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  • Juan Carlos Holguín: ‘El reto es ubicar a Quito entre las ciudades más competitivas’

    Redacción Quito

    La nueva administración municipal de Quito cumplió el 24 de agosto, 100 días de gestión. En la Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad, cuya sede se encuentra en el sector de Chimbacalle (sur), la mayoría de sus empleados son jóvenes profesionales. Su titular, Juan Carlos Holguín, de hecho, tiene 31 años. Este funcionario, con trayectoria emprendedora, explica a LÍDERES los proyectos y los objetivos de esta dependencia municipal.

    ¿Cómo han sido estos primeros 100 días en la Secretaría de Desarrollo Productivo?

    Encontramos un momento del sector productivo de Quito con problemas que van desde la tramitología hasta la planificación. Encontramos un sector productivo con 40 000 trámites encolados, un sector industrial con cerca de 400 industrias con obligatoriedad de moverse y reubicarse, con una ciudad que no ofrecía condiciones para atracción de inversiones ni tampoco de espacios de usos de suelo. Esto ha generado el reto de lograr un nuevo modelo de desarrollo productivo, en el que las alianzas público-privadas serán el eje transversal.

    ¿Cómo se encuentra Quito desde el ángulo de la competitividad?

    El balance que hacemos es bastante negativo. Quito, dentro de los rankings regionales de competitividad, está en los puestos del medio hacia abajo. Hay capitales vecinas que están en el ‘top’ de los rankings y la ciudad ha perdido espacio. Además, Ecuador al perder condiciones de competitividad y de atracción de inversiones en los últimos años, generó un efecto grande en la capital, inclusive en la competitividad con Guayaquil o Cuenca que tenían políticas más atrayentes para la inversión y el desarrollo productivo. El reto que nos motiva es ubicar a Quito entre las 10 ciudades con mayores índices de competitividad y desarrollo de la región.

    Es un reto bastante grande…

    Así es. Es grande, medible y muy específico. Creemos que lo vamos a lograr. Ya hemos conversado con gremios, cámaras, el sector privado y entendemos que el único camino para el desarrollo es la unidad. Cuando uno tiene una coyuntura política que de cierta manera afecta el desarrollo productivo de una ciudad, el único camino es la unidad. Quito tiene altos niveles de desempleo entre los jóvenes y lo que podemos hacer es trabajar en conjunto con alianzas público-privadas.

    ¿Qué surge de esas reuniones con gremios, sector privado, cámaras de la Producción?

    Nosotros sabíamos que las soluciones inmediatas a los problemas, como los de la tramitología, por ejemplo, podían venir de quienes vivían esos problemas. Por eso hemos tenido reuniones eficientes con las cámaras, la Bolsa de Valores y hemos entendido que sentados en una mesa podemos iniciar un proceso de identificación de inconvenientes, de soluciones a esos problemas y de mejoras inmediatas. Las mismas cámaras presentaron su diagnóstico, sugirieron ideas y estamos implementando políticas para salir de los problemas.

    ¿Qué importancia se le da al emprendimiento desde la Secretaría?

    Quito tiene una cultura emprendedora marcada a través de su historia. Un ejemplo son las empresas de base tecnológica de los años 90, que desarrollaron software a escala regional. Lamentablemente, Ecuador no tiene aún una ley de emprendimiento que genere políticas públicas en la materia. Quito, a pesar de la potencialidad y de la iniciativa ciudadana, no ofrece políticas de acompañamiento. Estamos reorientando eso para lograr una política al respecto y generar desarrollos sustentables.

    ¿En concreto qué están haciendo al respecto?

    Nos enfocamos en tres áreas claves. La primera, es el turismo que ha tenido una inercia importante y un crecimiento superior a los índices promedio de la región. Es un eje importante, con proyectos hoy en día de casi USD 400 millones en el sector hotelero. El turismo es una oportunidad para incrementar la inversión en la ciudad y para dinamizar la economía. El segundo punto clave es la posición geográfica de la ciudad. Con la zona franca de Tababela podemos convertir a Quito en un ‘hub’ logístico regional en flores, por ejemplo. Quito tiene potencial para eso. Y la tercera área es la de innovación, allí el gran reto es poder tener una política eficiente de innovación y conocimiento.

    ¿Qué tan complicado es atraer inversiones para una ciudad?

    Quito tiene una problemática importante comparada con otras ciudades del país y la región. A pesar que existía una agencia de inversiones, esta no tenía un impacto de posicionamiento grande a escala local e internacional. Con la Cámara de Industrias y Producción hemos iniciado un proceso para generar una agencia de promoción de inversiones que acompañe a los inversionistas.

    ¿Se anima a poner fechas para los objetivos?

    Para el 2019 la meta es que Quito esté entre las 10 ciudades con mayores índices de competitividad y desarrollo sostenible de la región. Queremos en los 16 meses próximos tener un crecimiento de 20% en las inversiones en la ciudad y queremos llegar al 2019 duplicando la tasa de estadía de los turistas que llegan a Quito. Se podría generar entre 5 000 y 10 000 puestos de empleo solo en turismo.

