotice en la Bolsa o que sea sujeto de inversión que no cuente con este tipo de prácticas que están alineadas con la Agenda Global que está dada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

    ¿Un ejemplo? La compañía azucarera Valdez cuenta con la Certificación Ecuatoriana Ambiental Punto Verde como empresa Eco-Eficiente. La Unidad de Negocios Agroindustrial ha invertido USD 29,6 millones en mejoras al medioambiente.

    El sector productivo ya aplica planes

    Redacción Guayaquil (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Las inversiones que realizan los sectores productivos para apegarse a la tendencia mundial de sostenibilidad son notables, dice José Javier Guarderas, gerente general de Soluciones Ambientales Totales (Sambito).

    Esto implica cumplir con estándares de sostenibilidad y protección al medioambiente, ofreciendo productos más confiables y naturales para los consumidores.

    Uno de los puntos que más rescata es la iniciativa de reducir la huella de carbono. En el país hay 70 firmas financieras, turísticas y comerciales, así como industrias petroleras y agrícolas han sido certificadas por su manejo eficiente de emisiones de gases.

    La agroindustria ha ido implementando este tipo de mecanismos para tener un valor agregado. Así mismo, las empresas que exportan productos frescos adoptan técnicas de sostenibilidad y trazabilidad.

    Para empresas como la compañía azucarera Valdez, el tema es prioridad. Paula Chacón, directora de Sostenibilidad, cuenta que uno de los aportes que hacen al ambiente es que las calderas de la industria operan por debajo del límite de emisión de CO2 particulado al aire.

    En 1992, Valdez operaba con ocho calderas de baja presión con un consumo aproximado de 1,2 millones de galones de fuel oil por zafra.

    Actualmente, la industria opera con dos calderas propulsadas por bagazo de caña, con una reducción de aproximadamente 60 000 toneladas del gas que eran anteriormente emitidas a la atmósfera.

    Del lado exportador, los sectores bananero, camaronero y atunero optaron por prácticas sostenibles. En marzo se presentó en Boston, EE.UU., el primer lote de 1 000 toneladas de camarón calificado Sustainable Shrimp Partnership (SSP).

    Este camarón fue certificado por la Aquaculture Stewardship Council (ASC), como un crustáceo cultivado sin el uso de antibióticos, que mantiene completa trazabilidad y es producido sin generar impacto negativo al medioambiente.

    Con el banano, se ha destacado la importancia de promover la sostenibilidad en el sector con el cumplimiento de normas y certificaciones además de prácticas sociales para alcanzar una mayor competitividad y apertura de mercados.

    Las empresas atuneras también trabajan en planes para modelos más trazables en sus productos.

    En el ámbito educativo existen instituciones que se quieren sumar a los modelos sostenibles.

    La Universidad Ecotec, por ejemplo, busca convertirse en el primer centro educativo verde, al ser considerado ‘carbono neutro’. Este centro de estudios firmó finales de octubre pasado un convenio para trabajar en el levantamiento de un plan con alternativas para un entorno más equilibrado.

    Azucarera Valdez cuenta con la Certificación Ecuatoriana Ambiental Punto Verde. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Azucarera Valdez cuenta con la Certificación Ecuatoriana Ambiental Punto Verde. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • El concepto que cambia el consumo

    Redacción Quito

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    redaccion@revistalideres.ec

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    La economía circular se posiciona con fuerza en los debates y decisiones mundiales. Este concepto, relacionado a la ecología y la sustentabilidad, representa grandes oportunidades, pero también retos a superar.

    Según diferentes informes mundiales, un giro hacia este modelo traería beneficios económicos, sociales y ambientales.

    Una de las causas que se encuentran detrás de este ‘boom’ en la búsqueda de un modelo económico sostenible es el aumento en la generación de desechos a escala mundial y sus afectaciones al ecosistema, lo que ha alertado a los gobiernos y organizaciones.

    Según el informe del Banco Mundial, titulado ‘Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050’, los desechos crecerán un 70% en los próximos 30 años. Se pasará de 2 100 millones de toneladas en 2018, a 3 400 millones.

    El informe señala como uno de los problemas a la mala gestión de residuos sólidos, de manera especial en los países de ingreso bajo, donde solo se recupera el 4% de los residuos a comparación de los países de ingreso alto, que logran recuperar más de un tercio de los desechos.

    Por otra parte, en la generación de desechos, los países de ingresos más altos, que solo representan el 16% de la población mundial, generan el 34% de la basura del mundo.

    En este contexto surge el concepto de economía circular. Se refiere a un modelo económico caracterizado por transformar las tendencias de consumo y los modos de producción.

    La fundación Ellen MacArthur, en el informe ejecutivo Hacia una economía circular, señala tres principios en los que se fundamenta este modelo.

