Etiqueta: Subsidio

  • Gobierno venezolano recorta cantidad de dólares subsidiados para viajeros

    Agencia AFP

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    Caracas

    Las cantidades de dólares subsidiados autorizadas en Venezuela para viajes al extranjero fueron recortadas en algunos casos cerca de 70%, según una directiva publicada este viernes 10 de abril del 2015 por autoridades financieras, en medio de una severa crisis económica en este país donde rige un control de cambio.

    El Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) y el ministerio de Economía y Finanzas publicaron en la Gaceta Oficial los nuevos montos a asignar a los viajeros a la tasa denominada Sicad, a 12 bolívares por dólar, una de las tres tasas oficiales vigentes en Venezuela. Los economistas consideran que esta tasa está sobrevaluada.

    El destino que sufrió el recorte más drástico fue Estados Unidos, que pasó de USD 2 500 anuales a 700. El año pasado, sólo el estado de Florida, entre los más visitados por los venezolanos, ya había quedado limitado a USD 700, pero para el resto del país se autorizaban USD 2 500.

    Los montos varían dependiendo de la estadía y el destino. Por ejemplo, para África, Asia, Europa y Oceanía se autorizarán USD 1 000 para siete días de viaje, contra los USD  000 que se asignaban anteriormente.

    Los mayores recortes corresponden a destinos como Colombia, Panamá y las islas del Caribe, entre otros, para las que se autorizan USD 300 para viajes de hasta tres días, una disminución de USD 200 respecto de los montos anteriores.

    En Venezuela rige un control de cambio desde hace más de una década. Hasta 2009, los venezolanos podían adquirir USD 5 000 dólares anuales para viajar, pero en los últimos años se han aplicado diversos recortes.

    Este país petrolero, que ha visto seriamente mermados sus ingresos debido a la caída de los precios del petróleo, es afectado por una crisis económica marcada por una inflación de 68,5% en 2014 y una aguda escasez de alimentos y medicinas.

    En Venezuela rigen tres tasas oficiales de cambio: 6,30 bolívares por dólar para sectores de alimentos y medicinas; alrededor de 12,00 para otros rubros y viajeros; y el denominado Simadi, que se ubica en 193,84 y que permite libre compra y venta de divisas pero en cantidades limitadas.

    A ello se suma un mercado negro en el que la divisa estadounidense supera los 250 bolívares.

    La sobrevaluación de la divisa venezolana hace muy barata la compra de dólares para viajero, pero se requiere un engorroso trámite burocrático que puede tardar meses.

    El diferencial cambiario entre las tasas oficiales y el mercado negro desencadenó una ola de especulación de viajeros que una vez obtenían sus dólares los regresaban al país para revenderlos en el mercado negro.

    El destino que sufrió el recorte más drástico fue Estados Unidos, que pasó de USD 2 500 anuales a 700. Foto: Justin Lane/ EFE.
    El destino que sufrió el recorte más drástico fue Estados Unidos, que pasó de USD 2 500 anuales a 700. Foto: Justin Lane/ EFE.
  • Gobierno de España destina USD 1 118 millones para ayudas a desempleados

    Agencia AFP

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    El Gobierno español destinará 1 030 millones de euros (USD 1,118 millones) en 2015 y 2016 a un programa de ayudas a desempleados de larga duración que hayan agotado sus subsidios por desempleo, anunció este 6 de marzo su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

    El Gobierno aprobó un «acuerdo por el que se autoriza crédito extraordinario para el presupuesto de servicio público de empleo estatal para financiar la ayuda económica de acompañamiento del programa Activación al Empleo«, anunció Saénz de Santamaría.

    «Para este ejercicio se prevé un presupuesto de 850 millones de euros y 180 para el año 2016, es decir que tiene una ayuda global de más de 1 000 millones», añadió la portavoz del ejecutivo.

    España sufre una tasa de desempleo del 23,7% de la población activa y un 60% de esos desempleados son parados de larga duración (más de un año sin trabajo).

