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  • El tren activa el turismo del cantón Milagro, en Guayas

    Redacción Guayaquil

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    El recorrido del Tren de la Dulzura entre Durán y Naranjito es llamado así porque entre el paisaje de cultivos de banano, cacao y extensos arrozales, también hay plantaciones de caña de azúcar, tradicionales de esa zona de la provincia del Guayas. Una parada de cerca de tres horas en Milagro ofrece la posibilidad de visitar haciendas del sector.

    Entre las fincas que promueven sus paseos a la zona rural del cantón está la Quinta Agroturística La Orilla, en la ribera del río Milagro, que le ofrece a los turistas la práctica de ‘tubing’, en la que los visitantes bajan por el río en tubos inflables de las llantas de vehículos.

    En la finca de la parroquia rural Mariscal Sucre, a 10 minutos de Milagro y a una hora de Guayaquil, se puede almorzar secos de gallina o de chancho, ceviches, etc., y participar en la producción de melcocha. El dulce se elabora con la panela que se produce a partir de la caña de azúcar, en los trapiches artesanales de la zona.

    La Quinta La Orilla y la Quinta Forestal El Bosque en Milagro, a su vez, hacen parte de la Ruta del Azúcar, de la Prefectura del Guayas, que promueve los atractivos de seis cantones ubicados en el este de la provincia. La oferta aprovecha la relación de la producción local de caña, el tren y el pueblo campesino montuvio.

    “La idea era conectar con los conceptos de la Ruta del Azúcar y el Tren de la dulzura; por eso les proponemos a los visitantes elaborar melcochas y la miel de caña, al tiempo que los acercamos a las tradiciones de la zona”, señala Verónica Coloma.

    El Bosque, finca a la que se ingresa por el km 2,5 de la vía a Naranjito, ofrece un área recreacional con piscinas, canchas, juegos y hamacas y un bosque con senderos y laguna en la que se puede acampar.

    El itinerario que propone la Prefectura destaca a decenas de viveros de plantas ornamentales, jardines en los primeros ocho km de la vía Milagro-Naranjito.

    Narcisa Miranda, milagreña de 34 años, comercializa en el vivero Joan Jesús 300 variedades de plantas tropicales. “Las plantas más solicitadas son las diversas variedades de la ixora”, dice Miranda, que produce las matas desde hace 12 años en una finca cercana y quien se autoidentifica como parte del pueblo campesino costeño. “Los precios parten desde USD 0,50 centavos hasta 300”.

    Carlos Alvarado ofrece a los turistas la posibilidad de aprender a elaborar melcocha en un árbol de guanábana.
    Carlos Alvarado ofrece a los turistas la posibilidad de aprender a elaborar melcocha en un árbol de guanábana. Foto: Mario Faustos / Líderes
  • China estrenará su primera línea de metro sin conductores en 2017

    Agencia EFE

    China estrenará el año que viene (2017) su primera línea de metro totalmente automatizada, sin necesidad de conductores e incluso empleados de mantenimiento de los vagones, en su apuesta por impulsar la innovación en la industria, informa hoy (29 de agosto del 2016) el Diario del Pueblo.

    Este tipo de transporte se pondrá en servicio en Pekín con la apertura de la nueva línea de metro Yanfang, que unirá el suburbio de Yanshan, zona industrial en el suroeste, con la línea de Fangshan, desde donde los pasajeros podrán llegar al centro de la capital mediante otras conexiones.

    China comenzó a investigar sobre este nuevo modelo de transporte en 2010 y el desarrollo y diseño es cien por cien local, detalla la información del rotativo.

    De momento, se encuentra en fase de pruebas y se espera que pueda ponerse en marcha a finales de 2017, si bien aún no se ha concretado una fecha exacta.

    De tener éxito, las autoridades planean renovar cuatro líneas de metro y el servicio que une el centro de Pekín con el aeropuerto con estos nuevos vagones automáticos y llegar a los 300 kilómetros de transporte automatizado en la capital hacia 2020.

    La puesta en marcha de este transporte se enmarca en la estrategia ‘Made in China 2025’ del Gobierno central, que busca remodelar la base industrial del país para orientarla hacia áreas más intensivas en tecnología y menos en mano de obra. 

