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  • Estudiantes diseñan una carpa con energía solar para desamparados

    Agencia EFE

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    Con ayuda de una subvención del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), un grupo de estudiantes hispanas residentes en California (EE.UU.) está creando una tienda de campaña dotada de energía solar para satisfacer las necesidades de electricidad de personas sin techo.

    «Nuestra casa de campaña está hecha de materiales especiales, donde vamos a tener paneles solares, vamos a tener luces LED, para que la persona pueda ver dentro cuando esté oscuro, también vamos a tener el factor para limpiar la casa que son las luces UV (Ultra Violeta) que matan las bacterias», dijo a Efe Kenia Shi, estudiante de último año de secundaria.

    La instalación de tecnología solar en miniatura en una carpa móvil es una propuesta de 12 alumnas latinas de la escuela San Fernando «Magnet», en el condado de Los Ángeles, con la que ganaron una subvención de USD 10 000 por parte de la organización «Lemelson InveTeam» de la escuela de ingeniería del MIT.

    «Cuando nosotras fuimos introducidas al programa y nos dijeron que teníamos la oportunidad de hacer una invención que podía cambiar algo en nuestra comunidad pensamos que hacer una tienda de campaña (solar) era lo mejor», recordó Shi.

    Hija de inmigrantes de Santa Tecla (El Salvador), Shi estudiará ingeniería mecánica en la Universidad de California (UC) San Diego.

    Las estadísticas del 2016 de la oficina de La Autoridad de Servicios para Desamparados de Los Ángeles (LAHSA) indican que en el condado angelino hay 43.000 personas que viven en refugios o en tiendas de campaña en las calles.

    El cómputo anual, que no incluye cifras de Pasadena, Glendale y Long Beach, especifica que el 39 % de la población desamparada es afrodescendiente, el 27 % es latina y el 26 % blanca.

    Araceli Chávez, hija de inmigrantes de Michoacán (México), dijo a Efe que «es algo muy bonito» poder decir que estás ayudando a estas personas que «muchas veces el gobierno o el público mismo casi ignora».

    Quince escuelas en Estados Unidos ganaron la beca de creación con métodos de ingeniería, como la «casa de campaña con energía solar» que las alumnas mostrarán en la exposición ‘EurekaFest’ del 15 al 17 de junio de este año en el campus del MIT.

    Chávez, quien ya recibió carta de aceptación para estudiar ingeniería de programación y política en la Universidad de Georgetown, en Washington DC, explicó que gracias a un sondeo hecho para conocer las necesidades de los indigentes aprendieron que «piden que les regalen electricidad en muchas partes».

    La solución de las estudiantes es un pequeño panel solar y un foco que posee un acumulador de energía, transferible a otros aparatos, entre otras innovaciones.
    «Nosotros soñamos que en EurekaFest podríamos encontrar a alguien que quisiera distribuir esto nacionalmente», expresó Chávez, quien dijo que les inspiran los niños en pobreza extrema que necesitan luz para hacer tareas escolares o energía para recargar teléfonos celulares o tabletas electrónicas donadas.

    Por su parte, Flora Mendoza, directora de la secundaria «Magnet» de San Fernando, dijo a Efe que este proyecto les ha dado a las alumnas «la oportunidad de aplicar lo que ya han aprendido para realizar su invención».

    Evelyn Gómez, exalumna de la secundaria, después de graduarse de ingeniería aeroespacial en el MIT conoció del programa de financiamiento de inventos y alentó a participar a las estudiantes en compañía de Violeta Mardirosian, su exmaestra de matemáticas de San Fernando.

    «Con el invento las estudiantes quieren que las personas desplazadas en las calles tengan un poco de comodidad, dignidad y así ayudan a mejorar su comunidad», dijo a Efe Mardirosian.

    La instalación de tecnología solar en miniatura en una carpa móvil es una propuesta de 12 alumnas latinas de la escuela San Fernando 'Magnet', en el condado de Los Ángeles. Foto: Facebook / Kenia Shi
    La instalación de tecnología solar en miniatura en una carpa móvil es una propuesta de 12 alumnas latinas de la escuela San Fernando ‘Magnet’, en el condado de Los Ángeles. Foto: Facebook / Kenia Shi
  • La energía solar ayuda a desarrollar productos

    Redacción quito (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    Paneles solares para proveer energía a postes, estaciones meteorológicas o a baterías eléctricas.

