Etiqueta: tarifas

  • La tarifa de USD 3,51 para las compras en línea está vigente

    Mayra Pacheco

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    La tarifa de USD 3,51 para los paquetes comprados en tiendas virtuales, que son remitidos a través de Correos del Ecuador, rige desde el 1 de octubre del 2017.

    Este monto se cobra en los envíos de hasta 2 000 gramos de peso que provengan de compras en tiendas vía Internet. Pero cuando se remite documentos, cartas o paquetes sin fines comerciales, no se pagará ningún rubro.

    Antes de hacer este desembolso adicional, los compradores de tiendas virtuales deben registrar sus paquetes en www.correosdelecuador.gob.ec/Avisalo. Y cuando reciban una notificación de que la mercancía llegó a Ecuador pagarán la tarifa establecida.

    Esta decisión fue tomada mediante una resolución de la Empresa Pública Correos del Ecuador debido a la saturación en el envío de paquetes desde el exterior, por compras en línea.

    Solo en el primer semestre hubo un aumento del 276% en el procesamiento de mercancías, con relación al mismo periodo del 2016.

    Esto representa, 273 600 piezas compradas en línea que llegan cada mes a Correos del Ecuador. La mayoría, (69%) proviene de China.

    Por esto, se aplica la tarifa de USD 3,51. Esta servirá para cubrir los costos operativos y de nacionalización que genera el proceso de entrega de estos envíos provenientes por comercio electrónico.

    Este tipo de medidas no es nueva, en países vecinos como Argentina, Uruguay, Salvador, Honduras se ha tomado también esta medida en las empresas de correos estatales. El objetivo, al igual que en Ecuador, es evitar la saturación en el envío de paquetes que provienen de compras electrónicas.

    En los mencionados países la tarifa por este servicio oscila entre USD 3,50 y 6,80, informó Correos del Ecuador.

    Foto del edificio de Correos del Ecuador. Referencial
    Foto del edificio de Correos del Ecuador. Referencial
  • Argentina aumenta entre 61 y 140% tarifas de electricidad desde febrero

    Agencia AFP

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    Las tarifas de electricidad para gran parte de Buenos Aires y sus ciudades cercanas aumentarán entre 61 y 148% a partir de febrero y marzo, con el fin de avanzar en los recortes a los subsidios de servicios públicos, anunció el martes el gobierno.

    Los nuevos ajustes a las tarifas se aplicarán en dos etapas, entre febrero y marzo, y habrá otro de 19% en noviembre, después de las elecciones legislativas de octubre 2017.

    El ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo en conferencia de prensa que el nuevo costo del servicio eléctrico no modifica las dos metas oficiales para este año: lograr un déficit fiscal del 4,2% en relación al PBI y una inflación que no supere el 17% en todo este año.

    En 2016 la inflación cerró por encima de 40%, según consultoras económicas. El gobierno aún no da la cifra oficial del año pasado, cuando al decretar una “ emergencia estadística ” no divulgó el índice de inflación los primeros seis meses.

    “Queremos que en la tarifa se recupere el costo de generación”, precisó el ministro. Afirmó que la suba será en dos tramos (en febrero y en marzo) para que “la incidencia del aumento no afecte tanto los bolsillos en un mes de alto consumo como febrero”.

    Argentina atraviesa un verano austral con temperaturas que en la capital rozan los 40 grados.

    Aranguren explicó con cuadros que el incremento afectará a unos 3 millones de usuarios y el objetivo es bajar el déficit fiscal y atraer inversiones de empresas en el sector.

    “Aquellos que tienen un mayor consumo, tienen un mayor aumento”, dijo Aranguren al explicar que 83% de los usuarios tendrán un aumento de hasta 183 pesos (USD 11,50 ) por mes.

    Aranguren volvió a criticar la pasada gestión de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) por congelar las tarifas de los principales servicios públicos.