    Empresas, Gobierno y universidades comentan del cambio de la matriz productiva. ¿Cómo miran ustedes este plan gubernamental?

    Creemos que el cambio de matriz genera atracción de inversiones y la vemos como una buena oportunidad para el Ecuador, tal como lo es tener un acuerdo con la Unión Europea y que se vea al turismo como un eje de desarrollo. Son coyunturas que vemos con buenos ojos.

    ¿Qué planes tienen con las zonas industriales del Distrito Metropolitano?

    Hay tres zonas identificadas: Calacalí no tiene servicios básicos; Turubamba simboliza una planificación caótica de la ciudad; y en la zona de mayor potencial, la de Itulcachi, el problema es la especulación de precios. En las zonas industriales buscamos un ordenamiento territorial, para que las inversiones que se realicen perduren por más de 50 años. Se necesita planificación y protección.


    Un resumen de su hoja de vida:
    Un resumen de su hoja de vida:

    Este contenido ha sido publicado originalmente por Revista Líderes en la siguiente dirección: http://www.revistalideres.ec/entrevista/Andris-Piebalgs-negociacion-Ecuador-empresa-economia-banco-crecimiento_0_1187281262.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. Revistalideres.ec

    La formación. Estudió Comunicación en la U. San Francisco de Quito. Tiene una maestría en Políticas Públicas en Georgetown University, EE.UU.

    Emprendedor. Tiene trayectoria en la creación y manejo de empresas vinculadas con el marketing deportivo.

    La Frase. «El gran reto es lograr un nuevo modelo de desarrollo productivo para quito, en el que las alianzas público-privadas sean el eje traNsversal».

  • Laura, de secretaria a relacionista pública

    Por Antonio Rodríguez IDE Business School

    Laura Beltrán, una periodista con nueve años de experiencia en el mercado, al encontrarse en una situación laboral incierta decidió aceptar la propuesta de un amigo suyo, quien era Vicerrector Académico de una pequeña universidad, que requería una secretaria.

    Laura era una mujer muy capaz, y aprendía muy rápido, y no fue problema desempeñar las funciones de secretaria, pero los demás directivos de la universidad tenían una opinión distinta sobre su desempeño.

    Con base en la necesidad que tenía la universidad, considerando la experiencia de Laura, decidieron darle las funciones de Relacionista Pública, y cuando Laura creía que se trataba de una oportunidad para mejorar su desarrollo profesional y su ambiente laboral, tuvo que enfrentar otras dificultades que le hacían pensar incluso en la idea de renunciar.

    A continuación, presentamos una versión resumida de una experiencia relacionada con el manejo del Recurso Humano, como parte de la serie de Casos Empresariales que se publica en este Semanario.La universidad

    Era una universidad pequeña. Tenía el respaldo y el nombre de una universidad norteamericana y estaba dirigida al segmento más rico de la población, los que podían pagar la educación más cara del país.

    Era poco conocida por el gran público, ya que estaba orientada a una porción muy selecta de la sociedad y pensaban que no necesitaban una publicidad masiva. Aunque su difusión se limitaba a folletos muy elegantes, en su segmento de mercado era muy conocida y gozaba de un gran prestigio por los profesores extranjeros que traía y por el ambiente de calidad que envolvía todas sus actividades. En cambio, muchos de los universitarios de la ciudad apenas sabían que existía.

    La plantilla de personal era muy reducida y todos se conocían. Sus instalaciones eran elegantes, pero pequeñas, y todo el personal trabajaba en un entorno físicamente reducido. Solo tres profesores locales trabajaban a tiempo completo. La mayoría de las clases las dirigían profesores a tiempo parcial o invitados de otros países.

    Su mercado era demasiado reducido. El problema consistía en que muchos jóvenes que tenían posibilidades económicas para pagar el alto costo preferían irse a estudiar al exterior.El perfil profesional

    Laura estuvo cerca de nueve años en un periódico donde realizó con éxito todo tipo de actividades, desde correr atrás de la noticia, hasta ser jefa de área, coordinando el trabajo de ocho periodistas. Conocedora de conceptos básicos de diagramación y diseño gráfico, fue asumiendo la elaboración de páginas y suplementos especiales, que incluían investigación periodística, rama en la que particularmente se destacó.

    Todo esto fue logrado a partir de su empeño y sus dotes naturales, ya que no tenía estudios de periodismo. Su educación se interrumpió en el tercer año de la universidad, donde estudiaba educación de párvulos, cuando tuvo la necesidad de ponerse a trabajar a tiempo completo.

    Salió del periódico para entrar en un canal de televisión, donde permaneció seis meses, ya que la televisora hizo una fuerte reducción de personal.

    Esperando la oportunidad de tener un empleo fijo, incursionó en trabajos extras, como la dirección de una revista pequeña de circulación local y colaborar como ‘free lance’ con otras de circulación nacional. Durante el tiempo que trabajó por su cuenta le iba bien, pero era necesario invertir más capital en equipos y tenía un cierto grado de incertidumbre que no le gustaba.Laura secretaria

    Laura empezó a trabajar en esta universidad como secretaria del vicerrector Académico, el Eco. Alfredo López. Ella tuvo resistencia para aceptar el trabajo, ya que no tenía la formación para el cargo, además que siempre había trabajado como periodista y este nuevo puesto no le resultaba atractivo. Sin embrago, al ser amiga del Eco. López, sabía que el estar trabajando con alguien a quien conocía muy bien, era mucho mejor que el desempleo o el autoempleo.

