Etiqueta: Senescyt

  • El examen para acceder a la universidad será virtual

    Redacción quito, (I)
    redacción@revistalideres.ec

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    En el marco del proceso de admisión correspondiente al segundo periodo académico del 2020, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) anunció que la aplicación del examen de acceso para estudiar en las universidades se realizará entre el 17 y 18 de septiembre del 2020. 

    Esta será la primera ocasión que el examen se realizará 100% en línea. Esta prueba representa el 60% de la nota de postulación por un cupo.

    188 945 estudiantes rendirán la evaluación a escala nacional, de los cuales 3 490 lo harán en una sede asignada por Senescyt, para garantizarles equipo y conectividad con condiciones de bioseguridad. Adicionalmente en esta ocasión rendirán la prueba 1 393 personas con discapacidad.

    El examen es de opción múltiple: cuenta con 80 preguntas. Se encuentran organizadas en cuatro campos de conocimiento dentro del currículo educativo nacional: matemáticas, lengua y literatura, ciencias naturales y ciencias sociales; está programado para dos horas, en el caso de la población general, y tres para las personas con discapacidad.

    23 universidades con más de 100 docentes expertos en cada área de conocimiento han participado en las diferentes etapas de elaboración del examen: priorización de los temas, validación de las preguntas, estructura de los exámenes, normas de seguridad, entre otros ámbitos.

    Una semana antes de las fechas establecidas, Senescyt informará a través de la página web: examenadmision.senescyt.gob.ec y de las cuentas personales, la fecha y hora exacta en la cual cada persona rendirá su examen, así como al correo electrónico de cada uno. Por razones de seguridad el examen para cada persona se estructura minutos antes de la toma.
    El temario de contenidos del examen está publicado en el sitio: https://www.educacionsuperior.gob.ec/wp-content/uploads/2020/07/Temario-preparacion-de-EAES.pdf.

    Adicionalmente, para que los estudiantes pueda practicar y familiarizarse con la plataforma se habilitará el simulador de la evaluación a partir de este 7 de septiembre. Se debe recordar que el simulador no tiene las preguntas que se tomarán en el examen sino ejemplos del cuestionario.

    Los estudiantes rendirán el examen, por primera vez, 100% de manera virtual. Foto: Archivo / LÍDERES
    Los estudiantes rendirán el examen, por primera vez, 100% de manera virtual. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Un convenio en favor de la innovación e investigación

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    La empresa de telecomunicaciones Huawei firmó un convenio interinstitucional con la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), con el objetivo de contribuir a fortalecer la educación con tecnología de última generación.

    Con la participación de Agustín Albán Maldonado, Secretario, el Gerente General de Huawei en Ecuador, Fan Yanping y Pan Lei, apoderado especial de Huawei, se realizó la firma del convenio de cooperación en materia de educación, investigación e innovación, en el área de las tecnologías de la comunicación e información.

    Esta alianza público-privada tendrá como finalidad trabajar conjuntamente en el avance de la educación mediante la organización y ejecución de conferencias, talleres, cursos, seminarios, actividades y proyectos que encabezan el programa “Seeds for the Future” (semillas para el futuro) a escala global y que tiene por objetivo promover el talento joven, con experiencias que les ayudan a ganar mayor competitividad en el mercado laboral, así como fortalecer la colaboración con los gobiernos locales, institutos de educación superior y otras organizaciones.

    Con este convenio, se beneficiará a estudiantes de diferentes universidades del país, quienes podrán acceder a educación de calidad y beneficiarse de la mejor tecnología, con la implementación de un programa de capacitación anual financiado por Huawei en temas relativos a áreas tecnológicas. Estas capacitaciones se realizarán bajo la modalidad de cursos online masivos y abiertos – MOOC (por sus siglas en inglés) y estarán abiertos a diferentes universidades del país.

    Son alrededor de 3 000 estudiantes, quienes podrán acceder a estos programas y a la tecnología de punta con la red 5G que favorecerá la transferencia de conocimiento y una mejora continua de la educación en el país.

