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  • Infusiones y ‘snacks’, hechos en familia

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    El es la infusión más consumida en todo el mundo. Su existencia data de hace más 5 000 años aproximadamente.

    Esta bebida tiene muchos sabores, pero pocos saben que las frutas deshidratadas pueden ser el ingrediente perfecto para hacer del té una experiencia diferente.

    Esa fue la razón por la que la familia Naranjo creó Alibú.

    Este emprendimiento elabora infusiones y ‘snacks’ a base de frutas deshidratadas; surgió en octubre del 2018, con el objetivo de tener un negocio propio.

    El nombre del negocio es la unión de dos palabras; ‘ali’ de alimento y ‘bu’ de bueno.

    Los emprendedores cuentan que desde siempre han pensado que mantener una dieta equilibrada incluye consumir variedad de frutas, y fue por ello que decidieron apostar por esta idea.

    Los productos están dirigidos a quienes “buscan algo diferente a la tradicional agua aromática o café. Les ofrecemos esta opción innovadora y a la vez saludable”, menciona Carolina Naranjo.

    Para iniciar con el emprendimiento, los propietarios invirtieron alrededor de USD 25 000. Esta cantidad se usó para la materia prima y como capital de trabajo.

    La familia Naranjo comenta que formaron vínculos con una empresa en Cotacachi, que prefieren mantener en reserva, convirtiéndola en socia estratégica para la elaboración de los productos.

    Las frutas principales de sus infusiones son piña, mango, frutilla, banano, pitahaya y mora. Estas las adquieren a pequeños agricultores en diferentes partes del país, de esta manera practican principios de comercio justo.

    El grupo de Alibú lo conforman seis integrantes. Sin embargo, Leslie Naranjo dice que se generaron 10 plazas de empleo indirecto, dado que más personas colaboran en el proceso de producción.

    Dicho proceso tiene un orden. Lo primero es seleccionar las frutas, luego se las lava y se remueve la cáscara, de ser necesario.

    Después se las coloca en hornos deshidratadores. El tiempo y la temperatura dependen del tipo de fruta; al final se empaca la fruta deshidratada para distribuirlos.

    Lo llamativo de estos productos es que los empaques tienen ilustraciones de animales representativos de Ecuador que, a su vez, son amigables con el ambiente.

    Este emprendimiento cuenta con la certificación Kosher, insignia que garantiza la preparación responsable de alimentos bajo normas dietéticas judías.

    Juan Carlos Rea, propietario de Entropía Café y Cultura, incluye estos productos en su cafetería. “La presentación es llamativa y los empaques son biodegradables. Los sabores son variados y a mis clientes les gustó esta nueva forma de tomar té”, dice Rea.

    Los propietarios de Alibú planean exportar sus infusiones y ‘snacks’ a países como EE.UU., España y Francia.

    Además, estas infusiones elaboradas en familia se encuentran desde el año pasado en cadenas como Supermaxi y Megamaxi.

    La familia Naranjo logró posicionar su marca Alibú en el mercado. El emprendimiento salió al mercado en octubre del 2018. Foto: LÍDERES
    La familia Naranjo logró posicionar su marca Alibú en el mercado. El emprendimiento salió al mercado en octubre del 2018. Foto: LÍDERES
  • El té original de Jamaica, la esencia de este refresco

    Redacción Sierra Centro (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El té de Jamaica, una bebida tradicional mexicana, ahora se puede comprar en 240 puntos de venta en el país. La empresa Procesadora Industrial de Bebidas (Proinbe) puso en el mercado este refresco con la marca Aqua Live.

    El producto es natural; no tiene colorantes, preservantes y está endulzado con stevia y fructosa (dulce de la fruta). Se comercializa en Ambato, Riobamba, Latacunga, Quito y Guayaquil, en cadenas de supermercados del país y al momento también se vende en gimnasios de dos ciudades.

    La calidad y los beneficios del producto permitieron que la comercialización de esta bebida elaborada con la flor de jamaica, que la cultivan los agricultores del subtrópico del Ecuador, tenga un crecimiento mensual del 8% en las ventas. El año pasado la firma ambateña facturó USD 37 600.

    La tradición de esta compañía se inició en 1998 cuando el empresario Javier Navarro decidió invertir, a través de un crédito, 290 millones de sucres en el montaje de la planta para la producción de cerveza con la marca Nena.

    Este producto salió al mercado en el 2000, con una gran acogida. Eso motivó a presentar otro producto con el nombre de Dorada. Sin embargo, un litigio con una industria nacional impidió producir a pesar que contaba con todos los permisos y los documentos de la marca registrada. Tuvo que cerrar la fábrica.

    Navarro cuenta que tras una alta inversión y la adquisición de una deuda con una institución bancaria logró incursionar en la producción de licores de sabores como limón, durazno y cereza con la marca Montijo.

    La aceptación del producto fue buena, lo que le permitió mantenerse en el mercado, especialmente con el sabor a durazno. Ahora busca sacar al mercado el sabor a Guaraná.

    Un viaje a México en el 2014 despertó el interés del empresario de elaborar una bebida de jamaica, aplicando el proceso original. Tras retornar al Ecuador logró una alianza estratégica con un grupo de agricultores para que produjeran la flor de jamaica.

    Arrancó con la capacitación de la mano de obra, les entregó la semilla e iniciaron la siembra y la producción. Al momento hay cuatro hectáreas en producción.

