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  • Constructores de automóviles sacan provecho de los derivados en Ginebra

    Agencia AFP

    Juguetes, bicicletas, perfumes son los productos derivados son las otras estrellas del salón del automóvil de Ginebra, y proporcionan unos ingresos adicionales para los fabricantes, al tiempo que les permiten perfilar su imagen.

    En los pasillos de esta cita imprescindible para el sector automotriz y para los amantes de los vehículos de grandes cilindradas, muchas marcas exponen objetos muy alejados de lo que es el núcleo duro de sus negocios. Mientras que la italiana Ferrari propone réplicas en miniatura, el constructor de bólidos Bugatti apuesta por un bolso de piel de cocodrilo que cuesta USD 22.000. Lujo y exclusividad son la consigna.

    Para la marca de alta gama alemana Mercedes-Benz, el salón de Ginebra fue la ocasión de presentar un nuevo catálogo de productos derivados. «No todo el mundo puede permitirse comprar un Mercedes-Benz pero todo el mundo puede tener un llavero, una camiseta, un vehículo en miniatura o una carcasa para el iPhone», explicó Christian Boucke, director de la división dedicada a estas actividades.

    Según Boucke, esta actividad es «rentable» y supone cerca de USD 100 millones  en 2014. «Esta actividad permite hacer conocida la marca y dar a los clientes y también a los aficionados, la oportunidad de mostrar su orgullo», un negocio con el que vendieron casi un millón de artículos el año pasado.

    La casa del deportivo Porsche sigue la misma filosofía, con una línea que comenzó a vender en la década de 1960, vendiendo una serie de maletas inspiradas en su modelo deportivo «911». «Cuando esto se hace bien, refuerza la imagen global del constructor», comentó Stefan Bratzel, experto alemán del sector.

    Para Jens Wiese de la consultora AlixPartners esta cartera de productos puede ser muy extensa, pero la regla es que la calidad sea la misma que la marca.

    Mostrar la marca

    En países asiáticos, el logo juega un papel muy relevante, donde los clientes quieren emblemas más visibles que en Europa, dijo Boucke. Sin embargo, los constructores de lujo no son los únicos en aprovechar esta veta del negocio.

    La marca Peugeot también genera utilidades vendiendo molinillos de pimienta y leones de peluche.

    Estos artículos también puede servir a mejorar la imagen que los clientes tengan de una marca. La francesa Renault acaba de lanzar una colección de marroquinería inspiradas en las versiones de alta gama de sus modelos Espace y Clio.

    «Quisimos redefinir lo que es ‘premium’ para Renault», a explicó a  Emilie Gruson, directora artística de la marca. Para el constructor francés una serie de bolsos de entre USD 421 y 662 hacen parte de una estrategia que busca «mostrar a un público más amplio, y no necesariamente del segmento del automóvil, que la marca evoluciona»

    El nuevo Rinspeed Budii es presentado durante la jornada abierta a la prensa del Salón del Motor de Ginebra, Suiza, el pasado 3 de marzo del 2015. Foto: EFE
    El nuevo Rinspeed Budii es presentado durante la jornada abierta a la prensa del Salón del Motor de Ginebra, Suiza, el pasado 3 de marzo del 2015. Foto: EFE
  • Los microempresarios sacan el jugo a los créditos

    La economía popular y solidaria ha sido clave para que los campesinos desarrollen emprendimientos. Según datos de la incubadora de empresas Innpulsar, con sede en Cuenca, de 200 proyectos femeninos que han acompañado, el 70% es de mujeres rurales.

    Para Héctor Fajardo, de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), este dato tiene sentido, porque las campesinas se acercan con frecuencia para solicitar créditos para instalar criaderos de pollos, asaderos de cuyes, negocios de deshidratación de frutas o elaboración de pulpas para jugo.

    Una de ellas es Carmen Quizhpe, quien solicitó, en el 2010, un crédito por USD 3 000 a la cooperativa Juventud Ecuatoriana Progresista e instaló un negocio de mermeladas de papaya, mango, fresa, maracuyá, ají y pimientos. Al año pagó el crédito y ahora solicitará otro para comprar hornos para deshidratar la fruta con la que trabaja.