    Ese ha sido el objetivo de aproximadamente seis estudiantes de la Facultad de Electrónica y Control, de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) en Quito.

    José Luis Cabezas, de 24 años, egresado de la carrera de Electrónica y Control de la EPN, durante su trabajo de tesis desarrolló un sistema de energía solar fotovoltaico, es decir que aprovecha la energía solar.

    Durante el desarrollo del proyecto, Cabezas utilizó una batería de polímero de litio. El artefacto ayuda a medir los alcances de su trabajo en el aprovechamiento de la energía renovable.

    El sistema opera a través de la energía solar y podría aplicarse para crear “bancas o postes inteligentes” en las que se puedan cargar celulares y otros dispositivos electrónicos, detalla.
    Asimismo, el sistema permitiría que una ducha eléctrica -solo con paneles solares- funcione.

    Leonardo Ortega, docente de esta Facultad asesoró a José Luis Cabezas en el proyecto. Señala que este sistema es una solución que permitirá incluso optimización de costos en el uso de la red eléctrica.

    Para el desarrollo de este trabajo, la EPN recibió las donaciones de paneles solares por parte de la empresa privada. También, gestionan recursos económicos propios para trasladarlos a los trabajos académicos.

    Javier Domínguez, docente del Departamento de Automatización y Control Industrial de esta institución universitaria, en cambio, asesoró a dos estudiantes de la misma Facultad para la elaboración del proyecto sobre medición de sistemas meteorológicos.

    El proyecto podría ser utilizado en zonas rurales, porque al alimentarse de la energía solar -con los paneles- permite medir la velocidad del viento, de radiación solar, contaminación y otros.
    Para el desarrollo de esta estación también se utilizó impresión en 3D, detalla Domínguez.

    El proyecto funciona de la siguiente manera: durante el día se alimenta de energía solar -suficiente para cargar la batería del sistema-. Además, cuenta con sensores para medir el la velocidad del viento, por ejemplo.

    El prototipo será mejorado en la parte mecánica, y contará con nuevas innovaciones que le permitan protegerse de factores como la lluvia.

    En cambio, Ismael Castillo y Stalin Lacimba, ambos de 23 años, como proyecto de tesis desarrollaron los postes autosustentables. El proyecto se enmarca en que los postes se alimenten de energía eólica y de paneles solares: “así se evita el uso de la red electrónica”, detalla Castillo.

    En este prototipo también incorporaron un sensor de luz; lo que permitirá que la lámpara se prenda automáticamente.

    Marcelo Pozo, jefe del Laboratorio de Potencia y Control de Máquinas de la EPN explica que los proyectos se implementarán en el campus el próximo año.

    Otros datos

    Desarrollo. La Facultad de Electrónica también desarrolló un sistema de control de energía, con paneles solares-.
    Uso. El sistema mide la calidad de la energía y permite depurar el “ruido” de la red.
    Baterías. Otro proyecto realizado en este centro es la elaboración de un cargador universal de baterías.
    Aplicabilidad. El cargador servirá para cargar automóviles y bicicletas eléctricas, además de teléfonos celulares.
    Piloto. La universidad implementará estos trabajos como plan piloto en el campus de la EPN.

    Estudiantes y docentes de la Facultad de Electrónica elaboraron proyectos que aprovechan paneles solares. Foto: Patricio Terán/LÍDERES
    Estudiantes y docentes de la Facultad de Electrónica elaboraron proyectos que aprovechan paneles solares. Foto: Patricio Terán/LÍDERES
  • Aprenda cómo se hace un calentador solar alternativo de agua

    Lucia Vasconez

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    En domos, en tejados o en el piso están los prototipos de calentadores solares diseñados por la unidad de investigación de la especialidad de Ingeniería Mecánica de la Universidad de las Fuerzas Armadas-Espe. Son cientos de botellas de plástico montadas en ingeniosos diseños ubicados en la terraza del laboratorio de Energía Renovable que muestran años de investigación.

