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  • Las EPS enfrentan retos por la situación económica

    Carolina Enriquez

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    Al menos seis retos deberán enfrentar las organizaciones de la Economía Popular y Solidaria (EPS) en el marco de la crisis económica actual, según el Gobierno Nacional.

    La Ley Orgánica de la EPS define a esta área productiva como “la forma de organización en la que sus integrantes, individual o colectivamente, organizan y desarrollan procesos de producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer necesidades y generar ingresos”.

    Sin embargo, se debe tomar en cuenta que las organizaciones que aglutinan a las EPS se basan en relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad. Privilegian el ser humano, tienen armonía con la naturaleza, entre otras características.

    Según el Instituto de la Economías Popular y Solidaria (IEPS), durante los últimos cinco años las organizaciones registradas en este segmento, así como las unidades económico populares, de desarrollaron de manera permanente.

    Entre los aspectos que han permitido este desarrollo está la realización, entre 2014 y 2016, de ferias y ruedas de negocio en 37 espacios de comercialización para 1 133 agrupaciones de las EPS. En ellas vendieron más de USD 1,5 millones.

    Solo en el año 2016 las ventas totales de este segmento alzaron a escala nacional USD 95,5 millones. Esto sin contar con los datos registrados de las exportaciones, que alcanzaron USD 590 millones el año pasado.

    Lograr estos resultados no ha sido fácil. El camino cuesta arriba se mantiene, principalmente por los efectos de tres años consecutivos económicamente difíciles.

    La IEPS calcula que en este escenario las organizaciones de la EPS deben enfrentar retos como participar en las estrategias que se desarrollen en el marco del cambio de matriz productiva. Además, el Gobierno y las entidades privadas deben fortalecer el apoyo que dan a estas agrupaciones, impulsar su capacidad técnica y tecnológica, visibilizarlas, etc.

    En el país, la mayoría de estas asociaciones se encuentra en las áreas de agricultura, transporte e industrias manufactureras. Un total de 216 797 personas forman parte de las 11 299 OEPS que existen, hasta septiembre del 2017.

    Lucía Calderón, representante de la Confederación Nacional de Empresas de Economía Popular y Solidaria, indicó, durante su discurso en el marco de la creación del Consejo Consultivo Productivo y Tributario, que uno de los principales temores de su sector es que se incrementen las importaciones y que se reduzca la compra de bienes locales, especialmente los elaborados por las organizaciones de las EPS.

    Su planteamiento fue que se limiten las compras del exterior. Asimismo, solicitó que se impulse con más fuerza su participación en las compras del Estado; que se generen paquetes crediticios preferenciales en el sistema financiero público y privado, que los actores de las EPS logren tener acceso a la seguridad social, etc.

    Varias de las propuestas hechas por las organizaciones en el marco del Consejo se analizarán en el período de sistematización de la información que recibió este órgano.

    A la par, la IEPS desarrolla mecanismos para evitar la invisibilización de este sector. Entre estos se halla el fortalecimiento de las capacidades productivas de los actores de las agrupaciones, el acceso a sistemas diferenciados de financiamiento, la promoción del consumo de bienes elaborados por organizaciones del segmento.

    Los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) también cuentan con programas de apoyo para la EPS. Vanessa Rossero, encargada de este segmento en la Agencia de Promoción Económica (ConQuito), indicó que buscan impulsar la innovación social, productiva y social de las organizaciones.

    Los actores de las EPS que acuden a la Agencia reciben asistencia integral en esos ámbitos, tienen vinculación financiera y de mercados. Cuentan con las fases de impulsar, crecer y fortalecer.

    Valor agregado, la clave para tener más competitividad

    Según Pro Ecuador, las ventas al extranjero de estas agrupaciones han crecido a una tasa promedio anual del 31,79% en valor USD y del 46,03% en toneladas desde el 2010 hasta el 2016. También se registra un incremento de cinco toneladas en el período enero-junio de este año frente al mismo lapso del anterior, aunque similar cantidad en valor.

    La entidad explicó que el año pasado se registraron 50 exportadores de las EPS, es decir, 18 más que hace cinco años. En el primer semestre de este año fueron 37. exportadores. Unos 83 000 productores están involucrados en el trabajo de exportación en este segmento de la economía.

    Las organizaciones envían al mundo, principalmente, banano, cacao, coco, oritos, quinua, café, rosas frescas, sombreros, materias vegetales, entre otros.