    “ Estamos celebrando de poder recomponer una realidad que no tendríamos que haber perdido y espero que de ahora en más podamos seguir sosteniéndola ” dijo el ministro, expresidente de la Shell en Argentina.

    A principios del año pasado, Aranguren y el gabinete económico del presidente Mauricio Macri aplicaron una serie de aumentos al gas y la electricidad que provocaron indignación y protestas de calle.

    Particularmente los incrementos en el gas, que oscilaron entre 200% y hasta 2000%, fueron frenados en la justicia tras una catarata de amparos interpuestos por pequeñas y medianas empresas y organizaciones civiles.

    El gobierno terminó admitiendo errores de procedimiento y cálculo en la aplicación de aquellos aumentos y desde mediados de 2016 hasta fin de año, miles de hogares vieron sus tarifas congeladas o incluso recibieron facturas sin monto alguno.

    El ministro de Energía y Minería de Argentina, Juan José Aranguren, habla hoy, martes 31 de enero de 2017, durante una conferencia de prensa en la sede del Ministerio en Buenos Aires. Foto: EFE
    El ministro de Energía y Minería de Argentina, Juan José Aranguren, habla hoy, martes 31 de enero de 2017, durante una conferencia de prensa en la sede del Ministerio en Buenos Aires. Foto: EFE
  • Grupo Latam lanza tarifas de vuelos domésticos hasta 20 % más económicas

    Agencia EFE

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    Latam Airlines y sus filiales en seis países de Latinoamérica anunciaron este jueves 10 de noviembre cambios en sus vuelos domésticos, entre los que destaca la rebaja de hasta un 20 % en sus tarifas con el objetivo de aumentar en un 50 % la cantidad de pasajeros transportados para el 2020.

    La compañía incluirá las modificaciones país por país a partir del primer semestre de 2017, informó el grupo a través de un comunicado.

    Las nuevas tarifas ‘low cost’, que pueden llegar a ser un 20 % más económicas, permitirán que el pasajero elija por los servicios que quiera pagar como la facturación de maletas, el servicio de comida a bordo o la elección del asiento.

    El grupo aseguró que el «nuevo modelo de ventas entregará máxima claridad respecto a las tarifas existentes y lo que éstas incluyen».

    «Nuestro objetivo es que las tarifas sigan bajando y de esta manera sean cada vez más las personas que ocupen el avión como medio de transporte y quienes ya lo utilizan puedan volar más» destacó Enrique Cueto, gerente general de Latam Airlines.

    «Este modelo busca satisfacer las necesidades del pasajero actual que valora que el viaje sea expedito, sencillo y eficiente, ser dueño de sus propias decisiones y tener las herramientas para influir activamente en su experiencia de viaje para hacerlo a la medida, pagando sólo por los servicios que va a utilizar», agregó.

    En los últimos 10 años Latam y sus filiales han disminuido sus tarifas mas bajas en sus rutas domésticas hasta en un 50 %, «logrando triplicar el tráfico aéreo en la región», explicó el texto.
    «En el caso de Chile, -donde Latam fue pionero en masificar el transporte aéreo- pasamos de 3 a 10 millones de pasajeros transportados en la última década, haciendo de Chile el país con más viajes per cápita de Suramérica. El objetivo de este modelo que hoy anunciamos es seguir avanzando en este desafío», señaló Cueto.

    Sin embargo, la frecuencia de vuelo en la región continúa siendo inferior a países como Estados Unidos o Inglaterra, donde sus tasas de viaje superan los dos viajes anuales por persona.

    «Con el nuevo modelo de viaje se espera aumentar hasta 50 % los pasajeros transportados al 2020, manteniendo al Grupo Latam como un protagonista del crecimiento del tráfico aéreo de esta región del mundo», recalcó el directivo.