    El profesor José Guasumba, encargado del estudio, relata que el primer prototipo se realizó en el 2003, desde ahí se ha venido perfeccionando el sistema de calentamiento solar y en la actualidad ya es utilizado en la vida práctica. Por ejemplo, en la hostería Tunas y Cabras, en Imbabura, se instalaron seis domos con 1 000 botellas plásticas cada uno, para calentar una piscina de 130 metros cúbicos de agua.

    En 2003, el equipo de investigación inició con el estudió de las propiedades de las botellas de polietileno conocidas como ‘pet’. Una de las conclusiones fue que la exposición de estos envases al sol produce el llamado efecto invernadero, lo cual genera energía térmica que puede ser aprovechada.

    Esta tecnología, desarrollada cien por ciento en el país, será internacionalizada. “En pocos meses estaremos capacitando a varias comunidades para que ellos también puedan instalar este sistema en sus casas. Lo haremos en Chimborazo y también en el Cuzco, Perú”, señala Guasumba, sin dar fechas. “Queremos servir a las comunidades, especialmente a las más pobres, para que ellos puedan tener estos calentadores compatibles con el medio ambiente y disfrutar de agua caliente todo el tiempo, con energía renovable (solar)”.

    El montaje del sistema es sencillo, explica el investigador. Solo se necesitan botellas plásticas, una manguera, un tanque, una bomba de agua y un panel fotovoltaico. Cualquier persona que desee implementar este sistema puede pedir asesoría a su equipo de investigación, que está dispuestos a compartir sus conocimientos, agrega.

    Materiales para implementar un calentador de energía renovable en casa:

    – 250 botellas plásticas, conocidas como ‘pet’, de 1,35 litros en buen estado. Es preferible que sean lisas, sin ranuras, y transparentes, sin color, para que capte la mayor cantidad de calor.
    – 200 metros de manguera negra
    – Un tanque de 200 litros para agua
    – Una bomba de agua
    – Un panel fotovoltaico (panel solar)

    Paso 1.
    Recolectar las botellas de plástico, retirar las etiquetas y limpiarlas por dentro y por fuera.

    Paso 2.
    Con un tubo de acero caliente, este debe ser del mismo diámetro de la manguera, perforar la parte inferior de las botellas y con un cuchillo, también caliente, retirar la parte superior de cada una.

    Paso 3.
    Introducir la manguera en cada botella hasta conectarla con el tanque de agua. Instalar la bomba de agua en el tanque, para que pueda succionar el líquido y dar movimiento para que el calentamiento sea uniforme.

    El panel fotovoltaico otorga energía a la bomba de agua para que esta funcione.

    Guasumba señala que en un día de mucho sol el agua ha superado los 40 grados centígrados de temperatura, pero que en un día normal de sol la temperatura del agua sobrepasa los 30 grados. La energía solar, reitera el ingeniero, es una energía renovable que debe ser aprovechada.

    “Tener un calentador solar importado para una familia de 6 miembros costaría alrededor de USD 2 500. Pero con este sistema el precio llegaría a unos USD 250”, asegura. La vida útil de las botellas instaladas es de 12 años aproximadamente; luego hay que reemplazarlas.

    Mire los detalles en el video:

    El profesor José Guasumba trabaja en las propiedades de las botellas 'pet' desde 2013. Foto: Jenny Navarro / Líderes
    El profesor José Guasumba trabaja en las propiedades de las botellas ‘pet’ desde 2013. Foto: Jenny Navarro / Líderes
  • Japón lleva la energía solar espacial de la ciencia ficción a la realidad

    Agencia EFE

    Una descomunal planta solar que flota en el espacio y suministra energía a la tierra. Esta imagen, escenario de un relato de ciencia ficción de Isaac Asimov de 1941, es una realidad cada vez más cercana gracias al trabajo de un grupo de investigadores nipones.

    La energía solar espacial es considerada una de las renovables más prometedoras desde que se planteó la idea hace medio siglo, aunque hasta ahora era inviable debido a una compleja cuestión: ¿Cómo trasladar hasta nuestro planeta la electricidad generada a 36 000 kilómetros de distancia?.