    Italia fue el principal destino de exportaciones de productos de las EPS en el 2016 con una participación del 26,16%, es decir, un crecimiento del 778,8% con respecto al 2015. Otros destinos importantes del 2016 fueron los Estados Unidos y Turquía con 20,42% y 13,08%, respectivamente.

    El número de destinos a los que se envían los productos nacionales creció, aunque no ocurrió lo mismo con el número de artículos.

    Según Vanessa Rosero, encargada de este segmento en la Agencia de Promoción Económica (ConQuito), la clave para que los emprendimientos de la EPS surjan tanto a escala local como internacional es que ofrezcan valor agregado en cada uno de los productos y de los servicios que ofertan. Esta entidad que es parte de la Municipalidad de Quito, ha fortalecido directamente a 200 actores, aproximadamente e, indirectamente, a otros 700.

    El 80% de ellos corresponde a asociaciones que se desarrollan en el Distrito Metropolitano de Quito, principalmente, en las parroquias urbanas como en las rurales.

    La situación actual de la economía podría impulsar el desarrollo de las OEPS, indicó la representante de ConQuito. “La EPS aparece cuando hay situaciones de crisis económica en una ciudad, en un país. Ahora, la oportunidad de este tipo de organizaciones es fuerte, principalmente porque tienen los incentivos. En medio de esto se puede mejorar las capacidades productivas”.

    Mejoras en infraestructura, tributos y mayores incentivos

    Las personas que son parte de la llamada Economía Popular y Solidaria (EPS) están a la espera de que el Gobierno genere acciones de apoyo para mejorar sus pequeños negocios y actividades económicas. Son cooperativas, asociaciones, familias, hombres y mujeres que salen adelante con la oferta de mercaderías, servicios o distintos productos.

    Lianne Zoeteweij, representante de la Asociación de Pequeños Productores de Banano El Guabo, señala que esperan que continúen los programas que están en marcha y que se tomen en cuenta todas las solicitudes y planteamientos hechos al Gobierno, en espacios como fue la Mesa de Banano que se realizó, el pasado 31 de agosto, en Machala.

    Hubo pedidos, por ejemplo, de mejoramiento de la vialidad o que se tome en cuenta que hay una suerte de doble tributación a la fruta, tanto para el productor como para el exportador.

    Pero, hay otros protagonistas de este sector, como Flavio Sánchez que seguirán trabajando “duro” como lo hizo con el anterior Gobierno y lo hará con este y con los que vengan. Él realiza organización de eventos, musicalización y comida en las diferentes parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito. Tienen la “política” de contratar personas que viven en el sitio donde van a trabajar. “Esto permite ahorro en movilización, principalmente; pero al mismo tiempo, generamos empleo temporal. Además, son personas que conocen.

    Lo que requerimos, dice, ya ha sido planteado tanto a nivel del Municipio y del Gobierno Nacional, también al sector privado, principalmente la banca.

    En el primer caso se ha planteado que se reduzcan los trámites y procedimientos para sacar permisos, pague de patentes. Igual ocurre con los impuestos establecidos para estos pequeños negocios, en el caso del Gobierno. Un puntual pedido es que haya más simplificación en los requisitos del Impuesto a la Renta, por ejemplo.

    En el caso de los bancos que abran líneas de crédito más flexibles tanto en requisitos como en los pagos. “Yo necesito un préstamo de unos USD 2 500 para hacerlo, pero es difícil tramitarlo”. Cuenta que cuando tiene un evento, da trabajo temporal a personas de las parroquias a donde llega.

    Asociaciones, cooperativas y comunas dedicadas a la agricultura hay en el área rural de Quito. Foto: Cortesía ConQuito
    Asociaciones, cooperativas y comunas dedicadas a la agricultura hay en el área rural de Quito. Foto: Cortesía ConQuito
  • Situación económica en Argentina es peor de lo que esperaba el gobierno

    Agencia AFP

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    El estado de la economía argentina era mucho peor de lo esperado, con un déficit de casi siete puntos del PIB, afirmó el ministro de Hacienda de ese país, Alfonso Prat-Gay, sobre el escenario que encontró el gobierno del derechista Mauricio Macri.

    “La situación era mucho peor y eso que la imaginábamos compleja”, dijo Prat-Gay, en una entrevista con el diario La Tercera de Santiago.

