El precio del petróleo subió fuertemente el miércoles 11 de enero del 2017 y se recuperó parcialmente de un mal comienzo de semana, sin que los observadores encuentren explicaciones a estas variaciones más que el aspecto especulativo del mercado en este inicio de año.
El precio del barril de “ light sweet crude ” (WTI) , ganó USD 1,43 a 52,25 en el contrato para entrega en febrero en el New York Mercantile Exchange (Nymex) , luego de perder más de tres dólares en total durante las dos sesiones precedentes.
En Londres el precio del barril de Brent del mar del Norte, que había descendido desde principios de semana, se recuperó USD 1,46 a 55,10 en el contrato para entrega en marzo en el Intercontinental Exchange (ICE) .
“Se trata de una sesión realmente desconcertante”, reconoció Mike Lynch, de Strategic Energy & Economic Research.
“En realidad no he visto nada en las noticias que pueda opacar las muy malas cifras de las reservas de Estados Unidos”, dijo.
Las cifras semanales del gobierno sobre la oferta de crudo en Estados Unidos se mostraron a priori negativas ya que el Departamento de Energía (DoE) anunció un fuerte aumento en los inventarios de crudo y gasolina, y una marcada aceleración de la producción de petróleo.
Para Tim Evans, analista de Citi, el actual rebote de los precios tenía “un aspecto técnico», en tanto el mercado ha logrado mantenerse por encima de los umbrales considerados cruciales considerados por ciertos tipos de inversores.
En la imagen el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el precio del crudo descendió este 11 de febrero. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
El petróleo continuó su caída del jueves en Nueva York, cerrando por debajo de USD 49 por primera vez desde el 31 de marzo. El precio del barril de «light sweet crude» (WTI) para entrega en setiembre cerró en baja de USD 74 centavos, cotizado a 48,45 en la Bolsa Mercantil de Nueva York (New York Mercantile Exchange, Nymex).
En el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres el barril de Brent del mar del Norte para entrega en septiembre bajó USD 0, 86 centavos a 55,27.
El mercado «no pudo mantener el alza del inicio de la jornada», subrayó Kyle Cooper de IAF Advisors. «Habríamos podido pensar que con el dólar más bajo el petróleo habría subido, pero no no ocurrió, sigue presionando a la baja», añadió.
Como los intercambios de crudo se hacen en dólares, a menudo la caída del dólar está vinculada a un alza del precio del barril, lo que no ocurrió el jueves.
Actualmente el nivel más bajo del año, registrado en marzo, de USD 43,46 en el cierre del WTI, «es un objetivo técnico que parece muy plausible», sostuvo Cooper.
El barril de WTI ya cayó más de 21% desde el 10 de junio, cuando terminó en su nivel más alto del año, en USD 61,43. «El equilibrio entre la oferta y la demanda no aporta ningún apoyo ahora que franqueamos (a la baja, el miércoles) el umbral de los USD 50 y que la temporada de viajes en auto en Estados Unidos durará solo pocas semanas más», añadió el analista.
Del lado de la oferta no se ven señales de caída, tras un nuevo aumento de las reservas en Estados Unidos anunciado el miércoles, y una producción que se mantiene fuerte tanto en la OPEP como en Estados Unidos. Del lado de la demanda, en tanto, preocupa la desaceleración económica en China, según Cooper.
En la imagen el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el precio del crudo descendió este 11 de febrero. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
¿Qué pasó con el capitalismo después de la crisis del 2007. Tenemos que pensar en un nuevo modelo?
Sabemos qué tenemos que hacer. La crisis tiene que ver, en menor medida, con los fundamentos del capitalismo. No obstante, la gente dice no saber cómo restablecer el empleo y el crecimiento, pero sí lo sabe. Después de la crisis se han implementado acciones que tienen su origen en el capitalismo, además de que basados en los fundamentos macroeconómicos se han logrado predecir exitosamente los efectos de los problemas monetarios y de la política fiscal. Para el sector privado necesitamos un mayor apoyo de la política fiscal, que sea más agresiva. Pero lo que ha pasado es que tuvimos una austeridad fiscal sin precedentes. Y cuando hemos gastado más tuvimos una política fiscal inadecuada, resultado de que los políticos no quieren creer lo que dicen los fundamentos económicos, porque estos elementos del modelo trabajan muy bien. Es un problema de política económica, no del modelo económico por sí mismo. Eso es un problema, ¿cómo enfrentar así la peor crisis de las últimas tres generaciones? La primera cosa que hicieron los políticos fue abandonar todo, en lugar de aprender cuál era el problema. Es cuestión de la naturaleza del sistema político.
