Adriana Martínez Guerrero, directora general de ID Hunt, habla de seis competecias claves para la nueva normalidad.
1. Crear una visión. Son los ejecutivos que tienen la capacidad de imaginar nuevas ideas y estrategias. Es decir, son innovadores y piensan en grande. Asimismo, redefinen los limites de lo que es posible, tanto en los equipos de trabajo como en la organización.
2. Crear estrategias. Se trata de transformar las metas e ideas en planes de acción que no sólo sean innovadores, sino también factibles. La innovación tiene que ver con sueños reales que se pueden llevar a cabo. Para lograrlo, los ejecutivos tienen que saber con qué recursos cuenta la empresa.
3. Garantizar resultados. Los ejecutivos con el sello de garantía en los resultados son capaces de implementar prioridades organizacionales, se percatan de qué es lo más importante que se debe hacer en la organización y están al pendiente de que se ejecute de manera efectiva. Las personas con esta competencia, marcan muy bien el ritmo de trabajo, establecen las expectativas de calidad en los equipos y son resilientes.
4. Inspirar. Esta habilidad está relacionada con fomentar la claridad y la unidad en torno a las ideas. Los ejecutivos con esta competencia comunican con mucho entusiasmo el nuevo proyecto o la nueva línea de negocio. Su seguridad se contagia y convencen a toda la organización de los méritos de la nueva aventura.
5. Ser accesible. Los ejecutivos accesibles son los que empoderan a los miembros del equipo, permiten hablar, proponer y dar una retroalimentación. Tienen muy buena comunicación con el personal y su retroalimentación no se convierte en un regaño.
6. Ser mentor. Esta competencia tiene que ver con la guía que proporcionan los ejecutivos al resto de los colaboradores para desarrollarlos y formarlos.
Inspirar y ser mentores son dos de las habilidades que más se valorarán en la nueva normalidad del mundo laboral. Freepik.es
La pandemia por covid-19 terminó siendo un acelerador de la transformación digital de los negocios”. Esa es la conclusión a la que llegó René de Sola, socio de la compañía internacional de asesoría corporativa Tobar ZVS.
Las nuevas normas de distanciamiento social y extremas medidas de bioseguridad impulsan a que los negocios físicos ya existentes den un giro hacia lo electrónico o que surjan nuevas iniciativas empresariales nativas digitales.
“El primer paso para comenzar negocios de este tipo es pensar cuál es el objetivo, qué es lo que debo hacer. Como cualquier negocio corriente. Una alternativa es ver qué cosas están complicadas , que la gente no sabe cómo solucionar o qué podría hacerse de mejor manera. Se debe empezar analizando las necesidades”, dice.
Como ejemplos está el servicio que tras un mensaje de WhatsApp acude a las casas a arreglar electrodomésticos o prender autos sin batería por la falta de uso o la alternativa para que se puedan realizar ciertos trámites en las notarías del país de forma digital. Sola explica que esos son procesos transaccionales, por lo que también se los considera comercio electrónico.
Esta actividad tomó fuerza en el país desde el 2008, aproximadamente. Desde ese momento comenzaron a surgir negocios en este segmento que incluían empresas ya existentes que se digitalizaron, market place (mercados digitales), tiendas en línea, ventas a través de aplicaciones, etc.
Hasta antes de la emergencia, según la Cámara Ecuatoriana del Comercio Electrónico (CECE), los negocios con más dinamismo que trabajaban bajo este esquema eran los de aerolíneas y moda. Una vez que surgió la pandemia tomaron fuerza los de venta de alimentos, retail, aseo personal y de hogar; han ido apareciendo otros como servicios de salud y articulos farmacéuticos.
La CECE calcula que más de 500 empresas hacen, en la actualidad, comercio electrónico en el país. En este grupo están aquellos negocios que nacieron en el mundo físico o los llamados jugadores puros (nativos 100% digitales).
No se considera en este grupo a todas las demás empresas que se dedican a esta actividad vía Instagram, WhatsApp o Facebook y que cobran solo en efectivo. “También hacen comercio electrónico”, explica Leonardo Ottati, director de la agremiación.
El directivo explica que todo emprendimiento digital formal debe cumplir con las normativas de Ley como cualquier otro, es decir las tributarias y laborales.
Tanto él como Giovanni Bastidas, director de las maestrías en mercadotecnia de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA), explican que, una vez que el emprendedor tiene la idea de negocio y su operación en el marco de la vida actual, debe seguir otros cinco pasos para sacar adelante su negocio: contar con una plataforma, definir la parte vinculada a la cancelación de bienes o servicios (sistema de pago seguro y establecimiento de los mecanismos para cobrar el dinero), determinar la forma cómo se va a distribuir, ver cómo se va a hacer publicidad e idear el mecanismo de servicio al cliente.
Sebastián Chiriboga, especialista en Emprendimiento e Innovación de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), explica que a parte de esos pasos operativos básicos es importante que el emprendedor que busca arrancar con un negocio electrónico o que quiere transformarse debe hacer análisis que incluya una evaluación de la situación del emprendimiento actual o del que se prevé desarrollar; priorizar el cambio digital; analizar los clientes vía Internet que puede tener y entender y optimizar la experiencia del usuario.
Mientras que Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, aconseja que las empresas que apuntan a una transformación digital deben tener un consejero con experiencia comprobada en ello; usar datos para entender al cliente; utilizar nuevas tecnologías; tener un proceso de gestión de innovación, etc.
Identificar qué bien o servicio está demandando la ciudadanía y pueda ofrecerse vía Internet es el primer paso que debe realizar todo emprendedor que buscar generar un negocio digital. Esa es la explicación que brinda Giovanni Bastidas, director de las maestrías en mercadotecnia de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA), en relación con la creación de un emprendimiento electrónico.
El empresario debe definir, además, si está en la capacidad de cumplir con la oferta. Leonardo Ottati, director de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE), explica que la firma, además, debe contar con los lineamientos de bioseguridad que la situación mundial exige. Estos deben aplicarse desde que se recibe la materia prima o los bienes terminados, en la producción, empaque, transporte y entrega.
Bastidas agrega que hay que dar forma al negocio dándole un nombre. Un negocio digital formal debe contar con un Registro Único del Contribuyente (RUC) y, en caso de contratar personal, debe estar afiliado a la seguridad social y tener acceso a derechos laborales de Ley.