    El ingeniero químico Javier Navarro se encarga de controlar los procesos de producción del té de Jamaica que se vende en el mercado.
    El ingeniero químico Javier Navarro se encarga de controlar los procesos de producción del té de Jamaica que se vende en el mercado.

    Los agricultores se encargan de la siembra, el cultivo, la cosecha, el secado y el empacado.
    “La flor es de buena calidad, con similares características a la que se produce en México. Eso nos permite producir una bebida similar”.

    El producto se endulza con hoja de stevia y fructosa. Para iniciar con la producción vendió la maquinaria inicial en USD 95 000 y adquirió una planta o línea de producción automatizada.

    También invirtió en la maquinaria para la fabricación de botellas. Este cambio le obligó a reducir de 18 a seis empleados. “Eso ayudó a bajar los gastos de producción y tener costos competitivos en el mercado”.

    Navarro explica que la industria como estrategia usa la receta original de la bebida que se la puede consumir como energizante, diurético y para bajar los niveles de colesterol en la sangre. También para bajar de peso o estabilizar la presión. Tiene vitamina C.

    Aqua Live comercializa su producto en presentaciones de 500 y 1 000 mililitros (ml).

    Navarro cuenta que como estrategia para incrementar las ventas de la compañía este año será auspiciante de la edición número 69 de la Fiesta de la Fruta y de las Flores, que se desarrollará en Ambato del 21 al 25 de febrero.

    Para este año proyecta ventas por USD 17 000 mensuales.

    Uno de los distribuidores de esta empresa es Jhon Pomboza. Lo hace desde febrero pasado.
    Arrancó la distribución con 20 paquetes, pero en casi un año logró incrementar la comercialización a 120 pacas mensuales. “La bebida es de calidad porque no utiliza químicos, es una infusión natural con la flor de jamaica y la hoja de stevia. No contiene aditivos de tipo artificial”.

    Al momento, el té de jamaica de esta compañía ecuatoriana se promociona en ferias, festivales y visita los barrios donde se realizan las jornadas de rumba terapia con buenos resultados.

    Espera que este año las ventas se dupliquen especialmente en las fiestas del Carnaval, las principales de la Sierra central.

    Insignia

    El control de calidad para un buen producto

    Patricio de la Cruz, encargado del sellado y embotellado

    Comencé a trabajar hace 15 años en el soplado de botellas y luego ascendí a dar el mantenimiento de los equipos y maquinaria. Ahora estoy a cargo del área de etiquetado y de control de calidad de todos los productos que elaboramos en la empresa.

    La idea es revisar que todos los procesos se cumplan y el producto sea óptimo, Nuestros clientes exigen una bebida de alta calidad para el consumidor.

    La capacitación en la labor que cumplimos es importante y en eso no hemos parado, esta es constante. También la nueva tecnología con que contamos ayuda en cada uno de los procesos de elaboración y en el embotellado del producto, por eso estamos creciendo en el mercado a escala nacional.

    El producto que elaboramos es sano, nosotros cumplimos las normas sanitarias establecidas y nuestras bebidas son naturales al 100%. No contienen aditivos, preservantes y tampoco azúcar. Son endulzados con stevia y fructosa. Como empleados y colaboradores cumplimos todos los parámetros de seguridad.

    La planta de producción hace que la bebida que se elabora sea de calidad. Para su desarrollo se realizaron importantes inversiones.  Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
    La planta de producción hace que la bebida que se elabora sea de calidad. Para su desarrollo se realizaron importantes inversiones. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Este negocio trabaja para darle un toque divertido al té

    Redacción Quito

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    En el norte de Quito, un pequeño local sirve té para paladares aventureros. Se llama Bubble Punch y cuenta con más de 100 combinaciones de bebidas. El negocio se adapta a los gustos del consumidor, por eso incluye opciones veganas.

    A las bebidas a base de té se puede agregar ‘toppings’ o aderezos, que le dan un toque creativo y permite personalizar el refresco. Como aderezos se puede elegir entre bases líquidas y cremosas. El cliente puede seleccionar entre siete sabores para la bebida y entre 13 ‘toppings’ diferentes.

    El negocio está en manos de cinco socios ambateños que viven en Quito: María Eulalia Castellanos, Nelson Escalante, Jorge Cerón, Diego Guerrero y Diego Cerón. Cada uno aporta a un área distinta del negocio.

    Jorge Cerón explica el proceso de la producción de las bebidas que se cumple en el local -ubicado en el norte de la ciudad- para garantizar su frescura. En la elaboración se utilizan elementos importados como hojas de té de Asia, por ejemplo. “La tapioca se la produce aquí todos los días”, agrega, mientras revisa la materia prima con la que se prepara el té de Bubble Punch.

    Castellanos comenta que la idea nació cuando uno de los socios pudo conocer al producto y tener esa experiencia. Fue en base a esta experiencia que se construyó la idea. Los cinco socios tuvieron varias reuniones en marzo del 2016 en las cuales discutieron cuál sería su objetivo y el público al que querían alcanzar. Se realizaron estudios de mercado y desarrollaron el plan de negocios que se aplica hoy.

    El proyecto requirió mucha planificación y cerca de 11 meses después de que se generó la idea, salió el primer té Bubble Punch al mercado quiteño. Una vez que los socios definieron el concepto, invirtieron aproximadamente USD 40 000 y abrieron su local en mayo pasado.