    El tren se encuentra en fase de pruebas y se espera que pueda ponerse en marcha a finales de 2017. Foto referencial
    El tren se encuentra en fase de pruebas y se espera que pueda ponerse en marcha a finales de 2017. Foto referencial
  • El viaje en tren es un negocio que suma pasajeros e ingresos

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Las cifras que Ferrocarriles del Ecuador Empresa Pública muestra son un reflejo de la recuperación de este atractivo turístico, que décadas atrás fue un medio de transporte interno en el país.

    La modernización de esta empresa estatal empezó en el 2010. Desde ese año, hasta el anterior, recibió una inversión de USD 309 millones, recursos destinados para su modernización, rehabilitación del sistema ferroviario, la recuperación de locomotoras, etc.

    Al mismo tiempo, los ingresos fueron creciendo en el mismo período. En el 2010 se registraron USD 1,1 millones; para el 2012 la cifra subió a USD 3 millones y el año anterior llegaron a 12,9 millones. El gerente encargado de Ferrocarriles del Ecuador, Francisco Mosquera, comenta que la proyección para este año es llegar a USD 16 millones.

    No obstante, la empresa aún no genera utilidad debido a los procesos de rehabilitación que empezaron en el 2008.

    El crecimiento en los ingresos es resultado, según Mosquera, de un trabajo minucioso que arrancó en el 2010. Este trabajo incluyó alianzas con negocios como hosterías, floricultoras, asociaciones de pequeños productores… También implica una logística especial y el desarrollo de dos productos para turistas nacionales y extranjeros: Excursión y el Tren Crucero.

    “No es solo un viaje, es una experiencia con actividades pensadas en los pasajeros”, dice Mosquera. Estas experiencias incluyen, en el caso del producto Excursión, caminatas, visitas a plazas artesanales, presentaciones artísticas… En el Tren Crucero el pasajero visita floricultoras, hosterías, volcanes, haciendas durante un viaje de cuatro días y tres noches.

    Matías Kronenberg, gerente de la hostería Hacienda La Ciénega, en Cotopaxi, cuenta que mantiene un convenio con Ferrocarriles del Ecuador desde hace dos años. El establecimiento recibe, cada martes, a pasajeros del Tren Crucero. “Son unos 30 turistas, la mayoría extranjeros, que se hospedan y pasan la noche en nuestra hacienda”. Para Kronenberg, el acuerdo permitió el incremento de visitantes en la población de Lasso. “Llegan en la tarde, duermen y salen en la mañana. Es una idea genial, porque se generan negocios e ingresos en zonas que no tenían visitantes”.

    El perfil del pasajero del Tren Crucero es otro indicador. Las cifras de la empresa señalan que el 40% son viajeros nacionales y el resto son visitantes de EE.UU., Reino Unido, Alemania, Australia, Japón, entre otros países.

    En cuanto a los trenes que están dentro del paquete de Excursión, las nacionalidades difieren según el tramo. En la ruta Alausí-Sibambe, también llamada Nariz del Diablo, la mitad son nacionales y la otra parte, extranjeros.

    La empresa pública también maneja la dinamización de economías locales. Esto se logra mediante alianzas con, por ejemplo, artesanas de Machachi, en Pichincha, y Urbina, en Chimborazo. Esto permitió que unos 1 488 negocios comunitarios se relacionen con las actividades de Ferrocarriles del Ecuador en Latacunga, Machachi, El Boliche, Durán, Bucay, Alausí, Milagro, Ibarra, Salinas…

    Para Luz Elena Coloma, gerenta de la empresa municipal Quito Turismo, desarrollar este producto turístico ha sido un acierto. “Es un viaje que genera gran interés en mercados europeos como el británico”. Añade que la empresa estatal tiene el desafío de mantener la calidad y ser sustentable en lo económico. “La inversión hecha en estos productos es muy grande y la empresa estatal tiene el desafío de ser rentable. Para eso, la clave pasa por la calidad y por la innovación de los productos”.

    La estatal tiene alianzas con 211 operadoras de turismo. Estas sirvieron como plataforma para que el año pasado 6 984 pasajeros utilizarán el Tren Crucero y 176 968, los trenes de excursión.