    Bajo este concepto los productos se diseñan para ser desensamblados y reutilizados. El segundo principio señala que en su producción se utilizan materiales y componentes que pueden retornar fácilmente a la biosfera. Por último, la energía utilizada en este proceso debe ser de origen renovable.

    La empresa ecuatoriana Ecocaucho ha visto en la economía circular una oportunidad de negocio, mediante la reutilización de neumáticos usados. Este material se usa para crear llantas renovadas, pisos, moquetas y distintos elementos viales. Desde 2013 hasta la fecha se han reutilizado 313 519 neumáticos.

    El Foro Económico Mundial asegura que la economía circular podría representar 1 trillón de dólares en ahorro de materiales al año, para 2025, y la generación de 100 000 nuevos empleos.

    Empresas grandes y pequeñas tienen planes para la gestión de residuos

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    La economía circular ofrece muchas oportunidades, que abarcan distintos ámbitos. Empresas, emprendimientos y organizaciones potencian sus estrategias a través de este modelo sostenible.

    La empresa Ecocaucho, por ejemplo, enfoca su negocio en la reutilización de neumáticos usados para generar otros productos, como llantas renovadas o pisos antifatiga, a partir del caucho recuperado.

    Desde su fundación, en el 2013, la empresa ha reutilizado 313 519 neumáticos. Según Juan Bermeo, gerente general, esto equivale a 11 km de carretera o 30 estadios de fútbol cubiertos con neumáticos.

    La compañía Tesalia CBC también impulsa proyectos de economía circular como parte de su estrategia de sostenibilidad.

    Se destaca su programa de reciclaje asociativo, que funciona en Sucumbíos, Manabí y El Oro. El objetivo es generar valor compartido a partir del trabajo con recicladores base. En total, 268 recicladores forman parte del proyecto.

    Los emprendimientos, por su parte, han visto en el sistema circular una forma de diferenciarse. Es el caso de Carla Salgado, quien maneja dos emprendimientos bajo este modelo: Wallpari, dedicado a las artesanías con material reciclado, y Qhali Snacks, cuyo negocio son los alimentos saludables.

    Salgado ha vinculado sus dos proyectos con actividades de reciclaje, cuidado del medioambiente y concienciación. El Cepito Ambiental, que recauda fondos para fundaciones de animales, y Reciclando con Kiru, para concienciar a la ciudadanía sobre el plástico, son algunas de sus campañas.

    La Fundación Llena una Botella de Amor se enfoca en actividades de educación ambiental. Trabaja con escuelas donde los niños y familias llenan botellas con bolsas y empaques de plástico. Un aliado estratégico transforma el material recolectado en madera plástica, que se usa para puentes, parques infantiles o viviendas solidarias.

    El programa funciona en Colombia y en Argentina. En Ecuador está desde el año pasado y ha logrado recolectar 300 toneladas de plástico.

    La Fundación Hermano Miguel ayuda a personas con discapacidad física y neurológica. Funciona mediante autogestión y una de sus formas de obtener recursos es a través de un programa de reciclaje.

    Trabaja con empresas que donan sus residuos. Además de gestionar este material, se brindan capacitaciones y asesorías a las empresas sobre conciencia ambiental.

    Por su parte, la Fundación Redes con Rostro lleva desde el 2017 trabajando para visibilizar a las poblaciones en situación de vulnerabilidad.

    Lo hace a través de la generación de redes colaborativas de asociaciones, pymes y emprendimientos.

    Uno de sus proyectos es el programa de reciclaje asociativo que trabaja en conjunto con Tesalia CBC. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los recicladores de base.

    Gracias al trabajo realizado, en Sucumbíos el material recolectado y comercializado por las asociaciones de recicladores subió de 14 toneladas a 24.

    En Ecocaucho se da una segunda vida a los neumáticos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    En Ecocaucho se da una segunda vida a los neumáticos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Jimmy Andrade: ‘Hay que migrar a la sostenibilidad’

    Mónica Mendoza

    (I)

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    Entrevista a Jimmy Andrade, director Ejecutivo de Cemdes

    ¿En qué momento está el Ecuador en temas de responsabilidad social corporativa?

    Es importante conocer que hasta el 2017 existían más de 600 000 empresas en el país, de esas 4 033 son empresas grandes; pero muy pocas hacen memorias de sostenibilidad.

    ¿Qué significa eso?

    Un informe de sostenibilidad debe incluir su gestión en temas económico, social y ambiental, si uno de esos enfoques falta, es desarrollo social, económico o ambiental por sí solo. Desde Cemdes hablamos de negocio sostenible porque es lo que permite al empresario comprender cuando se habla de esos temas de responsabilidad o sostenibilidad.

    ¿Hay que pasar del concepto de responsabilidad corporativa a sostenibilidad?