Ottati recomienda que la facturación sea electrónica. El Servicio de Rentas Internas establece que entre los requisitos para ello está tener firma electrónica, contar con un software que genere comprobantes electrónicos, clave de acceso a SRI en línea y convenio de débito registrado.
Dependiendo de los recursos con los que cuente una empresa que busca transformarse digitalmente o que nacerá nativa digital se debe definir cómo se ofrecerán los bienes o servicios.
Una alternativa para las Mipymes es mostrar sus productos en cuentas de Instagram, Facebook o Whatsapp Business. Este último es una opción versátil ya que la mayoría de personas tiene un teléfono.
Se trata de una aplicación de descarga gratuita que está disponible para Android e iOS. Permite crear un perfil del negocio: nombre (con la posibilidad de establecer si es una empresa verificada); descripción de las actividades que realiza; dirección de correo electrónico; sitio web; geolocalización; horarios y opción para crear un catálogo con fotos de los productos o servicios.
Otra alternativa son los ‘market place’ o plataformas en las cuales los emprendedores puedan presentar su oferta. Una de ellas es Cuando Volvamos, de la Cámara de Comercio de Quito. La idea es que los emprendedores, socios del gremio, muestren sus productos o servicios y ofrezcan un descuento atractivo. El comprador adquirirá su producto a través del botón de pagos y la Cámara adjudicará el valor al propietarios del emprendimiento.
Esta alternativa surgió en el marco de la emergencia por el covid-19, para evitar el cierre masivo de negocios. Las empresas con más capital que quieran ser digitales tienen la opción de contar con su propia página web para la venta.
Los negocios digitales que quieran mostrarse en las redes sociales deben registrarse con un perfil empresarial y no personal.
Daniela Larrea, encargada de emprendimiento de ConQuito, explica que el registro no tiene costo. Lo que sí cuesta es la publicidad en estas plataformas.
“Cuando se hace una publicación y uno quiere llegar a más cantidad de las personas que dieron un me gusta se invierte en promoción. Se amplían las visualizaciones. Por ejemplo, en Facebook se puede pagar desde USD 5 por publicidad. El valor cambia de acuerdo con la cantidad de gente a la que se quiera llegar, el tiempo que se quiera pautar y el alcance por diferentes segmentos”.
Cuando un negocio esta registrado como emprendimiento, Facebook automáticamente le ofrece la posibilidad de publicitar. Dando clic en esa opción se genera la ventana para establecer las especificaciones y realizar el pago.
Un mecanismo similar se hace en otras ‘apps’ vinculadas a esta aplicación. Otras alternativas para mostrar bienes y servicios es la función Facebook Shop, que funciona como una tienda electrónica.
Sebastián Chiriboga, especialista en Emprendimiento e Innovación de la CCQ, indica que “es vital comprender la relevancia de la publicidad en redes sociales y el uso de herramientas para la comunicación en esa vía. Esto decantará en una estrategia de marketing digital efectiva del negocio para llegar al cliente y fidelizarlo”.
Los negocios digitales nuevos pueden empezar cobrando vía transferencias bancarias. Así lo explica Giovanni Bastidas, director de las maestrías en mercadotecnia de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA) .
Actualmente, la mayoría de emprendimientos reciben tanto pagos digitales como en efectivo. Sin embargo, en el marco de la pandemia la entrega de billetes o monedas no es una opción del todo higiénica.
Pero, un menor uso del efectivo es un problema ya que la mitad de la población del país no está bancarizada. No puede acceder a dispositivos como tarjetas de débito o crédito y esa es la principal falencia para impulsar los pagos bajo la metodología digital.
Los negocios digitales también pueden optar por otros mecanismos para cobrar, como los botones de pago. El requisito principal es que cuenten con certificado PCI, que permite que las transacciones viajen de forma segura. Lo usan los bancos para las operaciones con tarjetas de crédito.
Según el informe de Fuentes secundarias ecommerce en Ecuador, de Focus Research & Strategy, de este año, 9,7% de la población compra /paga en línea.
Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, explica que los negocios deben aprovechar las nuevas tecnologías para lo financiero y otros procesos como blockchain, bigdata, drones, robótica, Internet de alta velocidad, impresión 3d, Internet de las cosas, realidad aumentada, etc.
Desde el punto de vista de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE) las empresas digitales que venden bienes deben utilizar los servicios de terceros para la entrega. Entre estos se encuentran las múltiples plataformas que existen en este momento en el mercado. Esto, a decir del director de este gremio, Leonardo Ottati, permite a los negocios tener un peso menos encima.
Considera que al empezar se debe trabajar de esta manera porque no se tiene la experiencia necesaria en producción y distribución para funcionar solos.
Agrega que hay que estar preparados en cuanto a capacidad de distribución. “Hay que nacer entendiendo las salidas controladas, es decir saber cuántas entregas diarias se puede hacer. Si el primer día no cumplo y tengo 500 quejas, el segundo ya no vendo y el tercero quiebro”, comenta.
Las empresas más pequeñas pueden utilizar su propia mensajería siempre que hagan un análisis del cumplimiento de distribución. Un negocio digital pequeño puede funcionar con de tres a cinco personas. Todo depende del producto y de la cantidad de pedidos.
Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, indica que ahora los negocios pequeños tienen la oportunidad de hacerse grandes si usan la transformación digital y tienen una buena hipótesis de mercado que permita desarrollar un emprendimien de carácter innovador.
Todo emprendimieto digital debe entender que tendrá que enfrentar reclamos , devoluciones y quejas.
Las empresas más grandes pueden responder a las personas a través de los llamado “bots”, aunque solo hasta cierto punto. Luego es necesario que personal humano dé respuestas. Cuando es un negocio muy pequeño es fundamental que, al menos, se contesten dudas a través de plataformas como Whatsapp Business o regular. Otro elemento importante es proteger al cliente que hace transacciones en línea y entrega información. Germán Pancho, director de la maestría en gerencia de sistemas y seguridad de la información de la UDLA, explica que la protección de datos personales de clientes se encuentra en un contexto de carácter legal y por tanto debe establecerse la debida diligencia en su manejo.
Entre las medidas que se deben tomar están la clasificación de la los niveles de sensibilidad de la información; el designar a un responsable por la custodia y manejo de la información y la formalización de acuerdos de confidencialidad entre los responsables del manejo y uso de la data.
Se debe evitar el robo de información o el mal uso de parte de terceros. Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, explica que se deben utilizar datos para entender al cliente y analizar la competencia y plantear diferentes hipótesis de nuevas ideas de negocios y sobre todo ver cómo resolver un problema de mercado.