    “Encontrar el local adecuado, sobre todo para el mercado al que queremos dirigirnos” fue la mayor dificultad en el proyecto para el grupo, dice Castellanos.

    Tras estudiar el mercado y las opciones disponibles, dieron con su local actual ubicado en la avenida República del Salvador.
    Por lo general, entre semana el local es visitado por clientes que empleados privados y públicos que trabajan en la zona. Los fines de semana, en cambio, llegan familias.

    Actualmente, las ventas de Bubble Punch se acercan a los USD 12 000 por mes.
    La marca apunta hacia un público joven que puede conectar más con el producto. La expansión está entre sus planes y la meta es inaugurar dos negocios más dentro del país y “generar franquicias de la marca”, según Castellanos.

    María Paula Villacrés es una cliente frecuente de esta iniciativa quiteña. Ella cuenta que está contenta con la experiencia que le brinda el producto. Esta joven destaca que se trata de una bebida innovadora que está ganando popularidad.

    En cuanto al producto, Villacrés comenta que siempre que va queda satisfecha con la variedad de sabores. También cuenta que las bebidas son ricas y están muy bien elaboradas, aparte de que los envases son muy herméticos y fáciles de manipular, lo que resulta ser otro valor agregado para los consumidores.

    Nelson Escalante, Jorge Cerón y María Eulalia Castellanos son parte del equipo de Bubble Punch. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
    Nelson Escalante, Jorge Cerón y María Eulalia Castellanos son parte del equipo de Bubble Punch. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES
  • La cultura del té crece con sus locales

    Redacción Quito

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    Transcurría el 2013 y Guillermo Jarrín recuerda que lo consideraban “loco” por su objetivo de introducir el té dentro de las bebidas cotidianas de los ecuatorianos, al igual que el café.

    Aproximadamente tres años después, los resultados de su propuesta le dan la razón de que su proyecto no era descabellado: su idea que se plasmó en Tippytea Blends -una casa de té- se expandió y ahora cuenta con cuatro locales en Quito y Guayaquil.

    Dos de ellos están ubicados en Cumbayá (nororiente de Quito), uno en Guayaquil, en San Marino Shopping, y el otro, con el que inició su negocio, en Mall El Jardín, también en la capital.

    Luego de abrir su primer local, la cadena se expandió a Cumbayá, en el 2015, bajo el modelo de franquicia, y en noviembre del año pasado llegó al Puerto Principal.

    Jarrín, el fundador de la marca, sostiene que es muy cuidadoso y riguroso a la hora de conceder una franquicia y que los locales que abrió con esta modalidad lo hizo con una proveedora de confianza, Rafaela Caicedo. Además, la apertura de los dos puntos en Cumbayá sirvieron para crecer de manera rápida y económica.

    Jarrín, asiduo lector de la filosofía de Howard Schultz -el fundador de Starbucks-, sostiene que su crecimiento se debe a una tendencia global de mayor demanda de té, cuyo mayor consumidor en términos geográficos es Asia, pero que ahora tiene como mercados emergentes a Norteamérica y América Latina.

    Pero más allá de la tendencia, Tippytea Blends despuntó, a decir de su fundador, gracias a que la marca no solamente buscó vender un producto, sino la experiencia completa de tomar té, que implica desde servir la bebida en teteras y recipientes especializados, por ejemplo.

    La inversión estimada para abrir un nuevo local de Tippytea Blends está en USD 40 000, costo que contempla renta del local, adquisición de mobiliario, ‘stock’ de productos, entre otros gastos.

    El negocio fue concebido como una casa de té que permite tomar el producto en el local, pero que también comercializa variedades del producto al peso y souvenirs relacionados con su cultura.

    En principio, la mayoría de productos que comercializaba Tippytea Blends provenían de Kenia, Japón, Siria, Sri Lanka… pero ahora la mayoría del té que distribuye la marca es elaborada por comunidades locales de Chimborazo, Imbabura y otros puntos del país.

    Actualmente, el 70% de los componentes de los productos que comercializan son locales y el 30% restante es importado.

    También están buscando que la mayoría de sus productos sean 100% orgánicos, y que el negocio sea social y ambientalmente responsable. Ahora, el 20% de sus ítems son orgánicos.
    Por ejemplo, los locales ahora reúsan cáscaras de frutas, que son ricas en aceite esenciales, para hacer infusiones y tés.

    Pero el crecimiento de Tippytea Blends no solamente se basa en sus locales. El otro brazo de la firma es distribuir té al granel a grandes autoservicios, como Corporación Favorita, restaurantes y cadenas de cafeterías.

    Una de ellas es Juan Valdez. Desde septiembre del año pasado, la marca colombiana vende té de Tippytea Blends en sus 32 locales a escala nacional.

    Hernán Espinosa, gerente nacional de Operaciones de Juan Valdez, cuenta que la tendencia global de las grandes cadenas de cafeterías es apostar por el té y que el año pasado la firma buscaba proveedores para ofrecer este producto a sus clientes.

    Juan Valdez en Ecuador buscó, sobre todo, un proveedor que cuente con producto local. “La mayoría de sus proveedores tenían casi toda su materia prima importada. Guillermo Jarrín es un especialista en tés; encontramos un buen producto que se alineaba a la demanda que nosotros queríamos ofrecer”, cuenta Espinosa.