    Las grandes empresas del mundo, y en Ecuador, han migrado su área de responsabilidad corporativa a gerencia de sostenibilidad. Pero todavía buscamos posicionamiento de marca con pocos elementos que permitan demostrar qué tan sostenible o responsable eres.

    ¿Las empresas han logrado incorporar en su estrategia de negocios la sostenibilidad?

    Son limitadas o iniciativas aisladas, pero que no responden a su estrategia de negocios.

    ¿Cómo cuáles?

    Construir o pintar las bancas de la escuela cercana a la planta de operaciones; se toman las fotos y ‘soy socialmente responsable’. Desarrollar modelos de negocios es complicado, pero hay que enseñar cómo hacerlo. Se requieren metodologías que permitan mostrar su contribución con indicadores de impacto y no con indicadores de cumplimiento.

    ¿Cómo incluir la estrategia?

    Hay que traducir la sostenibilidad en oportunidades de negocios; cuando eso ocurra va a ser más fácil que el empresario se enganche. Hay que analizar lo que se hace en el día a adía, cuáles son las contribuciones. Si ayudo a los proveedores, por ejemplo, puedo contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8, de crecimiento económico y trabajo decente.

    ¿Qué ganan las empresas?

    La sostenibilidad agrega valor, porque ayuda a posicionar marca. Mejora la competitividad; uno de los temas claves es la eficiencia y con seguridad va de la mano de la reducción de costos. En el momento actual -en que se habla de la desigualdad en la región- hay que trabajar en las licencias sociales para mantener la paz en el país; eso permite generar oportunidades para las personas de escasos recursos e impactar positivamente en las comunidades. Así nacieron los negocios inclusivos.

    ¿Cómo se obtiene?

    La sociedad te la da, porque se convierte en tu aliada y protege el negocio porque sabe lo que significa para el desarrollo. La licencia social debe ser incorporada cuando se habla de sostenibilidad. El contrato tiene que ser para que los dos crezcan: el proveedor garantiza un producto de calidad y la empresa le asegura su mercado y pago de un precio justo.

    ¿Cuántas empresas están en los negocios inclusivos?

    Hay alrededor de 30 en el país. Negocios inclusivos es una herramienta para llegar a la licencia social. La tendencia desde hace dos años es que el 70% de la población vive en las ciudades. La pregunta es: ¿quién se va a quedar en el campo? y eso tiene que ser un llamado de atención a lo privado y a lo público, para ver qué estrategias se usan para que se queden, pero no con las mismas condiciones sino con valor, que les haga ver un futuro con más optimismo.

    ¿Es más fácil abordar el tema para una gran empresa, que para una pyme?

    Cuando se habla de temas de sostenibilidad tiene que venir desde la cabeza, si el CEO no está convencido no va pasar nada. Acabamos de presentar -con la Cámara Ecuatoriana-Americana- el primer caso de una empresa pequeña que incorpora los ODS en su negocio.

    ¿El consumidor lo valora?

    Cuando hablan todos son ambientalistas, pero en la práctica no se refleja. Por ejemplo, mañana todos los plásticos son biodegradables y no va a dejar de contaminarse los ríos ni la playa porque es un tema cultural, falta cambiar los estilos de vida.

    ¿Qué cambiará con la llegada de mileniales a las gerencias?

    El proceso se acelera con ellos en puestos estratégicos de empresas familiares, pequeñas o grandes. Son los que traen la nueva información para el negocio y para atender a la sociedad en lo que quiere y necesita.

    ¿Qué papel desempeña Cemdes en este tema?

    Como parte de la red World Business Council for Sustainable Development, la misión es facilitar al sector empresarial herramientas hacia un modelo de negocio sostenible. Hay 60 empresas miembros entre grandes, medianas y pequeñas.

    ¿Qué guías han desarrollado?

    Desarrollamos la iniciativa para una empresa miembro, Almacenes Tía, que fue de crecimiento compartido. Está diseñada para nuevos emprendedores, parte de cero, le ayudan a construir su modelo de negocios para que se convierta en proveedor de la empresa. Así ambos crecen. Además, el primer país en el mundo donde se hicieron negocios inclusivos es Ecuador, trabajamos con la ayuda de la Cooperación Holandesa. Luego se replicó en ocho países de Centro y Sudamérica.

    ¿Hay una Guía para CEO en ODS?

    Busca que el CEO en una sola mirada pueda encontrar información rápida, fácil y contundente sobre ODS hablando en términos de negocios. Que explore, se involucre y encuentre oportunidades.

    Con Espae hay una iniciativa de negocios competitivos y sostenibles ¿en qué consiste?

    Son talleres con ejecutivos donde se logra que salgan hablando de desarrollo sostenible y saquen propuestas de soluciones de negocios. No solo aprenden sino que identifican el ODS con una oportunidad de negocios y luego la empresa implementa el modelo de negocio.