    Este convenio permitirá a Huawei brindar asesoría para proyectos o programas relacionados con las TIC a la Senescyt y apoyar con conocimiento, innovación y tecnología de punta para el fortalecimiento de la Institución. El secretario de la Senescyt, destacó la contribución de Huawei como un acto que ayudará a seguir mejorando la educación en todos sus niveles, y la apuesta por las nuevas tecnologías.

    La firma del convenio se cumplió con la participación de represenantes de Senescyt y Huawei. Foto: Cortesía
    La firma del convenio se cumplió con la participación de represenantes de Senescyt y Huawei. Foto: Cortesía
  • Nuevas becas para impulsar la producción

    Redacción Quito

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    La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) realizó el lanzamiento del nuevo programa de Becas Ensamble. Este conjunto de becas está destinado para los 4 653 becarios retornados al país que han estudiado en el exterior.

    Como explica René Ramírez, secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, el objetivo de las becas es promover la investigación, la innovación, el perfeccionamiento profesional y la transferencia de conocimientos por parte de los becarios retornados.

    “Hemos realizado una de las más importantes inversiones con los 19 500 becarios, es por eso que debemos aprovechar el conocimiento que traen de vuelta para que ayuden a resolver problemas del país”, agrega Ramírez.

    Las becas se dividen en tres componentes: investigación científica, apoyo para emprendimientos e innovación y desarrollo tecnológico y transferencia de conocimiento con Pymes.

    Para acceder a estas, los becarios retornados deben presentar proyectos orientados a fomentar la generación de bienes y servicios innovadores en el mercado ecuatoriano, o que sustituyan a uno existente en el mercado con otro de mejor calidad o menor costo. “Uno de los grandes problemas que tenemos es la productividad por falta de talento humano especializado o desarrollo tecnológico, estas becas buscan impulsar la generación de bienes y servicios innovadores”, explica el titular de la Senescyt.

    El acompañamiento se lo llevará a cabo a través de las 16 incubadoras acreditadas, centros de investigación y universidades. Además, contarán con el apoyo directo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi).

    Marco Carrión, presidente de la Capeipi, explica que los becarios podrán poner sus conocimientos al servicios de las casi 1 200 pequeñas y medianas empresas del gremio. Esta relación implicará la ayuda directa para desarrollar nuevos productos, acompañamiento para mejora de procesos e innovar para mejorar la productividad.

    “Nosotros ponemos nuestras empresas y los becarios retornados su conocimiento. De esta manera se pueden generar mejores productos con el conocimiento traído de otros países”, agrega el titular de la Capeipi.

    El monto de hasta USD 50 000 se lo podrá destinar a cualquiera de estas actividades y se encuentra dentro del presupuesto prorrogado de la institución, que para 2015 fue de USD 146 millones.

    Los becarios interesados en participar en el programa, deberán registrarse en el Banco de Ideas para posteriormente presentar su propuesta hasta el 16 de noviembre. Las evaluaciones se realizarán hasta el 7 de diciembre para finalmente obtener la adjudicación hasta el 12 de diciembre.

    Las becas  Ensamble son una idea de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Foto: Cortesía Senescyt
    Las becas Ensamble son una idea de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Foto: Cortesía Senescyt
  • Tres ideas fueron premiadas en el HatunCamp 2015

    Redacción Líderes (I)

    Un enjuague bucal elaborado con plantas autóctonas del Ecuador; un labial producido por manos waoranis y con productos orgánicos; y una aplicación tecnológica informativa. Estas tres ideas fueron las ganadoras del HatunCamp 2015, un concurso de emprendimiento e innovación organizado por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt).

    La premiación se cumplió este 24 de noviembre del 2015 en el Teatro Universitario, de la Universidad Central del Ecuador (UCE), en el norte de Quito. Estudiantes, docentes e investigadores participaron en la jornada de premiación, en la que también se desarrolló una charla a cargo de Diego Sabaris y Sebastián Nader, expertos en tecnología y emprendimiento. Ellos explicaron cómo desarrollar un plan de negocios; además, hablaron sobre desarrollo de productos y planes de marketing.

    Los ganadores del HatunCamp 2015 fueron estudiantes de la facultad de Odontología de la UCE, que elaboraron un enjuague bucal con plantas nativas. “Fue genial que nos hayan convocado y escogido. Lograr el primer lugar es muy emocionante”, señaló Miriam Sucushañay, una de las integrantes del proyecto.