Desde el 2008 tomaron fuerza los negocios digitales en Ecuador. La pandemia se convirtió en un acelerador para que aparezcan o se transformen más emprendimientos de este. Foto: Archivo / LÍDERES
La oferta exportable nacional se promociona en México. Seis empresas ecuatorianas participan hasta este 8 de marzo del 2018 en la feria Expo Antad & Alimentaria.
El encuentro, según informó Pro Ecuador, se desarrolla en Guadalajara. Es la sexta ocasión en que el país está presenta en la cita donde se exponen artículos del sector de alimentos, bebidas y retail de Latinoamérica.
Confiteca, Dlip, Sumesa, Grupe Terraverde, Plantain Republic y Café Valverde son las compañías nacionales participantes. Estas exhiben sus productos en el stand de Pro Ecuador, entre los que están confitería, shakes de frutas, colágeno hidrolizado, snacks, condimentos, café de especialidad, entre otros.
El encuentro lo organiza la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales de México, en conjunto con Alimentaria Internacional, “dando espacio a citas comerciales con las principales cadenas de retail nacionales y regionales de México, a fin de promover nuevas oportunidades de negocios en distintos productos”, indica Pro Ecuador.
Expo Antad & Alimentaria cuenta con 55 000 metros cuadrados de áreas de negocios, más de 2 400 expositores, participantes de más de 30 países, 7 000 productos promocionados y 45 000 visitantes profesionales del sector.
Ecuador participa por sexta vez consecutiva en la feria Expo Antad & Alimentaria, en México. Foto: Cortesía Pro Ecuador
La instalación de una planta procesadora de quinua, chía, amaranto, fréjol, chocho y arveja seca permitió a la Federación de Organizaciones Productores de Granos Andinos de Imbabura y Carchi (Fegrandinos Norte) tender raíces y crecer.
La firma, constituida en septiembre del 2015, congrega a 400 productores de cinco asociaciones que no solo cultivan los nutritivos productos. Desde octubre pasado seleccionan y empacan los alimentos en las modernas instalaciones, que tienen tanques de acero inoxidable, elevadores, máquinas para la eliminación de las impurezas y para escoger los granos de acuerdo al tamaño y color, entre otros dispositivos.
Las instalaciones, ubicadas en el sector Monjas del cantón Bolívar, en Carchi, tienen capacidad para procesar una tonelada por hora.
La construcción y equipamiento de la planta bordea USD 1,1 millones. La mayor parte del financiamiento provino del Proyecto Nacional de Innovación Tecnológica Participativa y Productividad Agrícola (Pitppa) del Ministerio de Agricultura y Ganadería, explica José Cangás, presidente de la Federación. El resto fueron aportes locales de los campesinos.
Inicialmente se pensó en adquirir una planta procesadora que funciona en Cayambe, en el norte de Pichincha, pero la negociación no prosperó, recuerda Cangás.
Por eso decidieron empezar de cero. El ente adquirió un predio de USD 5 000 m2 en USD 10 000, en donde funciona actualmente.
También se pensó instalar en Imbabura, por su posición estratégica. Pero solamente el costo del terreno bordeaba los USD 60 000. Es por eso que la planta procesadora de granos andinos se levantó en Bolívar, cuyo precio era el más accesible del mercado.
El siguiente paso fue diseñar la factoría, que está ubicada a un costado de la carretera Panamericana E-35. Esto garantiza movilidad para los campesinos que llegan con sus cosechas desde Carchi e Imbabura.
Antes de la construcción los labriegos visitaron varias piladoras de arroz de Los Ríos y Guayas. En Perú, en cambio, recorrieron fábricas especializadas en la construcción de máquinas escarificadoras y mesas densimétricas. Éstas últimas sirven para limpiar y seleccionar los mejores granos.
Sin embargo, se optó por un separador y una mesa densimétrica de tecnología brasileña. También se adquirió un selector óptico y una empacadora automatizada de procedencia japonesa. Los silos de acero inoxidable son de fabricación nacional.
La planta carchense posee cinco canales que permiten seleccionar, por ejemplo, los diferentes granos de fréjol de acuerdo al porte y al color. En el Ecuador la mayoría de estas herramientas han sido diseñadas para trabajar con cereales como el arroz y la quinua.
Pero, en Bolívar se está utilizando para procesar también los otros granos andinos. Ese es el valor agregado de esta planta.
El diseño de la factoría se realizó de acuerdo a las necesidades de los productores, señala Roberto Godoy, técnico del Pitppa. Él explica que al inicio se planificó solo para quinua, chía y amaranto, pero fue adaptándose también para el fréjol, chocho y arverja, que se produce abundantemente en las parcelas de la Sierra norte.
Uno de los problemas que no han podido eliminar del todo los campesinos es la variación de precios. El bulto de arverja quantun tierna cayó a USD 8, a pesar que alcanzó los USD 100 a mediados del año. A pesar de ello, la planta procesadora ahora les permite convertir estos granos en semilla y no sacar a pérdida al mercado, comenta Iván Ibujés, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Bolívar.
Un dato extra: la planta no solo está al servicio de los socios de la Federación, sino de todo el que necesite procesar granos.
José Cangás, presidente de la Federación de Organizaciones Productores de Granos Andinos de Imbabura y Carchi, en la planta. Foto: Francisco Espinosa para LÍDERES
Arcsa por un Ecuador emprendedor, la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda, el Plan de prevención de incendios de Cotacachi, el Programa SOS Mujeres de Pichincha, el Cinturón verde de Cuenca y el Programa de gestión de residuos y desechos sólidos en Cañar son los proyectos galardonados con el premio Prácticas Ejemplares Ecuador.
El reconocimiento lo entregó la Corporación Líderes para Gobernar, la semana pasada en Quito. El premio es una plataforma de reconocimiento para las actividades y proyectos eficientes, eficaces e innovadores desarrollados en las entidades públicas que buscan servir cada vez mejor al ciudadano, según los organizadores.
El programa Arcsa por un Ecuador emprendedor obtuvo el premio en la categoría competitividad. El proyecto reduce la tramitología para obtener notificación sanitaria de alimentos procesados.
La Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda se llevó el galardón en la categoría Educación. El conjunto promueve la formación musical como medio de inclusión y desarrollo a niños y niñas de escasos recursos de la ciudad de Guaranda.