    Al asumir en diciembre, las nuevas autoridades se encontraron después de ocho años de gobierno de Cristina Kirchner con “una economía que no crecía hace cuatro años, con una inflación crónica del orden del 25% al 30%, sin aumento del empleo privado y economías regionales prácticamente quebradas”.

    A eso se suma “una situación muy compleja de reservas internacionales, un tipo de cambio tremendamente atrasado, un sistema de estadísticas violado, el default con acreedores internos y externos y la lista es larga”, describió el ministro argentino.

    En términos concretos -puntualizó Prat-Gay- “el estado de situación fue un déficit del orden de siete puntos del PIB”.

    Para el ministro argentino todas las cifras fueron ocultadas por el gobierno de Kirchner. “Más que un mito era una mentira descarada a través de las estadísticas oficiales”.

    Consultado sobre cuándo el nuevo gobierno podrá tener un índice concreto de inflación, Prat-Gay afirmó que aspiran a tener una primera publicación “el próximo trimestre”.

    El jueves, al participar en un seminario económico en Santiago, el ministro dijo que esperaban que la inflación en Argentina, que cerró 2015 con un alza estimada de un 30% anual, llegue a un 1% mensual en el segundo semestre.

    “Muy probablemente en la segunda mitad del año vamos a estar en niveles de inflación del 1% mensual, que ya es más compatible con la meta del año siguiente del 12% anual”, dijo el ministro.

    En febrero, la inflación en Argentina se ubicó en torno al 4% según consultoras privadas, sin que hasta ahora exista un registro oficial.

    El ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina Alfonso Prat ­ Gay estimó que el gobierno podría publicar una cifra oficial de la inflación de su país en el próximo trimestre. El dato fue suspendido durante el mandato de Cristina de Kirchner. Fot
    El ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina Alfonso Prat ­ Gay estimó que el gobierno podría publicar una cifra oficial de la inflación de su país en el próximo trimestre. El dato fue suspendido durante el mandato de Cristina de Kirchner. Foto: EFE
  • Pesimismo sobre economía se apodera de los brasileños

    DPA

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    Sao Paulo

    El pesimismo sobre el futuro de la economía se apoderó de los brasileños poco más de tres meses después del balotaje en el que la presidenta Dilma Rousseff obtuvo su segundo mandato al frente del gobierno nacional, según surge de un estudio del instituto Datafolha, vinculado al diario ‘Folha de Sao Paulo’.

    Según los datos divulgados hoy, 8 de febrero del 2015, ocho de cada diez encuestados -el 81%- creen que la inflación aumentará en los próximos meses, y más de la mitad -el 55%- cree que la situación económica del país empeorará. Según ‘Folha’, el pesimismo en relación a la situación económica del país es el peor desde 1997, cuando Datafolha comenzó a consultar en forma periódica a los electores sobre el asunto.

    El deterioro de las expectativas de los brasileños se produjo de forma abrupta, toda vez que en diciembre pasado el porcentaje de ciudadanos que consideraba que la economía iría a peor era del 28%, y el de los que esperaban un aumento de la inflación para este año del 54%. El pesimismo, en tanto, encuentra apoyo en la realidad.

    En enero, la inflación mensual alcanzó el 1,24%, lo que representa el mayor nivel desde febrero de 2003. El aumento de precios registrado en el primer mes del año llevó además a que por primera vez desde 1994, el 57% de los electores crea que se reducirá el poder de compra de los salarios.

    También existe inseguridad respecto del mantenimiento de las fuentes de trabajo. Según el estudio de Datafolha, el 62% de los encuestados cree que aumentará el desempleo, que según los últimos datos oficiales cerró 2014 en un promedio del 4,8%, el menor nivel registrado desde 2002.

    El pesimismo de los brasileños hizo que se desplomara la aprobación del gobierno de la presidenta Rousseff, quien se convirtió en la mandataria peor evaluada por la población en sus primeros meses de gobierno -en este caso de su segundo mandato- de la historia del país. Según datos revelados el sábado, la aprobación del Ejecutivo cayó de 42 a 23% entre diciembre y febrero.

    Además, la mayoría de los entrevistados considera que Rousseff tuvo responsabilidad en los millonarios desvíos de fondos de los que fue objeto la petrolera estatal Petrobras entre 2004 y 2012, época que coincide, en parte, con el periodo en que la mandataria presidió el consejo de administración de la compañía.

