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  • Suelas innovadoras y seguras

    Modesto Moreta

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    La combinación de investigación, desarrollo e innovación es la clave de la suela de seguridad industrial o casual y urbano que produce la empresa Rubbershoes, en Ambato.

    La organización se constituyó en el 2015 y está integrada por las marcas de calzado Vecachi y la productora de suelas Ecuarubber, que ya tenían trayectoria en el negocio del calzado.El trabajo permite a la empresa posicionase en la industria nacional. El ejemplo más reciente es el desarrollo de una planta que absorbe la energía estática del calzado de una persona.

    Los productos de esta firma ambateña dan confort, seguridad y durabilidad en todas sus líneas, diseños y modelos. Esa es la carta de presentación de esta marca que cumple con las normas y las especificaciones nacionales e internacionales.

    José Peñaloza, gerente administrativo de Ecuarubber, cuenta que en el 2009 adquirieron la fábrica de suelas a un grupo de emprendedores colombianos. La inversión en ese momento fue de USD 500 000; los recursos los consiguieron a través de un crédito de una entidad financiera. Así se compraron prensas vulcanizadoras de caucho, moldes, matricería, un equipo para suelas y el galpón donde actualmente funciona la fábrica.

    El ejecutivo dice que durante un año efectuaron estudios y pruebas de laboratorio con técnicos especialistas de México y de Brasil sobre nuevas formulaciones para la fabricación de suelas de caucho de seguridad.

    También lograron estar a la vanguardia de la nueva tendencia en la moda y diseño para zapato casual y urbano. Eso ayudó a que la empresa tuviera éxito en el mercado nacional y atendiera la demanda inicialmente de 25 empresas fabricantes de calzado entre grandes, medianas y pequeñas. En la actualidad trabaja con 100.

    En la firma se sigue innovando. Como ejemplo está la fabricación de suelas para altas y bajas temperaturas, así como obtener caucho nitrilo vulcanizado para el sector petrolero. Además, están por concluir los estudios para la fabricación de suelas que repelen la estática, es decir, para personas que trabajan ensamblando computadoras y celulares.

    “La idea es que las personas no concentren estática y así eviten problemas de salud. Esto porque la suela y el zapato se encargan de concentrar toda la energía o poder estático”, explica el ejecutivo. Él añade que el desarrollo de este nuevo producto empezó a mediados del 2017.

    En sus inicios, la empresa tuvo 15 colaboradores y ahora tiene 23. Para Peñaloza el repunte fue en el 2012; actualmente se fabrican cada día 2 000 pares de suelas de caucho para calzado de seguridad y 1 500 pares a inyección para zapatos casuales y urbanos.

    Los principales mercados a los que atiende la empresa son Ambato, Quito, Guayaquil y Cuenca.

    Ahora Rubbershoes planifica incursionar en una nueva investigación para producir suela bidensidad o bicomponente, es decir, liviana, cómoda y confortable para el usuario.

    En el 2013 la firma invirtió USD 200 000 para comprar una máquina que fabrique suelas termoplásticas. Además, instaló un centro mecanizado donde elabora moldes para suela. Este servicio de matricería adicional es para los empresarios dedicados a la confección de calzado. Allí, con alta tecnología en matricería, se plasma los diseños de las suela con el nombre de la fábrica que lo solicita.

    Desde hace 15 años, la fábrica de calzado Andy de Quito se abastece con Ecuarubber. Elsa Luzuriaga, gerente de la firma, cuenta que las suelas que compra son de buena calidad y resistentes a todo tipo de trabajo. Eso ayudó para que las ventas se incrementen en un 20% anual. Además, destaca el cumplimiento en la entrega. “La materia prima con que producen es de primera calidad y eso satisface al productor del calzado y al cliente, porque vendemos un buen producto”.

    Esta empresa quiteña, que lleva 28 años en el mercado, produce 130 pares diarios de botas para seguridad industrial, zapato casual y formal para hombre y la línea escolar. El rendimiento de las suelas en botas de seguridad le permitió ingresar a las cadenas comerciales.

    La inversión de Ecuarubber continúa. El año pasado, por ejemplo, destinó USD 141 000 en la adquisición de una inyectora bicolor para fabricar suelas de dos colores. Esto permitió que la oferta de sus productos crezca un 20% en relación con años pasados.