    El pasado marzo, un equipo de investigadores de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y varias empresas niponas, entre ellas Mitsubishi Electric, completó con éxito una prueba decisiva para responder a esta pregunta.

    Los científicos lograron transformar 1,8 kilovatios de electricidad en ondas electromagnéticas, transmitirlas a continuación entre dos paneles-antena situados a 55 metros de distancia y finalmente convertirlas de nuevo en energía eléctrica.

    «Es sólo un primer paso, pero es clave para la aplicación práctica de la energía solar espacial», dijo Daisuke Goto, uno de los científicos a cargo del proyecto SSPS (siglas en inglés de Sistemas de Energía Solar Espacial). A partir de este método de transmisión por microondas, se podría generar energía con paneles solares situados en órbita y enviarla hasta la tierra, explicó el investigador en una entrevista telefónica con Efe.

    El sistema cuenta con grandes ventajas como aprovechar diez veces más radiación solar de la que llega a la tierra -debido a su «filtrado» por la atmósfera-, o el suministro constante de energía sin verse afectado por la rotación terrestre ni las condiciones meteorológicas.

    El reto de los científicos nipones ahora es perfeccionar la tecnología inalámbrica para transmitir a través de 36 000 kilómetros, la distancia entre la órbita geoestacionaria donde se situaría la planta solar espacial y nuestro planeta. Para lograrlo contemplan construir paneles solares de hasta 2 kilómetros de diámetro y unas 10 000 toneladas, que serían lanzados al espacio por piezas a bordo de cohetes y luego ensamblados por sofisticados robots.

    Cada panel solar tendría una capacidad de producción energética de un millón de kilovatios, equivalente a un reactor nuclear, y enviaría la electricidad hasta paneles receptores de un tamaño similar.

    Pero antes de llegar a ese punto queda un largo camino por delante, repleto de desafíos técnicos y con un altísimo coste económico. «Nuestro objetivo es que la energía solar espacial tenga uso comercial para 2030 o 2040, aunque algunos expertos hablan de un plazo más largo», señaló Goto.

    Los principales obstáculos son lograr un mayor aprovechamiento de la energía generada (el sistema actual sólo permite enviar entre el 5 y el 10%) o conseguir que las transmisiones sean estables a tanta distancia, un proceso que los científicos comparan con «enhebrar un hilo en una aguja». Otros problemas son dónde ubicar los enormes paneles receptores en la superficie terrestre, o los posibles efectos sobre la salud humana de las microondas de alta frecuencia, algo que aún no está lo suficientemente estudiado, según el científico nipón.

    Las pruebas se han realizado con ondas electromagnéticas de intensidad muy superior a las empleadas en los microondas domésticos, las comunicaciones por radar o el wi-fi, aunque los científicos también prevén testar la transmisión por láser.

    Con vistas a que la energía solar espacial fuera rentable a nivel comercial, la construcción y puesta en órbita de cada uno de los paneles solares debería costar 1,24 billones de yenes (unos USD 10.116 millones), según el presupuesto que maneja SSPS.

    Más allá del ámbito espacial, los científicos nipones creen que esta tecnología de transmisión podría emplearse para el suministro energético a zonas afectadas por catástrofes naturales, la recarga inalámbrica de automóviles eléctricos o el envío de energía desde centrales eólicas ubicadas en altamar.

    Japón es, junto a China, el único país que invierte actualmente fondos estatales en la investigación y desarrollo de la energía solar espacial. El concepto fue acuñado en 1968 por el ingeniero aeroespacial estadounidense Peter Glaser, y aunque la NASA comenzó a estudiar su viabilidad, abandonó la idea una década después debido a su coste excesivo.

    El proyecto nipón se puso en marcha en 1998, y ahora arroja un rayo de luz sobre el futuro energético del país ante su carencia de combustibles fósiles, el debate nuclear post-Fukushima y la dificultad de explotar otras energías renovables. 

    paneles solares
    Bolivia busca mejorar su producción energética apostando por las fuentes alternativas, como la energía solar. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
  • Apple participará en el desarrollo de la energía solar en China

    Agencia EFE

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    La firma tecnológica Apple anunció una alianza con firmas energéticas chinas y estadounidenses para la construcción de paneles de energía solar en el suroeste de China, según anunció una ejecutiva de la empresa de Cupertino.

