Etiqueta: Rosa

  • Ellos cultivan el arte cervecero con 20 recetas

    Evelyn Tapia

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    Santa Rosa, el barrio quiteño ubicado en el sector de Pomasqui, en el que crecieron los hermanos José (32) y Carlos Pinos (28), le da el nombre al negocio de cerveza artesanal que estos emprendedores desarrollaron en el 2015. Ahí, además, está la planta en la que producen esta bebida.

    Los primeros seis meses, los espacios de venta fueron las ferias artesanales y las primeras botellas no tenían marca. Así comenzó Cervecería Santa Rosa, recuerdan estos hermanos, junto con Pablo David Escobar, un amigo en común, que se convirtió en socio.

    Es 14 de septiembre del 2017, y junto al balcón de la casa ubicada en el Centro Histórico (entre Guayaquil y Mejía), la noche de la inauguración de su segundo local, los socios sacaron cuentas de cómo ha crecido su emprendimiento: este año proyectan que facturarán USD 350 000. Esto porque producen unos 5 000 litros al mes y suman unas 20 recetas propias.

    La fórmula de su cerveza ‘scotch’ fue creada por José para los invitados en su boda, y su sabor dulce la posicionó entre las más pedidas por sus clientes. Otra de las favoritas, la ‘honey strong’, una cerveza rubia, se elabora con miel cosechada en colmenas propias, explica Carlos.

    Casi dos años después de que la idea de hacer cerveza se cruzara por sus mentes, y luego de haber hecho un curso para aprender de la bebida, en Estados Unidos, los tres dejaron sus trabajos anteriores y ahora se dedican de lleno a atender Santa Rosa.

    Antes de aprender a hacer cervezas, José y Carlos trabajaban en producción musical, mientras que Pablo, amigo en común de los dos, estaba en el negocio de las manufacturas. Aunque ninguno se había dedicado antes a producir cerveza, confiesan que la idea siempre les pareció atractiva.

    “Nos dio curiosidad y aprendimos por ‘hobby’. Con el tiempo nos comenzaron a salir mejor y así se convirtió en una pasión que nos unió más y que además nos dejaba ingresos”, comenta Carlos, que tiene a su cargo la gerencia.

    Aunque al principio tenían la idea de poner una gran planta de producción cervecera y potenciar la distribución, luego de hacer el curso entendieron que era mejor enfocarse primero en un espacio de venta que atraiga a los clientes y les permita potenciar la cultura cervecera del tipo artesanal.

    Así, el 9 de abril del 2016 abrieron su primer local, en La Floresta. Junto con la planta en Santa Rosa y los dos locales, los emprendedores han invertido USD 150 000.

    “A nosotros nos gusta mucho el tema de diseño y por eso nos esforzamos en eso, en cada detalle de los locales”, dice Carlos.

    En el nuevo bar del Centro Histórico los socios apuestan este año a otro nicho, el maridaje de cerveza. De ahí que, a diferencia del local de La Floresta, en este hay un servicio de cocina que prepara platillos para maridar cada tipo de cerveza.

    “Fue importante darnos cuenta de que queríamos ofrecer una cerveza de calidad y servida de la manera correcta, con una buena temperatura y en un ambiente ideal en el que la decoración y la música sean parte de toda la experiencia”, explica Escobar.

    Es lo que destaca Simón Dávalos, uno de los clientes asiduos de la Cervecería. “Es importante además que hay mucha fidelidad en sus recetas, se ve que son muy exigentes en eso. A veces, las cervezas artesanales van cambiando el sabor, no siempre les sale igual, pero las de ellos no, el sabor es fiel siempre”, añade.

    A más de los locales, ahora distribuyen cervezas a unos 30 clientes de tiendas especializadas, restaurantes y bares en Quito, Cuenca, Guayaquil y Ambato.