    Jimmy Andrade, director Ejecutivo de Cemdes. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Jimmy Andrade, director Ejecutivo de Cemdes. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • La sostenibilidad es el nuevo norte

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El desarrollo sostenible es uno de los nuevos retos que tienen las empresas. Así lo deja ver un estudio de Deloitte que indica que en el país, el 74% de las compañías consultadas en un sondeo tienen un compromiso explícito al respecto.

    Esto significa que este grupo de empresas aborda con seriedad temas como economía circular, finanzas sostenibles, diversidad, cambio climático, etc. Según Deloitte, las empresas están informadas en cuanto a las tendencias de sostenibilidad. “Este aspecto es positivo, ya que saben que hay corrientes que están sucediendo, que son importantes de atender y que el papel empresarial es relevante para un camino sostenido”.

    Uno de los eslabones de este concepto es la responsabilidad corporativa. Las compañías ecuatorianas y las multinacionales que operan en el país tienen claro que se trata de un valor agregado. Corporación Favorita, por ejemplo, asegura que existen múltiples beneficios para una empresa que ejecuta planes de responsabilidad corporativa y sostenible. “El principal es ser corresponsable con la sociedad que nos acoge mediante la generación de un circulo virtuoso empresa-sociedad”, dice Rubén Salazar, gerente corporativo de Corporación Favorita.

    Según el vocero de esta firma, que en el 2018 tuvo ingresos por USD 2 047 millones, contar con una filosofía de valor compartido “permite a la empresa contar con políticas y prácticas que aumenten la competitividad de esta y, al mismo tiempo, mejore las condiciones, tanto económicas como sociales, de las comunidades en las cuales labora”.

    En Nestlé también destacan el valor de la sostenibilidad. Según Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad. “La responsabilidad empresarial permite que las empresas generen valor para todos los grupos de interés”.

    Para Evangelina Gómez, directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), todo plan de responsabilidad corporativo bien enfocado trae beneficios claves, como una mejor reputación. En el trabajo con los colaboradores, asegura Gómez, se obtiene la retención de talento, mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. En asuntos ambientales disminuyen los costos y se minimizan los impactos y con los proveedores se logra la fidelización.

    La innovación permite satisfacer a los consumidores

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    En el desarrollo sostenible una de las tendencias es la innovación. Según el estudio Tendencias de Sostenibilidad 2019 de Deloitte, la innovación tiene alta prioridad entre las empresas que desarrollan una política de sostenibilidad.

    El reporte añade que las firmas ecuatorianas han dado pasos importantes teóricos en esta temática. El 88% de los ejecutivos consultados mencionan que podría aplicar los principios de innovación en sus empresas, y quienes han definido un plan para dar este paso mencionan, con un 37%, que lo harán en procesos, productos y servicios.

    Según Deloitte, la innovación es empujada principalmente por las demandas de los consumidores finales. La consultora empresarial añade que los programas de innovación son más comunes en organizaciones medianas y pequeñas, donde los cambios y reacción a los desafíos son más ágiles y fáciles de enfrentar.

    “Las principales razones para innovar son la búsqueda de crecimiento sostenible basado en la diferenciación de los productos y la satisfacción de las necesidades de los consumidores”, añade el estudio.

    Las empresas están conscientes de que la innovación es fundamental. Rubén Salazar, gerente Corporativo de Corporación Favorita, considera que hoy por hoy los consumidores buscan una propuesta de valor que diferencie a un producto de otro, por factores que van más allá de la competitividad en precios.

    “Los productos que promulgan una conciencia ambiental y la evidencian mediante empaques biodegradables o con menos cantidad de plástico tienen una preferencia por los consumidores”, dice Salazar. El vocero de Corporación Favorita añade que en la actualidad las condiciones climáticas del mundo han demostrado la necesidad de ser consumidores y empresas ecológicamente responsables. “Esto genera valor compartido, ya que promueve el desarrollo de ideas innovadoras, conscientes y empáticas, que se consiguen mediante la educación”.

    Para Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, es vital para las empresas enmarcar sus acciones en buenas prácticas de responsabilidad social, que permiten contribuir de manera positiva a la sociedad y a la empresa.

    Para Nestlé, dice Mera, la prioridad y enfoque es tener negocios sostenibles en el largo plazo, en cualquier lugar donde operamos pensando siempre en nuestros consumidores, clientes, colaboradores y medioambiente.

    “Esto nos permite estar bien posicionados con nuestros consumidores a través de la generación de estrategias de comunicación alrededor de las características nutricionales e innovación de nuestros productos, reforzando la inversión detrás de nuestras marcas con foco en nuestros consumidores”.

    El vocero de esta firma de alimentos, que tiene presencia en 190 países, dice que están conscientes de que el éxito de una empresa está garantizado en la medida en que la sociedad en su conjunto logra bienes­tar. “La empresa no puede aislarse de la comunidad en la cual opera”.