Otro de los ganadores, el Plan Rupay para prevención de incendios, fue premiado en la categoría Gestión de Riesgos. Rupay es una palabra quichua que significa quema. Desde el 2014, este proyecto previene, mitiga y controla los incendios forestales que afectan a Cotacachi y sus alrededores.
En la categoría Igualdad de Género, el ganador fue el programa SOS Mujeres Pichincha Solidaridad. Este proyecto apoya a mujeres víctimas de violencia a través de asistencia legal.
El Municipio de Cuenca fue galardonado en la categoría protección de medio ambiente con su programa Cinturón verde que busca posicionar a la capital azuaya como una ciudad sostenible. En la sexta categoría, salud y saneamiento, el premio fue para los gobiernos autónomos y descentralizados de Cañar, Biblián, El Tambo y Suscal. Estos desarrollan un plan de gestión de residuos y desechos sólidos.
Arcsa por un Ecuador emprendedor, la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda, el plan de prevención de incendios de Cotacachi, el programa SOS Mujeres de Pichincha, el Cinturón verde de Cuenca y el programa de gestión de residuos y desechos sólidos en Cañar son los programas galardonados con el premio Prácticas Ejemplares Ecuador, edición 2017.
El reconocimiento lo entregó la Corporación Líderes para Gobernar, la noche del miércoles 22 de noviembre del 2017, en Quito. El premio es una plataforma de reconocimiento para las actividades y proyectos eficientes, eficaces e innovadores desarrollados en las entidades públicas que buscan servir cada vez mejor al ciudadano, según los organizadores.
El programa Arcsa por un Ecuador emprendedor obtuvo el premio en la categoría competitividad. El proyecto reduce la tramitología que microempresarios, artesanos, emprendedores y productores de la Economía Popular y Solidaria, para obtener notificación sanitaria de alimentos procesados.
La Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda se llevó el galardón en la categoría Educación. El conjunto promueve la formación musical como medio de inclusión y desarrollo a niños y niñas de escasos recursos de la ciudad de Guaranda.
Otro de los ganadores, el Plan Rupay para prevención de incendios, fue premiado en la categoría Gestión de Riesgos. Rupay es una palabra quichua que significa quema. Desde el 2014, este proyecto previene, mitiga y controla los incendios forestales que afectan a Cotacachi y sus alrededores.
En la categoría Igualdad de Género, el ganador fue el programa SOS Mujeres Pichincha Solidaridad. Este proyecto apoya a mujeres víctimas de violencia a través de asistencia legal y promueve su empoderamiento económico.
El Municipio de Cuenca fue galardonado en la categoría proyección de medio ambiente con su programa Cinturón Verde que busca posicionar a la capital azuaya como una ciudad sostenible.
En la sexta categoría, salud y saneamiento, el premio fue para los gobiernos autónomos y descentralizados de Cañar, Biblián, El Tambo y Suscal. Estos desarrollan un plan de gestión de residuos y desechos sólidos.
La segunda edición del Premio recibió más de 100 postulaciones de 24 ciudades y 13 provincias. Este año, se ha duplicado el número de postulaciones así como la cobertura de ciudades y provincias, respecto al 2016. El proceso de evaluación estuvo conformado por tres instancias: Secretaría Técnica, Jurado Técnico y Jurado Calificador, estos dos últimos conformados por representantes de la sociedad civil. El Premio cuenta con el aval de la firma auditora Deloitte Ecuador.
Las suelas y cueros que produce Curtiduría Promepell S.A., en Ambato, son de alta calidad, resistentes y durables. Las industrias automotriz y de calzado del país los usan para elaborar sus productos.
El cumplimiento, la innovación constante de los procesos de curtiembre y el terminado del cuero catapultaron a esta firma ambateña en el mercado nacional. El año pasado facturó USD 600 000.
Promepell tiene seis líneas de producción: suela vegetal (cuero de suela para el calzado), cuero para calzado fino de dama y caballero, cuero especial para línea deportiva, seguridad industrial, marroquinería y tapicería de automotriz y de muebles.
Entre 2014 y 2015 arrancaron con esta última línea de producción. En Tungurahua, es la única empresa con la tecnología para fabricar productos de este tipo hechos con cuero. Uno de sus clientes es la ensambladora de vehículos Ciauto, en Ambato.
La historia de Promepell se inició en el 2002, con la visión de sus fundadoras: Fanny y María Eugenia Jácome, más Javier Gavilánez. Luego se sumaron sus hermanos Jorge y César, para constituirse en una empresa familiar.
El naciente emprendimiento se vio afectado por la dolarización. Eso impidió que se financiara el equipamiento completo de la fábrica, a pesar que en un inicio el capital fue de USD 250 000. Con esos recursos apenas lograron importar desde Italia tres máquinas y compraron tres minigalpones en el Parque IndustrialAmbato (PIA), donde arrancó el proyecto. Actualmente, la planta de este negocio opera allí.
Una vez instalados los equipos, comenzaron a prestar los servicios de maquila para los pequeños curtidores y artesanos del cuero. Cuatro personas laboraban en las máquinas en el descarnado, división y rebajado del cuero.
César Gavilánez, gerente general de Promepell, recuerda que además fabricaban suela vegetal, línea que hasta la actualidad la mantienen. La prestación de servicio de maquila se extendió hasta el 2012. En los 10 años, con reinversión de las utilidades, lograron equipar cada una de las áreas.
Además, capacitaron a la mano de obra. Instalaron uno a uno los tambores de madera, las máquinas hasta completar la línea de producción con el vacío del cuero, secaderos de pinzas, desvenadora de cuero, línea de acabado con las pigmentadoras, entre otros.
En enero del 2012, la curtiembre inició la producción a escala nacional. En la actualidad, sus principales mercados son Tungurahua, Guayas, Pichincha y Azuay.
Gavilánez explica que fueron 10 años de ahorro, reinversión, trabajos en maquila y capacitación de la mano de obra. “Cuando decidimos salir al mercado, fue con un producto de calidad igual o superior al existente, para competir con las empresas grandes. La gente tenía experiencia en el manejo de las máquinas, es decir, teníamos un equipo sólido y especializado en el proceso”.
Una vez que los tres hermanos terminaron sus carreras universitarias, asumieron la administración de la planta industrial. César asumió la Gerencia de la empresa y su hermano Jorge la Gerencia de Producción.