    Los hermanos José y Carlos Pinos, junto con Pablo David Escobar (centro de la foto) son los propietarios de la Cervecería Santa Rosa, que tiene una planta de producción y dos locales. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Los hermanos José y Carlos Pinos, junto con Pablo David Escobar (centro de la foto) son los propietarios de la Cervecería Santa Rosa, que tiene una planta de producción y dos locales. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La rosa ecuatoriana reina en Rusia

    Agencia EFE

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    La rosa ecuatoriana reina en Rusia a pesar de la crisis económica que sufre este país y de que sus competidoras son sensiblemente más baratas, como demuestran las 45 empresas del sector presentes estos días en la feria de flores «Flower Expo 2017» de Moscú.

    «Ecuador es el primer importador de flores a Rusia con una cuota de mercado que se acerca al 40 %», dijo hoy a Efe Jomara Masache, experta en comercio del Instituto para la Promoción de las Exportaciones e Inversiones del Ecuador (ProEcuador).

    Rusia es un mercado esencial para el sector, porque sigue siendo uno de los pocos países dónde se regalan flores para casi cualquier ocasión y donde hay una floristería literalmente en cada esquina.

    «La flor ecuatoriana, sobre todo la rosa, es muy apreciada en Rusia por su alta calidad, por el periodo de vida que tiene en los hogares y por su belleza. Y su popularidad nos ha permitido mantener nuestra posición pese a la crisis», subrayó Masache.

    Al igual que la mayoría de las floricultoras ecuatorianas, «Glamour», que lleva quince años en Rusia, sufrió hace tres años una dura caída en este mercado, en pleno desplome de los precios del petróleo y la devaluación del rublo, que perdió entonces prácticamente la mitad de su valor.

    «En 2014 sufrimos una caída importante. Y lo sufrimos mucho, porque al caer la demanda en Rusia se dio una importante sobreoferta en el resto de los mercados. Como consecuencia, los precios de la flor ecuatoriana cayeron en todo el mundo», recordó Giovanni Almeida, ejecutivo de ventas de la empresa.

    Pero la mala situación duró poco tiempo, agregó, y ya «a partir de 2015 hemos visto una recuperación».

    «Este año ya podemos decir que el mercado ruso se está despertando nuevamente. Por todo esto, tenemos en esta feria una presencia masiva de floricultores ecuatorianos, con cerca de unas cuarenta empresas que han sentido las señales positivas para este negocio en Rusia», concluyó Almeida.

    La mayoría de las empresas ecuatorianas han traído rosas de todos los colores y tamaños, pero otros también se atreven con otras flores.

    La compañía Savisa es especializa en la Gypsophila y lleva varios años en Rusia, cuenta su representante, María Fernanda Jiménez.

    «Nuestra especialidad es la flor tinturada. Ofrecemos nueve colores y queremos abrir este novedoso mercado en Rusia. Aquí prefieren la gypso blanca, pero esperamos dar la vuelta a esto», afirmó.

    Ecuador es el país con mayor presencia en esta edición de ‘Flowers Expo’, seguida de cerca por Holanda (44 empresas) y ya de lejos por Colombia, con 27 empresas.

    Las rosas ecuatorianas tienen mayor presencia en la expo flowers 2017 de Rusia.
    Las rosas ecuatorianas tienen mayor presencia en la expo flowers 2017 de Rusia.
  • Asia admira su rosa eternizada

    Washington Benalcazar

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    Las rosas, grandes y rojas como el corazón humano, siguen siendo el regalo más romántico que puede entregar una persona a un ser amado. No pasan de moda.

    Eso lo saben bien en la empresa Flower Fest que se prepara desde ya para el 8 de agosto, el día que los 1 373 millones de habitantes de China celebran el Día del Amor.

    Es por ello que en la finca, situada en Cayambe, provincia de Pichincha, se alistan 400 000 botones, para atender la demanda romántica del gigante asiático.

    Las rosas de Flower Fest tienen un detalle especial. Son flores eternizadas, mediante un proceso químico; así se garantiza, al menos, un año de vida.