    Los retos, según Mosquera, son mejorar la infraestructura turística en ciertas zonas y trabajar con las comunidades en temas de servicio y calidad.

    La llegada de los pasajeros impulsa los negocios locales

    Redacción Guayaquil (I)

    La finca El Chaparral, en Milagro, fue durante 30 años un espacio destinado exclusivamente al cultivo de cacao. Así lo cuenta Sara Miranda, propietaria de la finca ubicada en este cantón del Guayas.

    Con entusiasmo, Miranda explica que ahora El Chaparral recibe a turistas nacionales y extranjeros que llegan cada fin de semana en el recorrido que realiza el Tren de la Dulzura.

    Esta es una de las rutas del producto Excursión que ofrece Ferrocarriles del Ecuador en Guayas.

    Además de los ingresos que Miranda y su familia reciben con la producción de cacao, ahora también ganan con la venta del chocolate y productos derivados del cacao que producen para los turistas.

    “Desde que comenzaron los paseos en tren para nosotros ha sido de gran ayuda. Vienen turistas de todas partes, estudiantes y conocen del cacao, ya hasta tenemos página en Facebook”, cuenta Miranda.

    El servicio de Tren Crucero, que atraviesa la Sierra y la Costa, es el que más acogida tiene entre los turistas internacionales. Pero el servicio de Tren de Excursiones va ganando espacio.

    En el Tren de la Dulzura, por ejemplo, en 2014 viajaron unos 24 000 turistas; de esa cifra el 20% fueron pasajeros extranjeros.

    Milton Silva, gerente de la filial litoral de Ferrocarriles del Ecuador, cuenta que en el 2015 la meta es alcanzar o pasar los 30 000. Cuando se activó la primera ruta en la Costa, en el 2010, solo viajaron 300 turistas, recuerda Silva.

    Actualmente el Tren de la Dulzura (llamado así en alusión a los cultivos frutales de la Costa), cuenta con una locomotora de electrodiésel y tres coches climatizados con capacidad para 90 personas. Este año se incrementará un coche más.

    Silva asegura que las historias como las de Miranda son recurrentes desde que se activo el tren turístico en el país. El Tren de la Dulzura, que cubre Durán, Milagro, Naranjito y Bucay ha generado unos 1 078 empleos directos relacionados al turismo, según el funcionario de la entidad estatal.

    Con él coincide Jorge Mori, director de Turismo de la Prefectura del Guayas. Él trabaja en programas de capacitación con unos 50 líderes comunitarios “para que se enganchen con la oferta turística del tren y puedan ofrecer servicios y productos turísticos de calidad en la provincia”.

    Mori cuenta que otro de los emprendimientos que ha crecido desde que se activó el Tren de la Dulzura es el de la comunidad Shuar de Bucay. Este grupo, liderado por Federico Calle, recibe a los turistas y los adentra en las tradiciones de la cultura amazónica. “Ya no es necesario viajar ocho horas a la Amazonía, pueden conocer viajando en el tren”, dice Mori.

    Esta es la única ruta que recorre la Costa, pues la mayoría de las excursiones en tren recorre la Sierra. En esa región está el Tren de la Libertad que va de Otavalo a Ibarra; el Tren de los Volcanes, que pasa por Quito, Machachi y Boliche; el de la Nariz del Diablo, que va de Alausí a Sibambe y el de Cañar, que va de Tambo a Coyoctor. A corto plazo se abrirán nuevas rutas de excursión, como el Tren del Hielo, que recorrerá Ambato, Urbina, Riobamba y Colta.

    Adriana Cedeño, guayaquileña y estudiante universitaria, recorrió la ruta de la Nariz del Diablo, en Chimborazo. Ella comenta que es una de las mejores experiencias para conocer Ecuador. “Es un recorrido que te permite conocer más tu país, te llenas de la cultura de los lugares por los que pasas”.

    Tren
    El Tren Crucero transportó 6 984 pasajeros, entre nacionales y extranjeros, durante el 2014. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • El olor a café se toma la estación del tren

    Redacción Quito

    Son las 07:12 y el vapor que sale de la máquina de expresos inunda brevemente la cocina del Café del Tren, un local ubicado en la estación ferroviaria de Chimbacalle, en el sur de Quito.