    El proyecto, situado en el oeste de la provincia de Sichuan, en la meseta tibetana, tendrá una capacidad de 40 megavatios y podrá abastecer con electricidad a 61 000 familias, destacó la vicepresidenta de la firma para proyectos medioambientales, Lisa Jackson, en declaraciones a la agencia oficial de noticias Xinhua.

    «Generará más energía de la que usamos en todas nuestras oficinas y tiendas en China», describió la ejecutiva acerca del proyecto, primero en materia de energías renovables que Apple desarrollará en China.

    Dos áreas de paneles solares, a 130 kilómetros de distancia entre ellas, recolectarán la energía, que se incorporará a la red eléctrica de Sichuan. Con ayuda del proyecto, Apple confía en que China se sume a su lista de países en los que sus instalaciones están enteramente alimentadas por energía renovable, una lista en la que ya se incluyen Reino Unido, Australia, España e Italia.

    Para el desarrollo de estas instalaciones, Apple colaborará con la firma estadounidense SunPower (controlada por la petrolera francesa Total) y cuatro empresas chinas del sector. El anuncio ha sido bien recibido por la organización ecologista Greenpeace, que en su oficina en Pekín destacó que el proyecto es un buen gesto de Apple y un ejemplo para que otras le sigan en el futuro.

    «El próximo paso de Apple sería trabajar junto a sus suministradores para que el cien por cien de la fabricación de sus productos esté alimentado por energía renovable», comentó el experto en energías renovables de Greenpeace Yuan Ying. China, país que depende en gran medida del carbón para alimentar su economía, busca diversificar sus fuentes de energía para promover un desarrollo más sostenible. 

    Los paneles solares tendrá una capacidad de 40 megavatios. Foto referencial: Pixabay
    Los paneles solares tendrá una capacidad de 40 megavatios. Foto referencial: Pixabay
  • Inician la construcción de planta solar más grande de Latinoamérica

    Agencia DPA

    La planta solar más grande de América Latina comenzó a construirse este lunes 26 de enero del 2015 en el desierto de Atacama en Chile, informó la empresa a cargo del proyecto, Abengoa.

    El proyecto, ubicado en una de las zonas con mayor radiación solar del mundo, tiene 392.000 paneles distribuidos en una extensión de 1.000 hectáreas.

    La energía captada abastecerá a 85.000 personas en la región chilena de Antofagasta. El intendente de Antofagasta, Valentín Volta, enfatizó que esta inversión de USD 1.300 millones contribuirá no sólo con energía para la región, sino que también en la creación de 1.000 puestos de trabajo.

    En una primera fase, la planta estará funcionando a principios del 2016. En plena operación, el proyecto evitará la emisión de unas 870.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

    Módulos de la planta fotovoltaíca Copero PV en Sevilla (España), que son iguales a los paneles de la futura planta fotovoltaica de Atacama 1, el mayor complejo solar de América Latina cuya construcción ya comenzó. Foto: EFE
    Módulos de la planta fotovoltaíca Copero PV en Sevilla (España), que son iguales a los paneles de la futura planta fotovoltaica de Atacama 1, el mayor complejo solar de América Latina cuya construcción ya comenzó. Foto: EFE
  • El cambio de calefón por un panel solar es su propuesta

    Redacción Quito

    Tres jóvenes graduados de las carreras de Administración de Empresas y Negocios de la Universidad San Francisco de Quito y la Universidad Espírtitu Santo de Guayaquil decidieron, en el 2010, levantar su propia microempresa de paneles solares.

    Luego de un estudio de mercado sobre los sistemas de calentamiento de agua en el país, Germán Vega, junto con Carolina Camacho y Daniela Camacho, viajaron a tres ferias en China, Hong Kong y Estados Unidos. Allí contactaron a los proveedores que les ayudarían a poner en marcha su emprendimiento.

    Bajo la marca Green Solutions, la empresa importa sistemas de paneles solares para calentar agua como una alternativa al calefón, que además de representar mayor riesgo por el uso de combustible, constituye un importante subsidio para el Estado, por el consumo de gas.