    El avión B787 de Latam. Foto: Tomada del Facebook Latam Airlines
    El avión B787 de Latam. Foto: Tomada del Facebook Latam Airlines
  • Río de Janeiro y Santiago, con tarifas hoteleras más altas

    El Mercurio de Chile Grupo de Diarios América (GDA)

    En la segunda ubicación y solo superada por Río de Janeiro, en Brasil. Esa es la ubicación en que se situó Santiago en un ranking de tarifas hoteleras realizado en ciudades de América del Sur.

    Las cifras corresponden a un análisis presentado durante la conferencia Inversiones Hoteleras para Latinoamérica (Hola), un seminario que por tercer año consecutivo se realizó en Miami -entre el 7 y 9 de mayo- y que reunió a unos 200 exponentes, inversionistas, desarrolladores y expertos del sector hotelero y turístico de toda la región.

    Entre los representantes de Chile estuvieron presentes Francisco Rencoret, socio fundador de inmobiliaria Territoria; Pablo Ramírez, de TINSA, y Francisco Moyano, gerente de Finanzas (CFO) de Atton Chile.

    Las cifras -presentadas por Smith Travel Research, STR Global, firma especialista en informes hoteleros a nivel mundial- muestran que el promedio tarifario en Santiago se ubicó en USD 170 por habitación, solo superado por Río de Janeiro, cuyo promedio fue de 240.

    Se trata de un hecho inédito en la historia de la hotelería nacional esta ubicación de Santiago, pues por vez primera superó a Buenos Aires.

    El análisis también contempló un cruce de datos entre tasa de ocupación lograda promedio y las tarifas reales, lo que arrojó la tasa global de crecimiento asignada a cada ciudad en el 2012. Así, por ejemplo, Quito logró el mayor crecimiento (18%), y Panamá, el peor desempeño (-23%).

    Sobre este punto, Hernán Passalacqua, CEO de la consultora Fitzroy -quien también participó del encuentro-, manifestó que tanto para los peruanos como para los chilenos asistentes fue una sorpresa observar que tanto Lima como Santiago obtuvieron buenos indicadores en 2012 y subieron, «si se considera la fuerte caída sufrida por la ciudad de Panamá, Buenos Aires y Bogotá, con en el mismo fenómeno a la baja», estimó Passalacqua.

    Otro tema que se abordó en el encuentro fue el de Brasil y los desafíos que implicará el Mundial de Fútbol de 2014 en términos de crecimiento y capacidad turística hotelera. La discusión se centró en las factibilidades de construcción en el país, que si bien percibe mucho interés de inversionistas en el área, debe considerar los altos costos y los tiempos de retraso por la alta burocracia en el sistema carioca.

  • La nueva tarifa generó sorpresa en los sectores textiles, metalmecánico, cerámico

    El anuncio de la nueva tarifa eléctrica tomó por sorpresa al sector industrial. Representantes de los sectores textil, metalmecánico, cerámico, así como de la Cámara de Industrias y Producción (CIP) auguran un impacto negativo en la productividad, luego de que el Consejo Nacional de Electricidad aprobara un aumento en la energía.

    El impacto estimado por la CIP supera los USD 100 millones anuales. Richard Martínez, vicepresidente ejecutivo del gremio, explica que existe un proceso de análisis con distintas industrias. «Lo que observamos inicialmente es que el incremento de la tarifa en el sector industrial constituye un alza de aproximadamente un 30% en kilovatio-hora frente al promedio. El efecto en los costos de producción se evidenciará en mayor o menor grado en función del peso que tenga el costo del consumo de energía eléctrica en la estructura total de costos de cada empresa». Martínez advierte que en la industria textil habrá un impacto importante, por los niveles de consumo de energía eléctrica y por los márgenes que se manejan en el sector.

    Javier Díaz, de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, dice que la medida del Conelec fue recibida con sorpresa. «Hay que ver los cargos tarifarios completos, a los cuales aún no tenemos acceso, para determinar el impacto».

    El dirigente calcula que el incremento de los costos de energía eléctrica puede llegar al 39%, manejando la actual tarifa de la Empresa Eléctrica Quito para empresas que trabajan con alta tensión, entre las 08:00 y las 18:00. La misma empresa, trabajando entre las 18:00 y las 22:00, tendría un incremento en su costo de energía del 32%.