Uno de los puntales de la empresa son sus áreas de terminación de cuero en la línea de protección ambiental. Cuentan con una planta de tratamiento para las aguas residuales. “La idea es no contaminar el ambiente. Para eso remodificamos toda la línea de producción de la planta, cumplimos con los parámetros ambientales. Invertimos una fuerte cantidad de recursos”.
La infraestructura de 4 500 metros cuadrados cuenta con equipos con tecnología de punta en el procesamiento de las pieles, donde trabajan 45 personas.
Los años entre el 2012 y el 2017 han sido los de mayor inversión. Se estima una inversión de alrededor de USD 600 000 en la diversificación de productos para encajarlos en mercados internacionales e iniciar la exportación a Europa, Asia y EE.UU.
Actualmente, entre maquilas y producto terminado se procesan alrededor de 4 000 pieles al mes.
Uno de sus clientes es la fábrica de calzado Herman’s en Cuenca, a la que entregan producto hace más de cuatro años. Todos los artículos que fabrica Promepell son de calidad y pasaron las pruebas de resistencia. “Estamos 30 años en el mercado y producimos con el cuero ambateño prendas con calidad”, dijo Marcelo Mendieta, de fábrica de Calzado Herman’s.
Según el empresario, Promepell está entre las empresas más importantes de Ambato, porque constantemente está mejorando sus procesos, innovando,etc.
La curtiembre Promepell está entre las principales industrias de Ambato. Sus seis líneas de productos se comercializan en cuatro provincias del país. Foto: Glenda Giacometti /LÍDERES
Con el propósito de incentivar la cultura de café de especialidad en Quito, seis cafeterías de la ciudad se asociaron para conformar el proyecto La Ruta, café de especialidad.
Allí están las cafeterías Isveglio, Fan Air Café Cómic, Caffeto & Moca, Distrito Café, El Cafecito Quito y Coffeeteer Aromas & Sabores. Estas se localizan en distintos sectores del norte de Quito y en el valle de Los Chillos.
Isveglio, además de cafetería, es escuela de barismo. Previo a conformar el proyecto, los fundadores de cada una de las cafeterías fueron capacitados como baristas en la academia de Isveglio, por David Miño, propietario.
El objetivo de La Ruta es brindar una experiencia completa al cliente en cada una de las cafeterías. Como aspectos indispensables, los locales deben garantizar la calidad del grano, una buena extracción y un excelente servicio.
Para promocionar la iniciativa, a la fecha han entregado 1 000 hojas volantes, a los que denominan “pasaporte”. Al presentarlo, el cliente recibe una bebida de cortesía por cada cafetería que visite.
Los seis locales ofrecen un café arábigo, con tueste de especialidad. El grano es cultivado en distintas provincias del país.
David explica que el café de especialidad debe contar con una buena extracción y dependiendo del gusto del cliente puede ser más ácido, más dulce o amargo.
En las cafeterías de especialidad se controla cada paso del preparado. Primero, el café en grano pasa por el molino, donde explota sus aromas y sabores. Luego se pesa en una balanza la cantidad exacta para dos expresos y se ‘tampea’ para lograr homogeneidad.
Por último, pasa por la cafetera, en donde se coloca la taza sobre una balanza para garantizar la medida exacta y se va midiendo con un cronómetro el tiempo de extracción, del cual depende que se consiga el sabor deseado.
Pablo Díaz ha visitado cinco de las cafeterías de La Ruta. “Me llamó la atención la estandarización en la calidad del café y el servicio”, comenta. Añade que además le gustó que los baristas le describen el café al cliente, antes de servirlo.
Una de las bondades de La Ruta es que cada cafetería ofrece una experiencia distinta. Fan Air, por ejemplo, es una tienda de cómics y en Café & Moca se combina la oferta de café con coctelería.
“El café es de muy buena calidad. Pero el plus que tienen es que te encuentras con muy buen ambiente”, señala David Echeverría, otro cliente de La Ruta
Como parte del proyecto, todas las semanas se están realizando distintos eventos: noche de cocteles, charlas de expertos, concursos de barismo, música en vivo.
Las cafeterías Isveglio, Fan Air Café Cómic, Caffeto & Moca, Distrito Café, El Cafecito Quito y Coffeeteer Aromas & Sabores forman La Ruta. Foto: Alfredo Lagla /LÍDERES
El incremento del desempleo y subempleo; un salario básico en USD 375; el descenso de la recaudación tributaria y la inversión extranjera directa; el decrecimiento del producto interno bruto; y una deuda pública que aumenta son parte de la realidad económica del Ecuador.
La recaudación de tributos empezó a subir en este año
La redistribución, la estimulación del empleo, la producción de bienes y servicios y el cambio de conductas ecológicas, sociales y económicas fueron algunos objetivos que planteó el Gobierno al momento de impulsar 22 reformas tributarias durante 10 años. Estas, además, fueron de la mano de una mayor recaudación de tributos y, por ende, más ingresos a las arcas fiscales.
Tras estas reformas, el número de contribuyentes pasó de 627 000 a 1,9 millones de personas en el período comprendido entre 2007 y 2016, según datos proporcionados por el Servicio de Rentas Internas (SRI), meses atrás. Una situación similar se dio en la recaudación de impuestos, que aumentó en un 200% con respecto a la del 2006. El año anterior el ingreso de tributos cayó un 9% frente al 2015 cuando ingresaron USD 13 950 millones. Sin embargo, los dos primeros meses de este año, la recaudación empezó a aumentar; pasó de USD 2 084, 7 millones en enero y febrero del 2016 a USD 2 149,1 millones en los dos primeros meses del año.
Para el SRI, un 92% de la presión fiscal responde a una mejora en la gestión y no a las reformas. Pese a ello, reconoce que a lo largo de los años las tasas de algunos impuestos aumentaron y se crearon otros como el impuesto a la salida de divisas (ISD), cuyo peso en la recaudación subió del 3 al 9% entre 2009 y 2015.
Para Javier Bustos, catedrático universitario y experto en impuestos, los cambios tributarios de estos años crearon dificultades a los contribuyentes, porque se ampliaron las diligencias tributarias. “Los trámites implican gastos adicionales para las personas naturales y empresas, es decir, hay que contratar auditores, contadores con el objetivo de cumplir”.
Bustos sostiene que durante estos años el sistema tributario actual ha sido la “piedra filosofal” para resolver todo tipo de problemas fiscales, sociales y más.