    En la ciudad también se benefician los emprendedores de los créditos de las cooperativas. Empanadas y algo más es un negocio de 15 m2 en el centro de Cuenca. Allí, Amelia Orellana comercializa empanadas, humitas, quimbolitos, entre otros bocaditos tradicionales. Ella obtuvo un crédito de USD 1 500, de la cooperativa La Merced y ya lo pagó. «Las cooperativas son más accesibles con las personas de escasos recursos y uno se siente en casa cuando llega a esas entidades, lo que no pasa en los bancos».

    Otro de los beneficiarios de las entidades de la economía popular y solidaria es Luis Andagana, que vive en el sector de Mogato, al occidente de Ambato. Este hombre de 33 años conformó una empresa familiar de explotación de material pétreo sobre la base de un crédito otorgado por la cooperativa Chibuleo.

    Andagana proviene de una familia de agricultores. Tiene seis hermanos. Con dos de ellos, Ángel y Hernán, conformó la empresa de explotación minera.

    Luego de una fugaz carrera como artista popular, Andagana tomó la decisión de emprender un negocio propio. Los tres hermanos invirtieron sus ahorros en la cooperativa Chibuleo. Esa entidad financiera les desembolsó USD 15 000; además Andagana hipotecó la primera volqueta de su iniciativa. Con ese automotor comercializaba el material pétreo que comparaba en las minas.

    Nicolás Manobanda, ejecutivo de la cooperativa Chibuleo, menciona que no le pidieron garantía porque entre los indígenas «la palabra es suficiente».

    Otra cooperativa indígena de éxito es Mushuc Runa (‘Hombre nuevo’ en quichua). Una de sus clientes es Carmen Tualisa, de la parroquia Quisapincha. «Desde el 2011 ya me han entregado tres créditos. El último fue de USD 7 000. Con eso compro terneros de cuatro meses, a USD 200 cada uno, semillas e insumos agrícolas».

    Esta forma de operar de las dos cooperativas generó la apertura de más instituciones. En Tungurahua, en el 2002 eran 16, hoy suman 402 entidades, entre cooperativas, corporaciones de desarrollo y cajas de crédito.

    La Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria tiene un registro de 900 cooperativas de ahorro y crédito. Sin embargo, las estadísticas de los organismos de control sostienen que el crédito de las cooperativas están enfocado básicamente en el consumo, que se lleva alrededor del 50% de los préstamos otorgados y que ha venido en aumento a raíz de la dolarización.

    La otra parte de los préstamos se reparte en micropréstamos para actividades productivas, comercio y servicios principalmente.

    Glosario

    El sector cooperativo:  comprende el conjunto de organizaciones entendidas como sociedades de personas que se han unido en forma voluntaria para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales en común, mediante una empresa de propiedad conjunta y de gestión democrática, con personalidad jurídica de derecho privado e interés social.

    El sector asociativo:  está constituido por personas naturales con actividades económicas productivas similares o complementarias, con el objeto de producir, comercializar y consumir bienes y servicios lícitos y socialmente necesarios, autoabastecerse de materia prima, insumos, herramientas, tecnología, equipos y otros bienes, o comercializar su producción en forma solidaria y autogestionada bajo los principios de la economía popular y solidaria.

    El sector comunitario:  es el conjunto de organizaciones vinculadas por relaciones de territorio, familiares, identidades étnicas, culturales, de género, de cuidado de la naturaleza, urbanas o rurales; o, de comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades que con trabajo conjunto tienen por objeto la producción, comercialización, distribución y el consumo de bienes o servicios lícitos y socialmente necesarios, en forma solidaria y autogestionada.

    Las unidades económicas populares:  son emprendimientos unipersonales, familiares, domésticos, comerciantes minoristas y talleres artesanales; que realizan actividades de producción, comercialización de bienes y prestación de servicios.