    Nestlé Ecuador mira con atención a las comunidades. Foto: cortesía
    Nestlé Ecuador mira con atención a las comunidades. Foto: cortesía

    Se puede tener un plan sin importar si la empresa es grande o pequeña

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Si bien el término responsabilidad corporativa suena sofisticado y complicado, no quiere decir que sea un instrumento que se utilice solo por las grandes empresas o las multinacionales. A escala global existen datos que demuestran que las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen tanto por ganar como cualquier organización que aplica la responsabilidad corporativa.

    En España, por ejemplo, el Eurobarómetro (un indicador elaborado por la Comisión Europea) señala que el 79% de los encuestados considera que las pymes de ese país sí se esfuerzan por ser responsables con la sociedad. El dato es ocho puntos porcentuales más que la media de pymes europeas y 36 puntos porcentuales por encima de cómo son percibidas muchas de las grandes compañías en España.

    Los expertos consideran que esto ocurre porque las pymes, al tener una estructura más sencilla, están más cerca de sus grupos de interés, tanto de los empleados como de sus proveedores y de sus clientes.

    En Nestlé Ecuador saben que la responsabilidad social empresarial no debe responder solamente a grandes empresas. Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, dice que “sin distinguir el tamaño, actividad principal o situación en el mercado”, toda empresa privada contribuye a la sociedad desde cada uno de sus espacios y posibilidades, “con acciones que generan sostenibilidad para el país y el crecimiento para la empresa”.

    Según Mera, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas grandes, medianas y pequeñas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad en el futuro.

    Pronaca, la firma del sector de alimentos, también coincide en el valor de la sostenibilidad. La compañía dice que si no existe un convencimiento de los beneficios ambientales, sociales y económicos que representa la implementación de proyectos de sostenibilidad en la empresa, sea esta pequeña, mediana o grande, siempre habrá la dificultad de abordar el tema y de convencer a los directivos de la relevancia de trabajar con este enfoque y más aún, de fomentar un cambio cultural de sostenibilidad”.

    Esta compañía mantiene una filosofía que se puede replicar en pequeñas y microempresas: “Desde nuestros fundadores, se ha trabajado el concepto de ser responsables con la sociedad en la que operan, visión que se ha transmitido al resto de ejecutivos que constantemente alinean las acciones de la empresa con la sostenibilidad”. Con esta política Pronaca dice que se puede dejar un legado para las futuras generaciones.

    Los especialistas en el tema agregan que una vez que una pyme se enfoque en programas de responsabilidad social de manera consciente y deliberada, tendrá ya al menos la mitad del camino recorrido. Esto porque con un programa oficial simplemente harán de forma voluntaria y formalizada lo que llevan haciendo desde sus inicios.

    Corporación Favorita tiene el programa de voluntariado Corporativo Alza la mano. Foto: cortesía
    Corporación Favorita tiene el programa de voluntariado Corporativo Alza la mano. Foto: cortesía
  • La conciliación, vital en las empresas

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Isabel Hidalgo, directora de Relaciones Internacionales y Comunicación de la Fundación Másfamilia y de la Iniciativa EFR, estuvo en Quito y habló con LÍDERES sobre la importancia de la conciliación, como una de las aristas de la responsabilidad corporativa

    En Ecuador cada vez se habla con mayor énfasis sobre la responsabilidad social o corporativa. ¿Cuál es el camino que deben seguir las empresas que aún no están aplicando este concepto?

    Estamos en un mundo muy cambiante en el que estamos viviendo una revolución en todos los sentidos con la tecnología irrumpiendo en todo aspecto, con un concepto de clientes 24/7, estamos en un movimiento de diversidad muy compleja, no solo en la sociedad, sino también en las organizaciones. Estamos sufriendo una crisis demográfica brutal. Todos esos indicadores muestran una revolución. Desde la fundación lo que queremos hacer entender es que la conciliación es una palanca para ayudar a las empresas en estos tiempos. La conciliación pone el foco en la persona, en la humanización de las compañías. Además, pensamos en organizaciones más sostenibles, sin dejar de lado al negocio.

    ¿Qué significa la conciliación?

    Es una balanza entre las personas que conforman una organización y el propio negocio, es decir lo que mueve a una empresa para ser sostenible. Las grandes corrientes de responsabilidad social, las ISO 26000, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, coinciden en que la conciliación se convierte en una forma de responsabilidad social muy potente, que da mucho resultado en niveles intangibles, en inversión social y en el consumo responsable.

    El concepto de responsabilidad social va quedando más claro, pero ya en la práctica ¿cómo se pueden aterrizar las ideas en las empresas?

