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  • Fabitex, un negocio de dos décadas de sábanas y edredones

    Modesto Moreta

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    La empresa Fabitex se encarga de la producción de sábanas, cobertores, pijamas, edredones, almohadas y línea hotelera. Uno de los puntales de esta industria ambateña es la renovación de sus productos, los cuales los comercializa a escala nacional.

    A más de esas líneas incursiona en la infantil, con gran demanda en el mercado. El año pasado esta empresa facturó USD 500 000 y actualmente cuenta con 25 colaboradoras y más de 20 distribuidores en todo el país.

    El emprendimiento familiar lo inició Fabiola Aguayza, hace 22 años. La historia comenzó cuando ella decidió confeccionar ropa interior para niñas. A pesar de que su producto se vendía bien, tras un análisis, pensó que la competencia era fuerte con las grandes empresas. Por eso buscó una línea que impactara con modelos y diseños nuevos.

    Se adentró en la línea blanca de hogar (sábanas, cobertores, almohadas). Y las ventas crecieron. Efectuó una primera inversión de seis millones de sucres, que consiguió a través de un crédito en una institución financiera. Con los recursos adquirió una máquina de coser, otra overlock y materia prima; instaló su taller en el barrio La Merced, en el norte de Ambato. Contrató a cinco personas para que le ayudaran en la producción de los textiles.

    Constantemente, ella asistía a ferias y revisaba revistas dedicadas a diseños para obtener nuevos modelos en almohadas, sábanas, cobertores, etc., que impactaran a sus clientes. Esa fue la estrategia que aún aplica en su empresa: “Estar a la vanguardia de la competencia”, dice Aguayza.

    Su esposo Hugo Caguana fue un puntal en el crecimiento de Fabitex porque, junto a él, ella viajaba a vender los productos en Costa, Sierra y Amazonía.

    En los recorridos los clientes le solicitaban más productos como cubrecamas, edredones y otros. Eso les obligó a los emprendedores a realizar una nueva inyección económica en el 2009 de USD 75 000. Importaron de China una máquina para los acolchonados de los cobertores y edredones.

    También compraron un plotter y una sublimadora para los estampados, con diseños infantiles y para adultos. Esta inversión fue de USD 38 000, vía crédito.

    Actualmente, la empresa está ubicada en el ingreso a Huachi La Joya, en el centro de la ciudad. “Mi padre César fue un emprendedor y fue el ejemplo para incursionar en los negocios”, dice ella.

    Hace dos años la posta la tomaron sus hijos, María Augusta y Fabián. Los dos están involucrados en la comercialización de las líneas de producción y el diseño. Con las enseñanzas de sus padres dirigen estas áreas del emprendimiento en las que se diseñan sábanas para niño, niña, adultos y jóvenes.

    Los productos se comercializan en Ambato, Riobamba, Quito, Portoviejo, Chone, Quevedo, Santo Domingo, Guaranda, Puyo, Tena y otras ciudades del país. Actualmente, se producen entre 600 y 700 edredones semanales que se envían a 20 distribuidores a escala nacional.

    Hace nueve años Gloria Vega es cliente de Fabitex. Su local funciona en el Centro Comercial Ferroviario, en el centro de Ambato. Cuenta que los productos son de calidad y por eso la demanda se incrementa en un 20% cada mes.

    A esto se suma el precio accesible de los juegos de sábana, edredones, pijamas, cubrecamas y la línea infantil que se confeccionan con telas de calidad. “Los diseños novedosos y diferentes a otras empresas permiten que haya demanda. Mis clientes llegan de otros cantones y también de Latacunga y Riobamba”, dice Vega.

    La proyección de Aguayza es realizar una nueva inversión para la fabricación del plumón, que es la materia prima que usa en la confección de sus líneas.

    La empresa, en el 2011, abrió una tienda de exhibición y distribución en la que los clientes pueden escoger cada uno de los modelos y diseños fabricados con telas de algodón e hijo.

    María Augusta Caguana dice que a pesar que ella y su hermano están bajo el control de sus padres, ya comenzaron abrir sus propias líneas de producción. “Estamos buscado productos con el propósito de incrementar las ventas en el país. La innovación es un puntal de nuestra empresa”.

    Los hermanos Fabián y María Augusta Caguana están al frente de la empresa. La compañía ambateña innova en los diseños que ofrece al público. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Los hermanos Fabián y María Augusta Caguana están al frente de la empresa. La compañía ambateña innova en los diseños que ofrece al público. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Las sábanas de Lulu Linens, un negocio donde reina el blanco

    Redacción Quito

    La fascinación por los detalles la llevó a dejar el negocio de las ventas y a apostarle al diseño para, literalmente, «vestir a los dormitorios». Así fue como Lourdes de Eastman contrató costureras y empezó con la confección de sábanas, pijamas y otros productos.

    Ella recuerda que todo empezó luego de un viaje a la India en el 2005, donde descubrió el mundo de las telas y el algodón. A su retorno al país, decidió empezar a hacer sábanas. Arrancó hace cuatro años con pequeñas ventas bajo pedido para un almacén y para amigos.

    «Ahí descubrí que ir a un almacén de telas era lo mejor del mundo para mí. Me encanta vestir una cama», dice.

    Victoria Eastman, su hija y socia, consideró que el negocio podía tener mayor potencial. También dejó su trabajo y decidió montar un taller. Así nació Lulu Linens. «Cuando empezamos no sabíamos qué máquinas debíamos comprar para elaborar sábanas, fui a la feria Colombia Moda y así empecé a investigar».

    Conseguir a los proveedores de las telas fue el mayor reto, recuerda Victoria. «Sábanas se pueden hacer de cualquier tela, pero yo buscaba el mejor algodón», relata esta microempresaria.

    El primer contrato fijo fue para elaborar pijamas para Fybeca. Esos primeros ingresos ayudaron a abrir el taller.

    Luego llegó otro pedido de un pequeño hotel de Quito que buscaba insumos de alta gama. El contrato, que contempló la entrega de sábanas, ‘cover duvet’, fundas de almohadas, entre otros, permitió al negocio abrir un nicho de mercado en el sector hotelero. Actualmente, tiene 10 clientes en este segmento.

    Uno de ellos es el Hotel San Agustín de Callo (Cotopaxi). Mignon Plaza, propietaria de este establecimiento, comenta que Lulu Linens es un proveedor cumplido. «Son serios y sus productos son de primera calidad. Tiene buen terminado y las telas son de gran calidad», dice.

    Madre e hija nunca dejaron de soñar con, además de la venta al por mayor, abrir una tienda. «Yo quería vender sábanas de un excelente algodón, con detalles, con excelente acabado, de lujo», dice Victoria.

    La acogida que tuvieron en la feria de emprendedores Grand Bazaar en el 2011 las animó a consolidar este proyecto.

    Así, en mayo del 2013 abrieron su primer local, ubicado al norte de Quito, donde reina el color blanco y los detalles.

    El emprendimiento hoy trabaja en abrir el mercado en Guayaquil. La firma ofrece también ítems personalizados.

    Las ventas

    Los productos. Además de pijamas y sábanas, oferta toallas de mano de lino, pantuflas, servilletas, bolsitas de lavanda y otros.

    Ingresos. En el 2011, los ingresos fueron de USD 2 000 al mes. Hoy, oscilan entre 5 000 y 6 000 al mes.