    El programa en cuestión, acordado por el Gobierno con los agentes sociales en diciembre pasado, permitirá a estos empleados de larga duración, que hayan agotado su subsidio por desempleo y con cargas familiares, percibir una ayuda de 426 euros (USD 463) durante seis meses.

    El programa beneficiará «a más de 400 000 españoles desempleados de larga duración y con responsabilidades familiares, que son los que más dificultades tienen de volver al mercado de trabajo«, decía en enero la ministra de Trabajo, Fátima Báñez.

    Los desempleados podrán compatibilizar hasta cinco meses la percepción de esta ayuda con el desempeño de un trabajo, aunque el empresario descontará esa cuantía del salario. El programa entró en vigor el pasado 15 de enero y finalizará el 15 de abril de 2016.

    España sufre una tasa de desempleo del 23,7% de la población activa y un 60% de esos desempleados son parados de larga duración (más de un año sin trabajo).
    España sufre una tasa de desempleo del 23,7% de la población activa y un 60% de esos desempleados son parados de larga duración (más de un año sin trabajo).
  • El subsidio opaca el negocio del gas

    Redacciones Quito, Guayaquil y Cuenca

    En Ecuador el uso del gas licuado de petróleo (GLP) empezó en 1955. En ese año, la firma italiana Domogas (Eni Ecuador), empezó con el envasado y la comercialización del derivado del petróleo. Hoy se cuentan 13 comercializadoras.

    En la actualidad, el negocio del GLP es una actividad consolidada. Según Asogas, existen 16 envasadoras de GLP en el país repartidas en Pichincha, Guayas, Esmeraldas, Azuay, Loja… En las envasadoras se llenan unos nueve millones de cilindros de 15 kilogramos, que son los que se comercializan en el mercado. Solo en abril pasado, el consumo de GLP en el país fue de 2 526 toneladas métricas al día.

    Además, la actividad registró el año pasado, ventas por más de USD 130 millones, según el Banco Central del Ecuador. No obstante, al revisar los niveles de consumo se advierte que cerca del 80% de GLP que se consume en el país es importado. Solo el 20% es producción local.

    EP Petroecuador proyectó destinar el año pasado al mercado, 1 009 043 toneladas métricas (TM) de gas licuado de petróleo. 828 218 TM eran importadas y 180 825 eran nacionales.

    Esas cantidades de GLP importado provienen principalmente de México, Venezuela, Panamá, Estados Unidos, Argentina, Perú y Nigeria.

    Para Laura Acuña, representante de Asogas, la tendencia sobre la importación de gas no siempre fue así. Cuenta que hace 20 años el mercado contaba con un 60% de GLP importado y un 40% local.

    Según la dirigente, la producción nacional no creció al ritmo de la demanda y quedó rezagada.

    Cifras de EP Petroecuador y de Asogas muestran que el despacho y demanda de GLP no crece como hace 5 ó 10 años. En el 2003, el crecimiento anual de despachos fue de 6,15%. Pero en el 2011 la variación fue menor: 2,88%.

    No obstante, estudios privados señalan que los hogares ecuatorianos consumen más cilindros al mes. Desde 1990 al 2006, el consumo promedio se incrementó de 0,91 a 2,04 cilindros mensuales por familia, señala un estudio de IDE Business School. Hoy, la cifra de consumo es de alrededor de dos cilindros por hogar.

    Sin embargo, un tema que opaca a esta industria es el subsidio del Estado que recibe el GLP. Solo el año pasado se destinaron USD 636 millones para el subsidio que permite que el cilindro de 15 kg se venda a USD 1,60. El mismo envase vale USD 25 en Colombia y USD 19 en Perú, países que no aplican un subsidio.

    Para Mónica Vergara, subdirectora de investigación de IDE Business School, si se eliminara el subsidio el ganador sería el Estado que tendría un gasto menos.