    Ideamos hace más de 15 años un modelo de gestión, con base en unos estudios de una universidad española sobre el índice de empresas familiarmente responsable que decía que había una problemática, no solo en España sino a escala global. Esa problemática tenía que ver con la conciliación laboral y familiar, y como el no poder compaginar lo profesional con lo personal estaba elevando el estrés y dando paso a enfermedades laborales como la ansiedad o el ‘burn out’. Estas enfermedades se añadían a los riesgos laborales de siempre.

    ¿Qué se obtuvo con el modelo de gestión que menciona?

    De allí surgió una norma que traza el camino para hacer una gestión estratégica para lograr la conciliación y la flexibilidad dentro de una organización. Este plan se aplica a partir del liderazgo y estilos de dirección, porque sin un liderazgo claro es imposible tratar estos temas en ninguna compañía, grande o pequeña. Se necesitan líderes que apuesten por estos temas. Luego viene un siguiente paso que es el diagnosticar a la organización, con respecto a las necesidades de las personas y a las necesidades del negocio. No se debe hacer conciliación porque sí, ni poner políticas o medidas. Se debe buscar políticas según la empresa. Por ejemplo: se puede aplicar medidas innovadoras de la NADA en una empresa, pero no a todos les va a parecer interesante la comida de los astronautas y no traerá un beneficio. La clave entonces es hallar el equilibrio no solo entre el empleado y la empresa, sino también entre el negocio y la sociedad. Así tratamos que la empresa se convierta en un agente de cambio, a través de las personas; esto redundará en una sociedad más justa y más plena.

    Isabel Hidalgo, directora de Relaciones Internacionales y Comunicación de la Fundación Másfamilia y de la Iniciativa EFR. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Foto: Patricio Terán / LÍDERES

    ¿Qué tipo de empresas trabajan en estos conceptos: las grandes, las medianas, las ‘start ups’?

    De todo. Trabajamos con más de 700 compañías en 20 países, aunque la mayoría están en España, pero también estamos muy fuertes en Portugal y Colombia. Hay compañías de toda condición, es un modelo flexible y personalizado. Lo importante es que cada empresa desarrolle su propio modelo. Hemos certificado a supermercados, hospitales, centros universitarios, organizaciones públicas, empresas aseguradoras, hasta empresas pequeñas que quieren involucrarse en este tema y ser reconocidas por ello.

    ¿Qué papel deben jugar los empleados de una empresa?

    Nuestra idea es que una compañía sea más competitiva, por lo tanto necesitamos trabajar con los líderes, con el comité de dirección. Así podemos conocer la empresa, sus puntos fuertes y débiles, para así convertirla en una organización sostenible en el tiempo. Pero nuestro foco son las personas, principalmente. Ellos son el mayor capital y del que muchas veces las empresas se vanaglorian, pero luego no se hace nada por ellos. Aunque hablamos con la dirección, insistimos en trabajar con las personas. Al diagnosticar el estado de conciliación hay que hablar con la dirección, pero también con la gente. Así ahondamos más, para así pasar las auditorías y obtener una certificación en conciliación. En ese proceso las personas de la organización, de todos los niveles, son las que más importan, con su sentir, sus propósitos, su cultura, su visión y sus valores. Por mucho que todo ese proceso se ponga en un papel, lo que importa es que las personas lo vivan y eso se refleja en la certificación.

    Usted menciona que han trabajado con instituciones públicas. ¿Cuál es la diferencia frente a una empresa privada? ¿Son procesos distintos, con reacciones también distintas?

    La mayor diferencia es que la empresa pública tiene más procedimientos, al menos en España. Existe más control y se dice que así siempre se lo ha hecho y así se va a seguir. En cambio, las empresas privadas siempre buscan nuevas tendencias. Eso no significa que no existan grandes personas trabajando en la empresa pública y que buscan cambios y por eso trabajamos con muchas entidades públicas. Pero cuesta mucho más.

    ¿Más tiempo…?

    Toma más tiempo porque la cultura de que ‘así se lo ha hecho siempre así y esto es así’ es muy difícil de romper.

    Pero esa cultura también está en la empresa privada…

    Sí, pero cada vez existe una mayor conciencia de que para ser sostenible, en este mundo tan cambiante, la empresa ya no puede permitirse decir: ‘yo siempre lo hice así’. Porque hay una serie de factores como los mileniales y la guerra por el talento que hace que lo que una empresa hacía siempre posiblemente mañana ya no funcione.

    ¿Hay que reinventarse?

    A las pruebas nos remitimos. Cuántas empresas han desaparecido por insistir en seguir haciéndolo igual. Por eso la irrupción de nuevas empresas con nuevos modelos. Las empresas que no cambiaron se quedaron atrás o desaparecieron. Hay conocidos casos de empresas de grandes compañías que para no desaparecer tuvieron que ofrecer un nuevo producto o servicio. Ninguna empresa que quiera ser sostenible en el futuro puede obviar que es necesario hacer las cosas de manera diferente, con nuevas formas de trabajo, por una gestión en la que el equipo humano esté en el centro, bajo el concepto de ‘la gente primero’.