La baja en el precio del petróleo en el 2014 motivó varias reformas tributarias como la Ley de Equilibrio Fiscal, de abril del año pasado, que gravó con ICE a la telefonía corporativa, a la televisión pagada, subió este tributo a la cerveza, etc.
A esto se suma la Ley de Solidaridad que fue aprobada tras el terremoto del pasado 16 de abril del 2016. Con esta normativa se crearon contribuciones a salarios, utilidades, inmuebles, patrimonio y se subió dos puntos porcentuales al impuesto al valor agregado (IVA), que pasó del 12 al 14%.
El analista tributario Diego Pino considera que hay impuestos que se podrían eliminar o, al menos, ser revisados.
Dentro de los impuestos que considera deberían quitarse está el impuesto a la salida de divisas (ISD).
Para Pino, el tributo no ha cumplido con su finalidad: evitar la salida de divisa del Ecuador. “Al contrario se ha convertido en un instrumento recaudatorio, que además podría entenderse como nocivo para el consumidor nacional, toda vez que encarece los bienes y servicios importados hacia el Ecuador”.
El desafío es generar trabajo adecuado y atraer inversión
El empleo ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis económica. La caída del precio del petróleo ha dejado una economía más pobre comparada con dos o tres años atrás. Esto se ha reflejado en los índices de desempleo y subempleo. Uno de los sectores más afectado es el empleo adecuado, es decir, personas que percibieron ingresos iguales o superiores al salario mínimo y trabajaron por lo menos 40 horas a la semana.
Según Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación Análisis Semanal, el empleo adecuado empezó a caer desde marzo de 2015 y se sintió con mayor fuerza en diciembre de 2016. “Hasta esta fecha la caída fue de 238 535 puestos de trabajo a nivel nacional”. Los jóvenes del país han sentido más este golpe. En diciembre del 2014, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) registró 1,5 millones de jóvenes entre 15 y 34 años con empleos adecuados, mientras que en el 2015 el número bajó a 1,4 millones.
Sin embargo, dice Acosta Burneo, estas personas no se fueron al desempleo “porque eso es un lujo que los ecuatorianos no se pueden dar” y más bien engrosaron las filas de la informalidad y del empleo inadecuado, “los cuales crecen en el país”.
La tasa de desempleo a diciembre del 2016 cerró en 5,2%, lo que implicó un crecimiento de 0,4 puntos porcentuales con relación al mismo mes del año pasado, según datos del INEC.
Para Pablo Beltrán, investigador económico de la Universidad San Francisco de Quito, estas cifras no son nada alentadoras porque dice que ha existido un incremento en el número de personas desempleadas durante estos 10 años.
Esto significa que en el 2007 la tasa del desempleo estaba igual a la de ahora. Pero no se ha considerado que durante ese mismo período la Población Económicamente Activa (PEA) creció por lo que ahora hay un mayor número de ciudadanos sin trabajo. “Tenemos más de 100 000 personas desempleadas”, calcula Beltrán.
Los analistas coinciden en que el sector laboral se encuentra en deterioro y que el próximo mandatario va a recibir un mercado bastante afectado. Proponen generar más empleos adecuados a través de la inversión privada.
Acosta Burneo dice que el gran desafío va a ser generar las condiciones para que llegue más inversión privada “que absorba el empleo que va a dejar el sector público y las fuentes de trabajo que se han destruido en estos años”.
Mientras que Beltrán considera que se debe disminuir el gasto público, pero sin reducir empleos. Advierte que no se debe poner una mayor presión al sector productivo sea este público o privado.
Todo esto ocurre cuando los organismos internacionales han proyectado cifras negativas en crecimiento y empleo para este año. “La previsión es que la economía se contraiga nuevamente y eso significa que el empleo también registre un deterioro continuado”, señala Acosta. Un sistema financiero sólido que busca colocar más crédito
Hasta febrero de este año, las cifras de la banca muestran que el sistema financiero nacional goza de buena salud. Los activos suman USD 35 437 millones y el mes pasado crecieron 11,7% comparado con el mismo período del año anterior, según estadísticas de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).
Los depósitos totales se ubicaron en USD 26 402 millones al cierre de febrero de este año, es decir, 13,2% más que el mismo mes del 2016. En esa misma tendencia se ubican indicadores como patrimonio, solvencia, liquidez e incluso la morosidad pasó del 4,82% en febrero del año pasado a 3,92% en el mismo mes de este año.
No obstante, uno de los asuntos pendientes de la banca es la colocación de crédito. Pese a que los depósitos se recuperaron luego de un 2015 complejo, marcado por la incertidumbre producto del desplome de los precios del petróleo, la colocación de créditos se ha ralentizado.
Al cierre del año pasado, la cartera bruta registró un saldo de USD 20 375 millones. De manera anual, esto representó un crecimiento de 8,5%. Mientras que los depósitos tuvieron un crecimiento superior del 18% y esto afecta en la rentabilidad de la banca. La banca fue un negocio con menos rentabilidad el año pasado. Al cierre del 2016, el indicador -que toma en cuenta la relación entre la utilidad y el patrimonio- fue del 6,8%, mientras que en 2015 fue 9%, es decir, una disminución del 2,2 puntos.
Es decir, por cada USD 100 que pusieron los accionistas en el patrimonio de los bancos obtuvieron USD 6,8 de utilidad durante el año pasado, en promedio. Eso significó unos dos dólares menos comparado con el 2015.
Julio José Prado, director ejecutivo de la Asobanca, considera que el 2017 tendrá dos etapas marcadas.
Una con un primer semestre que se prevé más lento en relación con el cierre del año pasado, debido a que el ambiente está “muy politizado”. Esto haría que la gente tomase con cuidado sus decisiones, a la espera del resultado de las elecciones. “Los bancos están con mucha cautela, guardando liquidez, manteniendo sus líneas de crédito abiertas, pero también con un ojo en el tema político”, dijo.
El segundo semestre empezaría una recuperación en la concesión y la demanda de créditos, y también una mayor estabilidad para los depósitos.
Si bien los depósitos siguen creciendo, la liquidez en la economía ya no es tan grande como en meses pasados. El entorno político determinará si esa liquidez se mantiene o “se frena bruscamente”, dice.