    La investigadora agrega que para incrementar la producción local se necesita potenciar la Refinería de Esmeraldas. “Eso se puede hacer con inversión del Gobierno y así se reducirán las importaciones”.

    Eduardo Parreño, catedrático de la Universidad Católica de Quito, añade que el uso indebido que se da al GLP, en la industria, servicios, transporte… trae un problema para el Estado. “Los agentes económicos abusan del subsidio. El usuario ‘recibe’ gratis entre USD 8 y 10 por cada tanque que compra con subsidio”.

  • Diésel: el subsidio más alto, sin plan de focalización

    El diésel es el combustible qué más importa el Ecuador y más subsidio recibe de parte del Estado. Paradójicamente, es el producto que aún no está en la agenda de los programas del Gobierno para que su subsidio sea focalizado a diferencia del gas y la gasolina.

    Según datos del Ministerio de Finanzas, el subsidio a este combustible se duplicó entre el 2007 y el 2012 al pasar de USD 647 millones a USD 1 364 millones. Y para este año se espera que cierre en USD 1 934 millones. Es decir, con un incremento del 42%, solo durante el último año.

    Tres factores han incidido en que estos valores sigan creciendo. En primer lugar, el precio del combustible se mantiene congelado desde hace 10 años pese a que en su mayoría (64%) es importado y el precio a escala internacional varía libremente. Mientras que en el Ecuador el galón de diésel no supera el USD 1,20; en países como Colombia, el mismo volumen se oferta en USD 4,33.

    Un segundo factor para el crecimiento del subsidio es el aumento constante del consumo, motivado por el bajo precio y la ampliación del parque automotriz. En los últimos seis años, el consumo del combustible creció en el 28%, según datos de Petroecuador.

    Finalmente, la masificación del consumo de diésel premium, de mayor calidad, desde el 2012, sin que haya un aumento de precio, ha contribuido a que también el costo del subsidio suba.

    De todo el diésel que el país utiliza, el 63% lo consume el sector de transporte terrestre, el 26% el sector industrial, el 5% se destina para el funcionamiento de las centrales termoeléctricas y un porcentaje similar 5% se usa para el transporte marino. Mientras que un 0,3% se usa para hacer mezclas en las refinerías.

    Aunque el uso del diésel en las termoeléctricas fue desplazado por residuo de petróleo entre 2010 y 2012, este año nuevamente tuvo un repunte del 58% al comparar enero – agosto del 2013 con el mismo período del 2012.

    El experto en comercialización petrolera, Luis Luzcando, explica que el país siempre ha sido deficitario de este combustible aunque en menor medida en décadas pasadas. Añade, sin embargo, que los niveles del subsidio del diésel son alarmantes por el incremento del consumo y el contrabando.

    Opina que la única política pública que podría controlar estos dos problemas es un retiro gradual del subsidio.

    Sin embargo, una decisión de levantar el subsidio tendría un impacto económico en la población y político en el Gobierno, considera el editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo.

    Explica que el diésel se utiliza principalmente en el transporte de carga y de pasajeros, por lo que un alza en su costo generaría un efecto inflacionario directo en los productos de la canasta básica, lo que implicaría también un costo político.

    Destaca que para evitar un poco la salida de divisas para la importación de diésel, el Gobierno ha implementado la política de impulsar el biodiesel aunque sin topar el subsidio. Coincide, sin embargo, en que la reducción del subsidio debe concretarse de forma gradual.

  • Diésel y gasolina, los combustibles con más subsidios

    Mónica Orozco y Alberto Araujo

    Este año dos tercios del total de subsidios, unos USD 4 539,6 millones, se destinarán a combustibles. Aunque el Gobierno anunció avances en la política para focalizar el subsidio al gas, las subenciones que se llevan la mayor parte del pastel y las que más han crecido son las destinadas a gasolinas y diésel. Para estos últimos aún no hay planes claros.