    “Ese es el valor agregado de nuestra firma”, explica Rafael Santillán, gerente general de la empresa floricultora.

    Él recuerda que hace una década incursionaron en el mercado, produciendo rosas frescas. Pero, desde hace cuatro años diversificaron también las flores eternizadas, bajo la marca Eternalfest.

    Hoy cosechan, al mes, 400 000 botones destinados al mercado de las flores frescas y 100 000, al de flores de larga duración.

    Este último proceso inicia con el cultivo de las rosas en las 13 hectáreas que posee la finca. El empresario prefiere mantener en reserva las variedades, que utilizan.

    Pero explica que para lograr el objetivo se realizaron pruebas con 300 especies. Ahí se detectó que cinco tenían las condiciones ideales para perennizarse.

    El lograr que la belleza y la frescura de una flor se congele en el tiempo es una técnica que inició en Japón. Hoy, en Ecuador, existen cuatro empresas que se han especializado en esa línea productiva, asegura Santillán.

    Con los botones de Eternalfest la firma ha conquistado los mercados de China, Japón, Australia, Qatar, Dubái, Turquía, Emiratos Árabes, Holanda y EE.UU.

    Esa estrategia le permitió a Flower Fest seguir a flote tras la caída del mercado ruso en el 2014, uno de los principales consumidores de las flores nacionales.

    A la par, la firma sigue vendiendo rosas frescas a EE.UU., Holanda, El Salvador y Guatemala.
    Unos 30 de los 120 trabajadores de la plantación se han especializado en la preservación y tinturado de las rosas. La empresa trajo técnicos de Colombia y China para capacitar a su personal. Eso permite desarrollar el producto con el éxito esperado.

    Ahora esos obreros expertos se encargan de reemplazar la sábila de las flores por preservantes orgánicos. Son productos que se utilizan en la industria cosmética, por lo que no hacen daño a la salud, explica uno de los obreros.

    Ellos trabajan el botón, por un lado, y el tallo, por otro. Y es que hay gusto para todo. La mayoría de clientes asiáticos, por ejemplo, solicita solamente los botones para hacer arreglos florales.

    Actualmente Flower Fest dispone de una gama de 25 colores fijos. Hay tonalidades exóticas como una rosa de pétalos verdes, llamada Green Foret. Otra azul denominada Blue; una con un matiz celeste conocida como Baby Blue. Y la roja, bautizada como Red Fest, que nunca pasa de moda.

    Esta última es, precisamente, la que irá, en mayor número, para celebrar el San Valentín chino. Sin embargo, la empresa puede ofrecer el color que solicite el cliente. Esa es una de las ofertas.

    En la gerencia se exhiben botones con colores sorprendentes que nunca podrían darse de manera natural. Uno de ellos emula el arcoiris y otros a las banderas de Ecuador y Estados Unidos.

    Para lograr este efecto se despojan a los pétalos de su pigmento natural. Luego lo tiñen internamente. Muchas se las arma manualmente pétalo por pétalo.

    Son verdaderos procesos de laboratorio, que ponen a prueba la habilidad y la paciencia. Un experto puede armar hasta dos de estas hermosas flores en una hora
    Las rosas se despachan al exterior de dos maneras. Las flores frescas van en ramos de 25 botones y se venden por tallo.

    Mientras que las eternizadas se envía en cajas de seis unidades.

    Los encargados de la preservación y tinturado son expertos, que mantiene con la empresa contratos de exclusividad. El objetivo es mantener en sigilo las técnicas.

    A pesar que hay flores eternizadas de otras latitudes, las del norte de Pichincha tienen fama mundial. No hay duda que la luz solar los 365 días del año, el clima templado y la reserva de agua del volcán Cayambe permiten a los capullos florecer fuertes y vigorosos.