    Actualmente, Tippytea Blends entrega más de 350 kilos al mes en tres sabores diferentes. “Nos entrega el té de hebra, que es el mejor té; necesitábamos la seguridad de que vamos a tener productos en las tiendas y que sean de calidad”, sostiene Espinosa.

    La pyme creció un 40% del 2014 al 2015. Del 2015 al 2016 experimentó una expansión del 50%, el año pasado creció 70% y para este año la proyección es duplicar el crecimiento, apalancados en la distribución a grandes cadenas.

    Las cifras del negocio

    La inversión. 

    Para concretar su proyecto invirtió unos USD
    75 000. En agosto del 2013 consiguió un local en Mall El Jardín.

    Reconocimiento. 

    EI Galardones de Emprendimiento e Innovación, organizada por la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), reconoció a Tippytea Blends el año pasado.
    Inversión. La firma también ha recibido capitales de inversionistas ángeles que han creído en su propuesta.

    Las oferta. 
    Actualmente, el negocio ofrece ítems para acompañar a las bebidas que son elaborados por ellos mismos, como postres, pasteles, sánduches… La marca ha buscado que los productos ofrezcan el maridaje ideal para cada té.

    El  local con el que Tippytea Blends  salió al mercado a finales del 2013, se encuentra ubicado en el Mall El Jardín (norte de Quito). Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    El local con el que Tippytea Blends salió al mercado a finales del 2013, se encuentra ubicado en el Mall El Jardín (norte de Quito). Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Con tonos más intensos, esta marca apunta a los jóvenes

    Redacción Quito

    Con el nuevo diseño en los empaques de las hierbas aromáticas Sangay, la Compañía Ecuatoriana del Té C.A. (Cetca) pretende retener a sus consumidores más fieles y captar la atención de nuevos clientes jóvenes.

    El nuevo empaque de esta marca mantiene varios de los elementos que identifican al producto, sobre todo en el diseño del nombre; sin embargo, presenta una propuesta minimalista para aprovechar el espacio de la caja y simula un aspecto más fresco con fotografías de plantas y frutas en su estado natural.

    Este nuevo diseño se presenta cuatro años después del más reciente cambio, realizado en el 2008. Ese año se sustituyó el sello y el fondo en tonos dorados que mostraba al volcán Sangay, cercano a la hacienda en donde se cultivan las hojas para elaborar el té y las hierbas aromáticas Sangay, ambas producidas por Cetca.

    En el diseño del 2008 ya se hizo un primer intento de acercar el producto al mercado joven, manteniendo su mercado objetivo: las amas de casa. Pero los cambios que se hicieron requerían de mejoras para potenciar el diseño.

    «Se mantuvo la tipografía y los colores utilizados en el 2008, pero les dimos mayor intensidad y agregamos nuevos elementos para levantar el apetito de los consumidores», asegura Naldi Sánchez, Jefe de Marketing y Ventas de Cetca.

    Shift Rentabilidad Digital es la empresa que se encargó de los últimos dos diseños de las hierbas aromáticas. Carlos Andrade es su director creativo, y explica que luego de un estudio de visibilidad de la marca se dieron cuenta de que el empaque de Sangay tenían muchos elementos y era difícil diferenciarla de la competencia en los estantes de autoservicios.

    Esto le restaba competitividad de imagen a pesar de ser una marca que ya está posicionada en el mercado, asegura. Por eso se priorizaron tres elementos el logotipo, la ilustración y el texto. «Estos no se pierden en el diseño, ganan espacio, los pulimos y de esa forma los potencia».

    Adicionalmente cambiaron las ilustraciones por fotografías para darle mas vida a la impresión, elevaron el tono del color y limpiaron la zona del logotipo para ganar mayor visibilidad y espacio. Para los dos últimos diseños, incluyendo su promoción en redes sociales, Cetca invirtió USD 25 000.

    LA CIFRA
    USD 25 000 invirtió Cetca en los cambios efectuados el 2008 y este año.

  • CETCA, la hora del té inglés tiene sello ecuatoriano

    Leonardo Gómez. Redacción Quito / LÍDERES

    En 1960, cuando el suizo Leo Hamburger arribó al Ecuador, no existían cultivos de té en el país. Llegaba de un largo viaje por el África buscando semillas del té de la variedad camellia sinensis.

    Esta variedad es bien valorada en Inglaterra, un país que por tradición es conocido como uno de los más grandes consumidores de té en el mundo.

    Hamburger y su equipo encontraron un sitio para el cultivo en lo que hoy es Palora, (Morona Santiago). Era una zona en la que no había más que terrenos baldíos.

    El gobierno del entonces presidente José María Velasco Ibarra se propuso en esa época colonizar nuevos territorios, por lo que concedió a este grupo de aventureros una donación de 5 000 hectáreas para cultivar té.

    Hamburger fundó la Sociedad Ecuatoriana de Industriales Agrícolas (Sedia) y el 29 de julio de 1964, otro grupo de ingleses le compró 2 000 de sus 5 000 hectáreas, en donde ya se habían sembrado 850 000 matas de té negro. Este segundo grupo fundó la Compañía Ecuatoriana del Té C.A. (Cetca).

    La inversión fue de 11 millones de sucres, en una época en la que el dólar se cotizaba en 25 sucres. Cetca contaba con 400 trabajadores que sembraban la hoja de té a mano.