    Para Sucushañay este tipo de eventos, “nos permiten demostrar que somos muy capaces, salir adelante, ahora ya sabemos adonde apuntar con el marketing y crecer como personas”.

    El segundo lugar fue para el grupo de estudiantes de la carrera de Turismo Ecológico dirigidos por Juan Gabriel Coloma. Este profesor y sus alumnos desarrollaron un labial con productos orgánicos y elaborado por indígenas waoranis.

    El tercer premio fue para estudiantes de Ingeniería en Diseño Industrial y su proyecto Buen Plan. Se trata de una aplicación que permite conocer los eventos que suceden en la comunidad. Los ganadores se perfilan para ser parte de incubadoras de empresas.

    Los estudiantes ganadores del primer lugar del HatunCamp 2015. Foto: Cortesía Senescyt
    Los estudiantes ganadores del primer lugar del HatunCamp 2015. Foto: Cortesía Senescyt
  • Entre 4 y 6 años es el tiempo de estudio

    Marco Córdova es arquitecto y urbanista estudiado en la Universidad Central. En el ejercicio de su carrera trabajó en temas de espacios públicos y por esa razón se fue involucrando en el estudio de políticas públicas.

    Esa conexión lo llevó a estudiar una maestría en Estudios Políticos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Desde el 2011, Córdova estudia un PhD en Ciencias Sociales, con mención en Estudios Andinos, en la misma institución.

    Al ser consultado sobre el significado de estudiar un PhD, Córdova responde. “Es una motivación personal; significa profundizar en un campo científico. La motivación es fortalecer y profundizar la formación del área donde uno trabaja”.

    El testimonio de Córdova confirma lo que sostienen académicos vinculados con el mundo del PhD. Un Doctorado es un esfuerzo personal muy grande.

    Los estudios de Doctorado duran por lo general entre cuatro y seis años. Fernando Balseca, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, señala que un programa de PhD en el país dura en promedio cinco años. Pero, explica, según el avance del proyecto de investigación existen mecanismos de extensión sin sanción, hasta por un año.

    Balseca indica que según la complejidad de la investigación que desarrolla el aspirante, los plazos se extienden. “Lo ideal es 5 ó 6 años para presentar la tesis, a parir de la matrícula. La tesis tiene que ser una investigación, una contribución al campo del saber de un área específica”.

    Otro punto que se toma en cuenta es el costo económico de este grado académico, que por lo general es elevado. Por eso, agrega Balseca, no es posible pensar en un programa de Doctorado sin una bolsa financiera, que permita entregar becas a los postulantes.

    En la Flacso, por ejemplo, un Doctorado tiene un costo de USD 100 000 aproximadamente. Pero los estudiantes pagan el 10%, gracias al programa de becas.

    Datos de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), señalan que en el plano internacional, el costo de un programa doctoral oscila entre USD 40 000 y 200 000, lo que incluye gastos de alojamiento, alimentación, movilización, entre otros rubros.

    Por todo lo anterior, señala Betty Espinosa, subdirectora académica de la Flacso, la formación de un PhD significa una inversión de tres partes: el Estado, las universidades y la sociedad.

    Esta inversión también genera un impacto en las universidades que incorporan a doctores en su nómina. Virginia Lasio, directora de Espae Graduate School of Management, comenta que es obvio que existe un impacto alto para los establecimientos de educación superior.

    No se trata solamente de sumar PhD a la nómina. Lasio sostiene que al no estar disponibles estos doctores en el país, hay que invertir en formarlos y aunque el Gobierno provea becas, hay un costo asociado para la universidad. Pero sobre todo, hay que contar con los recursos para desarrollo y mantenimiento de líneas de investigación, equipamiento de laboratorios, bibliotecas y toda la infraestructura de investigación. “Solo así los profesores con PhD no estarán subutilizados y puedan mantenerse vigentes y en contacto con pares internacionalmente”.

  • Entre la Academia y el sector privado

    Tradicionalmente se piensa que un PhD se dedica exclusivamente a la investigación y a la docencia universitaria. No obstante, también se encuentran PhD en el área empresarial.