  • Los habitantes sacan provecho de las obras

    En Viche las calles son de asfalto y de tierra. Por allí caminan a diario centenares de niños y adolescentes que se dirigen a los tres centros educativos de esta parroquia del cantón Quinindé, en Esmeraldas, a 153 kilómetros de Quito.

    La escuela Juan Carlos Matheus es uno de los establecimientos educativos de Viche. Allí se educan alrededor de 430 alumnos y trabajan 17 profesores, incluyendo su directora Enis Quiñónez.

    Estudiantes y maestros lucen contentos cuando llegan al nuevo edificio. Este funciona hace dos meses, luego de que la empresa OCP, en trabajo con el Vicariato Apostólico de Esmeraldas, la Embajada de Japón, el Municipio de Quinindé y el Gobierno Parroquial de Viche consiguieran el terreno y levantaran tres bloques en donde funcionan 17 aulas.

    Verónica Cuadros, profesora de la escuela, describe el anterior local: «El espacio era muy reducido y las condiciones de trabajo eran insoportables». Esas instalaciones no tenían más de 400 m2 y contaba con tres baños para unas 450 personas; las aulas estaban inconclusas.

    OCP se contactó con la escuela hace un par de años, durante una entrega de dulces y juguetes en Navidad. «Vimos la situación que sufrían y decidimos hacer algo por ellos. Así surgió la idea de construir un nuevo edificio para la escuela», explica Rafael Liger, vocero de OCP en temas de responsabilidad social.

    La empresa aportó con USD 233 000 para levantar el edificio y para equiparlo con pupitres. Liger cuenta que OCP, como parte de su política de responsabilidad social, apoya temas de educación salud y producción. «Esto va más allá de los sellos de calidad, se trata de la ‘licencia’ social o autorización de la comunidad para trabajar tranquilo sin temor a un paro o daños al oleoducto. Siempre estamos en contacto con la comunidad y sus habitantes con nosotros».

    A unos 200 kilómetros de Viche, en el sur de Pichincha, se encuentra la parroquia Alóag, habitada por 15 000 personas. Allí funciona desde 1963 la planta de la empresa de acero Adelca.

    De los 870 empleados que laboran allí, el 60% proviene de Alóag y de sus alrededores. La relación entre la empresa y esta comunidad vivió una etapa crítica hace unos seis años, cuando empezó a operar una fundidora de metales y se generó malestar en la comunidad. La planta paralizó su operación hasta que ambas partes llegaron a un acuerdo.

    Con el conflicto, la aceptación de Adelca cayó al 17%. Hoy el indicador está en 95%, según Marco Oleas, director de Gestión Integral de la firma. Para esto fue necesario una reestructuración de procesos, que inició hace cinco años e incluyó la relación con la comunidad.

    La empresa ofrece ahora un dispensario médico, un centro informático, un centro deportivo, un espacio de capacitación… para los habitantes de Alóag. Wilson Rodríguez, presidente de la junta parroquial de Alóag, asegura que la población ha recibido unos USD 3 millones de Adelca en obras y servicios. «Apoyamos a Adelca, pero también pedimos su apoyo para la parroquia. Hemos pedido que las pequeñas falencias se corrijan. Así hemos logrado mejoras en temas ambientales, por ejemplo».

    El capítulo más reciente de la buena relación entre la comunidad y la empresa se dio hace pocas semanas, cuando representantes de Alóag calificaron la gestión de Adelca, como parte de un proceso de certificación.

    María del Carmen Pilaguano, de 54 años, y Tamara Pachamama, de 27, cuentan que el dispensario médico es una gran ayuda, con atención y medicamentos gratuitos. También destacan las vías y el centro deportivo recién inaugurado hace un par de semanas.

    La certificación S2M

    El origen. Este certificado es otorgado por la Cámara de Industrias Ecuatoriano-Británico y la Fundación S2M (con base en Quito), en convenio con Hexagon Group.

    El certificado. Adelca recibirá la certificación este jueves 12 de diciembre en una ceremonia prevista en la Iglesia de La Compañía de Jesús, en Quito.

    Casa abierta.  Ese día, en la iglesia, será la III Casa Abierta de Proyectos de Responsabilidad Social Corporativa 2.0.