    HOJA DE VIDA

    Formación. Experta en Gestión de la Conciliación por la Escuela de Negocios IDE CESEM y Master en Dirección y Gestión de RR.HH. por la Escuela Europea de Dirección y Empresa. También tiene estudios de Periodismo en la Universidad de Sevilla.

    Trayectoria. Es conferenciante en eventos y congresos, colabora con revistas de RR.HH. y RSE; es docente en Comunicación en diferentes escuelas de negocio.

    Cargos. Trabajó en Canal Sur. En 2004 se instaló en Madrid, donde aterrizó en RTVE, concretamente en el Telediario. Tras dicha experiencia se especializó en comunicación empresarial.

    Isabel Hidalgo, directora de Relaciones Internacionales y Comunicación de la Fundación Másfamilia y de la Iniciativa EFR. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Isabel Hidalgo, directora de Relaciones Internacionales y Comunicación de la Fundación Másfamilia y de la Iniciativa EFR. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La responsabilidad corporativa trae beneficios a las empresas

    Redacción Quito

    (I)

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    Las empresas ecuatorianas y las multinacionales que operan en el país tienen claro que la responsabilidad corporativa es un valor agregado. Así lo aseguran voceros de firmas como Corporación Favorita o Nestlé, por poner solo dos ejemplos.

    Corporación Favorita asegura que existen múltiples beneficios. “El principal es ser corresponsable con la sociedad que nos acoge mediante la generación de un circulo virtuoso empresa-sociedad”.

    Según esta firma, que en el 2018 tuvo ingresos por USD 2 047 millones y más de 18 000 colaboradores, contar con una filosofía de valor compartido “permite a la empresa contar con políticas y prácticas que aumenten su competitividad de esta y al mismo tiempo mejore las condiciones, tanto económicas y sociales, de las comunidades en las cuales labora”.

    En Nestlé también destacan la importancia de esta política. Según la firma, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad en el futuro. “La responsabilidad empresarial permite que las empresas generen valor para todos los grupos de interés”.

    Para Evangelina Gómez, directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), todo plan de responsabilidad corporativo bien enfocado trae beneficios claves como una mejor reputación.

    En temas de colaboradores, asegura Gómez, se obtiene la retención de talento, mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. En asuntos ambientales disminuyen los costos y se minimizan los impactos. “Con los proveedores se logra la fidelización de los mismos y se desarrollan mejores estándares de productos y servicios. Y con la comunidad disminuye la probabilidad de tener conflictos y se mejora su desarrollo económico”.

    El Semanario Líderes, por sus 23 años, presentará el lunes 18 de noviembre un especial sobre responsabilidad corporativa. Allí se abordarán temas como las estrategias de responsabilidad corporativa, la sostenibilidad de las compañías, los avances de la economía circular, entre otros.

    La responsabilidad corporativa, en temas de colaboradores, trae mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. Foto: archivo / LÍDERES
    La responsabilidad corporativa, en temas de colaboradores, trae mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. Foto: archivo / LÍDERES
  • CNT presentó su reporte sobre Responsabilidad Corporativa 2014

    Sofía Ramírez.
    Redactora (I)

    Una obra de teatro que sensibilizó sobre la violencia de género y los proyectos afines que realizará la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) el próximo año, fueron parte de la presentación anual de Responsabilidad Corporativa del 2014 de la estatal. El evento se llevó a cabo este 16 de diciembre del 2015, en el auditorio Franklin Ramírez Proaño, del Ministerio de Educación, ubicado en el norte de Quito.

    Durante la exposición del reporte, que sigue las directrices del Global Reporting Initiative GRI G3.1, se señaló que la empresa estatal de telecomunicaciones desarrolló proyectos enfocados en la sostenibilidad financiera de la corporación, la ampliación de la cobertura, líneas de negocios, los abonados y la productividad.

    César Regalado, gerente general de CNT, manifestó que todo el trabajo interno con los colaboradores ha permitido obtener un desempeño económico favorable, en la que se evidencia un crecimiento en promedio por año de 10%, a partir del 2010.

    Otros proyectos gestionados durante el 2014 son los que involucraron a la comunidad, en cuanto a servicios de conectividad a sectores sociales, educación y centros de salud, ampliación de red de infocentros, entre otros.

    En el ámbito ambiental, en cambio, la estatal desarrolló un Manual de Buenas Prácticas Ambientales, que se está promocionando a la fecha e impulsará otros que tiene que ver con la reducción de la huella de carbono.

