La empresa pública Petroecador informó hoy (29 de marzo) de que sacará a licitación para ser recicladas 6 000 toneladas de chatarra obtenidas durante el proceso de rehabilitación de la Refinería Esmeraldas, situada en el noroeste del país.
El gerente de Petroecuador, Alex Bravo, señaló que la licitación será abierta y que calculan que el proceso concluya hasta el próximo año.
«Hay empresas nacionales que compran toda esta chatarra y la vuelven acero», dijo. Bravo informó de que tras el proceso de rehabilitación de la refinería, toda la chatarra obtenida fue descontaminada, para que pueda entrar en el proceso de reciclaje.
Según Petroecuador, las 6 000 toneladas de chatarra fueron reemplazadas por equipos electrónicos, hornos y bombas, entre otros, en la refinería de Esmeraldas, que procesa 112 000 barriles por día.
En diciembre del 2015 fueron inauguradas las obras de repotenciación de la Refinería Esmeraldas. Foto: Archivo/ LÍDERES
La industria molinera, el año pasado, importó unas 624 000 toneladas de trigo para abastecer a las firmas productoras de fideos, pastas, galletas y de panificación en el país. La producción local logró 3 000 toneladas, que representan el 2% de la demanda nacional.
Según un estudio elaborado por la Asociación Ecuatoriana de Molineros (Asemol), anualmente la demanda de trigo se incrementa entre el 2 y el 3%. Según el informe, de cada tonelada de trigo que se muele el 78% es harina, es decir, se obtienen 468 000 toneladas. El resto fueron subproductos como afrechillo y cáscara de trigo, que fue comercializado a las fábricas productoras de balanceados.
Diego Córdoba, presidente de Asemol, explica que el gremio trabaja en la ejecución de un proyecto para incrementar el número de hectáreas de trigo en el país con una inversión de USD 200 000. La idea es llegar a producir 5 000 hectáreas en el largo plazo. “Lo que buscamos es contar con una semilla de calidad para distribuirla a los agricultores y fomentar la producción interna”.
El dirigente asegura que el 98% del grano que se muele actualmente es importado de Canadá y EE.UU., los principales mercados de abastecimiento. Cita por ejemplo, que las 13 empresas que integran la Asociación anualmente importan 400 000 toneladas de Canadá, 200 000 de EE.UU. y el resto de otros países. Eso generó 24 000 puestos de empleo directos e indirectos a escala nacional.
El costo por tonelada del grano extranjero es de USD 300 y para el trigo nacional, USD 480. “La idea es pagar buenos precios para incentivar al agricultor a que trabaje en la producción del grano”, señala Córdoba.
Las provincias que más consumen la harina son Pichincha, Guayas, Azuay y Tungurahua. “Para el próximo año, las importaciones serán casi similares, porque normalmente el crecimiento de la industria molinera es similar al de la población. Creemos que el próximo año será un año complicado”, menciona Córdoba.
En la actualidad la provincia de Bolívar es una de las mayores productoras de trigo, le siguen Cotopaxi, Imbabura y Carchi.
Una de las empresas insignias de Ambato es Molinos Miraflores que funciona hace 330 años. Al momento procesa 800 quintales al día que son distribuidos y comercializados en los mercados de Ambato, Latacunga, Francisco de Orellana, Riobamba, Tena, Quito, Guayaquil y otras ciudades.
Raúl Lara, su gerente, menciona que Molinos Miraflores pasó por todos los tipos de sociedad reconocidos en un principio por el Código Civil y luego por la Ley de Compañías. En 1983, esta firma se constituyó como Sociedad Anónima. Según el ejecutivo, el proceso de crecimiento tuvo un despegue en el 2010.
“Hemos crecido en un 60% con relación a las cifras registradas en el 2007. Esto se debe a la calidad del producto. Hemos ingresado a los mercados que anteriormente eran ocupados por otras marcas”, señala Lara.
En el 2008, se invirtió USD 1 millón en la adquisición de equipos de última generación para la molienda. En la actualidad produce 60 toneladas por día. El valor agregado de Molinos Miraflores fue asumir la distribución de grasas, azúcar y demás insumos básicos para la panificación. “La idea es servirles con todos los insumos para que no se paralice el trabajo”.
Eso les permitió aumentar sus ventas de harina en el país y subir a 49 el número de empleados directos y más de 1 200 indirectos. Además de la importación de las 2 300 toneladas de trigo cada dos meses del Canadá, se adquieren 100 toneladas del grano nacional. Otra de las empresas del sector es Molinos San Luis de Carchi.
Esta procesa 8 000 de las 624 000 toneladas importadas. Produce entre 10 000 y 12 000 sacos de harina mensuales. Allí trabajan más de 500 personas en forma directa e indirecta. Los principales mercados a los que llega con su producción son Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Chimborazo, y Tungurahua.
Raúl Lara, gerente de Molinos Miraflores de Ambato, abastece con su harina a Ambato, Latacunga, Puyo, Francisco de Orellana, Riobamba, Tena, Quito, Guayaquil y otras ciudades. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
Las fuerzas de seguridad se han incautado de más de 2 500 toneladas de alimentos y bebidas fraudulentos en 47 países en una operación coordinada por Europol e Interpol, en la que participaron autoridades de España, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
La operación, bautizada como ‘Opson IV’, se llevó a cabo en diciembre de 2014 y enero de este año, pero Europol informó de ella este 17 de febrero del 2015 mediante un comunicado.
La Oficina Europea de Policía incluye entre los alimentos afectados mozzarella, fresas, huevos, aceite para cocinar y frutos secos, y explica que las inspecciones se realizaron en tiendas, supermercados, aeropuertos, puestos y polígonos industriales.
«Este año, de nuevo, los resultados de Opson reflejan claramente la amenaza que representa el fraude alimentario, ya que afecta a todos tipo de productos y a todas las regiones del mundo», señaló el coordinador de Europol para las actividades en Europa, Chris Vansteenkiste.
«La cooperación a nivel nacional e internacional es indispensable para detener a las redes criminales involucradas en este negocio», añadió. El jefe de Interpol para tráfico ilícito de bienes, Michael Ellis, dijo que «la comida y bebida fraudulenta representa una amenaza real para la salud y la seguridad», y añadió que algunos de los bienes retirados de la circulación podrían haber llegado a causar la muerte de los consumidores.
La Oficina Europea de Policía incluye entre los alimentos afectados mozzarella, fresas, huevos, aceite para cocinar y frutos secos. Foto: Alfredo Lagla/ LÍDERES.