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  • ‘Inversiones clave no se sacrificaron’

    Redacción Quito (I)
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    La titular de la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades), Sandra Naranjo, evalúa el desempeño de la economía y los proyectos de inversión. Asegura que este año, al igual que el anterior, no se podrá avanzar a un ritmo acelerado por el desplome del petróleo.

    ¿Cuánto estuvo planificado ejecutar en inversión pública el 2015 y cuánto se concretó?

    La ejecución del presupuesto va muy bien y sobre todo creo que hay buenas noticias para el país, en el sentido de que existen proyectos que este año terminamos de concretar; son obras que tienen una rentabilidad del 30%, pero en lo que tiene que ver en la ejecución, esta fue del 87%. Eso equivale a 5 582 millones de dólares en el 2015 y para este año, el presupuesto es de 5 349 millones.

    ¿El monto para el 2016 incluye el ajuste anunciado por el Ministro Coordinador de la Política Económica, el pasado 22 de febrero?

    Sí. Ha sido revisado. Algo importante es que el ajuste que se hizo en el plan anual fue sobre nuevos proyectos, referentes a cantidad. Número de unidades de milenio, por ejemplo.

    ¿Qué se concretó en el 2015?

    El presupuesto estuvo dividido así: el 30% fue para sectores estratégicos, el 23% a la parte de empleo, producción y competitividad, aquí el rubro más importante fue el de construcción de vías. Los siguientes dos más importantes son desarrollo social con 16,3% y talento humano, con 8%, este último implica becas. En total se impulsaron 101 proyectos en diversos sectores.

    ¿Qué se dejó de realizar?

    La forma en la que estuvo estructurado el presupuesto, siempre, desde el 2007, consideró a la inversión como una variable de ajuste. Eso significó que varios de los proyectos estratégicos ya estaban iniciados y todos los de arrastre y los que tenían financiamiento, como escuelas de milenio, con crédito chino, o carreteras con préstamos del Banco Mundial, se mantuvieron.

    Las cosas esenciales no se sacrificaron. No se redujo la cobertura de los programas sociales, se mantiene la inversión en infraestructura vial, las unidades del milenio y aquellas obras que no se hicieron hace 30 años y que se reflejarán desde el siguiente. La producción petrolera no ha caído, por ejemplo, gracias a la inversión que se hizo.

    ¿Pero algo debió restringirse, porque hubo ajustes?

    Lo que hicimos fue ajustar el presupuesto de inversión como siempre supimos que iba a pasar, pues esa era la variable de ajuste. Si comparamos con el 2014 son, prácticamente, 2 000 millones de dólares menos en el presupuesto de inversión. Pero, por dar un ejemplo de esos ajustes, si íbamos a realizar cien escuelas del milenio terminamos haciendo 30, lo mismo pasó con los centros infantiles del Buen Vivir. En definitiva, hubiéramos querido avanzar rápido, pero el problema fue la caída del precio del petróleo.

    ¿Qué concretarán este 2016?

    Concretar varios proyectos en los sectores estratégicos claves, entre estos la culminación de la Central Coca-Codo Sinclair, que este año entrará en operación; los multipropósitos, para el control de inundaciones; el mantenimiento y construcción vial; el aporte a la construcción del Metro de Quito y el tranvía de Cuenca; infraestructura en salud; atención a personas con discapacidad y programas de desnutrición.

    ¿Qué proyectos están dentro de las áreas estratégicas?

    El sistema de distribución eléctrica, las hidroeléctricas, el programa de cocción eficiente, alimentación escolar, el de control de inundaciones, el plan semilla y subsidio a transporte y carreteras. En talento humano habrá infraestructura educativa, becas y unos programas con crédito del Banco Interamericano de Desarrolllo (BID), para recuperar patrimonio.

    En infraestructura, que ha sido el puntal de este Gobierno, ¿qué se dejó de hacer?

    Queríamos avanzar con las superautopistas, que de hecho con alianzas público privadas, interesadas en hacer algunos de estos tramos, se podría concretar. Existen algunos proyectos claves que no los hará solo el Gobierno, sino en alianza público-privada.

    ¿En qué terminó el plan de reestructura del sector público que anunció su antecesor?

    En el 2006, el Estado tenía 204 entidades, al 2015 se logró bajar a 142. Ayudó mucho agrupar a los ministerios por sectores. Al 15 de enero pasado se han eliminado 107 entidades, se han transformado otras 107 y creado 35. En el neto, el Estado tiene muchas más entidades, pero responden a una mejor funcionalidad.