    Los trabajadores de la finca preparan las flores de larga duración, el producto estrella de Flower Fest, en un laboratorio. Ahí se arman las rosas pétalo por pétalo. Fotos: Washington Benalcázar / LÍDERES
    Los trabajadores de la finca preparan las flores de larga duración, el producto estrella de Flower Fest, en un laboratorio. Ahí se arman las rosas pétalo por pétalo. Fotos: Washington Benalcázar / LÍDERES
  • La rosa ecuatoriana busca más compradores en China

    redacción Lideres.ec

    Representantes de 14 empresas productoras y exportadoras del sector florícola ecuatoriano visitaron las ciudades de Cantón y Hong Kong, el pasado abril, con el objetivo de incrementar las exportaciones e introducir nuevas variedades de flores en el sur de China.

    Durante la cita, los empresarios visitaron 17 firmas importadoras y distribuidoras de flores, así como los mercados florícolas en Cantón y Hong Kong. Uno de los objetivos fue conocer la cadena de distribución de la rosa ecuatoriana en el país asiático.

    La cita de negocios se llevó a cabo el 27 y 28 de abril y fue organizado por el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Pro Ecuador. Este, a través de su oficia en Cantón, también realizó -de manera simultánea- el ‘Workshop arreglos florales´ para floristerías de alta gama del lugar.

    La Asociación de Productores y Exportadores de Flores, Expoflores, presentó a finales del 2014 el informe ‘Exportaciones de flores a China’, levantado porque se identificó a ese país como un potencial mercado para este producto. El estudio analizó la situación macroeconómica de ese país y las posibilidades de las flores ecuatorianas.

    El informe detalló que los primeros 11 meses del 2014, Ecuador exportó USD 465 millones a China. Y entre el 2007 y 2014 las exportaciones registraron un crecimiento de 1 092%, al pasar de USD 39 millones a USD 465 millones.

    Asimismo, en los primeros meses del 2015, las exportaciones del Ecuador a China Continental y Hong Kong se han incrementado en 105% en comparación con el mismo período del 2014, según informó Pro Ecuador en un comunicado.

    “China es un mercado con un enorme potencial, la excelente calidad de las flores ecuatorianas son demandadas por los consumidores chinos de alto poder adquisitivo que conocen muy bien de las ventajas de las flores ecuatorianas”, señaló Mariella Molina, Directora de la Oficina Comercial en Cantón.

    La cita de negocios fue el 17 y 28 de abril de 2015. Foto: Cortesía: Pro Ecuador
    La cita de negocios fue el 17 y 28 de abril de 2015. Foto: Cortesía: Pro Ecuador
  • La rosa, en busca del aroma perdido

    Agencia AFP

    Por: Sandra Laffont

    Con su obsesión por buscar la rosa perfecta, los creadores de rosas se han olvidado del aroma, un criterio que los países productores de África y América Latina han relegado al segundo plano.

    “De 1930 a 1980, era necesario que las rosas fueran como un cristal Baccarat, en forma de cono, con pétalos que se abrían delicadamente. Las flores en forma de hélice de avión estaban de moda” , cuenta Maurice Jay, presidente de la Sociedad Francesa de Rosas, que promueve la rosa desde hace más de un siglo.

    Pero ahora, en los rosales de jardín “se vuelven a ver pétalos más arrugados, con una epidermis fina que deja escapar el aroma” . La rosa clásica “tiene distintos perfumes, pero es un caso excepcional. Es en este sentido que Only Lyon – una nueva rosa presentada en el Festival Internacional de la Rosa de Lyon- es un verdadero éxito” , explica Jay.

    Su creador es el francés Arnaud Delbard. Desde hace tres generaciones su familia produce frutos y rosas en Malicorne (centro de Francia), buscando la rosa perfecta, que conjugue criterios estéticos (grandes pétalos y tallo alargado), técnicos (resistencia al transporte, el frío) y “sentimiento” , es decir olor.

    Los Delbard crean una 150 000 variedades nuevas de rosa al año, de las que solo conservarán un pequeño número porque las redistribuyen después a los países cultivadores en forma de royalties.