    Según el subsecretario general de Educación Superior, Enrique Santos, se trata de académicos que investigan a la empresa como una organización humana; las conductas de los individuos en el seno de ellas, los procesos microfinancieros en su contexto, etc.

    Fernando Balseca, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, menciona que el destino principal de los doctorandos es la docencia universitaria. Allí replican y generan conocimientos. Agrega que otro destino es la consultoría nacional e internacional. “Antes de tener muchos PhD se necesita construir una infraestructura para desarrollar investigaciones. Lo productivo es generar espacios para investigación”.

    ¿Es un PhD un buen profesor? Para Betty Espinosa, subdirectora académica de la Flacso, un PhD no es necesariamente un buen docente. “Un doctor está formado para investigar y las habilidades de docencia es algo que se desarrolla o no. Un profesional puede ser un buen maestro sin necesidad de tener un doctorado”.

    Otro punto de vista lo da Gonzalo Mendieta, decano de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito. Según este catedrático, existen muy buenos profesionales que aprenden a investigar. “Y no hay que olvidar que alguien sin PhD también puede hacer investigación. Hay casos en el sector de la medicina, por ejemplo”.

    OCHO VOCES SOBRE EL TRABAJO DE UN PHD

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    ‘La sociedad sí valora a un PhD’

    María José Castillo. Doctorado en Economía Agrícola desde el 2008

    El país está caminando a obtener una infraestructura adecuada para la investigación. Un PhD siempre debe tratar de conseguir fondos externos para sus proyectos (ya que los fondos locales suelen ser insuficientes).
    La estrategia adecuada para hacer un PhD en el extranjero es conseguir una ‘assistantship’ en una universidad internacional. Aquello consiste en trabajos de ayudantía en clases o en investigaciones, colaborando con los docentes de aquellas instituciones. Así, el estudiante de doctorado recibe un pago mensual simbólico y los costos se reducen considerablemente.
    La sociedad sí valora a un PhD. Como aún somos pocos en el país, somos vistos con respeto. Sin embargo, no todas las instituciones o empresas pueden pagarle un salario acorde al título.

    ‘Este título abre muchas puertas’

    Pablo Arosemena. Obtuvo su doctorado en Economía en el 2011

    La investigación por la cual obtuve mi doctorado en Economía fue sobre la ilusión fiscal del ‘petropopulismo’. El objetivo fue proponer una forma de manejar la economía del país, sin necesidad de la explotación petrolera.
    Tras cinco años de estudio obtuve mi título el año anterior. El PhD es un activo permanente. Abre las puertas a muchos campos, principalmente académicos y empresariales. En este último, debido a que uno se convierte en consultor de gran valía.
    También es destacable el prestigio y las oportunidades que abre un doctorado en la política y en las ONG.
    El entrenamiento en cada campo investigativo permite aportar al crecimiento y desarrollo de la sociedad. El reto está en estudiar cómo un PhD puede transmitir sus conocimientos.

    ‘Hace falta fondos para proyectos’

    Sara Wong. PhD en Economía, de la University of California (UCLA)

    Con respecto a mi especialización (economía), en el país hace falta fondos para desarrollar proyectos de investigación, bibliotecas y bibliotecarias especializadas. Además, acceso a bases bibliográficas y de datos, con investigaciones de última data; creación de redes de investigadores; fondos para viajes de investigación y conferencias, y para financiar publicaciones; más colegas con PhD en temas afines, etc.
    Por otro lado, se pone en el tapete de discusión el que no basta tener un PhD para que se genere investigación. Tener un PhD es una condición necesaria más no suficiente. Si tomamos como parámetro de valoración el salario que se propone en el borrador del nuevo reglamento de escalafón para profesores universitarios, no veo que se valore el título del PhD.

    No hay estructuras para investigar

    Alberto Celi. Catedrático e investigador de la EPN

    Estudie Física en la Escuela Politécnica Nacional (EPN) y realicé mi PhD en Física, en la Universidad Autónoma de Madrid, entre 1996 y el 2001. Fui becado por la Fundacyt y con el auspicio de la EPN.
    Uno de los problemas que no están resueltos, a pesar de las buenas intenciones de las autoridades, es que faltan estructuras para absorber a los PhD que estudian en el extranjero y regresan al país. Así, los nuevos doctores no pueden seguir con su investigación y quedan dispersos.
    Los fondos son escasos para una investigación seria, que deje huellas. Un investigador y su equipo necesitan materiales y sueldos. Una investigación para un proyecto requiere unos USD 100 000. Y en una investigación completa se habla de millones de dólares.

