Etiqueta: sastrería

  • El traje a la medida es su especialidad por más de 50 años

    Sofía Ramirez

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    Diseños anatómicos, puntadas perfectas, calidad en las telas e insumos y el traspaso de conocimiento de sastrería a las próximas generaciones es el concepto de El Dian. Esta sastrería tiene una trayectoria de más de 50 años en Quito, explica José Alfredo Caizatoa, gerente general de la pequeña empresa.

    En más de tres décadas, políticos, congresistas y embajadores han pasado y pasan por El Dian para pedir trajes a la medida. El negocio abrió sus puertas en la década de 1960; ahora el negocio cuenta con el apoyo de la segunda generación de la familia: Javier Caizatoa de 32 años, e hijo de José Alfredo, es el gerente financiero.

    La historia de El Dian inicia con el sueño de José Alfredo Caizatoa de convertirse en sastre. Él recuerda que a sus 15 años aprendió este oficio en su natal Amaguaña (al suroriente de Quito).
    A esa edad aprendió desde lo más básico, como a limpiar el taller, hasta manejar máquinas de coser que usaban a pedal y utilizar los dedales, una herramienta de todo sastre.

    En 1963, Caizatoa se radicó en Quito. Para entonces ya manejaba los cortes -la maqueta esencial para diseñar los ternos- y decidió abrir su primera sastrería en la avenida 10 de Agosto (norte de Quito) con el nombre de Sastrería Pichincha.

    José Alfredo detalla que los primeros seis meses fueron muy duros. El capital inicial fue de unos 120 sucres, pero el problema estaba en que “me veían muy joven por lo que no tenía muchos clientes”.

    Pero la perfección en sus diseños llamó la atención poco a poco y la demanda de trajes para hombres a la medida fue creciendo; después ubicó su local en la Avenida Mariana de Jesús, también en el norte de la capital. Al mismo tiempo Caizatoa se capacitaba y obtuvo el título de sastre en la Sociedad de Maestros Sastres Unión y Progreso.

    Para 1984, y por consejo de un amigo, el quiteño cambió de nombre a su sastrería por El Dian; que lleva las dos primeras letras de las palabras diseño anatómico.

    La sastrería desde sus inicios hasta la fecha trabaja con casimires importados desde Italia, Colombia, Chile, entre otros países. El valor agregado es el detalle de cada puntada, explica Javier Caizatoa, quien aprendió a ser sastre hace más de cinco años. Él es el único hijo varón de los 10 que tiene José Alfredo Caizatoa

    El Dian cada mes confecciona unos 25 trajes a la medida. Y cada cuatro meses invierte unos USD 15 000 para comprar materiales.

    El taller y la tienda están ubicados en la Avenida 6 de diciembre, en el norte de Quito. En el primer piso del taller se exhiben los diseños acordes con la tendencia actual.

    En el segundo piso, los operarios trabajan a mano en los cortes; y para la confección usan máquinas de coser importadas.

    Giovanni Veintimilla, ingeniero comercial, es cliente de El Dian hace 10 años. Durante este tiempo adquirió unos 20 ternos. Afirma que las solapas, el forro interior utilizados y el corte son perfectos y la razón de ser un cliente fiel.

    Para este año, la estrategia de El Dian es mantener el servicio personalizado a sus clientes consolidados en todos estos años.

    Otro de los planes de este negocio familiar es fortalecer todos sus canales de comunicación para posicionar su trabajo. Para eso se apoyará en las nuevas tecnologías de la información.

    Fotos: Patricio Terán/ LÍDERES José Alfredo Caizatoa (izquiera) es el fundador de la sastrería El Dian; su hijo Javier está a cargo de la parte financiera de este negocio que tiene su taller y tienda en el norte de Quito.
    Fotos: Patricio Terán/ LÍDERES
    José Alfredo Caizatoa (izquiera) es el fundador de la sastrería El Dian; su hijo Javier está a cargo de la parte financiera de este negocio que tiene su taller y tienda en el norte de Quito.
  • Una sastrería española viste a Madonna de torera para su gira

    Agencia DPA

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    Madonna se vestirá de torera en su próxima gira con dos trajes de luces y un capote confeccionados en una sastrería de un pequeño pueblo de España, donde trabajaron a contrarreloj para satisfacer el pedido.

    Se trata de la sastrería Daniel Roqueta, fundada en 1984 por un sastre con aspiraciones de torero en Utebo, una localidad de 18 000 habitantes situada en la provincia de Zaragoza (noreste). De allí salieron recientemente dos trajes de luces completos para la cantante norteamericana, bordados con las iniciales ‘R’ y ‘H’, correspondientes al nombre de su gira, ‘Rebel Heart‘, así como un capote negro bordado con flores rojas y rosas y coronado por una gran letra ‘M’.

    Los dos trajes, en color negro, rojo y blanco, incluyen chaquetilla, chaleco, y taleguilla o pantalón, además de un juego de mangas de lentejuelas y bordados. Para las bailarinas de la gira, la sastrería confeccionó dos taleguillas, dos chalecos, dos juegos de hombreras y tres tirantes, todo ello elementos propios del traje que visten los toreros en el ruedo.

    El sastre que da nombre al establecimiento, de 67 años, está «en una nube» con el encargo. «Es como una recompensa al trabajo de tantos años, a todo su esfuerzo», explicó su hijo, Alfredo Roqueta, responsable ahora del negocio familiar.

    La sastrería recibió el encargo a través de Toroshopping, una tienda en línea relacionada con el mundo del toreo con la cual se habían puesto en contacto los representantes de Madonna.

    «Hasta ese momento no teníamos constancia de quién era el cliente final, pero como se nos facilitaron varios logos que debían de aparecer en las prendas, una vez confirmado el trabajo se nos facilitaron los detalles», explicó Roqueta.

    El plazo de entrega fue de 12 días, en los que la sastrería se dedicó a tiempo completo al encargo de la famosa cantante, postergando otros trabajos. «Los diseños que se barajaron no eran viables por falta de tiempo, por lo que se propuso el diseño más vistoso posible, y lo hicimos mandando una foto del torero ‘Paulita’ con un traje que le hicimos (hace un tiempo)», explica Roqueta. Se les pidió que estuvieran «bien reforzados para aguantar los bailes» y que fueran «lo más cómodos y ligeros posible».

    El responsable del negocio explica que por falta de tiempo tuvieron que renunciar a parte del trabajo manual que tradicionalmente llevan a cabo en esta sastería, abierta desde hace más de 30 años. Ni Madonna ni sus bailarinas se personaron en Utebo para probarse los trajes, ya que todas las medidas fueron proporcionadas a través de correo electrónico.

    Los expertos señalan que las mujeres están hartas de ver a niñas de 20 años en anuncios de cosméticos para combatir las arrugas que no tienen. Foto: Carl de Souza/ AFP
    Los expertos señalan que las mujeres están hartas de ver a niñas de 20 años en anuncios de cosméticos para combatir las arrugas que no tienen. Foto: Carl de Souza/ AFP