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  • Compañía Devoción sirve café colombiano en el mejor restaurante del mundo

    Agencia EFE

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    El mejor restaurante del mundo en 2017, Eleven Madison Park, escogió a la compañía colombiana Devoción para hacer parte de su ‘Programa de Café‘ con el que busca seguir brindando una experiencia gastronómica única a sus clientes a través de esta popular bebida, informó este jueves, 18 de enero del 2018, la empresa.

    El ‘Programa de Café‘ incluye grano ciento por ciento colombiano proveído por Devoción, firma que se especializa en la comercialización de cafés especiales al trabajar con 500 pequeñas fincas del país andino.

    Devoción es considerado como uno de los 10 mejores tostadores en Estados Unidos por críticos gastronómicos de medios como New York Times, U.S.A Today, Mens Journal, Eater, Zagat, Thrillist, Sprudge y Food Republic, entre otros.

    Entre la elección que realizaron los expertos del neoyorquino Eleven Madison Park, que se consagró el pasado 5 de abril como el mejor comedor del mundo según la revista británica Restaurant, se incluyen las selecciones consideradas ‘Grand Cru‘, que hacen alusión al café que se obtiene de una clasificación adicional de granos ya excepcionales por su calidad.

    Para lograrlo, el fundador y CEO de Devoción, Steven Sutton, y la directora del ‘Programa de Café’m Maya Albert, trabajaron en un menú en el que se destaca la variedad «Wush Wush», de la finca «Monte Verde», del municipio de Rioblanco, en el central departamento colombiano del Tolima.

    Igualmente, figura un Geisha, cultivado en la hacienda Riviera, del departamento de Risaralda, también ubicado en el centro del país.

    De acuerdo con los expertos, para que los granos alcancen su máximo potencial y que los comensales disfruten «algo más que una taza de café, se emplean tres métodos de extracción diferentes en la experiencia de mesa».

    Se trata de Sifón, que utiliza la gravedad y el calor para elaborar el café; Pour-Over, que es un vertido a mano con tetera de cuello de cisne y filtro Chemex, y el ‘Silverton Immersion Brewing’, que combina la extracción de un Pour-Over con una inmersión estilo prensa francesa.

    De este modo, «la combinación de los exclusivos cafés de Devoción y los métodos lentos de preparación manual del Eleven Madison Park consolidan una experiencia gastronómica única para los comensales», explicó Albert.

    La empresa colombiana Devoción comenzó su labor en 2006 y actualmente es pionera mundial del movimiento «De la finca a la mesa» en café gracias a una red de más de 500 fincas del país a las que les compra el grano por encima de los precios del mercado.

    La compañía llegó a Estados Unidos en 2014, año en el que inauguró un café y una planta tostadora en Brooklyn.

    Además de tener los cafés La Botica, en el hotel Hilton de Bogotá, y la Botica/Tostadora en Williamsburg (Brooklyn), Devoción se alista para abrir en Downtown Brooklyn.

    En la foto, un hombre toca una planta de café. Foto: Archivo / LÍDERES
    En la foto, un hombre toca una planta de café. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Medición del rendimiento ¿Sirve de algo?

    Arturo Castillo. Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes

    En lo fundamental, las prácticas laborales contemporáneas tienen mucho del pasado. Por ejemplo, el control, que a veces toma la forma de acoso, sigue siendo la piedra angular de incontables empresas, incapaces de inspirar a sus trabajadores. Es un modelo basado en la autoridad, en el temor latente a perder la seguridad del trabajo. Confiere poder a quien manda, vuelve sumiso y pasivo a quien recibe órdenes.

    En todo caso, el empleador está en pleno derecho de exigir a quien paga que rinda al máximo, que justifique su salario. Lo apropiado es evaluar periódicamente al personal, monitorear el avance de los proyectos y metas de la organización.

    Este balance también debe servir para revisar cómo están funcionando los encargados de las diferentes áreas, los líderes, responsables de la atmósfera laboral y de la productividad.

    En función de las metas alcanzadas, la organización debe pensar en la promoción de los trabajadores, no solo en términos de la asignación de tareas de mayor envergadura, sino también en la aplicación de las políticas de incentivos.