    ‘Las condiciones de estudio son escasas’

    Rafael Polo. Catedrático de la U. Central y de la Flacso

    Estudié Sociología en la Universidad Central y una maestría en Letras en la Universidad Andina Simón Bolívar.
    Hace seis años hice un doctorado en Ciencias Sociales en la Flacso. Hoy me dedico todo el tiempo a la docencia.
    Me he negado a hacer asesoría política. No he trabajado en consultoría, porque no está ligado a la producción de conocimiento, sino a sostener razones para la construcción de un proyecto político o institucional.
    Por el PhD se me han abierto redes de contacto con otros colegas, en el exterior, especialmente.
    En el país no hay infraestructura para investigación; en Filosofía, por ejemplo, las condiciones son escasas, rudimentarias. Tampoco existen garantías en la investigación científica en el campo de las ciencias sociales.

    ‘Uso equipos de última generación’

    Juan Carlos Idrobo. Investigador en el Laboratorio de Oak Ridge

    Obtuve un PhD en Física, en la Universidad de California en Davis (EE.UU.). Actualmente, trabajo como investigador de planta en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tennessee, EE.UU.).
    Mi principal área de investigación en este momento es el estudio de defectos en materiales bidimensionales, a nivel atómico. Para realizar mis investigaciones utilizo microscopios electrónicos de última generación que me permiten ver, literalmente, los átomos que forman el material; así como también, supercomputadoras que me permiten calcular las propiedades de los materiales en presencia de distintos defectos.
    Sin un PhD, una persona dedicada a la investigación en ciencias difícilmente puede encontrar un trabajo bien remunerado, hablo de EE.UU.

    ‘El posdoctorado en una opción’

    Xavier Ordeñana. Obtendrá su PhD de Economía y Finanzas

    A escala mundial, los graduados de un doctorado se involucran a un mercado muy competitivo por la ausencia de plazas de trabajo. El concepto de ‘investigador’ no ha sido comprendido en su totalidad, de allí que el tema -que ahora está en boga-, ocasione espacios de discusión en la opinión pública.
    Estoy en la parte final de mis estudios del doctorado en Economía y Finanzas. Estoy presentando mi tesis de la investigación que ha tardado cinco años. Los dos primeros años se dedicaron a cursos para establecer las herramientas teóricas del trabajo.
    Una de las opciones, si al terminar el PhD no me logro ubicar en una plaza dentro de la academia, es optar por un posdoctorado. Aquel rango de estudios es -principalmente- participar de un equipo de investigación.

    ‘Un PhD se forma con ‘ancianos»

    William Loyola. Gestiona su PhD en Administración de Empresas

    Mi inquietud por estudiar un doctorado se inició hace siete años. Junto a ocho aspirantes de Latinoamérica iniciamos el curso para obtener ese grado académico, en el que me encuentro esperando la fecha para sustentar mi trabajo. La investigación que he realizado se basa en el conocimiento de las organizaciones, el cómo se explota el conocimiento en las entidades.
    Los profesores de un PhD son ‘ancianos’, que han dedicado varias décadas a los estudios. Mi director de investigaciones tiene 83 años de edad y son eminencias en la academia.
    Una de las restricciones para quienes desarrollamos investigaciones relacionadas con los campo sociológicos, nos encontramos con las limitantes de ausencia y el libre acceso a la información de los diferentes datos e indicadores.

  • Los fondos económicos son decisivos

    En todo proceso de estudios para un PhD existe una serie de acciones que determinan la admisión de un postulante. Así lo explica Betty Espinosa, subdirectora Académica de la Flacso quien añade que en la selección se valoran la trayectoria, la capacidad de estudios, los criterios de equidad, valores fundamentales en el investigador.

