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  • Kevin Folta: ‘Los transgénicos son una oportunidad para Colombia’

    Agencia EFE

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    Colombia tiene muchas oportunidades para el desarrollo de los organismos genéticamente modificados (OGM). Esto por sus extensas tierras para la agricultura y la posibilidad de contar con una legislación que los permita usar, dijo el biólogo e investigador de la Universidad de Florida Kevin Folta.

    “Colombia puede ser un líder en la región” por su disposición a trabajar en una nueva generación de leyes que regulen la producción de transgénicos frente a otros países que aún insisten “en un rechazo normativo” hacia estos cultivos, indicó el experto.

    Durante una visita a Bogotá, en donde participó en la presentación del documental “Food Evolution”, del director estadounidense Scott Hamilton, Folta precisó que algunas de las ventajas que representaría para Colombia inclinarse hacia la siembra de cultivos GM serían los “bajos costos” de producción y la mayor competitividad para los agricultores.

    Los cultivos GM son plantas con características mejoradas a través de la edición de sus genes en laboratorios, lo que permite que frutas y hortalizas sean de mayor tamaño o crezcan en mucho menos tiempo que el usual.

    En países como Estados Unidos, Argentina y Brasil el cultivo de transgénicos avanza con gran rapidez, con más de 150 millones de hectáreas sembradas en 2016.

    Según el informe del Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (ISAAA, por su sigla en inglés), el cultivo de maíz modificado genéticamente aumentó un 17 % en Colombia el año pasado, al alcanzar 100 109 hectáreas.

    Sin embargo, la superficie sembrada con algodón transgénico bajó hasta las 9 814 hectáreas, precisó la misma fuente.

    En Colombia, 23 de los 32 departamentos del país sembraron semillas genéticamente modificadas (con características de resistencia algunos insectos y tolerancia a algunos herbicidas) en 2016, dos más que el año anterior, siendo las regiones de Meta (centro), Córdoba (norte) y Tolima (centro) las que presentaron una mayor preponderancia de estos cultivos. De hecho, producir arroz y flores es la oportunidad que “debe tomar” Colombia, aseveró el investigador.

    Al hablar de los principales retos que enfrentan los agricultores para adoptar los cultivos genéticamente modificados, Folta mencionó las legislaciones y también la aceptación generada por los consumidores.

    EE.UU., Argentina y Brasil cuentan con extensiones de transgénicos. Foto: Archivo / LÍDERES
    EE.UU., Argentina y Brasil cuentan con extensiones de transgénicos. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Transgénicos: debate con opiniones polarizadas

    Agencia EFE

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    Las consecuencias de la ingesta de alimentos obtenidos de cultivos transgénicos siguen siendo poco conocidas, rodeadas de opiniones muy polarizadas y de falta de transparencia en la información gubernamental.

    El cultivo transgénico es aquel al que se le han insertado genes de distinta especie. La técnica, que ya abarca 185 millones de hectáreas alrededor del mundo, nació para reducir el agotamiento de los recursos que provoca la agricultura tradicional y proteger las cosechas de plagas y otras condiciones adversas, así como reducir costes de producción.

    El director general en México de la empresa agrícola Agrobio, Alejandro Monteagudo, atribuye la estigmatización de la técnica a la “desinformación” de sus detractores. “En 20 años no ha habido ninguna evidencia científicamente sustentada de daños para el consumo humano”, expresó.

    El investigador Salvador Mena, de la Universidad de Guadalajara, propone una explicación distinta a esta falta de información: “Los resultados de los estudios no son del dominio público”.
    El acceso a las autorizaciones que los diferentes organismos gubernamentales otorgan a los productores de transgénicos no es público, explica el investigador.

    Por otro lado, la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados establece que cuando una universidad o centro de investigación dispone de personal y equipo adecuados para realizar estudios en este campo puede recibir presupuestos adicionales para llevarlas a cabo.

    Pero “esto no se ha dado nunca ni parece que se vaya a dar pronto”, cuenta Mena. Esto margina la investigación de los alimentos transgénicos, relegándola “simplemente a desarrolladores”.

    Opiniones divididas

    Monteagudo indica que la evaluación de los riesgos de los alimentos transgénicos se basa en el “principio de equivalencia sustancial”.