    A instancias de la responsabilidad que según los encuestados tuvo Rousseff en el fraude, el 47% considera que la antigua guerrillera es deshonesta. Para realizar el estudio, Datafolha entrevistó a 4.000 electores en 188 municipios de todo el país entre los días 3 y 5 de febrero.

    El pesimismo de los brasileños hizo que se desplomara la aprobación del gobierno de la presidenta Rousseff, quien se convirtió en la mandataria peor evaluada por la población en sus primeros meses de gobierno. Foto: Paulo Fonseca/ EFE.
    El pesimismo de los brasileños hizo que se desplomara la aprobación del gobierno de la presidenta Rousseff, quien se convirtió en la mandataria peor evaluada por la población en sus primeros meses de gobierno. Foto: Paulo Fonseca/ EFE.
  • La situación económica de Brasil atrae la mirada regional

    El Comercio de Lima y AFP (I) Grupo de Diarios América (GDA)

    Se considera que un país ha entrado en recesión técnica cuando cumple dos trimestres consecutivos con resultados negativos. El viernes 29 de agosto del 2014, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reportó que Brasil, la principal economía de América Latina (y la séptima en el mundo), se contrajo en un 0,6% con respecto al primer trimestre y que, en los tres primeros meses del año retrocedió un 0,2%, ingresando oficialmente a su primera recesión desde finales del 2008 e inicios del 2009. En esa época, este país fue golpeado por la crisis financiera internacional.

    Aunque el gobierno de Dilma Rousseff ha tratado de señalar al entorno internacional como responsable de los malos resultados, los analistas apuntan a que han sido sus políticas de izquierda las que han reducido la confianza de los consumidores y de las empresas, y han provocado fuertes pérdidas para los inversores financieros.

    La economía de Brasil creció en promedio un 4% durante el Gobierno del predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, entre el 2003 y 2010. La expansión en el mandato de Rousseff se encamina a una media de menos de un 2%.

    Los datos divulgados por el organismo oficial IBGE confirmaron los temores de los economistas, que ya preveían una contracción en el segundo trimestre a partir de indicadores negativos divulgados previamente y que mostraron una fuerte caída en la producción de la industria y en las ventas del comercio.

    La producción de las fábricas sufrió una fuerte caída en junio debido, principalmente, a los numerosos días festivos decretados durante el desarrollo del Mundial de Fútbol, celebrado del 12 de junio al 13 de julio (ver página 14).

    Antes del Mundial, la economía ya tenía dificultades por el aumento de la inflación, que redujo el poder adquisitivo de las familias y obligó al organismo emisor a incrementar la tasa básica de interés hasta el 11% anual, su mayor nivel en tres años y medio.

    El aumento del costo del dinero, por su parte, redujo las inversiones e hizo caer la confianza de los empresarios a sus niveles más bajos en varios años.

    «Brasil creció mucho en los últimos años (…). La impresión de algunos economistas de que Brasil quebró es errónea. Es cierto, la economía se desaceleró, entre otras razones porque el consumo de las familias, que era muy fuerte, paró de crecer, y como el real estaba fuerte empezamos a importar mucho y a viajar al exterior», opinó el analista económico André Perfeito, de la consultora Gradual Investimentos en Sao Paulo.

    El gigante sudamericano enfrenta su cuarto año consecutivo de crecimiento moderado. Tras un alza espectacular de 7,5% del PIB en el 2010, Brasil creció 2,7% en el 2011, 1% en el 2012 y alcanzó un 2,5% el año anterior.

    «No da para decir que hay recesión técnica. Creo que no se debe hablar de recesión. Aquí es poco (lo que ha caído el PIB) y es poco tiempo, y la economía está moviéndose. Además hay empleo, la masa salarial está creciendo, y el mercado consumidor está expandiéndose». Esta fue la primera reacción que dio el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

    Pero los indicadores no muestran el mismo optimismo que refleja el Gobierno. A la par de la difusión de las cifras que ponen a este país en recesión, el sector público brasileño registró en julio un déficit fiscal primario de 4 715 millones de reales (USD 2 143,2 millones), el peor resultado para este mes en los últimos 13 años, según el reporte del Banco Central. Fue el tercer mes consecutivo en que Brasil registró un saldo negativo en sus cuentas públicas primarias, que miden la diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno central.