    CNT cuentas
    César Regalado de CNT expone los logros de la estatal en RSE. Foto: Sofía Ramírez / LÍDERES
  • ‘Una empresa ética es muy rentable’, dice el experto Juan Alfaro

    Redacción Guayaquil

    El principal del Club de Excelencia en Sostenibilidad de España, Juan Alfaro, quien también es director de los Programas de Responsabilidad Corporativa en el IE Business School, visitó Quito y Guayaquil la semana anterior. Lo hizo para dictar 15 conferencias sobre Nuevas tendencias en responsabilidad corporativa.

    ¿Han evolucionado y madurado los conceptos relacionados con la responsabilidad corporativa, hasta el punto de generar tendencias?

    La responsabilidad corporativa se ha convertido en un activo estratégico para las empresas. Es la medida en que las actividades responsables están inmersas en la cadena de valor y, por tanto, es una generación importante de valor corporativo.

    ¿Desde cuándo lo es?

    Desde 1995 (cuando se promulgaron estos términos) se han polarizado y convertido en estrategias multidisciplinarias y transversales. La cuestión ahora involucra a los departamentos jurídicos, de marketing, de comunicación… Es un fenómeno que no es una herramienta ‘de paso’ sino del management, para todas las actividades. La visualización actual es medir el retorno de la inversión en activos tangibles e intangibles -léase reputación, capital intelectual-. A todo ello se denomina el fondo de comercio de toda empresa.

    ¿Qué tendencias han identificado en sus estudios sobre la responsabilidad corporativa a escala regional?

    Que el nivel de conocimiento sobre el tema es importante. Hemos identificado que en este momento de crisis económica a escala mundial existen tres o cuatro herramientas claras que las empresas están manejando. Esto, de manera generalizada y en varios casos.

    ¿Cuáles herramientas?

    Una de ellas es la promoción de una comunicación más activa sobre lo que las firmas hacen, mediante informes adecuados de responsabilidad corporativa. Otra es que la comunicación interna y externa, la asumen los principales ejecutivos de la empresa. Se están implantando sistemas propios de responsabilidad corporativa. En este último aspecto se destaca el trabajo realizado en las áreas de RR.HH.

    ¿Existen ejemplos al respecto?

    Hay ejemplos excepcionales sobre la movilidad de los colaboradores hacia el trabajo; las facilidades del teletrabajo desde sus domicilios y las estrategias de conciliación entre la vida personal y laboral. El tema de flexibilidad de horarios es trascendental y de obligatorio tratamiento dentro de las empresas. La filantropía también pasó de ser un discurso empresarial a una práctica de los colaboradores. Además, existen estudios muy interesantes en cómo se están comportando los mercados bursátiles, en relación con las actividades responsables que ejercen las firmas.

    En Ecuador, la transparencia empresarial -en algunos casos- se relaciona con una exposición innecesaria que puede involucrar a los directivos con líos tributarios o inseguridad. ¿Existe alguna tendencia en esta temática?

    Las empresas deben tener la capacidad necesaria para ser camaleónicas. Esto implica su capacidad de adaptación a los diferentes escenarios en que se desempeñan. En Europa se está viendo que existe una retribución desde la opinión pública a los directivos que ejercen la transparencia y se visualiza en el incremento de sus valoraciones en los mercados de capitales. En algunos países podrían llevar aparejados las cuestiones de secuestros y demás tipos de exposiciones a actos violentos. Los mercados requieren una mayor información, una mayor transparencia.

    ¿Por qué es vital la transparencia?

    La transparencia se exigía solo en lo económico y ahora se ha trasladado a lo ambiental. La transparencia es un factor de modernización en un proceso ‘de lluvia fina’ pues es de procesos largos. Una compañía ecuatoriana que quiera mantenerse como proveedor de otra firma que le demande ser transparente, necesariamente lo hará para mantenerse vigente.

    ¿Existen cambios en el rol de la ética dentro de los procesos de responsabilidad corporativa?

    La ética es y sigue siendo rentable. La cuestión es que las empresas deben instalar sistemas de gestión de valores éticos hacia el que se conviertan en pilares fundamentales para el funcionamiento de las instituciones. La ética toca más que lo financiero, aunque en muchos casos es la primera cara visible del proceso. El ser ético cotiza al alza. Esta gestión de procesos está relacionada directamente con el valor de las personas que dirigen las instituciones. No tiene que ver con el retorno de la inversión inmediata en casos de crisis económica. Lo que sí se establece es que ser ético se correlaciona con ser sostenible.

    ¿Ha cambiado el papel del Estado en la responsabilidad corporativa?

    La elaboración de las políticas públicas de promoción a las buenas prácticas está logrando resultados muy positivos en varias naciones. En algunos países se ha pasado de la promoción de las buenas prácticas a una legislación que obliga a las firmas que cotizan en el mercado de capitales, que deben reportar obligatoriamente su información económica, social y ambiental, lo cual transforma el paradigma. Lo fundamental sería elaborar muchas políticas de promoción basándose siempre en los mejores casos empresariales.