    En una empresa que se dedica a la fabricación de hilados, donde el consumo eléctrico es intensivo, este rubro podría representar entre un 5% y en algunos casos incluso superar el 10% del costo de producción. «En dólares pueden significar más de 30 000 mensuales de incremento», explica Díaz.

    Al sector metalmecánico, que consume unos 600 millones de kilovatios-hora al año, el incremento también le llegó de imprevisto. Raúl Mendizábal, presidente de Fedimetal, asegura que apoya la eliminación de subsidios, pero de una manera programada. «Esta medida no se compadece con todos los proyectos y con lo que el Gobierno había propuesto».

    Según cálculos de Mendizábal, el sector enfrenta una elevación de 25% en el costo de la energía eléctrica. Esto, añade, le resta competitividad a la industria metalmecánica local. «El flujo de caja disminuye, tenemos problemas para pagar materia prima, pero seguimos jugándonos como siempre lo hemos hecho».

    En Edesa, el incremento también cayó de sorpresa. Una fuente de esta compañía coincide en que cualquier modificación que se haga en las tarifas eléctricas para el sector industrial tiene efectos en los costos de producción y afecta a la competitividad de los productos ecuatorianos en el mercado nacional y sobre todo en el exterior. «El costo de la energía eléctrica es relevante en la estructura de costos del sector cerámico«.

    6,5 millones de megavatios-hora consumió el sector industrial en el 2013

  • Las empresas enfrentan otro desafío: la planilla eléctrica

    El sector de alimentos y bebidas enfrenta una nueva medida que aumenta sus costos de producción. En noviembre pasado, el Ministerio de Salud expidió un reglamento para que este segmento de la industria colocara en las etiquetas de sus productos círculos de colores para informar sobre el contenido de grasas, sal y azúcar.

    Las empresas tienen hasta agosto próximo para colocar en la parte frontal de sus empaques una especie de semáforo: rojo, para los productos con alto contenido de calorías; amarillo, si es contenido medio; y verde, para bajos niveles.

    La medida, que busca reducir enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, impacta en 45 000 productos que se comercializan en el país.

    Las empresas han realizado inversiones para cambiar el etiquetado de alimentos. Esto incluye gastos en diseño e impresión de los nuevos empaques.

    A este rubro, se sumó desde este mes el incremento de las tarifas eléctricas. Este aumento se verá reflejado en la planilla del próximo mes.

    A este segmento le preocupa la medida, aunque el impacto aún se analiza.

    El efecto del incremento tarifario dependerá de la participación que tenga la energía eléctrica en el consumo total de energía de las industrias.

    El gasto en energía eléctrica representa entre el 2% y el 20% de los costos, según empresas de alimentos consultadas.

    Christian Walhi, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas, dice que el tema aún no ha sido estudiado por el gremio, pues por ahora el asunto urgente por resolver es el cambio del etiquetado.

    En tanto, Édison Romo, vicepresidente del sector alimenticio de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), señala que el tema será debatido por los pequeños industriales en esta semana.

    Cowa, empresa que produce quesos gourmet, explica que entre el 40% y 50% de su balance energético está compuesto por energía eléctrica y el resto por gas.

    Andrea Vizcaíno, copropietaria de la firma, explica que la energía eléctrica es un insumo primordial en los procesos de posproducción de sus alimentos. «No se usa tanto para la elaboración sino para el empaquetado de los quesos».

    Vizcaíno considera que esto impacta en los costos de producción. «El costo de la energía representa entre el 10% y 20% del precio final del queso».

    Aunque no ha calculado cuál será el impacto en dólares de la decisión, la ejecutiva señala que, de existir, una parte del incremento se trasladará al consumidor final y otra parte será asumida por la empresa. «En todo caso, no se subiría exageradamente, sino que se buscará un precio moderado para el público».