    Como si se tratase de una locomotora, el calor del agua anuncia la presencia de clientes en esta cafetería, que se inauguró el pasado 18 de febrero. Ellos acuden al sitio para combatir el frío de las mañanas quiteñas, mientras esperan subirse a los vagones y emprender el viaje.

    José Luis Quintero, gerente de Comercialización de Ferrocarriles del Ecuador, explica que la creación de Café del Tren es parte de una estrategia de consolidación de la estación de Chimbacalle como un centro turístico en la capital.

    El proyecto se inició a finales del 2010 con la elaboración del diseño de la marca. La ejecución se llevó a cabo desde julio del 2011 y tardó unos seis meses.

    Se invirtieron unos USD 60 000 en promedio para la adecuación del local, que en principio se construyó para el alojamiento de granos y verduras. El Gerente explica que se piensa recuperar la inversión en cinco años.

    Un mural de 12 m² divide los dos ambientes de la cafetería, que cuenta con una capacidad de 10 mesas. La obra estuvo a cargo de la artista plástica Bego Salas, quien tardó un día en pintarlo.

    “La alegoría de los colores de las casas y el tren que están plasmados en la pintura representan la calidez de los habitantes de Chimbacalle”, explica la muralista.

    El diseñador de interiores Kiko Rodríguez encabezó la adecuación. La madera es un elemento que predomina en paredes y pisos de la cafetería. “Este elemento proporciona un ambiente moderno y conjuga la historia de este sitio galardonado como la Primera Maravilla de Quito”.

    Mario Ojeda, al igual que un maquinista, se ajusta su mandil para iniciar su jornada. El es Gerente de Corporación Noción, una firma a la que la Empresa de Ferrocarriles EP, concesionó la cafetería por cinco años. “Los costos de una taza de café, elaborado con grano de altura originario de cultivadores de Catamayo (Loja) va desde los USD 1,28 a los 2,50”, dice.

    Los proveedores del Café del Tren también son moradores de Chimbacalle. Esta condición de trabajo era de indispensable cumplimiento para la concesión, según explica Quintero. “Al vincular a la colectividad en estos proyectos ganamos voceros que atraerán más visitantes”.

    Mercedes Cruz entrega 100 humitas y quimbolitos para el Café del Tren cada viernes desde su inauguración (febrero). “Es gratificante saber que en este proyecto valoren el trabajo de los microempresarios del sector”, manifiesta.

    Natalia Paredes visitó el local por recomendación de una amiga. “Me encantan las fotografías y algunos elementos de los operarios ferroviarios que decoran el sitio. Es un lugar para venir a compartir una taza de buen café con amigos”, señala.

    Los horarios de atención van de 07:00 a las 19:00 de lunes a domingo.

  • El paseo en tren tiene cada vez más turistas

    Redacción Quito

    Un paseo en tren es una experiencia diferente a cualquier viaje. El movimiento de los vagones, los sonidos de la locomotora, los grandes ventanales, entre otras, son características únicas de las que disfruta todo pasajero.

    En Ecuador esta experiencia se reactivó en los últimos años y poco a poco se va convirtiendo en un atractivo turístico para ecuatorianos y extranjeros. La red ferroviaria está en recuperación, al igual que locomotoras y vagones.

    El trabajo de rehabilitación de rieles, vagones, locomotoras y estaciones está a cargo -desde el 2007- de la empresa Ferrocarriles del Ecuador (FEEP).

    Hasta la fecha los indicadores son favorables: en el 2008 alrededor de 8 000 turistas viajaron en tren por rutas como Ibarra-Salinas-Ibarra, Quito-Machachi-Quito o Quito-El Boliche-Quito. El crecimiento fue sostenido hasta contabilizar, el año pasado, 155 000 turistas que viajaron en tren por el Ecuador.

    Además, se han recuperado cerca de 500 kilómetros de vías. El proceso incluyó la rehabilitación de siete locomotoras de diésel eléctricas, la implementación de un tren crucero de lujo y la recuperación de 22 estaciones. Así lo señala Jorge Eduardo Carrera, gerente de la empresa pública Ferrocarriles del Ecuador.