El Gobierno ha buscado mover la colocación de crédito a través de medidas de la Junta Reguladora Financiera. A finales del año pasado se dispuso el incremento del encaje bancario del 2 al 5% para las entidades que tengan activos por más de USD 1 000 millones. Además, se modificó el Coeficiente de Liquidez Doméstica y eso obligó a bancos a repatriar liquidez. El reto es reducir la producción con campos en desarrollo
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), definirá el 25 de mayo si decide extender durante todo 2017 la reducción de la producción de crudo mundial. Mientras esto sucede, Ecuador, el miembro más pequeño del grupo, se mantiene en el camino de cumplir con la reducción determinada por la OPEP en noviembre de 2016. El compromiso ecuatoriano es bajar cerca de 26 000 barriles de petróleo por día (bpd), durante el primer semestre del año, de los 548 000 producidos en promedio a octubre de 2016.
Entre el primero de enero y el 14 de marzo de este año, el promedio producido fue de unos 535 000 barriles al día, según datos del Sistema Nacional de Información (SNI) de la producción no fiscalizada.
Sin embargo, la reducción ha sido paulatina, hasta llegar al 28 de marzo a una producción de 528 002 barriles, según el reporte a esa fecha por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH).
Este escenario se presenta mientras la previsión del Estado para 2017 era continuar con el desarrollo y la explotación petrolera, que tiene como su principal operadora a la empresa pública Petroamazonas, encargada de aproximadamente el 79% de la producción. El resto se reparte entre 14 firmas.
El exsecretario de la OPEP, René Ortiz, considera que no se debió negociar la baja, sino pedir que se permita al país alcanzar los 590 000 bpd para ajustar la producción. En lo que va del 2017, hasta el 14 de marzo, solo la producción estatal llegó a un promedio de 425 283 bpd, que se consiguió con la incorporación de nuevas áreas, como el campo Tiputini, del Yasuní ITT, que aporta con una producción adicional 30 000 bpd. A esto se debería sumar lo que genere el campo Tambococha, que de acuerdo con las proyecciones del actual Gobierno entraría en operaciones este año.
Dentro de la línea de las operaciones petroleras, el Estado está enfrentando la realidad de los pagos pendientes a las compañías prestadoras de servicios del sector. El Ministro Coordinador de la Política Económica anunció la semana pasada que se ha llegado a acuerdos con la mayoría de empresas a las que se les debe. Una de ellas, Schlumberger, reportó que Ecuador le debe, con corte a diciembre de 2016, USD 1 100 millones. Según las autoridades, el acuerdo de pago debía concretarse la semana pasada.
Esta es una de las deudas que se generaron por la caída de los ingresos petroleros debido a los precios internacionales que la OPEP espera estabilizar con la reducción de la producción mundial.
Por este factor externo, en comparación al mejor año (2011), la caída de ingresos petroleros del Ecuador frente al 2016 fue de USD 5 136 millones. La situación obligó al Gobierno a financiar cerca de USD 1 600 millones para las firmas petroleras, según Martínez.
El servicio de la deuda total aumentó a partir del 2013
USD 1 000 millones es la última línea de crédito que anunció el Gobierno ecuatoriano que entregará China. El plazo será de 20 años y con un interés del 20%. Esos recursos se destinarán, según el Régimen, a la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas, afectadas por el terremoto del 2016.
El pasado 25 de marzo, el presidente Rafael Correa defendió su política fiscal de endeudamiento porque permitirá entregar al país “una economía en crecimiento y estabilizada”.
Dijo que factores externos afectaron los ingresos fiscales y la economía. En los dos últimos años, el Fisco perdió USD 10 000 millones en ingresos fiscales por caídas en ingresos de exportaciones petroleras, reducción de ingresos tributarios y pagos a las petroleras Chevron y Occidental.
El Gobierno optó por el endeudamiento para cubrir parte del déficit, reconoció Correa. Los desembolsos de deuda alcanzaron los USD 3 200 millones en los dos primeros meses del 2017, de acuerdo con el reporte de endeudamiento público del Ministerio de Finanzas. Para el analista económico, Alberto Acosta Burneo, el país es altamente dependiente del endeudamiento. Según él, el año pasado, en promedio, se requirieron USD 3 000 millones al mes para gastar y cancelar amortizaciones y el Estado tuvo ingresos USD 1 400 millones mensuales. El faltante se cubrió con endeudamiento.
Según Acosta, la deuda está pesando en el flujo fiscal. El año pasado, dice, se destinaron USD 11 600 millones para intereses y capital de deuda interna y externa. En el 2015 fueron 7 700 millones. “Desde el 2013 se produce el crecimiento en el costo del servicio de la deuda”.
Para Acosta, el mayor problema no es tener una deuda elevada sino que es de corto plazo y a un interés alto. “Será necesario reperfilar el servicio de la deuda… La idea es liberar recursos fiscales”.
A inicios de este año, el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, dijo que las necesidades de financiamiento para el Fisco “serán las de un año normal”: entre el 6 y 7% del PIB. Es decir, unos USD 5 720 millones. Durante enero y febrero de este año ingresaron al Fisco USD 1 724 millones.
Para el Presidente de la República no se debe satanizar esta política fiscal. Correa pone como ejemplo que “cuando un taxista no se encuentra en el mejor momento de su negocio, ¿qué hace? Se endeuda para pasar el bache. El endeudamiento es una forma de recuperarse de las crisis”.
A inicios de este año, el Ecuador emitió USD 1 000 millones en bonos soberanos en el mercado internacional, a un rendimiento de 9,125% y con vencimiento al 13 de diciembre de 2026. Desde el 2014, el Gobierno ha colocado bonos a tasas que han variado entre el 7,95 y el 10,75%.
El Fisco también ha buscado financiamiento con los créditos de liquidez del Banco Central, que no se contabilizan como deuda al ser de corto plazo, es decir, que vencen en menos de un año.
El país recibe menos divisas por concepto de exportaciones Los dólares son claves para sostener la economía dolarizada. En eso coinciden autoridades del Gobierno, empresarios y analistas. Una de las fuentes de dólares está en las exportaciones, sin embargo este sector de la economía atraviesa una suerte de estancamiento.
Si bien en el 2016 el país registró una balanza comercial favorable, esto se debe a que las importaciones disminuyeron. Pasaron de USD 20 460 millones en el 2015 a 15 551 millones en el mismo mes del año pasado.
Pero las exportaciones también cayeron, aunque en menor proporción. Pasaron de USD 18 331 millones a 16 798 millones entre el 2015 y el 2016.
Hasta enero pasado, con los datos más recientes disponibles en el Banco Central, se ve que la balanza comercial petrolera es favorable, pero la no petrolera es deficitaria, al comparar con el mismo mes del 2016.