    Según este concepto, se estima que si un alimento derivado de cultivo transgénico es sustancialmente equivalente a su homólogo tradicional, ha de considerarse tan inocuo como este.

    Al respecto, el directivo afirma que los alimentos transgénicos que hoy día se comercializan no presentan ninguna diferencia respecto a los obtenidos mediante cultivo tradicional. “No provocan ninguna afectación desde el punto de vista toxicológico o alergénico”.

    “Eso sí, la siguiente generación, que ya está lista para empezar a sembrarse y comercializarse, empezaría a presentar beneficios para los consumidores por su mero consumo”, añade.
    El responsable de Agrobio concluye advirtiendo que si la gente sigue “esas resistencias o ideologías que impiden avanzar”, los beneficios se quedarán en mera promesa.

    Mena aporta otros argumentos explicando que al trasladar un gen de un organismo a otro “puede alterar el metabolismo de la persona que lo consume”. El alimento, con la inserción genética, va a generar sustancias que antes no generaba.

    En consecuencia, sin saberlo, el consumidor puede estar ingiriendo un alimento que contiene sustancias a las que es alérgico.

    Sabiendo esto, la aportación de Mena permite observar la desinformación que menciona Monteagudo a través de otro prisma: “La persona está consumiendo algo sin saberlo”.

    La doctora y nutrióloga Amelia Aldana parece concordar con Mena. Ella afirma que las nuevas proteínas presentes en los alimentos debido a la inserción de genes ajenos pueden provocar discapacidades en el cromosoma. “También hay estudios que reportan una afectación en los óvulos y en los espermatozoides”, afirma.

    La doctora resalta la importancia de saber detectar qué alimentos han sido cultivados de manera transgénica. El símbolo distintivo es un triángulo amarillo con una la letra “T” en su interior

    Algunos países, como Estados Unidos, no obligan a las empresas a poner ese símbolo en sus productos. Aun así, Aldana no tiene duda de que los transgénicos “son los alimentos del futuro” y es consciente de que llevar una alimentación orgánica no es accesible para todos por los costos.

    Brasil es uno de los países en donde se observan plantaciones de productos transgénicos. Científicos de todo el mundo continúan debatiendo sobre los riesgos. Fotos: archivo / LÍDERES
    Brasil es uno de los países en donde se observan plantaciones de productos transgénicos. Científicos de todo el mundo continúan debatiendo sobre los riesgos. Fotos: archivo / LÍDERES
  • El etiquetado de alimentos transgénicos, bajo revisión

    Sofía Ramírez (I) Redactora

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    Empresarios, catedráticos y expertos en seguridad alimentaria analizaron la normativa para etiquetar los alimentos transgénicos en el país. El taller realizado del 28 al 30 de septiembre en Guayaquil, Cuenca y Quito respectivamente fue organizado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), con el apoyo del Departamento de Agricultura y el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

    Las primeras inquietudes que surgieron de la normativa sobre etiquetado de productos alimenticios -elaborados con ingredientes derivados de la Ingeniería Genética (IG) de agosto del 2013-, determinan que el documento no tiene bases científicas y es inaplicable, porque se habla de material transgénico y no de origen, mencionó Christian Whali, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab).

    El Reglamento Técnico del Servicio Ecuatoriano de Normalización (INEN) 022 sobre el Rotulado de Productos Alimenticios Procesados, establece que en las etiquetas se deberá colocar “contiene transgénicos”, si es que el contenido de la modificación genética supere el 0,9%. Si el porcentaje es menor, no es necesario el rotulado.

    Pero este ítem es otra de las preocupaciones en el sector. María Victoria Córdova, abogada y especialista en legislación alimentaria, explicó que en la práctica se encontró que la trazabilidad de si el material genético tiene el ADN que supere el 0,9% la tiene que hacer el proveedor de la materia prima o ingrediente, para que así las empresas puedan proceder con el etiquetado de ser el caso.

    Además se verificó que aunque el laboratorio de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) realice estos análisis, en el país todavía no hay avances en infraestructura para lograr las certificaciones internacionales correspondientes. Por eso, esperan tener un acercamiento con las autoridades para hacer cambios en la normativa.