    El trabajo no era mal remunerado, además al ser un empleo de oficina, podía descansar los fines de semana.

    Muchas cosas en la universidad se manejaban informalmente, y esto derivaba en que otros directivos pidieran a Laura ayuda en tareas específicas, lo cual era incómodo incluso para Alfredo, porque esto provocaba que ella se atrasase en las tareas que él le encomendaba. Incluso Alfredo les solicitó que esta situación cambiase, pero fue interpretado de paternalista.

    Laura cada vez era mejor en sus funciones, pero los demás directivos cuestionaban mucho su trabajo y sus habilidades por el hecho de su profesión de periodista, llegando a querer tener más dominio de su trabajo y haciéndola sentir insegura. Laura expuso su malestar, recibió el apoyo de Alfredo, pero los otros directivos la catalogaban como «muy sensible». Surgió la idea de irse.Las Relaciones Públicas

    Los directivos de la universidad, conscientes de la necesidad de ser más conocidos, e integrarse con la comunidad, sabían que para alcanzar ese objetivo institucional necesitaban fortalecer sus Relaciones Públicas.

    Había pasado apenas un año y Alfredo se acordó que era hora de estimular la idea que sus colegas tenían de abrir un departamento de Relaciones Públicas. Así lo hizo y propuso a Laura para el cargo. Los directivos aceptaron al unísono. Laura tenía la experiencia y los contactos suficientes.

    «Ahora sí que no hay dudas, esta es tu oportunidad de hacer lo que te gusta y para lo que estás preparada» le comentó Alfredo López. Y con esa voz de ánimo, previo a un diálogo con todos los directivos a los que les pidió un voto de confianza en su gestión y en su capacidad, empezó la tarea de manejar la imagen de la universidad, reportando directamente al Rector.

    A la semana de posesionarse en sus nuevas funciones, Laura presentó al Rector un esquema de metas a corto, mediano y largo plazos. Todo fue aprobado y para ella esa era una buena señal, para el cumplimiento de sus objetivos profesionales en la universidad.

    Era un nuevo reto, y al mismo tiempo Laura se mostraba más optimista, respecto al ambiente laboral y su desarrollo profesional.Los problemas continuaban

    La universidad era siempre muy austera en sus gastos y bajo esta misma óptica eran vistos los proyectos de Laura. Ella había estado acostumbrada a trabajar en los medios de comunicación siempre con bajos costos, y entendía que la calidad era importante, pero era mejor lograrla sin excesos de dinero.

    Esta medida se aplicó al salario de Laura, pues le ofrecieron el mismo sueldo que ganaba como secretaria, y aunque este no era malo, no compensaba el hecho de tener más responsabilidades, lo cual provocaba que empezase su nuevo cargo con ciertos malestares. Alfredo intentó intervenir pero el argumento de los directivos fue: «sus compañeras secretarias se podrían resentir». Laura tenía la esperanza que pronto se darían cuenta del error que estaban cometiendo y que la situación iba a cambiar.

    Fue así que empezó a desarrollar sus metas y pronto se vieron buenos resultados. La cobertura que daban los medios de comunicación a las actividades de la universidad era muy buena, prácticamente cada semana aparecía en algún medio de comunicación importante.

    Laura se sentía orgullosa de este logro, pues como ella misma decía «no es fácil que un canal de TV o un periódico tome en cuenta a una entidad relativamente nueva».El publicista

    Laura se desempeñaba siempre muy fiel a las políticas del ahorro, sin perjudicar la calidad, y trataba que cada evento tuviera un bajo costo, incluso ella tomaba las fotos con la cámara de su esposo, para evitar contratar un fotógrafo, y hacía las veces de diseñadora gráfica para no contratar ese servicio.

    Sin embargo, Laura sentía que esa política de austeridad se estaba aplicando estrictamente a su labor, reflejándose en restricciones en el presupuesto de movilización y prensa escrita. Poco después surgió otro gran problema: la universidad planeaba la apertura de una nueva carrera, para ello querían preparar una campaña de publicidad masiva.

    Cuando Laura tenía todo listo y se había contactado con colegas y con una agencia de publicidad y con costos discretos, el Rector decidió que el trabajo sería hecho por un publicista independiente que aunque vivía en otra ciudad, tenía buenas referencias. El costo fue 10 veces mayor, y el publicista no cumplió los plazos establecidos, y debido a que Laura fue relegada a cumplir las peticiones de él, fue culpada de ello, y al quejarse de la situación fue calificada de «extremadamente sensible»; pensó nuevamente en renunciar.

    Preguntas del caso
    ¿Laura debería renunciar? ¿Debía aceptar el cargo con el salario de secretaria? ¿Qué debe mejorar la universidad?