    Los equipos de tecnología alemana se fabrican en China, y comenzaron a instalarse en el país a partir de marzo del 2011, explica el representante de Green Solutions, Germán Vega Gómez.

    En el primer año, las ventas alcanzaron los USD 100 000, pero en el 2012 legaron a USD 250 000 con una instalación de 200 sistemas.

    Cada uno de los sistemas comprende una serie de entre 10 y 30 tubos al vacío compuestos en su interior por níquel, cobre y aluminio, cada uno de 2 metros de largo, colocados de forma paralela.

    Por estos tubos pasa el agua que vierte en la parte superior un tanque de 250 a 300 litros de capacidad. Los tubos recogen la energía solar y la transfieren al agua que pasa por su interior.

    Para que 250 litros alcancen una temperatura de 60° centígrados necesitan cerca de tres horas de exposición al sol y de allí pueden permanecer con la misma temperatura varias horas porque el tanque conserva la temperatura.

    El costo de estos sistemas de paneles solares oscila entre los USD 600 y 2 500, de acuerdo con el consumo del cliente, y dependiendo de si el sistema es presurizado o no. Cuando no es presurizado debe colocarse en la parte alta de la vivienda para que distribuya el agua por efecto de la gravedad. Pero cuando es presurizado, el sistema puede estar a una altura menor.

    Para este año, Green Solutions prevé triplicar sus ventas con miras a instalar una planta ensambladora con piezas que se fabriquen en el país.

    Lola Calero, una de las clientes de Green Solutions, explica que desde que adquirió el sistema de panel solar en el 2010 para abastecer a un hogar de seis personas con agua caliente, su consumo de tanques de gas bajó de seis a dos cilindros al mes.

    Para el 2013…

    La empresa.  Se proyectan ventas mensuales por USD 80 000.

    Garantía.  Los equipos de calentamiento solar tiene dos años de garantía.

    El mercado.  La firma distribuirá al sector de la construcción.

  • La luz solar enciende esta idea

    Red. Quito y Sierra Norte

    Gracias a su ubicación, Ecuador goza de un gran potencial para la generación de energía solar fotovoltaica. Para que funcione una planta de energía eléctrica de este tipo se requieren de 5,2 horas de luz perpendicular promedio día por año.

    Ecuador cuenta con zonas con hasta 6,3 horas según el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec).

    Este escenario fue el ideal para que emprendedores creen empresas que se enfocan en la generación de energías alternativas. Este es el caso de Valsolar, una compañía que nació a inicios del 2011, en Quito.

    Hugo Pérez, actual gerente de esta pequeña empresa, se dedicaba al negocio de bienes raíces. Sin embargo, siempre estuvo en constante búsqueda de negocios que fueran rentables.

    Por ello -luego de acudir a ferias de energías renovables en EE.UU. y Europa– decidió incursionar en el campo de la energía solar. Los estudios de factibilidad para la construcción de una planta fotovoltaica en el país le tomaron cerca de un año. Los resultados del análisis señalaban que Paragachi, una comunidad ubicada a 45 minutos de Ibarra (Imbabura), era el sitio indicado para la instalación de una planta fotovoltaica.

    Luego de pedir permiso de generación eléctrica al Conelec, Valsolar invirtió USD 2,3 millones para la compra de terrenos, estudios, panales solares y maquinaria. El monto provino de ahorros, créditos a entidades bancarias privadas y al Banco del Instituto de Seguridad Social (Biess).

    Durante un año, se instalaron en tres hectáreas 4 160 paneles (cada uno de 1,6 por 1,8 metros). Todos los materiales y máquinas se importaron de Alemania y España. Las central está conectada al Sistema Central Interconectado, administrada por la Empresa Eléctrica del Norte (Emelnorte).

    Esta infraestructura está en capacidad de producir 998 kW (kilovatios) durante el día (de 07:00 a 17:00), según un letrero situado en la puerta de acceso de la planta. Sin embargo, el técnico en electrónica Armando Hurtado, encargado del mantenimiento, calcula que puede generar hasta 1 000 vatios en los días más soleados.

    Pablo Acosta, administrador del contrato de Valsolar con Emelnorte, cuenta que la planta fotovoltaica representa un 10% de la energía de Imbabura, por lo que considera un «aporte importante por medio de generación alternativa».