    El diésel es el combustible que Ecuador más importa y subsidia, luego siguen las gasolinas y gas de uso doméstico. Juntos, los dos primeros, concentran el 81% de subsidios a los derivados.

    Pero pese a ello, la focalización al subsidio al diésel aún no está en la agenda del Gobierno. Según datos oficiales, el subsidio a este rubro se duplicó en los últimos cinco años al pasar de USD 647 millones en el 2006 a USD 1 364 millones en el 2012. Y para este año se espera que cierre en USD 1 934 millones. Es decir, un incremento del 42%, solo durante el último año. La mayoría de este combustible se usa en el transporte terrestre, la industria y termoeléctricas. Para el economista Fausto Ortiz, su focalización es compleja, sobre todo por los costos que implicaría para la industria.

    En tanto, el Gobierno anunció que en el 2015 podría empezar la focalización de las naftas (gasolinas), cuya participación en el total de subsidios ha aumentado al pasar del 16,4% en el 2006 al 38,7% en el 2013. El plan gubernamental más desarrollado es para focalizar el subsidio al gas, aunque su participación se ha reducido en el pastel. Hoy es del 14,6%, cuando en el 2006 era del 40,2

    Lea más sobre este tema:

    Subvención al gas crece, pero a menor ritmo

    El subsidio creció ocho veces en siete años

    El subsidio más alto, sin plan de focalización

  • El gas de uso doméstico: subvención al gas crece, pero a menor ritmo

    En el mercado local el cilindro de gas de uso doméstico cuesta USD 1,60, pero el precio real es de USD 22,27 dólares. La diferencia la paga el Estado y es lo que se conoce como subsidio.

    Este rubro ha crecido los últimos años, aunque a menor ritmo que el destinado a las gasolinas.

    Según datos de las Pro formas presupuestarias, el subsidio al gas pasó de USD 542,5 millones en el 2006 a USD 666,6 millones este año, con un ritmo de crecimiento anual del 5,2% anual. En tanto, el subsidio a la gasolina creció a un ritmo del 43,1% anual.

    Al igual que el subsidio a los combustibles, el Fisco subvenciona el precio del gas a toda la población, aunque beneficia más a los hogares de mayores ingresos.

    El estudio estima que los hogares más pobres (quintiles 1 y 2) se benefician sólo en un 23% de este subsidio.

    Según el informe del Ministerio Coordinador de la Producción del 2010: «Los subsidios Energéticos en el Ecuador», esta política de precios subsidiados ha distorsionado los patrones de consumo de este producto. Aunque es de uso doméstico, se utiliza para consumo industrial, automotor, agrícola, restaurantes, servicios de hotelería e incluso calentamiento de piscinas.

    Sin embargo, las refinerías del país apenas produjeron en el 2012 el 22,3% del total consumido en el país. La diferencia se importa.

    Para corregir este problema, en agosto pasado, el mandatario Rafael Correa anunció que desde el 2016 se desmontará el subsidio al gas. Para que eso funcione, primero deberán entrar en operación las grandes centrales hidroeléctricas, lo cual permitirá sustituir ese combustible por electricidad en los hogares. Y con una energía más barata se prevé que aumente el uso de cocinas eléctricas.

    Pero la implementación de este sistema no es un tema sencillo, opina el consultor energético Arturo Villavicencio.

    Señala que se debe fortalecer los sistemas y redes de interconexión para evitar problemas de suministro en horas de mayor consumo. Cree que es una oportunidad para reducir el subsidio al gas, pero exige planificación. Para el experto, el cambio no solo se enmarca en la política energética sino también en el desarrollo tecnológico. Cree que tiene potencial si se fomenta la industria local de línea blanca. «Pero si al final se traen cocinas chinas, dónde está el beneficio».

    Otra barrera es el costo de las cocinas eléctricas o de inducción.

    Para utilizar las cocinas eléctricas también se deberán adecuar las viviendas para que tengan conexiones de 220 voltios y no de 110 que es la actual potencia de energía en los domicilios.