    Para esto, la entidad contó con un presupuesto que bordeó los USD 280 millones desde el 2009.

    Los resultados empiezan a verse. El Tren Crucero, por ejemplo, que cubre el trayecto Quito-Durán y viceversa, ganó el año anterior el premio Wider World Project, o mejor producto turístico fuera de Europa, del gremio de escritores ingleses British Guild of Travel Writers.

    Carrera señala que el premio recibido en Londres obedece a la estrategia de potenciar lo local como un atractivo.

    En el tren crucero, el 60% de turistas son extranjeros y el 40%, nacionales. En otras rutas, en cambio, como los paseos a Boliche o la Nariz del Diablo, el 75% de los pasajeros son ecuatorianos y el 25% restante corresponde a foráneos.

    El posicionamiento de las rutas ferroviarias como un producto es reconocida por los empresarios turísticos. José Luis Egas, gerente de agencia de Metropolitan Touring, comenta que el tren crucero específicamente es un producto de altísima calidad, muy bien elaborado como oferta turística. «Ofrece una nueva alternativa para un mercado que busca alto confort y lujo».

    Egas señala que la demanda de este servicio aún no es alta, porque el producto se está posicionando. Pero calcula que en un par de años será un producto competitivo a escala mundial.

    Irma Ugalde, empresaria de turismo, también cree que los servicios de la empresa estatal tienen potencial para posicionar a Ecuador como destino. «Mis clientes que han hecho el viaje regresan muy contentos por la experiencia. La oferta es interesante», afirma Ugalde.

  • Tren crucero, con glamour nacional

    mónica orozco

    Una empresa ecuatoriana fue la encargada de vestir de «identidad» al Tren Crucero de Lujo, que inauguró su ruta el pasado 4 de julio (Quito-Durán y Durán-Quito).

    Triple Design Studio (con su marca comercial Reino Studios) concibió el diseño interior de los coches y algunos detalles del rediseño exterior para este producto de Ferrocarriles del Ecuador Empresa Pública (FEEP) y cuya fabricación se realizó en España, a través de la entonces empresa Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE).

    Con casi cinco meses de operación, el Tren Crucero ya ha recibido reconocimientos como el premio Wider World Project, que reconoce al mejor producto turístico fuera de Europa.

    Aunque este premia al producto turístico en su conjunto, el diseño de interiores explica parte del reconocimiento.

    La propuesta inicial que recibió FEEP de la firma española para el diseño de interiores no se ajustaba al estudio de desarrollo del producto, esto es: un tren de lujo, pero adaptado a la realidad del país, dice José Luis Quintero, gerente de Comercialización de FEEP. Por ello, buscaron a una firma local para que desarrolle esta parte del proyecto. «Conseguimos esto en buena medida porque ellos (Reino Studios) fueron poco flexibles y exigían que se respete cada detalle».

    Reino Studios tiene un lema: «no decoramos, vendemos una experiencia«.

    Y eso es precisamente lo que viven los turistas. Caminar por sus cuatro coches es un viaje a la historia del país: por lo colonial, lo republicano, la cosmovisión andina y el estilo clásico de la Costa.

    En uno de los coches el diseño de las sillas refleja, con su color de tapizado, las cuatro etnias del país (mestizos, blancos, indígenas y afroecuatorianos). En otro, los bordados de los sillones representan la cultura otavaleña. Por lo particular del diseño, varios de estos elementos se construyeron en el país y se enviaron a FEVE, en España. El turista también se encuentra con una terraza donde experimenta el frío de los nevados de la Sierra o el aroma del cacao en el Litoral.

    Juan Felipe Enríquez, director de Diseño y Arte de Reino Studios, explica que es el primer tren del mundo donde el turista puede experimentar los fenómenos del equinoccio en su interior gracias a la arquitectura del tumbado.

    Galo Enríquez, gerente de esta empresa de diseño integral, dice que se buscó hacer del viaje en tren una experiencia única, dentro y fuera de las rieles. El desarrollo del estudio tomó cuatro meses y participaron antropólogos, artesanos de Imbabura, Otavalo y Zuleta, entre otros.

    El estudio fue aplicado entre un 70 y 80% en el tren, dice Quintero.