    Francia, y en particular la región de Lyon, es uno de principales países cultivadores de rosas (más de 3 000 variedades nacen a orillas del río Ródano, en Lyon) .

    Fue aquí donde en 1849 Jean-Baptiste Guillot creó ‘La France’ , la primera rosa nacida de las mezclas de té, que da una enorme rosa solitaria al final de un largo tallo, el Santo Grial de las flores clásicas.

    A finales del siglo XIX, Joseph Pernet-Ducher consiguió tras 13 años de investigación la primera rosa amarilla de la historia, llamada ‘Sol de oro’. Los anglosajones le llamaron entonces ‘el mago de Lyon‘ .

    Hoy Francia sigue al frente del cultivo de nuevas variedades de rosas de jardín. Una actividad lenta que requiere al menos entre cinco y seis años para dar a luz una nueva flor.

    El aroma, una variable más

    En Malicorne, Arnaud Delbard estudia posibles asociaciones en una colección de miles de rosas (de China o Irán) , blancas, fucsias, amarillas…, con aromas de litchi, almizcle, melocotón, rosa…, de largos tallos, más o menos espinados, de flores que se abren en hélice, en gajos…

    Finalmente, Delbard elige dos variedades. Después, Catherine Morge, investigadora en Malicorne desde hace 20 años, ‘castra la rosa’ quitando los pétalos y los estambres para despejar así el pistilo, antes de rellenarlo con polen de otra variedad. De esta unión nacerá un fruto que contiene decenas de semillas, que serán a continuación plantadas y probadas durante varios años.

    Durante este lento proceso, el aroma solo es una variable más porque los países productores de África y América Latina quieren ante todo “plantas que consigan proezas técnicas” , admite Arnaud Delbard.

    La producción de la mayoría de flores cortadas se encuentra deslocalizada en Ecuador, Colombia, Kenia o Etiopía, aunque aún subsiste en Francia en algunos invernaderos de Le Var (sureste) .

    “Para producir rosas en Francia todo el año haría falta calentar y dar luz varios meses al año, lo que costaría demasiado económicamente y medioambientalmente” , asegura Delbard.

    Evidentemente, producir en países tan lejanos implica tener flores que aguanten el transporte, con pétalos resistentes. Ahora bien, el aroma, que proviene de la descomposición molecular de pétalos, sale mejor en pétalos blandos. Por eso es imposible conciliar la producción tan lejos y el aroma, dice Delbard.

    En este sentido, la nueva rosa Only Lyon, producida en Kenya y en Colombia y que simbolizaría el cultivo de rosas de la región francesa, es una excepción prometedora, un clásico vestido de blanco y rosa, con aroma a… rosa.

    La nueva rosa fue presentada en el Festival Internacional de la Rosa de Lyon, Francia. Foto: AFP
    La nueva rosa fue presentada en el Festival Internacional de la Rosa de Lyon, Francia. Foto: AFP
  • Textil Santa Rosa: Su oferta textil llega a 4 ciudades

    Modesto Moreta

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    La empresa Textil Santa Rosa Compañía Anónima es la proveedora de hilo de algodón para la fabricación de telas para toallas, sábanas, camisetas, franelas… Esta firma ambateña abastece con su producto a las fábricas de Ambato, Quito, Guayaquil e Ibarra.

    La calidad del producto, el rendimiento y la durabilidad hicieron que la distribución y comercialización se mantenga en el mercado. Anualmente, vende 900 000 kilogramos de materia prima para la industria textilera. El año pasado facturó USD 3,2 millones.

    Se inició como un proyecto en el 2009. Un grupo de inversionistas, tras realizar un estudio, detectó que había una demanda insatisfecha de hilo de algodón en el mercado textil del país. Antes de emprender, los socios generaron un plan de negocios en el que se incluyó el análisis del mercado.