    A finales del año pasado, la firma obtuvo el permiso para instalar una segunda planta en Malchinguí que generará 995 kW; allí se invierten USD 2,5 millones y estará lista a finales de este año.

    Ahora, Valsolar tiene tres divisiones comerciales: plantas y centrales; asesoramiento a fábricas e iluminación comercial; y hogar y residencial. Al cierre de este año prevé facturar USD 850 000 y el próximo año 2,5 millones.

    Arturo Villavicencio, consultor en temas de energía y ambiente asegura que es cierto que algunos países en el mundo están aplicando políticas similares de aprovechamiento de la energía solar. Sin embargo, los costos en Ecuador para este tipo de generación son elevados.

    Otros datos
    El capital humano. En la construcción de la planta de Paragachi participaron unos 300 trabajadores.

    Mantenimiento. Cada 45 días se efectúa un mantenimiento general de la planta. Pero cada día se realiza limpieza de los paneles.

    Las ganancias.  Actualmente, la Empresa Eléctrica del Norte (Emelnorte) compra la energía a la planta fotovoltaica de Paragachi a USD 2 500 el megavatio.

  • La energía solar activa los semáforos

    Patricio Ramos

    Ahorrar energía, reciclar postes y componentes para implementar en Manta un sistema de semaforización amigable con el ambiente es una realidad en esta urbe. Seis profesionales en electrónica, mecánica, soldadura industrial, energía fotovoltaica y un abogado se unieron y crearon Tecnic SA.

    El proyecto estrella de esta sociedad: el sistema de semaforización con paneles solares en Manta. Washington Briones, experto en energías renovables y docente, cuenta que la idea se concretó tras 10 años de investigación. «Empezamos con estudios sobre el uso de la energía solar y eólica; luego, cómo aplicar esa energía a través de paneles, almacenarla en baterías con capacidad para 20 voltios y, además, que esa energía active un semáforo».

    El alcalde de Manta, Jorge Zambrano, creyó en estos visionarios y les dio luz verde para ejecutar el proyecto. En agosto, colocaron el primer prototipo en la calle 110 y Avenida 103, (noroeste). El aparato se compone de cuatro caras, dos baterías y dos postes. José Mero, quien es parte de la firma, explica que los semáforos son inalámbricos, de fácil colocación y no necesitan mantenimiento. El prototipo estuvo 92 días en funcionamiento y se entregó al Alcalde el 14 de noviembre.

    ¿Cómo se armó el prototipo? Las cuatro caras de semáforos y los postes fueron reciclados de los patios de la Dirección de Tránsito. Los paneles solares los compraron en un remate en Guayaquil y el mecanismo que acciona el semáforo fue diseñado por Briones. Así, arrancaron e iniciaron con baterías de vehículos en los prototipos diseñados por estudiantes del Instituto Luis Arboleda Martínez.

    A medida que se realizaban las pruebas, se afinaban detalles como el reemplazo de las baterías de automotores con baterías especiales para paneles solares. Briones no revela detalles, pues dice que llegar con esa tecnología les costó mucho y ahora lo que quieren es desarrollarla.

    El Alcalde de Manta confió en ellos para la semaforización, en principio, de otros seis sectores de la ciudad. Hay 300 semáforos dados de baja que serán reutilizados. Se comprarán los paneles solares y las baterías. Los socios de Tecnic SA, donde además consta un abogado, trabajan en el trámite de la patente.

    Tecnic SA ya recibió un pedido del Cabildo de Macará (sur del país), para implementar estos semáforos. Pablo Toaza, funcionario municipal, dice que observó un video en Internet sobre los semáforos y contactaron a sus creadores. «Es muy novedoso. Hemos recibido las competencias del tránsito y tenemos que semaforizar las calles de la ciudad».

    Además, Tecnic SA está en conversaciones con el Municipio de Portoviejo.

    Cifras

    Costos. Un conjunto de cuatro caras de semáforos con dos paneles solares y sus respectivas baterías tiene un costo promedio de USD 8 000.

    Producto. La instalación de un semáforo de estas características se tarda en promedio cuatro horas. Un panel solar dura hasta unos 30 años.