    Las suelas que fabrica Ecuarubber  cumplen con las normas de calidad nacionales e internacionales. Sus productos van a cuatro provincias. Fotos: Glenda Giacometti/LÍDERES
    Las suelas que fabrica Ecuarubber cumplen con las normas de calidad nacionales e internacionales. Sus productos van a cuatro provincias.
    Fotos: Glenda Giacometti/LÍDERES
  • Sus suelas abastecen el mercado

    Modesto Moreta (I) 
    redacción@revistalideres.ec

    Llegó hace 20 años a Ecuador con la idea de comercializar y distribuir las plantas en PVC para calzado que producía su familia en una fábrica en Colombia, su tierra natal. Mauricio Molano recorría el país ofreciendo en los talleres y fábricas de zapatos la mercancía. También se convirtió en distribuidor de otras empresas ecuatoriana con productos similares.

    Así pasaron 15 años hasta que decidió instalar su empresa en Ambato. Según la Cámara de Calzado (Caltu) en Tungurahua se produce el 50% de la fabricación nacional. Así, fundó en el 2010 Prefabricados Plásticos (Preplas).

    La inversión inicial fue de USD 25 000, recursos que los consiguió a través de un crédito en un banco local que lo pagó en un año. Con esa inyección de capital, adquirió una inyectora de PVC, moldes y materia prima.

    El trabajo arrancó con seis colaboradores en el sector de la avenida Bolivariana y Seimur (oriente de Ambato). En la actualidad, cuenta con una moderna planta industrial en la parroquia de Santa Rosa donde laboran 35 personas.

    Además, funciona la propia productora de moldes para suelas. Este servicio adicional es gratuito, para los empresarios dedicados a la confección de calzado. Allí con alta tecnología plasman los diseños de las suela con el nombre de la fábrica que lo solicita sin costo. A cambio de la producción, “con este servicio todos ganamos”.

    Molano recuerda que la producción fue creciendo, pues elaboraba hasta 15 000 pares de suelas mensuales. La calidad de la materia prima, el cumplimiento en las entregas, el servicio personalizado, el servicio de matricería y la tecnología que usaba le permitieron ir creciendo. El año pasado esta firma fabricó 1 009 090 pares de suelas y facturó USD 987 141.

    La idea de instalar la propia planta fue porque las suelas importadas se demoraban en llegar al país, 30 días. Ahora, puede entregarlo en 48 horas. Y si es con el molde de matricería en ocho días. Asimismo, el trabajo es personalizado; es decir, lo que quiere el cliente en los modelos y diseños.

    Tres años más tarde con otro crédito compró otras dos inyectoras e incrementó 12 plazas de trabajo y elaboraba 55 000 pares. Dice que los mejores años de bonanza en la producción fueron del 2011 al 2014, puesto que el Gobierno implantó salvaguardias al ingreso del calzado importado y eso benefició a la industria local.

    Al momento en su planta cuenta con siete inyectoras para la producción. Sus principales mercados son Guayaquil, Gualaceo, Quito, Santo Domingo, Ambato. En la actualidad la crisis hizo que bajara la producción en un 40%. A pesar de eso, mantiene los puestos de empleo.

    Es optimista y cree que la situación de a poco vaya mejorando. “El Gobierno debiera controlar el ingreso de zapatos de países vecinos a bajo costo, porque está afectando a la industria local”, dice preocupado.

    Preplas se provee principalmente de materia prima nacional. Eso le permite ofrecer a sus clientes suelas para zapatos deportivos, casuales, bicolores, plataformas, desde el número 14 al 42.

    La industria León Pal es una de las empresas que utiliza la suela de Preplas. Juan León, su gerente, dice que hace dos años trabaja con los productos de Preplas, porque son de buena calidad y resistentes. “Nuestra empresa fabrica calzado de calidad y por eso debemos usar suelas de alta calidad y eso sí cumple la firma ambateña”.

    León asegura que inicialmente adquirían el 15% y ahora el 35% de total de las suelas que usan.Una de las ventajas es el servicio de matricería. “Eso es importante, porque podemos presentar en el mercado nuestra marca.