    El documento de factibilidad determinó que la industria nacional requería de 100 000 kilogramos de algodón mensuales. Por eso 16 accionistas unieron sus capitales e implantaron la empresa. La inversión fue de alrededor de USD 5 millones.

    Mauricio Naranjo, gerente Administrativo y Financiero de Textil Santa Rosa, cuenta que el 50% de los recursos invertidos son propios y el resto lo obtuvieron a través de un crédito que aún están pagando a la banca local.

    El dinero lo invirtieron en la construcción de la planta industrial, la adquisición en Suiza de la maquinaria con tecnología de punta para la elaboración de dos líneas de hilatura de algodón. Asimismo, importaron la materia prima desde Estados Unidos.

    Con el asesoramiento técnico de los especialistas suizos montaron los equipos y luego capacitaron al personal. “La producción arrancó en agosto del 2010, con la fabricación de hilo 100% algodón en openet para la fabricación de telas”, explica Naranjo.

    La producción en agosto del 2010 fue de 70 000 kilos. Luego, se ubicó entre 90 000 y 100 000 kilos mensuales. Actualmente la fábrica trabaja en cuatro turnos las 24 horas, durante toda la semana, solo se paraliza para el mantenimiento preventivo de las máquinas.

    La capacidad instalada de la planta es para producir cuatro líneas más de hilo de algodón o puede ser en poliéster, polialgodón, fibras sintéticas. Los ejecutivos de Textil Santa Rosa planifican un nuevo estudio de mercado para conocer qué otra la línea de producción requiere la industria local y nacional.

    En su cartera de clientes están 15 empresas textileras grandes del país. El 60% de la producción del hilo de algodón se comercializa en Ambato. El 30% en Quito y el 10% restante se distribuyen en partes iguales entre Guayaquil e Ibarra.

    Otro de los logros de la empresa es que maneja un plan de capacitación permanente del recurso humano. Estos se manejan de acuerdo con los perfiles y estándares de calidad, eficiencia, trabajo en equipo. También cuenta con la certificación internacional Cotton USA. Esto avala que utilizan materia prima de alta calidad. Eso ayudado a que se mantenga como una de las principales proveedoras en el Ecuador.

    Uno de los clientes es la firma Tecnorizo, dedicada a fabricar toallas, sábanas y otros productos textiles elaborados con algodón. Oswaldo Abedrabbo, su gerente, menciona que trabajan hace cuatro años con la materia prima que les provee Textil Santa Rosa.

    Cuenta que la calidad del producto permitió más eficiencia y ayudó a que la maquinaria aumente su rendimiento. Por eso mensualmente adquiere 40 000 kilos de hilo de algodón. “Con la calidad de nuestros productos logramos llegar a todo el país”.

    Las cifras

    Un millón de kilos anuales de algodón se importa de los Estados Unidos. Al ser parte de la Asociación de Industriales Textileros del Ecuador se compra parte de la producción nacional.

    17 000 metros cuadrados (m2) de terreno se levanta la planta industrial. Tiene más de 3 000 m2 de construcción con las oficinas administrativas.

    23 personas laboran en la fábrica de hilos de algodón. A mediados del 2010, que entró en funcionamiento, trabajaban 15.

    Mauricio Naranjo

    Gerente Administrativo de Textil Santa Rosa. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.
    Gerente Administrativo de Textil Santa Rosa. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES.

    Nuestra planta tiene un moderno sistema de climatización que permite controlar la temperatura y la humedad en el interior de la fábrica. Eso ayuda a que el rendimiento de la maquinaria y del producto que se obtiene sea de óptima calidad. Eso permite que cubramos con nuestra materia prima a la industria del país. La empresa aplica procesos secos que evitan la contaminación ambiental en el interior y en el exterior de la planta.