    «Ellos enfrentaron la parte más dura pues tuvieron que construir todo, desde la infraestrutura de la planta hasta las nuevas vías para acceso y despacho del producto», recuerda Raúl Moreno, actual gerente Financiero de Cetca.

    Desde el inicio se exportó a granel la hoja de té negro de Palora a Londres. No fue sino hasta 1975 que Cetca comenzó a producir té empacado para el consumo nacional, se vendía bajo la marca Hornimans, más conocida como el «té del dragón rojo», por su logotipo. Para la comercialización de las hierbas aromáticas la empresa cuenta con la marca Sangay.

    En el año 2007 Cetca cambió de propietario. El otavaleño Fernando Castillo B. adquirió la empresa y sus cultivos por USD 2,5 millones. Con él inicia una nueva etapa de Cetca. En el 2010, esta empresa comienza a exportar té negro empacado bajo la marca Hornimans. La venta a granel continúa a la par y se exporta a los Estados Unidos, Puerto Rico, Alemania, Holanda… y desde enero de este año se exporta también a Malasia.

    A finales del año pasado Castillo falleció y su hijo, Fernando Castillo, asumió la gerencia. Este año nació una nueva marca para exportación: ‘El Estado del Té’, que va a Canadá y EE.UU.

    La firma procesa un promedio de 700 toneladas anuales de hojas de té y hierbas aromáticas : el 10% es de consumo nacional; el 60% se exporta a los EE.UU. y el 30% a Colombia, Uruguay, Malasia…

    Prodispo distribuye los productos de Cetca desde el año 2000. Su gerente, Xavier Proaño asegura que el consumo de té en el país es cada vez mayor. «La demanda crece. Los hogares son los principales. Además está ganando terreno en hoteles y restaurantes«, asegura.

    Eloin Ospina, representante de Prodelpa, también distribuye los productos de Cetca. «Nuestros principales compradores son las empresas de catering del aeropuerto de Tababela; clubes sociales, como el Country Club de la Liga, y en el sector de las oficinas».

    Más sobre el negocio

    Las hierbas aromáticas.  No se producen en Palora, esta empresa compra las plantas a productores de todo el país.

    La producción. Cuenta con una línea de ocho productos de té de sabores y té negro en tres presentaciones. Cetca produce 2 millones de cajas de té por año.

    La insignia
    El trato es bueno y los pagos son a tiempo

    Carmen Vásquez
    Producción y empaque

    Comencé a trabajar en Cetca cuando tenía 13 años y ya llevo trabajando aquí 28. No es raro encontrar compañeros que llevan 20, 30 y hasta 40 años en la empresa; aquí el trato al empleado es muy bueno, son muy cumplidos y puntuales en los pagos.

    Primero trabajé en el área de producción, cuando cumplí 12 años en la empresa asumí la supervisión de la producción y ahora también asumo tareas de otras áreas administrativas.

    Algo que puedo destacar es la higiene en la planta. Antes de que una persona ingrese a la planta debe utilizar gorro, mascarilla, sobre todo y cobertor de zapatos, todo esterilizado. Esta es una regla para los visitantes y los empleados.

  • Una oferta de té para todos los paladares

    Redacción Guayaquil

    Bethsy Buitrón gusta del té desde que era una niña. Ella estudió gastronomía en Argentina hace cinco años, en donde se especializó como sommelier de té. Hoy es la propietaria de Camelliastea, en Guayaquil. El negocio oferta té y postres con base en esta infusión. Además, tiene líneas de conservas, de vinagres y aceites saborizados.

    Camelliastea surgió el año pasado, cuando Buitrón volvió al país tras culminar sus estudios. Su idea era abrir un negocio en el que pueda aprovechar sus conocimientos sobre el té y transmitirlos. Así, en diciembre pasado, invirtió USD 1 000, de ahorros personales para preparar productos derivados del té.

    El nombre lo eligió basándose en el nombre de la planta del té Camellia sinensis. Los productos los prepara sola, en su domicilio, ubicado en el norte de Guayaquil. El sistema de ventas es online. Los pedidos los recepta a través de Facebook e Instagram (CamelliasteaEC). Esta red social ha sido fundamental para la promoción de sus productos.

    Por ejemplo, Priscilla Chang conoció de la oferta de Camelliastea, a través de Instagram. Para ella, el té de Camelliastea es de exquisito sabor y buena calidad. «Yo consumo té, de tres a cuatro veces al día, y para mí es importante poder adquirir un té de las características con las que los hace Bethsy».

    El té viene en dos presentaciones: tubos de 10 gramos y bolsas de 6 gramos. El precio es de USD 7 y 3,50, respectivamente. Los sabores van desde canela y té verde hasta Madagascar y té negro. Los postres son cheesecake, bombones, churros, bizcocho, donas, galletas, génoise y más, con base en té verde.

    Las variedades del vinagre son estragón, manzana, frambuesa, finas hierbas, y rosas, entre otros. Por otro lado, los aceites tienen sabores como romero y ajo; hongos y perejil; finas hierbas; tomates deshidratados y pimienta de Jamaica…

    Para estas preparaciones, Buitrón se provee tanto del exterior como localmente de los insumos. Utiliza cacao y rosas ecuatorianas en algunas de sus mezclas. En cambio, la materia prima para el té verde y el té negro es traída principalmente de Asia.

