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  • El ‘jaguar’ aún no alcanza el paso del ‘tigre’

    Perspectiva
    El énfasis en mejorar la educación y desarrollar la tecnología es lo que más ha llamado la atención del modelo de Corea del Sur para aplicarlo en el país. En los últimos tres años, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) ha realizado una serie de eventos para analizar cómo se pudiera aplicar un modelo similar en el país.

    En ese sentido, el paso más grande que se ha dado hasta ahora es el del arranque del proyecto Yachay, el sueño de las autoridades ecuatorianas por edificar la primera ciudad del conocimiento. Para ello se firmó un convenio con Corea del Sur, en septiembre del 2011, con el cual se elaboró el diseño urbano de la localidad donde se asentará una universidad de especiales características científico-experimentales.

    Un año antes, el presidente Rafael Correa había realizado una gira por Asia, que incluyó también a Corea del Sur, y en donde se habló de cientos de millones de dólares en potenciales inversiones. Todo, para transformar el modelo de desarrollo ecuatoriano y hacerlo lo más similar posible al surcoreano.

    Durante todo este tiempo, eminencias en la teoría del pensamiento económico del tigre asiático dieron charlas en el país, auspiciadas por varias entidades del Estado. Sin embargo, el modelo parece estar lejos de replicarse.

    Apenas ahora el Régimen está hablando de un cambio de la matriz productiva para los próximos años y, pese a que en su viaje por tierras asiáticas el Mandatario ofreció garantías como el Código de la Producción para atraer inversiones surcoreanas, en la práctica, eso no se ha concretado. Según el reciente informe de la Cepal, Ecuador apenas captó alrededor de USD 500 millones en capitales extranjeros, que no llega al 0,4% del total de todo lo que consiguieron las economías de América Latina.

    Otros pasos pequeños en esa dirección también se han dado con la firma de convenios de cooperación como el que rubricaron, en octubre del 2010, la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft), la Asociación de Proveedores de Internet (Aeprovi) y la Asociación Coreana de Información y Tecnología (KAIT, por sus siglas en inglés), para desarrollar proyectos binacionales que fomenten las tecnologías de la información y comunicación en el Ecuador.

    Se espera que con ello, se empiecen a visualizar cambios que hagan suponer que el ‘jaguar’ latinoamericano pudiera seguir los pasos del ‘tigre asiático’. Por ello, el proyecto tecnológico Yachay constituye una esperanza para el actual Gobierno. Si bien es cierto, los resultados no podrán verse inmediatamente, pues a Corea del Sur le tomó 50 años llegar adonde está, al menos será posible saber en poco tiempo si las bases están asentadas o simplemente todo quedó en un intento por dar el gran salto.

  • Un estudio hecho para Ecuador

    El Ministerio de Estrategia y Finanzas de la República de Corea del Sur y la Secretaría Nacional de Planificación de Ecuador (Senplades) han venido trabajando desde julio del 2010 en un programa de cooperación binacional para compartir conocimiento.

    Ello, con la participación y la coordinación de equipos del Centro Internacional de Estudios Económicos de Corea y el Instituto Coreano de Desarrollo. Así, en el año 2010 definieron una agenda conjunta que incluía la elaboración de un estudio de investigación sobre las prioridades del Ecuador en políticas de industrialización y promoción de exportaciones.

    De esta manera, a finales del 2012, se publicó en Seúl para el Gobierno ecuatoriano el estudio: «Recomendaciones para el Ecuador en políticas de promoción de exportaciones, industrialización e infraestructura».

    LÍDERES tuvo acceso a este estudio que contiene 142 páginas y tres capítulos. El primero, sobre la priorización de 14 industrias estratégicas del país para la promoción de exportaciones.

    El segundo, sobre la evaluación del actual estatus de las políticas de promoción de exportaciones en el Ecuador.

    Y el tercer capítulo, que recoge las recomendaciones para la promoción de exportaciones y priorización de industrias en el país. Entre las principales conclusiones del primer capítulo, los investigadores surcoreanos indican que los principales candidatos para la promoción de exportaciones son los alimentos frescos y procesados.

    En segundo lugar definieron como potenciales subsectores a promover los productos de granos molidos, los aceites animales y vegetales entre otros alimentos.

    Al mismo tiempo, los sectores del textil, el calzado y la madera también fueron considerados para su promoción al corto plazo aunque no tienen una gran perspectiva de demanda. Al mediano plazo, los sectores a promocionar serían el de metalmecánica (tanquería de acero), la petroquímica y la bioquímica. Finalmente, en el largo plazo se debería desarrollar hardware, motores y biomedicina, dice el estudio.

  • Los jugos reinan en este palacio que se levanta en el sur

    Redacción Quito

    En 1996, María Jácome lo había perdido todo. Realizó diversos oficios para poder alimentar y educar a su hijo, Juan Carlos Miranda.

    «No me iba bien. Hace 11 años decidí ponerme una frutería y tampoco resultaba. Fue entonces que un día un cliente me dijo que le venda un jugo de las naranjas que comercializaba. Lo hice y cobré 60 centavos; es decir, 55 centavos más de lo que cobraba por una de estas frutas».

    Fue entonces que cambió el giro del negocio y creó El Palacio del Jugo, en donde se vende este producto. Cuando comenzó tenía una mesa, una licuadora y un extractor manual para la preparación.

    Pidió prestado y con una inversión inicial de USD 5 000 montó su primer local. Vendía jugos simples. El negocio se desarrolló rápidamente y luego de seis años abrió otro local en la misma calle que el primero, en la Michelena (sur).

    Para ese entonces Juan Carlos, quien desde niño ayudó a su madre a preparar y vender los jugos, había emigrado a EE.UU. y estudiaba en una universidad de ese país, gracias a una beca que había conseguido por sus buenas notas.

    Se graduó como contador y también se formó en marketing. Hace tres años, asesorando desde EE.UU., logró cambiarle la imagen total del negocio.

    «Diseñamos uniformes, promocioné el local por Facebook, Twitter y YouTube y crecimos más. De 40 personas que recibíamos a diario, al inicio, pasamos a 200, actualmente. En fines de semana llegan miles. El año pasado abrimos un único local en un área más grande con una inversión de USD 35 000. Queremos crecer en el norte y franquiciar», dice Miranda.

    Los clientes como Alexandra Merchán reconocen la calidad de los productos del sitio, que incluyen 138 mezclas de jugos y batidos, ensaladas de frutas, empanadas, bolones, entre otros.

    En los primeros años, el sitio daba trabajo a una persona, ahora tienen 10 colaboradores entre los que está Gabriel Jayo, administrador. Él destaca la labor que se ha venido realizando en El Palacio del Jugo: «es una muestra de tenacidad».

    La oferta y demanda

    Los precios. El vaso más económico tiene un valor de USD 1,20. Los especiales, con malta o Club negra, pueden llegar a costar USD 4,50.

    Los servicios. El Palacio del Jugo también ofrece catering. Factura hasta USD 20 000 al mes.