    Lo deseable es que la medición del rendimiento laboral no se base en consideraciones subjetivas, en emociones, que no se la use como herramienta coercitiva, como un mete miedos. El proceso debe remitirse a los logros individuales y de equipo, que deben documentarse con rigor. De otra parte, la cuantificación de logros revela las competencias de los trabajadores, sus fortalezas y debilidades. Los resultados obtenidos deben llevarse al plano de la gestión; no deben archivarse como meras estadísticas, caso contrario, el personal no asumirá con seriedad los procesos de calificación de su desempeño. Debe haber, efectivamente, un antes y un después de las evaluaciones.

    La medición periódica del rendimiento es de beneficio mutuo; el trabajador sabe dónde está, qué debe mejorar… La empresa aprende a individualizar el rendimiento; el trabajador deja de ser un número en la nómina; se convierte en alguien concreto, con virtudes y debilidades que hay que gestionar.

    Desde otra perspectiva, la convicción de que el trabajo es una tarea mensurable, un conjunto de destrezas susceptibles de evaluación, que se alquilan por un salario, que genera dependencia y sujeción, ha enajenado al ser humano de sus quehaceres. El rendimiento laboral convertido en test, en exigencia, en demostración de eficiencia y eficacia, es algo que la sociedad contemporánea ha refinado en extremo, al punto de haberle restado al trabajo su sentido, su posibilidad creativa, el gozo.

  • El caucho reciclado sirve para elaborar pisos de seguridad

    Redacción Cuenca (I)

    Reciplay, que funciona desde hace tres años, es pionera en el uso de caucho reciclado para la fabricación de pisos de seguridad, que se utilizan en parques, establecimientos educativos, canchas deportivas y otros espacios. El cuencano Eddi Peña, de 42 años, aplica los conocimientos que adquirió en España, para elaborar este tipo de productos.

    Él, durante 10 años, laboró en una empresa que fabricaba esos pisos y aprendió las formulaciones, dosificación y otros parámetros necesarios para la producción. Peña retornó a la capital azuaya hace cuatro años y buscó trabajo, pero no lo consiguió. Por ello, buscó un socio que se interese por su propuesta.

    Tras algunos intentos encontró al quiteño Alejandro Cárdenas, actual gerente de Reciplay, quien aportó con los recursos. La fábrica se instaló en Quito y ahora funciona en el sector de Calderón.

    El 2013 facturaron USD 90 000 y para este año tienen previsto llegar a los 100 000. Al inicio reciclaban tres toneladas a la semana para fabricar césped sintético, pisos de seguridad y baldosas de caucho para gimnasios. En la actualidad, son siete toneladas y en los próximos seis meses subirá a 15 toneladas, asegura Cárdenas.

    Desde la creación de esta microempresa han tenido más de 30 clientes, entre los que se destacan constructores del norte del país y la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca.

    Esta última contrató el piso de seguridad o continuo para nueve parques de la capital azuaya como El Vecino, El Escritor, Gloria Astudillo, Precolombino. En promedio fueron 50 m2, dice Peña.

    El constructor Freddy Maldonado, también utilizó este piso en cerca de 450 metros cuadrados del Colegio Sagrada Familia de Ambato. Según él, se escogió este material porque brinda seguridad a los niños en el caso de una caída. Además, -señala- su diseño es muy versátil y en el caso de este plantel se plasmaron figuras, números, letras y dibujos infantiles.

    Según Peña, el cliente define el diseño y el color. Tienen propuestas en 3D; es decir, con relieves para que los niños suban y bajen mientras juegan.

    Reciplay aplica la normativa europea EN-1177 para fabricar estos pisos. Peña señala que dependiendo de la altura del juego se define el grosor del piso, que tiene dos capas: la base inferior o elástica y la de acabado o decorativa. «El piso tiene una vida útil de 10 años y se debe realizar un mantenimiento a los tres años para recuperar el brillo».

    El negocio en breve Una patente. Reciplay patentó el encapsulamiento de color. El caucho natural es limpiado y triturado. Luego es llevado a una máquina donde es pigmentado y recibe el color deseado. El 80% del producto tiene componentes nacionales.

    75 dólares más impuestos cuesta el m2 de este piso continuo.