    Lidda Campos es otra clienta de Camelliastea. Ella consume té verde de esta marca una vez al día -hace aproximadamente un mes- durante el desayuno. Para ella, un té natural es necesario en su régimen alimenticio, que se enfoca en consumir productos naturales. «Antes no tenía dónde adquirir un té que no sea preparado industrialmente. El de Camelliastea cumple con mis expectativas», dice.

    Como estrategia de crecimiento, Buitrón abrirá en agosto un ‘tea shop‘ en Urdesa (norte de Guayaquil).

  • El té listo para beber se mantiene como el líder

    Redacción guayaquil

    El té listo para beber continúa como la categoría más fuerte de crecimiento en el país. Así lo indica el informe ‘Las cinco principales tendencias en bebidas no alcohólicas en Norte y Sudamérica’, elaborado por la consultora de inteligencia de mercados de consumo Euromonitor International, para el 2013.

    En el caso ecuatoriano, según señala el documento, se establece que los consumidores consideran al té listo para beber como una opción más natural y con beneficios para la salud que las bebidas carbonatadas y jugos. Otro actor importante en este mercado son las bebidas energéticas, que ganan participación debido a la reducción de sus costos de venta al público, por el incremento en la competencia internacional.

    En cuanto al consumo de café, la firma Euromonitor cita el caso de la Ecuacafegold SA y su producto café Garé. Se trata de cápsulas con dosis de un tipo de café que solo se comercializaba internacionalmente. «Muestra que al menos entre los grupos de mayores ingresos está creciendo la demanda de café más sofisticado», señala el texto y añade que los consumidores prefieren «abrumadoramente» el café como bebida caliente. El consumo de otras infusiones como el té caliente y otras hierbas es bastante bajo en relación con el resto de la región.

    En el caso colombiano, para citar otro ejemplo de la quincena de mercados analizados, se destaca el incremento en el consumo de agua embotellada. El lanzamiento en ese mercado de Cristal Vitality de la firma Postobón habría puesto en escena este nuevo gusto del comensal colombiano. Existiría una «gran» tendencia al consumo de productos de valor agregado, como vitaminas y calcio.

    Otro nuevo actor en el mercado colombiano es Vive 100, una bebida energética lanzada en el 2012 por la firma Quala (que también opera en Ecuador), pues su estrategia de comercialización no se enfoca en los propietarios de bares y clubes. Por el contrario, su estrategia se enfoca en el consumidor que busca mantener altos niveles de productividad, durante largas jornadas laborales.

    Otra tendencia del mercado colombiano en cuanto a bebidas no alcohólicas es que las principales marcas carbonatadas se están trasladando a presentaciones más pequeñas, de los 500 mililitros a los 273 ml. La consolidación de la cadena de cafeterías Starbucks en ese país, también habría causado una modificación en sus patrones de consumo locales promoviendo el consumo de ‘pods’.

    En Perú, la oportunidad la tienen las empresas dedicadas al agua embotellada sin gas. Pese a que, según Euromonitor, tiene una baja penetración de este rubro existe un potencial vinculado al consumo de agua funcional (que tiene valores vitamínicos) o saborizada. Otra bebida que apunta a la novel clase alta peruana son los jugos premium. Se señala el caso de la marca Balance, propiedad de la cadena Supermercados Peruanos, y que está en las perchas desde este año.

    Otro caso destacable del mercado peruano es el de la chicha morada, un producto emblemático de su gastronomía y que se prepara con la cocción del maíz morado junto con especias como canela, clavo de olor y piña. Su presencia, mediante canales ‘on trade’, donde su consumo se realiza in situ como en cafeterías, bares y restaurantes, mantiene índices considerables.

    Perú también se mantiene como el líder de la producción de café orgánico a escala mundial, según Euromonitor. Aquel cultivo se exporta casi en su totalidad a EE.UU. y Europa, pues en el mercado interno peruano los productos orgánicos no son apreciados, ya que la mayoría de los consumidores no «valora» su beneficio agregado.

    El informe completo está disponible en el sitio go.euromonitor.com.

    15 es el número de mercados americanos que son analizados en el estudio de la consultora Euromonitor.

  • Cetca, Agüitas y algo más

    Por Guillermo Guerrero H. Profesor IDE Business School

    CETCA, la Compañía Ecuatoriana del Té, en búsqueda de nuevos horizontes en su mercado decidió incursionar en el 2001 en el mercado de las hierbas aromáticas, para ello trabajó junto a la comunidad Jambi Kiwa, liderada por Rosita Guamán.

    Juntos mejoraron en temas de control de calidad de las hierbas, al punto de obtener certificaciones internacionales que le permitieron exportar.

    Pese a las restricciones por cuestiones culturales de parte de Jambi Kiwa, de no permitir intervenciones técnicas ni aceptar sugerencias de parte de CETCA en temas del campo, lograron un importante crecimiento económico durante nueve años de trabajo.

    Sin embargo, en el 2010 empezaban a percibir problemas de abastecimiento y calidad, producto de una falta de sistematización en la etapa de cultivo.

    Jaime Flores tenía el reto de hacer que la alianza sea más competitiva, a la vez que se incrementaban los competidores nacionales con precios más accesibles.

    A continuación un resumen de este caso empresarial.