    En el tema de sanciones, la experta sostuvo que el consumidor que considere que hay publicidad engañosa en el etiquetado de los alimentos transgénicos o se compruebe competencia desleal, las denuncias se amparan bajo artículo 151 de la Ley Orgánica de la Salud, con sanciones de 20 remuneraciones básicas, el decomiso del producto o cierre temporal o definitivo de la planta.

    Marco Sánchez, profesor asociado de la Universidad Tecnológica de Texas en Estados Unidos, dijo que a escala mundial todavía no hay pruebas o estudios a largo plazo que refuten o demuestren que los alimentos transgénicos son nocivos para la salud.

    El principal inconveniente del etiquetado de esta categoría en el país, es que el porcentaje 0,9% es un valor arbitrario. Lo que puede ocasionar confusión en los consumidores.

    Otros países a nivel regional también mantienen un sistema de etiquetado para alimentos que tengan componentes modificados genéticamente.

    Adriana Castaño, asesora nacional e internacional en temas de bioseguridad y regulación en Colombia, detalló que en su país la normativa no responde a la cantidad de porcentaje transgénico en los productos o las cargas de alimentos o materia prima que llegan a sus puertos.

    Más bien, se rotula el cambio o lo nuevo que se presenta a raíz de la modificación genética, en función de cuatro escenarios: cambios en la composición nutricional a raíz de la modificación genética, presencia de alérgeno que no se esperaba, cambios oligogénicos en comparación al no modificado, y cambios en cocción, producción o almacenamiento.

    Por su parte, el etiquetado la Superintendencia de Control del Poder del Mercado también regula este sistema, para evitar competencia desleal y como una manera de transparentar los ingredientes de los alimentos que consumen los ecuatorianos.

    Un taller sobre etiquetado de productos alimenticios elaborados con ingredientes derivados de la ingeniería genética, se realizó en Quito. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES
    Un taller sobre etiquetado de productos alimenticios elaborados con ingredientes derivados de la ingeniería genética, se realizó en Quito. Foto: Julio Estrella/ LÍDERES
  • Unos 80 chefs y gastrónomos piden impedir transgénicos en México

    Agencia DPA

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    Unos 80 integrantes del Colectivo Mexicano de Cocina, entre ellos el chef español Mikel Alonso y el mexicano Enrique Olvera, pidieron hoy, 25 de agosto del 2015, que se mantenga en México la prohibición de siembra de maíz transgénico e instaron al gobierno a expresar «una postura firme y clara» al respecto.

    Un juez mexicano dejó sin efecto la semana una medida precautoria que desde 2013 impedía otorgar permisos a empresas de biotecnología como el gigante Monsanto y Dow AgroSciences, pero el dictamen fue apelado por una coalición contraria a los transgénicos y por ahora la prohibición se mantiene.

    En un mensaje dirigido al presidente Enrique Peña Nieto, a las autoridades de agricultura y economía y a la comisión nacional sobre biodiversidad, entre otras, reconocidos cocineros e investigadores alertaron que los transgénicos plantean «enormes incertidumbres y efectos colaterales impredecibles» y atentan contra la biodiversidad. «Es importante para nosotros como gremio fijar nuestra postura», dijo Olvera en un encuentro con corresponsales extranjeros, al dar a conocer el pronunciamiento.

    «Lo que pedimos en el comunicado es que el gobierno fije también esa postura», indicó. Olvera dijo que existe una «incertidumbre total de cuáles son las consecuencias» de la siembra de maíz transgénico y que el cultivo se debe aplazar mientras no exista claridad, en especial en México, donde el maíz es un producto básico de consumo humano.

    El documento advierte que los transgénicos representan un riesgo de contaminación del maíz nativo, generan un conflicto sobre la propiedad intelectual de la semilla y aumentan la dependencia económica de pequeños productores de las grandes transnacionales, además de plantear peligros para la salud.

    «En Latinoamérica, ejemplos como el de Argentina resultan alarmantes: 56 por ciento de la tierra cultivada (19,8 millones de hectáreas) están sometidas a un monocultivo transgénico -la soya- y se ha documentado una pila de historias preocupantes sobre enfermedades y contaminaciones cada vez en mayor escala, relacionadas con estos cultivos y con los agroquímicos que los acompañan», alerta el texto.