    Otra medida que preocupa es el cambio de las cocinas de gas por cocinas de inducción (eléctricas) que planteó el Gobierno, y que también podría implicar una nueva inversión para el sector.

    «Las pequeñas y medianas empresas trabajan principalmente con gas», dijo.

    En Cereales Andinos, el 80% de la maquinaria funciona con energía eléctrica y el 20% restante, con diésel. «No hemos tenido tiempo aún de medir el impacto», sostiene Guillermo Tapia, gerente general de Cereales Andinos, que produce cereales. Agrega que el costo -que aún no ha sido calculado- será absorbido por la empresa.

    Por ahora, la estrategia se enfocará en optimizar el uso de la energía y, así, evitar el incremento de precios para el consumidor final. «Nuestros productos se venden en grandes cadenas de supermercados y no se puede nomás subir el precio del producto», comentó.

    En Floralp, compañía que elabora quesos y yogures, el pago de la luz eléctrica representa el 2% dentro de sus costos de producción.

    La leche y otras materias primas son los principales rubros. «Aún no hemos calculado lo que representará en costos para la empresa, pero obviamente tendrá algún impacto», comenta Norberto Purtschert, gerente de Floralp.

    Otras empresas como Envagrif y Los Andes aún analizan el efecto de la medida en sus costos de producción.

    150 empresas grandes y medianas de alimentos y bebidas existen en el país.

  • El aumento de la tarifa eléctrica sorprende a la industria

    Redacción quito

    La aprobación del incremento en las tarifas de energía eléctrica tomó por sorpresa al sector industrial del país, así como el anuncio de parte del Régimen de que el hecho no impactará en sus costos finales de producción.

    La consternación fue aún mayor luego de que durante los últimos años el Régimen ha insistido en el discurso de que la construcción de las ocho nuevas centrales hidroeléctricas traería como beneficio un costo de la energía menor, que promovería la competitividad de los sectores productivos del Ecuador respecto de los países vecinos.

    Mediante resolución 041/14 del Directorio del 30 de abril pasado, el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec), presidido por el Ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, aprobó aumentar la tarifa eléctrica para el sector comercial e industrial en USD 0,02.

    ¿Cuál es el impacto real de este incremento? Tanto autoridades como actores industrial lanzan solo proyecciones.

    Según el pliego tarifario vigente hasta antes del alza, la tarifa para los industriales oscilaba entre USD 0,041 y 0,084 de acuerdo con su nivel de consumo y con el horario en que consumen la energía. Pese a que este Semanario pidió al Conelec y al Ministerio de Electricidad una explicación detallada de cuál sería el impacto de la tarifa para cada uno de los sectores productivos, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.

    A través de comunicados y pronunciamientos, la autoridad ha señado que solo se incrementará la tarifa y no el componente fijo de la demanda por reserva de potencia energética, que también pesa en la planilla industrial.

    Por ello, el Conelec señala que para los clientes industriales «la energía eléctrica es marginal en la estructura de costos de producción y varía entre 1% y 5% según el tipo de industria».

    El organismo agrega que en el ámbito regional, la tarifa industrial en el Ecuador se encuentra en niveles inferiores a sus equivalentes de Perú y Colombia, que se ubican entre 10 y 18 centavos por kilovatio-hora, y es la más baja de la región. Pero para los industriales, las versiones de un bajo impacto no son reales. Según cálculos de la Cámara de Comercio de Quito, la industria pagaría anualmente cerca de USD 100 millones adicionales por el incremento de tarifa.

    Los 2 centavos del aumento se traducirán en un incremento de alrededor del 30% coinciden los industriales.

    Dentro del sector textilero y de procesamiento de alimentos aún es difícil hacer un cálculo real hasta no recibir la planilla en el mes de junio. Ello, debido a que aún no se han hecho públicos los nuevos pliegos donde están todas la variables de cálculos pese a tener dos semanas de aprobada el alza.