    Eso ayudó a que ingresemos con nuestro producto a cadenas como De Prati y R&M, El Rosado y otras”, menciona el Gerente de Preplas. Esta empresa presentará un nuevo producto en el mercado. Son suelas de plataforma livianas y de altura de 3, 5 centímetros a 12. “Llevamos seis meses experimentando este nuevo producto que ya lo dimos a conocer en el mercado guayaquileño con buena acogida”.

    Los ejecutivos de la firma también participación en ferias internacionales. Eso les permite actualizar sus catálogos de producción y desarrollar nuevos diseños, que luego promocionan a los fabricantes de calzado.

    Para eso adquieren los modelos y a través de la matricería lo crean y producen. Asimismo, en la firma se reciclan las botas de PVC que son lavadas y molidas para producir la suela de color negro y a bajo costo.

    En la fábrica Preplas trabajan 35 personas. Ellos producen las suelas para abastecer el mercado nacional. Están en Guayaquil, Gualaceo, Quito, Ambato, entre otros. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    En la fábrica Preplas trabajan 35 personas. Ellos producen las suelas para abastecer el mercado nacional. Están en Guayaquil, Gualaceo, Quito, Ambato, entre otros. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Milplast, un proveedor de suelas

    Modesto Moreta

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    La empresa Milplast Compañía Limitada camina con pasos firmes. Hace siete años esta compañía se convirtió en el principal abastecedor de suelas en PVC, TR (caucho termoplástico) y poliuretano para los pequeños, medianos y grandes fabricantes de calzado que tienen empresas en Ambato, Cuenca, Guayaquil y Quito.

    El año pasado esta industria ambateña elaboró y comercializó 4 millones de pares de suelas y facturó USD 7,3 millones. Su incursión en el mercado arrancó en el 2008, como una necesidad de proveer de la materia prima (suelas), a la fábrica de calzado Milpies.

    “Adoptamos esa decisión ante la demora causada por la importaban desde Colombia, Perú y Uruguay. Nos retrasaba la producción de zapatos, por eso apostamos por elaborar nuestras propias suelas con novedosos modelos y diseños”, explica Víctor Navas, gerente de Milplast.
    Con una inversión de unos USD 45 000, obtenidos a través de un crédito en una entidad financiera local, esta firma logró adquirir la primera máquina en inyección. Asimismo, se abasteció de la materia prima e inició con la producción que arrancó con el apoyo de siete colaboradores.

    Para entrar en el negocio, sus representantes buscaron ayuda y asesoramiento de técnicos brasileros, quienes les capacitaron en el manejo y fabricación de los diferentes materiales, obteniendo “excelentes resultados”. En el mes producían entre 2 000 y 3 000 pares, según la necesidad.

    Tiempo después, otras fábricas comenzaron a solicitar a Milplast suelas para evitar la espera y las demoras de la importación. Pronto, la producción subió a 20 000 pares mensuales.
    Los propios clientes llevaron sus moldes personalizados de las plantas (suelas), especialmente cuando se trataba del lanzamiento de nuevos modelos de calzado a gran escala.

    Así también, los ejecutivos de Milplast moldearon sus propios diseños. Eso impactó en el mercado y pronto las ventas crecieron a 40 000 pares mensuales. Por eso efectuaron un nuevo préstamo de USD 60 000, para la adquisición de otra máquina inyectora que elabora plantas bicolores y de diversos modelos.

    Miriam López es una de las distribuidoras en Ambato. Ella trabaja con la firma hace cinco años. “Si los productores del calzado requieren desde un par hasta 5 000 pares o más, les vendemos, ese es el valor agregado que da la empresa. Los diseños modernos y novedosos hacen que se vendan USD 50 000 mensuales”.

    De los 4 millones de suelas que produce anualmente, el 70% se comercializa en Ambato, el resto en ciudades como Guayaquil, Quito, Cuenca, entre otras. “La innovación tecnológica y estar a la vanguardia de la moda internacional nos dio éxito en el mercado local”, explica Navas.

    Junto a otras empresas que funcionan en el país, abastecen a la industria del calzado con 12 millones de pares de suelas anuales, es decir, el 35% de la producción anual requerida. El año pasado, en el Ecuador se fabricaron 34 millones de pares de zapatos.