    Esta empresa tiene la maquinaria con tecnología de punta que impide la contaminación en el interior y exterior de la planta.  23 personas laboran en la empresa. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Esta empresa tiene la maquinaria con tecnología de punta que impide la contaminación en el interior y exterior de la planta. 23 personas laboran en la empresa. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES.
  • Rosa Guamán: ‘Un líder siempre se preocupa por el bien de los demás’

    Pedro Maldonado

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    En las afueras de Riobamba, en el barrio Santa Cruz, se encuentra la sede de Jambi Kiwa, una asociación de mujeres campesinas que cultiva, procesa y vende plantas medicinales.

    Este trabajo se cumple desde 1999, utilizando los conocimientos que cada madre de familia de la zona rural tiene sobre la hierbaluisa, el cedrón, el jengibre, la menta, la malva, la manzanilla, el matico

    En la planta de almacenamiento y procesamiento de las plantas medicinales el trabajo es permanente. Los aromas de las distintas hierbas y plantas que se procesan cautivan el olfato de todo visitante.

    Jambi Kiwa agrupa hoy en día a 145 microempresarios dedicados a las plantas medicinales. Los productos se comercializan en Ecuador en locales de economía solidaria y cadenas de supermercados; también se exportan a Francia y Canadá.

    Esto es resultado de un proceso organizativo de muchos años y su responsable es Rosa Guamán, una mujer campesina que desde su adolescencia se mostró solidaria y rebelde al mismo tiempo.

    Ella es la responsable de haber organizado a decenas de campesinas de pequeñas comunidades repartidas por Chimborazo. Madre de cinco hijos y separada hace 25 años, Guamán empieza su día a las 05:00. A esa hora desayuna y alimenta a los animales que cría en su casa ubicada en Licto, una pequeña comunidad chimboracense.

    Guamán valora a la mujer campesina y su trabajo está enfocado -desde hace más de 40 años- en defenderla y en apoyarla para que se convierta en “sujeto activo de desarrollo”.

    Las ganas de ayudar a otras campesinas surgieron en la adolescencia de Guamán.

    “Protestaba por la clasificación que se hacía de blancos, mestizos, cholos, cutos, urcos… En Chimborazo siempre hubo una explotación muy marcada contra el indígena y en especial contra la mujer que sufría abusos y violaciones”.

    Guamán fue a trabajar en Milagro (Guayas) a los 12 años y regresó a Chimborazo poco antes de cumplir 18. Entonces empezó, con otros jóvenes, a organizar a comunidades y barrios para hacer respetar los derechos de los campesinos, de las mujeres, en especial las analfabetas.

    Su propuesta se esparció desde Licto a todo Chimborazo. “No podíamos quedarnos solo en las palabras, teníamos que crear espacios y proyectos productivos”.

    En 1998 Guamán organizó una feria de salud y un mes después con un grupo de campesinas empezó a vender las plantas medicinales que sembraban y cosechaban en sus casas. Así surgió Jambi Kiwa.

    Lo que empezó como una lucha política se convirtió en un emprendimiento social. Guamán es clara: “La mujer dejó de someterse a la sociedad y nos empezamos a sentir bien, siendo útiles por nuestros conocimientos. Somos microempresarias”.

    El punto de todo este trabajo, resume esta mujer que hoy tiene 60 años, es pensar en el pequeño productor. “Podíamos habernos reunido unos pocos, comprar un terreno y producir.

    Pero, ¿qué hay de los demás?, ¿qué hay de la gente que no tiene nada? Siempre me pregunto: qué pasa en las comunidades, en su día a día. Jambi Kiwa trata de dar sentido social y que las compañeras mejoren su vida, que no causen lástima y que se dejen ver como personas productivas”.

    Rosa Guamán convirtió la lucha por los derechos de las mujeres en un emprendimiento social. Hoy dirige la asociación Jambi Kiwa que agrupa a 145 microempresarios. Foto: Armando Prado/ El Comercio
    Rosa Guamán convirtió la lucha por los derechos de las mujeres en un emprendimiento social. Hoy dirige la asociación Jambi Kiwa que agrupa a 145 microempresarios. Foto: Armando Prado/ El Comercio