    El auspicio es una característica de quienes buscan cursar un doctorado. Por lo general son las universidades u organismo estatales los que se encargan de los costos de estos estudios. Así los explica Gonzalo Mendieta, decano de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito. Son estas instituciones las que, por lo general, auspician y acogen de regreso a los PhD.

    Hay otros programas, añade Mendieta, como las becas Fullbright que también requieren el auspicio de una universidad.

    En los casos en que un investigador graduado del doctorado se radique en otras ciudades es complicado repatriarlo. En el caso de la San Francisco, de cada tres personas que se intentan ‘repatriar’ solo se trae de regreso a uno. “Hay algunos que están casi por venir, pero se les presentan opciones y muchos se quedan”.

    No obstante, aclara Mendieta, el mercado para los doctores es complicado a escala global. Existen recortes en los países del primer mundo y es difícil encontrar opciones, dice Mendieta.

    Fernando Balseca, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, indica que en el país es un requisito legal para estudiar un PhD es tener estudios de maestría. Sobre los auspicios comenta que es clave que las universidades u organismos que los auspician los liberen de sus actividades docentes para que hagan su investigación a tiempo completo y que luego puedan retornar.

    Para la candidata a PhD, Sonia Zurita, uno de los requisitos fundamentales antes de iniciar sus estudios de Doctorado en Economía (Universidad Carlos III de Madrid), es tener presente el desgaste en el aspecto personal y familiar.

    Ella culminó su maestría en Finanzas en el 2000 en la Universidad de Chile. 10 años más tarde su doble maternidad influyó en el hecho de optar por los estudios presenciales del doctorado y que le podrían permitir realizarlos en un lapso menor a los cinco años proyectados.

    La PhD en Economía, Sara Wong, considera que el dinero no necesariamente es una limitante para obtener este grado académico. Hay becas en diversas fuentes, por ejemplo, en la misma universidad en donde uno estudia, en organismos internacionales o en instituciones del país en donde está la universidad.

    Wong añade que para una beca se requiere excelencia académica y el interés de los donantes. Ella puntualiza que su primer año fue financiado con beca conseguida por la Fundación Francisco Marroquín, luego fueron becas Olín y de UCLA las que financiaron el resto. La beca de la universidad implicaba que tenía que dar clases y hacer investigación.

  • La formación de más PHD genera retos al Ecuador

    Redacciones Quito y Guayaquil

    Un investigador a tiempo completo que genera nuevos conocimientos en universidades, organismos internacionales, entidades públicas o empresas privadas. Así se condensa, según las fuentes consultadas, la definición de un PhD, el grado académico más alto al que puede aspirar un profesional, a escala global.

    La de un PhD es una formación científica para personas que quieren investigar en cualquier disciplina, en cualquier área. La descripción la hace Betty Espinosa, subdirectora académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), sede Ecuador. “Puede estar en la academia, pero también en el sector empresarial, en la empresa privada. Los PhD están donde se requiera investigación”, resume Espinosa.

    Estos profesionales son una minoría en el sector académico ecuatoriano. Hasta septiembre de este año, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), registraba 431 títulos de Doctor o PhD de nacionalidad ecuatoriana. De esa cifra, 29 fueron obtenidos en universidades nacionales y 402 en universidades extranjeras.

    Hoy, la formación de PhD o doctores y su campo de acción en el país mantiene activo el debate en los sectores académicos y oficiales. El Proyecto de Reglamento del Escalafón para Docentes e Investigadores del Sistema de Educación Superior señala que uno de los requisitos del personal académico titular principal de las universidades y escuelas politécnicas es contar con un PhD. El mismo requisito se exige para ser investigador titular en centros de educación superior.

    Los profesores titulares deben obtener su PhD hasta el 2017. Los plazos y la propuesta del reglamento traen inquietudes a las autoridades y a los catedráticos de centros públicos y particulares.

    Datos de la Senescyt indican que en el 2010, el porcentaje de profesores con título de PhD en universidades públicas fue de 1%, mientras que en las universidades privadas fue de 2%. La mayoría de profesores, en ambos casos, registró un título de tercer nivel, seguido de títulos de maestrías y especialidades médicas.

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    Bajo este contexto, el Gobierno pretende llegar a la excelencia académica, tal como lo ha señalado René Ramírez, titular de la Senescyt. Incluso se habla de una inversión de USD 320 millones para la formación de nuevos PhD en el extranjero mediante becas concedidas por la Senescyt.