    Ramiro González, ministro de Industrias, anunció en agosto pasado que planea entregar un bono de USD 370 para costear el cambio de cocinas e de instalaciones eléctricas. Para ello dijo que se firmaron convenios con universidades con miras a desarrollar empresas que elaboren partes y piezas. Añadió que hay ocho empresas interesadas en desarrollar este proyecto, que le costará al Fisco USD 200 millones y sustituiría 3,5 millones de cocinas a gas.

    Sin embargo, Javier Mora, titular de la Cámara de Industriales de Línea Blanca, dijo que tras esos diálogos no han existido avances.

  • La gasolina extra y súper: el subsidio creció ocho veces en siete años

    Los ecuatorianos pagan solo la mitad o menos de lo que realmente cuesta el galón de gasolina, dejando al Estado que pague la diferencia, en un escenario donde los precios del petróleo han alcanzado niveles históricos.

    Debido al subsidio, aunque el galón de gasolina extra se importa a USD 2,83, en Ecuador el precio oficial de venta es de USD 1,30, valores que no consideran los costos de comercialización y distribución interna. En Colombia, por ejemplo, el galón de gasolina cuesta USD 6,3.

    En el país el subsidio a la gasolina es generalizado y se destina principalmente al consumo del parque automor, por lo que beneficia más a la clase media y alta.

    Según un informe del Ministerio Coordinador de la Producción del 2010, un hogar del quintil (segmento) más rico recibió USD 419 al año por el subsidio a las gasolinas, mientras que uno del quintil más pobre solo recibió USD 96 al año.

    El bajo costo del subsidio ha alentado la compra de vehículos, lo que ha elevado el consumo de la gasolina extra y súper. De hecho, casi se duplicó entre el 2007 y el 2012, al pasar de 16,1 millones de barriles a 23,6 millones.

    Pese a ello, la producción interna de gasolinas del país solo abastece en un 55% al mercado local, lo que obliga a importar la diferencia.

    El país gastará este año en el subsidio a la gasolina USD 1 758 millones, esto es ocho veces más que en el 2006 (USD 220,9 millones), según consta en las Pro formas presupuestarias de esos años.

    Para entender la magnitud del monto se puede anotar que con lo que el Estado destina a este rubro se podrían construir, al menos, unas 500 escuelas del milenio.

    Este problema no es nuevo en el país. El precio de la gasolina se mantuvo congelado en los años setenta y solo se incrementó en 1982, cuando la caída del precio del petróleo generó una falta de recursos fiscales.

    Aunque desde el 2000 los gobiernos de turno realizaron ajustes anuales al precio de la gasolina, a partir del 2005 este se congeló nuevamente.

    Pablo Beltrán, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, comenta que la eliminación de estas subvenciones es compleja por los costos políticos que implica la medida.

    A inicios de agosto el presidente Rafael Correa anunció que estudia un sistema, que podría aplicarse desde el 2015, para que los propietarios de vehículos reciban solo un cupo de 300 galones de combustible subsidiado al año.

    El cupo se lo asignará con la matrícula cada año. «Y así evitaremos el derroche y subsidiar más al que tiene el carro más grandote, 4×4, ocho cilindros, etc… Se evitará el sobreconsumo del bien», dijo.

    El consultor en temas energéticos, Arturo Villavicencio, cree que estos mecanismos pueden ser complejos y prestarse para corrupción, por lo que recomienda analizar con cuidado la medida.

    Beltrán señala que el sistema funcionará solo si hay mecanismos ágiles. «A través de la matriculación vehicular lo veo difícil, creo que será un caos. Primero habría que sanear el sistema».

    Cree que se debería analizar mejor la propuesta y ver otras alternativas, por ejemplo, crear un mercado de tarjetas de combustibles donde las personas que usen menos combustible puedan vender su saldo a quienes lo requieran.