    ¿Por qué, si desaparecieron muchas entidades, eso no se reflejó en la salida masiva de los servidores públicos?

    Pasaron dos cosas: al eliminar las entidades también hubo gente valiosa, y esa se quedó; lo otro es, que fue un proceso gradual, cuyo objetivo no era despedir gente, sino buscar mayor eficiencia.

    ¿Cuánto personal aumentó?

    El incremento ha sido de 89 800 servidores entre el 2006 y el 2015, pero la gran parte de ese personal se quedó en salud, educación, justicia, seguridad, bienestar social. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Ecuador es de los países con menos servidores públicos en la región. En el país, por dar una idea, uno de cada 10 trabajadores está en el área pública, los otros en el área privada.

    ¿Cómo evalúa a las empresas públicas en el año pasado?

    Creo que han tenido un buen desempeño en algunos casos, en otros habido que ajustar. CNT es una de las que genera utilidad, porque cuando eran Andinatel y Pacifictel tenían pérdidas millonarias. Pero también se eliminó la empresa pública importadora, la de parques (ahora están en Inmobiliar), la pesquera. Ferrocarriles del Ecuador está generando buenos productos para promover el turismo. Si en algo hemos sido muy objetivos, es en la evaluación de las empresas.

    ¿Cuáles empresas están con problemas además de Tame?

    Bueno, Tame salió, este… Por ejemplo, uno de los lugares donde vimos que podíamos hacer optimización fue con la empresa pública importadora.

    ¿Su evaluación, entonces, es positiva al cierre del 2015?

    El 2015 fue un año en el que tuvimos caída de los precios del petróleo, se aprecia el dólar y al ser una economía dolarizada nos pega el doble, porque se encarecen las exportaciones y por otro se vuelve barato importar; eso nos ha pegado fuerte, y pese a eso se ha mantenido un importante programa de inversiones. Es cierto que respecto al 2014 invertimos 2 000 millones menos, nos hemos ajustado, pero aún así invertimos más de lo que se colocó en el 2006.

    ¿Este año se cerrará alguna empresa? ¿Petroecuador, por ejemplo? Solo por decir una.

    (Sonríe) No. El análisis de empresas públicas es periódico y en función de eso, si es necesario, por términos de eficiencia tomar alguna decisión, lo haremos.

    En el Gabinete analizaron el 2017. ¿Cuánto se destinará?

    Ese año es particular porque como existen elecciones, la normativa determina que el presupuesto se prorrogue y una vez que el nuevo Gobierno inicie su período envíe su Presupuesto ajustado.

    Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Pabel Muñoz: ‘Nos interesa que la industria nacional sea robusta’

    Xavier Basantes. Editor del Semanario LÍDERES

    La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), busca afianzar el proceso de cambio de la matriz productiva, con base en encadenamientos entre empresas públicas y privadas. Su Secretario explica cuáles son las estrategias de las empresas públicas.

    ¿Cuál es el rol que tienen las empresas públicas en la agenda estratégica del Gobierno?
    Las empresas públicas son una figura institucional, que podemos activarlas o no, según nuestras necesidades estratégicas, frente al cambio de la matriz productiva. Por ejemplo, el caso de la empresa de Coca-Codo Sinclair (Cocasinclair EP), que este momento construye el proyecto más grande del país, una vez que esté construido, será eliminada.

    En la presentación del informe sobre Empresas Públicas y Planificación de Senplades (3 de febrero) se destacó la creación de 28 empresas. ¿Tienen previsto crear más empresas este año?
    Seguramente vamos a crear una para que administre los centros deportivos de alto rendimiento. A veces pensamos en las empresas públicas, como ‘las empresas públicas’; es decir, como Petroecuador, CNT, Petroamazonas… pero al ser una figura institucional, necesitamos empresas para cumplir un rol específico. Por eso es importante ver a las empresas públicas como: prestadoras de servicio y administradoras de sectores estratégicos, reguladoras del mercado y constructoras de proyectos estratégicos.

    Ahora, entre las empresas creadas consta la de Importaciones. Esto pareciera contradictorio con la política de sustituir importaciones.
    El objetivo de esta empresa no es contradictorio con nuestro objetivo de velar por la calidad de las importaciones, y sustituir estratégica e inteligentemente las importaciones.