    No obstante, la formación de PhD y su aprovechamiento en el país es un tema que requiere de procesos de por lo menos dos décadas, e infraestructuras que permitan la investigación seria y de largo plazo.

    Así lo señalan PhD consultados. Gonzalo Mendieta, decano de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito, señala que la intención estatal es buena en términos abstractos. Sin embargo, teme que los profesionales salgan al exterior a estudiar un doctorado, bajo presión de cumplir el reglamento y para no perder su cátedra. “Entonces, puede ocurrir que no terminen el PhD o que no estudien en los mejores espacios académicos”.

    Mendieta añade que las autoridades están cometiendo un error al establecer plazos y el número de PhD que, en teoría, se necesitan (Rámírez dice que menos de 2 000 profesores necesitan obtener un PhD). “No todas las universidades podrán cumplir las condiciones que establecen las autoridades. Y en lugar de mejorar, las condiciones en la academia pueden empeorar”.

    Virginia Lasio, directora de la Espae Graduate School of Management, también cree que es un acierto la intención de formar nuevos PhD. “Pero hay que reconocer que no se requiere de doctores para todas las actividades docentes en la universidad y que quienes son profesores universitarios, en la actualidad, no necesariamente tienen vocación para hacer un doctorado”.

    Para Lasio, la polémica en el tema ocurre no por el hecho en sí, sino por los mecanismos, plazos, etc., que aparentemente no son consecuentes con la realidad del Ecuador, y que están poniendo presiones innecesarias sobre las universidades y distorsionando, además, el concepto y el valor de los títulos de Doctor o PhD.

    Más artículos del Informe:

  • Una red que integra a universidades y a empresas

    Redacción Quito

    La educación superior ecuatoriana tiene algunos desafíos que nacen de la nueva Ley de Educación Superior. Esta establece que las universidades, aparte de la docencia, también deben preocuparse por dos funciones adicionales: la vinculación con la colectividad y la investigación.

    Por ello la Universidad Andina Simón Bolívar, la Escuela Politécnica de Litoral, la Universidad Técnica de Ambato, la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí y la Universidad Politécnica Salesiana, sede Cuenca, crearon la Red Ecuatoriana de Investigación de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, RedimiPyme.

    Esta iniciativa que nació en el XXII Congreso Latinoamericano de Espíritu Empresarial, realizado en el 2012, fue el punto de inicio de este programa.

    Wilson Araque, coordinador principal del proyecto y director de gestión de la Universidad Andina, cuenta que durante el evento, lograron contactarse con la Fundación Análisis Estratégico para el Desarrollo de la Pyme, FaedPyme, una red iberoamericana para la investigación y desarrollo de la Pyme.

    Ellos propusieron integrar al Ecuador dentro de la red por lo que recomendaron que se forme una alianza con ellos. El objetivo principal, según Araque, es generar investigación rigurosa utilizando el método científico. Por ello los investigadores de la red serán doctores o PhD y brindar un trabajo de excelencia.

    La información que se genere desde la red puede ser utilizada por las empresas y por los diseñadores de políticas públicas. Estos tomadores de decisiones tendrán una información confiable. «Será un buen soporte para el desarrollo de proyectos futuros al igual que información útil para universidades y medios de comunicación», indica Araque.

    La red también busca impulsar la publicación de las investigaciones. El propósito es que se difundan y que sean validadas por investigadores y académicos de otros países. «Esperamos que las publicaciones puedan ser exhibidas en revistas indexadas internacionales como el Journal de la Academia de Management de Estados Unidos».

    Guido Caicedo, coordinador en la Escuela Politécnica del Litoral, indica que esta iniciativa no solo beneficiará al país sino también al desarrollo de las Pymes en la región iberoamericana.

    La red se lanzará el 24 de abril y asistirán los rectores de las cinco universidades y las autoridades del Senescyt.

    Datos de interés

    Miembros de la red. No solo universidades conformarán la red, sino también ONG, organismos del Estado y empresas privadas.

    Selección. Se escogieron las cinco universidades ya que el 65% de las empresas está en esas ciudades.