    Una Organización de chefs en México han pedido al gobierno de Peña Nieto que se mantenga la prohibición del uso de transgénicos en la siembra del maíz mexicano . Foto: Imagen referencial Archivo/ LÍDERES
    Una Organización de chefs en México han pedido al gobierno de Peña Nieto que se mantenga la prohibición del uso de transgénicos en la siembra del maíz mexicano . Foto: Imagen referencial Archivo/ LÍDERES
  • Expertos piden que Perú sea preservado como potencia en alimentos ecológicos

    Agencia EFE

    Perú es una de los principales productores de alimentos ecológicos en el mundo y sus campos agrícolas deben permanecer «cerrados» a los productos inorgánicos que buscan ingresar empresas trasnacionales, afirmaron el lunes (1 de junio de 2015) los participantes en el XV Encuentro Nacional de Productores Ecológicos de Perú.

    El encuentro, que se celebrará hasta el próximo miércoles en la sede del Congreso peruano, reúne a congresistas, productores agrarios y expertos nacionales e internacionales, entre ellos a delegaciones de Bélgica, Colombia y Ecuador, informaron fuentes oficiales.

    La vicepresidenta de Perú y legisladora oficialista, Marisol Espinoza, afirmó al inaugurar la cita que el Congreso apuesta por el desarrollo sustentable de los productos orgánicos y elogió a los agricultores por su trabajo en el campo y «por el celo que ponen al sembrar los productos alimenticios» naturales.

    «Tenemos la obligación moral de mantener el sector agrario sin productos químicos contaminantes. Garantizaremos la certificación para que los productos peruanos sean respetados en el mundo», señaló.

    Por su parte, el congresista Jaime Delgado exhortó a sus compatriotas a rechazar los productos transgénicos e incrementar los alimentos ecológicos. Añadió que en su país se tiene que reivindicar a los campesinos, ofreciéndoles una política de incentivos y fijar precios adecuados a sus productos para sacarlos de la pobreza.

    El presidente del Frente Parlamentario contra el Hambre y primer vicepresidente del Congreso, Modesto Julca, dijo que más de 20 países del mundo reconocen que la agricultura peruana produce alimentos saludables y que entre los organismos internacionales que aprueban su política alimentaria está la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    El viceministro de Agricultura, César Sotomayor, destacó, por su parte, que desde hace más de 20 años Perú ha mantenido «una gran fuerza ecológica» que le ha permitido ser considerada como la primera potencia en producir alimentos de este tipo.

    El presidente de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú (ANPE), Salvador Sánchez Serra, y el vicepresidente de la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega), Mariano Valderrama, manifestaron que el Congreso debe aprobar los proyectos de ley de seguridad alimentaria, agricultura familiar y desarrollo sostenible «por el bien del país.» 

    Latinoamérica, "es de los pocos continentes que está abasteciendo de alimentos a su propia población". Foto: Archivo/ LÍDERES.
    Latinoamérica, «es de los pocos continentes que está abasteciendo de alimentos a su propia población». Foto: Archivo/ LÍDERES.
  • Nuevas normas de etiquetado para Transgénicos

    El comercio

    Los alimentos y bebidas que se produzcan o comercialicen en el país, y que sean elaborados con insumos transgénicos deberán incluir en sus etiquetas la frase: ‘Contiene componente transgénico’.

    La anterior es una disposición enmarcada en el artículo 2 de la Norma Técnica Nº SCPM-NT-2013-001, emitida por la Superintendencia de Control del Poder de Mercado, el pasado 11 de septiembre. Allí dice que el operador económico deberá contar con las pruebas que sustenten la veracidad del mensaje.

    El documento fue firmado por el titular de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado, Pedro Páez.

    Esto generó sorpresa y preocupación en los gremios empresariales, quienes poco conocían de la normativa. El martes 24 de septiembre del 2013, el ministro Coordinador de la Producción, Richard Espinosa, indicó que la reglamentación solo se aplicaría para los productos con transgénicos.

    «Para los productos que no tienen transgénicos el tema no tiene lógica. De hecho, lo hemos coordinado. Las conversaciones van en buen camino y es eso lo que definitivamente va a pasar, dando los plazos correspondientes. Lo cierto es que se va a promover para que en el etiquetado solo se refiera a los que sí tienen transgénicos, más no el resto de productos», explicó.