    Por ejemplo, el caso del mercurio: lo necesitamos para actividades en el ámbito médico, pero si no tenemos control en esa importación se estaba yendo a un mal uso en la minería informal. Esta empresa no busca competir con el sector privado importador, busca generar optimizaciones en las importaciones de la compra pública.

    ¿Cómo les fue a las empresas el año pasado?
    En el 2013, las empresas públicas utilizaron unos 6 000 millones de dólares, pero los ingresos que provinieron, solamente de las petroleras, fueron de 14 000 millones. Claro, estas son las más grandes.

    Pero ya empezamos a tener utilidades en la Empresa de Correos, hemos tenido una dinamización con la de Ferrocarriles. En la CNT tuvimos ingresos por 60 millones de dólares, 30 ingresaron a las arcas fiscales y 30 millones para reinvertir en la CNT.

    ¿Cuáles son las previsiones que tienen como resultados de las empresas públicas para 2014?
    Nos interesa hacer una inversión similar a la del 2013 que bordeó el 13% del PIB; esto significa que estaremos invirtiendo entre 6 000 y 7 000 millones. Para este 2014 es fundamental el énfasis en los sectores estratégicos, sobre todo dentro un mayor avance en el cambio de la matriz productiva.

    En su informe de empresas públicas se destaca una inversión en la Empresa de Fármacos.
    Lo más importante es que comenzamos con la construcción de la planta farmacéutica en Yachay (con una inversión inicial de USD 73 millones). En el país no producimos fármacos, somos unos ensambladores de fármacos y creemos que tenemos esa capacidad para hacerlo, sobre todo genéricos.

    Frente a eso, la industria farmacéutica ecuatoriana dice que ellos también pueden fabricar medicamentos y si el Estado entra a colocar sus productos eso incidirá en el mercado…
    Nos interesa mucho la inversión privada; desde la matriz productiva nos interesa trazar la cancha, pero que los actores sean privados. Pero no necesariamente tenemos eso; en un primer momento, no todos los actores van a ser privados, sino que se necesita un estímulo del sector público.

    Nos interesa la complementariedad antes que la competencia. Pero no hemos tenido eso y en muchos casos, las empresas privadas han regulado el mercado. Por ejemplo, lo de Tame. ¿Cómo eran los pasajes a Colombia o a Brasil? Cuando Tame entra, no está buscando la quiebra de otras empresas sino que busca fomentar la competencia respecto a los precios de los pasajes.

    ¿En el informe de Senplades sobre Tame se indica que interesa ir al transporte de carga?
    Es una iniciativa que tiene Tame y la resolveremos en el Directorio. Esta era una industria que estaba en el mundo de las FF.AA., salió de ese mundo y hoy tenemos un manejo más empresarial: hemos ampliado mercados y ahora hay la intención de volar a Los Ángeles y crear una línea de carga en Tame.

    ¿Todo esto con la entrega de subisidios?
    No tenemos miedo a los subsidios, cuando estos estimulan una inversión. Ahora estamos en la discusión de las industrias básicas y se analiza la construcción de una industria de aluminio, que nos interesa que provenga del sector privado. ¿Qué podemos hacer para eso?, subsidiar la energía. Si al 2016 podemos ser potencialmente exportadores, muy bien podemos subsidiar por cinco, seis o siete años esa energía, para que el sector privado pueda dinamizar una industria como la del aluminio.

    ¿Este es un estímulo para las empresas que se sumen a la sustitución de importaciones?
    A nosotros nos interesa fomentar la industria nacional, que sea robusta, que genere empleo, que abastezca el mercado interno y pueda abastecer el mercado externo. Desde esta perspectiva, podemos utilizar los incentivos que necesitemos para que los industriales nacionales tengan seguridades de invertir en el país. Esos son los mensajes que enviamos.

    A propósito del mercado externo, ¿cuáles son las expectativas de Senplades de cara a una nueva ronda de negociaciones con la UE?
    No tengo detalles de la negociación, eso lo maneja el Ministerio de Comercio. Los temas de propiedad intelectual, compras públicas y salida de capitales nos preocupan y están puestos en la mesa de negociación, como elementos fundamentales para nuestro desarrollo. Esperamos tener una buena respuesta del lado europeo sobre estos temas.

    Un breve resumen de su gestión
    La formación. Sociólogo graduado en la PUCE; estudios de maestría en Ciencias Políticas, en la U. de Andalucía.
    En el Gobierno actual. Viceministro de Inclusión Económica; Subsecretario de Reforma Democrática y Gestión Programática de Senplades, etc.