¿Es el final del capitalismo y neoliberalismo? No. Es tiempo de ser más modestos, en términos de lo que uno cree que los mercados pueden lograr o las metas que se pueden alcanzar. Cuando llegamos al 2007 nos dimos cuenta que no había mucha regulación para los gobiernos; a los bancos se les dejó que hicieran lo que quisieran, la apertura de mercados no estaba tan regulada, los gobiernos fijaban sus presupuestos sin importar que subiera el déficit, y todas esas cosas demostraron que estaban mal y que debíamos tener una regulación financiera más fuerte. Si ves lo que implica en términos del sistema económico, no estamos hablando de terminar con el capitalismo, estamos hablando tal vez, de limitar más el sistema, de tener un capitalismo con más garantías, porque esto es lo que tenemos. Al ver el sistema económico estadounidense en 1950 o 1960 había unas regulaciones bancarias muy estrechas, mercados abiertos y políticas públicas que soportaban este sistema, como, por ejemplo, el capitalismo impone altos impuestos a quienes ganan más, a fin de que no se concentre la riqueza, y en eso consiste el sistema.
¿No es momento de buscar otro modelo económico, solamente tomar lo mejor? No, es momento de buscar otro modelo. Hay que aprender de nuevo las experiencias del pasado. Cierto es que las políticas son a veces preocupantes, porque los políticos están muy determinados a hacer las cosas mal. Pero no es un problema del modelo, sino de la forma en la que aplican las políticas los gobiernos.
Hace tiempo dijo que con altos precios del petróleo se podría enfrentar una guerra, pero no sucedió. Ahora vemos que Arabia Saudita, le declara la guerra a Siria, y coincide con precios bajos del petróleo. ¿Qué veremos con estos niveles de precios? No creo que el precio del petróleo sea un tema global que genere crisis, aunque en algunas economías si afecta. La crisis del 2008 aún no termina, pero ahora estamos en una depresión; sin embargo, no vamos a otro abismo. No tenemos un tipo de crisis aguda o extrema. No estamos en diciembre del 2008, cuando todo estaba mal, pero aún estamos en problemas. La crisis de Grecia fue más política. En España no estamos viendo una crisis extrema, las tasas de interés están bajas, pero no tanto como en EE.UU. Los españoles viven otros problemas, como el hecho de que los jóvenes no pueden encontrar trabajo, pero esto no tiene que ver con que se vaya a colapsar la economía ahora, solamente se trata de una situación difícil.
En este momento, ¿de qué economías debería preocuparse el mundo por el comportamiento que tienen? Estoy preocupado por Argentina, porque se recuperó muy bien de la crisis con medidas ortodoxas, pero en realidad nunca normalizó las cosas y eso es un problema político, además de que tiene temas pendientes, como los fondos buitres. Brasil está en una turbulencia, pero no significa que vaya a estrellarse; México no tendrá más de eso, pero registra fluctuaciones. Estoy preocupado por China, porque tiene ciertos límites en su modelo de crecimiento. Es una economía que tiene enormes montos de inversión, no muy buen nivel de consumo y podría mantener por un tiempo su crecimiento, pero va a caer rápidamente el crecimiento. Veremos un aterrizaje duro. Por eso, creo que este modelo tiene que acabar. La inversión caerá porque no habrá suficiente oportunidad, porque el consumo tendrá que encontrar su lugar y hay un tremendo déficit interno. China es altamente vulnerable a tener problemas. Puede ser superpotencia, porque tiene mucha población y puede moverse. Tal vez India se convierta en un jugador mayor, podría estar atrás de los chinos o alcanzarlos.
¿Debemos estar preocupados por una posible crisis en China en el corto plazo? Todo es posible. Los riesgos están ahí y es suficiente con estar un poco preocupado, nada más. Pero no se ve una crisis a corto plazo.
Cuando los precios del petróleo estaban altos el Gobierno mexicano se endeudó y elevó su déficit público y hoy que están bajos, recorta el gasto. ¿Es buena medida? En general los déficits públicos a veces son malos y a veces no. Y a muchos no les gustan los déficits, pero se supone que cuando hay dificultades el déficit tiene sentido, es bueno que haya déficit para hacer que las cosas se muevan. Cuando la economía está en problemas se supone que es momento de gastar más. En el caso de México, lo que pasa es que se hace lo contrario: cuando los precios del petróleo están altos, se imponen medidas procíclicas. Cuando las cosas están bien se gasta más y eso es un problema, aunque no es extremo. En Chile, cuando el precio del cobre está alto, ellos lo ponen en el banco, y cuando caen los precios, ellos piden prestado.
Sobre las recetas de los multilaterales
Su visión. Creo que no hay que pensar que los consejos son la llave de la sabiduría. Si las agencias internacionales te dicen que hagas cosas que suenan como que podrían ser socialmente destructivas y te prometen que tendrás maravillosos resultados no necesariamente tienes que creerles. A veces se sobrevenden los consejos ortodoxos, pero podrían estar mal.
El FMI. Vemos que el FMI es mejor ahora de lo que solía ser. Ahora vemos que la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, y su equipo económico son mejores consejeros que antes. Ahora espero que también la OCDE sea mejor que en el pasado, además de que actualmente mis alumnos están llegando a esas instituciones.
Paul Krugman. Fotos: Cortesía de El Universal de México (GDA).