    En el 2012, Milplast a través de un crédito de USD 800 000 otorgado por el Gobierno italiano a través del fondo denominado

    Sace, adquirió nueva maquinaria. En la actualidad 90 personas trabajan en la empresa.
    Milplast apunta a crecer más con la eliminación de las salvaguardias implementadas por el Gobierno a los productos importados. Eso también permitirá que la producción local de suelas sea un 30% más competitiva que el producto que viene del exterior.

    En Guayaquil otro cliente es Darío del Castillo. Pará el, lo más destacado es la calidad.

    Las cifras

    80% de la materia prima con que se elaboran las suelas lo provee la empresa Milpolímeros S.A., que también es parte del grupo empresarial.

    6 camionetas y furgones integran la flota de transporte con que cuenta la empresa para la distribución.

    13,4% es la cifra con la que Milplast incrementó sus ventas entre el 2013 y el 2014. Este año espera crecer con las medidas gubernamentales.

    25 personas distribuyen el producto de Milplast a escala nacional.

    Gerente de milplast

    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.

    Todos los años vamos innovando con nuevos modelos y diseños que están en boga a escala nacional e internacional. A esto se suma el compromiso y la capacitación permanente de todos los colaboradores; permitiendo que el producto que se fabrica sea de alta calidad y los diseños estén en constante innovación. Esto ha sido el empuje para que Milplast continúe creciendo en el mercado y emplee a 90 personas. La creación de otras empresas similares hizo que la importación de suelas se reduzca en un 30%. Espero aumentar las ventas en este año.

    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato, controla que la producción sea de alta calidad; con ella abastece a las fábricas de calzado del país. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato, controla que la producción sea de alta calidad; con ella abastece a las fábricas de calzado del país. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
  • El 14% de las pymes en Ecuador investiga e innnova sus procesos

    Con una inversión superior a los USD 500 000, la empresa cuencana Lenical, que fabrica zapatos para hombre, innovó y mejoró su proceso productivo e instalaciones. También, instaló una planta para elaborar suelas para no depender de los proveedores y diferenciarse de la competencia.

    Su gerente general, Lenin Nivelo, adquirió nueva tecnología para aumentar la producción y para solventar la falta de mano de obra calificada en la región. Con ello, el número de unidades fabricadas subió de 80 a más de 200 pares al día.

    Esta empresa que vende en todo el Ecuador, principalmente en la Sierra Norte, también incursionó en la fabricación de zapatos con suelas elaboradas con cauchos de vehículos. De los 92 modelos, uno se produce con esta opción casual o de estilo urbano, y está enfocado al segmento socioeconómico medio alto, que aprecia más la conservación del ambiente, comenta Nivelo.

    De esta última opción vende 80 pares al mes y debido al proceso artesanal para producir las suelas el costo es mayor y se ubica en USD 45. Las otras alternativas valen 32,75, más impuestos.

    La innovación de Lenical es un paso importante, pero al hablar del sector de mipymes a escala nacional, todavía hay retos que enfrentar.

    Para Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha, hay que avanzar en investigación y desarrollo. El dirigente cita datos del censo efectuado en el 2013: allí se indica que el 14% de pymes del país hace innovación. «Estos procesos no son permanentes y responden siempre a la necesidad de mercado. Las mipymes tienen pocos equipos de investigación y desarrollo. Ese es uno de los retos para mejorar calidad y producción».

    Diana Pazmiño, cofundadora de Metier, una empresa que se dedica a diseñar y elaborar sombreros de paja toquilla, sostiene que han innovado este tipo de artesanías. Este emprendimiento desarrolló lo que Pazmiño llama un sombrero de paja toquilla urbano de ala corta.

    El diseño le abrió paso a Metier en nichos que demandan alta costura, como EE.UU. y Europa. Sus productos se han exhibido en el Wellington Equestrian Festival, en Florida; el US Open de Polo, en Palm Beach; el Mercedes Benz Fashion Week, en Miami… Esta firma trabaja en la producción de sus sombreros con artesanos de Manabí y Azuay; a cada evento internacional puede llevar entre 300 y 700 sombreros.