    El Ministerio de la Producción cree que el plazo de 60 días para cumplir la normativa pudiera ampliarse o, por lo menos, se dé la posibilidad para que los empresarios puedan colocar, de arranque, un adhesivo, en lugar de la leyenda en la etiqueta. Ese tema está en análisis.

    Los mecanismos jurídicos para la aplicación de este mecanismo auxiliar se están analizando y se espera que hasta la próxima semana ya se logre un alcance de la norma.

    Algunos empresarios cuestionaron no solo el proceso de etiquetar con la palabra «transgénico», sino que indicaron que no existen los suficientes laboratorios locales para certificar si los productos, en efecto, contienen insumos genéticamente mejorados.

    El Gobierno concuerda con que se deben implementar dichos laboratorios y que esto es parte de un proceso que se debe llevar adelante.

    Ante la duda de si en 60 días, que es el plazo para que las firmas de alimentos y bebidas coloquen la leyenda en la etiqueta, Espinosa indicó que el empresario debe conocer si su producto contiene transgénicos. Los laboratorios se implementarán para controles.

    El objetivo es prevenir y evitar las prácticas desleales de engaño y violación de normas que puedan afectar a los derechos de los consumidores. El plazo para su cumplimiento es de 60 días, desde la vigencia de la normativa técnica.

    María José Troya, directora de la Tribuna del Consumidor, recordó que desde el 2000 la Ley de Defensa del Consumidor ya obligaba a identificar estas características en los rotulados de los alimentos. Un año después se emitió su reglamento, pero quedó pendiente de la normativa que regule dicha etiqueta, hasta ahora.

  • La Espol afronta el reto de los transgénicos

    Redacción Guayaquil

    Hablar de transgénicos levanta diferentes opiniones. No obstante, plantear su utilidad y las ventajas de desarrollar organismos que puedan resistir plagas o que mejoren la calidad de un producto, es el desafío que los centros de investigación toman en sus manos.

    La Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) desarrolló una sesión de trabajo en la que se trató el tema de los transgénicos, su legislación y los resultados de las investigaciones que sobre el tema realiza el Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE). La cita se llevó a cabo en el campus Prosperina (norte de Guayaquil).

    Dejar de satanizar los transgénicos y aprovechar las oportunidades que ofrece es la posición que defiende Efrén Santos, investigador del CIBE. Este centro plantea entregar plantas de banano modificadas genéticamente y resistentes a enfermedades como la sigatoka negra, plaga que tanto afecta al sector bananero.

    El CIBE empezó este proyecto en el 2008, antes de que se aprobara la nueva Constitución. El art. 401 declara al país libre de cultivos y semillas transgénicas. Solo se permite una excepción: si el Presidente y la Asamblea creen necesario el ingreso de este tipo de semillas al país.

    Los miembros del CIBE proponen que el Estado revise este artículo, ya que en el proyecto no se importan semillas transgénicas como prohíbe la ley, sino que trabajan con cultivos autóctonos y experimentan con ellos. Otra variación que se trabaja es la inclusión de productos sisgénicos que, a diferencia de los transgénicos, son tratados con genes de la misma especie.

    Un proyecto de esta naturaleza puede tomar entre 10 y 15 años en su ejecución, debido a que el banano es una planta difícil de tratar. La primera fase del proyecto está finalizada en un 100%; la segunda, que es la fase de tratamiento de la especie, se encuentra en un 30%. Aún hay mucho por recorrer.

    Educar a la sociedad en estos temas es importante, ya que se busca abrir nuevos espacios en el país dentro de la rama de la ingeniería genética. El objetivo es utilizar estas técnicas, como una alternativa para mejorar los cultivos.

    Este tema se tratará en el Congreso Internacional de Biotecnología, que se realizará desde el 9 hasta el 12 de junio en el Hotel Sheraton (Guayaquil). En el encuentro se discutirán procesos de adaptación al cambio climático, tratamiento amigable de la planta del cacao y resistencia a fungicidas, junto con productores y exportadores agrícolas.

    Espol, además se reunirá en un congreso con otras universidades del país para difundir el sistema de acreditación internacional ABET, que certifica los niveles de competencia y calidad investigativa; en el caso de Espol, en las Ingenierías de Computación y Mecánica.401 es el art. de la Constitución que declara al país libre de semillas transgénicas