Para mejorar las cifras de las exportaciones no petroleras y obtener más divisas por exportaciones, los analistas hablan de por lo menos tres desafíos: mejorar la competitividad; abrir nuevos mercados; y aprovechar mejor los acuerdos comerciales vigentes.
Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), asegura que el sector ha perdido competitividad por el incremento de costos. “Es cierto que el fortalecimiento del dólar pone presión, eso no hay como negar y no se puede manejar. Pero sí se puede manejar factores internos”, dice el representante del gremio de los exportadores.
Legarda indica que para esto se necesitan políticas públicas que incidan en lo tributario, en la logística, en los acuerdos comerciales, en el acceso a crédito, en lo laboral, por mencionar algunas de las principales. Y como complemento menciona el trabajo del sector privado en capacitación, compra de nuevas tecnologías y búsqueda de nuevos mercados.
Para Luis Luna Osorio, analista de temas de comercio exterior, la actividad exportadora no ha recibido la debida importancia de parte de las autoridades. “El país sigue concentrado en los mismos productos y en los mismos mercados. Además, la infraestructura levantada no ha servido para impulsar el comercio exterior”.
Este investigador añade que la oferta exportable sigue concentrada en productos primarios, liderada por el petróleo y otros productos primarios. “El cambio de la matriz productiva no ha funcionado como se esperaba. Una muestra es que las exportaciones de bienes industriales no supera el 25% del total de exportaciones”.
Luna Osorio también señala que es necesario un acuerdo, “con el nombre que se le quiera dar”, con EE.UU., así como aprovechar mejor el acuerdo con la Unión Europea y los mecanismos de comercio que ya existen en la Comunidad Andina. Tanto Legarda como Luna Osorio coinciden en la necesidad de dar mayor espacio a la empresa privada, en la economía ecuatoriana en general.
Palacio de Carondelet en donde funciona la Presidencia de la República. Foto: Referencial
Boman Sport compite en el campeonato nacional de fútbol con marcas nacionales y extranjeras que visten a los equipos.
La empresa ambateña impone su firma en las canchas del país donde juegan Fuerza Amarilla, Macará, Olmedo, Técnico Universitario, Liga de Loja y Deportivo Quito. Fabrica la indumentaria deportiva de estos clubes. También, es la piel de elencos que juegan en la segunda categoría en diversas provincias del país. La calidad, el acabado perfecto de las prendas y el cumplimiento son las claves del éxito.
La idea de producir ropa deportiva se inició en 1999. Santiago Bonilla, gerente comercial de la firma, especializado en cultura física, recuerda que se vinculó por su especialidad a varios equipos de fútbol profesional. Cuando sus amigos compraban ropa deportiva buscaban modelos diferentes, pero no los encontraban. Entonces decidió que el pequeño taller que tenía su padre Segundo Bonilla, donde se fabricaba chompas que se vendían en el país, debía transformarse.
Ahora la indumentaria deportiva que produce se vende en varios almacenes y centros comerciales del país. Además, abrió ocho almacenes en Ambato, Quito, Latacunga, Santo Domingo, Riobamba, Portoviejo y próximamente en Guayaquil y en Manta.
En estos sitios de comercialización promociona sus líneas para el motociclismo con chalecos, pantalones. También, desde el 2011 viste a los equipos de fútbol con camisetas, pantalonetas, polines, exteriores. La ropa para arqueros, chompas impermeables y más son otra de sus especialidades en la indumentaria. “Nuestros diseños y modelos son únicos, por eso estamos a la vanguardia de otras firmas, porque contamos con equipos de última tecnología. Además, usamos tejidos inteligentes para un mejor rendimiento del deportista e implantamos el Air Vent y el sublimado”, dice Bonilla.
Los equipos profesionales de fútbol comenzaron a interesarse por la calidad de sus productos. El primero en utilizar su indumentaria deportiva fue el Club Olmedo, de Riobamba. En la actualidad Fuerza Amarilla, Macará, Olmedo, Técnico Universitario, Liga de Loja y Deportivo Quito llevan la marca de esta empresa ambateña.
Bonilla afirma que Clan Juvenil y Delfín de Manta ascendieron desde segunda categoría a la Serie A vistiendo con Boman Sport. Algo similar sucedió con Fuerza Amarilla que actualmente juega la Copa Sudamericana.
“Hemos crecido de la mano con los equipos. Tenemos la confianza por los diseños modernos, novedosos elaborados con la misma tecnología que las grandes marcas del país y del mundo. Por eso constantemente renovamos nuestras colecciones, a esto se sumó la capacitación de la mano de obra”, manifiesta Bonilla.
En Loja, Olimpia Sport trabaja hace cinco años con la marca. Juan Carlos Valdivieso, gerente, explica que por la calidad y la innovación de sus productos, la firma tiene acogida en los equipos barriales, parroquiales y profesionales como la Liga de Loja.
“La gente está identificándose con la marca y eso es positivo porque usan nuevas tecnologías y están a la vanguardia internacional. Las ventas crecen en el 10% porque ofrecemos una amplia variedad”, dice Valdivieso.
El camino ha sido intenso. En 1999, la empresa Boman se creó con tres máquinas de coser que utilizaba su padre en la confección de chompas. Realizaron un préstamo de USD 2 000 en una entidad financiera. El dinero lo invirtieron en la compra de la materia prima. En ese año colaboraban cuatro personas.
En el 2001 a Boman Sport le catapultó trabajar con las firmas nacionales e internacionales a quienes confeccionaba ropa deportiva de marca. Este proceso mejoró la calidad de la confección.
Tres años después las ventas se incrementaron. Buscaron un préstamo de USD 5 000 para seguir creciendo. Con los fondos compró ocho máquinas de coser y contrató a ocho colaboradores.
En el 2006, la empresa invirtió USD 40 000, gracias a la venta de una vivienda. Con los recursos importaron una máquina de sublimación (que pigmenta la tela de acuerdo con los diseños y colores que desea el cliente) y compraron una estampadora y una bordadora. Asimismo, integró a su equipo de trabajo otras 12 personas. En la actualidad tiene en la fábrica 15 colaboradores.
Santiago Bonilla, gerente comercial de la empresa Boman Sport, es el responsable de vestir a parte de los equipos que intervienen en el campeonato de fútbol. Foto: Willian Tibán para LÍDERES.