    La empresa

    La compañía Cetca

    Los inicios de CETCA se remontan a la década de 1950, cuando al Ecuador llega el grupo inglés Mitchell Cotts en busca de zonas adecuadas para sembrar Piretro, como fuente natural de insecticidas. En aquella época, el Piretro era cultivado especialmente en Kenia, un país con condiciones agrícolas muy similares a las del Ecuador. Sin embargo, los procesos de independencia de las colonias en África obligaron a empresas productoras y comercializadoras de materias primas radicadas en ese continente a buscar nuevas áreas de siembra.

    Por la calidad de sus suelos, el grupo Mitchell Cotts decidió llevar a cabo en el sur de la Región Amazónica las primeras plantaciones de un nuevo producto: el té. Para administrar las plantaciones del té, nació CETCA con sede en Quito. Así, los primeros lotes de producción de CETCA emergen a mediados de los 50. Se calculaba en el 2010 que, debido a la característica perenne del té, la plantación de CETCA podría permanecer productivamente unos 100 años más.

    En el 2001 suscribió un convenio con la comunidad Jambi Kiwa, para poder incursionar en el mercado de las hierbas aromáticas. Desde el 2010, la firma es propiedad de un empresario puertorriqueño de ascendencia ecuatoriana, quien la adquirió a los ingleses.

    El gerente general

    Jaime Flores

    Jaime Flores, gerente general de CETCA, llegó a la compañía en 1998. Hasta ese año, la compañía fabricaba solamente té rojo, el cual era comercializado bajo la marca Hornimans.

    Él confesaba que, a su llegada a CETCA, no tenía experiencia ni conocimientos previos sobre el negocio del té. Por ello, una de sus primeras acciones fue llevar a cabo un breve estudio del mercado ecuatoriano, para tener una idea de la situación real del té y de las demás hierbas. En medio del análisis, Jaime descubrió que las ventas de hierbas superaban en casi 20 veces a las de té. Con esos datos, les propuso a los accionistas ingleses de CETCA empezar cuanto antes la producción de hierbas aromáticas para incursionar en un mercado más rentable en comparación al té tradicional.

    La respuesta inicial de los ingleses a la propuesta de Jaime fue un rotundo NO, debido principalmente al desconocimiento del negocio y a la falta de liquidez que afrontaba la compañía a principios del 2000. Los ingleses no se confiaban de los resultados derivados del breve estudio de mercado efectuado por Jaime. Tras dos años y medio de enviar flujos de caja tratando de convencer a la junta directiva, ellos accedieron a darle el visto bueno con la condición que empiece despacio.

    La Comunidad

    Jambi Kiwa

    Jaime comenzó a tomar notas sobre cómo hacer las hierbas y decidió buscar un socio proveedor. Su idea era llevar a cabo una alianza estratégica que permita a la compañía comprar las hierbas aromáticas en estado silvestre y en una etapa posterior procesarlas en planta. El producto que CETCA pretendía comercializar dentro del mercado era: hierbas aromáticas empacadas.

    Luego de analizar las ofertas, a Jaime le llamó mucho la atención una proveniente desde una pequeña organización que recién empezaba a producir y vender hierbas en Riobamba. Su nombre: Asociación de Productores de Plantas Medicinales de Chimborazo – Jambi Kiwa.

    Jambi Kiwa fue fundada en 1999 por una asociación de mujeres, la mayoría indígenas, como una cooperativa para cultivar, procesar y/o comercializar hierbas medicinales y/o aromáticas. La organización estaba conformada por más de 800 campesinos, 600 familias y 63 comunidades de Chimborazo y otras provincias del Ecuador. En quichua, Jambi Kiwa significa planta medicinal.

    En sus inicios, y guiados por Rosita Guamán, era un grupo de mujeres que se dedicaron a la recolección de hierbas en estado silvestre, y la almacenaban en el ático de una iglesia, para en el fin de semana proceder a su comercialización.

    Liderazgo organizacional

    Rosita Guamán

    Nació en la ciudad de Licto, parroquia de Chimborazo, y vivió junto a su familia hasta los 11 años. Por asuntos familiares tuvo que dejar el hogar. Terminó la escuela y se dirigió a la Costa a buscar trabajo. Allí, trabajó ocho años como empleada doméstica. A los 19 años volvió a Licto y sintió en carne propia la discriminación que sufrían las mujeres de su pueblo. La mayoría de las mujeres eran analfabetas y muy pocas cursaban la escuela.

    Ella reunió a mujeres interesadas en luchar contra tales injusticias. En 1974, el padre Estuardo Gallegos visitó a Licto como párroco y motivó a ella y a las demás mujeres a conseguir un oficio que cambiase sus vidas. Su primera misión fue alfabetizar a las mujeres de la parroquia y ofrecerles cursos de corte, costura y punteo. Ella promulgaba la equidad de género y eso la llevó a ser electa para liderar el Consejo de la parroquia, el principal órgano de gobierno de Licto.

    En octubre del 2001, Rosita asumió la presidencia de Jambi Kiwa. A partir de allí, su misión fue «siempre asumir los momentos duros de la vida sin guardar resentimientos». Rosita vio en Jambi Kiwa la posibilidad de ir hacia delante, reducir la discriminación hacia la mujer y superar la explotación que había sufrido la raza indígena durante siglos.

    La alianza

    Los logros obtenidos

    En el 2002, CETCA y Jambi Kiwa firmaron un convenio que formalizaba su relación de socios en el negocio de las hierbas. A criterio de Jaime, Rosita Guamán, era una mujer extraordinaria, de origen campesino pero con mentalidad empresarial. «Rosita» había sido clave para acercar los intereses de ambos socios y fortalecer la relación.

    Juntos habían construido la planta empacadora de las hierbas, habían conseguido certificaciones internacionales de calidad, lo cual les permitió convertirse en exportadores de productos con valor agregado. En Jambi Kiwa superaron problemas de calidad, acogiendo sugerencias técnicas de CETCA, y pese a que no se le permitía ingresar al campo ni acogían sugerencias en la parte de los cultivos y riego, habían conseguido un importante crecimiento económico e independencia financiera.

    Para el 2010, Jaime calificaba la relación con Jambi Kiwa como supra-comercial, no solo de corte comercial sino de mucha confianza. El ingreso al campo dejó de ser un tema de discordia para pasar a ser un asunto de aceptable convivencia. Las mejoras en calidad y mayores volúmenes de producción eran los mejores resultados de este negocio.

    Los retos

    El mercado

    Jambi Kiwa no permitía que empresas privadas como CETCA ingresaran al campo, ya que era una cuestión cultural sumada a las malas experiencias que ello le había traído en la historia, pese a eso mantenían junto a CETCA una relación de nueve años.

    A pesar de mantener una relación de confianza con Jambi Kiwa y haber mejorado significativamente en el proceso productivo, lo que sucedía dentro del mercado le robaba la tranquilidad a Jaime. En Ecuador, los costos de producir hierbas eran demasiado altos y esto obligaba a las compañías a establecer precios elevados y poco competitivos. Hierbas importadas desde Colombia o Perú se podían encontrar en el mercado hasta en mitad de precio y de excelente calidad.

    Jaime era consciente que podía obtener las hierbas a un precio más barato si decidía importarlas desde los países vecinos. No obstante, su afecto por Jambi Kiwa no se lo permitía y enterraba cualquier posibilidad de cambiar de proveedor. Lo más importante para él, era el bienestar de la gente de Jambi Kiwa, antes que adquirir hierbas a mejor precio y lograr mayor rentabilidad. Mantener esa alianza había sido y era su única opción para seguir en el negocio.

    Preguntas para el lector

    Las inquietudes

    1. ¿Jaime debía poner en riesgo la competitividad de CETCA, por proteger a Jambi Kiwa?

    2. ¿Si entrar al campo no era una opción, qué acciones podría tomar CETCA para ser más competitivo junto a Jambi Kiwa?

    3. ¿Jambi Kiwa debe ceder para continuar en el mercado?

  • En un local con un toque retro se prepara té de alta calidad

    Redacción Quito

    El té no se reduce a una preparación simple, compuesta de agua caliente y plantas. Es más que eso. Ese fue el descubrimiento de Guillermo Jarrín, cuando visitó a su hermana en Santiago de Chile, en el 2008.

    La cultura del té comprende un sinnúmero de saberes. Por ejemplo, para obtener uno de alta calidad, este debe ser cosechado a mano y se debe consumir las hojas enteras y no picado, como generalmente se acostumbra en el país. «Al no triturarlo, la planta no pierde todas sus propiedades», cuenta Jarrín.

    Asimismo, la temperatura del agua y el tiempo de infusión son claves para obtener las diferentes variedades de té.

    Todos estos conocimientos, Jarrín los quería transmitir en un local. Su búsqueda le llevó a encontrarse con el Club del Té, en el 2011, una empresa argentina que lidera el mercado en la región.

    Esta firma también se especializa en bestudios sobre esta planta y ofrece diversos cursos. Fue ahí donde este ingeniero comercial graduado de la Universidad de las Américas (UDLA), obtuvo las certificaciones de ‘sommelier’ y ‘blender’ de té; es decir, especialista en catar la bebida.

    Durante el 2012, realizó un estudio de mercado y se dedicó a la creación de una marca. Así, asociado con su madre Silvana Mora, dieron vida a Tippytea Blends, una lugar especializado para los amantes del té. Para concretar su proyecto invirtió unos USD 75 000. En agosto del año pasado consiguió un local en Mall El Jardín y su adecuación le llevó cerca de un mes. El lugar busca recoger el estilo clásico europeo, con toques retro.

    Tippytea Blends abrió sus puertas en septiembre del 2013 y ahora cuenta con 40 variedades de té, más mezclas. El cliente puede adquirir las hojas de las plantas al peso o también degustar de la bebida preparada, además de postres.

    Los visitantes también pueden encontrar accesorios para almacenar las hojas de té, como, latas, cofres, frascos de cristal, infusiones, teteras y más.

    Actualmente, Tippytea Blends vende en promedio al mes, 35 000 gramos de té; cada gramo cuesta 18 centavos.

    Entre los proyectos está convertir a la tienda en una franquicia; al momento, Jarrín finaliza el manual de procedimientos para ejecutar esta iniciativa.

    Gladys Herrera, consultora en estudios sociales, es una de sus clientas. «El té es excelente y lo compro al peso; acudo cada semana», comenta. En ello coincide Gabriela Ortiz, quien destaca su sabor y beneficios para la salud.

    Los productos Las opciones. Ofrece 40 variedades de té más frutas deshidratadas, flores, esencias y especias.

    Los proveedores. Cuenta con tres proveedores y los productos provienen de Kenya, Japón, Siria, Sri Lanka; también hay té ecuatoriano.

    USD 6 300 en ventas solo de té, al mes.